Capitulo cinco: El final de nuestras vacaciones
--Una vez mas… voy a hacerlo una vez mas… ¿De acuerdo?…
El niño deslizo su mirada, encontrando con los ojos negros de su senpai, tan amable, tan deseoso.
--Si, hazlo… hazlo mas…
Pidío con un hilo de voz temblando aun de placer por el ultimo orgasmo.
Joe se acomodo las gafas mirando la hermoso figura de su niño, en especial su linda parte trasera, suave, redondo y sonrosado como un jugoso durazno.
Lo tomo firmemente de las caderas y no demoro mas.
Esta vez con ligeros empujones comenzó a hundirse en las estrechas blanduras de su pequeño, la vez que pasaba su brazo por debajo, rodeando el pecho de Cody levantándolo para que se pusiera derecho.
--Ahhh… esta entrando otra vez… es muy caliente…
Gimio el castaño sintiendo que su cuerpo se llenaba de una explosión de gratas sensaciones.
--Ah, estas tan húmedo y apretado, se siente tan bien—Susurro Kido en su oído mientras le abrazaba, beso en su mejilla y después a lo largo de su cuello estremeciendo al chiquillo, le susurro de nuevo—Dime, quieres que te acaricie de un modo especial, no seria justo que solo yo me sintiera bien.
El niño soltó un sonidito de aceptación con un encantador sonrojo en las mejillas, entonces coloco una de las manos de Joe sobre su pecho indicándole que jugara con sus lindas cerecitas.
—Entiendo, pero esta vez quiero que seas tú el que empiece a moverse.
Indico el mayor y beso en la boquita de miel de su niño a la vez que acariciaba su pecho.
Lentamente Cody inicio en movimiento, cadencioso y poco profundo.
Kido por su lado rodeo con un brazo mientras continuaba pellizcando y sobando los pezones del castaño con su mano libre.
--Se siente bien… ah… siento a Joe en mi estomago… ahh ummm… aquí.
Gimio su niño con voz queda, deslizando su mano junto a la de su senpai, por su pecho, abdomen y por ultimo el vientre, justo debajo de su ombligo.
El mayor soltó un suspiro largo sintiendo el movimiento sobre el ligeramente inchadito vientre del castaño y acariciaba.
Robo un beso mas y después de repasar con ambas manos la esplendida figura de su pequeño, lo inclino de nuevo, haciendo que apoyara las manos sobre el futon pero sin arruinar la posición.
Le tomo de sus caderas acelerando sus movimientos.
La sensación era tan increíblemente placentera, ambos intoxicados en una perfecta satisfacción.
Las gotas del sudor los bañaba, brillando por la luz que se colaba por la ventana; la habitación impregnada con la esencia de ambos.
--Ah… ah.. se siente tan bien… cuando lo haces de esa forma… ah… ah… ahhh…
Grito Cody temblando, respirando agitado, apretando con las manos la colcha de la cama, lentamente se fue inclinando hasta que dar a cuatro de nuevo. No le faltaba mucho.
Las manos de su senpai le recorrieron velozmente, sabia que al mayor tan poco le faltaba mucho.
Le escucho decirle una vez mas.
--Ah, Cody… Cody te amo.
El niño sonrío inundado de un cálido cosquilleo, Joe nunca olvidaba decírselo.
Así el pequeño cuerpo se estremeció dejando escapar unas cuantas gotas de rocío blanco.
Por su parte el mayor sintió como su pequeño Cody le apretaba por dentro y con una ultima embestida termino lo mas profundo y sin contenerse.
Hida soltó un pequeño quejido, de placer de vergüenza, se sentía tan lleno por dentro y a la vez escurriendo el semen de Kido fuera de él, sin siquiera a verse retirado.
Ambos soltaron un ultimo suspiro, un ultimo quejido.
El menor recargo exhausto la cabeza sobre la almohada, recobrando el aliento.
A continuación Joe se retiro con sumo cuidado del interior de su pequeño, observando como el blanco liquido que había puesto dentro de él, salia y escurría en pequeños riachuelos desde la rosada entrada bajando por el largo de sus piernas.
--Uhh… no me puedo mover…
Susurro Hida exhausto.
El mayor sonrió, su niño había sonado tan lindo. Lo tomo de la cadera y del costado, acortándolo despacio sobre el futon.
Suspiro aun encantado, se quito las gafas y por ultimo se dejo caer al lado de Cody.
--Eso fue grandioso.
Penso en voz alta con una enorme sonrisa, provocando en el castaño una pequeña risita.
--Ah.
Exclamo Kido enrojecido de pena ¿Acaso se había escuchado tan pervertido como él pensaba?
--Uggh…
Escucho un quejidito de incomodidad de parte del niño y que este se movía en el futon.
--¿Que ocurre?
Pregunto mientras rápidamente limpiaba sus lentes con la sabana y se las colocaba para mirar a Cody, sin embargo en cuanto lo hizo el niño lo empujo con su mano, obligando a que le diera la espalda.
--¿Que?… Espera….
--No, no mires—Dijo el niño de ojos verdes con tono avergonsado—Date la vuelta, es vergonzoso no quiero que mires.
--Esta bien—Asepto el muchacho al ver el rojo de las mejillas de su pequeño--¿Esta todo bien?
Pregunto un poco preocupado.
---Si, solo dame un momento, no te vayas a voltear.
--Esta bien.
Dijo Kido, escuchando como Cody tomaba un pañuelo tras otro de la caja que había puesto detrás suyo antes de iniciar.
desvió la mirada curioso para ver lo que hacia el menor, apenas pudo ver como este se haciaba todos los líquidos indecoroso con los que lo había ensuciado.
--No mires, te dije que no voltearas.
Regaño infantil el castaño al percatarse del espionaje de su senpai.
--¡Lo siento!
Se disculpo este con un pequeño sobresalto y aparentó que no había mirado nada.
--Ummm… ya, ya termine.
--¿Estas bien?
Joe se dio la media vuelta quedando de frente a Cody quien asintió con la cabeza y le dijo.
--Si, solo—Bajo la voz—Solo fue mucho… mas que las otras veces.
--L-lo siento, creo que me deje llevar demaciado y…
--No, estoy bien—Interrumpio el niño—Me gusto mucho, me hiciste sentir muy bien.
Termino ruborizándose al igual que Kido por el alago tan repentino.
Se miraron un, par de segundos y después se sonrieron mutuamente, aun era extraño que ambos repentinamente sintieran vergüenza de este tipo de asuntos a pesar de apenas haber terminado y de haber llegado su relación a ese punto.
A continuación el muchacho atrajo el cuerpo mas joven al suyo, abrazándolo amorosamente y tapándose con el cobertor de futon.
--Ven quiero abrazarte.
Dijo el mayor alegremente abrazándolo con firmeza para que quedara recostado sobre su pecho.
Cody le dijo con una sonrisa.
--Ya, estas caliente—Se acurruco—Estoy muy cómodo, cuando estoy así contigo me siento muy seguro.
--Que bueno, me hace feliz oír eso.
acarició el cabello chocolate de su pequeño jugando con un mechón del mismo.
--Joe.
--Estoy muy feliz de que estés a mi lado—Abrazo—Lo siento, se que no te gusta que siempre me este disculpando pero, lamento no poder pasar mas tiempo contigo desde que inicie la universidad. Te prometí que nada cambiaría pero…
--Um um—Nego Cody—Tú siempre eres tan amble y amoroso conmigo, incluso sueles consentirme mucho—Sonrrio—Sabes al principio si estaba molesto por que estabas muy ocupado para estar conmigo, pero después vi como siempre te estas esforzando por ti y por mi y me sentí feliz, me sentí afortunado. Yo también quiero esforsarme mucho quiero ayudarte para que no cargues con ese peso tú solo, aun que no pueda hacer mucho por ti, quiero ayudarte.
--Cody… te equivocas, tú ya haces mucho por mi. Cuando estoy a tu lado siempre me das todo y no me refiero solo fisicamente—Cody also su rostro mirando a su senpai. Este continuo diciéndole con una sonrisa—Si no que al hablar y al estar a tu lado, sacas todo lo mejor que hay en mi interior. Si me esfuerzo es por que tengo un motivo muy importante para ello, eso eres tú. Eso es lo que significas para mi.
El niño lo abrazo con todas sus fuerzas estaba feliz, inmensamente feliz.
--Joe te amo.
--Yo tambien—El mayor lo abrazo y bajo su mirada—Cody, me se gire esforzando por ti, para así poder darte todo algún día.
Observando como el pequeño bostesaba.
--Yo no quiero todo, solo a ti.
Susurro el castaño.
--Lo sé, pero aun así yo quiero hacerlo.
sonrió cándido.
--Joe.
--¿Que ocurre? ¿Tienes sueño?
--No, todavía no… ummm cuéntame algo. Solo en lo que me duermo ¿Si?
Sonrrio.
--Esta bien, ¿Que quieres que te cuente?
El pequeño lo pensó un segundo y después le dijo emocionado.
--Cuéntame de cuando eras niño ¿Que te gustaba hacer? ¿Te gustaba un programa en especial? ¿Que comida no te gustaba? Dime por favor.
--Esta bien, veamos…
Asi mientras la luna hacia su recorrido, susurrando dulces palabras, en una canción de cuna acurrucandose en el pecho del otro, conocían sus sueños pasados y futuros.
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Sintió un escalofrío recogerle el cuerpo a causa de la fría mañana, Cody tembló, se movió en el futon buscando el calor del cuerpo de su senpai, se dio la vuelta sin abrir los ojos y se acurruca en el pecho de Joe, sonriendo ante el cálido tacto y se durmió de nuevo.
En ese momento Joe despertó, sin moverse demasiado se coloco las gafas, miro primero a su niño durmiendo como angelito, acurrucado aun lado de su pecho y después el reloj de pared.
“Son siete y media, aun es un poco temprano” penso cansado volteando a ver al castaño ”Mejor vamos a dormir un poco mas”
Se quito las gafas y las coloco detrás suyo, tomo el cobertor del futon y arropó a Hida cariñosamente y lo rodeo con su brazo quedando igualmente dormido.
despertó al cabo de unas horas.
--Cody.
Llamo en voz baja al no haber respuesta, se puso sus lentes de nuevo, bajando la mirada observo a el castaño completamente dormido.
“Aun sigue dormido” Penso el mayor “Se ve tan lindo cuando duerme”
Sonrrio mientras acariciaba sutilmente su mejilla.
El pequeño se movio y se la media vuelta, se acomodo dándole la espalda a Joe.
Para este ultimo el castaño lucia tan lindo, tan inocente; de un modo extraño le parecía tan increíble que ese dulce y cándido niño, hace un par de horas había hecho el amor con él de esa manera.
Deslizo su mano por debajo del cobertor, acariciando el pecho del menor.
Lucía tan lindo, su piel estaba tan suave.
Pego su cuerpo al de Cody quedando a media luna.
Hida se movió un poco, frotándose contra Joe quien se ruborizó comenzando a excitarse.
NO podía evitarlo, Cody eran irresistible, tan irresistiblemente inocente.
Lo dudo por un instante, si debía o no debía tomar a esa hermosa criatura.
¿Y si Cody se enfadaba con él por hacerle eso y lo otro mientras dormía? aun que si lo pensaba, si su pequeño se hubiera despertado antes que él, hubiera tenido la misma idea que el estaba maquilando y no dudaría en hacerle algo extraño mientras dormía.
Bien, si esto era así, él no tenia que dudarlo tanto, simplemente estaba siendo lindo y espontaneo.
Trago saliva.
despacio, junto su cuerpo lo mas que podía contra el del castaño, lo rodeo timido con su brazo por debajo del cobertor y frotó con su pulgar el pecho de su niño.
--Ummm… ummm…
Soltó un peque quejidito Hida mientras se movía.
El mayor observo como el castaño se ruborizada ligero, su cuerpo reaccionaba ante sus caricias.
El chico de ojos negros prosiguió con un beso en el cabello chocolate a la vez que frotaba con sus dedos el pequeño pezón que se comenzaba a endurecer.
--Cody—Susurro--¿A un estas dormido?
Y le dio otro par de beso en el cuello.
Pero el chiquillo no contestaba, aun estando dormido solo se movió un poco.
El mayor continuo. Esa piel tan suave, ese aroma tan dulce que caracterizaba a su pequeño, ensanchaban su corazón, su deseo. Un bienestar desconocido lo lleno por dentro, borrándole completamente de la mente que hacia algo mal, remplasandolo por un intoxicante deseo de poseer y satisfacer dulcemente.
Bajo sus labios por el cuello del castaño mientras su avariciosa mano se deleitaba tocando su pecho, vientre y cadera, y de nuevo en asenso.
Por su parte Cody comenzaba a despertar, aun medio dormido su cuerpo se sentía caliente, impaciente, la apabullante sensación de placer estremecía su ser. Inmovilizado de éxtasis, detenía en su garganta lo gemidos que luchaban por salir de su pecho.
Escucho la voz de su senpai decirle bajo.
--Cody eres tan lindo, te amo.
Hida volteo su rostro lentamente, esperando un beso, el cual Kido concedió de inmediato, solo fue un rose cálido y superficial, para así no asustar a su niño.
--Ah… ummm…
Gimio el mas joven sin abrir los ojos.
El chico de cabello azulado beso su mejilla una y otra vez , sabia que el chiquillo ya estaba consiente, así que lentamente condujo la mano del castaño hacia atrás colocando la entre su erección y la parte trasera de su cuerpo y comenzó a moverse lento, frotándose.
Kido dejo escapar un gemido en el oído de Hida que empezaba a abrir los ojos lentamente al sentir las palpitaciones y el ardor de la dura erección de su senpai, mientras este comenzaba a jugar con la suya que acababa de despertar.
La respiración del pequeño estaba completamente agitada, las mejillas rojas.
El mayor beso su mejilla una vez mas.
El niño se inclino ligeramente hacia adelante mientras deslizaba su mano por el largo de la hombría de Joe, dándole una señal a este de que le gustaba lo que hacia.
Kido puso su mano de su niño hacia enfrente y la entrelazo con la suya, a pesar de que saber que el ya estaba despierto y que Hida sabia que su senpai ya se había dado cuenta, querían seguir un poquito mas con su juego implícito de ese momento.
El mas alto susurro.
--Te amo.
Y así lentamente comenzó a empujar su grueso pistilo en la entrada de su niño.
En cuanto Cody sintió la punta roma invadirlo, abrió los ojos con lentitud, sin sorpresa alguna ya que la experiencia le estaba siendo grata y agradable.
Al dares cuenta que el castaño ya estaba despierto, el mayor beso su mejilla y después le volteo el rostro, Cody regreso el beso, esta vez en los labios de su senpai de manera apasionada.
--Ahhh…
Gimio Joe al sentir como su precioso niño descendió su cuerpo penetradonse lentamente.
El menor por su parte dejo salir un pequeño quejido y oprimió la mano del mayor. Beso de nuevo y pregunto.
--¿Estas bien? ¿Te duele?
--Estoy bien, es que… es la primera vez que lo hacemos de esta manera.
Contesto el castaño en voz baja.
--En ese caso muévete tu primero.
Indico el chico con un suspiro. Su niño se sentia tan bien.
Por su parte el chiquillo apretó, la mano de su senpai mientras se rodeaba con su brazo y poco a poquito comenzó a moverse.
La sensación era relativamente nueva, estaba intensificada, como si lo tocaran por adentro en un punto muy sensible.
La penetración era lenta y poco profunda, pero se sentía tan excitado, sin control de su cuerpo, comenzó a gemir mas alto que en la noche anterior.
No era el único , por su parte Joe sentía que tocaba el cielo, su pequeño seguía increíblemente húmedo y resbaladizo, sin olvidar lo temendamente estrecho y blandito, comenzaba a sentir como este le apretaba ligerito invadido de placer.
A continuación Cody soltó su mano de la de Kido y la guió a su cadera para que lo agarrase con fuerza y acelerara las embestidas. El mayor se acomodo y obedeció la petición callada del niño.
--Asi… asi… se siente muy bien… ummm…
Dijo ruborizado, excitado apretando las sabanas del futon, intentando apoyarse para facilitarle el trabajo a su amado senpai que había seguido el ritmo que él había impuesto.
El chico de cabello azulado solo respiraba agitado, suspirando profundo, tratando de controlar su tiempo para poder ofrecerle todo el placer que pudiera a Hida.
En ese momento escucharon unos pasos subir las escaleras.
--Joe… no puedo parar… nos van a oir…
advirtió el niño con voz entrecortada.
--Tranquilo.
Y atendió las palabras del chiquillo, solo pudiendo taparle la boca con su mano, por su parte el se mordió el labio acallando sus propios sonidos. Su niño seguía moviéndose encantado y hechizado por el placer.
Escucharon que tocaron la puerta de su habitación un par de veces.
--He.. seguirán dormidos que raro—Escucharon a la okami por la delgada puerta—Si me dijo que se marcharían temprano. Bueno… les dejare aquí el desayuno, para cuando están listos par salir.
Se dijo en voz alta, dejando algo aun lado de la puerta, por ultimo se río y después se marcho.
El mayor destapó la boquita de su niño junto a la suya soltando un fuerte gemido y terminando su acto amoroso.
Kido abrazo a Cody mientras este se movía para deshacer la unión de sus cuerpos.
---Ummm… --El niño se volteo lentamente hacia su senpai sin romper el abrazo, le entrego un beso fugas—Joe… Buenos días.
--Ah, b-buenos días.
Contesto el mayor ruborizándose y atrayendolo mas hacia su pecho.
--Joe.
--¿Que ocurre?
--Eso se sintió muy bien, pero…
--Pero…
--La próxima vez me gustaría estar despierto desde el inicio—Dijo hida alzando su rostro con una sonrisa—Aun que… quizas yo hubiera hecho lo mismo si me hubiera despertado de Nuevo.
Penso en voz alta.
Kido se río bajito y le acarició el caballo.
Se quedaron acostados unos minutos mas disfrutando de la compañía del otro, platicando.
después el mayor recojio el desayuno que les habían dejado afuera del cuarto. El niño comio sentado en el futon apenas cubierto con la sabana, mientras el chico de lentes se sentó en un sillón cercano a medio vestir.
Miro el reloj y sus piro como si sufriera algún tipo de nostalgia.
--¿Que pasa? ¿Estas bien?
Pregunto Cody con un tenedor serca de la boca.
--Si, solo que ya tenemos que irm¡nos en un par de horas… siento que no hicimos mucho el día anterior.
Desvió su Mirada ruborizado, lo único que habían hecho desde su llegada era tener sexo. Cody tenia razón últimamente se había vuelto un pervertido, suspiró bajando la cabeza derrotado.
--Yo no lo creo asi—Comento su pequeño con una enorme sonrrisa—Por que hicimos muchas cosas.
--¿Que?
--Si, por que fue la primera vez que viajamos juntos a un lugar lejano, también fue la primera vez que paseamos en el auto, fue la primera vez que me bañe en una agua termal, también cenamos juntos, paseamos y vimos las estrellas. Ademas fue nuestra primera noche juntos—Se sonrojo—Que dormimos todo la noche juntos.
--Tienes razón.
Le sonrió Kido gentilmente, su niño apreciaba hasta el mas mínimo detalle habían tenido en su corta vacación.
Él también atesoraria esos momentos.
--Joe…
--Si.
--¿Podemos darnos otro baño en las aguas termales? Esta vez estoy seguro que no me mareare.
Comento el niño.
-Si, claro aun tenemos tiempo antes de irnos.
Y así lo hicieron, después de un pequeño baño y un ligero jugueteo, se cambiaron, empacaron y fueron al auto.
--Ah, espera—Dijo Joe en la entrada del onsen sacando su celular de su bolcillo—Quiero tomarte una foto.
Hida acepto con una sonrisa mientras su senpai captaba el momento.
--Salio bien.
Hizo que el mayor bajara el teléfono a su altura para ver la foto.
--¿Ya se marchan?
Escucharon a la okami que como siempre parecía salir de la nada.
--Bueno si, gracias por todo lo que hizo por nosotros.
Le agradeció el chico de cabello de cabello azulado.
--No es nada, gracias a ustedes nuestra reputación de refugio esta segura… no quiero decir es solo mi trabajo.
--Okami—Le llamo el castaño—podri tomarnos una fotografía a Oni-chan y a mi con el celular.
--Por supuesto, siempre hay que tener hermosos recuerdos—Le dieron el teléfono a la mujer quien tomo la foto de ambos—Aqui tienen.
--Gracias.
Dijo la pareja.
--No hay de que , vuelvan cuando quieran.
Los despidió la okami mientras los dos chicos salían del lugar.
En el auto Cody pudo sentarse al lado de Joe de nuevo.
El mayor arranco el auto.
--Joe—Lamo al mas alto mientras miraba por la ventana como se alejaban del onsen—Me gustaria venir de nuevo aquí algún día.
--Claro, te traeré de nuevo, algún día.
Le contesto su amado senpai.
Tardaron dos horas en llegar a su primer objetivo, ya que como prometieron tenia que pasar a recoger a Ken y a Yolei, quienes ya esperaban en al entrada.
Por su parte Inoue lucia resplandeciente, con la piel suave, destellante, y una enorme sonrisa, lo que no se poda decir de Ichijouji quien al lado de su novia parecía que apenas podía mantenerse en pie, ojeroso y pálido como si le hubieran chupado toda la energía de su cuerpo.
--¡Llega tarde superior!
Regaño la chica.
--Lo siento, salimos después de lo planeado.
--Bueno, supongo que esta bien—Se subio a la parte trasera del coche arrastrando a su pobre novio—Eso significa que siguio mi consejo.
--Ummm… si un poco.
Murmuró Kido.
--Escuche eso—Afirmo Yolei con sonrisa sospechosa—Dime Cody ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo?
--Umm no, me siento y Ken. Él esta bien.
--Estará bien no te preocupes.
Le contesto sonriente y afianzándose al brazo de Ichijouji quien parecía que el alma se le escapaba del cuerpo.
Por su parte Kido e Hida se sonrieron forzados.
--V-vamonos.
Dijo el mayor del grupo y arrancando el auto.
Así entre comentarios y bromas regresaron a casa después de unas pequeñas e inolvidables vacaciones.
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Para él era como cualquier mañana, teniendo que hacer por sus parte los quehaceres de la casa.
--No tiene nada en la nevera ya, que descuidado es.
Se quejo Shu Kido soltando un suspiro de cansancio, no hacia mas de una semana que había regresado a casa, para arreglar unos papeles en la universidad de Tokio, sobre un préstamo e intercambio de investigación con la de Kyoto.
Y solo podía corroborar que como pensaba, Joe estaba muy ocupado con la escuela, mas de lo que el alguna vez estuvo en su licenciatura. Bueno él tampoco podía decir que la tenia fácil ahora que estudia su posgrado en antropología.
--Tendre que salir a comprar algo, antes de que Joe regrese de su viaje.
Salio del departamento pensando en que tipo de persona era su hermano y si había hecho las decisiones correctas sobre su carrera.
“Tal vez me preocupo demasiado, el ya no es un niño”
Penso mientras entraba a una tienda.
después de todo su pequeño hermano parecía otro desde la ultima vez que lo fue a visitar hace un año, lucia tan seguro y decidido.
Siempre había temido desde niño que la personalidad, en ese entonces de Joe, lo fuera a meter en algún problema grave del cual no pudiera salir, o peor, que el fuera a cometer un grave error. Pero ahora ya no tenia de que preocuparse, bueno, quizas de que su hermano menor no haya encontrado aun una Hermosa mujer con la cual compartir su vida.
Al final después de un rato de deambular por la tienda decidió que era mejor pedir que se los llevaran a domicilio que el cargarlo hasta su casa, después de todo, aun tenia mucho trabajo que hacer.
--¿Me podria emviar estos comestibles a mi dirección?
Pregunto el joven a la tendiente, mientras tomaba una hoja en el mostrador y anotaba en lista lo que necesitaba.
--Si por supuesto, solo escriba su dirección al final de la hoja.
--Claro.
El chico escribió su dirección en una nota, la chica observo y dijo en su ingenuidad.
¿Tu tambien vives en ese departamento?—El chico le sonrió, quizas había recordado a Joe—Te pareces mucho al chico mayor, pero al menor… bueno supongo que se parece a tu madre.
--¿Disculpe? Creo que se confundió de dirección.
Contesto Shu.
--No, no puedo equivocarme—Afirmo la tendiente sin entender la confusión de su cliente—Siempre que llevo comestibles a esa dirección me resive un pequeño niño castaño. Bueno un chico mayor muy parecido a ti sale de vez en cuando, pero es difícil olvidar a un pequeño tan lindo y bien educado.
--Ah… este… puede llevarlo antes de las cinco gracias.
Apenas pudo contestar Kido intentando ocultar su sorpresa.
Fue hasta ese momento que se pregunto ¿Que era lo que había estado haciendo su hermano en el tiempo que no lo había visto?
Continuara...