El día realmente no colaboraba para que pudieran salir a distenderse afuera, caía una tormenta eléctrica realmente imponente, así que el ocio en aquel Pent house era de proporciones grandes, ya todas las películas las habían visto y los libros que había en la biblioteca del pelinegro, los habían disfrutado juntos hacía ya varias horas. Ahora, se encontraban abrazados en el sillón de la sala principal, con el castaño menor sobre el mueve y el cuerpo relajado de su pareja sobre él, el menor, acariciaba la cabeza ajena con suavidad, le regaló un suave beso. Estiro su mano y sobre la mesa ratona tomo su celular buscando la función de radio, colocando la primera estación que este sincronizará.
“What’s wrong with me? Why I feel like this? I’m going crazy now”
— Esta canción ha estado sonando durante mucho tiempo en la radio… y eso que no es para nada nueva… mi hermana la repite muchas veces en el día… Llega a ser molesto repetir el mismo tema todo el día en casa… —miró con gracia a su pareja para luego notar que este se acurrucaba más contra su pecho y apretaba tenuemente su camisa con la mirada perdida, como si se hubiera perdido en muchos pensamientos y recuerdos dolorosos. — ¿Sucede algo amor?
— ¿Eh? No… no… es que… este tema me trae algunos recuerdos… —lo miro a los ojos a su novio y lo pensó un poco, mordiendo su labio inferior, para luego sentarse en el sillón haciendo que el otro también repitiera la misma acción. — Es que… nunca supe realmente si odiar o qué a esta canción…
— ¿Por qué lo dices Elle? —respondió con evidente curiosidad.
— Es que…
“Your mind is in disturbia”
— «Recuerdo el día que llegó al orfanato, como tú ya sabes, yo llegué de bebé al hogar y él llego con seis años de edad, hace veinte años. Curiosamente él era igual a mi físicamente, cumplíamos años el mismo día, teníamos más o menos los mismos gustos, solo había dos cosas que nos diferenciaban el uno del otro: él era un loco, si mal no recuerdo tenía esquizofrenia… Era una persona sumamente inestable y peligrosa, como podía estar tranquilo también podía tener un brote psicótico y ponerse en extremo violento, como mismo podía estar en suma calma, y ser la persona más dócil para tratar. Lo otro que nos diferenciaba completamente eran los ojos, no me creerías si te dijera que a pesar de no sufrir albinismo, tenía unos ojos escarlatas brillantes, ojos que no es mentira, brillaban en las tinieblas, pero tenían una luminancia demente, asesina, misteriosa… daba realmente horror verlo a los ojos, o al menos eso creían los demás niños del orfanato… a mí me parecían algo hipnóticos. Hasta llego a cautivarme de casi todas las maneras posibles… No, no creas que me enamoré de él…—respondió al ver la cara retorcida de su pareja al sentir eso. — Simplemente lo veía interesante, pero no podía enamorarme de un loco… Era fascinante, nada más… Ante mis ojos, era como el hermano gemelo que nunca tuve, y en algún momento, hasta sentí que era mi obligación cuidarlo, después de todo él solo respondía de manera positiva si yo le decía las cosas… O al menos por un tiempo fue así. Volviendo al tema de sus ojos, aparte de generar alguna especie de maldición hipnótica, tenían siempre un brillo misterioso, como si él, pudiera ver algo que nadie más podía, muchos secretos inundaban esos ojos. Bueno, tal vez era por todo lo que le toco vivir desde una edad tan prematura y con un estado mental tan delicado. Tenía entendido, su familia era de muy bajos recursos, su madre había fallecido cuando él nació, pero era una pobre estúpida, drogadicta, alcohólica… Supongo que era algo inevitable, y su padre era otro drogadicto y aparentemente, también tenía algún tipo de enfermedad mental que nunca se llegó a diagnosticar, él se suicidó cuando Beyond (así se llamaba mi supuesto gemelo) tendría cuatro años… paso dos años vagando con otras familias en la pobreza, y luego llegó a Wammy’s House, era lastimoso de ver, escuálido, desnutrido, sucio, sin contar el horror que le daba ver tantos niños en ese lugar. Obviamente al chico se le dio, tratamiento, alojamiento, comida y todas las comodidades que pudiera, además de educación, pero su condición mental no ayudaba a que pudiera congeniar con otros de su edad, pero el día que me conoció fue como si hubiera sido otra persona. No mentiré que tuvo días difíciles, y me costaba hacerlo razonar, pero algo en mi voz lo calmaba y lo devolvía a la tierra.
Siempre me decía que me admiraba, que le prestará más atención, que yo era su mundo, pero en la mente obsesiva de un joven ¿cómo no iba a pensar eso si yo era el único que se le acercaba sin miedo?»
”It’s like darkness in the light, disturbia”
— «Recuerdo una noche en particular, en el 2003, teníamos dieciséis años de edad. Estaba dando una vuelta por los pasillos del hogar, como tu bien sabes tengo problemas serios de hace mucho tiempo para conciliar el sueño, y bueno esa noche no podía dormir, así fui hasta la cocina, comí algunos dulces con té, mientras leía algo para calmar mi ansiedad, y cuando eran las cinco de la mañana salí de allí antes que vinieran los encargados de cocina a preparar el desayuno y subí con mi libro por las escaleras para subir al tercer piso, donde estábamos acomodados los mayores, y cuando me disponía a ir a mi habitación, siento un sonido salir de una de las habitaciones, luego de inspeccionar puerta por puerta para ver de qué dormitorio salía, me di cuenta que era la de Beyond, el volumen estaba un poco pesado, y pensé en que podría despertar a los demás, especialmente me preocupaba Mello, un chico que había poco se estaba hospedando en ese piso y era como mi protegido. En fin, quise que apagará el estéreo, así que entré a su cuarto sin avisar y cerré la puerta rápido, y allí lo encontré de espaldas a la puerta, casi estático mirando a la ventana mientras escuchaba este tema precisamente, no sé qué tanto le gustaba de esa canción, solo recuerdo que la escuchaba todo el día; además en aquel momento ya algo no estaba bien en él. Se negaba a medicarse, por lo cual sus brotes psicóticos eran más frecuentes y pasaba en estados vegetativos mucho tiempo.
Al sentir la puerta volvió en sí, y volteo a expulsar al desconocido, pero al notar que era yo bajo la guardia y salto de su cama para ir corriendo a abrazarme, diciendo que por fin había ido a visitarlo. “L al fin vienes a visitar a Beyond” repetía, como siempre, haciendo uso de característico lenguaje, siempre se refería a sí mismo en tercera persona. Le pedí que apagara el radio, luego de que lo separé de mí, le explique que el volumen estaba muy alto y que podría despertar a los demás; y luego, de muchas quejas de su parte accedió “porque L se lo estaba pidiendo”. Cuando se acercó a apagar el equipo, luego se acercó nuevamente a mí, me tomo de las muñecas y me estampó contra la pared cercana a la puerta con una fuerza que no sabía que tenía. Pero además de eso logró inmovilizarme, porque se puso en una posición que ni siquiera mis piernas me dejo mover, además… Estaba tan impactado que no sabía cómo reaccionar para salir de esa situación. Acercó sus labios a mi oído y me susurro: “Elle Lawliet… Beyond Birthday te ama ¿sabes? Y hará todo lo posible para que seas de él y de nadie más ¿entendido?” luego de eso me soltó y arrojo fuera de la habitación cerrando la puerta con pestillo. Nunca en mi vida consciente, le había dicho mi nombre ¿cómo él lo sabía si nadie se lo dijo? Ni idea… así que podrás imaginar cómo me asusté en ese momento.»
”It’s the thief in the night to come and grab you. It can creep up inside you"
— «Pasaron meses luego de ese incidente, incluso llegué a olvidarlo, a eso agreguemos que el estado de salud de Beyond era decadente, muchas veces quedaba en estado catatónico, o simplemente parecía muerto y sin reacción, no había forma que tomará sus medicamentos, y en sus ataques muchas veces infringía daño a quienes estuvieran cerca de él y a él mismo. Otra noche en especial… la peor de todas… iba a media noche haciendo mi habitual paseo mirando por las ventanas del lugar, revisando los paisajes nocturnos de Londres, cuando escucho unos pasos provenientes de las escaleras, me asusté un poco, pues como regla, no teníamos permiso para deambular en los pasillos, yo lo hacía sabiendo que en cualquier momento me podían sorprender, quede quieto en una esquina esperando a ver de quien se trataba, lo más en lo oscuro que pude, y cuando vi la sombre y como arrastraba los pies supe enseguida de quien se trataba. Era Beyond, estaba con un frasco de mermelada en sus manos de sabor frutilla metiendo los dedos y lamiéndolos, en general su ropa estaba cubierta del dulce y su rostro, daba un poco de lástima, parecía un niño comiendo.
“¡Beyond!” llame su atención. “¡Me diste un enorme susto! Pensé que eras Roger o Watari…” suspire me acerqué a él tomando el frasco vacío y mirando sus manos y su mirada algo molesta por no tener su mermelada. “Está vacía…” le aclaré “Vamos a limpiarte, estas todo sucio…” le dije a lo que solo me asintió con la cabeza y una mirada perdida. Lo metí a su cuarto y deje el frasco sobre un tocador, y me dispuse a ayudarle a cambiarse de ropa. El ojiescarlata siempre tuvo una obsesión por la mermelada, era lo único que comía por placer, luego de eso, rara vez comía, de hecho, si no era obligado, por él no lo hacía. Me pregunté nuevamente para mí porque sería, pero ya cansado de pensarlo y no aclararlo, pensé en decirlo directamente
“Beyond, ¿por qué te gusta tanto la mermelada?”
“¿Por qué a Elle le gustan tantos los dulces?”
“Porque así aumenta mi inteligencia un cuarenta y dos por ciento. Pero una pregunta no responde a la otra.” Dije con algo de impaciencia, he de confesar.
“Porque… me recuerda mucho a la sangre…” me respondió en un tono macabro que nunca le había oído, como nunca lo había escuchado hablar de sí mismo en primera persona, uno diría que es algo natural y un avance en él, pero su tono, inspiraba tanto miedo, verdadero terror, como un asesino que va a aparecer en la noche y te a va destajar a sangre fría. Sus ojos tenían un extraño brillo satánico que aun así se veían en la oscuridad, tragué seco esperando a lo mejor, porque, y confieso, no pude reaccionar a semejante afirmación, quede helado en mi lugar. Lo cual comprendí después que fue un error. Me tomo con su sobrehumana fuerza y me arrojo sobre su cama, yo, desconcertado solo lo miré. “Elle, esta noche serás mío…” me respondió con sus ojos brillando al rojo vivo y con una sonrisa retorcida y peligrosa. Empezó por morder mis labios, muy fuerte, me los corto casi enseguida degustando con su lengua mi sangre. Quise huir porque sabía que lo que estaba haciendo era parte de un ataque de locura, así que no podía dejarme llevar, pero me tomo nuevamente con su fuerza y tomo mis muñecas fuerte, casi como si quisiera quebrarlas con una de sus manos mientras otra mano impúdicamente quería jugar con mi sexo, moví mis piernas que las tenía libres para golpearlo, lo cual logré con éxito… le di una patada en el abdomen logrando liberarme por unos segundos, buscando zafarme de su agarre, solo logrando caer al suelo. Grave error, con furia animal se incorporó y me devolvió el golpe sobre mi nuca, dejándome muy aturdido por unos minutos, minutos, que le dieron y sobraron para desnudarme y querer hacerme suyo. Grite tan fuerte como pude cuando él…él… metió su miembro contra mi entrada a contra mi voluntad, por lo cual me silencio dándome un golpe contra el suelo… Mello quien escucho todo el escándalo corrió a buscar ayuda y antes que fuera muy tarde, llegaron Roger y Watari, quienes me liberaron de esa situación. Me sentí sucio, un asco, quería desaparecer en ese momento. Tome una de las sábanas que quedaron en el suelo y me cubrí con ella, a Watari le costó un par de horas hacer que me fuera de aquel lugar. Y cuando así fue, me saco de la casa y se convirtió en mi tutor.»
— Maldito hijo de puta… —repuso el castaño con furia, tenía un extraño odio por alguien que no conocía y esperaba no ver nunca en la vida, sino lo descuartizaría con sus propias manos por haber tocado así a su pareja.
— Igual no termina aquí… aunque no lo creas esto sigue…
«Un poco menos de un año después, luego que yo hubiera superado un poco, no completamente el trauma que me ocasionó esa noche, recibí una carta de un hospital psiquiátrico, tenían a Beyond internado ya hacía un buen tiempo al parecer y su estado de salud era terminal, y tenía poco tiempo de vida. Su última voluntad, era que yo fuera a verlo. Me costó una semana decidirme si ir o no ir, por un lado tenía miedo de lo que había pasado, pero por otro, él había sido como mi hermano y a pesar de todo lo que había pasado él tenía derecho a que se cumpliera su última voluntad. Así que después de mucho debate mental, Watari me llevó hasta aquel lugar. Era un lugar lastimoso, deba asco ver a todas esas personas enfermas mirarte por las puertas con rejas, los gritos inmundos, desquiciados y desesperados por libertad, o porque escuchen sus lamentos… Me llevaron a la habitación de Beyond y la escena con la que me encontré me rompió el alma… Estaba atado a la cama con sábanas, se veía totalmente desnutrido, sin alma, sin energías, mutilado, no había lugar donde no tuviera un moretón o un corte profundo… Su mirada perdida en las esquinas de la habitación, e incluso parecía estar sedado, por la parsimonia con la que movía su cabeza. Al sentir la puerta abrir y cerrar ladeo a penas la mirada y me notó… y me sonrió, normal, dulce y tierno.
“Viniste a verme… creí que no llegaría a verte…” dijo con esa sonrisa y un tono que notaba culpa. “Estuve esperando para verte… era lo único que quería… quería decirte que lo siento, sé que hice mal y no debí, me arrepiento con toda mi alma… no era así como tendría que haber dicho lo que sentía por ti… de verdad lo siento, Elle…” me dijo con angustia notando como sus ojos, apagados, se iban vidriando.
Me acerqué hasta él y solté sus ataduras y lo abracé, tenía miedo de romperlo por lo débil que se encontraba, pero entre mis brazos procuré darle todo el amor que nunca tuvo en su vida. Él, correspondió sin fuerzas el abrazo, más que nada, se dejaba amar por mí.
“Pon mi canción, Elle… quiero escucharla…” susurró a mi oído, lo solté y corrí a la radio buscando el disco que tenía la canción, la coloqué y volví para abrazar a Beyond el cual se acomodó en mis brazos suave.»
”Put on your green lights. We're in the city of wonder. Ain't gonna play nice”
«”Elle… yo te amo… espero que lo sepas y recuerdes siempre…” notaba como su voz a cada sílaba se iba haciendo más apagado y sin vida, a su vez su cuerpo era cada vez más pesado y me costaba sostenerlo.
“No, no Beyond, aun no te despidas… no es la hora, por favor te lo imploro… quédate aquí.” Me aferré a él.
“Lo siento, yo estuve esperando mucho tiempo por ti… Ya puedo verla… me estuvo esperando todo este tiempo… después de todo ella si me amaba…” pensé que sería una alucinación un sueño, pero sus brazos se deslizaron a un costado de mi cuerpo y cerró los ojos como si se fuera a dormir, y me vi obligado a sostener todo el peso de cuerpo, mientras no podía evitar llorar sobre su cuerpo, ya sin vida. Mientras su canción sonaba una y otra vez, hasta que los enfermeros me obligaron a salir para retirar el cuerpo.
Lo enterramos en un cementerio con muy linda vista, muy bonito, no tuvo un gran despliegue de servicio fúnebre, solo algunos de nuestra generación en el Wammy’s House, Watari, Roger y yo… Sin dudas, me hizo pasar momentos oscuros, pero por otro lado ese día en aquel centro mental tuve que despedir a un hermano, a alguien a quien ame pese a todo…»
— ¿De qué murió amor? —preguntó el castaño, en tono de aflicción, la historia, a pesar de la oscuridad que tenía, le había llegado muy adentro de su corazón.
— Fue muchas cosas a la vez, una enfermedad que lo deterioro, no se alimentaba, cuando estaba desquiciado se lastimaba a si mismo… simplemente se deterioró hasta la muerte…—respondió.
— Gracias por compartir un pedazo de tu vida más conmigo mi amor… Te amo mucho… Juro que de ahora en adelante te protegeré con todo mi ser… —le afirmó con gran convicción abrazando fuerte a su pareja y depositando un beso en los labios ajenos el cual fue inmediatamente correspondido.
— Yo también te amo, Light… mucho… —correspondiendo al amor de su pareja. Hoy en día no podría decir que las cosas fueran malas sino que por el contrario, no podía pedir nada más a la vida que lo que estaba viviendo, pero aprender a apreciarlo tuvo que vivir lo que vivió, y despedir a quien despidió.
“A disease of the mind, it can control you”