Es un sueño acerca de un día en el que todo está cubierto por el azul de la oscuridad.
Mi soledad despierta de nuevo, después de haber sentido su presencia.
Esta noche la luna no alumbra las calles, todo yace en penumbras, la espesa neblina le da un toque deprimente a la situación presente, extrañaba su calor, sorprendente como un ser de tan frío corazón podía emanar tal calor abrasador.
Pero no más, se había marchado ¿para siempre? Gira sobre su espalda y su lugar está vacío William no está, -nunca más- Grell murmura en un trago amargo, está solo, pero siempre lo había estado ¿no?, es por eso que escapó con los vivos. Aunque ahora era más doloroso.
Dentro de nuestro destino demasiado grande para resistir,
presionamos nuestros cuerpos uno contra el otro.
No le gritó, no lo golpeó, simplemente le miró en silenció, frente a él los papeles de sus suspensión indefinida, se salvó, lo salvó, Will lo salvó de nuevo, era el destino, no importa cuánto trate William de alejarlo, siempre estarán juntos ante toda adversidad.
Una sonrisa grande, un impulso por sentir de nuevo su calor, el pelirrojo se pone de pie y lo abraza, unen sus labios pero no hay calor, sólo frío, Grell abre sus ojos y William se esfuma en sus brazos, sólo una ilusión, un recuerdo de tiempos pasados, “olvidados” pero verdaderos, jamás se borrará de su libro de vida aquellas noches que durmieron abrazados, “enamorados”.
Las cosas que quiero y debo proteger vivirá por la fuerza de mis pensamientos.
Para ti, yo blandiré mi poder contra mi dolor.
Mientras, el dolor de mis heridas me mantendrá cruzando sobre
los pequeños espacios vacíos de tiempo.
Mi juramento no ha cambiado desde que el momento en que lo hice.
William está molesto, ¿celoso? –por supuesto que no- Grell limpia la sangre de su cabeza, esta vez la death scythe de su jefe le perforó profundo una pequeña hemorragia, pero nada fuera de este mundo.
-Eres u tonto- Eric trata de hacerle entrar en razón, William terminará matándolo si siguen así, Pero a Grell no le importa, sabe que William le ama tanto o más de lo que cualquier tonto “te amo” puede expresar, Grell sólo debe aferrarse con fuerza y esperar el perdón.
Eric trata de hacer otro comentario, pero la mirada de Grell le hace callar, Grell protegerá a William de todo y de todos, no permitiría que cualquiera ensuciara el buen nombre de su eterno amor.
William no sabe decir palabras de afecto, tampoco entiende cómo dar una caricia, pero sabe que amar se puede demostrar de otras muchas formas una de ellas es el protegerle ante todo.
-Cuida bien de tus gafas ¿quieres?- esa frase, nunca la olvidarán ninguno de los dos, ese fue su contrato cual si de un demonio cerrando un pacto se tratase. El vulnerable William T. Spears, Grell jamás le abandonaría, era su deber protegerle y si en algún momento el frío hombre se reusara, entonces la existencia de Grell ya no tendría sentido, sentir tanto dolor no hubiese valido la pena.
Mientras estoy encadenado a las penas de este mundo,
este bloqueo inesperado probablemente ya se ha transformado en mi fuerza de voluntad.
Voy a seguir aceptando las verdades que son
tan franco y honesto como las lágrimas que derramaste.
Hubiera preferido la muerte antes que el desprecio de su amado, ya una vez huyó del dolor de ser rechazado y optó por quitarse la vida cuando fue humano, no podía repetir el mismo error, tenía que ser fuerte y resistir, todo con tal de sanar aquel corazón destrozado de la parca oscura.
Tan bello y triste a la vez, sí así lo había querido Dios, Grell cumpliría con estas “cadenas de dolor”
-¡No!- gritó molesto el gerente
-No eres más que una cosa inútil, una vergüenza, la única mancha en mi vida fue haberte conocido-
Veneno puro fueron aquellas palabras dichas con el corazón, un corazón que tras una larga y lenta agonía finalmente dejo de latir para convertirse en un hermético ser sin sentimientos adicto al trabajo para refugiarse del dolor de la realidad.
Porque quizá… no era odio lo que lloraban sus ojos, era dolor, un indescriptible dolor fue lo que vio Grell en los ojos de William aquella noche en que fue atrapado
Incluso cuando estoy cansado de orar, sonrío, entrecerrando los ojos con brillo.
Con nuestra fuerza de voluntad escondida suavemente en nuestro seno,
voy a dirigir nuestra ternura y amor en mi razón para todo.
Deja que te proteja siempre.
Esto será un desafío tranquilo a mi destino.
-Pensé que estarías molesto, por un instante creí que me dejarías a mi suerte a merced de ellos- murmuró Grell mientras caminaba tras de William. Esta fue su primera auditoría después del caso de Jack el destripador.
-Eres un shinigami al igual que yo- respondió Spears sin voltear a ver al pelirrojo.
-Querían matarte y a diferencia tuya, yo conozco el valor de la vida. Desde que soy un shinigami, desde el primer día, siempre hemos estado juntos y eso… eso Grell Sutcliff no va a cambiar – William siguió avanzando, pronto Grell lo alcanzó y lo abrazó.
-Lamento causarte problemas, en verdad, si ellos se atreven a meterse contigo yo los cortaré con mi death scythe- amenazó sonriente el pelirrojo. William suspiró y tomó suavemente la mano de Grell para después continuar su camino “juntos”.
Las cosas que quiero y debo proteger vivirá por la fuerza de mis pensamientos.
Para ti, yo blandiré mi poder contra mi dolor.
Mientras el dolor de mis heridas me mantendrá cruzando sobre
los pequeños espacios vacíos de tiempo.
Mi juramento no ha cambiado desde que el momento en que lo hice.
William se encontraba en su oficina, su imagen era desprolija y molesta, -ese maldito demonio- le había hecho perder sus gafas e hizo un ridículo frente al tonto de Ronald Knox. Grell le miró desde la puerta con ojos enamorados.
-¿Recuerdas Will?, aquella noche, nuestra primer noche juntos. Yo voy a protegerte de todo y de todos.
-No es necesario- protestó William mientras se alejaba de Grell.
-No importa cuánto me lastimes, ya sea física o emocionalmente, sinceramente no es como si me fuera a morir, incluso si se trata de Sebas-chan, sólo házmelo saber y lo mataré – William se detuvo, aquella declaración de algún modo le hizo feliz, muy feliz.
…