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Mi doncel invisible por Fenix de chocolate

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-Itachi…-llamó el Uchiha menor, con un tonito extrañamente calmado, haciendo que el mayor lo mirara, sin grande interés, lo que el pelilargo quería mismo ver era al rubio.-… ¡VETE!-ordenó, mirándolo con los ojos rojos, haciendo que el mayor pegara en sus cositas y se fuera, casi meando de allí…no, claro que no…el Uchiha mayor se quedo en su sitio y dijo.

-No.

Y lo siguiente que se vio fue cierto Uchiha pelilargo salir volando de la oficina de su hermanito, quien estaba en la puerta con la pierna alzada, es que le dio una patada, para después cerrar la puerta e irse con su sexy esposo.

-Mmmm… ¿Dónde íbamos dobe?-preguntó con un tonito súper sexy, retirando lo que retaba de su ropa, quedándose completamente desnudo ante la caliente mirada del ojiazul, quien se encontraba sentado en el sillón con las piernas abiertas y sin ramera, babeando por aquella blanca y deliciosa piel.

-Creo que…-inicio el rubio levantándose yendo acercándose a su hermoso esposo, al mismo tiempo que se deshacía de sus pantalones y de sus zapatos, quedándose tan desnudo como su azabache, quien devoraba la dorada piel de su dobe con la mirada.

-…íbamos en esto.-concluyo empujando a su azabache, hasta encorralándolo entre la puerta de la oficina y su fuerte torso, para después besarlo con pasión, al mismo tiempo que alzaba las largas y tersas piernas de su pelinegro, quien, con gusto, las enrolo en las estrechas caderas de su rubio dobe, quien, muy travieso, llevó sus calientes y grandes manos a las carnosas nalgas de su azabache.

-Mmmm…do-dobe…Ahhh…-gimió Sasuke, sintiendo como sus nalgas eran dulcemente estrujadas por su rubio, al mismo tiempo que las manos de este separaban sus nalgas y empezaban a acariciar superficialmente su entradita, al mismo tiempo que la carnosa boca del…no, de su dobe, deslizaba por su cuello, marcándolo como suyo.

-¿Vamos hacer el maratón por tu oficina?-preguntó juguetonamente el rubio, acariciando con su aliento la sensible piel del doncel, quien solo asintió con su azabache cabecita, al mismo tiempo que su cuerpo se estremecía bajo las caricias de su rubio.

-Entonces…-dijo repartiendo besitos, trepando por el cuello de su pelinegro, hasta llegar a la orejita de este y murmurar con su voz ronca de deseo, soltando las piernas del azabache.-…voltéate.

-dobe.-susurró Sasuke con una sonrisa maliciosa en su rostro, para después voltearse y alzar su traserito, restregándolo contra la hombría del rubio, quien extasiado restregó su erección entre las nalgas de su amor, para después arrodillarse atrás de él, con una sexy sonrisa en sus labios para después…-¡AAHHHHHH!-…darle una larga y húmeda lamida en la entradita de su esposo, haciendo que todo el cuerpecito de este temblara.

-¡U-UZU-RATONKA-KASHI!-tartamudeó, lleno de placer, nuestro azabache sintiendo como su rubio abría sus nalgas con sus grandes y calientes manos, para después penetrar su húmeda entrada con su hábil y experimentada lengua.

-Si…-dijo Naruto, trepando la blanca y esbelta espalda de su azabache, acariciándola con sus manos y con sus labios, al mismo   que se ponía en pie, para después pegar su pecho a ella.-... ¿Qué deseas teme?-inquirió malicioso, pasando sus manos por el pecho de su moreno, hasta llegar a los montitos de carne que los decoraban.

-DO-DOBE…-llamó deseoso, sin dar el brazo a torcer, pues el orgullo Uchiha no le permitía rogar por el placer que su rubio dobe le entregaba,, pero aun así restregaba su traserito contra la caliente erección del rubio, y eso no era rogar, como es obvio.

-¿Qué?-preguntó con un tonito súper sexy, lamiendo la orejita de su baka, al mismo tiempo que bajaba una de sus manos, hasta el delicioso traserito de este, para después penetrar la dulce entradita de este con su dedo, haciendo que el teme brincara y se arqueara.- ¿Qué quieres?-volvió a cuestionar, rodando el dedo, haciendo que este tocara en puntos que el rubio ya sabía, de experiencia, que volvía a su azabache loco.

-Q-Quiero-o…q-que…-inició el azabache perdiendo las fuerzas en las piernas al sentir como el rubio agregaba más un dedo en su interior, al mismo tiempo que su rubio mordía con fuerza su cuello, aquello sí que iba a dejar una marca, pero aun así el azabache no dio el brazo a torcer...-¡QUIERO QUE ME HAGAS TUYO!-…ok él se resignó, pero solo porque estaba realmente necesitado.

-Muy bien teme…-dijo el rubio agarrando una de las piernas de su teme, alzándola, para así tener más acceso a la húmeda y prieta entrada de su esposo para después penetrarlo de lleno.

-¡AAAHHHHHHH!-gritó el azabache, siendo oído por más de mitad de las personas presentes en el edificio, sintiendo como su rubio lo llenaba por completo, al mismo tiempo que lo aplastaba contra la pared, pegando su pecho a la delicada espalda de su azabache.

-Estás…tan estrecho teme-jadeó el rubio en el oído de su esposo, para después pasar su lengua por el lóbulo de esta, para después bajar repartiendo besitos por el cuello del azabache, quien al sentir las dulces caricias de su rubio dobe en su cuello echó su cabecita atrás apoyándola en el fuerte hombro de su esposo, dándole más piel para besar.

-D-Dobe…m-muévete-e…-ordenó el ojinoche,
restregándose contra el rubio, quien como buen niño que es hiso lo que su esposo le dijo…

Con Itachi

El mayor de los hermanos Uchiha se encontraba en su coche, dirigiéndose al departamento que su ototo-baka, esperando que el “profesional” aun se encontrara allá…

-Solo espero que él aun se encontré allá…-dijo Itachi, pegando en su móvil, para ligar al pelirrojo.

-Si…habla Kurama.-respondió el bermejo, del otro lado.

-¿Dónde estás?-preguntó el azabache con su típico tono inexpresivo, sin apartar la mirada a la estrada.

-Estoy terminando de arreglarme…-respondió calzando sus botas altas.-…dentro de dos minutos salgo de aquí…-dijo, dirigiéndose al baño, para recoger su largo pelo rojo en una cola alta.

-Ni lo pienses...-cortó el Uchiha, con su típico tonito autoritario.-...te quedas ahí y esperas que llegué.-ordenó, para después colgar el móvil, dejando al bermejo con la palabra en la boca.

Con el “profesional”

-Pero ¿quién se cree este?-se preguntó en un murmullo, arrojando el móvil sobre su maleta, para después dirigirse a la cocina.-Puede que sea mi jefe, pero no tiene que hablarme así…-reclamó, abriendo el refrigerador, para después sacar una garrafa de jugo de naranja y servirlo en un copo.-…ni que fuera mi mama.-continuó dirigiendo el vaso a su carnosa boca, sorbiendo un poco, para después oír como la puerta de la calle se abría.

-No me digas que el rubio sexy ya llegó…-murmuró para sí mismo, posando el vaso y soltando su palo, para parecer más sexy y después dirigirse a la entrada de la casa.-Ahhh es usted.-dijo descontento, viendo con desagrado que el recién llegado no era otro que el pelinegro.

-Si soy yo.-dijo el pelilargo, pasando al lado del bermejo, dirigiéndose a la maleta de este.

-¿Qué crees que haces?-inquirió el bermejo enfadado, viendo como el Uchiha abría su mala y empezaba a remecer sus cosas.

-Yo odio perder ¿entiendes?-preguntó mirando al bermejo, sacando un sexy conjunto de mucama, que consistía en un vestidito súper corto negro, con un delantalito blanco, una medias por los mulsos, también blancas, y se los dio al oji-rojo, quien lo miraba sin entender.-Por eso quiero que seduzcas a Naruto.

-Pero…él ya se fue con su esposo...-inició.-…conmigo frente a él, completamente mojado y desnudo.-concluyó alzando las manos, sintiéndose despresado, nunca antes había sido rechazado por un hombre.

-Pero eso no importa…-dijo el pelilargo, empurrando al bermejo para que él entrara en el baño.-…tú tenías 1 día para seducir a Naruto, y solo han pasado 3 horas…-afirmó Itachi con una sonrisa socarrona en sus labios, una que fue imitada por el bermejo.-…así que mueve tu trasero y ponte sexy, porque Naru no tardará mucho.

-¿Enserio?-inquirió el bermejo, sorprendido. Es que él sabía el porqué de Naruto irse con su esposo, y decir que él era rápido en esos asuntos era…vergonzoso.

-…-al oír la cuestiono del bermejo, el pelinegro se puso a pensar y llegó a la brillante conclusión que…-No…ellos van tardar unas…4 horas a terminar, en el mínimo.

-¿ENSERIO?-preguntó el pelirrojo, con los ojos brillantes, mientras que su sucia cabecita empezaba a pensar en lo que podía hacer con aquel rubio dios durante 4 horas.

-Si…-contestó el pelinegro, en iguales condiciones del bermejo, o sea babeando imaginándose entre los fuertes brazos del rubio, en bajo de su cuerpo o encima, la posición no era el importante.

-Pero…-dijo el pellirrojo saliendo de su ensoñación.-… ¿Cómo lo sabes?-inquirió, mirando al pelinegro con una ceja alzada, haciendo que una sonrisa de lo más pervertida apareciera en el sexy rostro de nuestro Uchiha mayor, haciendo que una gota bajara por la nuca de nuestro zorrito.

-Acaso no es obvio…-dijo sacando una USB de su bolsillo.-…lo gravo todo.-concluyó, para después soltar una carcajada maléfica…- ¡MUAJAJAAJAJAJ!-…si, una carcajada así, haciendo que el bermejo se asustara.

Con nuestro protagonistas

-¡NARUTO!-gritó Sasuke, sintiendo como el rubio golpeaba sin para su próstata, haciendo que su cuerpo se estremeciera deliciosamente.-M-MÁS…DAME-E…M-MÁS ¡U-USURATONKACHI!-ordenó el azabache, alzando sus brazos, para enrolar las hebras rubias de su dobe en sus largos dedos, al mismo tiempo que sentía como Naruto enterraba sus dientes en su blanca piel.

-Es-Estoy-y…casi ¡TEME!-jadeó, con su voz ronca del deseo, corriéndose en el estrecho interior de su esposo, quien se corrió contra la pared, sin que su pene fuera tocado una única vez, sintiendo como el rubio se aferraba con fuerza a su pierna, marcándola con sus dedos, al mismo tiempo que le mordía con fuerza en su blanco cuello, marcándolo una vez más, mientras que el arranaba con sus uñas la puerta de su oficina.

Después de esto nuestros dos amantes se quedaron en la misma posición, sintiendo como sus piernas tremían, con los espasmos de placer.

-¿Donde vamos ahora?-preguntó Naruto con un tonito sexy y malicioso, con el pecho pegado a las espalda de su esposo, y con eso sintiendo con la suave piel de este se erizaba y como el blanco cuerpecito de este se tensaba y se restregaba contra él, tentándolo.

-…a la secretaria, o ¿quieres hacerlo en el suelo?-cuestionó malicioso, restregando su revivida erección contra el delicioso trasero de su teme, al mismo tiempo que deslizaba sus manos por el torso de Sasuke, pasando intencionalmente por los pezones de este.

-E-En la…se-secretaria-a…-dijo tratando de contener los gemidos que salían de su boca, al sentir como su dobe le volvía loco con sus caricias.

-Muy bien teme…-dijo Naru, volteando su esposo, para des seguida alzarle las piernas, para que este después la enrolara en su estrecha cadera y así llevarlo a la secretaria.-…para que veas que hago siempre lo que quieres.-agregó, echando todo lo que estaba encima de la secretaria al suelo, para después acostar a su azabache en ella. Pero algo allí no estaba bien…eso porque Sasuke estaba sonriendo de medio lado viendo como Naruto se ponía entre sus piernas, aproximando para besarlo de nuevo, pero como nuestro azabache es un teme,  echo la cabeza atrás y paró al rubio con su pie, para después empurrarlo, haciendo que este se sentara en su sillón.

-¿QUÉ TE PASA TEME-DETTEBAYO?-preguntó el rubio, al anonado con la acción de su temecito.

-Me voy a vengar de lo que me has hecho...-dijo sensualmente, al mismo tiempo que se bajaba sensualmente de la secretaria, para ponerse de rodillas entre las fuerte piernas del rubio, quien miraba expectante a lo que el azabache le iba hacer.-…te voy hacer rogar como me has hecho hacer hace un rato-susurró, apretando con su mano derecha la base de la erección del rubio, usándola como micrófono, para después pasar la lengua por ella.

-¡AHHHH TEME!-gritó Naruto lleno de placer, sintiendo como la magnífica lengua de su temecito repartía húmedas caricias por su necesitado pene, cosa que llevó a nuestro protagonista a colocar su mano en la nuca de su azabache, para que el empezara a chupar su glande, cosa que el teme hiso de inmediato.

-Mmmm…Ahhhh…teme…-gimió Naruto con voz gutural, pujando los suaves mechones azabaches de su esposo, quien sonría, aun con mitad del miembro…


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