Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

PARA ENCONTRAR EL AMOR por Melyoan

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores!! cómo pasaron fin de año? recibieron con todo este año nuevo? espero que si n_n y pues aquí como costumbre viniendo de madrugada con la conti, pero esta vez con un día de retraso D: en serio lo siento, pero se me fue la inspiración, estaba escribiendo y en un momento el capítulo me pareció muy soso, por lo que preferí dejarlo para hoy y pues creo que ahora si hice un buen trabajo *w* espero les guste

Como siempre quiero agradecer a todas las personitas que se toman el tiempo para leer mi fic

Sin más que mencionar les dejo la conti, espero les guste, disfrútenla! *o*

 

Para ese punto Hiroki no podía creer la cantidad de mala suerte que podía tener, pero bueno, creía que lo peor ya había pasado, y pensaba que no podía caer más bajo, por lo que le echó ganas para recuperarse, siguiendo al pie de la letra las terapias para su mejoría; a decir verdad le gustaba mucho el trato que le daban tanto los estudiantes, como las enfermeras y los doctores, por lo que se sentía muy a gusto en ese ambiente de calidez, pero lastimosamente ahí solo podía estar por una semana, la cual estaba pasando volando.

El doctor Shinoda le había dado un trato muy especial, se notaba lo feliz que estaba que su paciente haya vuelto a la vida, había presenciado muy pocos casos parecidos y se alegraba de no haberlo desconectado del soporte vital y declararlo muerto a las dos semanas, lo cual era común en pacientes a los cuales ninguna persona buscaba; pero al mismo tiempo le preocupaba la situación de Hiroki, ya que las tantas veces que hablaron, en muy pocas de ellas le mencionaba algo referente a personas cercanas, eso era lo que le parecía triste, que un hombre de su edad no contase con amigos ni familiares, ciertamente le recordaba a él, en sus días de estudiante, cuando sus padres habían muerto en un accidente aéreo y había quedado completamente solo, por fortuna no había carecido de nada y eso le ayudó a salir adelante, eso y enfocarse en sus estudios y carrera; por esa razón había pensado que tal vez no sería mala idea ayudar al castaño, es decir, se debía ayudar al prójimo alguno vez, no?.

-buen día Kamijou san?, -saluda ingresando a la oficina del menor- cómo pasaste tú última noche aquí? –y si es que en el transcurso de la semana se había llevado tan bien que ya hasta se tuteaban, bueno más Shinoda que Hiroki-

-buen día doctor Shinoda, lo pasé muy bien, aunque fue mi última noche, todos me trataron igual de bien que siempre, gracias –responde un tanto desanimado- ya… tengo que irme?

-puedes irte después del almuerzo –suelta un tanto cohibido mientras se sienta a lado del castaño que estaba sentado en el sillón de esa habitación-

-qué bueno, me gusta la comida de aquí –responde animado-

-pues eres el único ja, ja… Hiroki?... –llamándolo de su nombre como muy pocas veces lo había hecho, más que todo porque el menor se sentía incómodo por eso- ya sabes qué harás?

-… -bajando la cabeza ya que no quería mostrar su frustración- si, más o menos… de momento me quedaré en algún ciber café, oí que es bastante económico ocupar uno como vivienda, de todos modos, no tengo muchas cosas

-lo siento, el accidente destruyó muchas pertenencias

-lo sé, menos mal mi billetera se salvó, aunque perdí mis documentos… -poniéndose triste- pero puedo trabajar de lo que sea, me acomodo rápido

-eres muy valiente y te admiro por ello, pero también quiero ayudarte

-usted ya me ha ayudado bastante, de verdad, no se preocupe, no quisiera seguir molestando

-claro que no es una molestia, sabes?, vivo solo en una casa insulsamente grande, bueno tengo un perro, pero aun así sigue siendo grande y pensaba que no costaría nada que ocuparas unas de las habitaciones, si quieres puedes pagar como si fuera el ciber café o haciendo otras cosas, qué te parece? –pregunta muy amable-

-no… -por alguna razón Hiroki había empezado a temblar abrazándose a sí mismo- no puedo… -no otra vez, no creeré en nadie que me diga lo mismo –pensaba mientras recordaba cuando apenas tenía quince años, esa vez en la que Akihiko le había engañado haciéndole creer que era una buena persona, para luego acorralarlo y no dejarle otra escapatoria que hacer lo que él quisiera-

-claro que puedes, en serio no es una molestia Hiroki, al contrario, será un placer tener compañía, a parte de mi perro-

-es que… -no! El doctor Shinoda es diferente, él de verdad el bueno y solo quiere ayudarme, pero esa vez Akihiko también parecía muy bueno… no, no, no, antes era diferente yo era solo un niño y Akihiko era también muy inmaduro, no creo que el doctor Shinoda, tenga dobles intenciones, pero… -pensaba muy concentrado-

-sé que me conoces por tan solo una semana –le sonríe tiernamente haciendo que Hiroki se relaje- pero yo te conozco más de un mes y te he llegado a apreciar bastante, de verdad me encantaría ayudarte

-es usted muy amable… -no quería aceptar, no quería que le sucediese lo mismo otra vez, pero estaba solo y no tenía nada, le daba miedo estar así a la deriva, quizás la vida le estaba dando una oportunidad que no debía rechazar, de todos modos, ya no tenía nada que perder y mucho que recorrer y hasta tal vez ganar- de verdad muchas gracias, acepto –suelta sin pensarlo más-

-de verdad? –pregunta emocionado, a lo que el menor sonríe asintiendo con la cabeza- me alegro mucho que aceptes –de repente le da un abrazo al castaño, el cual queda paralizado, pero después de unos segundos le corresponde totalmente sonrojado, nunca se acostumbraría a tales muestras de afecto- lo siento, a veces no me mido –se separa rápidamente, en eso escucha como lo llaman por el altavoz- ya me llaman, -se incorpora- bueno te veo después del almuerzo, traeré tu alta y nos iremos

-gracias doctor

-es cierto, ya te dije que dejaras de llamarme doctor, además desde hoy dejas de ser mi paciente

-está bien, gracias Shinoda san…

-por algo se empieza –suelta lo último saliendo de la habitación-

-fuffh –suspira- estaré haciendo lo correcto?, tal vez no, pero no tengo de otra

Mientras tanto en Tokio

-mmhh –Shinobu se encontraba encima de Miyagi, el cual a duras penas se mantenía sobre el escritorio- ahh Shinobu chin por favor clama

-no! –haciendo un puchero- dijiste que ya te ibas conmigo! –exige queriendo besar nuevamente al mayor-

-sí, pero necesito terminar esto y mientras más tardes en soltarme, más tardaré en terminar –termina de apartar lo más delicadamente posible a su amado de él y es que si bien era verdad todo lo que decía, por otro lado, estaba luchando consigo mismo para controlar las ganas que tenía por devorar a su niño, pero no era el momento ni el lugar indicado-

-no me importa! –lanzándose nuevamente a la carga-

-ey!! Tranquilos que esto no es un hotel ni nada parecido –reclama Yamaki, al encontrar semejante escena al ingresar a la oficina de literatura, cerrando rápidamente la puerta- en serio están locos o les gusta los deportes de riesgo ja, ja, -se burla-

-Yamaki san!, -se acerca al pelirrojo rápidamente- por favor ayúdeme para que Miyagi se vaya conmigo de una vez –le pide sin pudor alguno al no importarle en como los había encontrado el pelirrojo, lo cual no le extrañaba para nada, ya que no era la primera vez que los encontraba en tal situación y parecía que a Shinobu no le importara que todo mundo se enterase de su situación sentimental-

-Shinobu chan no me vengas con eso por favor! –tratando de no dejarse convencer con la dulzura del menor, desviando los ojos suplicantes del rubio- en si ese no es el problema, pero deben tener más cuidado con lo que hacen, en especial si no quieren que el director se entere aún

-pero yo sí quiero que se entere, es Miyagi el que no quiere –reclama con un puchero-

-no es que no quiera, solo que temo a como pueda reaccionar el señor Takatsuki –se defiende-

-pues a mí no me importa lo que piense, si nos apoya, se ganará más de mi cariño y respeto, pero si se opone no pienso hacerle caso alguno –suelta decidido-

-pero es tu abuelo Shinobu

-y es mi vida!, qué quieres, que él elija a la persona con quién debo salir o hasta casarme? –pregunta un tanto enfadado-

-no, pero sería bueno tener su aprobación, por favor Shinobu, tomémoslo con calma

-calma?, calma?!! –espetaba más enfadado- he tenido la suficiente calma para esperar tu aceptación, ya se me terminó la calma –enfadado se cruza de brazos para darle la espalda a sus mayores-

-pero Shinobu chin –tratando de tranquilizar a su novio se acerca y le coloca sus manos sobre sus hombros- por favor compréndeme –suplica mirando a su colega para que lo ayude-

-cof, cof –interviene el pelirrojo- Shinobu chan Miyagi tiene razón, decirle tan pronto al director no es una buena idea, pero no significa que pasará mucho tiempo para que eso ocurra, lo ideal sería ablandar el terreno, sí?

-ahhhh fuuuff –suspira Shinobu para tranquilizarse- está bien, pero espero que no sea mucho, entonces me adelanto –sin mencionar nada más ni mirar a nadie sale, dejando a Miyagi con las palabras en la boca- solo espero que sea eso y no que Miyagi no le quiera decir nada a mi abuelo por temor a quedar sin trabajo –piensa con una expresión triste, mientras se dirigía a su hogar para preparar una rica cena para su amado- ya Shinobu! Deja de pensar así, Miyagi te ama, te lo demuestra todo el tiempo, es difícil para él, lo sé, pero… ya no sé qué hacer… -todo el tiempo pensaba en los pros y contras que tenía en su dilema, pero no quería fastidiar a Miyagi así que decidió solo hacerle caso y tener paciencia, pero él ya tenía su respuesta, sea cual fuere la reacción de su abuelo; en eso estaba hasta que terminó de hacer la cena, pensando que seguramente Miyagi no tardaba en llegar, hasta que escuchó como tocaban el timbre- que extraño, se habrá olvidado la llave en su oficina- piensa mientras abre la puerta- qué pasó Miyagi, no me digas…

-Shinobu mi amor!! –expresa abrazando de repente al menor-

-ma… má?... –suelta a penas con un poco de aliento-

-ah, ah, ummg Usa… gi san… -gime Misaki mientras era embestido por su novio y es que no sabía qué tenía Akihiko, ya que no había mañana que lo despertara sin una ronda de sexo matutino, claro que no se quejaba de ello, pero en serio, el peliplata era una bestia insaciable y a ese ritmo sentía que pronto envejecería- ya, yaaa! –grita viniéndose con la ayuda de su novio que no dejaba de masturbarlo- ha, ha –respira agitado mientras tiente como su amado novio lo llenaba por completo-

-Misaki en serio eres increíble ha, ha amo vivir contigo –se acomoda a lado del menor, no sin antes dejarle una colorida marca de pertenencia en su cuello- te amo mi pequeño –abrazándolo con fuerza-

-en serio yo también ha, ha pero no creo que pueda resistir a este ritmo, ya llevamos más de dos semanas viviendo juntos y todos los días es lo mismo

-no te gusta? –pregunta haciendo una cara triste-

-ja, -se burla de la expresión de su novio- me encanta, pero en serio, hay que rebajar la intensidad –menciona mientras con su mano acariciaba el torso del mayor-

-está bien mie amor, lo prometo –le besa la frente-

-bueno será mejor que me bañe, tengo muchas cosas que hacer –incorporándose de inmediato ya que no quería que su novio lo atrapase para tener una ronda extra-

-pero Misaki! –protesta, aún es muy temprano y…

-y debo preparar el almuerzo –se mete a bañar-

-eso no es justo!, si tan solo yo fuera el único importante en tu vida, pero no –reclama mentalmente- primero está Nowaki y luego tu hermano y yo voy de tercero, ahhhh –suspira, bueno al menor el que te disfruta soy yo –ensimismado en sus pensamientos y recordando las noches y días llenas de pasión que vivía desde que Misaki empezó a vivir con él, no vio cuando Misaki había salido hasta que escuchó unos fuertes ruidos a la cocina, por lo que fue corriendo a ver lo que sucedía- Misaki!, estás bien?

-sí estoy bien, perdón por el escándalo Usagi san, es que no alcanzaba los recipientes y se me cayeron todos-

-ya terminaste de cocinar? –pregunta sorprendido-

-sí, Usagi san ya son las diez, en serio no sentiste cuando salí del cuarto?

-pues no…

-no me digas que otra vez estaba pensando en tus perversiones –le reta frunciendo el ceño-

-no, para nada –evitando la mirada del menor-

-si como no –mirándolo acusatoriamente-

-está bien, me atrapaste, pero que tiene de malo, soy un hombre con necesidades –Misaki lo deja pasar y nuevamente reanudas lo que estaba haciendo- es el almuerzo para Nowaki? –pregunta celoso-

-si… -responde sin mirar a su novio-

-hasta cuando piensas llevarle el almuerzo? –reclama a la par se sienta en una silla, apoyando sus brazos en la mesa-

-por favor Usagi san, deja tus celos de lado, es solo un detalle, no quiero que Nowaki pase hambre, sabes que todo el tiempo está muy ocupado, ya que si no es por sus pacientes del hospital, es por Hiroki

-ahhh lo sé, pero no sabes lo que siento al saber todo lo preocupado estás siempre por él –reclama-

-es por cariño, Nowaki se ocupó de mi por mucho tiempo y mientras pueda ayudarle al menos con esto, lo seguiré haciendo –metiendo el recipiente a su mochila- -quiero a Nowaki como a Takahiro, sí?

-ok, pero entonces yo te llevo –trata de pararse con la intención de alistarse-

-de eso nada, necesitar darte un baño, tomar tu desayuno y alistar tu manuscrito, Aikawa san llamó y me enteré de todo, así que, si sigues haciendo sufrir a Aikawa san, no dejaré que me toques por una semana, así que tus queridas recargas desaparecerán si no entregas tu manuscrito hoy mismo –le advierte al mayor, ganándose como respuesta una expresión de pánico-

-pero Misaki!!

-sin peros –sirviendo el desayuno del mayor- así que sé un buen escritor y has tu tarea –se burla mientras se monta la mochila para salir a toda prisa para no escuchar más reclamos de niño chiquito por su novio- es tan divertido vivir con Usagi san ja, ja, -menciona apresurando su paso hacia el hospital; y si, cada vez que Nowaki tenía turnos en el hospital central, Miyaki le llevaba su almuerzo y cuando no, le preparaba algo para llevarlo al departamento del pelinegro y es que no quería que se malpasara, necesitaba estar con muchas energías si quería seguir a ese ritmo y sentía que si no le llevaba él mismo la comida, Nowaki se las pasaría o no se alimentaría bien, pero temía que eso a la larga afectara su relación con Akihiko, solo rogaba por siempre tener su apoyo-

-Misaki kun! –lo llama Tsumori- trajiste mi comida, que lindo –se acerca más que feliz al castaño-

-Tsumori san –menciona con un tono aburrido- ni loco te haría algo de comer, además todavía no te perdono

-pero ya te pedí disculpas, muchísimas disculpas, quién iba a saber que en esas dichosas vacaciones te harías amigo de tu enemigo acérrimo, yo me quedé con la espinita de ayudarte y creí hacer lo correcto –se excusa-

-y yo te pedí que no te metieras, fuffh –suspira- las cosas resultaron de forma diferente, ni yo creí que saldrían así, pero estoy feliz con lo que me sucedió, pero a la vez triste por lo que ocasioné y tú no ayudaste para nada! Argh ya no importa!, dónde está Nowaki?

-en el parque

-otra vez? Fuffh bueno, iré a alcanzarlo –se marcha dejando al rubio con la palabra en la boca-

-por favor señora Kamijou, permítame encontrar a Hiro san, o al menos a saber si está bien o no, necesito tener noticias de él, porque cada día que pasa, siento que es aún más pesado –ya desde hace un tiempo Nowaki iba muy seguido al lugar donde había conocido a su amado castaño, ya que en ese lugar estaban enterradas parte de las cenizas de la madre de su amado, por lo que también le pedía a ella para que interceda por él-

-Nowaki san!! –Misaki llega corriendo a lado del mayor- ya llegué

-hola Misaki, perdón por hacerte correr tanto –despeinando los cabellos castaños del menor-

-descuida, aún no has tenido noticias? –pregunta preocupado-

-todavía no y ustedes? –recibe una negativa también- solo unos días más

-sí… -se sienta en una banca para sacar la comida- ten, hoy hice tu favorito

-en serio lamento causarte tantas molestias Misaki –tomando el recipiente-

-no es ninguna molestia, pero lo será si te enfermas, aunque cada día te veo mejor

-sí, trato de no parecer tan afectado, pero si tan solo… ya no pensemos en eso, gracias Misaki –se pone a comer-

-buen provecho… -sin duda Nowaki parecía estar más fuerte que en el primer mes, pero temía que volviera a recaer si no sabían noticias de Hiroki pronto. Con satisfacción vio como el ojiazul se terminaba todo lo que le había llevado, caminaron juntos de vuelta al hospital y ahí le dejó otro recipiente, pero con su cena, para luego despedirse y regresar con su amado escrito para verificar que le haya hecho caso- esta vez pienso cumplir mi palabra –menciona determinado, en eso ve como una limusina se detiene a su lado-

-disculpe, me puede indicar esta dirección –pregunta el chofer, a lo que el menor se acerca para tomar el papel- lo siento joven

-qué? –suelta extrañado, pero en ese momento alguien lo sujeta con fuerza para meterlo en aquel vehículo- ahhh –grita asustado- pero qué?...

-buena tarde joven Takahashi

-quién, quién es usted? –pregunta nervioso- como sabe…

-quién es? –terminando la pregunta del menor- es fácil, necesito estar enterado de todo lo que acontece alrededor de mis hijos

-sus hijos? –suelta extrañado- usted es…

-así es, soy Usami Fuyuhiko, el padre de Haruhiko y Akihiko –menciona dejando al menor impactado, pero a la vez con extraños sentimientos ya que no sabía si sentirse aliviado por no tratarse de un secuestro o preocupado por no saber lo que quería hacer ese señor con él-

Ya había pasado una semana desde que Hiroki comenzó a vivir con Shinoda y pese a que al principio el castaño se sentía cohibido, con el tiempo ese sentimiento pasó de largo, se acostumbró muy rápido a vivir en compañía del médico, a los horarios de este y hasta a convivir con una mascota; Axel era un golden retriever muy educado, además de súper cariñoso, el cual recibió con mucha alegría al nuevo habitante de esa casa, y desde entonces era Hiroki quién más se hacía cargo de él, puesto que decidió ayudar con todas las tareas de la casa y con el cuidado de Axel; haría todo eso en mientras hacía todos los papeleos necesarios para recuperar sus documentos que había perdido en el accidente y por fortuna ya no faltaba mucho para ello, aunque se había propuesto que mientras viviera en esa casa, no dejaría de hacer todas las labores como agradecimiento.

-ya llegué! –expresa el rubio ingresando a su casa, el cual es recibido de inmediato por su ansiosa mascota- oh Axel! Ja, ja, ja –recibiendo lamidas por doquier- me extrañaste? –pregunta animoso haciéndole cariñitos a su perro-

-claro que sí, él te adora –le dice Hiroki mientras le pide su gabardina para poder colocarla en el perchero-

-gracias- entregándole la prenda-

-llegaste más temprano que de costumbre –menciona dirigiéndose a la cocina-

-sí, estaba ansioso por llegar –responde sin quitar la vista de Hiroki hasta que sale de su percepción-

-ya terminé de hacer la cena, quieres comer ahora, o después? –pregunta con una sonrisa-

-creo que después, qué tal si hablamos un poco –menciona haciendo que se borrase la sonrisa del menor y es que siempre era lo mismo-

-yo no…

-por favor, Hiroki, somos amigos, no? –se sienta en el sofá, palmeando el asiento de al lado para que el menor se siente ahí, lo que no tarda en ocurrir- sé que algo te aflige y quisiera saber que es –acariciando su mejilla, por lo que el castaño se incomoda y aleja su mano-

-tienes razón, somos amigos y has sino muy amable conmigo Shinoda san, no es justo que te siga mintiendo

-mintiendo? –responde algo extrañado-

-sí, te he estado mintiendo o al menos ocultando cosas –el mayor le hace un además como para que continúe, por lo que sigue- y es que no solo me fui de Tokio porque me despidieran… si no que estoy huyendo de alguien, alguien que me rompió el corazón, alguien que se burló de mis sentimientos, lastimosamente para no tener contacto con esa persona, tuve que perder contacto con todos los de su alrededor, que también eran mis amigos

-entonces si tienes amigos y… familia? –pregunta-

-no, solo amigos, uno en especial, él que seguro está muy preocupado por no saber de mi

-seguramente, pero sabes, en mi opinión, no creo que esa persona valga tanto como para que pierdas a tus amigos, no necesitabas alejarte de todos solo para evitar a esa persona, al contrario –acariciando la mano de Hiroki en modo de apoyo- creo que lo mejor era demostrarle que eres fuerte y que no importe lo que haga no te derrumbaría

-no soy tan fuerte –baja la mirada-

-claro que lo eres –tomando su mentón para regresar la mirada del menor a la suya- solo que parece que no lo sabes… -de repente que se había acercado mucho al castaño por lo que se separa para caminar un poco- sé lo que tienes que hacer –se acerca a su teléfono, el cual había dejado en su abrigo- llama a tu amigo, al menos dile que estas bien, no dejes que siga preocupado por ti, porque sé cómo se debe estar sintiendo y es que si desaparecieras de repente, yo también me sentiría muy mal por no saber de ti –ofreciéndole su celular-

-tienes razón Shinoda san, creo que fui muy injusto con él… -cogiendo el móvil- gracias

-bueno iré a dar un paseo a Axel, puedes hablar todo lo que quieras –coge su abrigo y luego llama a su mascota el cual muy contento lo sigue ya que sabía qué harían- suerte! –menciona como último antes de salir-

-ahhhh –suspira Hiroki; ya habían pasado diez minutos y todavía no marcaba el número de su amigo, no sabía cómo hablarle después de haberse perdido por tanto tiempo, pero Shinoda tenía razón, no podía seguir preocupando a Akihiko, por lo que decidido marcó a su número, no sonó más de dos vences cuando de repente le contestaron-

-aló? –sin duda era su amigo, el cual había contestado extrañado-

-ho… hola Akihiko… -soltó sin hacerle esperar más-

-Hiroki?! –responde exaltado- eres tú verdad?

-si Akihiko

-oh santo cielo, cómo estás?, dónde te fuiste, por qué te desapareciste? –soltaba todas las preguntas que quería hacerle a su amigo desde que se fue-

-lo siento Akihiko, lamento haberte preocupado, pero estoy bien, estoy en un buen lugar

-me alegro, pero por favor, debes volver

-yo… no, lo siento, -responde decidido- pero no volveré

-es que no entiendes, todos necesitamos hablar –le implora a su amigo- ocurrió un malentendido, Nowaki, él… -Hiroki se tensa al oír el nombre de su amado ojiazul-

-lo siento Akihiko, por favor, no quiero saber nada de él, -interrumpe dolido- solo te llamé para que decirte que estoy bien, eso es todo

-pero Hiroki, es necesario que sepas…

-fue un gusta hablar contigo Akihiko, pero debo colgar

-espera Hiro… -sin escuchar más el castaño cuelga-

-lo lamento Akihiko, pero en serio no quiero saber nada de Nowaki, aún me duele mucho –se le escapan unas cuantas lágrimas- decidí olvidarlo y lo lograré –menciona decidido-

 

 

Continuará...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).