Capitulo tres: En las aguas termales con senpai.
Al final después de un largo viaje en auto, entre un hermoso bosque y casi escondito del mundo, llegaron al onsen conocido como el “Sonosora”
--Que impresionante se ve este lugar.
Comento Kido observando el enorme hotel en el que se hospedarían.
El edificio no solo era enorme, tenia un clásico estilo japones, hecho de madera y el techo formado de tejas azules.
--El lugar es muy bonito.
Sonrió Cody.
--Sacare las cosas del auto y después entraremos, esperame en la puerta del frente.
Y agachándose rápidamente, el mayor el mayor le dio un beso suave en la mejilla a su niño.
A los pocos minutos entraron al onsen.
--¡Bienvenidos!—Los resibio la okami, era una mujer alta de cabello negro sostenido en un clásico nudo japones, vestía un kimono blanco de flores azules al igual que el cintillo que la sostenida, tenia un porte elegante acentuado por su labial rojo—Baya, que tenemos aquí, un apuesto joven y hermoso niño ¿Se van a hospedar aquí?
--Si, vera gane estos boletos y…
Trato de explicar el muchacho.
--Entiendo, debes de ser el invitado especial que esperábamos. Te preparamos la mejor agitación de la casa—La hermosa mujer demostró una elegante y astuta sonrisa mientras se llevaba la mano al rostro—Aun que la verdad, esperábamos una pareja de novios y no un joven y un niño. Que interesante.
Se río discreta.
--¡Somos hermanos!
Gritaron Hida y Kido al mismo tiempo, antes de que la encargada se hiciera ideas raras, que aun que ciertas, en ese momento podían ser problemáticas.
--Entiendo, entiendo, entonces los llevare a su habitación. Siganme por favor—Comensaron a caminar por los pasillos y subieron por las escaleras mientras la mujer comentaba sin deshacer su sonrrisa—Pensamos que no vendría, sabe a unos cuantos kilómetros de aquí acaban de inaugurar un nuevo onsen, tiene un estilo occidental que llama la atención de los visitantes. Ya nadie respeta lo clásico, pero que se le va a ser, a estos jóvenes de ahora ya no les interesa nuestra cultura—Suspiro—Ese Onsen nos esta robando los clientes, que desgracia, antes teníamos la reputación de ser un escondite para los amantes y las parejas. Ahora solo aparte de ustedes hay una pareja de ancianos y un grupo de chicas de preparatoria.
--¿En serio?
Pregunto Joe por impulso, la verdad había imaginado que no iba a estar en un lugar a solas con Cody, al ver la cantidad de gente en el onsen anterior. Pero con esta nueva información, quizás podía dejar la timidez a un lado cuando se trataba de darle atención especial a su niño.
--Si, bueno—La mujer suspiro—Nos alegramos de tenerlos, pero ahora que lo pienso hay muchas habitaciones vacías, quizás tu hermanito quiera dormir en algunas de ellas en lugar de compartir la habitación.
--¡No, así esta bien!
Otra vez la pareja respondió a la par, casi ensordeciendo a la dueña del lugar, la cual solo sonrío discreta y dijo.
--Ya, veo que los dos son muy unidos. Bueno entonces los dejare para que se instalen.
Y con un pequeña reverencia la okami se despidió.
Cody y Joe entraron a su habitación quedando impresionados.
Esta era muy grande y hermosa, adornada con abanicos y arreglos florales japoneses en tonos rojos y dorados, como lo había dicho la okami el lugar perfecto para una pareja que escapaba de todo y tuvieran un momento par relajarse y amarse.
Se instalaron y se cambiaron la ropa por una cómoda kinagashi.
--¡Espera tranquilo!—Se escuchaba la voz de Joe entre risas--¡¡Vamos a comer algo primero!
--No tengo hambre.
Contesto Cody que abrazaba al mayor por la espalda, evitando que el mayor terminara de amarrarse la kinagashi.
--Vamos, no hemos comido nada, no es bueno que no comas a tus horas—Regaño con cariño el muchacho. Por lo cual el niño lo soltó haciendo un pequeño puchero, por su parte Kido termino de vestirse mientras se daba la vuelta y abrazaba al niño, el cual le miro descontento—Ya, cuando terminemos de comer algo haremos lo que quieras.
--¿De verdad?
--Si, de verdad.
Le sonrió el muchacho, se agachó quedando a la altura del castaño y le beso suavemente en los labios.
Al separase, Cody se llevo la yema de los dedos a la boca mientras se ruborizada ligero. Su senpai se comportaba menos tímido de lo usual.
--Esta bien—Contesto a los pocos segundos—Vamonos.
Tomo de la mano a Joe y salieron de la habitación.
La cena se llevo a cabo en la sala común del hotel debido a que eran pocas personas, se planeo que así seria mas sencillo y cómodo para todos y sin tener ninguna objeción de los inquilinos, así fue hecho.
La cena fue enorme con platos típicos de la región.
--Espero que disfruten de la cena.
Sonrío la okami.
Todos se sentaron a la mesa.
Cody observaba a su alrededor, la okami no había mentido, aparte de él y su senpai, había un pareja de ancianos que comían una porción de arroz lentamente como si el tiempo no transcurriera para ellos; sin embargo la razón de que solo observara a la longeva pareja era para distraerse y no pensar en lo que ocurría a su lado.
--¡Heee! ¡De verdad! ¡Ya eres universitario!
La escandalosa voz de una chica risueña se escuchaba por toda la habitación.
El chico de lentes había llamado mucho la atención de el único grupo de chicas presentes en el onsen. Las cuatro coquetas chicas casi habían arrinconado a Kido, quien no acostumbrado a tanta atención, solo trataba de ser amable.
--Ummm si…
--¡Eso es genial! ¿Y que estudias?
--Ah, este… medicina.
Kido sonrío despistado.
--¡Sorprendente!—Las chicas se le pegaban cada vez mas, casi hacen a un lado a Cody quien solo pensaba enojado.
“Lo esta haciendo de nuevo”
Aveces Cody no sabia que pensar, si su senpai era demasiado amable con las chicas o si este lo hacia apropósito atrayendo las. Ya que no era la primera vez que algo así pasaba, ya fuera que estuvieran caminando por la calle o comiendo en alguna cafetería, las mujeres a su alrededor volteaban a ver al mayor. Quizás era el aroma especial que tenia su senpai y que tanto le gustaba o quizás era la manera tan inocente en la que lucia, él sabia mejor que nadie que la apariencia de su senpai podía ser algo engañosa.
Fuese lo que fuese no le gustaba.
Entonces jaló a Joe del brazo afianzándose a él, apartándolo de aquellas colegialas. Y con una sonrisa dulce dijo.
--Oni-chan recuerda que ya tienes novia y que si estuviera aquí le molestaría mucho ver esto.
--¡¿Novia?! ¡Heee!
Se escucharon a las chicas decepcionadas y alejarse de él.
--Oye, tu hermanito es muy lindo—Menciono un de ellas únicamente intentando hacer conversacion—Se nota que te quiere mucho.
--Si, yo amo a mi Oni-chan ¿Verdad?
respondió el castaño evidentemente celoso, pegándose mas al brazo de Kido, quien simplemente sonrío sincero. pareciendo a las estudiantes algo muy lindo, la tan buena relación de “hermanos” que tenían ambos.
Una mas dijo refiriéndose a Hida.
--Eres un niño muy lindo, pero sabes no es bueno dejar la comida—Señalo divertida el plato del menor, quien había dejado solamente los pequeño tomates rojos de la ensalada a un lado—Si no comes tus verduras no crecerás tan alto como tu hermano.
--No es necesario que te los comas si no te gustan.
Sonrío el chico de lentes.
Sin embargo el niño agachó la mirada, soltó a Joe y después de unos segundos se levanto de la mesa.
--Ya no tengo hambre, perdón por dejar la comida—Se disculpo con la okami con una pequeña reverencia, se volteo hacia Kido y le dijo taciturno—Ire a la habitación ahora… con permiso.
Se retiro.
Entro de mal humor a la habitación, no tenían que recordar le su baja estatura, mucho menos las chicas que intentaban coquetear con su senpai, agachó la cabeza entristecido.
“Crecer”
Penso, mientras se llevaba las manos al pecho.
No era justo, a pesar de ya haber cumplido trece años y estar en secundaria su cuerpo no había cambiado, seguía teniendo esa apariencia tan infantil que lo hacia destacar demasiado de sus compañeros de clase.
¿Y si a Joe dejaba de gustarle por eso?
--No, no es cierto—Se sento en la esquina de la habitación abrazando sus rodillas—Él me ama mucho, pero… ummm..
escondió su carita entre sus piernas, no le gustaba pensar en eso, en especial por que las chicas que siempre pretendían a su querido senpai eran muy bonitas, tan altas y elegantes.
Repentinamente se escucho como corrían rápidamente la puerta de la habitación.
--¡Cody!—Llamo Kido acercándose a él—Ven vamonos—Lo tomo de la mano--¡V-vamos a bañarnos!
--¿Qué? ¿Pero que?—Pregunto el niño mientras lo jalaban de la mano a las termas—Un momento tú dijiste que haríamos lo que yo quisiera y…
--Seria un desperdicio—Interrumpio Joe—Venir hasta aquí y no entrar a bañarnos, por eso… por eso es un buen momento…
Era evidente que el mayor lucia nervioso. Incluso para el era muy obvio que el castaño se había enfadado con él por no prestarle la atención adecuada durante la cena o por hablar con aquellas chicas y pretender que solo era su hermano.
Él solo quería enmendar su error y contentar a su pequeño, y para ello tenia un plan, solo era cuestión de que dejara su timidez aun lado por un momento.
Dejaron la ropa en el vestuario, el pequeño aun disgustado lo hizo sin mucho animo y sin querer mostrarse ante su senpai.
después entraron juntos a las termas al aire libre, podían ver el atardecer caído transformarse en anochecer. En especial el castaño quien en ese momento se mostraba caprichoso, guardando su distancia del mayor, sentado en un banquillo aun metro de él, claro, se negaba a verlo, aun que realmente por momentos desviaba la mirada observando el cuerpo maduro y sensual del mayor.
“No, no, no”Penso el niño ruborizado, agitando la cabeza de un lado al otro”Se supone que estoy molesto con él”
Y se echo agua encima.
--Cody—Le llamo Joe tímido--¿Quieres que te bañe?
--No gracias—Rechazo el menor quisquilloso—Yo puedo hacerlo solo… --Lo miro directamente, no podía evitarlo, a pesar de no ser la primera vez que se bañaban juntos, por no decir, verse desnudos, la curiosidad de ver era mas poderosa que él--¿He? ¿Por qué te dejaste las gafas puestas?
--Bueno pensé que seria conveniente solo por esta ocasión.
Sonrío Kido mientras se acomodaba los lentes.
El menor por su parte se levanto y se acerco a su senpai.
--No esta bien que las lleves puestas aquí adentro—Regaño Cody—Se te mancharán con el agua caliente.
--Esta bien eso no va a pasar.
Contesto Joe jalando delicadamente a su niño del brazo par abrazarlo dulcemente.
--¿Joe que haces?
Intento el castaño de apartarse pero los fuertes brazos de su senpai lo impedían, pegándolo aun mas a su pecho, un ligero rubor se hizo presente en sus mejillas al sentir el tacto suave de la piel del mayor contra la suya.
Fue entonces que el chico de cabello azulado le susurro.
--Anda, dejame, dejame bañarte.
El pequeño castaño solo asintió con la cabeza.
Se sentó en el regazo del mayor y este prosigio a huntarle un poco de jabón en el cuerpo y comenzó a lavarlo con la esponja, cubriendo al niño con espuma por todas partes.
Esto era un poco extraño para Cody, se suponía que estaba disgustado con el mayor pero estaba disfrutando mucho del baño, casi podía adivinar como terminarían.
“Me da vergüenza, ni siquiera lo hemos hecho en el baño de su casa”
Penso ruborizándose.
--Cody, inclinate hacia delante par que frote tu espalda.
Indico Joe cariñosamente.
El niño asintió y se inclino levemente. Se sintió estremecer al sentir el jabón liquido escurrir por la espalda.
sufrió un pequeño escalofrío y sus mejillas enrojecieron.
--¿Te gusta aquí?
Sonrío Kido pasando su dedo por el largo de la espalda de arriba hacia abajo.
--¡Ahh!
Exclamo el niño temblando irremediablemente, se recargo en el pecho de su senpai esperando que el extraño cosquilleo desapareciera, sin embargo el mayor aprovecho el momento para abrazarlo y posar sus manos en el pecho del niño, frotando hábilmente la yema de sus dedos contra los encantadores pezones del castaño, quien solo movió las caderas de un lado al otro avergonzado.
--Ummm… N-m… n-no.. se siente raro con el jabón.. ¡Ahhh!
Suplico excitado el pequeño.
El jabón era extremadamente resbaloso intensificando las sensaciones al máximo.
--No te muevas mucho, te vas a caer.
Esta vez lo brazo mas firme el mayor juntando su cuerpo con el mas joven.
Cody por su parte sufrió un pequeño sobresalto, sentía la erección de Joe frotándose justo detrás de él.
--J-joe, tu… ¡Ahhh!
El mayor no lo dejo continuar, vaciándole precipitadamente agua caliente encima para enjuagarlo.
--M-metete al agua.
Ordeno el mayor ruborizándose de vergüenza.
--Pero…
Volteo a verlo el castaño.
--Vamos, te hará daño si no lo haces, cuando… cuando te metas cierra los ojos y cuenta hasta diez.
--Si.
Le sonrió el niño de ojos verdes mientras efectuaban lo que le habían dicho.
En cuanto se metió a las termas, las cuales le llegaban apenas debajo del pecho; cerro los ojos y contó en voz baja sin borrar de su cara una sonrisa divertida.
La actitud de su amado senpai le gustaba, mostrándose atrevido, conquistándolo pero sin dejar aun lado su timidez clásica.
El pequeño estaba a punto de terminar el conteo cuando sintió que lo abrazaban por detrás, el castaño abrió los ojos, se dio la vuelta lentamente y correspondió el abrazo percatándose que a diferencia de él a Kido el agua le llegaba a la cadera, no fue lo único que noto, el erguido y duro miembro de Joe le rozaba el estomago. avergonzado abrazo con mas fuerza al mayor.
Con voz temblorosa apenas pudo decir.
--Te quitaste las gafas.
Se ruborizó hasta las orejas ¿Qué estaba diciendo? No era el mejor momento para comportarse a si de tímido.
--Me siento mas cómodo asi—Respondio el mayor con una sonrisa tranquilizadora al notar el nerviosismo en su joven pareja—Tranquilo relajate.
acarició su pecho con la palma de la mano, lento, suave, tomo un poco de agua con la mano y la vertió sobre el pecho de su niño y volvió acariciarlo suavemente.
--Ummm…
exclamo el castaño sintiendo su timidez se iba con el agua reemplazándola por una sensación relajante.
A continuación, el mayor metió una de sus manos por debajo del agua y comenzó a acariciar la cara interior de los suaves muslos de su niño, lento, morosa y insinuante, pero sin rozar su sexo.
Cody por su parte comenzó a envolverse en una sensación embriagante, queriendo entregarse en ese mismo lugar. El mayor se agachó ligeramente y comenzó a besarle dulcemente la cara, mientras que con uno de sus brazos lo tomo por la cintura juntando mas sus cuerpos, ambos dejaron escapar un ligero gemido al sentirse estremecer por el frote de sus pieles húmedas.
--Por favor…
predio el castaño.
El muchacho respondió con un beso y con cuidado se fueron haciendo a la orilla y sin salir del agua se sentaron, Joe primero y Cody sobre su regazo, aprovechando para recargarlo en su amplio pecho y poder abrir las delicadas piernas a su pequeño, dando paso libre a su mano para que este lo masturbará.
--Ah… ah… ah… ah… ahh—El pequeño respiraba entre cortado, su cabeza comenzaba a nublarse por el placer y el vapor del baño—Ahh… despacio.
El agua caliente magnificaba el cosquilleo que sufrió su pequeño cuerpo.
Mientras tanto Joe, con su mano libre, lo rodeo por la cintura y la deslizo suavemente hacia arriba hasta alcanzar una linda cerecita rosa en el pecho del pequeño y comenzó a rozarla sin olvidarse del delicado y sensible asunto que tenia masageando en su otra mano.
Cody grito extasiado inclinándose ligeramente hacia en frente.
--¿Te gusta?
Pregunto Kido sonriendo complacido, aun que en ese momento no podía ver con claridad, la hermosa imagen mental que tenia de su niño y el tacto le eran suficientes para satisfacerlo en ese momento.
--Ahh… Si.. se siente bien… mas, hazlo mas rápido.
Indico Hida poniendo su mano sobre la de Joe indicando que acelerara los movimientos de esta.
--Esta bien—Beso el mayor en su mejilla—Pero tienes que avisarme antes de que termines, no seria bueno si ensuciamos el agua.
--Si.
Murmuró tímido el castaño. En ese momento su cabeza solo comenzaba a dar vueltas.
A continuación el mayor acodo de nuevo a su amado niño y comenzó con la petición que le habían hecho, castigando placenteramente la intimidad del menor.
Podia escuchar perfectamente todos los quejidos y gemidos de Cody, comenzaba a calentarse queriendo ir mas lejos.
Derrepente escucharon un ruido del otro lado de la pared que separaba el baño femenino del masculino, rápidamente Kido abandono el pecho del castaño y con su mano le tapo la boca, provocando que este se sobresaltar.
--Shhh… tranquilo, no hagamos mucho ruido.
Fue todo lo que dijo Joe antes de continuar con sus acciones. Esta vez tentado, toco con su indice la rosada entrada del menor quien cerro los ojos fuertemente dejándose llevar por el tacto que tanto estaba anhelando.
Podia escuchar claramente las risitas de sus vecinas de al lado, pero al mismo tiempo era como si no estuvieran, no, mejor dicho era que no importaba que estuvieran, apenas siendo separados por un muro de bambú de escasos centímetros de espesor.
Joe por su parte seguía en su proceso de preparar a su niño, masageando con especial cuidado la entrada de Cody, quien repentinamente comenzó a moverse y negar con la cabeza.
--¿Qué ocurre?
Murmuró al oído de Hida al mismo tiempo que descubría su boca.
--Me siento un poco extraño.
Contesto el castaño en voz baja mientras tomaba los brazos de Joe débilmente y se envolvía en ellos. Esto no iba bien, a pesar de querer continuar comenzaba a…
--¿Estas bien?
--Si, solo… me siento… ma-mareado… aaa…
Y con un pequeño gemidito y desplomándose en los brazos de su senpai, Cody termino mareado como pequeño pan al vapor; lindo, suave y con los ojitos en espiral.
El calor había sido demasiado.
--¿C-cody?—Llamo el mayor preocupado--¡Cody! ¡Resiste!
Grito sacando al niño del agua tan rápido como pudo.
Al parecer su plan de ser lindo y espontaneo no había salido como Joe había previsto.
Continuara...