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Indecisión ( fic conjunto con Fedesita) por gen_sagitagemini

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Notas del capitulo:

Les agradecemos sus comentarios a todas los /las lectoras.


Aquí la tercera parte y el final n_n. 

Cuando hizo presencia la redonda, blanca y hermosa luna indicando que era la hora de pernoctar los dorados se encaminaron a sus tiendas.

El lemuriano se disponía el ir a su tienda pero recordó el cambio que le pidió Aspros así de que antes poder dar un paso un brazo lo jaló en unos frondosos arbustos tapando su boca.

El peli verde iba a usar su cosmos para llamar la atención de los demás pero desistió al sentir ese calor y ese aroma conocido grande fue su sorpresa al girarse y saber de quién se trataba.

-. Sisifo por el amor a Athena porque me asustas.- pidió una explicación el venido del Tíbet

-. Shhh …nos pueden oír, solo quería charlar a solas contigo sin que nadie este de por medio.

El corazón del lemuriano se acelero como si hubiese corrido una maratón, se podían oír los latidos desenfrenados de su órgano, se encontraba paralizado, ¡sagitario quería hablar a solas y con él!, sus mejillas repitieron ese escozor molesto, cosa para que el de sagitario le provocara ternura y una reacción que no se hubiera esperado, lo apreso entre sus brazos fuertemente emitiendo algo más que cariño fue algo más profundo cercano al deseo pero que no apetecía confirmar ahora.

El venido del Tíbet shokeado se dejo abrazar, impulsivamente el imito  a su amigo llenándose ambos de su calor corporal en esa noche fría.

-. Sabes te he extrañado mucho Shion..- menciono sin romper el abrazo en tono cariñoso

-. Ah? Enserio.- contesto aun con sus rojizas mejillas e irónico

-. Lo dudas?.- su tono es suave y hablando en susurros

-. No, pero parece que SU compañía es más grata que la mía.- dijo refiriéndose al de capricornio.

El castaño apretó mucho mas el abrazo de alguna manera se sintió afectado que el menor le dijera eso, es cierto que le era grata la compañía de su amigo pero eso no quitaba que fuera a desplazar la presencia de Shion en definitiva no quería decir que prefería más uno que otro, eran dos cosas distintas uno era amistad profunda y compañerismo, y la otra era cariño, bienestar y ¿amor? Eran sentimientos más profundos. El lemuriano aferro mas ese agarre con el suyo propio no quería romper ese abrazo nunca anhelaba que se quedaran así siempre.

-. No digas eso, sabes nunca cambiaria tu confinidad por la de otro, aunque ese otro se tratara de mi mejor amigo..- dijo convencido

-. Shion alzo su cabecita para mirar esas orbes azules y mirarlo intrigante combinado con aire infantil.-. De verdad? Pero cómo si tú quieres a tu amigo.

-. Sí, pero digamos que por alguna razón te quiero y te tengo más cariño ti que al Cid-. Mencionó acariciando su cabello regalándolo un gesto para calmarlo, enseguida su cara se torno roja mu roja y se cubrió en el fuerte pecho del otro.-. Pero no vine para que habláramos de mi amigo sino a saber porque te apartaste de mi, enserio te extraño, extraño las tardes en mi templo en el tuyo y las noches en las que vas a mi casa por motivos extraños para dormir junto a mí.

Ante lo último el corazón casi se le sale por el pecho al menor, nunca creyó que le fuera hacer semejante confesión. Pero afortunadamente pudo contestar pese al panorama comprometedor y romántico.

-. Yo también te extraño.- más bien fue un murmullo al decirlo, pero se sintió liberado.- y te quiero.

-. Yo también te quiero y mucho no sabes cuánto.- no mentía al decirle aquello era algo profundo que le era encantador pero  a la vez atemorizador.

Acto seguido el menor restregó fervientemente su faz por ese fornido torso embriagándose de su aroma masculino si podía decir cuando fue el día mas feliz de su vida diría que ese momento.

Varios minutos después se encaminaron con sus manos enlazadas a sus tiendas, se soltaron y entraron fue cuando ahí supo que dormiría en la misma que el castaño, maldecía sentirse avergonzado, pero al menos dormiría junto a ese hombre que le dijo que lo quería, aunque uno de los presentes que dormiría con ello no se sentía muy feliz.

Los dorados de Athena siguieron disfrutando el día siguiente de igual manera que el anterior, no obstante cuando el cielo se torno purpura, ya estaban armando las cosas y emprendiendo el rumbo de vuelta al Santuario.

Shion había compartido bastante con Sisifo… cosa que lo tenía con el pecho totalmente inflado de alegría, al punto de que fuese totalmente imposible sacarle una sonrisa del rostro. Y por el contrario, El cid llevaba una cara de molestia que nadie se podía explicar.

Al llegar al templo de Aries, comenzaron los apretones de manos, los golpecitos en la espalda y las bromas adolescentes entre los muchachos, los que indicaban que ya era hora de despedirse unos de otros.

Entre tanta alegría Shion tomo levemente el hombro de Albafika. El pisciniano se volteo y su amigo le dijo:

-. Muchas gracias amigo, esta fue una ocasión increíble. De verdad… es como si me hubiera limpiado el alma, no sé cómo explicártelo… y bajó la mirada.

-. No tienes que explicármelo amigo… puedo entenderlo a la perfección. Y le ofreció una cálida sonrisa. – Es como te lo había dicho, necesitabas relajarte un poco y estar en compañía agradable…

Y Manigoldo llamó al peliceleste:

-. Hey Alba vamos… Degel está impaciente desde que le dijiste que nos prepararías la cena… Jajajaja.

-. ¿Qué? ¡Oh eso no verdad! No le creas, el que está a punto de comerse a todo el santuario es el cangrejo… - dijo el acuariano defendiéndose.

Shion y Albafika se rieron de aquella escena.

-. Bueno, no te retengo mas, tienes a tus comensales inquietos y no quiero que por mi culpa haya pescado a la plancha ajajajajajaja

-. Jajaja no, tal vez hagamos cordero al palo ajajaja

Y ambos después de reír se despidieron.

Ya casi no quedaba nadie en la primera casa, pero Shion seguía sintiendo una cálida presencia, obviamente ya sabía de quien se trataba, así que sonrió y la busco por su templo.

-. Pensé que no se irían nunca- comentó Sisifo.

-. Tienes que ser un poco más paciente, después de todo solo somos niños…

Y el sagitario se acercó lentamente, cubriéndolo con brazos por debajo de la cintura y aproximando sus labios con los labios del lemuriano hasta dar un suave y cálido beso.

Shion temblaba por dentro, nuevamente había regresado su clásico rubor y sintió una sensación placentera y de paz dentro de sí. No sabía cómo continuar, que decir o como actuar, así que solo se dejo llevar por aquel beso.

Estuvieron abrazados y sumergidos en ese contacto por un par de minutos hasta que el frio de la noche hizo temblar levemente al más joven.

-. Estas temblando… dijo Sisifo.

-. No es nada contesto Shion frotando sus brazos…

-. No quiero sonar maleducado pero tal vez seria bueno que entraramos a tu templo… además todavía tenemos nuestra ropa y las cosas que llevamos al campamento… - dijo sonriendo.

-. Es verdad… si, tienes razón… - dijo Shion. – No eres un mal educado, yo lo fui por no haberte ofrecido entrar.

Y ambos hicieron lo que el peli castaño había sugerido y se acomodaron adentro del templo en la pequeña sala de estar, cercana a la cocina en donde Shion había recibido a Albafika la vez anterior. Sisifo se sentía cómodo en compañía de Shion y le miraba desde el pequeño sillón en donde reposaba, no obstante miraba a ratos algo temeroso el imponente cielo de aquella construcción.

-. ¿No te da miedo estar solo en un templo tan grande? – preguntó Sisifo.

-. No, supongo que tengo demasiadas cosas en que pensar como para sentir temor…

-. ¿Ah sí? ¿Y que son esas cosas? –

-. Pues… la verdad… no… no… no es nada. – contesto obviamente avergonzado.

-. Si no es nada no deberías estar tartamudeando…

-. Lo siento… - y bajo la mirada.

Sisifo se levanto y se dirigió hacia el…

-. Bueno, supe ayer que nos pondrán un entrenador nuevo esta semana, el que teníamos antes debió alargar su estadía en Cartago… al parecer aparecieron unos rebeldes y les están dando dolores de cabeza a los representantes del Santuario en aquel lugar.

-. Vaya, eso quiere decir que le diremos adiós a nuestras mini vacaciones… - menciono algo apenado.

-. ¿Sabes? Había pensando en que tal vez, aprovechando que quizás esta sea nuestra última noche libres… Podríamos pasarla juntos… ¿Te parece buena idea?

Y Shion se quedó congelado… y un gran cosquilleo sacudió todo su interior hasta llegar a la punta de sus pies.

-. ¿Hablas en serio? Eso sería… seria genial…  

-. Entonces no se hable más…

Shion no estaba del todo orgulloso de cómo tenía su habitación, pero eso no era importa, lo importante es que volvería a compartir una noche, cerca del cuerpo del hombre que mas amaba.

Ambos caballeros se acostaron, temblando los dos puesto que esa noche estaba muy fría, a pesar de ser de temporada de verano. Poco a poco fueron entrando el calor el uno con el otro y comenzaron a besarse. Las manos de Sisifo esta vez fueron un poco más allá, sin caer en lo erótico o lo vulgar, comenzó a frotar y acariciar con fuerza la espalda del lemuriano, que descansaba sobre él.

Shion suspiraba por aquella grata sensación, aunque en algunas ocasiones tendía a saltar un poco, por las cosquillas involuntarias… cosa que hacia sonreír al mayor. La vela cercana a la cama de estaba a punto de consumirse, así que el ariano podría ver cuando su pareja sonreía, cosa que en el causaba el mismo efecto.

Sisifo tomo con suavidad las manos de Shion y las llevo cerca de su pecho.

-. Puedo sentir tu corazón… - dijo el menor.

-. Late muy fuerte, más aun cuando estoy cerca de ti, es como si fuese a estallar.

Y el ariano movido por aquel dulce comentario beso su cuello de a pequeños topones… cosa que hizo que el sagitariano lo abrazara con fuerza acercando su cabeza hacia él.

Pasaron unos minutos y finalmente la vela se consumió, dejando aquella sección del templo casi a oscuras, con unos azulados y tenues rayos de luna que se filtraban desde las columnas externas al templo.

-. Temía que ya no pudiera volver a estar contigo… dijo Shion pensativo.

-. ¿Por qué?

-. Los chicos hablaban de la cercanía de la guerra, quizás otras batallas que surjan más adelante, quizás otras más terribles… Temía no poder tenerte de vuelta a mi lado… Tengo un inmenso temor de perderte…

-. No deberías temer Shion, la verdad de un caballero es combatir a muerte siempre y para siempre… Es por eso que fuimos elegidos Santos de Athenea, somos capaces de arriesgar nuestras vidas por nuestra diosa y por nuestros amigos… por eso nuestros cosmos arderán siempre hasta el infinito… hasta el infinito Shon… cómo lo que siento por ti… Y eso es lo que debes tener siempre presente, aunque llegue a fallecer en un batalla, te tendre siempre en mi corazón, valorando cada momento especial que pude compartir contigo, como la noche anterior, como esta misma noche… Y daría la mitad de mi vida por pasar así cada noche contigo, con tu hermoso cuerpo y tu adorable rostro…

Y el menor quedo completamente encantado con la última frase…

-. La verdad es que yo también siento lo mismo por ti, tan ardiente como el cosmos, tan pura como la voz de Athenea y tan eterno como nuestras almas… Sisifo yo te amo… y esta indecisión y miedo no me dejaban vislumbrarlo… solo cuando te vi cercano a perderte a manos de EL Cid, pude darme cuenta de que eres lo más importante para mí, que eres la razón por la que sonrió y sin ti… estaría tan perdido como lo estuve hace un par de días… Y es la verdad, quizás lleguemos a perder nuestras vidas, pero al menos me has dejado saber de que estaré en tu corazón por siempre… y si ambos llegamos a perder nuestras vidas, compartiremos este hermoso sentimiento después la muerte, por siempre… amándonos como esta noche.

-. Amándonos por siempre… agregó Sisifo.

Ambos jóvenes se besaron y se abrazaron con el fervor más grande que pudiesen imaginar.

Besos suaves, tranquilos al comienzo pero apasionados, nuevamente las caricias intimas iban en su marcha, lentas, tibias todo lo necesario para esa noche fría, ambos proporcionaban sus mas guardados roces para el otro, para expresar en cada una el amor nacido en ellos, dejando atrás la indecisión del lemuriano abriendo paso al amor inmortal por sagitario.

Sísifo coloco delicadamente al menor sobre el colchón, besando primero toda su cara para ir descendiendo de a poco hasta los pezones rosados., jugando traviesamente con ellos hasta dejarlos endurecidos arrancando suspiros y leves gemidos del peli largo. Tomó sus manos y las besó con total devoción, una devoción tan grande como a su diosa, porque shion era como un dios para Sísifo, un dios que solo seria para él, para amarlo a él.

Acomodó sus manos a los costados para continuar con lo que dejó pendiente.

Shion sentía su pecho cada vez en aumento, su pecho se encontraba completamente lleno, pero no era de aire, era amor, se encontraba inflado del mas puro y sincero amor, todo propinado por ese hombre que amaba con locura, con deseo, con obsesión, con fervor, lo demostraba con cada respuesta de su cuerpo, con cada suspiro cargado de apego, sabiendo que con ello volvía loco a su amante aumentando las estimulaciones del mayor.

El peli castaño excitado con el regocijo de shion por el placer al que él lo sometía, pensó en torturarlo una última vez.

Con sus labios calientes e hinchados de tanto besar al lemuriano fue hasta el miembro desatendido de shion, enhiesto, rojo, palpitante, tener esa vista de primera instancia en combinación con el cuerpo blanco, perlado y brilloso gracias a las tenues rayos lunares que se colaban en la habitación de Aries  prendieron en lujuria al mayor.

Sisifo se alzo unos escasos centímetros chocando su cálido aliento en el sensible glande del peli largo, suscitando que shion arqueara la espalda acelerando su respiración y que soltara gemidos que aumentaban de tonalidad, música para los oídos de su acompañante.

Masajeo sensualmente los muslos perfectos de shion para que abriera mas las piernas y acomodarse mejor alcanzando su objetivo, teniendo el espacio adecuado beso pausado todo el glande desde la base hasta punta, shion daba revoloteos en la cama pidiendo en cansina voz mas de la tortura placentera , el castaño aumento con avidez de la lengua su estimulación, lamio, succiono para al final engullir, shion no aguanto tanto placer y un grito ahogado Salió de su garganta derramando su semilla en la boca sedienta del castaño, tragando todo hasta quedar satisfecho, pero no lleno.

Shion estiro el brazo para acercar a su amor y besarlo con ese deseo despertado, ya sin miedo a sus inhibiciones, todos esos fantasmas que lo atormentaban se esfumaron, todo gracias a el valor, cariño y amor fundado por sagitario.

La caricia bucal incrementaron sagitario aun tenia parte del simiente del menor cosa que no importo al peli verde, sus lenguas batallaron campantes aumentando la necesidad de explorar con empalago las paredes húmedas de esa boca con sabor a ambrosia.

Las manos de shion insatisfechas acariciaban, marcaban y rasguñaban la bella piel bronceada, su toque  dejaban húmedas ciertas partes que el recorría con la boca, cuello, abdomen, clavícula, hombros, todo absolutamente todo, no pensaba dejar nada sin explorar.

Fuego  corriendo por las venas de Sísifo, un fuego abrasador, calcinando todo a su paso ese pequeño realmente lo llevaba a los límites inalcanzables, lo amaba a tal grado que no creía  poder vivir sin él, sin él a su lado ya no tendría sentido nada, ni siquiera el porqué luchar.

Lentamente fue preparando, seguía acariciando amorosamente su cuerpo, pensaba si en alguna ocasión se cansaría de tocarlo, rio por esa tonta idea jamás en la vida  se cansará de saciarse y llenarle de roces con sensaciones agradables.

Sus dedos viajaron a ese lugar privado, a ese lugar donde solo sería entregado a él, fue metiendo tranquilamente uno a uno de sus dedos, acariciando con veneración,  después entro un segundo para seguirle un tercero, estimulando los anillos para que estuvieran listo para una mayor intromisión.

Shion hecho la cabeza hacia atrás apretando la mandíbula, aunque estaba yendo con cuidado  le dolía muchísimo se quiejaba, respiraba con dificultad y eso que aun no entraba la parte mas difícil. Sin embargo eso finiquitaba el suplicio por el que pasa.

Inmediatamente el ojos azules retiró los dedos, asustándose a tal grado que manifestó un ligero temblor, no pretendía lastimarlo primero se dejaba perforar el corazón antes que causarle un mal a su amor, se retiro intentado separar definitivamente y dejar las cosas hasta ese punto, el peli verde lo detuvo par mirar justo a esas pupilas, esas pupilas que demostraban miedo a lastimarlo.

-. No te separes de mi.- pidió shion abrazándolo

-. No, no puedo te estoy lastimando.- dijo sisifo derramando unas lagrimas

-. No es cierto.- trato de aligerar el pesar del mayor.- o es que no quieres estar con migo?

-. No digas esas cosas, estar a tu lado es mi sueño, pero no acosta de tu dolor.- no podía dejar de llorar tenuemente

El lemuriano con besos limpio las lágrimas.

-. Deseo ser tuyo, necesito ser tuyo. Por favor no me abandones, sigue, porque si no lo haces me harás el peor daño que te puedas imaginar.- le mencionó susurrando en su labios, atacando esos labios gruesos.

Con una afirmación sagitario vuelve a la marcha, continuando con lo dejó pendiente, ya no faltaba mucho para tener listo al de Aries. Le sorprendió que fuera shion con sus movimientos de cadera  pidiendo que le contacto fuera mas profundo. Verlo tan sensual era provocativo.

Acariciando los costados, masajeando, y besando el mayor le dio a entender que ya era la hora, se miraron a los ojos y sonrieron complacidos.

Sisifo se acomodó entre las piernas del menor, siguieron besándose, apoyo ambas manos a los costados del a cabeza del menor, bajo sus labios hasta la entrada de shion y la besó. El de Aries prácticamente grito, creyó desmallarse pues el de sagitario introdujo su lengua en ese agujero de que simbolizaba perdición. Alzo las piernas del menor, aries entendió y las enrolló en su cadera exponiendo su pálida entrada a un boca experta.

Aries agarraba fuerte las sabanas en definitiva sagitario disfrutaba el torturarlo, llevarlo a los limites, en esos instantes solo pensaba en pertenecerle, amarlo por toda su vida, sentirse el único capaz de llenar el corazón del de noveno templo.

Sagitario dejo de jugar con la entrada, beso los labios rojizos del pequeño sintiéndose, dejándose llevar por la música del deseo, se acoplaron embonando perfecto, ya no se podía esperar mas. Sisifo guiaba con cuidado su sexo a la estrecha entrada impulsándose con sus manos que reposaban en el colchón, sentía como se abría suavemente dejando entrar solamente la punta, ver la cara de dolor mezclada con el placer del lemuriano hizo que presionara con ímpetu para entrar un poco más, hubo algo de resistencia.

-. Ah shion ¡!.- grito con su voz ronca cargada de un delirio pasional.

Al escuchar su nombre de tan exquisito hombre le prendió, se aferró más a él, así que empujo de nuevo y ya no hubo manera de detenerse, gemían roncos, afónicos, sus cuerpos aforados. La estrechés del joven era un deleite se sentía perdido como succionaba y apretaban esos anillos su miembro, un grito inatendible salía del mayor.

-. Sisifo…sisifo….sisifo ¡!.- llamaba el pequeño lemuriano con cada embestida suave.

Decir su nombre excitaba al otro arremetiendo con mas fuerza, el de piel blanca rebotaba por la fuerza de las embestidas, dolorosas en un principio, se acostumbro veloz al dolor transformándolo en profuso placer, su cuerpo se tensaba deliciosamente con las estocadas, besos por todas partes de la cara y parte del cuello lo apaciguaban por la intromisión y a la vez lo provocaban. Se acomodaron otra vez ahora las piernas de shion se encontraban en los hombros del mayor permitiendo un mejor ángulo de la penetración fuera más profundo las embestidas tomaron un ritmo mas ígneo y definido. Sus alientos cálidos eran sonoros, chocando con frecuencia cada vez que se besaban, en un intento fuero para ya no gritar que no les resulto del todo, pues mas gemidos sofocados surgían de esas bocas pecaminosas ardientes de predilección.

Se estrecharon fuerte, el turgente sexo del de Aries quedó en medio de ambos pidiendo atención, atención que no  se hizo esperar, estimulando al ritmo de las estocadas. No podían dejar de entregarse a su ceremonia de amor e intimidad que los ocupaba por completo de esas sensaciones intensas, compartir el calor, el sudor cubriendo sus pieles, los espasmos en sus vientres anunciando la aprimente cúspide de su entrega.

Vinieron las voces  sofocadas con gargantas casi desgarradas clamando el término de esa danza, de ese fuego que encendía sus cuerpos y entrañas, mutuos se colmaron de sus esencias estallando guiando al éxtasis el mayor adentro y le menor afuera. Sisifo con delicadeza se deslizó saliendo del pequeño cuerpo cayendo vahído en la cama.

-. Cómo te sientes?.- pregunto jadeante pero preocupado por el estado del de la primera casa. 

-. En el cielo.- fue la honesta respuesta de Shion acompañada de sonrisa mas majestuosa que hubiera visto en su vida.

Con esas palabras de final se acurrucaron para dormir satisfechos. Todo mejoraría partir de ese momento y nada importaría mas que mantenerse juntos sin dudas, sin arrepentimientos y sobre todo sin indecisiones. 

Notas finales:

Éste fic va dirigido a :

 Kleine Marionette: Gracias por seguir la gistoria y por los comentarios, espero que te agrade el final.

bulma03 : Ya está tu sorpresita que me pediste jejej esperamos te guste, hice lo posible porque el lemon quedara bien. n_n saludos bella y gracias por comentar mis fics tqm !

Yasmine: Mi vida hermosa tqmmmm!! hola a ti te agradezco todo por siempre andar al pendiente de mis locuras en las historias y tu sabes a lo que me refiero, te debo una participacion jeje XD


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