Capitulo treinta y tres: Epilogo parte uno
Esa mañana, Joe. Se levanto temprano, se puso su mejor traje. Un kimono negro sumamente elegante. Repaso una y otra vez su itinerario. Y salió a recoger a Cody a su casa.
Al llegar al departamento Hida. Cody ya lo esperaba preparado, igualmente con su kimono mas refinado.
El niño se despidió de su abuelo y de su madre. Sin embargo esta aun le protestaba.
—No creo que sea buena idea. No conoces a nadie de esa gente, hijo.
—Madre…
—Descuide —intervino Joe—. Es gente muy tranquila y responsable. Él estará conmigo todo el tiempo. Lo cuidare. Se lo prometo.
Pero mamá solo fulmino con la mirada. No le habia pedido su opinión. A lo que el chico se sobresalto nervioso.
—Vamos. Vamos —sonríe el abuelo tratando de calmar los ánimos —. Fumiko ya habían hablado respecto a esto. Y les diste permiso a los muchachos para que fueran. Mira la fiesta no es muy lejos. Cody tiene su celular. Si te preocupa solo llámalo.
—Si. Te contestare de inmediato —Contesta Cody.
La mujer rueda los ojos. Y mas que de a fuerzas que de ganas responde:
—Esta bien. Pero te quiero aquí temprano.
—Si.
—Y usted —ella volteo a ver a Joe—. Cuídelo bien. Cualquier cosa y…
—¡Lo entiendo! —salta Joe en su lugar, irguiéndose como soldado, nervioso—. No se preocupé por nada. Todo ira bien. Lo cuidare. ¡Me haré responsable de cualquier cosa que se presente? ¡Absolutamente de todo! ¡No se preocupe!
—Ya. Tranquilo, muchacho. Ahora váyanse o se les hará tarde.
Despide el abuelo apacible como siempre.
La pareja se marcha inmediatamente, dejando a los adultos solos.
—Sigue sin agradarme la idea de que Cody vaya con Kido a una fiesta —menciona Fumiko— ¿Que tal si lo leva a una fiesta salvaje de universitarios?
—Je je je —el abuelo no puede evitar reír —. No creo que eso sea posible con la ropa tan formal que llevan. ¿No crees que estas exagerando?
—¡Claro que no! Solo me preocupa la seguridad de Cody, papá.
—Tranquila. Kido es un buen muchacho te lo a demostrado todo este mes. Escogiste bien al decidir la felicidad de tu hijo ante tu necedad. Sabes que tanto Cody como Kido, están agradecidos contigo por eso. Aun que por supuesto, si les dieras mas libertades y dejaras de fulminar con la mirada a Kido cada vez que este te habla. Cody no se enfadaría tanto.
—Papá —Ella suspira—. Si eso quieren, tendrán que hacer muchos méritos —se cruza de brazos al terminar de decir eso.
—Je je je.
—Disculpen… —la voz conocida de Kurumine-sensei llamo la atención de la madre. La profesora iba caminando por el pasillo hacia ellos—. Me gustaría hablar con usted —sonrío.
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En la calle Cody y Joe caminaban tomados de las manos.
—Lo siento por lo de mi madre —se disculpa el niño.
—No tienes porque. Lo bueno fue que te dio permiso de venir conmigo.
—Si, pero….
—Pero…
—No nada —el castaño niega con la cabeza—. No esperaba que la hermana mayor de Nejima-san, fuera mi profesora de escuela primaria. Espero que Takaya-sensei no te diga nada.
—No te preocupes ya hable con Nejima. Me dijo que no habría problema. Ademas, él tiene razón. Él fue el que nos invito a su boda —dijo Joe. Sin embargo mira a su niño taciturno mirando el piso. Agrego —. Cody si quieres ya no vamos. Después yo me disculpare con Nejima y Sansemi y…
—¡No! Es importante para ti. Son tus amigos. Pero… pero si la que fue mi maestra hace algo en tú contra yo… yo ¡Yo no la dejare!
Entonces Kido se detiene. Suelta a Cody de la mano lentamente. Se inclina a su altura y tomando al niño de los hombros le dice:
—Agradezco mucho eso. Pero —pega su frente a la del castaño—. Yo puedo cuidarme solo. De ahora en adelante. Para demostrarte que soy un chico fuerte que pueda cuidarte.
—Joe…
El chico le abraza y susurra tímido:
—P-pero si me pongo muy, muy nervioso. Con que me tomes fuerte de la mano seria suficiente. Me ayudarías mucho así.
—Si.
El niño le sonríe.
Y ambos siguieron su camino.
Cuando llegaron al templo de la ciudad. Afuera del edificio principal, ya estaban reunidos los invitados. Joe se sorprendió un poco. No habia mucha gente en el sitio, solo Nejima y Takaya–sensei. Aparte de ellos, Sansemi con los que parecían ser sus padres.
—¿Kido! —llamo Takeshi Nejima, que vestía la tradicional hakama negra de bodas Se acerco y dijo —. Pensé que no llegarían.
—¿Es tan tarde? —Kido se preocupa y ve el reloj de su muñeca.
—No. Claro que no. Aun no sale la pareja anterior de su ceremonia —se ríe despreocupado, Takeshi. Entonces voltea a ver a Hida y ofreciendo una sonrisa dijo—. Que bueno que hayas podido venir. ¡Ha! Espera —voltea detrás de él y grita— ¡Mizuho ven un momento. Quiero presentarte a alguien!
—Nejima, no tienes… —intenta detener Joe.
—Tonterías. Ademas se lo prometí a Mizuho. No te preocupes, yo ya hable con ella sobre eso.
Cody por su lado comenzó a ponerse nervioso. Ya sabia que su senpai le habia contado a Nejima sobre lo suyo. Como él lo hacia con Suzumiya. Pero ver venir a lo lejos a la futura esposa de este, para conocerlo. Lo hacia sentir como gelatina.
—Kido que bueno que viniste —Mizuho saluda apropiadamente. Vestida con un kimono blanco de novia y con su elaborado peinado y el gorro redondo cubriéndole como dictaba la tradición.
—Mira, Mizuho —indico Takeshi—. Este es Cody Hida. Él es la pareja de Kido. Ya te habia hablado de él.
Cody se quedo paralizado. Esa mujer no paraba de mirarlo pasmada con su mano en el pecho. Ella pestañeo un par de veces.
—M-mucho gusto. Es un placer conocerla. ¡F-felicidades por su matrimonio —dijo el pequeño tembloroso tras una reverencia.
Ella no paraba de mirarlo. Se hizo un silencio y después, Mizuho dio un aplauso soy sonrío:
—¡Que lindo eres! —ruboriza de alegría—. Así que tu eres la pareja de Kido. Desde hace mucho que quería conocerte. Como lo imaginaba. Eres un chico muy lindo.
—No solo eso. Es tan listo como Kido —agrego Nejima guiñando un ojo.
—Que bueno. Tienes que prometerme que cuidaras bien de Kido. Él es un chico maravilloso.
—… ¡Si! ¡Lo haré!
Cody sonríe.
Es cierto, también habían personas en el mundo que podían entender los sentimientos que podían tener su senpai y él. Personas que no los juzgarían y que los apoyaban. No solo sonreía por eso, si no también al ver la cálida bienvenida que le habían dado a su senpai. Joe también tenia buenos amigos a su alrededor y eso era algo maravilloso. Después de todo, ambos eran chicos muy callados y no eran como los demás; tenían pocos conocidos y aun menos amigos. Pero estos les apoyaban. Es decir, él tenia a Suzumiya, quien era su compañera, amiga y confesara. Siempre allí para él. Aun que últimamente ella solo tenia tiempo para Sawada. Aveces no podía evitar reirse de ver como ella miraba a Sawada a la lejanía y le decía medio sonriente y haciéndose la caprichosa “No es mal chico. Pero sigue siendo un tonto”. Mientras que Sawada, él cual últimamente se juntaba mas a menudo (tener un mejor amigo varón era algo nuevo para Cody), siempre le decía lo enamorado que estaba de la chica. Él le decía: “Es que ella es como una Ojou-sama. Por eso me gusta”. Los próximos días en la secundaria serian agitados para Cody con ese par de enamorados in confesos. Esos que eran sus mejores amigos.
Cody se reía discreto. Le parecía chistosa la manera en que Nejima, se habia agarrado a Joe por el cuello y se tomaba una foto con el celular.
—¡Takeshi, por favor, compórtate! —Takaya-sensei se acerca a su hermano—. Los padres de Sansemi te están mirando —le dijo entre dientes.
—Cálmate. No pasa nada, Set-cha —su hermano se ríe como bobo.
—A mi no me molesta —menciona Mizuho ocultando su risa.
Setsuna ruboriza y se acomoda las gafas. Fue entonces que se percato de la presencia de su ex estudiante.
—Hida.
—T-takaya-sensei.
Pero la mujer no hablo mas con el niño. Solo volteo a ver a Kido malintencionada y se retiro. Tras un leve:
—Dentro de poco entraremos, prepárense.
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Mientras en la casa Hida.
—Bien. Tengo que irme a la estación. Por favor, siéntese cómoda. En un momento regresa, Fumiko. Hasta luego —Shikara se despide de Kurumine-sensei que esperaba en la sala.
—Si. Gracias por todo —contesto la maestra con una sonrisa.
En ese momento, Fumiko entro con una bandeja con dos tazas de té y aperitivos:
—Bueno. Aquí tiene —se sentó frente a ella, separadas por la mesa.
—Gracias. ¿Hida o esta en casa? … quiero decir, Cody.
—No. Salió. Vino a la visita a casa para hablar sobre el rendimiento escolar de Cody ¿no es así. —la madre quería terminar con esto rápido, por que sabia que la profesora le tocaría aquel tema del que ella no quería hablar.
—Si. Así es —Natsumi sonrío—. Pero… quería aprovechar la coacción para hablar sobre lo que ocurrió en aquella ocasión. Me parece que a aceptado los sentimientos de su hijo. ¿converso con aquel chico… del cual esta enamorado, Hida?. Por la sonrisa que muestra en el colegio me parece que si.
—¿He? Bueno…
Fumiko se sintió abrumada por la maestra que seguí hablando:
—Lo sabia —la docente suspira aliviada y se lleva las manos al pecho aliviada—. ¿y? ¿es un buen chico?. Claro que si. Para que un chico tan maduro como Hida lo escogiera debe ser así. ¿no es demasiado mayor, verdad? —se queda pensando en aquel rumor que corre en el salón, respecto a que la novia de Hida es universitaria—. No pude ser posible— se dijo en voz alta.
—Le dije a ese niño que no hablara mucho sobre eso —murmuro Fumiko avergonzada y un poco molesta.
—¿He? ¿por que no?
—¿Como que porque? ¿Que creen que le pasara a Cody, si sus compañeros se enteren de eso?. No quiero ni imaginarlo. Los chicos de esa edad son muy crueles. No quiero que a Cody le comiencen a poner apodos o molestarlo. Por ello le dije que guardara el secreto,, y a ese muchacho que fuera discreto. Pero cada vez descubro que son mas personas que saben sobre aquello.
—¿Y o cree que eso es bueno? —hablo Kurumine-sensei con calma—. Puedo ver que se preocupa mucho por su hijo. Pero no todo el mundo es tan malo. Usted debió haberlo visto ya. Que hay personas dispuestas a defender y apoyar a Cody. Yo me incluyo dentro de ellas. Respecto a lo de la escuela, si yo llego a darme cuenta de algo raro, yo misma me encargare.
—¿Y si no es así? No va a poder protegerlo cuando Cody valla en segundo grado.
Kurumine hace una mueca ante la evidente verdad. Pero después de un momento, dijo segura:
—Cody no es un chico débil. Él es mas fuerte de lo que usted piensa. Sé que se ve pequeño y es tan callado y que rara vez sonríe. Por eso es difícil saber que es en lo que esta pensando o que es complicado tratar con él aveces. Pero, recuerdo que un chico llamado Kido, me dijo eso una vez. Que Cody no es un chico débil. Que él era un chico mas fuerte de lo que aparenta. Y yo le creo.
—Así que Kido dijo algo así.
La maestra en ese momento no comprendió por que Fumiko, al decirle eso ultimo, esbozo una pequeña sonrisa. Pero de alguna forma, eso habia aligerado el ambiente bastante.
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Kido no quiso hacer mucho caso a la situación. Quizás solo exageraba, pero no podía evitar sentirse incomodo.
Cuando fue el turno de ellos para entrar, todo pareció normal. Entraron Cody, él, Takaya-sensei y el padre de Sansemi. Pero cuando Setsuna se le acerco y le dijo disimuladamente en voz baja “Quédate aquí. En este lugar” y lo dejo del lado contrario del salón junto a Cody. Algo pareció no ir tan bien.
La ceremonia dio inicio. Con fluidez, protocolo, y poca alegría. Como era la tradicional boda japonesa. Lo que le pareció extraño a Joe, por que conociendo a Nejima y a Sansemi. Ellos no escogerían algo que bien ambos podrían catalogar de seco.
Primero, Takeshi entro en compañía del que era el esposo de su hermana. Al dejar al novio frente al altar, se sentó al lado de su esposa vestida con un kimono negro. Luego entro Sansemi de la mano de su madre y después de dejar a Mizuho se sentó con el grupo. Se hicieron las oraciones y los novios la ceremonia correspondiente con el sake, para darse el “acepto”. Y como era la tradición se repartió sake a los asistentes para brindar por la buena fortuna de la pareja. Pero, ni a Joe, ni a Cody les habían dado. Bueno Joe entendía por que a Cody no le habían dado sake, pero a él. Fue entonces cuando callo en cuenta de que la hermana de Takeshi los estaba apartando. Pero no dijo nada. No iba a arruinar la boda de su mejor amigo por un poco de sake. En ese momento Cody notando lo molesto que parecía su senpai, sin decir nada, coloco su pequeña mano sobre la de Joe, él cual bajo su mirada y entrelazo sus dedos con la del pequeño, formando una sonrisa. Lamentablemente, cuando miro al frente, Takaya-sensei tenia una mirada tan reprobatoria que le hacías sentirse intimidado.
La ceremonia duro veinte minutos. Para terminar Setsuna se acerco a Mizuho. Retiro el gorro blanco que esta portaba y salió de la mano de esta hasta la entrada del templo. En señal de que ella ya era parte de la familia. De ahora en adelante seria Mizuho Nejima.
Los novios caminaron uno al lado del otro, detrás los Takaya, los Sansemi y por ultimo Cody y Joe en procesión. Sin embargo los últimos se quedaron muy por detrás de los demás. Esto fue hasta las escaleras del templo.
Se llevaron acabo las fotos. Primero la tradicional de los novios, con Mizuho sentada y Takeshi de pie al lado de ella. Luego la de la familia y por ultimo la de los novios y los invitados. Pero al llegar a esta…
—Comprenderá que como eres el único invitado, no hay necesidad de hacer la foto ¿verdad? —la maestra le dijo a Joe fríamente—. Solo seria un gasto innecesario.
—¿Disculpe? —Joe no oculto ni su sorpresa, ni su enfado—. Cody también esta aquí.
La mujer arrugo el ceño:
—Aun así, por dos personas…
—¡¿Que pasa?! ¡¿Que ocurre?! —Nejima se acerca a ambos. Cody se habia escapado y le habia dicho al chico de cabello negro sobre lo que acontecía. Takeshi disimulando que no habia sido así. Aclaro—. Vamos, vamos a tomarnos la foto con los invitados. Anda, Kido. Cody y Mizuho nos están esperando ¡Ve! Ahora los alcanzo.
Joe no dijo nada y tras un pequeño empujón en la espalda de parte de su amigo, se reunió con el niño y la novia.
Al quedarse solos. La maestra refunfuño:
—¡Takeshi ¿que estas haciendo?!
—¡¿Tú que es lo que estas haciendo?! No creas que no me di cuenta durante la ceremonia lo que hiciste. Déjalos en paz —expreso claramente molesto—. Por favor no me hagas repetirlo hoy. Pero comportate como un adulto, Setsuna.
Y se retiro con los otros a tomarse la foto, dejando a la mujer sin palabras.
Fue una particular imagen. Reunidos los cuatro. Nejima jalando a Joe por el cuello. Mizuho abrazando al pequeño Cody por la espalda. Los invitados sonriendo de sorpresa. Los recién casados haciendo v con sus dedos, súper sonrientes. Fue uno de los momentos mas divertidos del día. Aun que a los recién casados los regañaron sus familiares por no tomarse enserio uno de los momentos mas importantes.
Cuando se marcharon del templo. Los familiares iban por muy adelante de los novios y de los invitados. Mizuho se adelanto, y con toda con confianza, tomo a Cody de la mano y se lo llevo mientras le platicaba sobre diversas cosas, y le preguntaba otras tantas, respecto a lo lindo que era y la bonita pareja que hacia con Kido. Dejando al chico de gafas y a Takeshi hasta atrás. Dándoles un tiempo para platicar.
—Pensé que con todos los problemas que habia tenido últimamente no ibas a poder venir —le comento Nejima.
—No podía faltar —contesto Joe con una sonrisa afable—. Ademas yo no soy el único que a tenido problemas ultimaste.
—¿Que se puede hacer? Aveces así es la vida de los adultos.
—Umm… supongo. Pero… —Joe fija su mirada en su joven pareja y en la esposa de su mejor amigo—. Todo vale la pena por ellos.
—Si. Si. Ya sé. Es todo eso del infierno y Asura.
—¿He?
—Dejalo así. Pero, mirate. Hablas como todo un hombre. ¿Que paso con ese chico asustado e inseguro de todo? Haz crecido mucho.
—Con que e crecido. Tú también ya lo has hecho —Joe le pega una palmada en la espalda, como esas que su amigo le daba en preparatoria—. Mira. ¿quien diría que serias el primero de nosotros en casarte?
—No lo digas así —Nejima finge molestia—. Ademas acabe ganando una apuesta con Sakurada y Shibata. Ellos apostaron que serias tú el primero de nosotros en casarte je je je. Ya sabia yo que eso no seria así.
—Supongo —Kido alza los hombros—. Es una lastima que no hayan podido venir.
—Ya sabes. Sakurada esta ocupado con su universidad en Hokaido. Y Shibata al parecer esta de viaje con su familia. Pero a lo mejor eso esta bien —dijo Takeshi sin despegar su mirada de los padres de Mizuho.
Al percatarse Joe le dijo discreto:
—Oye. Pensé que la ceremonia seria… bueno…
—Los padres de Mizuho insistieron en la tradicional. Ellos son así —el de cabello negro se puso serio—. Incluso ellos están pagando todo esto. Y mi hermana al parecer solo quiere complacerlos. Por eso esta actuando así contigo. Lo siento.
—No te preocupes. En cuanto no haga nada en contra de Cody, todo esta bien. Es lógico que yo no le agrade por todo lo que ocurrió hasta ahora. Ademas, Cody y yo sabemos que también abría personas así. Que no… no nos aceptarían.
—Kido, vamos. No pongas esa cara tan seria. Das miedo —Takeshi bromea y rodea por el cuello con su brazo al vez que pica su mejilla con su dedo—. Sea como sea. Haya que divertirse. Ademas sabes que tienes mi apoyo y el de Mizuho para todo.
—No solo el suyo —sonríe mas despabilado el de gafas—. También hay otros. Inclusive mi padre nos apoya. Bueno… mas o menos.
—¡He! ¡¿Enserio?!
Grito tan alto Nejima que hizo voltear a todos hacia ellos. A lo que el mas alto ruboriza y el de cabello negro agrega—. No. No es nada. Nada. Me esta contando unos buenos chistes, nada mas ja ja ja.
Los padres de Mizuho voltearon fastidiados por la idiotez del chico. Mientras que el señor Takaya se reía a lo bajo, tratando de controlar a su esposa. Mizuho sonreía y Cody hacia una mueca algo confundido.
—No llames tanto la atención —regaño Joe avergonzado.
—¿Lo dices en serio? —no podía creerlo. Al parecer lo que Joe Kido quería, Joe Kido lo conseguía hacer.
—Es que pasaron muchas cosas —sonrío Joe tranquilamente—. Creo que mi padre a cambiado un poco.
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En ese mismo momento en una pequeña clínica en Okinawa, cerca de la playa. Shin kido hablaba por teléfono con su padre. Por segunda vez en estos años.
—Ya veo. Así que eso fue lo que ocurrió. ¿quieres que hable con Joe? O… ¿no? ¿ahhh? Y-ya veo… si… si… Adiós –y colgó la bocina aun algo perplejo.
Todo era tan inusual. Recibir una llamada así de su padre. Quiso se comprensivo con la primera que le hizo hace algunos meces. Solo fue para que le ayudara con el incidente de Omiai y Shuu. Ahora le habia comunicado lo que le acontecía al mas chico de sus hermanos. En ese momento pensó que su padre le pediría ayuda para hacer rectificar a su hermanito, respecto a sus decisiones. Pero no fue así. En su lugar le agradeció por los años que se encargo de él. Y sobe todo le dio a entender que quería volver a verlo de nuevo y platicar.
—Papá —una voz infantil lo saco de su pensamiento.
—¿Mayiru?
—Papá—una pequeña de cuatro años corría hacia él con los brazos extendidos y una enorme sonrisa—. Mamá y yo trajimos el almuerzo.
—¿En serio? —sube a la pequeña en sus rodillas.
No tardo en entrar una linda mujer de cabello negro y piel broceada, con una canasta llena de comida.
—Te trajimos el almuerzo ¡Ha! ¿Que ocurre, querido? ¿paso algo malo?
—Mi padre llamo de nuevo.
—Shin.
—Descuida. No, no es… nada malo.
La Chiquita solo miraba a sus padres platicar, sin entender nada. Con los ojos bien abiertos y un dedito en su boca:
—Papá, mamá.
—No pasa nada, Mayiru —el padre sonríe amable—. Dime, Mayiru ¿te gustaría conocer a tu tío Joe?
—Ummm… ¡Si! —la pequeña asintió alegre—. Heee ¿al abuelito también?
—¿He? Bueno… eso…
—Mayiru —su madre la llama—. Dejemos que papá tome su almuerzo. Vele.
—Si.
Así su esposa termino la conversación. Shin sin embargo comenzaba a pensar que era tiempo de reencontrarse con sus hermanos y con su padre.
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Por otro lado y horas mas tarde. En algún lugar de Kyoto.
—¡¿P-perdiste completamente la razón?! ¡¿Como puedes aprobarle algo así?! —Shuu Kido vociferaba por su celular— ¿y la madre del niño ese? ¿me quieres decir que también aprueba semejante cosa?… ¡¿que?! ¿para que? Yo no quiero… Joe ya sabe que es lo que pienso de todo eso. Yo no tengo nada que hacer allí. En su lugar deberías de estar mas atento. Pero para ti, parece mas fácil decirle que si a todo. ¿no te importa tu hijo? Bueno nunca te hemos importado mucho ¡no estoy histérico! Sabes que… ya… ya.. ¡Adiós! —y colgó guardando el teléfono en su bolsillo a la par que tronaba la boca.
Comenzó a caminar de prisa. Tenia un compromiso ese día.
No puede creerlo ¿como era posible? El chico no puede evitar tronar la boca nuevamente ¿su padre dando tantas libertades? ¡Imposible! Sin embargo este mismo se lo habia dicho. Aprobando las cuestionables preferencias de mas chico de sus hermanos. Pero que no se tratara de él, porque entonces, si. Seria un error. Solo Para que terminara diciéndole que reconsiderara las cosas, que platicara con Joe. Por que de seguro este ya le habia contado sobre la ultima vez que estuvieron juntos. Y por si fuera poco, se atrevía a recordarle lo del Omiai, ya se atrevió a disculparse. Eso ya era tarde, ya era muy tarde.
Llago a una cafetería. Y enseguida vio a su compromiso.
—Lo siento. Tuve cosas que hacer —se acerca y se sienta a la mesa del lado contrario para poder verla.
—Descuida. La conferencia termino tarde y acabo de llegar.
Ella lucia seria y un poco tímida. Hablar con hombres aun le cuesta trabajo, si se trataba fuera de lo laboral.
—Aun así me disculpo. Hoy en la noche regresas a Tokio y no pudimos hablar mucho, Murasakibara.
—No te preocupes —la mujer hace una especie de sonrisa—. No es como si tuviéramos una relación de ese estilo —y toma un trago su taza de café.
—Supongo que tienes razón.
Dijo el muchacho antes de pedir un café a una mesera.
¿desde hace cuando platicaba y se encontraba con esa mujer, con la cual se supone debió casarse? Es cierto. No son novios. Tampoco amigos. Solo un par de personas que se reunían a hablar. Ella perdía su temor a los hombres. Él tenia con quien quejarse de la torpeza de su padre. No habia mas, no habia menos. Solo palabras.
—¿Kido?
—Ummm… no es nada. Mi padre hizo otra tontería.
El muchacho se miro reflejado en la superficie del café. Pensando en que tendría que hablar con Shin-niisan después y convencerlo de tratar de hacer entrar en razón a su padre.
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Los Sansemi habían reservado una mesa privada en uno de los restaurantes tradicionales mas lujosos de la cuidad.
Cuando llegaron, fueron llevados inmediatamente a su sala privada, donde estaba la mesa servida ya con el banquete. Adornada con flores blancas y rojas a su alrededor. Se sentaron. Takeshi y Mizuho juntos, al lado del chico, Joe y Cody, y frente a ellos, los Takaya y los Sansemi.
—Este lugar es bonito —menciono Cody mirando a todos lados.
—Tienes razón —Joe, le sonríe.
—No sean tímidos. agarren, agarren —Takeshi se levanta y estira la mano tomando delgados cortes de carne del plato principal, que estaba delante de la madre de Mizuho. Y se lo llevo a la boca. La señora Sansemi le susurro algo a su esposo. Al verlo Takaya-sensei regaño:
—¡Takeshi, siéntate! Pideme el plato. No te atravieses. Toma un plato para ti.
Sin embargo la madre de Sansemi, volvió a cuchichear al oído de su esposo—. Lo siento. Por favor, discúlpelo. Es que esta muy emocionado —dijo ella nerviosa.
—Setsuna… —llamo Takeshi arto de su actitud complaciente. Pero miro a Mizuho y a Kido, y decidió guardar su comentario y sentarse.
Poco a poco comenzaron a comer. Y cada vez que Nejima hacia alguna de las suyas. Su hermana le regañaba efusivamente delante de todos. Pero él se sentaba y se metía comida a la boca. La suficiente para no decir nada.
La convivencia era incomoda. Joe sentia que sobraba allí, y el malestar empeoraba cuando volteaba a ver a Cody, quien estaba rodeado de extraños. El niño sin embargo, en un intento de aligerar la atmósfera. Le pregunto a Mizuho, tratando de retomar la conversación que habia tenido con ella, antes de llegar.
—Disculpe ¿y ya sabe si tendrá un niño o una niña? ¿que le gustaría?
—Bueno eso es un poco pro… —intento contestar la mujer. Sin embargo fue interrumpida.
—¡Hida! —Takaya-sensei regañaba al infante severamente— ¿como te atreves a hablar en semejante situación? ¿no puedes ver lo tensión. Lo complicado que es todo? —¡Guarda silencio?
—P-pero…
—¡Silencio! ¿que va a saber un niñito ingenuo que se deja engañar por mentiras y falsas promesas? —termino gritando la mujer desesperada por la situación.
—¡A mi nadie me esta engañando! —reitero Cody, apretando los puños a sus costados y con la mirada agachada.
—¡No me conteste! Respeta. Fui tu profesora. Y si sigues así, terminaras muy mal.
—¡Setsuna! —grita Takeshi azotando las manos en la mesa y poniéndose de pie.
Sin embargo lo que llamo mas la atención en ese momento. Fue Joe, quien dejo fuertemente el vaso que sostenía en la mesa. Se levanto rápido en completo silencio. Rodeo la mesa y tomo bruscamente a Setsuna del brazo. Sacándola de la habitación.
Continuara...