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Nuestro deseo de crecer ni gakki por shanakamiya

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Notas del capitulo:

Hola a todos espero que les este llendo bien... o por lo menos mejor que a mi x( 

Me a ido tan mal, sinceramente tube la peor experiencia en de trabajo de mi vida. Porque saben cuando uno acaba sus años de escuela. Piensa que la gente madura. Y no es asi. O por lo menos aquellla que me toco no lo an hecho. Porque uno no va a buscar un trabajo para que lo humillen, y jusgen su forma de vida o su manera de habla solo por que es mas formal que la suya. Piensan que porque uno es sencillo y apasible te pueden pisotear. Si las emociones que me hieron sentir ese dia fueran una cancion seria la convinacion de  "Baka wa Anomaly ni Akogareru" de Rin kagamine y " Dummy March" de oliver. Aun asi yo creo y seguire creyendo en las inspiraqdoras palabras de Arika Takarano (ali project) en su cancion "Lolicate", estoy a tan pocos pasos de convertirme en Madam Noir, pero no es algo malo. 

Poque incluso esa gente estan inmadura que se atrevieron a acosarme por telefono, pero yo no me que callada y con la palabra "demandar", se an quedado quietas. Yo casi no soy de hablar de estas cosas de esta manera, pero hoy hago una espcion para decirles ¡NO SE DEJEN DE PERSONAS COMO ESTAS! ¡NO TENGAN MIEDO DE DENUNCIARLOS A LAS AUTORIDADES! merecemos respeto seamos licenciados con maestria o ayudantes de limpieza, la situacion nunca esta tan dificil, para aguantar  humillasiones en el trabajo. ¡NO LO PERMITAN! hay muchas asociaciones que estan dispuestas a ayudarnos, aun que nuestros recursos sean escasos. Somos personas y lo importante siempre sera nuestyra integridad emocional, fisica y psicologica.

Ahora dejando esto a un lado, lo dejo con el fic.

 

 

 

Capitulo veinticinco: Revelaciones.

 

—M-madre.

Fue todo lo que pudo decir Cody al ver la cara de su madre que estupefacto se cubría la boca con las manos.

—S-señora Hida… yo…  —intento excusarse Joe.

Pero en cuanto él abrió la boca, Fumiko se acerco y lo aventó violentamente a la vez que jalaba a su hijo y lo abrazo protectoramente.

—¡Aléjate de él! —grito con todas su fuerzas— ¡Pervertido! ¡Degenerado!

—¡Madre, cálmate! —ruega el menor de los Hida al ver a su senpai en el piso  después de haber sido golpeado por su madre.

—¡¿Que ocurre aquí?! —el vigilante hace su aparición.

—¡Madre, vámonos! ¡Vámonos!

Fumiko tomo a su hijo de la muñeca y lo arrastro lejos de allí. Si no antes de advertirle a Kido:

—¿No te vuelvas a acercar a Cody!

En cuanto los Hida llegaron a casa, la madre llevo a su hijo a la sala, se arrodilla y comienza a revisar su frente, manos, brazos. Inspeccionando que no tuviera ninguna marca o herida.

Pregunto preocupada:

—¿Estas bien, hijo? ¿él no te hizo nada? ¿que te dijo? ¿él fue el que te convención de salir de casa sin decir nada? ¿verdad? ¿que tenia planeado?

—No madre. Joe no me hizo nada.

—No trates de protegerlo. Si te hizo algo…

—¡No, madre! ¡Escúchame por favor! Yo… yo…  —Cody vacilaba y el estomago le temblaba—… Yo… yo tenia pensado decírtelo… pero… pasaron cosas…

—¿Que? ¿Que ocurrió, hijo? Dime ya —suplico ella desesperada.

—Madre… yo y Joe estamos saliendo. Somos novios.

—No. No. No —ella agitaba la cabeza negando—. No digas esas cosas. Los buenos niños como tú, no dicen esas cosas. Estas confundido. Cualquier cosas que él te halla dicho es mentira. Solo trataba de aprovecharse de ti.

—¡No! ¡No es verdad! —grita Cody enojado.

—Hijo estas confundido. Tú sabes que eso no esta bien, que dos chicos hagan esas cosas. Eso… eso es…. Eso es una perversión.

—¡No madre! ¡Eso no es una perversión! —insistió el chiquillo tratando de hacer entrar en razón a su madre.

Pero Fumiko estaba alterada. Lo único que tenia en mente era una imagen distorsionada de Joe forzando a Cody a besarlo.

—¡Si! ¡Si! –grito ella—¡Eso es una perversión! ¡Yo no te enseñe eso!

—Pero madre a mi me gusta mucho Joe y yo lo quiero. ¡Lo amo!

—¡No vuelvas a decir eso!

Fue tan rápido que el niño no lo vio venir. De repente su mejilla ardía y su madre tenia la mano en alto.

Se congelaron unos segundos.

—Fumiko— la voz de Shikara Hida fue todo lo que se escucho. Él acababa de legar a casa— No pude encontrar a Cody, yo creo que es mejor…

Pero detuvo su frase cortándola al ver la escena.

Su nuera con la mano en alto y su nieto con la mejilla  herida.

No pensó mucho. Corrió dentro detrás de la madre y la sujeta por la cintura. Y dijo en seriedad— ¿Que estas haciendo, Fumiko? ¡Cálmate!

Ella pareció reaccionar y asustad por su propio acto se encogió con las manos en la boca:

—Hijo… perdo…

—¡Te odio! —grita Cody y corre a su habitación, azotando la puerta detrás de si, encerrándose en esta.

Fumiko Hida se derrumbo.

El anciano la ayudo a sentarse en el sillón

—¿Que ocurrió? Nunca te habia visto levantarle la  mano a Cody —pregunto el abuelo preocupado.

Pero la mujer solo se encogió en su lugar y comenzó a llorar desconsolada:

—Papá… —apenas articulaba—. Es horrible, Cody… a Cody lo… —y de nueva cuenta lloraba.

—Fumiko no podré ayudarte si no me dices lo que ocurre.

—Yo sabia que él estaba actuando sospechoso. Pero esto… ¡Hay papa! ¡Fue horrible!

—Pero dime ya, Fumiko —el abuelo comienza a angustiarse.

La madre solloza y después dice con pesar:

—Vi a Cody besándose con Kido.

—Ya veo —Shikara hace una pequeña pausa y pregunta con tacto— ¿solo eso?

—¿Como que solo eso? Trato de llevárselo. Estoy segura de que fue él quien convenció a Cody de salir de la casa sin decirnos nada.

—Eso es imposible, Fumiko.

Pero ella seguía inconsolable y acusando al joven Kido:

—Le lavo el cerebro. Le dijo que le quería y que eran novios ¡¿como va a ser eso?!. Le lleva años ¡Es un chico!. Solo trato de aprovecharse de él. Si no hubiera llegado… si no hubiera llegado… ¡No quiero ni pensarlo!

—Sé que estas muy impresionada en este momento. Pero tienes que tranquilizarte. Te aseguro que las intenciones de Kido no son malas.

—Se lo quiso llevar.

—No, No fue así.

—¡Si lo fue!

—No. Eso es imposible. Por que yo fui él que llamo a Kido y le dijo que Cody habia desaparecido —aclaro el abuelo.

—¿Que tú que? L-lo sabias ¿Sabias que ellos…?

—Umm —asintió con la cabeza—. Lo sospechaba desde hace un tiempo… y tú, Fumiko, también lo sabias ¿verdad?

—¡No! ¡No es verdad!

—Si. Y aquella noche que Cody llego tarde a casa lo confirmaste. Tienes que aceptarlo. Él intento decírtelo. Yo intente decírtelo —el anciano se escucha severo.

—¡No no es verdad! Mi niño es normal.

Fue todo lo que dijo Fumiko, antes de salir corriendo y encerrarse en su abitacion.

 

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Al mismo tiempo Joe llegaba a casa. Aun no lograba procesar todo lo que habia ocurrido. En su mente solo tenia la imagen de él en el piso y a Cody siendo arrastrado lejos de él. Pero era como una alucinación, un mal sueño, que su mente le jugaba un truco y quizás era por eso que no terminaba de procesar lo ocurrido.

Abrió la puerta de su casa y camino hacia su habitación.

—Joe… —llamo Shuu pero no hubo respuesta—. Joe… ¿donde estabas?

—En la torre de Tokio.

—¿Que hacías allí?

—Yo… –el menor lo miraba confundido—qué… me voy a mi abitacion.

Camino hasta su cuarto, abrió la puerta y entro casi ausente.

—¿Quien te llamo en la tarde?Te saliste corriendo sin decir nada.

Y al escuchar eso junto al ruido de la puerta cerrándose al mismo tiempo, hizo dares cuenta de lo que ocurría a su alrededor.

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  Al día siguiente en la casa Hida las cosas estaban tensas.

Cody salió de su habitación a un colérico por lo que su madre le habia dicho. Decidió no hablarle, sentia que si lo hacia explotaría.

—¿A donde crees que vas? —su madre le grita desde la cocina.

—A la escuela ¿a donde mas?

—Te quiero aquí en cuanto salgas. Te prohibo que vuelvas a ver a ese muchacho.

—¡Déjame en paz!

—¡Fumiko! ¡Cody! —les llama la atención el abuelo que ya estaba sentado a la mesa.

El niño desvío la mirada sin dejar de fruncir el ceño:

—Lo siento, abuelo.

La madre por su lado se quito el delantal, no habia pasado por alto que no se habían disculpado con ella.

—Yo te llevare a la escuela —dijo enojada.

—Yo puedo ir solo, no soy un niño.

—Yo te llevare y no quiero mas discusión.

—Fumiko deja a Cody…

—No tienes que irte ya a la estación de policía también —interrumpió la mujer algo grosera. Voltea de nueva cuenta a ver a su hijo— vámonos ya.

Jalo a Cody de la muñeca y salieron de la casa.

Shikara Hida por su lado bajo la mirada dolido, arrepentido. Quizás se merecía el desplante de su nuera por quedarse callado todo este tiempo.

 

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Joe por su lado se las arreglo para salir temprano de clases. Habia prometido hacer un favor e iba a la casa de Nejima a decirle que habia cumplido.

Aun estaba preocupado por lo de la noche anterior. Y no tenia idea de que hacer, aun no podía creerlo. Bueno, al menos no los habían encontrado en algo mas comprometedor. Y Cody ¿como estaría?. Quizás igual de shockeado que él. Tal vez debería llamarlo, pero por alguna extraña razón ese hecho se le habia escapado.

Llego a su objetivo y toca el timbre.

—¡Ha! Kido llegaste —lo recibió Nejima cansado y un poco desaliñado—. Anda, pasa.

—Si —el chico de gafas le toma la palabra y le sigue a sala, sorprendiéndose por la cantidad de cajas en la sala de estar— ¿Como estas? ¿Como esta Sansemi?

—¡Ha! Ella esta bien. Fue al doctor a hacerse un chequeo. Mi hermana pidió un descanso en el trabajo para poder ayudarnos. Hoy la acompaño ella.

Llegan y se sientan uno frente al otro.

—¿Como estas tú?

—¿Yo? Bien. El trabajo me esta matando nada mas —sonrío Takeshi cansado—. Tengo el turno de noche y apenas me levante. Pero el sueldo no esta mal y puedo solventar algunos gastos. Incluso Mizuho y yo ya compramos una cunita para nuestro bebé. Mi hermana esta emocionada. Sabes, como su marido viaja mucho por negocios casi no pueden estar juntos, y por eso no han tenido familia. Así que un bebé en casa la emociona. Set-chan están buena, a pesar de siempre tener esa cara de mujer arisca y amargada. Ella y su esposo nos están apoyando mucho, y Mizuho no se a quejado ni una sola vez. No puedo pedir nada mas en mi vida, mas que mi bebé nazca sano. Por cierto lo que te pedí…

—Si. Si. A eso bine —Kido contesta y le da una bolsa grande de asa que traía consigo—. Mira aquí también esta tu ropa, la que me prestaste la otra vez. La lave, así que no tienes de que preocuparte.

—¿Como te fue ese día?

—No estoy seguro. Rechace el matrimonio lo que era obvio. Ella tampoco quería  así que fue fácil. Aun así mi hermano… no importa. Adentro de la bolsa esta un sobre, allí viene lo que me pediste. Decidí entregártelo en cuanto me lo dieron en la dirección escolar.

—Gracias —Takeshi abrió la bolsa, saco el sobre e inspecciono su contenido—. Perdóname por pedir que me ayudes en esto. Tú también estas teniendo las cosas difíciles en casa y yo….

—No te preocupes por algo así —Joe le sonríe ligero—. Somos amigos. Esto es lo menos que puedo hacer por ti en estos momentos. Pero ¿estas seguro? ¿no será muy pesado para ti con el bebé en camino?

—No. Ya me las arreglare de alguna manera. Quizás así tarde mas. Pero podré graduarme en algunos años y darle una mejor vida a Mizuho y a mi bebé. Te conviene, así te convertirás en mi senpai y dejare de molestarte tanto —sonríe con mucha confianza.

—Entiendo. En ese caso, si necesitas que te ayude con cualquier cosa de la escuela, puedes pedírmelo. Lo que necesites, no dudes en pedírmelo.

—Si. Si. No te preocupes ya hiciste mucho por mi la noche pasada. Cierto el próximo mes será mi boda. No será nada extravagante, ni nada, pero Mizuho y yo queremos hacer un ceremonia sencilla y una comida, y ya sabes, estas invitado— sonríe con su clásica despreocupación—. ¡Ha claro! Puedes traer a Cody si quieres. No te preocupes, ya inventare algo para que les dejen en paz y nos los molesten.

Pero Kido bajo la mirada acongojado, encogiéndose en su lugar —. Bueno, pero no pongas esa cara. Sabes que no te lo dije en serio. Estoy jugando.

—Ya lo sé —contesta Joe— Es que… ah… tal vez no pueda ir… es decir…ah —el de gafas comienza a ponerse nervioso—. La verdad… la madre de Cody nos vio la otra vez, a él y a-ami besándonos y no resulto bien —sonaba alterado, la voz se le quiebra—. Que tonto soy. Tú ya tienes problemas para que yo venga a contarte mis problemas.

Que débil era. Como siempre, corría a pedir ayuda a Nejima.

Pero este comprensivo solo le pregunto.

—Olvídate eso. ¿Estas bien? ¿Que paso? ¿quieres hablar de eso?

Y el chico de gafas comenzó a hablar y a hablar sin poder detenerse. El shock habia terminado y sentia todo el peso venir encima.

—… sabes, a veces cuando vamos por la calle la gente me grita cosas muy desagradable. Te conté de la vez que un señor en bicicleta me amenazo por besar a Cody —trato de forzar una sonrisa–, pero, cuando su madre me dijo pervertido y degenerado —su cara refleja sufrimiento—. Me dolió mas que ninguna otra vez.

—Bueno. Tienes que entender que fue una gran impresión para ella.

—Lo sé. Lo sé.

—Pero intentaste explicárselo. Hablar con ella.

—No. no quiso escucharme. Estoy preocupado por Cody. Y creo que estoy aterrado de pararme frente a ella. Siento que no resistiré lo que me diga. Yo… yo no… yo no quiero terminar con Cody, no quiero dejarlo. Lo quiero mucho. Él… él es lo mas valioso que tengo. Yo… yo…

—Cálmate, Kido —pidió Nejima al ver a su amigo al borde del colapso—. Respira hondo. Te han pasado muchas cosas en estos pocos días. Pero, bueno, si en verdad vas en serio con Cody, y yo sé que si. Tendrás que hablar con su madre y hacer que te escuche, por que…

—¡Takeshi! ¡Ya regresamos! —la voz de Setsuna Takaya, interrumpe el discurso de su hermano menor. Ella y Sansemi se dirigen a la sala— Regresamos.

—Takeshi el doctor dice que voy muy bien y….  ¡ha! Perdón. No sabia que tenias visitas. ¿Kido como has estado? —Mizuho sonríe y hace una pequeña reverencia a Joe.

—Ha… si bien —responde el chico de cabello azulado tratando de despabilarse y se acomoda las gafas—. Bien.

—Takeshi ¿vendrías conmigo un momento a nuestra habitación? Tengo que enseñarte algo.

—Si. Kido, espérame un momento. No me tardo.

—Si. Claro. No te preocupes.

Nejima y Sansemi se retiran a su habitación. Por su lado Setsuna cruza los brazos y mira fijamente al chico de gafas.

—T-takaya-sensei ¿como ha estado? —pregunto el chico tratando que el ambiente frío cambiara un poco.

Aun así la maestra no dijo nada al principio, camino hasta el sillón, se sentó con firmeza, acomoda sus gafas y le dice seriamente:

—¿Recuerdas lo que me dijiste la ultima vez que nos vimos? —al ver la sorpresa en el rostro del chico, continuo—. Entiendo. Esa vez estabas muy ebrio y no lo has de recordar. Pero yo si. ¿quieres explicarme aquello de que yo tenia razón el año pasado?

—¿He?

—¿O te pondrás a cantar: lindo, lindo, lindo. De nuevo?. Lograste engañarme aquella vez y tuviste suerte o hubiera llamado a la policía inmediatamente.

—Se equivoca…

—¡Guarda silencio! —interrumpe la mujer bruscamente—. Responde ¿estas consciente de lo que estas haciendo?. En primer lugar es ilegal ¡Èl aun es menor de edad!  Y usted como si nada se aprovecha de él ¡Estas abusando de en menor, de un niño!

—¡Se equivoca! ¡Yo no hago tal cosas!

—¡Claro que lo hace! Hida aun no tiene la madures suficiente para entender lo que usted desea como relación ¿Que trata de hacer?

—¿Hacer? ¡Nada!

—¿Nada? —Takaya lo fulmina con la mirada. Respira hondo—. ¿Quien era? ¿Quien era la chica de aquella ocasión? ¡Pero contéstame!

—Una amiga —el chico se muestra temeroso. Ya estaba abatido y le arrancaban a pedazos lo que le quedaba de confianza.

—Desvergonzado. Tubo el descaro de pedirle o mejor dicho, de obligar a otra persona que se hiciera responsable por sus acciones.

—¡No fue así! —Joe trato de defenderse—. Ella tan solo trato de ayudarnos ¿sabes lo difícil que es nuestra situación? Yo solo trato de hacer lo mejor para él. Yo quiero mucho a Cody. Él es lo mas preciado que yo tengo en la vida. Como se atreve a acusarme de algo. Yo nunca lo he presionado a hacer algo que él no quiera. Lo respeto mucho. ¿de verdad cree que aun así seria capaz de hacer algo tan horrible?

La maestra frunce el ceño:

—¿Me estas diciendo que no cometes ningún crimen hasta que le hagas algo, asta que lo toques?

—¿Crimen? ¿Cual crimen? ¿que tiene de criminal querer a alguien? Solo por que soy hombre y soy mayor que él me dice todas esas cosas. ¿Que sabe usted de nuestra situación, como son las cosas entre nosotros? ¿Quien cree que es para juzgar los sentimientos de los demás?

—¿Lo mejor, cree que hace lo mejor por él? ¿Cree que estar escondiéndose y mintiendo es lo mejor para Hida? Si eso fuera cierto, que trata de hacer lo mejor para él, que lo quiere tanto. Entonces, se entregaría. Se confesaría con la familia. Estoy segura de que su madre ni siquiera se a enterado esto. Tome su responsabilidad como hombre. Si en verdad quiere hacer lo mejor para Hida. Y pensar que se lo confíe hace un año. De haber sabido esto…

La maestra baja la mirada contrariada. Hida ya no era su estudiante, ya no tenia que preocuparse por él. A tal caso, por que le decía eso a aquel muchacho. Una parte de ella le pedía que se alejara, que le acusara y la otra que lo aconsejara, como si de su hermano menor se tratase.

Joe por su lado tenia el sentimiento mezclado. Claro que sabia que tenia que hacerlo, decirle a la madre de Cody, pero aun así, después de como lo trataban todos, como si hiciera la peor cosa del mundo. Solo podía escuchar la parte pesimista de su cerebro, la que le reafirmaba los errores que cometía. Tan sumido estaba en su barullo mental, que no se percato del momento en que habia salido del apartamento de Nejima.

Al mismo tiempo dentro de esta. Takeshi le exigía a su hermana mayor una explicación lógica de la desaparición de Kido.

—¿Sabes lo que él esta haciendo? ¿conoces en realidad a ese chico? —Setsuna pregunta con su cara malhumorada.

—Si. Claro que lo conozco. Es bueno, gentil, y el único que se atrevía a hablarme y escucharme cuando tenia problemas en la escuela secundaria, cuando era un chico problema, revoltoso y que se peleaba a golpes con quien se le pusiera en frente. Incluso hasta ahora lo sigue haciendo. Cuando en preparatoria me pelee con nuestros padre y me mude contigo. En el colegio, con Mizuho…

—Esta saliendo con uno de mis ex-estudiantes.

—¿Y? ¿eso que? No tienes derecho a juzgarlo solo por que ambos son hombres.

—Esa no es la cuestión.

—Entonces ¿cual? —Takeshi pregunta exigente—. ¿Te refieres a la edad de Cody?

—¿Como sabes de Hida?

—Por que lo conozco. He hablado con él. Kido es mi amigo y me confío eso. ¿te parece tan raro que dos personas se enamoren a pesar de su diferencia de edad?

—Lo que esta haciendo es ilegal.

—Pues te recuerdo que yo hice cosas cuando era mas joven que se considerarían mas ilegales.

Y con esto ultimo, Takeshi Nejima le dio la espalda y se fue a donde estaba su futura esposa. 

Takaya por su lado se quedo callada, no tenia palabras. Ella sabia que su hermano tenia razón. Sabia que gracias a Kido, su hermano habia cambiado mucho, se habia vuelto responsable, amable, despreocupado, se habia calmado y su relación habia mejorado. Por un leve segundo se habia arrepentido de llamar al chico de gafas, desvergonzado.

Pero ella no era la única maestra contrariada ese día.

Kurumine-sensei estaba preocupada. Era excesivamente raro ver a un estudiante llegar a la escuela en compañía de uno de sus padres, en especial  en secundaria. A lo mejor algo malo paso en su casa, una emergencia familiar. Tenia la esperanza de que fuera algo así, aun que la escena de un chico tan bien portado como Hida, jalonearse y tratando de ignorar a su madre, era algo realmente alarmante. Tal vez debería preguntar. Aun que se habia jurado a si misma tratar de alejarse un poco del castaño, dejar de darle un trato especial solo por que le parecía lindo e infantil. No. Ella era la maestra aquí. Tenia que ser decidida, por el bien de su estudiante.

A la hora del almuerzo se decidió a ir al patio donde siempre se sentaba Cody junto a Suzumiya a comer. Algo alejados de todos, cosa que la preocupo en su momento pero al ver que de vez en cuando comían con Sawada y su grupito dejo de prestar tanto atención. Al estar cerca de los niños, noto como Suzumiya se inclinaba y se disculpaba innumerables veces con Hida. Recordó que durante clases ambos se lanzaban papelitos, pero lo dejo pasar, por que eso era algo inusual.

Se acerco cautelosa y sonriendo despreocupada llamo:

—¿Hida puedo hablar contigo un momento? —ambos niños se sorprendieron—. Es algo importante —agrego— y me gustaría que fuera a solas en el salón.

Cody voltea a ver a Hitomiko y asienta con la cabeza.

—Te veré después de en el salón —dijo la chica.

Así Cody y su profesora se retiraron. Ya en el salón, el niño se sentó en una de las bancas de enfrente y la mujer  detrás de su escritorio.

—Hida —dijo Kurumine-sensei con paciencia—. Te llame porque quiero saber si todo esta bien en tu casa. Hoy vi a tu madre y a ti discutiendo en la entrada.

—Si todo esta bien —el castaño contesto seco y desviando la mirada.

—Hida dime la verdad. Soy tu profesora, puedes confiar en mi —el chico agacho la mirada, se quedo callado pensando. Ella agrego—. ¿No me dirás el motivo?

Miro a su maestra, a sus enormes ojos inocentes llenos de preocupación.

—Me quito el celular —dijo taciturno el chico.

—Ya veo. ¿te has distraído mucho con el?

—No fue por eso.

—¿Entonces?

—Ella no quiere que le hable.

—¿He? —Kurumine se sorprende—. ¿te refieres a tu novia?

Hida no se extraño de la pregunta de su profesora. Era bien sabido por él, que todos en el salón conocían el hecho de que salía con alguien. Pero Cody pensó decirle algo que los otros no sabían:

—Si. Pero la razón de que no quiere que yo le hable, es por que no es una chica. La persona que me gusta en un chico.

La mujer se quedo en silencio asombrada. Después de unos segundos dijo:

—¿Quieres decir que…?

—Él y yo somos novios. He… hacemos los mismo que lo demás. Bueno nos besamos y nos tomamos de las manos. Nos tomamos las cosas con calma en realidad.

Kurumine-sensei no estaba segura de como procesar esto. Todos los alumnos deberían ser tratados iguales sin importar las circunstancias. Aun así no podía evitar caer un poco en el pánico. Entendida por que decía novia, pero…

—“Esperen” —pensó para si misma— “Recuerdo que en la universidad nos hablaron de esto en psicología. Si no mal recuerdo, eso de que haya chicos que gusten de personas de su mismo sexo al principio de su adolescencia es algo temporal ¿le estará pasando algo así a Hida?. Si le esta causando problemas en casa. Quizás lo mejor seria decirle… —la mujer abrió los labios y dijo—. Tranquilo. No tienes por que preocuparte. Solo tienes que actuar normal hasta que seas mayor. Pero si él te hace algo que no te gusta….

—¡¿Como que normal?! —Cody interrumpe ofendido, enojado—. ¡¿esta diciendo que soy raro o algo así?! ¿usted también piensa que estoy confundido y que no puedo entenderlo? ¡¿Que no soy normal?!

—Hida no quise…

—Sabe que es lo que pienso. Que son ustedes los confundidos. Y yo no me voy a sentir confundido solo por que ustedes quieran.

—Espera yo… —la maestra trataba de explicarse mejor. Nunca habia visto al niño tan alterado.

—¡Déjelo! Yo no debí de haberle dicho nada.

Cody se levanta de un movimiento rápido y sale del salón sin decir nada mas. ¿porque los adultos no pueden entenderlo?

Kurumine por su lado bajo la mirada entristecida. Acababa de herir sin querer los sentimientos de  uno de sus estudiantes. Él tenia razón. Estaba confundida.

 

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Mientras tanto en la casa Hida, fumiko, con el celular de su hijo en mano. Dudaba si debería de ver su contenido.

Todo esto es su culpa. Se confío demasiado. En ese momento pensó que seria bueno que Cody tuviera un tutor, alguien con buenas calificaciones que pudiera guiarlo. Tener a Kido era mejor que una academia, atento, particular y sobre todo gratis. Pero esto ultimo, ¿Como? ¿Como? ¡¿Cuando?! ¡¿Novios?! ¡¿Novios?!. No podía salir eso de la cabeza. Su hijo que iba a saber sobre romances y esas cosas. Ese sucio muchacho de gafas solo lo sedujo para sus fines perversos.

Apretó fuertemente el celular entre sus manos. Tenia miedo de saber que tan lejos habia llegado todo esto. Hasta donde Kido habia podido presionar a su hijo a llegar en esta cosas que atrevía llamar relación. Pero si encontraba pruebas como: mensajes o fotos. Podía alejar definitivamente a ese normal de su niño. Y ese era el mismo motivo que evitaba que pudiera hacerlo. Repentinamente algo asalto su mente: Si esto ya llevaba tiempo ¿Para que eran los permisos que Cody le habia pedido para quedarse a dormir en la de Kido? Acaso eran para….

Su respiración se detuvo un segundo. Solo lo hizo dos veces, aquella en la que fue de viaje a aquel Onsen y la otra fue el pretexto para estudiar. Haciendo memoria habían sido tres, aquella donde el mal clima le impidió venir a casa y se quedo a dormir en la casa de Joe. Y la vez que enfermo y se quedaron solos. Eso era suficiente para que ese chico lo… ¡No! ¡No! ¡No!

Abrió la tapa del celular y vio en la pantalla una foto de su hijo y Kido sonriendo en el parque. Nunca habia visto a su hijo tener esa expresión tan dulce. Comenzó a marcar nerviosa los botones buscando la bandeja de mensajes. Setenta y ocho vio. La mayoría eran de Kido, y se dispuso a abrir el primero.

Escucho el timbre de la puerta impidiendo que efectuara su cometido, cierra la tapa del teléfono y lo mete en el bolsillo de su delantal. Al abrir la puerta se encontró de frente con él.

Con la Mirada baja, Kido simplemente le dijo:

—Necesitó hablar con usted.

 

Continuara....


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