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Nuestro deseo de crecer ni gakki por shanakamiya

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos!

Lamento mucho la tardanza >.< pero, pero el trabajo. Estar en una pequeña empresa en desarrollo es muy dificil. Como somos poco personal, tenemos que hacer de todo un poco, y mis horarios fluctuan muy distinto. Aun no me acoplo bien. O.O Aun que fuera de eso, me gusta mucho mi nuevo trabajo. 

Aun asi, debo disculparme u.u por mi falta y tradia.

En fin, espero que les guste el capitulo n.n 

Capitulo veintiocho: De frente.

 

Cuando Joe abrió la puerta. Cuando hizo eso, Suzumiya noto un par de maletas hechas en la entrada.

—¿Suzumiya? ¿Como supiste donde vivía? —pregunto el de gafas extrañado.

Pero ella inflo las mejillas, roja de coraje, grito:

—¡Eres  un imbécil! —aprieta los puños y aspira profundo. En cuanto vio a Kido mover los labios, apunto de objetar algo. Ella vocifero—. ¡Imbécil! ¡Imbécil! ¿Como fuiste capas de hacer algo así?

—¿Que es todo este escándalo? —Shuu se asomaba disgustado y mira a la pequeña, la cual solo continuaba.

—¿Como pudiste hacer algo así? Confíe en ti. Traidor. Sabia que eras solo un pervertido de closed. ¡Quiero que te hagas responsable!

—Joe ¿Quien es esta niña? ¿responsable de qué?  —pregunta el mayor de los Kido, sintiendo como si el piso se le moviera. Se estaba arrepintiendo de haber dicho que hubiera preferido que se tratar de una niña.

—E-es una amiga de Cody —respondio Joe sorprendido.

—No me interesa. Eres un tonto, tonto —ella se lanza contra Joe y comienza a golpearlo en el pecho con ambas manos—. Por tu culpa… por tu culpa, Hida esta asi —trata de aguantar el llanto.

—¿Paso algo malo? ¿Que le ocurrió a Cody?

—¡Cobarde! Después de que te di mi permiso. Hacer eso. Te largas a quien sabe donde. ¡Tonto! 

—Suzumiya escúchame —Joe la sujeta fuertemente por los hombros forsandola a que lo mirara—. Dime ¿Que le ocurrió a Cody?

—¡No! ¡Tonto! ¡Tonto!

—¡Escúchame! ¡No voy a… !

—¡Mentiroso!

Shuu desesperado de ser solo un espectador, interviene. Jala a su hermano, apartando a la chiquilla y le dijo a esta serio y agrio:

—Apártate. No tengo idea de lo que esta pasando aquí. Pero harás que se me haga tarde. Después de que me valla, dile lo que quieras.

—¡Hermano! —Joe le llama la atención por la descortesía.

—Descuida. Ya no tendrás que preocuparme por mi. Tú fuiste el que decidió quedarse aquí, y arreglar las cosas a tu manera.

—¿He? —exclamo la castaña—¿la maleta?

—Es mía. —afirma el mayor de los hermanos.

—¿El pervertido no se va a ir?

—¿Pervertido?

—¡No! ¡No me voy a ir a ninguna parte! —niega Joe rotundamente—. Ahora, Suzumiya dime ¿que paso con Cody?

La chiquilla comenzó a contarle todo. A lo que Joe toma su chaqueta y camina con ella apresurado a través del pasillo. Llegaron a lobby y vieron a Ichijouji, quien en cuanto vio al chico de gafas le reclamo serio y enfadado, incluso decepcionado:

—No pensé que usted haría algo asi. Pensé que sus sentimiento eran sinceros y que se tomaba las cosas en serio. Me decepciona tanto. Terminar a través de una carta —muestra la hoja en cuestión.

Shuu se cubría el rostro. Otro mas que pedía a su hermano que se hiciera responsable. ¿Quien eran todas estas personas? ¿Que demonios hacia Joe cuando nadie lo veía?

—Esto es un gran mal entendido —trata de explicar el de cabello azul y gafas—. Yo nunca termine con Cody.

—¿Entonces que significa esto? —pregunto Ichijouji.

—En este momento lo que me importa es ver a Cody. Nunca imagine que él haría algo asi.

—¿Que esperabas? —riño la niña.

—Yo quería esperar un poco, pero…

—Joe —llamo su hermano con maleta en mano—. No tengo idea de lo que esta pasando aquí. Y lo mejor creo es no saberlo. Ya me dijiste que te harías cargo de todo tú solo y eso es un consuelo, por eso no me meteré mas. Regresare a Kioto como lo planee. No hagas nada tonto.

—Hermano…

—Adiós, Joe —se despidió Shuu—. Solamente cuídate.

Toco el hombro de su hermano menor, después le da una palmada en símbolo de de apoyo y por ultimo se fue.

Joe por su parte no tenia tiempo que perder, en compañía de Ichijouji y Suzumiya, regresaron al apartamento Hida. Mientras el mayor trataba de explicarle a ambos lo que realmente trato de decir en aquella carta.

 

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Casi al mismo tiempo, Fumiko Hida revisaba el celular de su hijo. Por que la verdad no podía ser peor de lo que ocurría ahora ¿o si?

Sentada en el sillon, respiro hondo, abrió la tapa apretando el pequeño aparato con las manos sudadas, 

Primero las llamadas. La mayoría eran de Kido, las cuales habían sido después de las nueve de la noche, la mas corta de dos minutos y la mas larga de una hora y tres minutos. Las otras eran de Suzumiya, Yolei e incluso suyas. Una pura excusa revisar estas primero, no quería dar el segundo paso, las fotografías.

Las manos le sudaron aun mas. Ella tenia la extraña  y ridícula idea, de que encontraría fotos inapropiadas de Kido mostrándole cosas que no debería a su pequeño hijo. O aun peor, fotos de su hijo en poses escandalosas, que Kido obligo a mandarle. Obviamente esto no fue asi. Fumiko no encontró nada en las fotos, si, habia fotos de Cody con el chico de gafas, pero, nada que pasara de un simple beso, abrazo o una sonrisa. Solo las típicas fotos que cualquier adolescente tiene en su teléfono acompañado de los amigos.

Fumiko se quedo pensando. Después de todo nadie seria tan estúpido para dejar esa clase de cosas en el celular a la vista de cualquiera. 

La verdadera prueba de la malicia de Kido debía de encontrarse en los mensajes de texto, de esos habia mas que llamadas. Tenia que verlos. Procedió a leer el primero.

Palabras lascivas o amenazas, no hubo nada de eso, nada de lo que imaginaba. En su lugar cándidos mensajes que decían:

 

“Ten Buenos días mi pequeño.

Recuerda que te amo y eres quien ilumina mi mundo ^-^ “

 

“Hoy no podemos vernos. Me surgieron pendientes en la escuela.

Lo siento u.u Nos vemos mañana. Te llevare un regalo. Te gusta el pastel de manzana ¿verdad? Quiero que pruebes uno, de una cafetería que apenas encontré. Te encantara n.n …. Ah… esperó que no te enfades….“

 

“Me divertí mucho hoy. Nunca me habia subido a la montaña rusa… Lamento lo que ocurrió después >-< Ya me siento mejor del estomago. No te preocupes. Desde estoy contigo nunca me aburro. Siempre haces que pruebe cosas nuevas. Me gusta…. Me gustas mucho “

 

Fumiko leyó asi, atentamente cada uno. ¡Baya que Kido era un chico cursi! Hasta ponía simbolitos como si fuera un colegial, un niño. Escribía y escribía sobre cosas lindas y tontas. Aveces se refería a Cody como principito o su pequeño. Le hacia cumplidos certeros y elegantes. En otros mensajes el mayor se disculpaba por cualquier tontería, como el olvidar algo. Sin embargo hubo un mensaje que llamo su atención y que releyó mas de una vez:

 

“No pienses que no lo hacemos por que no te quiero. Solo no quiero que te sientas incomodo, que pienses que es una clase de premio o algo por el estilo. Solo quiero que entiendas que es algo muy especial. Sé que para ti se volvió algo muy importante, pero tú sabes que para mi eso no es lo primordial. Pero eso no significa que no te quiera. De hecho, es por eso, por que te quiero, por lo que no lo hacemos”

 

—H-hacemos… —Fumiko se siente temblar. No negara que eso la altero un poco. Pero ese fue el único mensaje en que encontró algo por lo cual preocuparse. Y la ambigüedad del mismo le daba un poco de calma. Por que podía referirse a cualquier cosas. Ademas ese mensaje ya era del año pasado.

Mientras tanto, Cody tirado sobre su cama, solo se sentia pesado, que le oprimían el pecho con fuerza, su nariz tapada y los ojos dolían de lo hinchados que estaban. Ya habia dejado de llorar, pero la tristeza no se iba. No tenia ganas de nada, no quería hablar, no quería moverse. Apretaba con su mano el anillo de su collar, metiendo los dedos por dentro, contando en voz baja por cada uno y repitiendo. Debería de quitarse eso. Pero de solo pensarlo, las lagrimas brotaban de sus ojos y se giraba en la cama. En su escritorio se encontraba aquel libro que su senpai compro para él, “Genji monogatari”. Cody entre mas leía el libro se preguntaba por que a Joe le gustaba. Y esto se debía a que simple y sencillamente, Genji nunca fue feliz. Genji habia sufrido desde niño en su soledad, a pesar de estar rodeado de personas, sin tener una madre; la mujer que amo con devoción se caso con su padre, suplió su dolor con otras mujeres; soporto los celos de su hermano. La segunda mujer con la que pudo ser feliz, murió por los celos y la envidia de una de sus ex amantes. Pretendió que el hijo que tuvo con su madre no era mas que su hermano pequeño, y al final… al final… Bueno, Cody no entendía, porque Joe quería ser como aquel príncipe de Heian. En ese momento solo parecía que quería sufrir y hacer sufrir. Por que después de todas esas palabras dulces que le dedico. Solo le dijo adiós, igual que Genji a Kuributsu.

Oculto la cara entre sus brazos y la almohada, tenia que dejar de llorar, de sentirse tan miserable.

—Cody ¿Cody, me escuchas? —llamo su abuelo por el otro lado de la puerta—. Entiendo que estas muy triste, pero esta no es la solución. Por lo menos come un poco. Suzumiya también estaba muy preocupada por ti.

—Ella ya se fue —al menos no quería que lo viera en ese estado tan lamentable, después de todo el alboroto que causo.

—No te preocupes. Ella ya se fue.

—¿Y madre? ¿ella salió?

—No. Ella esta aquí.

—Entonces no voy a salir —Cody se escuchaba tan desolado. No podía ser racional ¿quien podría en una situación asi?

Hubo un silencio.

—Abreme a mi entonces.

No hubo contestación.

El abuelo suspiro. Pensaba en su difunta esposa Nobuko, y en lo que debió pasar cuando eran jóvenes. Cody era idéntico a su padre Hiroki, quien a su vez, era idéntico a su madre. Eran tercos, obstinados, un poco caprichosos y serios. Aun asi tenían un grado de justicia y bondad, que no soportaría ver cualquier injusticia. Lo que los hacia de carácter difícil e impetuoso. Sin embargo tenia una delicadeza especial, que los hacia débiles y fuertes la vez. Pero cuando el derrotismo los invadía, su tristeza era tal que era casi imposible levantarles el animo. Si no antes que los escucharan, hasta que se desahogaran, hasta que terminaran de gritar y sollozar. Porque necesitaban un tiempo consigo mismo, para pensar, para lidiar con sus emociones. Y por ello es que era preferible darles su espacio.

Fue a la sala despacio. Volvería a hablar con su nuera, pero esta, sentada en el sillon, miraba un celular.

—Papá…

—¿Ese es el celular de Cody —pregunto el anciano y se sienta a su lado.

—Asi es —respondio Fumiko cerrando el la tapa del del teléfono y poniendo en su regazo —. Se lo quite y lo vi todo. Pensé… pensé que encontraría algo.

—¿Algo como que?

—No estoy segura. Algo ¡Algo!

—¿Te refiere a algo malo?

 Fumiko asienta con la cabeza y después de una pausa dijo:

—Pero…. no encontré nada.

—Kido no es mal chico y tú lo sabes.

—¡Pero es que él! ….Cody a cambiado mucho, y estoy seguro que es por su…

—No Fumiko. Tú sabes que las cosas no son asi —interrumpió el abuelo—. Simplemente Cody creció. Es normal que quiera que sueltes un poco sus riendas y le des mas libertades. Que confíes en él. En lo que le has inculcado.

—Pero Kido lo convenció de…

—No. Eso no pasa de un día para el otro. Cody te lo dijo. Te dijo la verdad. Era algo inevitable al final. Y él también lo sabia, por eso le costo tanto decirte. Cody no quería que reaccionaras asi.

—¿Pero como quería que yo respondiera, cuando me dijo que no le gustaban las niñas? —pregunta la madre disgustada.

—Que lo aceptaras como es.

Hubo un silencio.

—Aun asi… es que Kido es muy… grande —ella seguía terca—. Casi tiene veinte.

—¿Hubieras actuado diferente si hubiera sido un chico de la edad de Cody o inclusive uno un poco mas joven?

Ella no supo  que contestar… ¿Porque con un chico? ¿en que se equivoco?:

—…. A él ni siquiera le importa Cody. De lo contrario estaría aquí… —mascullo a manera de excusa.

Repentinamente comenzaron a tocar al timbre y la puerta con desesperación. Shikara se levanto y fue enseguida a abrir. Fumiko por su lado, se quedo sentada con la mirada baja. ¿Porque? ¿Por que su hijo? Seguía dándole vueltas en su cabeza. ¿Porqué no fue normal como los otros? ¡Ah! Sintió un terrible escalofrío helado por todo el cuerpo. Ella no podía estar pensando eso de su propio hijo. De su lindo y único hijo.

“No comenta el mismo error que yo. Usted es su madre, lo que él necesita ahora es su compresión. Que sepa usted no cree nada horrible de él, que es raro. Necesita saber que aun lo quiere”

Recuerda lo que le habia dicho Kurumine-sensei.

Ella lo sabe, pero… pero…

—Fumiko —la voz del abuelo la saco de sus pensamientos.

Ella alza su mirada.

Junto al anciano, se encontraba Kido.

—¡¿Que hace él en mi casa?! No quiero verlo. ¡Que se baya! ¡Llamare a la policía!

—Señora yo… —Joe intento decir, sin embargo la señora se levanto y tomo la bocina del teléfono.  

Shikara detuvo a Kido y le pidió a su nuera con seriedad y una pizca de severidad:

—Fumiko baja eso, por favor. No hay necesidad de que comiences un escándalo que no terminaras. ¡Baja eso ahora mismo y siéntate! —y asi lo hizo ella, y colgó. Sin quitar su cara de seriedad le indico —. Quiero que escuches lo que Kido te tiene que decir —se dirige a Joe–. Y a ti te pido que seas lo mas honesto y claro que puedas.

—Si. Señora Hida yo…

—¡¿Que haces aquí?! ¡Te dije que te alejes de mi hijo?! 

—Señora yo… —Joe se mostró temeroso. Sin embargo, después de mucho pensarlo, decidió que esto seria lo mejor. Asi hacia las cosas él. Tenia que confiar mas en sus principios y por lo mismo, tomo aire, el coraje y contesto –Me niego. ¡Me niego dejar a Cody! No… no me importa lo que me haga ¡Por favor! —ruega. Se arrodilla, agacha la cabeza con las manos juntas hasta el piso— . Perdóneme por no a verle confesado esto antes, el tipo de relación que sostenía con su hijo. Pero yo… ¡Déjeme estar con él! ¡Por favor! ¡Cody es lo mas valioso que tengo! Déme su permiso.

Fumiko abrió los ojos sorprendida.

El anciano dijo:

—Levántate muchacho. No tienes porque hacer esto.

Fumiko cae sentada en el sillon detrás de ella:

—¿Por que haces esto?. Solo lo haces para alterarme ¿no es verdad?

—Se equivoca. Lo que le acabo de decir son mis verdaderos sentimientos —Kido manifestó aun en el piso—. ¿Por que no quiere creerme? Yo quiero a su hijo en serio. No busco nada malo con él. Mis intenciones son serias. Siempre han sido serias. No busco lastimarlo. Ni aprovecharme de él. Por favor. Sé lo pido. Déjeme estar con él.

Fumiko se sentia aturdida, llevo la mano  su frente. Todo se mecía repentinamente.

El abuelo se acerco a Joe y ayudo a levantarse.

—Muchacho…

—Cody. Dígame ¿Él esta bien? —el joven se adelanta a preguntar—. Suzumiya me contó que se encerró en su abitacion y que no a querido salir. Él no…

—No… No cálmate. Él no esta herido, físicamente no, al menos. Pero necesito que platiques con él.

 

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Casi al mismo tiempo en la tienda Inowe. La chica de gafas se arrastraba con todas sus fuerzas hacia la puerta. Por detrás Ichijouji trataba de detenerla. Parecía mas que era jalado por ella.

—¡Tengo que ir con ellos!

—No. Espera. Es mejor dejarlos solos —Intentaba convencerla Ken con toda su fuerza.

—¡No! El superior. Quiero que él me explique. Quiero una explicación la exijo.

—Ya te lo dije. Fue todo un mal entendido. Si vas arriba a la casa de Cody, como están las cosas. Solo empeoraras todo.

—No digas tonterías. Ellos me necesitan.

—¡No dejare que bayas! —Suzumiya hace su aparición. Se para enfrente de ella con los brazos extendidos, impidiendo que Inowe de un paso mas —. Él tiene razón. Solo empeoraremos las cosas si vamos. Claro… yo también quiero golpear al idiota de Kido por hacerle eso a Hida. Pero si lo hago… él nunca me perdonara. En especial si no sabe que ese tonto piensa mejor las cosas de lo que uno cree. —baja la mirada.

—Yolei —Ichijouji abrazo a su novia por detrás y le dice calmado y dulce—. Tranquilízate, no es tu culpa. Sé como te sientes.

—Pero yo fui la que… le entrego la… —ella baja la mirada triste.

—Ya… ya… ya. No fue tu culpa —la voz de Ken es apacible y cálida. Como ultimo le da un beso en la mejilla.

—Ken…

Suzumiya por su parte desvía la mirada ruborizada. ¿Por que la gente siempre se pone cursi al su alrededor en momentos serios?. Baja la vista y susurra:

—Aquí la que tiene la culpa soy yo. No supe que hacer. No debí gritarte asi. Perdón. Solo quería ayudar a Hida y….

Ken niega con la cabeza y le indica gentil a la niña:

—Hiciste lo que pudiste. No cualquiera hubiera ido a buscar al superior de la manera en la que lo hiciste. Eres muy valiente Esa parte de ti es muy linda.

La pequeña ruboriza. Imagino de repente la estúpida sonrisa de Sawada cuando le dijo lo mismo. ¿Por que lo recordó ahora?

—Esto no es culpa de nadie. —finalizo Ichijouji— Esto tenia que pasar tarde o temprano. Ellos lo sabían. Y por eso mismo solo ellos lo pueden resolver. Hay que confiar.

 

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Mientras tanto. Joe no habia esperado la respuesta de la mujer y corrió a la habitación de de Cody. Toco la puerta varias veces y tiro de la perilla, pero estaba fuertemente cerrada.

Shikara se acerco tranquilo y detiene al joven. Toca la puerta con calma y dice:

—Cody, soy yo. Abre la puerta.

—¡No quiero! —grita el menor desde adentro—. No quiero ver a nadie.

—Ni a mi tampoco. Cody ábreme —habla el de gafas angustiado pega su oído a la puerta esperando una respuesta—. Cody…

—¿J-joe?

 —Si. Soy yo.

—¡Vete! ¡No quiero que estés aquí! —grito el chiquillo con fuerza.

—Cody —el abuelo lo llama—. Él vino únicamente por ti. Porque se preocupa.

—¡No quiero verlo! —contesta el niño lloroso—¡Él no me quiere!

—No digas eso. Yo te quiero mucho. ¡Lo sabes! —Joe jala inconscientemente la perilla–. ¿Por que dices eso?. Eso no es cierto. Por favor. Abreme , Cody.

—¡No! ¡El que me escribió eso! ¡Tú fuiste el que me dejo! —reclamo el pequeño tratando de aguantar el llanto—. ¡Si es asi, yo tampoco quiero verte! ¡Tonto!

—Te equivocas —aclara Joe golpeando la puerta con su puño —. Las cosas no son asi. La carta… la carta. En ese momento si lo pensé,  pero no iba a ser para siempre. Solo quería que fueran unos días, unas semanas a lo mucho. Que todo se calmara, que mi hermano se fuera, que tu madre lo digiriera…  encontrar las palabras y la manera correctas. Quería volverme un chico fuerte que te mereciera y pudiera protegerte. Pero…. Sabes, me di cuenta que no podía hacerlo si no estabas conmigo. Que estúpido me oigo. Pero esa es la verdad. No sabes cuanto me arrepentí de lo que escribí en esa carta. Yo no quería… yo no quiero… —él guarda silencio un momento, tratando de tragarse el nerviosismo, el llanto. Cierto, Genji tenia razón:

“Mi vida esta llena de pecados. He perdido mi camino y a causa de eso le hice derramar muchas lagrimas a mi amada. El paraíso de Buda ya esta lejos de mi alcance. Pero puedo imaginar el arrepentimiento por mis muchos pecados, cuando el olor de su cuerpo desnudo ocupan todos mis pensamientos”

Sin embargo él no cometerá el mismo error que aquel príncipe que tanto admiraba. No, el no tenia un titulo, ni una reputación que cuidar. Lo único que él tenia era a ese hermoso niño de ojos verdes. Respiro hondo y grito — ¡Cody yo te quiero! ¡Te amo! ¡Créeme por favor! —recargo la frente en la puerta —No quiero que nos pase lo que a Genji y a Kuributsu. Yo si quiero estar por siempre contigo.

—Kido… —el abuelo Shikara palmea el hombro del joven, intentando consolarlo.

Hubo un silencio y de repente, se escucho el clic del seguro de la puerta.

Joe se aparta ligeramente y observa como se entreabre la puerta lentamente. Revelando una mirada esmeralda llena de lagrimas y seriedad:

—Joe… ¿es enserio… ?

—Si. No quiero dejarte solo.

—Es la verdad, Cody —habla el anciano. Él el solo intento hacer lo mejor para ti en ese momento. Igual que yo con tu abuela. Incluso vino a pedirle a tu madre permiso para que estuvieran juntos hace unos minutos.

El niño se queda pensando unos momentos, mira a su senpai, y sus inconfundibles ojos llenos de sinceridad, extendiéndole los brazos.

—J-joe… —se lanza a sus brazos y se afianza a él—. ¡Te extrañe mucho!

—Yo también —Kido se inca y abraza con toda su fuerza al pequeño que amaba tanto.

El abuelo sonríe serenamente ante la escena tan conmovedora.

—¿Tienes habré? —Joe pregunta a su niño mientras peina sus cabellos y revisa su rostro, asegurándose de que no estuviera herido—. No haz comido nada ¿verdad? No te preocupes. Te comprare algo o te lo preparare si quieres. Quiero que comas ¿si?

—Si.

—No quiero que te vuelvas a encerrar en tu habitación de esa manera. Preocupaste mucho a tu abuelo, a Suzumiya, a todos.

El niño solo asienta con la cabeza

Shikara se siente mas tranquilo. Estaba seguro de que Kido podría lograr lo que ellos no, pero…

—¡H-hijo! —Fumiko habia corrido desde la sala cuando escucho que la puerta se habia abierto— . Me alegro de que ayas salido de…

Pero no continuo al ver como el chiquillo se abrazaba a Kido y le miraba con recelo.

—Cody tienes que contestarle a tu madre —intenta convencer el muchacho—. Ella también estaba muy preocupada por ti.

—Cody —igualmente dice el abuelo—. Tu madre solo quiero lo mejor para ti. Fumiko —se dirige a la mujer—. Tienes que darte cuenta. Tienes que decidirte ahora. Por mi parte les daré a ellos todo mi apoyo.

Fumiko suspiro.  Baja la mirada paseando de un lado al otro. Entreabría la boca y se detenía antes de decir algo. Todas las miradas estaban sobre ella.

—Kido… —desvía la mirada y aprieta el puño cerca de su pecho arrugando su blusa—. Kido ¡Quiero hablar con tu padre respecto a todo esto! Antes de todo, antes de dejarte ver a mi hijo de nuevo. Quiero hablar con tu padre.

 

Continuara....

Notas finales:

Bien. Hasta aqui, sera por el momento. Reiterandoles que un que me tarde, terminare esta historia. 

Como siempre solo pido su paciencia u.u 

¡Nos veremos despues!


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