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Dolor... “No sé lo que siento”
La ilusión se va de mí, como el aire al respirar…
Tu amor ya lo perdí, como el sueño al despertar…
La luna saldrà de nuevo otra vez, y tú, mi amor, no estarás
No había luz en la habitación, las cortinas estaban completamente cerradas, era como si estuviera prohibida la entrada para cualquier ser viviente o para cualquier cosa que despidiera un aire de felicidad. Llevaba encerrado en esa habitación por lo menos tres días, sus lágrimas habían dejado de salir por esos ojos violetas… esos ojos que un día había denotado tanta alegría y vida como ningunos otros, se veían opacos, muertos… desdichados.
El dolor en su corazón seguía ahí, era como si una gran estaca se hubiera clavado en él sin ser removida, sin algo que pudiera calmar su dolor… su único consuelo era el saber que podía cerrar los ojos de un momento a otro y no despertar jamás, abrazarse a la muerte y no saber nada de nada, ni de nadie… eso era lo mejor.
Él no tenía corazón para desearle ningún mal a nadie, ni siquiera a Kaiba, el culpable de todo; y es que no tenía corazón porque él se lo había arrebatado matando a Yami, el antiguo faraón… lo que termino por acabar con Yugi.
Se pregunta si hubiera sido mejor no decirle que estaba enamorado de él, se arrepiente de haberle dado esa noche a entender que si lo amaba… de no haberlo hecho, Yami seguiría confundido o estaría “seguro” de amar a Kaiba y no a él. Al menos, seguiría ahí… con vida.
Su alegría esta desaparecida, todo lo que le queda es dolor… no sabe cuando terminara; solo sabe que es lo único que no lo ah dejado desde el día en el parque, día en que todos lo abandonaron… aunque no sea cierto
… o … o … # Flash Back # … o … o …
“Cuando el cuerpo de Yami desapareció en los brazos de Yugi, este perdió el conocimiento, sus amigos trataron de hacerlo reaccionar, Tea recargo su cabeza en sus propias piernas, Tristan le daba aire, Joey y todos los demás se quedaban sin saber que hacer, Bakura seguía de rodillas, con su rostro agachado, tirando silenciosas lágrimas, sus puños cerrados en el pasto, maldiciendo a los dioses por aquella mala jugada de la vida... ¡Tanto odiaba al faraón antes… y ahora que eran amigos se moría! Lo peor de todo era que se sentía culpable, de haber dejado a Yami quedarse con Kaiba... de nunca haber tratado de ayudarle… tal vez él seguiría vivo… el enano sufriría; pero al menos el faraón… bueno, la situación era como una moneda con dos caras: si no lo hubiera ayudado, quizá las cosas jamás se habrían aclarado entre ellos y nunca se hubieran acercado tanto para ser amigos; pero también estaba la otra cara, donde Yami moría dejando un vacío en su vida ¿Qué valoraba más?... ¿Una discusión con el faraón por ser un santurrón o una de sus tantas sonrisas sinceras que le demostraban lo agradecido que estaba con la vida por permitirle componer las cosas con su antiguo amigo y amante?”
“Estaba tan absorto en sus pensamientos, cuando unos brazos lo aprisionaron; no tenia ni que mirarlo, ni siquiera abrir los ojos para darse cuenta de que esa persona era Ryou, que viendo su dolor, trataba de consolarlo brindándole su calor propio… Pero no fue lo único que le dio, si no la respuesta que estaba buscando… El faraón había dado su oportunidad de vivir una vez más, por la persona que amaba, misma que era una persona sumamente especial para el ser que él mismo quería.”
“No había que pensarlo dos veces, Ryou estaba sufriendo por el dolor de su mejor amigo, lo que también lo hacía sufrir a él… en definitiva, Kaiba se la iba a pagar muy caro. Haciéndose presa de él, la furia; empujó a su hikari a un lado, se levanto del pasto echando chispas de fuego por los ojos, dispuesto a ir tras el estupido CEO”
“¿Bakura, a donde vas?”- Preguntó muy asustado Ryou levantándose del suelo, el albino no lo escuchó y se fue caminando por donde Kaiba se había ido.
“Ladrón, quédate donde estas”- Dijo Ishizu poniéndose de pie, de nuevo nada
“Bakura, no tiene caso buscar venganza, el faraón esta…”
“¡Cállate Malik!”- Gritó dándose la vuelta, Tristan dejo de hacerle aire a Yugi, Joey se puso en pie al igual que Duke- “¡Ustedes no hicieron nada por él!
“Tú sabes que tratamos…”
“¡Tratar no es suficiente!”
“Ninguno de nosotros sabia que Kaiba venía con esas intenciones”- Le dijo Joey, viendo el silencio que se había hecho
“¡Tal vez tú no lo sabias pero ellos si!”- Ryou, Tea, Duke, Tristan y el rubio, se quedaron viendo unos a otros, luego miraron extraños a Ishizu, Malik y Bakura pidiendo una explicación
“Amigos¿De qué esta hablando?”- Dijo la chica castaña refiriéndose a los Ishtar, ninguno supo que contestar
“¡Kaiba amenazó al faraón con hacerle daño al enano si no regresaba con él¡Dijo que le causaría el dolor más grande que jamás se hubiera imaginado!”
“¿Qué?”- Gritaron los 4
“¡Ellos sabían de la amenaza, yo le prometí al faraón que no pasaría nada y miren!- Bakura no pudo contenerse más y rompió a llorar
“Entonces todo es culpa mía”- Dijo una voz débil, habían estado tan entrados en la discusión que no vieron a Yugi reaccionar, se levantó del suelo con las pocas fuerzas que tenia, de sus ojos salían gruesas lágrimas y su semblante notaba tanta pena y tristeza, que partieron el corazón del ladrón
“No digas tonterías… tú no tienes…”
“¡Claro que la tengo!”- Gritó apretando los puños- “¡Yo estaba dispuesto a morir si eso era lo que Kaiba quería!
“Yugi…”- Comenzó a decir Joey
“¡NO!... ¡YO MATÉ A YAMI, TODO ESTO ES MI CULPA!
“No sabes lo que dices…”- Trató de decir de nuevo el rubio, su amigo estaba tan alterado que podía sentir miedo en el mismo de que se volviera loco o peor…
“¡CLARO QUE SÉ LO QUE ESTOY DICIENDO!... ¡YAMI MURIÓ POR MI CULPA...!”- No pudo terminar su oración porque un golpe de Bakura lo tumbo al piso
“¡Ya cierra la boca, maldito desagradecido!”- Sus ojos estaban llenos de lágrimas y en su cara podía verse el dolor que le causaba cada palabra que decía- “El faraón murió por ti, porque te amaba… no solo porque le gustara siempre hacerse la victima y ser un mártir… si no porque realmente sentía algo muy profundo por ti… algo que jamás ha sentido por nadie y que es muchísimo más fuerte y grande que sus deseos de seguir con vida y aprovechar la oportunidad que se nos fue dada… ¿Lo entiendes ahora enano?... La verdadera prueba del amor, esta en sacrificarse por el ser amado, aún a costa del dolor propio”- El albino cerró sus ojos recordando las palabras de su amigo
"Se ve que lo quieres mucho"- Dijo Bakura mirándolo, en los ojos de él aparecía un brillo que jamás se había imagina ver, un brillo que ni él ni Seth pudieron darle
"Más de lo que te imaginas…"- Murmuró, aunque el ladrón pudo escuchar con toda claridad sus palabras, todo indicaba que era feliz y si Yami era feliz, él también lo era. Entonces tocaron el tema de Kaiba y su amenaza
"Creo que el enano no sabe nada ¿Verdad?"
"No quiero que se preocupe, ni que nada malo le pase, lo amo tanto que no me importaría"
Ahora sabía lo que el antiguo faraón quería decirle, que no le importaría dar su vida por él y se preguntaba si podría hacer lo mismo por Ryou. Abrió sus ojos y se dirigió hacia su amado, lo abrazó y lloro en su hombro, ya no tenia intención de discutir ni hacer nada.
Por su parte, Yugi seguía en el suelo, con una mano donde lo había golpeado el ladrón, con los ojos en blanco… parecía hipnotizado… en su mente resonaban sus últimos momentos con su amor…
“¿Por qué estas tan pensativo¿Estas aburrido?”- Preguntó sentado sobre las piernas del faraón, no le gustaba ver triste ni serio a su otro yo, por lo que corrió para abrazarlo y tratar de hacerlo sentir mejor
“No…”- Tartamudeó sonrojándose, esa era una de las cosas que más amaba en él, lo nervioso que se ponía siempre que Yugi trataba de ser cariñoso con él; Yami lo abrazó por la cintura… lo hizo sentirse protegido, le dio un dulce beso en los labios... lo hizo sentirse vivo- Estaba pensando en lo que podríamos hacer esta noche
“No sé¿Qué te gustaría hacer?”- No podía evitar sonrojarse, estar con él, sentir su cuerpo tan cerca del suyo lo hacia desearlo cada vez más…
“¡Yugi, viejo!”- Se escuchaba la voz de su amigo rompiendo el encanto- ¿Vendrás a jugar con nosotros o no?- Adoraba a sus amigos; pero le hubiera gustado quedarse un poco más con Yami, por lo que le besa de nuevo, el beso es más profundo, como un adiós disfrazado de dolor y dulzura a la vez; Yugi no puede evitar sentirse mal al pensar que el faraón ya sabia lo que podría ocurrir… si tan solo se hubiera quedado unos minutos más con él, ambos habría muerto, o al menos solo él…
“Te amo… no te imaginas cuanto, no puedo permitir que mueras o que algo malo te pase por mi culpa… cuídate mucho y perdóname por lastimarte con lo de Kaiba…”- Esas fueron las últimas palabras de Yami antes de morir y Bakura tenia razón, el faraón se sacrifico porque amaba tanto a Yugi que no quiso que algo malo le pasara…
Tal vez la amenaza había pasado… pero una cosa era cierta, Kaiba cumplió su palabra: le causó el peor dolor de toda su vida… le quitó a su Yami…
“¿Yugi?”- Joey esta a su lado mirándole con tristeza, él le corresponde la mirada, quiere hablar; pero no puede, todo lo que hace es mover sus temblorosos labios sin articular palabra, de sus ojos siguen brotando lágrimas de dolor y de su corazón gotas de sangre... el pánico se hace presa de él y se arroja sobre los brazos del rubio, llorando… hasta que ya no puede más y de nuevo se desmaya.
Sus amigos callan, ya no saben que decir ni hacer, son presas de su propio dolor, de su propia soledad y culpa de algunos. Su única opción ahora es llevar al joven Yugi a su casa, dejarle ahí y esperar… esperar hasta que su corazón sane… aunque eso pueda tardar mucho tiempo.
… o … o … # Fin del Flash Back # … o … o …
Ahora estaba ahí, solo, sin ninguna compañía, su abuelito seguía de viaje en Egipto, sabia que no tardaría en llegar; pero ya no le importaba nada…
A veces no entiendo, no sé lo que siento
¡Quisiera saber que hice mal!
Y nunca te podré decir…
Que muero por que estés aquí,
Ser fuerte es mi decisión
Su mente se vuelve hueca, ya no halla respuestas, parece perdido en la nada y todo es confusión; ha decidido no llorar más, piensa que hacerlo es un signo de debilidad… no le dará la victoria tan fácilmente a Kaiba.
Los pensamientos son tan confusos… incluso llega a pensar que Yami muere porque no desea estar más con él.
Ahora le odia, por dejarlo y por no amarlo como debería…
/ “¡Ya cierra la boca, maldito desagradecido!” /- Bakura le grita dentro de su cabeza -/ “El faraón murió por ti, porque te amaba… no solo porque le gustara siempre hacerse la victima y ser un mártir… si no porque realmente sentía algo muy profundo por ti… algo que jamás ha sentido por nadie y que es muchísimo más fuerte y grande que sus deseos de seguir con vida y aprovechar la oportunidad que se nos fue dada… ¿Lo entiendes ahora enano?” /
Cierra sus ojos con dolor, las palabras del ladrón están por arrancarle algunas lágrimas… quisiera tener al faraón cerca para abrazarlo... besarlo y disculpase con él…
Pero…
Abre sus ojos frustrado; no puede llorar… no debe hacerlo… quiere hacerse el fuerte… tiene que serlo… nadie más lo será por él…
Se agarra la cabeza con todo el dolor de su corazón, siente que sus ideas no se conectan… teme volverse loco; se levanta del suelo fastidiado y se recuesta en la cama boca abajo, no quiere pensar en nada más que en morir… dejar de existir… eso es todo lo que quiere…
Tu recuerdo es una flor, el perfume de tu voz,
Tu silencio es un rumor, que me llena de dolor.
Y en algún rincón de mi corazón
Amor, siempre tú quedaras.
Boca abajo en su cama, con los ojos cerrados, no puede evitar sentir el olor del faraón… a pesar de que han transcurrido seis días de su partida.
Tal vez lo mejor seria olvidarse de él… no le hacia ningún bien seguir con su recuerdo aún presente… y tampoco no era grato saber que lo había perdido; aunque él… vivía en Yugi
¿Yami?- Dice como si estuviera sentado ahí, junto a él, como otras tantas noches, incluso cuando el faraón vivía en su interior. – Aun recuerdo el primer día que supe lo mucho que te amaba... me confundí tanto por este nuevo sentimiento... no sabes cuanto… Todo comenzó desde el primer duelo que tuvimos con Kaiba, tú me dabas esa confianza y seguridad que yo necesitaba apara enfrentarme a él… para enfrentarme a todos mis enemigos, siempre estuviste conmigo y lo que más amaba de ti era tu entrega, tu confianza… ¡Todo de ti me gustaba!- Su voz de quebró; pero ni una lágrima salió de sus ojos, se sentó en la cama de nuevo con los brazos apoyados en las piernas, soltó un suspiro y siguió. – Cuando supe que te quería, lloré como loco¡Sabia que podía perderte al día siguiente en ese maldito duelo con el coleccionista!... ¡Y como me odié por saber que no podía hacer nada para evitar que pelearás!... Me levanté de la cama esa mañana, la noche anterior me quede dormido en tus brazos, embelezado por tus ojos… maravillado con todo tu ser… No encontré rastro de ti, supe que debiste irte sin mi… ¡NO QUISISTE DESPEDIRTE COMO AHORA!- De nuevo estuvo apunto de llorar, cerró los ojos y sus puños… dio fuertes golpes a la cama mientras permanecía con su cabeza agachada…conteniendo su llanto…
A veces no entiendo, no se lo que siento
¡Quisiera saber que hice mal!
Y nunca te podré decir…
Que muero por que estés aquí
Ser fuerte es mi decisión
No puede contener sus sentimientos… todos llegan como un horrible remolino a su cabeza y corazón… a remover todo de nuevo: su dolor, su odio… su amor por Yami.
Esta tan confundido que quiere gritarle al faraón que lo odia…
Luego se arrepiente y quiere decirle que lo ama…
Sus ojos se ensombrecen mucho más que antes, los aprieta con mayor fuerza reteniendo las ganas de llorar. No se va a ser tan débil para darles el gusto de llorar… que se conformen con verle en ese estado si quieren, o mejor de no verle; pero no va a llorar… ¡Nunca!
Tu sonrisa esta en mi,
Tu recuerdo se quedo…
¡Quítame este dolor…!
Se dejó caer hacia atrás en la cama con los brazos hacia arriba de su cabeza, sus ojos permanecían cerrados… Luego los abrió, estaban bastante vidriosos, miraba el techo en busca de algo que le devolviera su tranquilidad… ¡Su vida!... aunque eso sea imposible, él ya no está. Su rostro aparece en su mente, su último beso, su último abrazo… la última vez que se entregaron mutuamente… el último minuto que pasaron juntos, antes de que Kaiba hiciera su aparición… ¡Maldito!... ¡Si pudiera tener al menos un poco de su sangre tan fría, no dudaría ni un minuto en atraparlo… en vengarse tal como Bakura había querido!... pero se acobardó, no quiso hacer nada que pudiera perjudicar a Ryou, nada que pusiera mal a su amante; además no era problema suyo, todo era culpa de Yugi, de no haberse puesto en su camino… de jamás haberse fijado en el faraón…
/ Tan ardiente e inalcanzable como un sol /- Pensó Yugi apretando los puños. Si quería sobre vivir sin él, tendría que buscar la manera, tal vez enamorarse de alguien más… Joey estaría bien para empezar, era el unció que le visitaba y traía de comer, era como un perro que no importa cuantas veces eches, él seguía ahí… visitándolo -/ Eso fue cruel /- Se reprendió al pensar así en su amigo. -/ Antes lo tenia todo y ahora no poseo nada… y es que no me enseñaste a vivir sin ti… incluso la última de tus caricias fue la peor de las heridas… me dejas un sabor tan amargo que apenas puedo sobre vivir sin la necesidad de volver a besarte.
Quisiera saber entender,
Como reparar el dolor
Que siento en mi corazón,
Si ya no te tengo mi amor
Una pequeña lágrima escapó de sus ojos… la cual seco con rabia, se pegó con enojo en la cara con ambas manos… no podía permitirse llorar… no ahora que había estado evitándolo por tres días...
¿Pero quién podría aguanta tanto sufrimiento por tanto tiempo y sin derramar algunas lágrimas?
Muchos dicen que el llanto es el mejor método para descargar el dolor más profundo y vivir en paz; pero sencillamente era imposible hacerlo, darle la oportunidad a Kaiba de mirarlo llorar… pensando que el articulo del milenio que poseía, le permitía verlo como una bola de cristal, para darse cuenta de que había cumplido muy bien su amenaza y que el pobre Yugi estaba llorando por su gran perdida… no señor… no lo permitiría… el CEO se quedará con las ganas de verlo hundido, quizá podría conformarse con quitarle su vida normal: salir con sus amigos, sonreír de vez en cuando, tener vida en sus ojos… comparado con el de antes, este Yugi no era más que una débil y oscura sombra.
No supo cuando; pero entre tantos sentimientos confusos, se quedo dormido…
Era un parque muy hermoso, el pasto estaba más verde de lo normal, incluyendo las hojas de los árboles; el viento los mecía sin cesar tirando a los alrededores las horas… era un espectáculo maravilloso. Abajo del árbol, recargado en él… se encontraba la persona que menos esperaba ver…alguien que no solo se había conformado con desaparecer de su vida, si no también de sus sueños…
Yugi se quedo sin saber que decir, se quedo congelado viendo a su amor, sentado bajo aquél árbol, con los ojos cerrados… sintiendo tanta paz como jamás en su vida la había sentido.
A veces no entiendo, no se lo que siento…
Otra vez el remolino de emociones se hizo presa de él: quiso correr a su lado, abrazarlo y llenarlo de besos, caricias y esas palabras que tan nerviosas ponían al faraón; pero también estaban esos sentimientos de frustración y odio, donde quería correr, ahorcarlo, decirle que lo odiaba por tanta soledad y dolor que le estaba y había causado… ¡Maldito Yami! Se dio la vuelta dispuesto a irse, a correr a cualquier otro lado donde la locura dejara de perseguirlo.
¡Quisiera saber que hice mal!..
“¿Aibou?”- Escuchó la voz detrás de él, del faraón. Yugi abrió los ojos, se sonrojo levemente sintiendo la brisa en su rostro y se dio la vuelta. –“¿Qué haces aquí?- Dijo extrañado, pero sonriendo; para entonces estaba a poco metros de él. El más pequeño se le quedo viendo como bicho raro, entonces el faraón lo abrazó… suave… apacible… apasionado… así fue aquél abrazo. Yugi seguía sin reaccionar, hasta que aventó a Yami aún lado. –“¿Qué te pasa?
“Me dejaste…”- Respondió mirándolo y sin creer que tenia enfrente suyo al amor de su vida.
Y nunca te podré decir…
“Yo… Yugi…
“Te moriste”- Dijo en tono frío; pero no iba a llorar, ni a él ni a nadie le daría ese justo
“Tú no deberías estar aquí”- Dijo en lamento mirándolo con suma tristeza
“No estoy aquí por gusto”- Respondió de mala gana y cruzando los brazos
“Pero no puedes ni debes… regresa con tus amigos, ellos te necesitan”- Tomo sus manos haciendo que abriera los ojos bastante sorprendido- “Yo te necesito allá”
“Yo no quiero…”- Comenzó a decir; pero entonces el cuerpo, cara y manos de Yami se fueron alejando… era como si él mismo retrocediera o algo así, no podía entender como estaba sucediendo todo aquello… primero estaba con el faraón… no quería hablarle y ahora que se alejaba de él quería decirle lo mucho que le amaba…
Que muero por que estés aquí
¡Yami!- Gritó sobre saltado extendiendo su brazo hacia el aire y sentado en la orilla de la cama, como si tratara de alcanzarlo. Otra lágrima rodó por su mejilla… se tapó la cara con las manos para quitarse aquellas imágenes… En vez de portarse así con él le hubiera dicho cuanto lo necesitaba… lo mucho que lo extrañaba y que moría por tenerlo consigo… -Ya basta, no lo soporto… que pare por favor… no puedo más… - Decía una y otra vez, se tapaba la cara con ambas manos mientras se balanceaba de un lado para otro. Y de Nuevo pasó, la demencia se apodero de él, se secó con furia las lágrimas que acaban de salir de sus ojos…
Ser fuerte es mi decisión.
Otra vez lo decidió, no lloraría, no más… Yami y sus estúpidas pesadillas podían irse por el caño, ya estaba arto, no sufriría por él más, seguiría ahí, encerrado en el profundo silencio de su cuarto y su corazón, sin derramar más lágrimas.
A veces no entiendo, no sé lo que siento
¡Quisiera saber que hice mal!
Y nunca te podré decir…
Que muero por que estés aquí,
Ser fuerte es mi decisión
Se quedo mirando el vacío, recordó cuando desapareció entre sus brazos… ahora no sabia si reír o llorar, su mente ahora se perdió en la primera noche que se entregó a él… dudaba si lo había hecho por amor o por deseo, luego el sueño… ¿Debió decirle que lo extrañaba o que le gustaba que estuviera muerto?... Se sintió miserable…
Mi decisión…
No lloraría… no más… ¿Por qué seguirse atormentando?.. Soltó una enorme carcajada, burlándose de su propio dolor. Volvió a recostarse en la cama, con la misma posición que antes de soñarlo, y de nuevo lo recordó… su cercanía en aquél sueño, su sonrisa al verlo…
Tu recuerdo es una flor,
El perfume de tu voz.
Le dolió la cabeza, no podía creer que estuviera pensando todo eso y sintiendo aquellas emociones tan horribles, tan… impropias de él…
/ La verdadera prueba del amor, esta en sacrificarse por el ser amado, aún a costa del dolor propio. /- Resonaron las palabras de Bakura en su cabeza… Yami tanto lo amaba y él se portaba como un parásito reclamándole algo por lo que no tenía ninguna culpa… encima de que todo lo había hecho por él, sacrificando lo que más amaba aparte de él, su vida, para salvarle de un destino incierto. En verdad necesitaba ayuda…
Fue cuando tocaron la puerta…
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