Eran aproximadamente las seis y algo de la tarde cuando el vuelo aterrizo en el aeropuerto de Washington, había sido un viaje largo en el cual la mitad del tiempo Jacob había dormido y la otra mitad conversando con Alice y evitando a toda costa mirar a Edward a los ojos
Cuando finalmente lograron pisar suelo fuera del aeropuerto sintieron un inmenso alivio, habían preferido guardarse todo el asunto de los Vulturis para después cuando le contasen a la familia como había resultado
Jasper junto Carlisle habían ido a recogerlos, cuando todos se observaron se saludaron felices de volverse a ver, Alice salto sobre su esposo y le dio un beso como nunca antes le había dado en público, Carlisle y Edward compartieron un abrazo. Ya en el auto empezaron a platicar más a detalle
- No tienes idea de lo preocupado que nos tenías a todos hijo, tu madre y yo ya no sabíamos que hacer para que regresaras a casa
- Lo sé, lamento haberlos preocupado tanto
- Puedo entender porque lo hiciste, pero a tu madre tendrás que prometerle que no intentaras algo como eso jamás
- Si, ya lo imagino - Carlisle le miro a través del espejillo retrovisor y le dio un asentimiento a sus palabras. Luego de un corto silencio quien empezó a ser interrogado fue Jacob
- Seth nos explicó más o menos, ¿estabas en un mundo de hadas o algo parecido Jacob?
- Si, cuando caí inconsciente al mar mi abuelo sintió mi terror, lo cual le permitió entender que estaba en peligro y transporto mi cuerpo al plano dimensional de hadas antes de que me ahogara. Por desgracia el tiempo allá no funciona igual que en este plano y es más difícil salir que entrar
- Por fortuna llegaste justo a tiempo para salvar a mi hijo… te lo agradezco - Jacob simplemente sonrió sin decir una palabra y asintió al gesto de Carlisle, luego sus ojos pasaron velozmente hacia el retrovisor izquierdo y observo a Edward sentado en el puesto del copiloto
El viaje en auto fue más o menos de una hora y cuando ya se encontraban camino a la mansión Jacob pidió un favor
- Eh… ¿Sr. Cullen?
- Por favor, salvaste la vida de mi hijo, puedes llamarme Carlisle Jacob - dijo riendo, Jacob respondió riendo también con nerviosismo
- Me encantaría ir a su casa y ver al resto de la familia, pero hay algo que necesito hacer primero, vera… mi papá me cree muerto desde hace un mes y aún no he tenido la oportunidad de hablar nada con él, ¿podría usted dejarme en la reserva para verlo primero a él?
- Por supuesto que si muchacho, el pobre hombre te ha extrañado mucho - le comento haciendo que Jacob sintiera algo de pesar por causarle tanto dolor a su padre
Se detuvieron en la casa para dejar a Alice junto a Jasper y luego retomaron camino hasta llegar a la reserva, Jacob decidió bajarse en su casa, sabía que su padre no estaba allí pero el asunto era que se sentía nervioso de volver a verlo
Gracias Sr. Cullen, prometo ir a visitarlos tan pronto pueda
- No tienes nada que agradecer Jacob, y por favor ya te dije que me puedes llamar Carlisle - Jacob asintió, pero aun así no se sentía cómodo tuteándolo
- Voy contigo - alego Edward dejando un tanto desorientado a Jacob
- Ehh, de hecho Edward quisiera poder pasar esta noche a solas con mi padre, ¿podemos vernos mañana? - inquirió sintió alivio de que no estuvieran frente a frente
- Está bien - le respondió después de un rato
Cuando se fueron lo primero que hiso Jacob fue entrar en su cuarto, sonrió con algo de alivio al ver habitación tan idéntica a la última vez que estuvo allí, luego se fue hasta la habitación de su padre y el sentimiento fue diferente, la atmosfera del cuarto se sentía tan melancólica, la cama estaba desordenada y había fotos de él regada en ella, recorrió los muebles algo polvorientos con la yema de sus dedos y juraba que por medio de ese procedimiento sentía a su padre junto a el
Salió de tal cuarto con el pecho encogido y se dirigió al cuarto de baño, al verse en el espejo no pudo reconocer su cara, no era por el hecho de que ahora llevaba un cabello rubio, simplemente había algo de el mismo que no lograba reconocer… había cambiado, no tanto en lo que al físico concierne pero si internamente
Si…
Era eso, los recientes acontecimientos le habían cambiado, ya nada en su vida era como antes, la idea de ser un hada ya no le parecía en absoluto divertida, ¿porque a el tenían que pasarle estas cosas?, su novio era un vampiro suicida, le habían tratado de asesinar, había abandonado a un príncipe en el altar para tratar de recuperar su vida, su familia seguramente lo odiaba, había desaparecido por segunda vez haciéndole creer a todos que había muerto… de nuevo
¿Porque sus preocupaciones no podían ser sencillamente terminar la escuela, ponerse alguna crema para el acné y aplicar a una buena universidad? ¿Porque tenía que ser todo de esa manera?, la magia viene con un precio, ¿era ese el precio que tenía que pagar por ser un ser de magia?, ¿llevar esta vida tan anormal y desastrosa?
- No… - murmuro en voz baja ante el espejo cambiando su expresión drásticamente
- No dejare que esto arruine mi vida - cerro sus ojos y concentrándose en su cabello hiso que volviera adquirir su color original, fue a su habitación y se quitó lo que llevaba puesto para ponerse su cómoda y tan caracterizada ropa, ensayo un par de veces las palabras que le diría a su Padre y luego partió con prisa hacia la casa de los Clearwater
Al cabo de unos 10 minutos estaba frente a la dicha casa, iluminada en el exterior por unas cuantas linternas y siendo bañada por la luz de luna. Tomo mucho aire y se encamino a la puerta, quería tocar pero su mano estaba petrificada a unos cuantos centímetros de la madera, movió sus dedos con nerviosismo y el susto que le provoco Lea al abrir la puerta le hiso llevarse la mano al pecho
- Lea…
- Tu olor a niña bonita te delata - fue todo lo que le dijo sonriendo. ¿Lea sonriendo?, eso era nuevo
- Entra - le dijo haciéndole espacio para que pasara
Dio un parpadeo y la miro como si le hubiera hablado en Árabe, se sentía raro, como si estuviera entrando a la casa de un extraño, entro con pasos recelosos y un olor a comida casera inundo su nariz e hiso efecto directamente en su estomago
- Billy está en el comedor, no cree que estés vivo pero desde que oyó la posibilidad de que podrías estarlo, tiene más apetito - camino lentamente hacia donde se le había indicado, los nervios le carcomían y a la vez una cálida sensación nacía en su pecho
Encontró a su padre situado en la mesa comiendo lo que parecía sopa, estaba en el sentido opuesto por lo cual Billy no se había siquiera dado cuenta de su presencia
Jacob camino asustado, era extraño sentirse de esa forma, como si no estuviera listo para ver a su padre, detuvo sus pasos a poco menos de un metro de distancia y le llamo
- ¡Papá! - la cuchara de Billy cayó sobre el plato haciendo la porcelana resonar con fuerza. Se giró tan pronto le permitió su silla y con los ojos muy abiertos jadeo sin voz
- No puede ser… - para Billy era muy impactante, con el simple hecho de haber escuchado su voz, la voz de su hijo, su hijo que justo igual que su amada Sarah se desvaneció convirtiéndose en polvo ante sus ojos
¿Cómo demonios era posible?, ¿su mala alimentación lo estaba haciendo tener alucinaciones? ¿Se había vuelto loco finalmente? ¿O era realmente ese su hijo parado frente a él?
- Papá soy yo, estoy con vida - alego acercándose sin poder evitar que sus ojos se humedeciesen
- Todo está bien papá… - le decía, Billy no se movía ni emitía sonido alguno, el pobre hombre estaba completamente paralizado, sus ojos al igual que los de su hijo se humedecían. Y aunque aún no se sentía real, como si todo estuviera pasando en su mente, el pecho de Billy Black no había palpitado tan fuerte en años como lo estaba haciendo justo ahora.
Jacob se acercó hasta estar lo más cerca que pudo de Billy, agarro la mano de este último y la coloco en su cara, cuando Billy sintió la calidez emanando del cuerpo de su hijo entonces allí reacciono, acaricio el rostro con su mano callosa y de su boca empezaron a escapar jadeos primitivos que contenían emoción
- Soy real papá, no estoy muerto - le susurraba Jacob. Eso fue como toda la confirmación que necesito escuchar, el hombre repentinamente comenzó a reír y llorar al mismo tiempo, las lágrimas cayeron de sus ojos a borbotones y abrazo con fuerza el ancho cuerpo de Jacob
- ¡Mi hijo!; ¡mi hijo! - exclamaba feliz como podía ya que la emoción le alteraba en tanto el ámbito emocional como el físico
- También te extrañe papá, como nunca antes - le dijo Jacob hundiéndose en los brazos de su viejo, encontrando paz y confortacion en estos.
**
Luego de pasar prácticamente toda la noche llorando de gozo y conversando con su hijo, el viejo Billy Black cayo dormido a eso de las 12:30, Jacob le ayudo a acostarse en la cama para que durmiese cómodo, velo el sueño de su padre un rato y luego salió a conversar. Quería estar en su hogar con su padre, pero ya mañana habría tiempo para eso
Casi todos dormían, solo quedaba Lea en la sala leyendo un libro de automanejo de la ira, lo cual le causo gracia y sorpresa a Jacob
- Primero sonríes y ahora ¿lees?, ¿que sigue, te casaras con un vampiro? - le bromeo Jacob
- Eso es un chiste muy desagradable - le respondió ella con cara de espanto. Jacob se sentó a su lado y antes de que ella dijera nada él la abrazo dejándola muy contrariada
- Incluso hasta a ti te extrañe señorita amarguras - alego Jacob soltándola en cuanto le dio un no tan fuerte golpe en la cabeza
- Pues yo a ti no… o tal vez… umm, déjame pensarlo… ¡nada, ni un poco! - dijo ella sacándole una risotada a Jacob. El temperamento de Lea había cambiado considerablemente desde la última vez que la había visto, incluso ahora se veía como una persona feliz
- ¿Qué es de Seth? - inquirió curioso y hasta ahí llego la felicidad, al oír el nombre de su hermano Lea cambio completamente pareciéndose mas a la Lea amargada que conocía mejor
- Pues como sabes vive con su nueva familia, el no viene por estos lares, rara es la ocasión, pero en fin, puede hacer lo que le dé la gana - Jacob entendió que estaba aún herida y que no sería prudente hacerla conversar de un tema que la ponía tan incómoda como lo era su hermano imprimado con un vampiro, el simplemente la escucho y asintió a sus palabras hasta que el calor se le enfrió y la conversación cambio a un tema más agradable para ella
Hablaron de todo un poco, de la escuela, del clima en Forks, de la paz que había después de lo ocurrido con Laurent, incluso de lo que iban a comer mañana ya que al parecer a Lea le gustaba cocinar para su casa.
A eso de las 2:00 ninguno de los dos daba para más, habían pasado un buen rato conversando pero el sueño pudo más y terminaron dormidos en el sofá
**
Edward estaba parado tras el vidriar de su recamara, mirando directamente hacia el oscuro cielo siendo iluminado únicamente por la luna puesto que las estrellas yacían ocultas tras las espesas nubes. Su familia lo había recibido contentos y aliviados, a él también le había dado mucho gusto volver a verlos a todos sin embargo su mente era ocupada totalmente por Jacob, constantemente la línea de sus pensamientos se enfocaban en él y nada más que en él, en que estaría haciendo, si tenía frio o calor, si él estaba pensando en el también, en la extraña y distante actitud que había adoptado desde lo que paso en el hotel… por cierto, ¿qué había pasado en el hotel?, ¿toda esa desnudez y no recordar nada al respecto?, ¿esa repentina necesidad de hacer a Jacob suyo y refirmar su derecho sobre el haciéndolo suyo una y otra vez?
Edward era consciente de todo lo que Jacob despertaba en él, pero ¿de eso a casi tener sexo con él y no recordar absolutamente nada?, ¡era absurdo! Para un vampiro era absurdo olvidar algo, simplemente imposible, ¿entonces qué había pasado allí?, tal vez era por la sed, después de todo hace tiempo ya que Edward había dejado de alimentarse
Salió de su habitación hacia el bosque, directo a cazar y a distraerse un rato, se bebió dos ciervos y un par de liebres, en medio de la soledad y tranquilidad de la noche, la luna fue testigo de que Edward no podía concentrarse, no dejaba de pensar en lo sensual que se veía Jacob rodeado solo con una toalla y de lo bien que se sintió cuando su pene se froto contra sus nalgas, pensaba en su cuerpo desnudo y en la manera tan traviesa que se había comportado Jacob.
La línea de sus pensamientos se detuvo cuando sintió su pene comenzando a erectarse.
Era desconcertante y a la vez fascinante, hace mucho que no sentía tales sensaciones en su cuerpo, de hecho no recuerda nunca haberse sentido así en lo absoluto, y si lo pensaba más a fondo es muy probable que él careciera de sexualidad, bueno… al menos hasta que conoció a Jacob
Se encamino a la casa de Jacob esperando encontrarlo dormido pero todo lo que hallo fue un cuarto frio y la cama arreglada, se sentó en la misma sintiendo el olor fresco a vainilla llenar sus fosas nasales
Delicioso…
No había manera de oler y no sentirse embriagado, de que ese aroma tan exquisito no le incitara a pecar, a tomar para si todo lo que pudiera ser tomado y más. El estar cerca de él era algo masoquista, estaba mal con él, pero mucho peor sin él, era algo que simplemente no podía evitar, su naturaleza le impulsaba a tomar, quitar y llevárselo todo pero su amor era lo que lo anclaba a esa parte cuerda que deseaba todo bien con Jacob.
Nunca tendrían una relación normal, eso está más claro que nunca y a pesar de ser sobrenaturales ambos pertenecían a mundos totalmente diferentes, a Edward siempre lo seguiría la muerte era un hecho y Jacob emanaba vida desde su interior, él era oscuridad, Jacob era el resplandor que le mostraba la belleza de la vida en medio de las tinieblas, verlo de esa manera hacia que tuviera bastante sentido, la oscuridad y la luz siempre se han necesitado, forman el balance de algo perfecto, son elementos primordiales en la existencia del otro y esa adicción enfermiza que padecía Edward era la prueba fehaciente de ello
Se levantó sin hacer ruido en lo absoluto mientras que inspeccionaba cada rincón en la habitación, se sentía ansioso, estaba cansado de esperar para poder estar con Jacob, harto de que sus vidas fuesen tan complicadas que para poder estar juntos tengan que pasar por tanto.
Edward no podía evitar pensar que era la vida burlándose de él, dándole algo que amar para luego quitárselo una y otra vez, arrebatárselo para que su miserable existencia no cese de padecer, era la venganza del universo contra él, por no respetar el orden de las cosas, por no aceptar el destino que deben seguir los mortales, por aferrarse a la vida aun en medio de la muerte
- "Necesito de Jacob"
Es bien sabido que ese tipo de relaciones no son saludables, que la felicidad propia no debe depender de segundas y terceras personas, se supone que debemos tener amor propio y ser autosuficientes, tenerse estima a propia, ser capaz de amarnos y sentirnos orgullosos de nosotros mismos, todo suena como algo que diría un consejero o un psicólogo, y aunque sea verdad esa ideología aplica mejor en humanos.
Bien, Edward no es humano, Edward no tiene la capacidad de ser feliz por sí solo, Edward no es capaz de darse valor o sentir estima por sí mismo porque el odia lo que es, el aborrece y se siente asqueado de existir, es por eso que necesita tanto de Jacob, porque Jacob es capaz de despertar sentimientos y sensaciones que Edward jamás podrá por sí solo, Jacob es el color que necesita, es su conexión a la felicidad, su ancla, su raíz, su única vía a la alegría, el amor, la paz y todas las demás emociones que necesita para no sentirse miserable
No son solo palabras, Edward necesita de Jacob para vivir feliz, literalmente no puede encontrarla si el no participa en ella.
- Tengo que verte… - se dijo a si mismo mientras que con su mirada observaba una foto de su novio.
**
La noche termino rápido y cuando llego el amanecer trajo consigo uno de esos raros días donde el sol brilla y el calor hace acto de presencia.
Con la llegada de Jacob parecía haber una nueva atmosfera alrededor, Billy estaba más radiante que nunca, había ruido, gozo, una ola de alivio envolvía a cada habitante dentro de la casa. Por la mañana desayunaron y el resto del tiempo Jacob la pasó con su padre conversando y poniéndose al corriente más que todo
Habían decido que tenía matricularse cuanto antes a la escuela, lo último que Jacob quería era perder un año de clases.
A eso de las 1:00 de la tarde apareció Seth junto a Emmett, portaba una sonrisa de alivio y alegría al ver que Jacob había vuelto con bien, a Emmett no le gustaba que Seth le dedicara sonrisas a otros hombres, en especial a Jacob pero eso era un tema que solo lo dejaría discutiendo con su novio así que ¿para qué hablar de ello?
Cuando estuvieron frente a frente se unieron en un abrazo que como de costumbre incomodo a Emmett, este último se aclaró la garganta provocando que ambos se separaran
- Es bueno que estés de vuelta Jacob - dijo tratando de no parecer estúpido y estrechándole la mano. Jacob asintió devolviéndole el gesto en un rápido y fuerte apretón de manos
- ¿Cómo fue todo en Italia, patearon algunos traseros? - pregunto Seth entusiasmado retomando la conversación
- Pues de hecho, no fue necesario, todo termino saliendo bastante bien - Seth frunció la mirada como si estuviera esperando otra respuesta
- ¿Seguro? - inquirió
- ¿Cómo no estarlo? - inquirió también imitando su confusión
- Bueno… si tú dices. ¡Como sea!, ¿recuerdas lo que me habías pedido que hiciera?
- ¿Qué hicieras?… ¿qué cosa? - dijo más bien para sí que para el
- Ya sabes, el niño del bosque
- ¡Oh por dios, Peter!; ¿lo encontraste, está bien, dónde está?
- Si, él está bien, pero paso algo inesperado - en ese instante Jacob pensó lo peor
- ¿Qué paso? - inquirió preocupándose
- No es algo malo, pero es mejor si lo ves por ti mismo
Sin más palabras o explicaciones Seth le indico que le siguiera. Caminaron por la reserva hasta llegar a la casa de Sam. Una vez allá se encontraron con la manada reunida y comiendo en el portal de la casa, en cuanto los muchachos les vieron salieron a su encuentro para saludarlo. Todos recibieron a Jacob muy efusivamente, lo cargaron y empezaron a alzarlo por los aires, muy al estilo de un futbolista que rescato un juego haciendo campeones a su equipo, le desearon feliz cumpleaños atrasado y luego de unos minutos de platica cada uno fue retornando a lo suyo.
La casa estaba llena pero aún no se veía a los propietarios de la misma. Había algo de tensión debido a la presencia de Emmett, cosa que no pasó desapercibida por Jacob, Seth se adelantó y guio el paso hasta el patio trasero de la pintoresca cabaña logrando vislumbrar a Emily sentada bajo un árbol
Jacob suspiro internamente sintiéndose aliviado, pero al llegar frente a frente se volvió más bien confusión, una niña rubia de quizá unos 5 años estaba sentada al lado de Emily coloreando un libro infantil
- Hola Jacob, es bueno verte - saludo Emily, él le respondió el gesto con la interrogativa
Esta pequeña se llama Savannah. Seth la trajo junto los demás niños
- ¿Niños?, ¿hay más niños? - inquirió confundido
Emily señalo hacia un punto y Jacob lo siguió con la mirada, lo que vio lo tomo por sorpresa, había un considerable grupo de niños jugando con Sam y una pelota. Giró de vuelta para ver a Emily y luego a Seth
- ¿Todos son…?
- Cada uno de ellos - le interrumpió asintiéndole
- Cuando encontré el lugar esperaba encontrar a un niño solo e indefenso, pero lo que halle fue un niño armado de palos y piedras defendiendo todo el grupo, no había adultos en ninguna parte y me costó mucho hacer que los niños confiaran en mi
- ¿Dónde está Peter? - preguntó un poco abrumado. Emily señalo a un pequeño rubio apartado del resto del grupo. Suspiro un poco tranquilo mientras le observaba juntar piedritas cabizbajo. Camino hacia el acuclillándose en el suelo y le saludo
- ¡Hola pequeñín!, ¿me recuerdas?, jugué en tu casa contigo un día – Peter asintió sin sonreír mientras esparcía la piedrecillas para juntarlas todas otra vez. Dio un suspiro tomando mentalmente las palabras que debía usar y desechando las que no, no iba a ser una plática fácil
- ¿Qué estás haciendo, puedo ayudar? – Peter se encogió de hombros sin hablar ni levantar la vista
- ¿sabes?, estaba pensando que tal vez tu y yo podríamos ir por un helado, ¿Qué me dices?, ¿te gustaría?
- ¿Cuándo va a venir mi hermanita? – respondió con otra pregunta que tomo a Jacob desprevenido, no esperaba que fuera tan directo. Los ojos de Peter estaban humedecidos y brillantes, a Jacob se le encogió el corazón y su lengua titubeaba para decir cualquier cosa
- Peter ella… - dijo mirándolo con pena y bajando su voz a un tono compasivo
- ¿Ella no va a venir verdad? – el niño comenzó a sollozar y sus lágrimas empezaron a caer, aun así miraba a Jacob con la esperanza de que le dijera algo diferente. A su falta de respuestas el niño salió disparado a la casa de Sam. Jacob intento seguirlo pero Emily lo detuvo diciéndole que ella se haría cargo
- Dios… - jadeo sentándose un momento con sus manos sosteniendo su frente
- Ya le pasara – aseguro Seth acercándose e intentado darle animo
- Todo esto es mi culpa – escapo de sus labios en un suspiro – nunca debí entrar en sus vidas
- Jacob… ese niño no tiene a nadie, necesita de alguien y de cierta forma eres el que más ha convivido con el así que, se fuerte por él, se su familia, necesitara de eso más que nunca. Jacob asintió dándole razón
Entro a la casa buscando a Peter, pero el niño no le hacía caso, solo lloraba y continúo llorando hasta cansarse y dormirse. Jacob no se apartó de él esperando que despertara más tranquilo, pero nunca sucedió. Emily le explico que él no había dormido mucho desde que llego y que sería mejor aprovechar la situación para dejar que descanse. Jacob estuvo de acuerdo y prometió regresar mañana. Salió sintiéndose pesado e impotente con ganas de arrancarse la cabeza por la frustración que sentía.
Eran como las 5:00 cuando Jacob dispuso irse, Seth le dijo que Edward le pidió decirle que le iba a estar esperando para hablar en el risco que frecuentaban ir. Jacob sabía que tenía que hablar con Edward, pero simplemente parecía ser que el drama nunca acabaría y era agotador participar en él. Se despidió de todos y se marchó a su encuentro
*Jacob*
A lo lejos lo vislumbre, sentado en nuestro lugar favorito mirando hacia el horizonte mientras la luz vespertina le daba en la cara haciéndolo brillar tenuemente. Me sentía muy nervioso, teníamos mucho de qué hablar y aunque la noche anterior ya había pensado en los puntos y cosas que diría, afrontarlo cara a cara no era lo mismo
- Es una gran vista ¿no crees? - inquirió repentinamente sin girarse haciéndome despabilar. Yo asentí con un débil sonido que él pudo escuchar claramente
- Acércate Jacob - me invito esta vez volteando a verme la cara, lo vi mucho mejor que ayer
- Te alimentaste - le dije notando sus ojos dorados, el asintió suavemente y al tenerme en frente beso mi frente, su sonrisa me transpiro confianza y en ese momento volví a sentirnos como éramos antes
- Nos debemos una conversación - aseguro, yo asentí respondiéndole que estaba de acuerdo. El primero en hablar fui yo, le explique cómo pasaron las cosas exactamente, como llegue al plano de las hadas, las cosas que pasaron allá, omitiendo únicamente el detalle de mi casi boda y finalmente como regrese al plano terrenal. El escucho todo con paciencia y sin interrumpir. Luego me explico cómo paso todo a partir del día que desaparecí, como me vio morir y convertirme en polvo, como trato de vivir sin mí por un tiempo hasta que se cansó de tratarlo porque sentía que sin mi vivir era como intentar pelear una batalla perdida, me hablo de su plan suicida y de las veces que me vio aparecérsele como una especie de espectro. No supe si eso tuvo que ver con las veces que intente conectarme con él o más bien algo que él mismo hacia inconscientemente.
La conversación seguía fluyendo calmadamente, nos hacíamos preguntas mutuamente y nos contestábamos con tranquilidad, lo cual era raro teniendo en cuenta que los días pasados habían sido una locura, pero lo cierto es que ahora que tenía a Edward finalmente frente a mí, todo lo anteriormente vivido me tenía sin cuidado. Estábamos en un punto en el que a pesar de estar hablando cosas inusuales, más que inusuales delicadas de procesar, él y yo simplemente estábamos encantados con la presencia del otro, como si ahora estando juntos todo volviera a estar bien. Ese momento todo se sentía tan perfecto
- ¿Quieres que hablemos de lo que paso en el hotel? - me preguntó mirándome a los ojos como si él fuese capaz de leerlos de alguna forma. No respondí. Simplemente aparte la mirada momentáneamente esperando a que se me pasaran las ganas de arrancarme la cara y tirarla al mar
- ¿Debo asumir que por la reacción que tuviste estas igual de confundido que yo? - así es, me sentía confundido, ¿qué podía decirle?
- ¿Jacob? - volvió a intentar tocando mi hombro con suavidad
- Yo tampoco entiendo que paso, pero sé que lo inicie yo… no sé como pero, fue como si... - di suspiro y luego retome
- Como si alguien más estuviera en mi cuerpo, moviéndome como una marioneta. Un instante estaba frente a ti y al otro estoy desnudo sobre tu erección a punto de tener sexo, pero no tengo ningún recuerdo de lo que paso justo en el medio, es como un espacio blanco en mi mente. Como si no fuera yo…
- ¿Te ha pasado antes?
- No, nunc… - en ese momento por mi mente desfilaron veloces flashes de todas las veces que había pasado lo mismo; la vez en el centro comercial con Alice, con la hermana de Peter, cuando me bese con Derek, incluso con Edward ocurrió en una ocasión
- ¿Qué sucede? - me pregunto al ver que no respondí nada
- Ahora que lo pienso creo que si me ha pasado
- No estoy seguro pero creo que tiene que ver con… - una vez más me quede en silencio
- ¿Con que? - inquirió posando su mano en la mía
- Olvídalo… es una locura, mejor hablemos de otra cosa
- Pero…
- Por favor, en serio estoy cansado de tratar de entender las cosas que me pasan, ¿podemos hablar de otra cosa? lo que sea…
- De acuerdo. Entonces hablemos del hecho que le pediste permiso a Aro para volverte vampiro
- ¡Ahhg! - jadee quejumbrosamente tirando mi cuerpo al suelo sin ganas de hablar de eso
- Me debes esto Jacob - dijo él recostándose a mi lado y tomando mi rostro con su fría mano
- También quiero saber porque ese día me trataste como si fuera un extraño, me dejaste muy confuso
El silencio se hiso entre nosotros, la brisa soplaba llenando nuestros oídos con su relajante sonido, el sol estaba empezando a morir en la línea del horizonte y todo lo que yo quería en ese instante es abrazarme a Edward. Abrazarlo, olvidarme de todo y dejar que me llenara con esa sensación que el despertaba en mi cada vez que me acercaba a su cuerpo
- En serio estoy tratando de disfrutar este momento, pero si hablar de esto es importante para ti, lo entiendo - hice una breve pausa para inhalar aire y proseguí
- Sé que te debo muchas respuestas, sé que hace rato ya no dejo que leas mis pensamientos y que a veces parezco un completo enigma. dios ha sido testigo de que este tiempo sin ti, sin mi padre y sin mi familia no ha sido sencillo, yo… los extrañe a todos, enserio lo hice, siempre estuvieron en mis pensamientos mientras yo estuve allá - tome aire una vez más y continúe antes de que me arrepintiera
- Lo cierto Edward es que, mientras yo estuve allá, descubrí muchas cosas, cosas a las que estoy destinado, cosas que si renuncio a ellas traerá consecuencias para personas importantes para mí, aun no me siento listo para decirte a que me refiero, pero cuando lo esté te lo diré. Debes saber que tuve que traicionar a mi clan para regresar aquí, que tuve que cambiar para poder salir, que abandone la visión de algo que prometía ser lo mejor para mí, renuncie a todo eso e hice todo lo que hice porque por más que me ofrecieran y mostraran tantas opciones que seguramente serían las mejores para mi yo… yo nunca pude olvidarte, nunca pude entregar todo mi ser a esa gente porque tú ya tenías todo de mí, los decepcione a todos, mi amor por ti les resulta repugnante, nunca lo dijeron pero las palabras no hacían falta, aun así, yo regrese a ti sabiendo que contigo estaría en mi hogar, aun sabiendo que a tu lado la vida sería tan complicada porque eres vampiro y yo un hada, nada de eso me importo cuando decidí regresar, pero lo cierto es que cuando estuve allá y pensaba en ti y en mí, en mi mente no éramos lo que somos, simplemente éramos dos chicos que se aman con locura, en mi mente no había prejuicios, ni diferencias, en mi mente solo éramos tu y yo sin nada más, pero al tenerte frente a mi… vuelvo a la realidad, no somos solo tú y yo, somos tú, tu deseo por mi sangre, mi maldita sangre que siempre atraerá a otros vampiros, mi tendencia a morir en cualquier instante, mi familia interponiéndose y tratando de lavar mi mente y yo. Nunca tendremos una relación normal. Ya no hay fantasías, solo la cruda verdad, nunca vamos a estar a salvo, cuando caí en cuenta de todo eso fue muy abrumador para mí, hacerme de nuevo a la idea de que eres vampiro y una parte de ti siempre querrá beber mi sangre, tantas ideas pasaron por mi mente, ¿cuantas veces seré secuestrado otra vez por mi familia, para que podamos estar juntos?, ¿cuantas otras veces tendremos que enfrentarnos a vampiros porque sintieron mi olor y enloquecieron? De que si ¿realmente estás enamorado de mí?
- ¡Claro que estoy enamorado de ti! - alego casi en un grito que me dejo mudo por unos segundos, una ventisca paso por nuestros rostros agitando levemente su copete, sus ojos se oscurecieron como si se hubiera molestado ante mi insinuación.
- ¿Cómo puedes estar seguro de eso?
- ¿Cómo no puedes tu estarlo después de todo lo que ha pasado entre nosotros?
- No estoy diciendo que no me ames - le calme posando mi mano en su rostro
- ¿Entonces? - sus ojos volvieron a brillar
- Simplemente me pregunto si que el hecho de que yo sea un hada tenga que ver. Si yo hubiera sido normal, ¿te habrías fijado en mí?
- ¿De que estas hablando Jacob?, yo te amé desde antes que tu naturaleza despertara, te amé desde ese momento en el que olvidaste tu cuaderno en el pupitre y yo salte feliz de llevártelo porque iba a verte… me sentí estúpido y no entendí que estaba pasando, pero con el tiempo entendí que fue porque ya te amaba Jacob, te amaba antes de conocerte y lo supe cuando te encontré, ¿tienes idea de por cuanto tiempo espere por ti, para que ahora digas que quizá solo te amo porque eres un hada?
- Pero…
- No me digas que debo sentir Jacob, ¿sabes lo tanto que te amo?, te amo hasta el grado de que siento dolor si tú lo sientes, siento alegría si tú la sientes, Te amo hasta el grado que tu ausencia me lastima. ¿Que necesitas de mi para creerme?
Yo solo parpadeaba asimilando sus palabras, él hablaba con una naturalidad tan propia, con pasión en cada palabra, como si cada frase hablada de su boca fuera una obra de arte
- ¿Entonces tú… ya te habías enamorado de mí antes de que mi luminiscencia apareciera?
- Es lo que estoy tratando de hacerte entender - asintió
- Pero…
- No más peros Jacob, llevo toda una vida sintiendo nada y contigo sentí todo desde el primer día, cuando tu olor aun no llevaba nada diferente a un humano común. Sé que nunca tendrás una vida normal conmigo, que siempre nos rodeara el peligro, ¿pensabas que yo ya no había meditado en ello?, si nunca dije nada fue porque siempre me mostraste que eso no te importaba
- No me importaba hasta que caí en cuenta que nuestra relación será así para siempre - lo note sonreír forzadamente y volvió su vista al horizonte
- Al principio de nuestra relación yo esperaba que te dieras cuenta de eso. Pero nunca paso. Te enamoraste tan rápido y tan fuerte de mí que nunca vistes esas posibilidades, yo me enamore tan rápido y tan intenso de ti que desde el primer día yo sentía que me pertenecías, fui tan egoísta que me negué fervientemente a mantenerte lejos de mí por tu propia seguridad
- ¿Entonces qué cambio? - me atreví a preguntarle
- Quizás las hormonas responsables del enamoramiento ya se han regulado o tal vez maduraste y ahora ves todo con otra perspectiva, yo por mi parte no he cambiado, pero ahora entiendo que para ti es más seguro estar sin mi
Nuevamente el silencio nos invadió, el sol ya casi no existía en nuestro panorama y el frio empezaba a ganar espacio en el ambiente. Mi dedo índice jugaba con la corta hierba, la voz de Edward me trajo de vuelta a la realidad
- Este es uno de los momentos donde me gustaría saber lo que piensas
- Estarías viendo imágenes de la primera vez que nos besamos, fue antes de saber que eras vampiro en el tiempo que habías desaparecido porque mi olor te había obsesionado
- Lo recuerdo bien - fue todo lo que dijo
- ¿Estás enojado conmigo? - pregunte, el negó sonriendo y mirándome con gracia
- ¿Esto ha sido una discusión? - pregunte una vez mas
- No, simplemente hemos expuesto nuestras ideas y pensamientos, no las compartimos pero está bien, es saludable que haya diferencias.
Asentí suavemente sin saber que más decir, el tampoco hiso mención de palabra alguna. Fueron los minutos más largos de la tarde, para cuando el sol se esfumo completamente decidimos ir a mi casa, caminamos en silencio hasta que estuvimos en mi habitación, nos tumbamos en mi cama mirando hacia el techo, cada uno situado en el borde de su lado, la cercanía podría resultar peligrosamente en otra cosa y yo prefería no arriesgarme
- Aún falta una cosa por hablar - musito liberando las palabras calmadamente
- Esperaba que olvidaras esa parte - admití haciendo el típico gesto que haces cuando te atrapan haciendo algo que no debes
- Memoria vampírica, ¿recuerdas? - fue todo lo que dijo. Lo sentí moverse en la cama hasta quedar de lado con su puño sosteniendo su cabeza
- Necesito saber si todo lo que dijiste allá iba en serio. - di un suspiro y le mire con el rabillo del ojo
- De hecho paso todo lo contrario Edward… - solté sin poder evitar el tono de misterio
- Soy un anciano ahora, una especie de líder, rey o algo
- ¿Es algo malo?
- Depende de tu definición de malo, tengo mas poder y supongo que más olor que antes. ¡Oh! si… y la razón de todo eso es porque nací muerto y mi mama deposito parte de su luz en mi cadáver haciendo que la magia me trajera de vuelta a la vida, luego cuando fue asesinada todo lo que quedo de ella fue absorbida en mi cuerpo… así que si, de alguna extraña manera mi mama vive, dentro de un cuerpo que no le pertenece pero vive.
- ¿Por eso tienes tanto poder, porque ella vive en ti? - le asentí con un solo movimiento
No sé cómo sentirme al respecto Edward, por una parte me alegra y por otra me hace sentir como una especie de fenómeno
- No eres un fenómeno Jacob
- Como si fuera poco hice un trato con ese despreciable - cerré mis ojos un momento y negué tragando saliva. - Ni siquiera sé que voy hacer…
- Solo necesito saber una cosa Jacob. ¿Qué quieres realmente?, ¿quieres mantenerte de esta manera?, o realmente consideraste en convertirte - su pregunta fue como si agua helada recorriera mi cuerpo en una mañana fría, la sentí llegar hasta mis huesos y sacudirme con fuerza
- No. Ser vampiro quizá resolvería nuestras vidas, pero no puedo hacer tal cosa
- Entonces, ¿porque diste una fecha límite?
- Yo… no lo sé estaba siendo espontaneo. Tendré que pensar en algo
- Aro tiene demasiado interés en ti, piensa que de alguna manera podrá encontrar más hadas por medio de ti. No quiero perderte Jacob, asique cualquier cosa que…
Le callé con mis labios, fue un acto impulsivo pero adecuado
Por el cielo, su boca…
Mis labios temblaron suavemente y sin darme cuenta estaba sonriendo
- Jacob si algo te pasa yo…
Volví a callarlo no queriendo escuchar nada más, me sentía cansado de pensar en mis problemas, harto de no poder llevar una vida normal
- Jacob…
- Para – le interrumpí – por favor para. Dame esta noche, dame esta noche, déjame disfrutar tu compañía esta noche y mañana hablaremos lo que quieras, pero dame esta noche para olvidar los problemas
En la oscuridad de mi cuarto solo la luz lunar iluminaba nuestras caras, yo solo quería sentirme normal esa noche, hablar tonterías o besarlo hasta el amanecer. Me sonrió con suavidad mientras me daba espacio en su pecho, me abrace y allí decidí dejar que su compañía sanara mis dolencias. Con mi mano derecha comencé a jugar con su oreja y el reposo sus labios en mis cabellos
- Quiero casarme contigo – dijo sin prisa
Mi pecho salto al escucharle y mi mirada busco la suya y justo cuando la encontré juraría a ver visto a Derek frente a mí.