La barra metálica subía lentamente, centímetro a centímetro arrastrando con ella un peso considerable. Una nervuda mano, seguida de un brazo tan ancho como el tronco de un pequeño árbol acompañaba la barra sin tocarla, finalmente la barra encajo con un seco sonido en el metálico soporte.
El hombre exhalo el aire de sus pulmones mientras alzaba su pecho sobre el banco para tomar la pequeña toalla y secar su cuello y frente del abundante sudor que los perlaba.
-Tiene una forma física excelente y mas para su edad... ¿seguro que no me esta engañando y no es un chaval de treinta años con disfraz?- exclamo con sorna la musculada mujer que le asistía en el ejercicio-
-¿como puede pensar eso?... ¿crees que engañaría a una mujer tan formidable como usted? - Maikel bromeo mientras estiraba los doloridos brazos- Es relajante sentirse tan cansado...-
La mujer alzo las manos y recogió su rizada melena en un moño rápido, sus brazos marcaron su físico de atleta, la camisa de licra verde se ajustaba a su generoso pecho y resaltaba sobre su oscura piel.
-Si me permite una confidencia señor Sthepan; veo a muchos clientes pasar por estas salas y machar su cuerpo en las maquinas, pero en su mayoría solo buscan camuflar sus excesos, en cambio usted parece realmente ejercitarse únicamente para sentirse bien con ello... seguro que con menos ejercicio mantendría la linea-
-Vamos Carmen, no me alces al santoral tan pronto...- bromeó el hombre levantándose junto a ella, su piel blanca levemente bronceada era un contrapunto de la suya, además solo era solo un poco mas alto- Soy un egoísta mas que utiliza el ejercicio como una forma de dormir mejor por las noches... de la misma forma que otros llenan sus garajes de coches deportivos , viajan en globo a traves del mundo o se bañan en caviar...-
-O tienen amantes...- agrego Carmen de forma picara-
-Un motivo mas para conformarme con el ejercicio... es mucho mas barato que todo eso- agrego en contestación a la indirecta de Carmen que hizo un cómico mohín con sus generosos labios dando a entender que perdía la batalla pero no la guerra- Creo que dejaré mi acto de martirio para mañana... -
Entre las amplias puertas del gimnasio entró Kalí con una bandeja donde dos bebidas frías tilineaban gracias al hielo que bailaba en las copas de cristal.
-No debería beber tanto tras el ejercicio -observó Carmen mirando reprobatoriamente las dos copas- puede sentarle mal-
-Vamos Carmen -Maikel tomo una bebida y se la ofrecía con elegancia- ¿como podría refrescarme sin la compañía de mi compañera de sudores...?-
-Es usted un caballero- acepto Carmen junto con lo campo que bebió lentamente mientras se secaba el sudor con la toalla-
-He reservado la sala de masajes para cuando termine de ducharse señor- anuncio Kalí-
-Entonces indicame la dirección de las duchas- indico vaciando los restos de su bebida, antes de girarse hacia Carmen y besar con cómica caballerosidad su mano- ha sido un placer romperme la espalda por usted mi dama...-
La oscura mujer respondió con una carcajada y les despidió con la mano mientras se alejaban por el pasillo.
-¿Como supiste que quería una bebida también para ella?- Le preguntó a Kalí una vez que habían cruzado las puertas-
-Solo pense que asi lo querría usted -contesto Kalí-
-Demonios... y solo ha pasado un día... ¡no sigas asi o antes de que me vaya me leeras el pensamiento!- exclamó Maikel-
-Sería un pesimo Mayordomo si no fuera capaz de leer la mente de mi cliente- musito Kalí despreocupado-
-Que quieres deci...- Maikel se detuvo y rio al percatarse de la broma de Kalí- ¡si tienes sentido del humor!, pensé que te lo quitabas cuando te ponías el traje-
-Mas que depender del traje...-musito Kalí depositando la bandeja en una mesa de servicio- depende de la persona.. Stephan-
El aludido asintió conforme y agradecido por que Kalí le hablase tan familiarmente. Eso es lo que esperaba y no le desagradaba en absoluto. Llegaron a los baños, de evidente estilo arabe, cubiertos de azulejos donde ordenadas formas geométricas jugaban con la forma y el color, a ambos lados se encontraban el vestidor y el jacuzi. Una sirvienta aprovechaba el momento para colocar nuevas toallas en los soportes, al verles entrar recogió todo de un solo movimiento y tras una leve inclinación desapareció por la puerta de servicio. No obstante Nadiuska aprovecho un instante para mandar un gesto pícaro con la mano señalando Maikel, que Kalí entendió perfectamente con una ligera mueca cómica.
-Cuando se sienta preparado solo tiene que cruzar esta puerta, tras ella hay una sala de masaje con una camilla, la masajista le estará esperando- dijo señalando las ornamentadas puertas-
-Entonces me dare prisa en asearme, no me gusta tener a nadie esperando- dijo chistoso quitándose la ropa- Aprovecha para tomar un descanso Kalí, creo que no me he olvidado de como ducharme solo... -se empezó a quitar la camisa cuando recordó algo- me gustaría caminar después de comer -hizo un gesto al edificio- pero no aquí, tenéis unos bosques preciosos quizás haya algún camino para practicar...- dijo esperanzado-
-Por supuesto, lo preparare todo- contesto seguro antes de marcharse-
Tras la refrescante ducha de agua helada Stephan se sintió mucho mejor, los musculosa habían dejado de quejarse y además estaba refrescado. Durante un instante contemplo la idea de pasar una hora bajo la refrescante ducha; pero recordó que la masajista esperaba. Así que se seco con brío con una enorme toalla y tomo otra algo mas pequeña para enrollar alrededor de su cintura.
La sala a la que paso conservaba el mismo estilo que los baños, pulcra y de colores fríos. La camilla era austera pero maciza presidia la habitación, tras ella varias estanterías almacenaban numeroso frascos de todos los colores y formas, bajo ellos numerosas toallas esperaban ser usadas.
Dándole la espalda un joven alto y rubio, vestido con una sencilla bata blanca, ordenaba algunos botes y encendía una pequeña pira de incienso aromático que no tardo en adueñarse olfativamente de la habitación.
-Bienvenido señor, quítese la toalla y tumbese en la camilla- dijo girando su rostro hacia y el, de raza nórdica el joven tenía los rasgos finos y la mirada verde
-Tenía entendido que se trataba de una masajista -musito dubitativo-
-Es cierto, la señorita Clarisa, pero se encontraba mal y ha debido retirarse.. si lo prefiere puede postergarlo a otro momento con ella, aunque le aseguro que yo estoy plenamente cualificado- preciso falsamente dolido-
-En absoluto, no quería desprestigiarte.... - arojo la toalla a un lado y se recosto boca a bajo en la camilla- Adelante...-
EL joven se giro hacia la estantería, de un bolsillo interior de su bata extrajo una pequeña botella, la desenrosco y se engrasó las manos con un poco del oloroso aceite que contenía, alejándolas de su rostro durante el proceso hasta que los vapores se habían difuminado.
Preparado se acercó dispuesto a proceder de inmediato sobre la espalda del otro no sin antes dedicar una mirada al proporcionado cuerpo de Stephan, lamiéndose sus labios en un gesto privado antes de abalanzarse sobre su cuerpo desnudo.
~~~~~~~~~
Siento el cápitulo tan corto, quise hacer un parentesis entre los sucesos del anterior y los que vienen ahora... que no os dejará insatisfechas (o insatisfechos)... el siguiente capitulo será muy intenso... (si no logro reprimir mi tendencia por el lemon gratuito.. ¿que opinais?)
Tengo que agradecer a las damas Asil Black y Leviq su ayuda como conejillos de indias literatos.
-------------------------
Os recuerdo que si deseais leer otros textos mios (poesias, fábulas) pasaros por mi web personal: AlasNegras.com
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español