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Nuestro deseo de crecer ni gakki por shanakamiya

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Notas del capitulo:

Hola a todos, espero que estén bien n.n

La verdad que iba a subir esto la semana pasada, pero me enferme de la garganta, si otra vez ¬¬ y bueno, llego el momento en el que no podía pararme, incluso asuste a las personas en mi trabajo y fue una escena algo... cutre.

En fin ya me siento mejor y traigo capitulo espero que les guste n.n

Capitulo doce: Culpa, Kurumine-sensei y rumor.

 

Caminaba de la escuela mirando el papel entre sus manos. Mañana, a medio día había junta en su clase, ¿Que haria?, un momento ¿Por que estaba nervioso?,  no es como si hubiera hecho algo malo.

Agacho la cabeza. Se sentía pesado, suspiro, pero la sensación no quería abandonarlo, esa de nudo en el estomago y garganta cerrada.

—¡Cody! —escucho la voz de su senpai llamarlo. Joe lo esperaba recargado en una pared en aquel lugar de siempre —. Te tardaste un poco —dijo acercandose al niño— ¿Que ocurre? ¿paso algo malo?— pregunto preocupado al verlo con la  cabeza agachada.

El niño le miro:

—Joe…

El mayor lo tomo de la mano y lo condujo hacia el parque, ahí, se sentaron en una banca, la que estaba mas alejada de la gente para que nadie los escuchara.

Kido miro al niño cabizbajo con las manos en las rodillas, como si lo estuviera reprendiendo. Agacho su rostro a la altura del rostro de Cody y le pregunto:

—Dime ¿te paso algo malo? ¿te molestron en la escuela?

Pero el niño no contesto de inmediato, tardando un par de segundos dijo taciturno:

—Tengo la culpa.

—¿He?

—Tengo la culpa. Meti en problemas a mi profesora, creo que la van a despedir por mi culpa.

—Espera ¿que dices? —pregunto el mayor— ¿por que dices esas cosas?

El niño apretó la tela de su pantalón y comenzó a relatar lo sucedido. Del rumor que se comenzó a expandir el en colegio respecto a él; del problema que había surgido después de esa clase de educación sexual y como habían llevado a Kurumine-sensei a la dirección, y como se rumoreaba sobre su despido y lo que le sucedería, quizás a él mañana.

—… y por eso —termino de contra Cody.

—Ya veo… a un así no creo que sea tu culpa. Intentaste ser discreto solamente, pero… ummm, como decirlo, ese tipo de cosas siempre pasan en la secundaria —su niño lo miro expectante. el mayor continuo—. Recuerdo que cuando yo iba, había muchos rumores sobre muchas cosas, pero ninguna eran ciertas —Una ligra sonrisa escapo de sus labios había recordado una que otra tontería de secundaria que se creyó con mucha ingenuidad —. Las personas suelen inventar cantidad de casas para entretenerse y después solo son los adultos que asen mucho alboroto por nada. No te preocupes.

—Pero… esos rumores nunca tuvieron que ver directo contigo ¿verdad?

—Ummm… estos tampoco están hablando de ti directamente. No tienes que sentirte así —acarico el cabello del menor tratando de reconfortarlo.

—Aun así. Siento raro.  Me gustaría decirle a Kurumine-sensei que no hizo nada malo.

—Yo creo que ella sabe eso.

—Pero…

—No te preocupes —dijo Joe tomando de la mano—. Ven. vamos a tomar un helado, después iremos a mi casa y platicaremos tranquilamente, ya se nos ocurrirá algo —sonrrio para tranquilizar a Cody. Sin embargo este aun intranquilo solo apretó la mano de su senpai. Sabia que Kido estaba en lo cierto, no tenia por que sentirse culpable. Pero su manera de ser lo empujaba cada vez mas a querer purgarse, a decir que era él el que había causado todo este mal entendido; que es él, el que sale con alguien mayor. No ¿que estaba pensando? No podía hacer eso, materia en grandes problemas a su amado senpai si hablaba de mas. Pero ver a sus profesor recibir un castigo por no decir la verdad, era lo peor que podía estar en su conciencia.

Ambos chicos caminaron por el parque, el chico de cabello azulado miraba a su niño, quien aun estaba angustiado; a esto se refería con querer que estuviera lo mas tranquilo posible, cuando le sugerío que dijeran la verdad, quien sabe, si lo hubieran hecho esto quizás no estaría pasando.

Definitivamente no le gustaba verlo así, no quería ver esos hermosos ojos verdes llenos de una gris preocupación.

Suspiro, él tenia que ser el tranquilo para dar lo mejor y ayudar a su niño.

Repentinamente sintió como Hida se detenía de golpe.

—¿Que ocure? —Preunto.

—Es Kurumine-sensei —contesto el castaño al ver a la mencionada sentada en un columpio con la mirada baja— ¿que hace aquí?

—¿Quieres ir a hablar con ella? —pregunto el chico de gafas. Esta podía ser una buena oportunidad para hacer sentir bien a Cody y de paso, esclarecer todo este lío.

Lo jaló de la mano, conduciéndolo a ella pero el niño se resistió.

—No, no puedo —nego—, y si empeoro las cosas. Ademas ella luce muy….

—En ese caso, esperame aquí. Yo ire a hablar con ella si no te molesta.

—¡No pero… !

—Entonces esta bien —dijo el mayor sonriendo afablemente y se acerco a la maestra.

La verdad era que Joe estaba nervioso, no sabia que estaba haciendo con exactitud, peor aun, estaba casi frente a la mujer y no tenia idea de que decir primero. Lo que uno tenia que hacer aveces por la persona que amas.

—D-disculpe —llamo timido a la mujer que estaba enfrente de él— ¿le sucede algo malo?

La mujer alzo su mirada para ver quien le había hablado. El joven trago saliva, esperando no haberse ido muy atrevido y que ella se acordara de él.

—¿He? Yo te he visto en otra parte —espeto Kurumine mirándolo fijo un largo rato—. Ah, si. Tu eres Ki… Kido ¿cierto? Nos vimos una vez ¿no es así?

—Si… Esto… p-puedo sentarme aquí —señalo el columpio de alado.

—¿He? ¡Claro, claro! Esta bien —dijo ella nervioso moviéndose inquieta en su lugar y pegándose lo mas que podía a la orilla, como si el joven pretendiera sentarse el mismo tablón que ella. El chico sonrío forzado, no esperaba esa reacción, se sentó en el columpio de a lado tratando de acomodarse, como siempre este le quedaba pequeño por su altura. Natsumi al ver la posición tan incomoda en la que estaba el muchacho —por lo menos era así para ella, con lo brazos juntos entre las piernas, agarrotado y ligeramente encorbado— menciono—. No sabia que a los chicos de tu edad aun les gustaba jugar estas coas.

—¡He! ¡No! —Kido se ruborizó.

—No te preocupes por mi, enserio. No tienes por que ruborizarte. Es decir a mi también me gusta recordar mi infancia y cosas por el estilo —agito las manos avergonzada la maestra—Yo no juzgo a nadie, ni nada por el estilo.

—¡No! ¡No es esa la razón por la que quería sentarme aquí! —declaro Kido ¿de donde había sacado esa idea aquella bella mujer? 

—¡Ah! No.

—No —Joe carraspeo tratando darse de nuevo ese aire de chico de universidad serio. Hubo un ligero momento de silencio, ahora que tenia la atención de la maestra no sabia como comenzar. Dijo después de un rato y un pestañeo despistado de Kurumine-sensei—. Vera. Yo pasaba por aquí y vi que estaba sola y lucia un poco triste y…

—Yo no estoy triste— interrumpio Natsumi—. Todo es culpa de esos anticuados —inflo las mejillas enojada—, yo solo quería hacer lo mejor para los estudiantes, pero no, en cuanto ellos pudieron me echaron la culpa.

—¿La culpa?

—Si. Como si ellos no hubieran cometido errores cuando eran novatos, aun que tampoco es como si lo que hubiera hecho fuera algo malo. Es lo mas normal enseñar eso en las escuelas. No es como si les hubiera dicho “Toma uno y usenlo”. Bueno el objetivo si era ese, pero no así —Kurumine se ruboriza por lo dicho, ya que no parecía tener mucho sentido. Claro era de esas cosas que aveces solo se entiende uno mismo y hace que los demás te vean raro o como si fueras tonto.

Tonta e infantil eso era lo que la mayoría de las personas pensaban de ella, todo por culpa de sus…

Agacho la mirada, clavandola en su escote.

—Kurumine-sensei —intento llamar Joe al ver a la maestra perdida en sus… pensamientos.

—Dime Kido ¿te paresco una vaca? —pregunto sin mas la mujer con los puños cerrados cerca de sus pechos, el ceño fruncido y a la vez llena de ingenuidad infantil, como si estuviera haciendo una rabieta.

—…. Perdón.

—Vamos contestame —tomo las manos del joven entre las suyas— Que no te de pena.

—Bueno… —No era como si Joe pudiera darle una respuesta, para empezar ni siquiera entendía el porque de la extraña pregunta, ¿por que comenzaba a imaginar a la docente con un traje de vaca y un cencerro en el cuello? Con que a esto se refería Cody, con: "ella aveces era un poco extraña"

Ella presiono mas fuerte sus manos, sacándolo de sus alucinaciones, él solo bailaba los ojos de abajo hacia arriba y hacia los lados buscando que responder, después de unos segundos, entendió derrepente, alzo la mirada con un ligero rubor. No podía referirse a eso ¿o si?.

 Dijo bajito:

—N-no.

—¿De verdad— pregunto la mujer con ilusión.

—Si.

—¿De verdad? ¿De verdad?

—¡Si, enserio! ¡No tiene que dudarlo! —respondio nervioso Kido.

—¿En serio? —parecierra que Natsume a un no se fiaba del todo de las palabras del chico, soltó sus manos rápidamente y se encojio, él parecía sincero. después volteo a ver al chico de cabello azulado y dijo con cautela— . Sabes lo que dicen de las vacas ¿no es así?

—¿He?

—Que las vacas que tienen pechos grandes solo saben dar leche y que por eso no piensan. Dime. ¿verda que no tengo cara de vaca lechera? —su tono cambio a uno ligeramente melancólico, mientras se llevaba las palmas de las manos al pecho, bajo la mirada—. Ummm…. siempre he tenido problemas por mi apariencia, eres el primer hombre de mas de doce que no mira mi pecho antes que mi cara ¿sabes? —Sonrrio con tristeza. Siempre había sido así desde que era una adolescente, y que decir de las mujeres a su alrededor, que no tardaban ni un segundo en hablar mal de ella y de sus costumbres —por que si vestía con una minifalda era una cualquiera— incluso su madre le decía que si le metían mano en el tren de camino a casa, era por la manera tan vulgar en la que se atrevía a salir a la calle.

Sin embargo ella era mujer de darse a respetar como era debido, de lo contrario no hubiera golpeado a mas de uno cuando se atrevían a sobrepasarse con ella.

Realmente eso la había hecho una mujer muy independiente, que rechaza con facilidad la ayuda de quien se la ofreciera, en especial de los varones a su alrededor. Aun que aveces ese era el mismo motivo de su aparente torpeza, pues no siempre se puede hacer todo solo.

De la misma manera nunca había aceptado que la ayudaran a escalar puestos, si bien ya hubiera llegado a supervisora de distrito con haber hecho unos “favores” por aquí y por allá a los hombres que la habían pretendido desde la universidad, nunca de los nunca lo acepto. Y por esa razón mas, volvieron a llamarla estúpida e ingenua. Pero así era ella, no tenia que dar motivos a nadie, así era y eso era todo.

Por eso cuando conoció a Aoki pensó que había encontrado, por fin, a un buen hombre.

Que equivocada estaba: 

—Él me engaño.

—La engaño —pregunto Kido.

—Aoki me engaño —dijo la maestra con tristeza.

Kido por su parte solo se quedo congelado, aun le costaba oír el nombre de esa persona, por lo menos ahora no sentía tanto odio ni asco.

Cody, quien había estado todo este tiempo detrás de un árbol escuchando, quiso saltar enfrente de su senpai en cuanto vio la expresión de Kido. Sin embargo Kurumine-sensei se adelanto a decir al notar el repentino silencio sepulcral.

—Lo lamento. Creo que Aoki fue un profesor importante para ti, y yo aquí hablando mal de él y…

—No. Yo la entiendo —contesto Kido serio, evitando con esto que el niño saliera. La mujer dijo:

—Entonces… sabes lo que paso con él.

—Si, me entere en el periódico.

—Fue una sorpresa. Es decir lo que hizo él es innombrable —comenzo a divagar un poco temerosa— ¿Que digo? Quizás tú, no quiero decir que te… es que yo… —agacho la mirada— debes de pensar que soy muy tonta. Después de todo yo debí haberme dado cuenta.

No solo lamentaba que no se había dado cuenta, si no también que no fue capas de ver sobre su primera mentira, cuando le dijo que no era casado. No fue si no hasta, cuando los policías habían llegado una mañana al colegio y Aoki la había despechado, diciéndole que merecía algo mejor, que había pedido su traslado que la venda cayo de sus ojos.

Aun después de eso, de que temió por primera vez por sus estudiantes, por su trabajo; aun que cayo en negación que duro después del ingreso de los estudiantes nuevos; aun después de haber hablado con la esposa real de Aoki y que a esta le diera lastima la condición tan lamentable en la que estaba ambas, que deseaba que hubiera sido mejor que la engañara con una jovencita como ella y que no le tenia rencor. Aun después de eso, aun se sentía culpable, usada y lastimada, aun que sonriera tontamente todo el tiempo, nunca se perdonaría el haber caído tan fácil, el haber sido la tapadera perfecta solo por como lucia. Si, aun pensaba que se debía a eso, ¿Una vaca lechera? quizás los otros maestros tenían razón.

—Fui tan ingenua —se dijo lastimeramente así misma.

—Creame que usted no es la única que se siente de esa manera —la maestra desvía su mirada hacia el chico con cierta sorpresa. Kido por su lado contesto con seriedad—. Fuimos muchos los engañados por él, se aprovechaba de tu mayor debilidad para hacer lo que quería sin el menor escrúpulo. Te hace creer que es tu culpa lo que suceda aun que realmente no sea así. Creame que por una persona tan miserable como él, no vale la pena sentirse de esa manera. No lo merecemos.

—Kido tú…

—Ademas usted es una buena persona y se merece algo mejor.

—¿He? —la mujer se ruborizó.

—Bueno Cody siempre habla muy bien de usted. Por eso estoy muy seguro de eso, yo confió mucho en lo que él me dice y si me dice que usted es buena persona y que siempre se esta esforzando, es por que es cierto —sonrrio.

—¿En serio el piensa eso de mi?

—Si, no lo dude. Me dice que es buena profesora, que defiende siempre a su alumnos y que le gusta como enseña.

—Me alegro —sonrrio Natsumi—. Sabes Hida es muy serio y reservado, y casi nuca sonríe; así que no sé que hacer aveces —suspiro aliviada—. Te confieso que eso me preocupaba al principio… bueno… tú sabes, parecía Aoki tenia una cercanía hacia él, y me preocupe mucho que le pasara algo, sin embargo escuche después en el salón de clases que Cody tenia una novia, ¿te imaginas? me da curiosidad por saber como es. Pero eso me reconforta mucho de una extraña manera. Saber que esta tan bien que incluso tiene sale con alguien, y es que él es tan chiquito, se ve tan indefenso —rie discreta—, bueno creo que es por eso mismo, por lo que están popular con las chicas.

—Si, eso es cierto. Pero aun que él se vea de esa manera, él es muy fuerte —dijo el chico con orgullo.

—Tienes razon —Kurumine sonrrio serena y con cierta ironía, a ella que no le gustaba que la juzgaran por su apariencia, lo hacia con su estudiante favorito. No lo podía evitar, no lo hacia apropósito. Ellos no lo hacían siempre a propósito.

Fue entonces que Hida salio de su escondite, estando frente a su profesora, se inclino:

—¡Lo sineto mucho!

—¿He?

—Por preocuparla tanto, por que siempre esta cuidandome… porque por mi culpa esta metida en un gran problema. ¡Lo lamento mucho! ¡Lo lamento mucho!

—¡Cody! —llamo Joe levantándose, tratando d evitar que dijera algo de mas.

—Pero es que… —intento decir el niño.

Kurumine-sensei se levanto y dijo comprensible y amable:

—No te preocupes no has hecho nada malo, soy tu profesora el estar preocupada y cuidar de mis estudiantes es parte de mi deber, aun que es un deber que m gusta mucho así que no tienes por que pensar lo contrario….  Ah… por cierto ¿cual es ese problema? —termino con su clásica ingenuidad.

—¿He? Bueno… es que los demás chicos en la clase dicen… dicen que la van a despedir por lo de las clases extras que dio —respondio el castaño en voz baja.

—¡¿He?! ¡Eso imposible! ¡Imposible! ¡Eso no va a pasar! —la mujer comenzó a mover las manos negando todo— ¿quien dijo eso?, eso no es cierto. Bueno si me llamaron a la dirección y me castigaron con trabajo extra y tengo que quedarme y ayudar a los clubes que lo necesiten y cosas como esas, aun que no es muy diferente a lo que ya hago. Pero es imposible que me vallan a despedir por haber dado educación sexual, seria una exageración. ¡Niños latosos! Por que andan diciendo esas cosas, por hacer eso, es por lo que estamos en este lío desde un principio —se llevo la mano a la frente—. Debí haber dado clase de no esparcir rumores en lugar de educación sexual. ¡¿Por que andan diciendo esas cosas?!

—Entonces no esta en riesgo ¿verdad? —pregunto Joe.

—¡No en lo absoluto! —contesto Kurumine— De todos modos ¿por que seria tu culpa Cody?

—¿Hee?

—Ha…

—Ummm —la hermosa mujer parpadeo un par de veces y coloco su dedo junto a su menton—. No tiene importancia, de seguro es por otro tonto rumor. No deberías de creer en todo lo que escuchas, Cody.

—P-pero la junta de mañana —menciono el niño.

—Eso —Kurumine desvio la mirada—, el director insistió en hacerla. Aun así yo no dejare que a uno de mis estudiantes le pase algo malo.

El pequeño se sintió aliviado, su maestra tenia es sonrisa llena de confianza.

—Ves, te lo dije. Todo va a estar bien —Joe se acerco al menor y puso su mano en su hombro.

—Si —Dijo el pequeño.

Kurumine sonrío con cierto candor, ya no tenia por que preocuparse tanto por su pequeño estudiante, ahora tenia una buena persona guiándolo, estaba muy segura de eso.

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Al día siguiente, a medio día en el salón de primero-tres, todos los alumnos —aprovechando que la maestra no estaba— comenzaron a cuchichear y formar su propios teorías respecto a lo que sucedería.

—Es seguro a alguien van a expulsar.

—Yo pense que seria a la maestra, pero ya ven, fuimos y el “Viejo” y comenzó a reírse.

—A habido junta desde la mañana en los otros salones, ¿que creen que les pregunten? estoy muy nerviosa.

—¿Por que? Los hombres son los que deberían, a ellos les van a gritar, no a nosotras.

—¡Chicos! ¡Chicos! Recivi un mensaje de Kumiko del salón de al lado, al parecer en su salón no esta ese chico. ¡Ah! dice que ya terminaron su junta, que no tardan en venir hacia aquí —anuncio una chica con un celular en la mano.

—¡Es cierto —un chico se asomo por la ranura de la puerta semi abierta—, nuestros padres están afuera!

—Que extraño ¿no creen? Nuestra clase sera la ultima en tener junta, ¿que te dan a entender con eso?

—Entonces… ese chico esta aqui…

Sentado en su lugar, Hida solo escuchaba lo que todos decían a su alrededor. A su lado de pie Suzumiya, le dijo bajito:

—No te preocupes. No los escuches.

—¿Por que no ve habías dicho que… ?

—Lo siento. De saber que llegaría a tanto te lo hubiera dicho, pero es que esto siempre es así, luego empiezan a contra otra cosa cuando se aburren y se les olvida. Créeme —intento ocultar su nerviosismo detrás de una sonrisa curvada.

—“En serio” —penso Cody. Suspiro. A pesar de que Joe y Hitomiko le dijeron que estuviera tranquilo, sentía el estomago revuelto y las piernas tiritar; y si alguien lo había visto caminar de la mano de su senpai o lo habían visto salir de su departamento. No conocía mucho a su compañeros de clase para estar seguro de lo que harían o lo que dirian… ¡Y si de repente alguien dice algo sobre su novia mayor! 

Apretó la tela de su pantalón, se estaba muriendo de los nervios, incluso asustado.

Entonces se escucho el deslizar de la puerta  y a todos los alumnos corre a sus asientos, sin antes sentir la mano de su amiga en su hombro como diciendo “tranquilo”

Sabia que Suzumiya era capas de mentir por él en caso de que algo fuera de su control sucediera, aun que eso solo lo hacia sentir una presión en el pecho, si a él no le gustaba mentir que alguien mas lo hiciera por su culpa era peor.

En ese momento también pensó en su senpai, en lo que haría o en lo que no haría si comenzaba el interrogatorio.

Pensó en el rostro de su madre…

—“Eso no sucedera” —penso llevandose la mano derecha al pecho, apretando el anillo en su collar por debajo de la ropa.

Y entonces escucho los pasos de los padres pasar al salón y el murmullo de sus compañeros. El director y los cuatro profesores de primer año ya estaban allí también.

—Chicos calmense… —dijo Kurumine-sensei con voz suave intentando poner orden, sin embargo Minamino-sensei se Adelanto y grito autoritaria:

—¡Callense todos! ¡Pongan atencion!

—Minamino-sensei, no es necesario que grite de esa manera, ya se lo he dicho —regaño pasibamente el director. Hubo un momento de silencio y entonces comenzó a hablar— Buenos días padres de familia. La razón para convocar a esta junta sin previo aviso se debe cierto acontecimiento sucedido hace algunos días.

—¡Se refiere a la irresponsabilidad de la profesora titular! —exclamo una madre de familia con desagrado.

—Cierto. Regalar condones a nuestros hijos, ¿que intentaba hacer con eso? —otra mujer mas bufo.

En seguida  las madres de familia comenzaron a hablar entre ellas, así los que aun no se enteraban de los hechos, se escandalizaron.

—Pido que se tranquilicen —llamo la atención el director— les aseguro que las intenciones Kurumine-sensei no eran malas.

—Asi es —la nombrada dio un paso al frente— yo solo quize…

—¡Hacer qué con eso! —interrumpieron— enseñando eso a nuestros hijos sin nuestro permiso.

—¡Solo falta mirarla para ver que no tiene la experiencia o la capacidad, para enseñar aun!

—¡Claro aun es una novata ¿no es cierto?!

—¡Se equivocan yo solo trate de hacer lo mejor para ellos! —se defendio Natsumi ante las criticas de los padres y las visibles sonrisas burlonas de sus compañeros de trabajo.

—¡¿Como se atreve a decir eso?!

—¡Todos tranquilicense! —pidio el director y todos se quedaron callados sin quitar su cara de descontento.

—Entonces —interrumpio el abuelo Hida, quien había ido junto a la madre del castaño— puede explicarnos el motivo por el cual usted decidió hacer eso.

—E-eso… bueno —Kurumine bajo la mirada desviándola hacia el director, el cual dijo con extrema seriedad:

—La razon por la cual Kurumine-sensei hizo… hizo lo que hizo, fue debido aun rumor que se ha comenzado a propagar por los primeros años.

Los estudiantes se tensaron, otros echaron miradas y otros murmuraron por lo bajo; otros tantos con el celular en la mano y por debajo del escritorio, informaban acerca de lo que ocurría a los demás salones. Los padres por su lado, parecían un reflejo en adulto de lo que estaban haciendo sus hijos en ese momento.

—Expliquese major —pidio una madre.

El director suspiro, ya sabia lo que venia, lo había visto muchas veces durante sus años como educador, hoy lo había visto tres veces consecutivas. Terminara con esto de una buena vez. Dijo:

—Ultimamnete se ha estado comentado que un estudiante de primer año había sido visto con una mujer mayor y que había mantenido relaciones intimas con ella.

Y entonces comenzo el murmullo, la sorpresa y la indignación entre los padres, inmediatamente bufarón y exclamaron:

—¡¿Como es posible eso?! ¿Que le enseñan a estos chicos!

—¡Intolerable!

—¡Impensable, mi hijo nunca haría algo como eso!

—¡¿Que se supone que están haciendo ustedes al respecto?!

—Un momnto —exclamo Kurama-sensei— ¿por que se supone que nosotros debemos de hacer algo? Somos sus profesores no sus padres.

—¡Entonces dice que es nuestra culpa!

Kurama trono la boca pero no dijo nada mas.

—Por favor calmase —pidio Kurumine— Director por favor haga algo.

El director lo hizo.

—Bien. Resolvamos esto de una buena vez chicos —miro a los estudiantes con seriedad— nesesitamos que digan la verdad. Un tipo de rumor como este puede causar muchos problemas, tanto como para la escuela, como para los profesores y tanto como a ustedes. Quisiera pedirle a ese estudiante… que por favor levante su mano ahora.

—¿Ah?

Nadie lo esperaba, nadie.

—¡Señor director! ¡Eso no es…! —intento detener Kurumine-sensei pero Obata la tomo fuertemente de la muñeca evitando que terminara sus frase.

El silencio se hizo sepulcral, todos los alumnos se miraron mutuamente unos a otros, esperando a ver quien levantaba la mano. Los padres solo tenían la mirada fija en sus respectivo hijo, esperaron.

Algunos rezaban por que no fuera su hijo el acusado, temiendo pasar por una vergüenza fulminante ante todos los presentes; otros tantos ya tenían pensado en el castigo que iban a sufrir su bastago si resultaba que alzara la mano, como si con eso la situación se resolviera mágicamente.

Cody sentado en su banca no se atrevía a mirar a ninguna parte, especialmente hacia atrás en donde se encontraban sus madre y su abuelo, ellos, ellos que en que estarían pensando.

Estaba tan nervioso, sentía las miradas inquisidoras de todos posarse sobre él, sus rodillas tiemblan, apretó la tela de sus pantalón con las manos. Lentamente comenzó a despegar su manos derecha, porque solo él podía hacer algo como eso, sucumbir a su propia honestidad y delatarse el solo, eso podía ser considerado un error para muchos, pero para él…

—No cree que ya fue suficiente —la voz de Chikara Hida rompió el silencio evitando con esto que su nieto alzara la mano— Es obvio que no hay nadie así en este salón.

—P-papá ¿que estas diciendo? —se mostro nerviosa la señora Hida.

—Lo siento Fumiko, pero me temo decirles que solo han resivido lo que se merecen.

—P-pero papá.

—Dejame explcarme. Todo esto empezó por lo sucedido con aquel muchacho que nadie ha visto. Los maestros comenzaron a preocuparse e hicieron lo mejor que consideraron cada uno, mientras que los padres simplemente empezaron a culpar a los profesores por su aparente descuido sin ver que nosotros les hemos impuesto un trabajo que nos corresponde a nosotros. La culpa no es suya, si no de nosotros. Es un error pensar que los maestros se tienen que hacer responsables de todo el trabajo y que nosotros no debemos involucrarnos, por mas trabajo que tengamos, por mas ocupados que estemos, tenemos que estar allí para nuestros hijos cuando sea necesario. Esta es una edad difícil después de todo, creer que los chicos nunca crecerán y que nunca van a necesitaran de una guía es una equivocación, este tipo de educación se da en la familia como mucha otra.

Ademas puedo asegurar que todo esto comenzó por una broma que comenzó a hacerse mas grande ¿no es cierto? —miro a los alumnos y estos se sonrieron como si hubieran descubierto alguna  de sus travesuras. El abuelo agrego— .Por mi parte estoy agradecido con Kurumine-sensei —sonrrio haciendo a la nombrara ruborizar y que todos la observaran—, darse el tiempo para estudiar y hablar de un tema tan difícil, es de admirarse, mas profesores deberían de tener su iniciativa. Quizás su método no fue el mas convencional, pero hay que aceptar que no están fácil hablar de esos temas con los chicos la primera vez —rio moderadamente.

 

—Supongo que tiene razón —se escucho a una madre decir— todo esto comenzó por que no pudimos hablar de sexo honestamente con nuestros hijos y comenzaron a inventar cosas.

—Si. La verdad ya no estoy tan enfadada, solo me pareció que debió a vernos avisado, ese día mi hija llego de la escuela y comenzó hacerme cientos de preguntas y yo no sabia como contestar, admito que me sentí abrumada por eso.

—Asi es. Solo estaba muy preocupada por la clase de persona que pudo darle educación sexual a mi hijo, a un no sabemos mucho sobre Kurumine-sensei, me pareció que dejarle es trabajo a una novata no era lo mas apropiado, pero…

—Yo me enoje por algo parecido, solo me preocupe, por que no sabia que tipo de persona pudo haberles dado ese tipo de educación, pudo haber sido algún incapaz o alguien con una opinión muy negativa.

Obata, Minamino y Kurama forzaron una sonrisa o presentaron un tic nervioso, fue como si les hubieran aventado una bola curva y les hubiera dado donde mas les dolía. El director solo sonreía paternalmente.

—¡K-kurumine-sensei es muy buena! —se lebanto una pequeña estudiante.

—¡Miyumi! —regaño su madre, sin embargo otro chico dijo sin la menor preocupación:

—Cierto, ella es la mejor maestra que he tenido.

—Ella siempre esta apoyándonos.

—Nos ayuda mucho.

Así uno alumno tras otro comenzó apoyar a su maestra, Kurumine-sensei quedo conmovida, ella podía sentirse orgullosa de haber escogido ser profesora.

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Al final nada paso a mayores, como Suzumiya le había dicho a Cody, estas cosas siempre pasan. Es inevitable, es parte de la secundaria, y como Suzumiya también le había dicho a Cody, siempre cuando una cosa les aburría se ponía a habla de otra cosa.

—Lo supiste, había un chico en primer año que se acostaba con mujeres mayores. Era todo un delincuente, dicen que casi no asistía a clases y que tenia todo el pelo pintado de rojo con mechas de colores.

—Si. Yo lo conocí era super alto y tenia su banda en Ikebukuro. Me pidió que me le uniera pero yo me nege.

—Escuche que lo expulsaron de la escuela después de que obligara a Kurumine-sensei a repartir condones en los pasillos del colegio, hasta que ella lo enfrento.

—Enserio. Sorprendente, que valiente, enfrentándose al hijo de un yakuza.

—Asi es, ella es admirable, me gustaría que fuera mi maestra el próximo año, escuche que sabe yudo y tiene cinta negra.

—¡Oigan! ¡Escuchen a que no saben de que me acabo de enterrar! ¡Dicen que Minamino-sensei y Kurama-sensei estan saliendo juntos!

—¡¿Heee?!

Así todo este asunto solo quedo como una anécdota mas de secundaria, de esas que se cuentan de generación en generación, solo quedando como leyendas.

                                      Continuara...

Notas finales:

Eso es todo por el momento, espero que les aya gustado.

Espero también actualizar antes de navidad, si el tiempo me lo permite y el trabajo, es una de las épocas mas ocupadas en el año. Estaré actualizando entre el veinte y veinticinco.

Sin mas por el momento, cuidense todos ^3^


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