Orfeo seguía inmerso en sus pensamientos, no podía entender por qué tuvo otro hijo y en qué momento, será ese año que su madre viajo, estando casi un año fuera del país, no caía en cuenta
-disculpa, quien eres, como encontraste este lugar, ese perro es tuyo, nunca había visto uno, pero leí libros sobre ellos- el joven de ojos amatista sonreía abrazando a Lina quien no dejaba de mover la cola de felicidad
-veo que te quiere mucho mi perrita, solo conmigo es así tan eufórica, seguro hueles igual que yo- Orfeo se sentó en la punta de la cama observando todo el lugar
-mira te muestro a papa- el joven le paso una foto donde Julián y el posaban muy felices
-qué lindo hombre es tu padre, y tu madre no vive con vos- el peli celeste quería poder sacarle alguna información sobre la amante de su padre
-no ella murió cuando nací, mira aquí tengo una foto de ella- Sorrento saco de debajo de su almohada un foto algo gastada, cuando la giro Orfeo se levanto sintiendo pesado el corazón, era su madre, esmeralda, pero si así era porque lo escondía
-pasa algo, la conoces-
-no, solo que es tan hermosa que me hizo recordar a mi madre-
Los dos jóvenes se pusieron a charlar de sus vidas, Sorrento le contaba que él había nacido sin poder caminar, que toda su vida estuvo en esa cama, pero que siempre anhelo salir a conocer lo que había detrás de esas paredes
-yo te mostrare todo, porque no corres peligro afuera, además yo te voy a cuidar-Orfeo le tomo de la mano sacándole una gran sonrisa, estaba tan feliz tenía otro hermano mas, solo que no podía entender por qué su padre lo ocultaba
-oye puedes quedarte conmigo a la noche, así podemos seguir charlando- el ojo amatista le miraba con ojos suplicantes
-me encantaría, de paso te traeré chocolates, ahora me voy que me deben de estar buscando- Orfeo le dio un beso en rostro y salió de ahí lo más rápido que pudo ya que nadie debía verlo
Minos se encontraba atando los caballos mientras se reía de lo que el peli rosa le contaba, la verdad le atraía sexualmente ese joven, era muy salvaje, nada que ver con la fragilidad de afrodita quien parecía un joven que cualquier cosa lo lastima
-bien debo irme, lo veo mañana entrenador- el joven le dio un beso en los labios y salió del establo, observando que nadie estuviera por ahí
Minos salió de ahí dirigiéndose a las duchas, se saco la ropa para darse una lavada de cuerpo ya que había sudado mucho, cuando llego a la puerta noto que era cualquiera ese baño, estaba hecha de madera, aparte que estaba en el establo olía mal - bueno es campo que mas puedo esperar - entro abriendo la canilla, logrando que el agua empezara a mojar ese delicioso cuerpo, de golpe se corta el agua, el plateado se puso la toalla en sus partes bajas y salió a ver qué pasaba
-sabes eres un baboso, sucio y patán- Dita apareció ante él con los ojos rojo de tanto llorar
-disculpa estas bien, creo que no merezco ser tratado así- Minos se acerco a él recibiendo un cachetazo de parte del otro
-sabes a mí nadie me pega sin motivo- el grifo, lo tomo de los brazos para devolverle, pero cuando levanto la mano para golpearlo, no pudo
-estas despedido, no quiero verte más por aquí- el peli celeste se soltó de su agarre para irse de ahí, Minos quien no podía dejar la hacienda, lo tomo de la cintura y lo beso, el más joven sentía su corazón latir como un adolecente dando su primer beso, la lengua del mayor invadió su boca haciendo que este se sonrojara, pero a pesar de que estaba enamorado, se separo de el dándole otro cachetazo
-que te pasa, sos un histérico, primero me demostras que te gusto, y ahora que te beso me pegas- los ojos ámbar de Minos se veían tan sexys
-sabes, si queres podes seguir enseñándole a Alberich pero te quiero lejos de mí, y no vuelvas a tocarme- el pez salió de ahí dejando a Minos sorprendido, ya que no espero que tuviera tanto carácter
Afrodita entro a su cuarto llorando, no podía entender por qué no lo acuso por estar con Alberich, sentía que traicionaba a su hermano, que debían saber todos la verdad
-estas bien hermano, porque lloras- Orfeo le abrazo, haciendo que se desahogara por completo
-no pasa nada solo que pelee con un amigo y me dolió mucho- Dita se seco las lagrimas, luego salió al balcón viendo como Minos se subía a su camioneta para irse, el plateado quien lo vio, se bajo para devolverle la mirada, pero el pisciano se metió a su cuarto cerrando la cortina
Ya eran más de las doce de la noche, y Dita no se dormía, Orfeo estaba de nervios ya que no quería defraudar a Sorrento
En otra habitación Saga soñaba con el juez mientras que Alberich no salía del baño
-que pasa que te demoras, me urge entrar- el gemelo mayor se puso en la puerta dando unos golpes
-tranquilo amor, ya salgo- el peli rosa salió con un abata roja cubriendo su desnudez, se prendió del cuello de su amado y lo beso arrastrándolo hasta la cama
-espera, estoy cansado, mañana tengo que madrugar, te prometo que el fin de semana la pasamos en la cama todo el día
-que pasa ya no me deseas, estoy cansado de tus desplantes- Alberich salió de la habitación dando un golpazo
-bueno, ahora podre soñar contigo- saga cerro sus ojos pensando en esas manos que lo hacían tan feliz
Radamanthys estaba fumando un cigarro con Minos, estaban hablando de los planes que tenían para los hijos de Julián
-lo pensé muchísimo y voy a pedirle a saga que se case conmigo, esta re enamorado de mi, y al verlo con un pobre al padre leva dar un infarto
-que paso más peligroso, pero siempre te destacaste por tomar decisiones al límite- Minos tomo un poco de cerveza, mientras ponía boxeo en la tv
-permiso, voy a pasar - Hades entro con una maleta en las manos
-papa a dónde vas - Rada lo miro algo molesto ya que no podía estar sin su padre
-voy a ver a alguien que quiero mucho, así que vendré en unos días- hades le beso la frente a los dos para irse
-déjate de misterios papa, a quien vas a ver- Minos lo tomo del brazo obligándolo a que lo mire
-es una vieja amiga, por favor tengan paciencia, cuando llegue sabrán a que fui- Hades tomo la mano de su hijo le dio un beso y salió de la habitación, Aiacos lo esperaba para llevarlo a la estación
-cuídate mucho, yo aquí rezare para que todo salga bien- Pandora le hizo la bendición, para luego abrazarlo con toda su fuerza
El auto arranco dejando los corazones de los jueces con una gran duda de por qué su padre hizo este viaje tan repentino
ya había amanecido Minos aun seguía en la cama estaba con fiaca ya que no sabía si sería bienvenido en la hacienda, en eso pandora entra la habitación con el teléfono en la mano
-te busca un tal Alberich – Minos se levanto tomado el teléfono
-si Alberich que sucede-
- llamo para saber porque no has venido, estoy aquí en el establo esperándote-
-es que afrodita ayer me dijo que ya no me necesitaba-
-ya lo sé, pero yo también te contrate asique en una hora te quiero aquí, chao-
Minos se levanto feliz ya que seguiría en la hacienda después de todo, salió a la cocina allí Rada se encontraba desayunando mirando un catalogo de anillos de casamiento
-vaya que vas enserio, espero no caigas en tu propia trampa- el plateado tomo una tostada y se fue ya que estaba medio lejos la hacienda
-nuca fallo, ahora tu no caigas en tu trampa- rada le grito haciendo al otro girarse para tirarle un beso
Orfeo se levanto todo contracturado ya que se había dormido sentado esperando que su hermano se duerma, así hubiera podido ir a lo de Sorrento, ahora debía ir a disculparse, ya que las promesas deben cumplirse, bajo los escalones dando bostezos de cansancio, kanon era el único que estaba en la mesa su cara era de susto seguido de tristeza
-kanon que paso, pareciera que hubieras visto un fantasma-
-mira esta noticia, no lo puedo entender- el gemelo menor se levanto tirando el diario al piso, salió de ahí gritando el nombre de su padre, Orfeo quien no entendía nada levanto el dicho papel leyendo el titulo de la noticia-“joven estudiante se encontró ahorcado en un árbol a unos quilómetros de su casa”-
-ese es el novio que kanon tenía, pero por qué haría algo así- Orfeo empezó a llorar ya que lo había conocido, y sabía que era un gran chico
-que ocurre joven kanon, su padre no está- el indio se paro frente a el interrumpiéndole el paso
--donde se fue, dime-
-vuelve a la noche, va tener que esperar-
-no sé como llegaste a nuestras vidas, pero no me agradas- el marino salió de la casa llorando de tristeza, el realmente había querido a ese joven, que a pesar de no ser rico tenía un gran corazón
Minos quien recién llegaba vio la escena quedándose sorprendido ya que siempre pensó que esos jóvenes eran felices
-vaya llegaste pasando la hora, estaba a punto de llamarte-el peli rosa estaba esperándolo apoyado en uno de los robles de la entrada a la casa
-lo siento me demore en el camino- Minos quiso sacar su teléfono y noto que no lo tenía- uh me olvide mi celular, y necesito llamar-
-toma te presto el mío, habla rápido te espero en el establo- el de mirada esmeralda le pellizco la cola para luego guiñarle el ojo haciendo al otro excitarse
-hola Aiacos me olvide el teléfono, lo necesito no puedo estar sin él, tráemelo a la hacienda así de paso conoces-
-bueno justo termine de arreglar un auto debo probarlo, ya me mando para allá-
Minos colgó y se dispuso a ir al establo, en eso ve un auto blanco que se estaciona, bajando de él un joven muy atractivo
-Milo, que suerte que viniste- Dita salió dándole un abrazo fuerte al joven recibiendo un beso en la boca por parte del otro
-como andas lindo, vine a ver como andabas ya que no fuiste a la agencia en estos días-
-si pasa a mi cuarto, ya subo algo para que tomemos tengo muchas cosas que confesarte- el hermoso peli cobalto entro a la casa mientras que afrodita se alzaba el cabello haciéndose un rodete para atarlo con un palo chino
-vaya así que tenías novio, y ayer me hiciste un escena de celo terrible-
-que te dije lejos de mi- dita entro dejando al otro con la boca abierta
Minos sintió algo dentro de el, era como bronca pero a quien, porque si era a ese Milo, significaría que estaba celoso, bueno después pensaría en eso ahora debía ir a ver a Alberich antes que también lo despida
Al rato llego Aiacos, se bajo mirando a todos lados, estaba buscando a su primo que se suponía estaría esperándolo
-disculpa buscas a alguien-
-si a mi primo, podría llamarlo- Aiacos se giro topándose con los hermosos ojos de Orfeo, los dos se quedaron por un momento mirándose, era como si un flecha hubiera atravesado sus corazones