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Bad little boy por arelii-ierOo

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Notas del capitulo:

Ok... me tardé siglos en subir capítulo x3 pero ahora sí lo voy a continuar *-* espero que les guste.

-¿Por qué no lo admites antes de que me vaya? Estás enamorada de mí.- Marshall miró a Fionna a los ojos, pero no se esperaba lo que ella estaba a punto de decir.


-Siempre me molestas, y es divertido, y todo eso… ¡¿Pero lo estás haciendo ahora?! ¡¿Qué estás tratando de hacerle a mi mente?!-Las orbes azules de Fionna comenzaron a cristalizarse.- ¡¿En qué momento pensaste que me gustabas?! Y… ahora vas a dejarnos… ¡Por culpa de una estupidez tuya! ¡Monstruo!


Marshall se levantó y mostró que la estaca sólo atravesaba su camisa; y la supuesta sangre era únicamente más de los pastelillos que le quitó a Gumball. -¡Estaba fingiendo! ¡fingiendo! Mi camisa está llena de bombitas de crema.


-Gracias al cielo.- Cake se sintió muy aliviada y seguía cubriendo a ambos del sol.


-Glob, Fionna… No eres la que solía conocer.- El vampiro se sentía muy desconcertado por lo que acababa de suceder. Fue una completa declaración de amor, muy al estilo de Fionna, pero lo fue. La rubia comenzó a reír nerviosamente por el shock y para desquitarse del susto de muerte, lo golpeó de un puñetazo en la cara.- ¡Ay! ¡Mi mejilla!- Marshall comprendió que merecía ese golpe.- Buen gancho.- La rubia se acercó a él aun riendo y con más deseos de continuar golpeándolo.- Fionna. ¿F-Fionna? ¡FIONA!


ooOOoo


Ya estando dentro del dulce reino, Gumball caminó algo mojado hacia su habitación en el castillo, para dormir un poco. Se quitó su ropa húmeda y estando completamente desnudo se colocó la camiseta que Marshall le había obsequiado hace tiempo. Fue a su confortable cama rosada y se cubrió con las sábanas del mismo color. Cerró sus ojos violetas y pensó en la broma que había tramado junto con el vampiro,  concilió el sueño, deseando que funcionara de acuerdo al plan.


Unas horas más tarde, los rayos dorados de sol entraban por su ventana, despertándolo casi de inmediato. Se tomó su tiempo para no levantarse aún y meditar sobre cuestiones del reino dentro de sus tibia cama. Sólo pasaron unos minutos, cuando escuchó un fuerte golpe, asustándolo un poco.


-¡No lo puedo creer Bubba! – Marshall había azotado completamente los ventanales de cristal de su habitación. Levitando, se dirigió hasta el príncipe muy emocionado y riendo en una completa alegría. Lo tomó por los hombros y lo agitó.


-¡No hagas eso! –Gumball logró separarse de él con un brazo y acarició su propia cabeza por el mareo que el vampiro le provocó.- ¿Qué es lo que ocurrió?


-¡Le gusto a Fionna!- Marshall gritaba con el mayor éxtasis. Gumball únicamente lo observaba impactado y con el corazón roto.- ¿No es increíble?- El azabache seguía irradiando felicidad.


Gumball intentó calmarse y no mostrar alguna emoción evidente.- ¿Puedo seguir durmiendo?


-¿Pero qué te pasa? Creí que te gustaría la noticia. Por fin te quitaré de encima a Fionna.- Marshall miró con detenimiento al príncipe.- Y… ¿por qué estás usando esa camiseta?- El dulce príncipe volvió a recostarse y cubrirse con las sábanas.- Nunca pensé que fuera cierto eso de que la usabas como pijama.


-No te emociones, sólo me la pongo porque es la ropa más vieja que encontré.


-¿Qué no tienes todo el dinero de Aaa?- El vampiro se aproximó a la cama del pelirosa.


-No voy a arruinar costosas telas sólo para dormir.


-¿Qué ocurre contigo Bubba?- Marshall tocó el hombro del príncipe para que se levantara o por lo menos lo mirara de frente, pero Gumball sólo se sacudía para evitar el contacto.- Oh ya entiendo.- Gumball suspiró.- Estás celoso.


-¡¿Qué?!- El dulce príncipe se sentó de golpe sobre su mismo lugar.


-Como ahora Fionna se fijó en mí, te comportas de esa manera.- Marshall se acercó a la ventana.


-¿De qué estás hablando?- Gumball se levantó de su cama.


-Quieres a todas las chicas de Aaa para ti solo.-Marshall intentó imitar la voz de Gumball, pero sólo logról hacer una voz muy aguda.- “Mírenme, soy el príncipe perfecto, todas ámenme.”


El príncipe enarcó una ceja.- ¿Estás bromendo?


-¿Broma? Broma la que querías que le hiciera a Fionna, para así alejarla de ti porque te fastidiaba, pero como ahora me prefiere, la quieres de vuelta.


El pelirosa rió un poco.- Únicamente te pedí ayuda para hacerle la broma inofensiva, eso fue todo. De hecho, pienso que eso de que le gustas a Fionna es una invención tuya.


-¿Para qué ella quisiera un principito afeminado si puede tener a un rey como este?- Marshall se señaló por completo ante la mirada de un Gumball muy enfadado.


-¿Ah sí? ¿Para qué quisiera ella un cadáver que no puede tolerar ni un pequeño rayo de sol?- El príncipe se acercaba más al vampiro.


-Mejor que un cerebrito color de rosa.


-Al menos no soy tan tonto como tú.


-Al menos yo sí puedo hacer las cosas por mí mismo, no como otro príncipe que conozco, que pide ayuda para hacerle una simple broma a una niña.


Ambos se encontraban gritando cara a cara.


-Si tan brillante eres, ¿qué clase de broma maestra hiciste?


-Fingí estar muriendo.- El azabache sonrió y respondió con un gran tono de triunfo.


Gumball lo miró horrorizado.- ¿La hiciste llorar?


-Al parecer se lo creyó por completo.


El príncipe tomó al vampiro por el cuello atrayéndolo a sí.- Eres un…


-No me toques.- Marshall ahora lo miraba con furia.


-¿Cómo te atreviste?- Gumball lo soltó con desprecio.


-Fue una broma realista.


-Deja de ser broma cuando la haces llorar.


-¿Y qué querías? De todas maneras me sigue prefiriendo a mí.- El vampiro volvió a sonreír.- Le gustan los chicos malos.


-Yo podría conquistarla de nuevo, le he gustado por varios años.- Restregó el dulce príncipe.


-Le “gustabas”. Ahora yo soy su presente.- Jactó el azabache.


-No estoy tan seguro.


-¿Quieres apostarlo?- Gumball lo pensó un segundo.- ¿Tienes miedo rosadito?- La sonrisa de Marshall mostraba sus colmillos.


-¿Qué pasa si gano?


-Si es que ganas…- El vampiro dijo entre dientes.- lo cual es absolutamente imposible… te quedarás con todo mi reino, o sea, la Nocheósfera.- Gumball lo meditó.- Y si yo gano, me quedaré con tu reinito de azúcar.


Gumball no quería aceptar, él tenía aún más que perder.-Yo…


-Vamos Bubba.- Marshall observó la duda en el rostro del príncipe.- ¿Mencioné que yo estoy incluido en el premio?


-Acepto.

Notas finales:

Les dejo mi firma ^^ hay más fics e imágenes:

https://www.facebook.com/pages/Arelii-ieroo/133674086807954?fref=ts


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