Capitulo treinta y tres: Epilogo parte 2
Sin embargo lo que llamo mas la atención en ese momento. Fue Joe, quien dejo fuertemente el vaso que sostenía en la mesa. Se levanto rápidamente en completo silencio. Rodeo la mesa, y tomo bruscamente a Setsuna del brazo. Sacándola de la habitación.
En cuanto Kido cerro la puerta corrediza detrás de si. Dijo fría y seriamente:
—No vuelva a hablarle a Cody de esa manera.
—¡Suéltame! —la mujer se zafa del agarre un poco temblorosa por la mirada escalofriante del chico de gafas.
—¿Lo deje claro? No quiero que le vuelva a hablar a Cody de esa manera.
—¿Qué manera de hablarme es esa? En especial de un chico como tú. No se que vio Tekeshi en ti, para llamarte amigo. Inclusive tuviste el atrevimiento de traer a Hida contigo, como si fuera un juguete. Sin vergüenza. Y yo que creía que Hida era un niño Inteligente. Pero ahora veo que no es mas que es otro chiquillo inmaduro, que…
—¡Guarde silencio! No tiene derecho a hablar asi de él —grita el chico al mismo tiempo que arrincona a la mujer el pasillo—. De mi puede decir lo que quiera. No me importa ¿se cree con mas moral que los otros. Solo por que no entiende nada sobre nosotros? No intente verse como una mujer recta, diciéndole a los demás lo que esta mal.
La maestra arruga el seño. Y de repente, suelta una bofetada. Esas palabras le habían calado muy profundo.
—Yo solo hago lo que es mejor --el chico sostuvo su mejilla enrojecida. Ella siguió—. Tú tampoco sabes lo difíciles que son las cosas para mi. Nada sobre Takeshi, yo o las personas dentro de esa habitación.
Justo en ese momento Takeshi salía junto a Cody.
—¡Setsuna! —el mayor grita el nombre de su hermana y observa la escena—. Estas yendo demasiado lejos.
—Ese chico…
—¡Haa! No me vengas con eso de nuevo. Te debería de dar igual lo que ellos hagan. Cody ya no es tu alumno.
Mientras los hermanos discutían. Cody por su lado se acercaba a su senpai preocupado:
—Estas bien ¿te duele?
—¿He? Si. Digo no. ¡estoy bien! No te preocupes. ¡Nejima, espera! —el de gafas intenta detener el regaño de su amigo—. Esta bien. Fue mi culpa.
—¿Pero que dices, Kido?
—Esta bien. Fue… fue mi culpa. No, no debí actuar asi. No se que me paso —excusa Joe nervioso—. De repente me… me…
—¿Por qué siempre eres asi? —Nejima pregunta—. Piensa un poco mas en ti de vez en cuando. ¿no ves que preocupas a Cody?
Sin embargo el chiquillo presente, agita su cabeza disipando sus preocupaciones. Se acerco a la mejer y le dijo claro:
—Por favor entiéndalo. Joe y yo somos felices. Déjenos en paz. No quiero causar mas problemas. ¿no es eso lo que usted también quiere?
—Cody…
Joe lo llama y lo abraza por la espalda.
La mujer truena la boca y su hermano al instante le reitera:
—Setsuna ¡ya! Por favor, la situación ya es muy difícil para que te pongas a hacer escenas. Te lo deje en claro. Kido es mi mejor amigo, no voy a permitir que sigas con esto.
—Takeshi lo único que yo quiero es que tú…
Pero las palabras de Takaya fueron interrumpidas por un sonido escandaloso dentro de la habitación. Haciendo que Kido y los otros se apresuren a abrir la puerta.
—¿Qué ocurre? ¿que pasa? —Nejima pregunta ante la escena. Ahí, los padres de Mizuho discutían furiosos. El esposo de Setsuna quien, frente a Mizuho la defendía. La novia aun sentada en el suelo, parresia acongojada, protegiéndose el vientre con su brazo derecho, y aun lado suyo un par de platos rotos.
—¡Esto es lo que ocurre por relacionarse con personas como estas! —se escucho claro el reclamo del señor Sansemi.
—Tranquilícese. esto no es bueno para la salud de ella o del bebé —el señor Takaya intentaba calmar las cosas.
—Mizuho. ¡Mizuho! —en cuanto Nejima vio las cosas, corrió al lado de su esposa y la abrazo protectoramente.
—¡Padre, por favor! —regaño la novia avergonzada.
—Lo mas honroso que podía hacer en esta situación era el matrimonio. Entiende, querido —la madre de Mizuho intenta parar la discusión, aun asi ella no quitaba su mirada de desdén.
—Arruino su futuro. Tenia tantos planes para ella. Y con que clase de chico te juntaste. Sin graduarse, sin trabajo ¡un Inútil! —exclamo el padre.
Setsuna trono la boca aun mas fuerte, apretó su puño y apunto de gritarle a aquel hombre, que no habia hecho mas que despreciar a su hermano pequeño. Se acerco, pero antes de terminar de dar el primer paso, sintió como la tomaban de brazo y la jalaban hacia atrás. Alguien se le habia adelantado. Ese habia sido Kido.
—¡¿Como puede hablar asi?! usted no conoce a Nejima. Él ama profundamente a su hija —reitero el de gafas. Hoy todos se estaban comportando como idiotas, reclamando cosas sin sentido. Estaba arto y tal vez por eso no se contuvo—. Él siempre se esta esforzando. Tiene un trabajo de medio tiempo, aun continua estudiando. Lo he visto caerse de cansancio para asegurarse de que a su hija y a su bebé no le falten nada. Y aun asi, él siempre tiene una sonrisa en su rostro ¡Usted no lo conoce!
La maestra se quedo con las palabras en la boca. Ese chico desvergonzado de gafas. Habia dicho justo lo que ella estaba pensando.
Cody que estaba a su lado le dijo orgulloso:
—Lo ve. Cuando llega el momento, Joe protege todo lo que se valioso para él. A las personas que son importantes para él.
Pero ella no dijo nada.
—¡No me sorprende! —el padre de Mizuho seguía despreciando—. Un chico vulgar defendiendo a otro.
—¡Es suficiente! —Mizuho grita alto y fuerte.
—¡Hija! —su madre intenta meterse en medio de la discusión, pero…
—Lo dos vallase —la novia fue clara—. Takeshi es… él es la persona que amo. Si no pueden entenderlo, entonces vallase. ¡no es lo que han querido hacer todo este tiempo? Ya me canse de que se la pasen fingiendo que son perfectos, y que se la pasen despreciando a lo otros. Asi que por favor, váyanse. Ya no tendrán que preocuparse de que yo arruine su perfecta vida. Yo me asegurare de vivir la mía como desee, al lado de la persona que yo escogí —ella entrelazó sus dedos con los de su esposo.
—Mizuho…
Sus padres no podían creerlo.
—Ya la escucharon. Ella ya decidió. Váyanse de aquí —Takeshi sonrió victorioso y con la energía renovada. Por fin podía decir lo que quería decir desde hace unas horas—. Ahora ella es mía. Ya no tiene por que soportarlos. Mizuho y yo tendremos una gran vida ¡No se atrevan a subestimarnos!
—¡Adiós, señores Sansemi! —despidió Takaya con su mirada demoniaca, esa que solía poner en la escuela, cuando regañaba a sus estudiantes.
Asi, el matrimonio Sansemi se marchó del lugar, aun murmurando y reprobando la vida de su única hija la cual se acababa de casa.
—Lo siento mucho. Me disculpo por mi comportamiento —fue lo primero que dijo Kido tras una reverencia, ante los sorprendidos novios.
—Por eso te dije que pensaras mas en ti —contesto Nejima un poco avergonzado—. No tienes nada de que disculparte. De todas maneras, esto iba a pasar tarde o temprano. De debería de ser yo el que se disculpara. Toda esta fiesta esta muy rara, y te molestaste en venir.
—Y también el lindo Cody —agrego Mizuho con unas chapitas en su cara.
—No. No, no. yo estoy bien —Hida enrojece y mueve las manos nervioso—. Nunca me habían invitado a una fiesta tan elegante y bonita.
—Lo siento. En serio. De verdad —no paraba de inclinar la caza el de gafa.
—Que esta bien. ¡Deja eso! —Nejima ruboriza hasta las orejas—. ¡Ya! Te digo que todo esta bien.
—P-pero…
—Esta todo bien, te digo —el de cabello negro pone su mano en el hombro de su amigo, mientras extiende el pulgar de la otra—. De hecho, esta es una buena oportunidad ¿no crees, Mizuho?
—Todos se sorprenderán pero, esto es mas como lo que ambos queríamos desde el principio —la novia saca su teléfono celular de las telas de sus mangas. Igual su esposo.
No tardaron nada en llamar a todos sus conocidos e invitarlos a la repentina fiesta. Al final de cuentas el salón estaba reservado y la comida pagada. Festejaran el dia mas feliz de sus vidas de la manera en la que ellos mas gustaran. En cuanto a los invitados, hubo quien acepto sin dudarlo y quien se negó rotundamente. De sorpresa el par mas grande de locos de la universidad, se casaban. Eso no se lo perderían los curiosos.
Setsuna por supuesto se enojo con su hermano por todo esto que consideraba una falta de respeto. Preocupada de lo que dirán todos por tal improviso.
—Estoy un poco nervioso. Vendrán muchos de tus compañeros de la escuela.
Se escucho la voz del niño tímido.
—No te preocupes. solo no te apartes de mi. Yo te cuidare.
Kido contesta y consiente al niño con una caricia en su cabello.
—¡Usted!
—¡Setsuna!
—¡Takeshi! —pero la maestra no contesto. Torció la boca, se sentó resignada y solo aparto la visa.
—Oye, Kido —Mizuho pregunto al mismo tiempo que guardaba su teléfono—. ¿puedo preguntarte algo? Es que Takeshi nunca me a contado, donde fue que ustedes se conocieron.
—Esa es una historia muy larga, querida —. se adelanto Nejima a la par que guardaba su teléfono—. Él y yo somos grandes amigos desde la secundaria.
—¿Hee?
—Cierto. En ese entonces Nejima usaba el cabello como flan. Medio amarillo, medio negro y la cara llena de banditas adhesivas. Parecías un delincuente.
—¿Hee? ¿en serio? —Mizuho ruboriza sorprendida, intentando imaginar aquello.
—¿Ha? Mira quien lo dice. Si tú andabas todo desaliñado, el cabello te cubría los ojos y siempre mirabas al piso, como si te rodera un aura negra. Precias un fantasma, me-ga-ne-kun.
—Oye. No me digas asi. Ya no lo habías hecho desde ese entonces —reclamo el de gafas.
—¿F-fantasma? ¿Cómo es eso? —Cody también murmuraba por lo bajo, ruborizado de la sorpresa. Ahora que lo recuerda, su senpai siempre se negaba a mostrarle una foto de ese entonces. Ahora ya sabe por que.
—Pero, venga —Takeshi sonríe con alegría—. A pesar de todo, terminemos siendo amigos.
—Cierto -—Joe, regresa la sonrisa.
—¿Quieren decir que no se levaban bien? —Pregunto el niño.
—Asi es. Tu senpai y yo no nos aguantábamos en ese entonces.
—Eso dilo por ti. Parecía que tu me odiabas. Siempre diciéndome megane-kun, megane-kun —se quejo Joe—. Me gritabas y hacías gestos raros de delincuente.
—¡Ha! ya sabes las tonterías que hace uno en la secundaria.
—Si y me arrastraste a mas de una contigo.
—Si. si. No fue la gran cosa —Nejima se ríe a carcajadas—¿te acuerdas de cuando nos pelemos con esos chicos de tercero. Los de la otra escuela?
--No me recuerdes eso... --Joe agachaba la cara apenado.
Cody parpadeaba incrédulo. Vaya, habia aun muchas cosas que no sabia de su senpai.
--Ya vez Cody --Nejima lo llama--, tu senpai siempre a sido un chico atrevido. Pero no por eso deberías de seguir su ejemplo —guiña un ojo—. Si yo te contara.
—¡No le digas cosas raras a Cody! —Joe sale a su defensa y abraza a su niño protectoramente—. Para empezar eras tú el que iniciaba todo. Además Cody nuca aria semejantes cosas. Él no es como tú.
—Es cierto. Es como tú… eso es peor.
—¡¿Que disparates dices?! —ruboriza el de gafas avergonzado.
Fue cuando Cody comenzó a reírse a carcajadas:
—Se nota que se llevan muy bien. Los dos son muy divertidos cuando están juntos.
—Es verdad —apoyo Mizuho sonriendo.
Los jóvenes se reían. Sin embargo Setsuna no estaba nada contenta. Su esposo a su lado, intentaba calmarla, él sabia que ella podía tener un carácter atemorizante. Pero eso era por que ella amaba y quería proteger a su hermano pequeño, por ello se abstenía a hacer mas escandalo.
Takeshi abrió una botella de sake:
—¡Festejemos! —dijo sosteniendo la botella en una mano y el vaso en la otra, se sirvió, a su hermana y al esposo de esta —. Deja de poner esa cara y festeja conmigo —al pasar junto a sus invitados, dijo —. Claro a Cody le daremos algo de sumo, y a Kido… a él... también, mejor le damos algo de zumo.
—¿Hee? — se quejo Kido quien ya habia puesto su vaso, esperando la bebida.
—No te quejes —aclaro su amigo—. Tú porque no te viste. Pero cuando estas ebrio, eres tremendo.
—¿Ebrio? —se escucho a Cody preguntar, clavando la vista en su senpai, quien niega con la cabeza y hace señas tratando de que Nejima cerrera la boca, pero eso fue imposible.
—Te pones como loco. Te crees el príncipe Genji y te pones a decir cosas raras de esas. ¡nos echaron de aquel bar por tu culpa! Te pones bien festivo, bien rápido. Y esta vez no pienso cargarte hasta tu casa.
—Joe ¿que es eso de bar? ¿he? —el pequeño regañaba a su senpai.
—No. ¡Ya guarda silencio, Nejima! —el de gafas gritaba avergonzado. Esa pequeña aventura nunca se la habia querido contar a su pequeño. A tal caso, se habia puesto tan ebrio que no se acordaba de la mayoría de las tonterías que hizo. Siguió acusando a Tekeshi de todo—. ¡Pero si fue tu culpa! Tú fuiste el que me llevo allí en primer lugar.
—¿Ahhh? Pero si te lo bebiste bien contento. Tú solo, yo no hice nada.
—¿Joe, es cierto? —Cody hace un puchero.
—No… del todo… es que él… ese dia… yo…
—Bueno —continuaba Takeshi despreocupado— .Que hazte te quedaste a dormir conmigo y te tuve que prestar ropa y todo eso. Hasta eso, no te veías tan mal. Parecías de anfitrión.
—¿Anfitrión? —pegunto Hida en voz alta tapándose la boca con las dos manos, Intententando ocultar su sonrojo. Se habia imaginado su senpai con esa ropa. Como en los doramas. Con traje sastre holgado y cadenas de oro en el cuello, en lugar de corbata y con todo el cabello alborotado—. Se-sexy —susurro por lo bajo casi inaudible.
Pero Joe enrojecido abochornado y de coraje vocifero sin pensarlo:
—¿Anfitrión? Anfitrión, pero de club nudista para mujeres. ¡No sabes la vergüenza que tuve que pasar todo el… ¡ha! —se tapo la boca con las manos, volteo a ver a Cody, quien tenia la cara mas roja que la suya.
—Takeshi si que eres malo —menciona Mizuho tratando de aguantarse a risa.
—¿Que? Si le preste mi mejor ropa esa vez.
—¡Santo cielo! —Setsuna ocultaba su rostro en el pecho de su esposo, quien le daba unas palmaditas en la espalda. Este era el colmo de ese pequeño teatro vergonzoso.
—Dis-disculpen —un joven se asoma tímida por la puerta principal del salón—. ¿Es la boda Nejima?
—¿Miyu? —Mizuho se levanta alegremente y corrió hacia la puerta—. Pasa. Pasa ¿las chicas vienen contigo?
—Si, algunas.
—Ven, pasa —invita Takeshi—. Traerte a todos.
Asi al poco tiempo, fueron llegando mas invitados. Al cabo de un par de horas el salón estaba lleno.
Setsuna y su esposo se encargaban de atender y recibir a los invitados. Mientras los novios, intercambiaban risas y conversaciones. Por otro lado, varias chicas habían rodeado al pequeño y único niño en la fiesta.
—¿Cuantos años tienes?
—¿Con quien vienes?
—Eres adorable.
Cody subía y bajaba la mirada apenado. Se sentía acosado ¿y su senpai? ¿adonde habia ido?
—M-mucho gusto —murmuraba tímido—. Soy Cody Hida… yo… umm…
—¡Cody, Aquí estas! Te dije que no te separaras de mi —Joe se abre paso entre las mujeres.
—Tú fuiste el que desapareció de repente, cuando te fuiste con unos chicos —reclama caprichoso el chiquillo.
—No te enojes. Solo son unos compañeros de clase.
—Hee. Asi que este niño tan bonito, viene contigo, Kido —una de las chicas menciona.
Otra mas noto lo obvio:
—No se parece mucho a ti. Además, recuerdo que dijiste alguna vez que no tenias hermanos pequeños. Asi que… ¿por que lo trajiste contigo?
Pero Kido solo sonrió, tomo sutilmente la mano de su pequeño y se limito a decir mientras se lo llevaba lejos:
—Es cierto. Él no es mi hermano pequeño. Él es mas especial que eso.
Las chicas se quedaron calladas e impresionadas, por un momento, Kido; aquel chico tímido y callado que se sentaba al fondo del salón de clases, ese que apenas notaban. Les pareció muy atractivo, pero…
—¿Qué quiso decir con eso?
—Umm…
—Bueno. ahora que lo mencionan, he escuchado rumores respecto a lo que Kido le gusta.
—¿Heee? No quieres decir que…
—¡¿se la están pasando bien, chicas?! —Mizuho se acerco junto a su esposo, interrumpiendo.
—¡Ah! Si.
—Si, claro.
—Pero no estén aquí solas —Takeshi sirve vasos de cerveza a sus invitadas—. Diviértanse.
—¡Hey Chicos! vengan, vengan les quiero presentarlos—Mizuho prácticamente arrastra a un grupo de chicos a aquel grupo de señoritas.
Asi distrajeron a sus invitados.
Mientras tanto Joe aprovecha el ajetreo dentro del salón para escaparse con su pequeño al jardín japonés, que se encontraba en medio del restaurante. al parecer eran los únicos afuera. Podían escuchar la música y las conversaciones de los otros salones cerrados que tenían sus propias fiestas.
—Por fin podemos estar solos —Joe se sienta en una banca de piedra cercana.
—Si —Cody se sentó su lado de un salto—. No pensé que Nejima-san tenia tantos conocidos. Vino mucha gente de repente.
—Si. Me alegro. Ellos se desenvuelven mejor en esta clase de ambiente.
—Supongo. Pero —el niño se muestra caprichoso— me dejaste solo con todas esas personas.
—Lo siento.
—Y… lo que hiciste…
—Joe noto un pequeño sonrojo en las mejillas de su niño. Tomo su mano discreto y le dijo:
—Si quieres, podemos volver y decirle la verdad a todos. Y presentarte como es debido.
—Tonto —Cody se abochorna—. No me refería a eso. Además, si lo haces, Takaya-sensei se pondría histérica. Recuerda lo que dijo mi madre respecto a la discreción… eh, digo, quiero decir; mejor cuéntame eso de que te fuiste a beber a un bar.
—¿Hee? Bueno, eso…. —el mas alto no puede ocultar su nerviosismo—. yo… yo… es que… es que… ¡no lo volveré a hacer!—termino cerrando los ojos y juntando las manos arrepentido.
—Esta bien. De hecho. Creo que me gustaría hacer eso contigo …alguna vez.
—¿Heee?
—Claro, no ahora. Cuando sea un poco mayor. Me da algo de curiosidad —confiesa el castaño. Aun que mas que la curiosidad de probar el alcohol, era la curiosidad de ver a su senpai "ponerse tremendo y creyéndose el príncipe Genji" como decía Nejima-san—. Además… t-también… —formo una pequeña sonrisa traviesa—me gustaría ver tu look de anfitrión.
—¡Ahhh! No me pidas algo tan vergonzoso —ahora Kido quien coloraba y se acomodaba las gafas nervioso.
Cody agrega un puchero y agrega:
—Ummm… si lo haces dejare que juegues con mis pies otra vez, y esta vez usare la yukata de peces dorados que te gusta ¿que te parece, eh?
Kido se queda callado. ese no le parcia un mal trato. Desde que jugo con los pies del pequeño la vez anterior, habia estado fantaseando con la idea de frotarlos con un plumero hecho de plumas de faisán.
—Joe ¿Por qué sonríes de esa manera?
La ingenua voz de Cody lo saca de sus pensamientos.
—Lo siento —contesta el de gafas tapándose la boca y volteado la cara. ¿Cody no habia leído sus pensamientos? ¿o asi?—. L-lo pensare.
A Cody le brillaron los ojitos, mientras el mayor ya se estaba preguntando asi mismo, de dónde sacaría semejante ropa.
El castaño se acerco dando saltitos sin levantarse, hasta estar tan cerca de su senpai como le fuera posible. Se acerco a él y se acorruco en su brazo. Se sentía cálido y tranquilo. Estaba feliz.
Kido comparte el sentimiento y se lo hace entender acariciando su cabeza, ese gesto que tanto le gustaba.
Desliza su mano lentamente por el rostro y tomándolo por la barbilla, se inclino para besarlo sinceramente en los labios. Y es como si el tiempo se detuviera. Asi, juntos para siempre.
A la lejanía se veía a Nejima que contemplando la escena. Sorpresivamente, incluso para él mismo, se ruboriza.
—Takeshi ya encontraste a…
Mizuho llama de tras de él. Y se queda en silencio en cuando ve a su esposo, hacerle una seña con sus manos.
—Es la primera vez que los veo asi… —murmuro el muchacho—. Es algo impresionante —dice, pero no del mal modo.
Mizuho cubre su sonrisa con la manga de su kimono y suelta una risita. Ella habia pensado algo parecido.
—¡Ah, Nejima!
Joe le llama en cuanto se percata de que sus anfitriones los observaba.
—¡Ah, nada! Solo salieron tan rápido del salón que me preocupe. Pero veo que no fue nada. Se están divirtiendo mucho solos—contesta el de cabello negro.
—¡Ah! ¡ah! es que…
Kido quiso excusarse ruborizado. Cody también esta tan rojo como él.
—No sean tímidos. Además, tenia razón. ¡Lo sabia! ¡Sabia que se veían muy tiernos juntos! —Suelta Mizuho tras un aplauso emocionada. Haciendo que Kido e Hida enrojecieran mas.
—Los dejamos solos.
Nejima se despide y toma a su esposa por la cintura dándoles la espalda.
—¡N-no, no! ¡Esperen! Quiero ir adentro otra vez —Cody se levanta de un salto.
—Claro. Claro —el mayor se levanta y le toma de la mano.
Asi se fueron en la compañía de los recién casados que no paraban de hacerles bromas y reírse cómplices.
La fiesta esta en su apogeo.
Han pasado varias cosas en este año, aun que a veces no lo pareciera. La pareja a un avanza, lentamente a su ritmo. Pero siempre hacia a delante. Haba personas que los miraran y los señalaran, pero también los que estarán a su lado en ese momento. Los que cuestionen sus decisiones, los que los guiaran y los que trataran de entenderlos en el camino.
Cody piensa que es bueno ser adulto y poder descubrir y analizar los misterios a su alrededor. Joe piensa que es bueno ser niño y gozar de las libertades y de los sueños simples e inocentes. Ambos disfrutan sus convicciones y sus deseos.
Ambos continúan creciendo.
Fin.