*Jacob*
Me acerque a la mesa y tome dos aspirinas, en cuanto me dirigí a la cocina por agua o algo con que bajar las pastillas una voz potente e infantil me hiso pegar el grito del susto
– ¡hola soy Peter!, ¿quién eres tú?
– ¡ahhh!, ¿quién eres tú?... “¡maldición mi cabeza!” – me dije eso ultimo mentalmente llevando dos dedos a mi sien
– soy Peter, ¿eres el novio de mi hermana?
– ¿Qué? ¡No!… ¿de dónde saliste tu? – le dije al niño, cuyo rostro estaba bajo una máscara de silicona
– Yo vivo aquí, oye tu pene está muy duro ¿no te duele?, ¿eres doctor?, ¿por qué estas desnudo?, ¿quieres colorear conmigo?
El pequeño hablaba con tanta velocidad que casi no pude entenderlo y al hacerlo caí en cuenta de que estaba desnudo y que tenía una erección involuntaria en frente del niño, rápidamente me cubrí con la sabana que estaba en el suelo. Las hadas carecen de pudor o vergüenza a la desnudez y justo eso estaba pasándome ahora
– ¿quieres hablar más lento?, no se me quita la jaqueca y lo estas empeorando – dije algo fastidiado y dejándome caer sobre una silla
– ¿quieres jugar conmigo?, tengo dos carritos, te puedo prestar uno
– No niño – le dije cerrando mis ojos por un momento tratando de contrarrestar a fuerte sensación de un taladro en mi cabeza con un masaje en la sien
– ¿Dónde está el baño de aquí? – inquirí, pero no hubo respuesta, al notar que el niño ya no estaba le busque con la mirada pero había desaparecido de toda a habitación, me puse mi pantalón y me levante, comencé a caminar sin saber dónde estaría, en mi recorrido me encontré con muchas fotos regadas sobre un papel de periódico, pero lo que me llamaba la atención era que en todas las que había un niño rubio estaban rayadas con marcador rojo, como tachándolo, otras simplemente estaban rotas. Seguí ojeando las fotos hasta que vi una que estaba más vieja y alejada de las otras. En cuanto mis ojos pudieron ver la imagen me quede atónito
Era ella… pero ¿cómo era posible?, su misma sonrisa de siempre, sus ojos oscuros, su cabello tan hermoso, era mi madre, en la foto estaba sentada junto a una joven ambas sonriéndole a la cámara, ¿de qué conocían a mi mama los de esta casa?
Camine hacia un cuarto aun sin salir de la impresión y vi al pequeño tirado en el piso coloreándole la cara a una de sus figuras de acción, uno de esos Max Steel que llegue a usar en mi niñez, rodé los ojos y sonreí, me recordaba a mi mismo de pequeño al acercarme más a él pude percibir sus agitados murmullos
– “nadie quiere jugar conmigo, “soy feo”, “ya me quiero morir”…
Eso me removió en mi interior entristeciéndome, no era normal, ¿Por qué un niño pensaría cosas como esas?
– hey, hola – dije agachándome a su altura tratando de componerle y dedicándole una sonrisa la más amable que pude, el solo me miro unos segundos y volvió a tomar su muñeco
– ¿sabes?... ya lo pensé y si quiero jugar – el pequeño levanto la cabeza y sonriendo se fue corriendo a un rincón del cuarto luego volvió con un carrito de madera y otro al que le faltaba las llantas traseras, me dio el que estaba en mejor estado y comenzamos a simular una carrera en el suelo, curiosamente eso me hiso sentir mejor, recordé él porque me acerque nuevamente y le pregunte al niño tratando siempre de sonreírle o hacer algo que le inspirara confianza
– oye Peter, ¿sabes quienes son ellas? – Le pregunte dejándole ver la foto que tome antes
– sip, son mi mami y mi hermana cuando era chiquita
– oh, qué bueno… ¿y a ella?, ¿no la conoces? – le culmine refiriéndome a mi madre, el negó mientras hacía como que el carrito volaba. Suspire decepcionado y con algo de intriga
– ¿y dónde está tu mama?
El niño se puso completamente serio y dejo de mecer su carrito, con la mirada gacha negó suavemente con la cabeza
– mami está en la caja… – fue lo que me respondió el pequeño, enseguida comprendí sus palabras y me sentí identificado
Sin saber muy bien qué hacer ni cómo hacerle sentir mejor le pregunte si me quería enseñar sus otros juguetes a lo que el asintió. Este niño me recordaba a mí mismo a esa edad, sin madre, casi sin padre aunque no sabía cuál era su caso el punto es que estaba solo, como lo estaba yo.
Me mostraba unos animales también hechos de madera, su muñeco de acción y un pote con plastilina, el parecía estar realmente fascinado de estar enseñándome sus cosas
– ¿son todos tus juguetes? – me asentía y comentaba que regalo los demás y se quedo solo con esos
– así cuando me muera los otros niños usaran mis juguetes,
No lograba comprender porque el niño tenía una imagen tan tranquila y bien definida con eso de morirse, pensar tanto en ese momento solo me daba más dolor de cabeza así que preferí dejar de intentar
– ¿Por qué llevas esa mascara? – al preguntarle el se entristeció podía verlo en sus ojos que era lo único que se le veía además de la boca
– los otros niños y los grandes se asustan cuando me ven y me dicen cosas feas
– ¿Por qué?
– Porque soy un monstruo
– no creo que seas un monstruo, eres un héroe
– ¿un héroe? – dijo con curiosidad, yo le asentía alegándole que los héroes tenían que esconder su identidad bajo una mascara
– ¿Cómo el hombre araña? – yo le asentía tratando de parecerle simpático, me gustan los niños y la inocencia que destilan
Tras esas palabras el retiro la pieza de silicón que ocultaba su rostro y lo que vi me dejo sin palabras, simplemente no podía creerlo
Su carita tan pequeña estaba completamente anciana y deteriorada, con ojeras y bolsas en los ojos, su piel arrugada y marcada, como si cien años hubieran pasado, ¿Cómo era posible? Me hiso recordar la película del curioso caso de Benjamin Button, era bastante similar
En ese momento mi cabeza empezó a zumbar, era la sensación que sentí cuando Chris se metió en mi mente, algo como un sonido vacio, como un canal de emisora y de un momento a otro una voz familiar y con eco me hablo…
– “ayúdalo”
El pequeño salió corriendo creyendo que me había asustado por revelarme su apariencia, yo me quede en la misma posición hasta que la voz se detuvo, lo del niño no me había sorprendido demasiado hoy día pocas cosas me sorprendían
– tienes que irte – dijo otra voz a mis espaldas, la de la chica cuyo nombre ni siquiera sé
– lo que paso anoche fue un error
– lo sé, estábamos ebrios y me disculpo por eso – le respondí sin abandonar mi posición
– antes de que me valla necesito preguntarte algo – ella suspiro y asintió
– ¿conoces a la que está en esta foto?
– ¿revisaste mi casa, de donde sacaste esto? – Me reclamo tomando la amarillenta foto de mis manos
– La encontré por casualidad, estaba en el suelo, dime ¿la conoces?
Ella me miraba dudando pero al final dándole una rápida ojeada a la foto en sus manos termino por decirme
– Ella era amiga de mi mama, tengo entendido que por un tiempo fueron pareja, pero que al ser de diferentes clases tuvieron que separarse
– ¿Qué? – dije sin entender
– escucha no sé, como deje que pasara todo esto, ni porque te siquiera hablando, no sé quién eres, pareces una buena persona y todo, pero yo jamás metería un extraño en mi casa y...
– Ya sé, ya lo sé, solo algo mas – ella suspiro y llevo una mano a su cabello acomodándoselo detrás de la oreja
– ¿Qué quisiste decir con eso de las clases? – ella me miro extrañada y dijo que era increíble que no supiera algo tan básico
– Entre nuestra raza hay 3 tipos de hadas, están las…puras, las mestizas y los elfos
– ¿y cuál es la diferencia? – Dije con el ceño fruncido sin entender del todo
– solo míralo como si fuese la clase alta, clase media y… los pobres… cuando el rey se entero que su hija, una hada pura y mi madre, una hada mestiza estaban juntas hiso de todo por separarlas hasta llegar a jurar que mataría a todas las que no fuesen como ellos
– ¿el… en serio hiso eso?
– si, por eso se separaron y pues la princesa obvio cedió, pero juro que nos mantendría protegidos, y creo este lugar para nosotros, un plano existencial oculto donde el rey no pudiera encontrarnos y a la vez para mantenernos a salvo de los vampiros, un lugar para hadas con capacidades limitadas
– ¿limitadas?
– ¡Ay por Zeus!, las hadas mestizas somos menos poderosas que las otras, nuestra luz es inestable y se gasta eso nos lleva a la muerte, deberías saberlo
– ¿eso es lo que le paso a tu madre? – Ella cerró los ojos y suspiro negando suavemente
– a ella el mato un vampiro – yo abría grande los ojos al escuchar eso, ella era como yo
– ¿y qué hay de tu hermanito?
– el es todo lo que me queda, mi razón, mi pequeño, yo… los oí hablar y te agradezco que lo hayas hecho sonreír… él hace mucho no sonríe…
Ella pareció perderse unos momentos en sus pensamientos y luego recordó que yo seguía allí
– ya te dije bastante, creo que es mejor que te vayas ya– dijo cambiando su expresión a una molesta
– puedo ayudarlo si me dejas intentar
– eso es imposible – su rostro se desfiguro en una mueca de incredulidad completamente como si mis palabras le molestaran
– ¿Puedes ayudarme?– dijo el pequeño asomando su cabecita detrás de una cortina
– ¡Peter vete al cuarto!... y tú por favor ya vete, es bastante cruel vivir con el recuerdo de lo que paso para que vengas tu, un completo extraño a poner el dedo en la yaga
– “ayúdalo” – la voz volvió a sonar en mi cabeza esta vez mas fuerte y clara, esta vez pude comprender que esa voz era de mi madre, gire mi rostro a la derecha hacia un espejo que estaba colgado a la pared y la vi justo ahí sonriéndome, en el lugar donde debería estar mi reflejo
– “ayúdalo”
Su voz de amor sonaba tan nítida y sus labios permanecían inmóviles
– “usa tu sangre para hacerle sanar, su luz es muy débil para sanarse por sí mismo, esta extinguiéndose” – yo le asentía un poco sorprendido por tal aclaración y a la vez sonreía, aun no sabía porque podía ver a mi madre, pero adoraba poder hacerlo
– “mi pequeño, mi Jacob”
Tras esas breves palabras su imagen desapareció en un solo parpadeo dejando nuevamente a mi imagen en el otro lado del espejo
– Puedo hacer esto, confía en mí – ella estaba cruzada de brazos y miro a su hermano con preocupación
– lo siento no, no te conozco por…
– soy hijo de Sarah Valois, la misma que fue novia de tu madre, la misma de la foto y al igual que tu madre la mía murió en manos de un vampiro
Retrocedió y me miro incrédula
– estoy seguro que la ponzoña le hiso esto a tu hermano, mi sangre puede restaurar su luminiscencia, es su única salida debes confiar en mí – dije sin creerme el tono de convicción que había empleado
– ¿Cómo se que es verdad lo que me dices? – sus palabras me dejaron pensando por unos segundos hasta que se me ocurrió mostrarle, concentre y agudice lo mas que pude mi don sobre mi mano haciendo que este me cortase como una afilada navaja y enseguida se veía como desde el interior de la herida una tenue luz titilaba cerrando el corte y dejando mi piel unida nuevamente
Se quedo en silencio observándome y mordiéndose el labio inferior, volteo a ver a su hermano y luego hacia mí para asentir finalmente.
Nos dirigimos a la cocina y le pedí que prepara alguna bebida dulce, después de unos 5 minutos ya estaba sobre la mesa un batido de fresas, repetí el procedimiento cortándome nuevamente solo que esta vez dejando caer algo de sangre sobre la espesa y fría bebida que al ser mesclada con mi sangre brillo como si el sol se hubiera vuelto liquido y servido en aquel vaso
Luego de insistirle al pequeño en que debía beberse el batido este finalmente cedió y a medida que iba bebiendo lentamente empezaba a cambiar, a rejuvenecerse completamente, dejando ante nuestros ojos a un rostro terso y angelical lleno de vida, su cabello lucia mas dorado ahora y en sus ojos había un brillo que antes no estaba, era un pequeño ángel
En cuanto el pequeño se dejo apreciar completamente ella quedo en shock sin saber cómo reaccionar hasta que lentamente y con la boca tapada se acerco a él, acaricio su rostro sintiendo la suavidad y sin poder contenerse más quedo encima de su hermano abrazándolo de una manera casi desesperada y murmurando cosas que solo ella entendía, termino llorando y llenando de besos al pequeño niño por todo lugar que pudo para luego observarme a mí y agradecerme toda emocionada y temblorosa a la vez
– descuida, no fue nada – dije sonriendo de que hubiera funcionado
– tal vez haya algo que pueda hacer por ti a cambio, lo que sea – dijo ella entre titubeos, supuse que era mucha la emoción
– no te preocupes – dije correspondiendo al efusivo abrazo que me propino de repente
– me pondré ropa y me iré
– puedes quedarte más tiempo si quieres – dijo ella siguiéndome en verdad se sentía en deuda conmigo
– no hace falta, tengo mi casa allá afuera y anoche no llegue a dormir allá, pero si quisiera seguir viéndonos, tengo más preguntas si no te molesta
Ella me asintió y mas que solo eso pareció hacer una reverencia. En cuanto termine de arreglarme la ayude a limpiar un poco el desastre que hicimos la noche anterior, me despedí del pequeño que parecía más hiperactivo y alegre ahora que tenia la apariencia de un niño de su edad, yo en realidad no hice nada pues cuando hice lo que hice podía sentir como mi madre me susurraba que hacer exactamente
– Yo… en serio te agradezco lo que hiciste
– ya no digas más, mi madre también habría hecho esto
– no eres como las otras hadas, tu eres mucho más agradable como lo era tu madre – me dijo de repente mostrándome donde era la salida
– yo solo sonreí a su comentario y prometí que vendría a visitarlos, tenía muchas incógnitas que deseaba que fueran respondidas
– ¿estás seguro que no quieres quedarte?, este es el único lugar seguro para un hada
– No te preocupes por mí, además recuerda que dije que vendría a visitarlos pronto
– Bueno como gustes, puedes venir cuando quieras – dijo abrazándome y dando un beso en mi mejilla, yo e correspondí el gesto
Me encamine a la pared invisible que me haría ir nuevamente al bosque
– oye…
– ¿sí?
– Gracias…
Yo le asentí sonriendo como por enésima vez y comencé a atravesar la barrera mientras veía como el montón de luciérnagas se me pegaban no entendía el objetivo de eso así que lo ignore
Una vez que quede completamente del otro lado anote mentalmente que volvería mañana y sin más comencé mi caminata.
Durante todos estos años nunca el bosque se me había hecho tan largo y solitario, con pasos lentos y débiles me acercaba a mi casa, era de noche y todo parecía calmado tanto que daba miedo. Luego de pasar el valle de flores y los demás lugares que reconocía pude vislumbrar la luz parpadeante de lo que parecía ser una patrulla de policía, mi cuerpo se lleno de terror al recordar el estado en el que deje a Billy la ultima vez, comencé a acercarme al lugar con todas mis fuerzas y con el temor de que algo hubiera pasado
– ¡Papá! – grite alarmado en cuanto llegue, sin embargo todos me voltearon a ver asombrados como si fuera un fantasma, estaban los Cullen, los Clearwater, Sam, Charlie el policía, e incluso las hadas
La mirada de todos estaba puesta sobre mí lo cual hiso que me tensara y ponerme muy nervioso ¿Qué demonios estaba pasando?
– ¿Jacob? – se oyó la voz de Edward que más bien sonó como un gemido lastimero y en cuanto lo vi acercarse pude notar lo dañado que estaba, parecía un indigente, su cabello que tanto me gustaba vuelto una maraña, una barba bastante crecida, lucia tan pálido y enfermo, como si estuviera muriéndose, como si lo hubiera arroyado un auto, su expresión tan desgastada, cansado, con la mirada apagada y su ropa sucia con tierra y unas cuantas hojas secas ¿Cómo era posible que un vampiro se viera así?
A pesar de lo mal que me hiso verle en ese estado le frene con la mano y negando con la cabeza. Se había vuelto un reflejo en mi apártalo cada vez que se acercaba, el se detuvo y se quedo viéndome con temor y desesperación, parecía una bestia asechando pero a la vez trataba de contenerse era algo perturbante
– ¿Dónde está mi papa? – lancé de repente, mas sin embargo nadie me respondía seguían viéndome como si fuera un fantasma
– ¿alguien va a decirme que está pasando y donde esta mi padre? – quizá estaba siendo muy grosero, pero no podía evitarlo aun me sentía bastante molesto con todo el mundo iba a decir algo mas pero fui callado cuando oí su voz
– ¿hijo?… – nuevamente oía un gemido lastimero esta vez proveniente de quien buscaba, vi como iba abriéndose paso de entre la gente y en cuanto sus ojos se conectaron a los míos, las lagrimas de ese hombre comenzaron a brotar
– “¿qué diablos pasa?” – “eso quiero saber Jacob ¿Qué diablos pasa?”
– “¿Chris?, ¿ustedes que hacen aquí?, si vienen a pedirme que vaya con ustedes pierden su tiempo…”
Luego de mi pequeña conversación mental con mi medio hermano note que todos los que no eran hadas estaban absolutamente paralizados
– Chris… hoy de verdad no quiero hacer esto, ¿sí?, tuve un día largo
– vale pero al menos dime donde has estado todo este tiempo – dijo pasando cada vez de voz serena a cabreada
– ¡maldita sea no pude sentirte!, nadie pudo… pensé que te habían matado
– ¿qu-de que me hablas? Ayer estuve todo el día en casa
Ellos se vieron entre negando si con ceño fruncido y cara de que algo no estaba bien
– ¿dices que estabas aquí ayer? – Dijo Claudine con una cara de confusión que comenzaba a hastiarme
– ¿ehh si? Salí en la tarde, pero pase todo el día aquí – le solté con algo de fastidio, seguía sintiéndome desconfiado con ellos, bueno no mucho en realidad era complicado, a demás de que mi madre me advirtió de que no podía confiar en todo el mundo
– Jacob, tu cumpleaños fue hace dos días… llevas como semana y media desaparecido
– ¿Qué? – proclame en voz alta
– todo el pueblo lo sabe y el amigo policía de tu papa tiene todo el cuerpo oficial buscándote, sea donde sea que andabas ninguno de nosotros pudo localizarte, era como si tu luz se hubiera extinguido, nuestro padre también está muy preocupado
– ah no, a mi no me hables de ese hijo de perra – le dije secamente sabiendo de que estaba insultando a mi fallecido bisabuelo hada
– es un sádico y gracias a él mi madre sufrió muchas cosas que estoy seguro que ni ustedes saben, díganle de parte mía que él jamás significara algo para mi
– ¡Jacob! – se oyó la melodramática voz de Derek, no pasaron ni dos segundos cuando ya me encontraba atrapado entre los brazos de él
– oh excelente, ¿Qué demonios haces tú aquí?
– estaba preocupado por ti amor, ¿estás bien?, ¿Dónde estabas?
– ya suéltame, te he dicho que no me digas amor, entiéndelo TU NO ME GUSTAS
– sé que lo haces en el fondo, pero me alegra que hayas vuelto a mí, se que un día eros y afrodita bendecirán nuestro amor y que…
– Chris…– me queje dándole una mirada suplicante a mi rubio hermano interrumpiendo a Derek en su discursito, el me alegaba que debía corresponderle a Derek o cada vez sería peor
Quien lo diría… hasta las hadas tenían su versión de la imprimación o lo que sea
– aun me duele la cabeza, por favor llévatelo y te importaría dejarme por lo menos esta noche y mañana vienen a sermonearme o lo que sea ¿sí?, hoy quiero estar solo con mi padre. Y no Derek todavía no me gustas y no me casare contigo – dije con fastidio respondiéndole a un pensamiento del que era mi supuesto prometido
– esperare el tiempo que necesites amor, hasta que entiendas que somos el uno para el otro
Yo bufe y le mire de mala gana, todo este universo que conllevan las hadas había caído tan rápido sobre mí que me estaba ahogando. Era todo una desgraciada locura, en unos 5 días me había enterado que resulta que soy un príncipe mitad hada, mi raza está en peligro de extinción y tengo que casarme con un chico que conozco prácticamente no conozco y procrear con él para salvarnos de la desaparición, cosa a la que obviamente yo jamás accederé, lo único bueno de todo esto es que puedo estar con mi madre de maneras que como un humano común nunca podría
– Está bien – me dijo suspirando innecesariamente…. recuerda que puedes llamarme o venir siempre que quieras
– ya sé
–solo tienes que pensar en mi y sabré si me necesitas, ¿vale?, no importa la hora. Ten mucho cuidado y por favor si vas a andar por ahí rocíate con el frasco especial que te di – dijo Chris acompañando sus palabras con un abrazo, se había tomado demasiado a pecho su papel de hermano, pero en el fondo me enternecía, mucho más sabiendo que le daba miedo perderme ya que siente que soy lo único que le queda de nuestra madre y eso era en parte cierto
Le correspondí al abrazo y asentí a lo antes dicho
– Buenas noches amor – dijo Derek a modo de despedida apartando a Chris y tomando mi mano para besarla suavemente el me alegaba que deseaba que tuviese una velada placentera y que quería que nuestros destinos fuesen enlazados eternamente por medio los sueños. A lo que yo apartaba la mano grotescamente
Luego de unas cuantas palabras más de parte de mis tíos se fueron de vuelta a su mundo. Yo suspire mientras veía como el don de mi hermano dejaba de ejercerse sobre la gente. No me terminaba de acostumbrar a eso
Billy rodo hacia mí y yo igualmente me acerque nos miramos unos segundos que pasaron como horas ambos en silencio yo no sabía que decirle me sentía demasiado avergonzado, su semblante duro estaba ausente se le veía triste y decaído… cansado
– Lo siento – le solté titubeando para luego volver a decírselo más firmemente y agachándome a la altura de su silla.
– Lo siento tanto papa
El solo me abrazo fuerte, como nunca antes lo había hecho sentí, como se hundía con fuerza en el hueco de mi cuello y al rato como se humedecía con lagrimas eso sencillamente me había causado una sensación de culpa que se quedaba atorada en mi garganta
– Lo siento en verdad papá – le decía yo, las palabras salían de mi boca pero sentía que no era suficiente para todo el daño que le había causado los últimos meses, en especial estos últimos días, su apariencia era prueba de ello, mi padre nunca se había visto tan mal como lo hacía ahora y el saber que yo era el causante de eso me hacia olvidar mi resentimiento hacia él, hacia casi todo en realidad
– No sabes cuan preocupado he estado - dijo Billy tratando de contener la lagrimas, para él yo era lo más importante en la tierra, soy la herencia de un amor sufrido y aunque nunca se lo había dicho antes para mi Billy era y es lo que más amo en la tierra
– no sé qué decirte papa, lamento todo lo que ha pasado yo…
Me detuve en cuanto recordé que todos estaban allí y de seguro querrían saber donde estuve en especial la policía
– “¿qué demonios les diré?”, rasque mi cabeza y cerré los ojos tratando de recordar lo que me dijo Claudine sobre la brujería
“aprender latín te será muy útil cuando quieras hacer algo con magia”… “debes concentrarte e imaginar lo que quieras que pase”… “procura ser cuidadoso con las palabras que elijas”… “mientras conjuras debes pensar en lo que quieres que pase exactamente”
–Erat somnis – solté en voz alta con la esperanza de que fuesen las palabras correctas y en seguida sentí como de mi cuerpo salió energía y a la par como todos ponían caras de confusión
**
Pasada la noche ya todos habían vuelto a sus asuntos, Jacob había logrado hechizarlos a todos exceptuando a los Cullen por que al parecer los vampiros son inmunes a la brujería, para Jacob todo lo que aprendía cada día de sí mismo, de las hadas, lobos incluso vampiros le mostraba que lo sobrenatural era y siempre seria parte de su vida hiciera lo que hiciera
La noche paso bastante lenta Edward como hacía desde hace rato acampaba cerca a la ventana de Jacob este último se sentía menos enojado que antes, pero aun no quería si quiera voltear a verlo y aunque lo negara, en su interior sabia que esa barrera que el mismo puso entre ambos estaba matándolo de dolor
Hacia frio y Billy decidió preparar café para él y chocolate caliente para Jacob ya que nunca le gusto el café “mierda liquida” como solía llamarle
– papá…
– ya no te disculpes mas hijo, me lo contaras luego, solo quiero disfrutar este momento hace mucho no te sentabas conmigo, no me molestabas con tus chistes o algo… hace mucho no oigo tu voz.
Jacob simplemente asintió cálidamente acomodándose en el pequeño sofá no sabía que mas decirle, le llegaba a memoria cada dos segundos la manera tan cobarde en que lo dejo caer y huyo
– Nunca tuve la oportunidad de decírtelo antes hijo, pero no me molesta que seas gay– declaro rompiendo el cómodo silencio que había llenado la sala
Jacob abrió grande los ojos no se esperaba esa y enseguida enrojeció diciéndole que el ya no era así que lo que le paso con Edward solo había sido una confusión, Billy carcajeo ante ello y le dijo algo que tampoco se habría imaginado jamás
– lo entiendo, estas herido, pero ¿sabes?... él fue quien más te busco, incluso cuando yo no lo hice él nunca paro de buscarte, nunca lo vi rendirse, y todas las noches entraba a tu habitación a captar tu esencia. Muchas veces lo oí sollozar y hablarle al viento como si lo hiciera contigo, él fue quien me ayudo a levantarme el día que te fuiste, nunca dejo de custodiar tu ventana, trabajo en equipo con los tuyos para rastrearte y mostro un control increíble, tal vez el chico no sea malo después de todo
Impresionado por tal declaración Jacob se mantuvo en silencio un momento y luego volvió a negar
– no papa, el y yo…
– escucha mis palabras hijo, el amor es como el viento, puedes sentirlo pero no detenerlo y cuando lo intentas es en vano, solo terminas haciéndote daño, eso es lo que estas tratando, detenerlo. Yo ame a Sarah con mi vida y también era algo prohibido, pero nunca me aleje de ella ni ella de mi y nunca luche contra mis sentimientos, me permití amarla, no fue fácil pero la compensación no tiene igual. Cuantos más se oponían a nuestra unión, mas se fortalecía nuestro amor, mayor era nuestra felicidad, nuestra plenitud
– ¿estás diciéndome que debo estar con él?
Billy sorbo de su tasa antes de decirle en tono misterioso
– la pregunta correcta seria ¿quieres estar tú con él?
Jacob le miro directo a los ojos enrojecido y luego fijo su mirada en la chimenea haciendo que sus ojos se viesen más brillantes
– Ella también hacia eso… – le declaro Billy sonriendo, él le miro otra vez sin entender sus palabras
– Ella tenía esa habilidad de decirlo todo con la mirada, podías quedarte horas viéndola a los ojos y entenderla perfectamente
– La extraño, yo nunca la conocí realmente –soltó Jacob luego de un no muy largo silencio al comprender que se refería a su madre
– Eras demasiado pequeño cuando todo paso, demasiado pequeño para que puedas recordar algo.
– A veces puedo verla, en mis sueños ayudándome o en mi reflejo aconsejándome, otras veces la oigo en mi cabeza y a veces solo a veces alcanzo a ver su sonrisa que tanto me gusta – declaro con los ojos levemente humedecidos pero sin llegar a derramarse
– A veces me dice mi pequeño, mi niño y yo quiero decirle… mama estoy aquí, quiero abrazarla y decirle que me ha hecho falta pero ni siquiera sé si ella puede escucharme – esta vez una fina lagrima se escurrió y el sonrió mientras sentía el brazo de su padre colocarse sobre sus hombros
– Ella estaría orgullosa de ti mi pequeño – dijo sacándole una sonrisa a Jacob
– Hare que así sea –declaro levantándose con fuerza como si algo se le hubiera ocurrido
– Empezare de cero, hare que este orgullosa de mi
– Me da gusto que pienses así hijo
En ese momento Jacob le vio a los ojos y noto como la mirada de Billy brillaba derrochando orgullo, cosa que le hiso sonreír y agachándose a abrazarlo le soltó un “te quiero papa” esa frase en sus oído le hiso temblar de emoción y que ambos se sintieran dichosos del padre y el hijo que eran para el otro
Pasadas unas horas ya Billy había ido a acostarse y Jacob se encontraba en su habitación, se sentía feliz tan feliz como no lo estuvo en bastante tiempo, pero de golpe sus pensamientos fueron invadidos por alguien y eso le recordaba de que todo no estaba de color rosa, en esos momentos era cuando mas quería a su madre para seguir sus consejos
– “¿y si de verdad me quiere?”; “¿debería perdonarlo?”; ”no, solo quiere engañarme para obtener mi sangre”; “pero papa dijo tantas cosas que no me esperaba de él”; “la verdad yo ni deje que me explicara”; “lo trate mal”; “no puedo estar con él”; “todos los vampiros son iguales”; “sería más fácil si él fuera humano”; “tengo hambre”; “creo que aun me gusta”; “tal vez debo darle una oportunidad”; “el condenado esta bueno”; “desearía poder leer su mente”;
Ya sin saber que mas pensar Jacob entendió una cosa y eso era que el amor es ciego, que no ve raza ni naturaleza, nada de esas cosas y que si sus padres son prueba de ello, quizá el también puede serlo, el desea amarlo y estar con él libremente, está el impedimento de sus especies, pero ya no sabe que mas hacer para ignorar sus sentimientos, quizá era tiempo de dejar de huir, de esconderse y sentir miedo, quizá simplemente era tiempo de aceptar lo que es una realidad…
– estoy enamorado de un vampiro…
Soltó en un suspiro esperando que lo que estaba sintiendo que debía hacer fuera lo correcto
– “El amor es como el viento, puedes sentirlo pero no detenerlo y cuando lo intentas solo terminas haciéndote daño” – cito a su padre
– Billy tiene razón…
Se levanto dudando y con pasos lentos se acerco a la ventana para hacer una locura
– “no sé ni qué demonios le diré”
Al abrir la ventana no encontró más que un montón de flores ya marchitas con unos cuantos papeles que al tomarlos se dio cuenta de que eran cartas pero estaban arruinadas por la lluvia
Suspiro con decepción y entro rápidamente tratando de calmar sus latidos acelerados
– ¿jake?... – dijo una voz en la ventana que le hizo dar un pequeño salto, se giro con lentitud y se quedo mirándolo sorprendido de verlo ahí