Capitulo catorce: Muchos pensamientos muy enredados.
En la cena Fumiko Hida le pregunto a su hijo:
—¿Como han ido tus estudios? últimamente no he visto a Kido para preguntarle si les has puesto la atención debida. Espero que no le cauces problemas.
—No —conteto el pequeño con su seriedad acostumbrada y llevándose una porción de arroz a la boca.
—Y por cierto —la madre reanudo con una sonrrisa—, tu abuelo me dijo que te llevas muy bien con tu amiguita Suzumiya.
—Si, me agrada mucho.
—Ya veo. ¿no te gustaría invitarla a cenar a casa algún día? . Me gustaría conocerla.
—No sé —contesto Cody—, pero —sonrrio—,me gustaría invitar a Joe.
—¿He? —la mujer deshizo su mueca de alegría —. Bueno si… pero…
—Me parece bien —interrumpio el abuelo—. No te parece que es buena idea, Fumiko. Así le preguntaras sobre los estudios de Cody.
—Si, si ¿verdad? —contesto la señora Hida fingiendo alegria— pero no creo que sea buena idea. Es decir, seria una molestia para él, un chico como él, ya debe de salir con una señorita, que digo, ya debe de ter una novia. No creo que quiera perder el tiempo en una cena y….
—Él no tiene novia —interrumpio el pequeño con ligera rebeldía.
—Hay hijo, aun eres muy pequeño para darte cuenta de ciertas cosas; Él no va a hablarte sobre eso.
—¡No soy pequeño! —also la voz el niño, corriendo la silla hacia atrás —su cama nunca huele a mujer —mascullo. Esa cama solo olía a él y a nadie mas que a él y a su senpai.
La madre se quedo callada ante la contestación severa y revoltosa de su hijo.
A los pocos segundos como si le cayera un rallo, Cody noto su descortesía. Avergonzado de haber echo sentir mal a su madre o quizás el temor de que haya escuchado claramente su ultima frase, se disculpo de inmediato—. Lo siento madre. Ya no tengo hambre iré a mi habitación —y salio tan rápido como pudo.
—Cody —llamo la mujer levantándose de la mesa.
—¡Fumiko sientate! —El abuelo llamo la atención —dejalo solo.
—Pero eso fue…
—No Fumiko. Tienes que entender que Cody esta creciendo, esto es solo una etapa.
La señora Hida no discutió nada mas y terminaron la cena.
Cody por su lado decidió relajarse tomando un baño, eso siempre lo ayudaba cuando estaba enojado.
Sentado en un pequeño banquillo terminaba de tallarse en cuerpo y procedió a ponerse el shampoo.
—“¿Qué soy pequeño para darme cuenta de ciertas cosas? Claro que no, yo me puedo dar cuenta de las coas perfectamente. Ya no soy un niño” —penso tallando el cabello con fuerza, produciendo montones de espuma, como si así pudiera destruir esas ideas tan desagradables que tenia de gritarle a su madre. Últimamente, aun que no lo podía entender bien, las cosas que le decía su madre le irritaban demasiado.
Todas ellas no tenían sentido. Le parecían anticuadas y que ella ya no lo sabia todo, como cuando el era mas pequeño. Sobre todo le enfadaba, que insinuar cosas sobre Joe, como si este comenzara a desagradarle o quisiera que se apartara de él, poniendo como escusa alguna mujer.
Cosas como esas lo desanimaban, aparte, de decirle a su madre que ellos tenían una relación amorosa. De solo pensarlo, paracía absurda la idea, de que pudiera entenderlo.
No lo soportaba. No lo soportaba.
Era un buen hijo, nunca hacia nada incorrecto, llegaba a sus horas, pedía permiso, nunca rompía sus compromisos, tenia excelentes notas y ayudaba a todo aquel que lo necesitaba. Entonces, porque ella lo trataba de esa manera, como si una fuera tonto o ingenuo como si aun no pudiera mostrar interés en el amor o saber ya sobre el sexo, si se enterara de esto ultimo, tal vez ya no lo vería tan pequeño, tan perfecto.
—¡YA! —chillo y se vació el agua fría encima para enjuagarse. Sabia que él tampoco tenia derecho a enfadarse con ella, que estaba mal lo que pensaba. Suspiro. Se estaba estresando demasiado.
—Creo que él suele sentirse de esta manera cuando esta preocupado —dijo mientras se levantaba y se acercaba al espejo de pared—. Estoy un poco mas alto, pero… —se dijo observándose meticulosamente, poniéndose de puntillas para ver si podía ver un cambio. Tomo un mechón de su cabello mojado y lo estiro en varias direcciones, arriba, abajo y de lado. Se miro de los pies a la cabeza y suspiro —. Joe dice que no le importa, pero… tal ves debería cambiar un poco mi manera de vestir, a él le gusta verme con ropa diferente a lo habitual y quizás si cambio un poco mi peinado pueda verme un poco mayor —sonrrio.
Últimanente había pensado en cambiar sus pantalones largos por unos cortos y mas dinámicos, su ropa pesada por algo ligero y elegante o formal, claro el morado seguía siendo sus color favorito, había mucha ropa de ese color así que no habría mucho problema. Tal vez cambiar su peinado, también era buena idea, solo quería dejárselo crecer un poco del fleco y las patillas, no mucho, no quería verse como una niña o muy femenino.
Se metió en la bañera llena de agua caliente:
—Espero que mamá no me diga nada por querer cambiar un poco —recordó como Suzumiya le contó cunado ella salio a la calle con una falda corta que tenia mucho deseo de ponerse, peo su madre la regaño de inmediato, diciéndole que no era apropiado. Bueno no era como si el fuese a ponerse una falda… o unas bloomers. ¡Bloomers! ¿por que recordó eso? Era vergonzoso aun que… le dijeron que se vería lindo —Ummm… me pregunto si le gustaría verme vestido así— se ruborizo—no es como si de verdad pudiera conseguirme unas. Aun que muchas chicas de sus revistas tenían ropa parecida. Pero el se enfado mucho conmigo por verlas. No era como si fueran un secreto ¿o si? De todas maneras no era para que se pusiera así. Tonto —murmuro encaprichachado —no te pedí nada que no hayas hecho antes.
…yo soy el tonto por enojarme contigo por eso —admitia que él había cometido un error, no debió esculcar las cosas de sus senpai, no debió de ver nada sin su permiso, como le haba dicho, aun que le hubiera sorprendido mucho que lo dejara, sin objetar ni un pero; y sobre todo las cosas no bebió pelear y ponerse testarudo por algo tan absurdo y estúpido. Ahora que estaba mas calmado, había reflexionado un poco e incluso se arrepintió de las ultimas palabras que le dijo a Kido ese día, sabia que eran mentira, ¿entonces por que lo dijo?
—"Que torpe soy"
Quizás por eso aun tenia en mente el querer complacer a su amado senpai, de la única manera que el pensaba era la correcta o la mas apropiada.
—Si lo hago Joe estará contento y me perdonara por todo lo que le dije. Suzumiya dijo que hiciera lo que le gustaba —ruboriso de solo imaginarse las múltiples cosas que hacia con su senpai en la intimidad—No deberia de estar pensando en esto, en primer lugar pensar así, es lo que me metió en problemas con él, pero... si me pongo algo parecido ¿se pondra de el misma modo que cuando me ve con la kinagashi puesta? Cuando lo hago no para de tocarme, ni de acariciarse.
Sus manos se deslizan sobre su pecho, toca sus hombros y sus brazos, igual que como si lo hiciera su amado senpai.
—S-solo sera un poco, no tiene nada de malo si es solo un poco —murmuro repitiendo el recorrido con sus manos.
Cerro los parpados, reteniendo la imagen de Joe en sus recuerdos, en el retener de sus ansiadas caricias. El vapor del agua invade el cuarto de baño, mezclando con el aroma dulce del shampoo de frutillas que había acabado de utilizar.
Ahora sus manos recorren sus pecho, rozando suavemente sus pezones, que se endurecen de inmediato al primer contacto.
—Ahhh… Joe no lo hagas de esa forma… pervertido —murmuro con fingida vergüenza, hundiéndose en su deleite.
Su mano derecha desciende, se sumerge en el agua caliente y toca su sexo.
Escucha en su mente la voz de su senpai decirle:
—“Eres tan lindo. Mira nada mas como te haz puesto, si solo te toque un poco. Eres un chico muy pervertido. Debería castigarte”
Suelta un quejido y se hunde en la bañera hasta la barbilla.
Con movimientos ya aprendidos. Su indice izquierdo de adhiere sobre el pequeño botón de su pecho girando y pellizcado; mientras que su febril derecha de arriba hacia abajo, iba y venia, llenando su cuerpo de una sensación cálida y gratificante…
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Fumiko Hida entraba despreocupada al cuarto de baño, en sus manos un cambio de ropa:
—¡Cody, hijo! ¡Te traje ropa limpia!
—¡Sal de aquí! —grto el pequeño avergonzado, alzando las manos y tirando parte del agua de la tina.
—¡Pero! —la madre que solo veía la silueta de su hijo por la puerta semitraslúcida entre la bañera y el baño, apenas diferenciaba algo— ¿Esta todo bien? ¡Voy a entrar!
—¡No! ¡Solo sal! ¡Dejame solo! —grito el niño.
La mujer ante la repentina conducta aparentemente grosera de su hijo dejo la ropa de mala gana en un cesto y salio frunciendo el ceño.
Que difícil iba a ser para ella la adolescencia de su único hijo.
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Mientras tanto Kido, tenia la nariz metida en el mayor problema que había tenido en el día.
—En verdad espera que le diga estas cosas —reojeaba una de tantas revistas pornográficas que tenia en el piso de su armario. Había decidido tirarlas de una buena vez, y sin embargo al ver una abierta, había terminado en el piso de su habitación leyéndolas —. ¿Por que quiere algo así? Es decir. Esto de aquí, es… es muy… vergonzoso —se dijo y volteo la pagina.
—“Ya lo sabia. Tú nunca lo harías. Siempre te contienes conmigo o me equivoco”
Recordó lo que Cody le había dicho.
—Es ridiculo —dijo, acostándose en el piso— yo o hago tal cosa —no lo hacia, solo era cuidadoso. Volteo su rostro y vio otra revista, la recogió de un solo movimiento y escogió una pagina al azar.
Quería que le dijera semejantes cosas. Podía hacer eso y mas.
Abrío la revista de par en par y leyó en voz alta:
—¡Mira que lindo coñ… co… —torcio la boca y arrugó la cejas— uggrrr… co…ñeeeiiii…ññaauuu… —valbuceaba sin sentido. ¡No podía! No podía decir una simple palabra de cuatro letras— ¡Haaa! —Grito con desesperación y guardo silencio unos segundos —. Empece por una muy difícil. Si, es eso, debe de ser eso. —paso un par de paginas —Aver esta… ¡Mira que hermosa boquita tienes con esta me vas a chupar la… ! —No dijo nada mas, tiro la revista tan lejos como pudo.
¡Quien demonios escribía estas cosas! Las personas normales como él, no podían decir cosas como esas sin sentir que algo les daba.
¡Un momento! Porqué esta haciendo eso para empezar. No era cómo si en verdad, fuera a decirse las.
Tenia que dejar de consentir tanto a su pequeño, aun que le era difícil mirarlo a los ojos y negarse a lo que le pidiera.
No, esto era diferente. Definitivamente esto era diferente.
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Al día siguiente Joe entre suspiros, sentado en una banca en el campus de la universidad, miraba hacia el cielo.
—¡Hey Kido! —lo llamo Nejima con su enorme sonrisa —¿que? Te pasa? Que cara tienes, qué, se te acabo la luna de miel tan rápido.
—No me molestes.
—No seas amargado —Takeshi se sentó a su lado.
Joe desvió la mirada, suspiro y sin saber exactamente porque. Pregunto:
—Dime. ¿crees que soy muy pasivo?
—Por supuesto —contesto Nejima sin retardo y alzando su pulgar.
—¿Porque te pregunte esto a ti? —se dijo el chico de gafas cabizbajo soltando otro suspiro.
—¡Heeee! ¿qué significo eso? Yo solo te respondí lo que me preguntaste —lo dijo con aire de enojo y solo para molestarlo añadio—. Eres demasiado blando con las personas, nunca te defiendes y te dejas hacer.
—¡Eso no es cierto! Solo… solo soy amable —excuso.
—Por favor. De seguro con Cody es igual. Si no fuera por que él, es mas joven que tú, tú serias el que acabaría acostado boca abajo mordiendo la almohada.
—¡Claro que no es así!
—Heee —el chico de cabello negro saco su sonrrisa— o sea que tú eres el que lo acuesta boca abajo, y lo hace morder la almohada. ¡Que bestia! Tienes razón retiro lo dicho.
—¡No! yo no hago eso. Todo lo contrario… creo que por so él esta enojado conmigo.
—Ummm—Takeshi alzo una ceja. Solo lo decía en broma, no esperaba esa respuesta —¿quieres hablar de eso? —pregunto un poco mas serio.
Kido suspiro por diecinueveavo vez en el día y explico:
—....cuando me dijo que estaba apunto de alzar la mano, cuando el director dijo eso, casi me da un infarto.
—¿No estas exagerando?
—No —nego Joe firmemente —Dime. ¿qué hubiera pasado si de verdad hubiera alzado la mano?
—No sé —respondio Nejima con su ligereza habitual —estarias en la cárcel en este momento, acusado de estupro, pedofilía o una de esas cosas raras. Rodeado de un montón de hombres calvos, rudos y negros.
—¡Haagrr! —grito el chico de gafas llevándose las manos a la cabeza. Ni él había pensado tan lejos.
—Calma. No lo decía enserio. Era una pequeña broma para que te relajaras. Ademas. Todo eso que me contaste, ¿que tiene que ver con lo de ser pasivo?
Y cómo si no supiera hacer otra cosa, Joe volvió a suspirar:
—Despues de que me dijo eso hace un par de semanas, no hemos… —ruborizo— tú sabes… ¡Ah, demonios! Incluso dice que no lo beso enserio.
—Estas enfadado con él, por eso.
—No, no lo estoy —recalco el chico de gafas—. Solo… —chascqueo la lengua.
—Vamos dilo.
—Solo esta siendo muy caprichoso. Últimamente, se enoja con mucha facilidad y si algo no le gusta me lo reprocha a mi. Y si no, le parece lo que hago o digo, se enfada y no me habla o me dice cosas que no me gustan. Y probablemente es mi culpa que se este comportando así. Siempre lo dejo hacer todo lo que quiera. ¡Todo!
—Bien. eso es raro —contesto Takeshi—. Tú siempre eres el que le dice a todos, lo que tienen que hacer y lo que esta bien y lo que esta mal, como toda una Okka-san. Aun que también, sueles exagerar todo y dramatizar por cualquier tontería. Me parece aun mas raro lo que me cuentas de Cody, yo no he convivido tanto con él, como tú, pero cuando lo vi, parecía un chico muy maduro, calmado, como tú, pero sin el alboroto que sueles hacer por las cosas y las gafas.
—Él siempre ha sido de carácter fuerte.
—Y ¿porque lo dejas ser así últimamente?
—¿Que por que lo dejo?
Hubo un momento de silencio.
Nejima desvió la mirada, su amigo lucia afligido.
Joe dijo serio:
—Te da culpa ¿verdad? Cuando lo regañas o cuando tomas la riendas ¿no es verdad?
—N-no es así —Kido acomodo sus gafas. Nejima se le quedo mirando como diciéndole “a mi no e engañas” Joe aclaro —No es como piensas. Las cosas son complicadas. Ah, aveces pienso que eso no importa, y por un tiempo deje de preocuparme y dejaba que lo nuestro se moviera natural. Pero después mi hermano me dijo…. Ummm… y después, paso esto en la escuela de Cody y me puse a pensar.
Admito que si me da miedo hacer algo que Cody no quiera y lo lastime, y no me de cuenta de ello. Por eso siempre dejo que él sea el que domine en cierta medida en nuestra relación. Aun que otras si lo hago yo, creo que le demuestro una parte de mi, que ni yo sabia que podía mostrar y puedo llegar a hacer cosas bastante particulares.
Lo que digo y lo que hago aveces no tiene congruencia. Probablemente solo lo confundo con eso. Sobre lo que podemos hacer y lo no podemos hacer aun.
Y como soy yo, cuando me pongo nervioso, me torno necio, él se torna mas necio que yo, y no llegamos a nada. Tenemos la mala costumbre de no hablarnos cuando peleamos, hasta que nos sentimos de mejor humor y después no volvemos a hablar del tema —confeso Kido todo esta maraña de pensamientos resultado de una simple revista.
Nejima soplo un suspiro profundo y se peino los cabellos con una mano, lo habían abrumado.
—No crees que estas pensando demasiadas cosas ¿En serio piensas en todo eso? Era mejor cuando dejabas pasar las cosas con naturalidad.
—Lo sé. Lo sé —se repetia Joe dándose de topes en la frete con la alma de su mano —nunca voy a llegar a nada así. Pero entre mas pienso las cosas, me confundo mas —guardo silencio un largo rato— ¡Suficiente! —se levanto casi de un brinco y dijo — no puedo pensar con el estomago vacío — y se fue caminando.
—¡Oye! ¡Kido! —grito Nejima —¿a donde vas? Espera ¡Haa! ¡Espera! —se levanto tan rápido como pudo y se fue tras él.
Continuara...