Los días pasaron con normalidad, Misaki se había adaptado a su vida en la secundaria satisfactoriamente, le agradaba ir a clases ya que había simpatizado con muchos e hizo muchos amigos, cosa que no era común en su anterior escuela ya que todos lo hacían a un lado y todo debido mayormente a su enfermedad, tal parecía que nadie le hablaba por temor a que en media plática le diera un ataque de asma al castaño; pero ahora todo era muy distinto, por alguna razón desde que el médico ojiazul lo había salvado su enfermedad iba en descenso tanto así que en poco tiempo ya no sufría de ataques asmáticos, tal es así que para cuando ya vivían juntos su asma estaba muy controlado y esa fue la más grande ventaja que tuvo para que su hermano le diera permiso de marcharse con Nowaki
Estar con el ojiazul era la dicha de Misaki, porque desde hace mucho, quizá desde que lo salvó se había enamorado de ese príncipe hermoso de ojos azules, y ahora vivía con él, nada podía ser más que perfecto, sabía que aún era menor de edad pero apenas terminara la secundaria estaba dispuesto a confesarle al médico sus sentimientos
El tiempo siguió pasando y tal como lo dijo Nowaki las posibilidades que tenía Misaki para entrar a la universidad M ya era un hecho, había llegado tan esperado día para el castaño, el día en que dando sus últimas pruebas terminó la secundaría y ahora con solo presentar sus papeles a la Universidad entraría de inmediato, ya que a pesar del apoyo de Nowaki, por si solo había logrado ser uno de los mejores en su clase
Ese día Nowaki le tenía una sorpresa, le había dicho que llegaría temprano de su trabajo, era el día perfecto para confesarle sus sentimientos, estaba seguro de que sería correspondido, porque Nowaki le había demostrado de mil y una formas que lo quería, además la diferencia de edad entre ellos no era mucha ya que para Misaki 8 años no era nada
-ya llegué –gritaba un castaño joven entrando a su hogar- Nowaki san?
-Hola Misaki! Bienvenido –el ojiazul fue impactado por el menor en un abrazo- y todo bien? –dice sonriéndole-
-todo perfecto!- afirma aferrándose más al pecho del mayor-
-ja, ja tranquilo Misaki que me partirás en dos –el castaño lo suelta- me alegro mucho que todo haya salido tan bien, y como te lo prometí hice tu platillo favorito, siéntate en el sofá comeremos mientras vemos la película que compré –entrando a la cocina- ya te dieron los papeles para dejarlos en la universidad?
-si, ya los tengo todos –gritando desde la sala-
-que bueno, y estás completamente seguro de estudiar economía? –pregunta mientras revuelve el risoto para después probarlo-
-si!
-entonces será en Mitsuhashi! –afirmándolo-
-así es… -terminando de ordenar el lugar donde cenarían- pero la verdad es que estaba muy interesado de ingresar a la facultad de medicina ya que quería ser un gran médico como tú, pero luego me di cuenta que no era lo mío por eso busque mucho y Economía es lo que más se acerca a mis expectativas… -Nowaki cada vez lo escuchaba más cerca de él- pero me hubiera gustado ser médico y trabajar a tu lado, –abraza al peliazúl por atrás- para estar juntos el mayor tiempo posible
-jump –ríe zafándose del agarre del menor- si, eso hubiese sido divertido, pero también si nuestros horarios no se chocaban terminaríamos por vernos menos tiempo, no lo crees?
-uhmm?, -lo mira sorprendido- no había pensado en ello, pero ahora me alegra haber elegido otra cosa –le dice con una enorme sonrisa- ya está listo el sofá y también preparé el DVD
-ok solo un poco más y ya… -deja lo que estaba haciendo- sabes? Hoy me entro una nostalgia enorme –el menor lo mira preocupado- no es nada malo, -tranquilizando al menor- es solo que en el hospital vi a una persona que me recordó a un querido amigo, y me dieron ganas de buscarlo para saber qué es de él…
- y por qué no lo hiciste? De seguro a tu amigo le daría mucho gusto verte
-es por un promesa
-una promesa? –pregunta confundido-
-si, en la secundaria tenía dos grandes amigos y cuando nos graduamos prometimos vernos en un tiempo determinado, cuando ya cada uno tendría una vida establecida y para eso faltan dos años, creo que buscar a uno por más que vivamos en la misma cuidad, es traicionar al tercero y a nuestra promesa, por eso no lo hice y decidí ser paciente –sonríe-
-eso es muy noble de tu parte Nowaki san
-gracias, bueno esto ya está listo, por favor lleva los platos –recibe un asentimiento del castaño, luego Nowaki alcanza a Misaki sirve y disfrutan de su deliciosa cena mirando una película recién expuesta- te gustó?
-la película o la cena? –le sonríe sarcásticamente, recibiendo una sonrisa tierna de parte del médico- jump –ríe- solo bromeaba, si estuvo delicioso, como siempre… pero la película también estaba muy buena, todo me encantó, nada pudo estar más que perfecto, gracias Nowaki! –abraza nuevamente al ojiazul-
-que pasa Misaki este día estás mucho más cariñoso que siempre –dice acariciando los cabellos del castaño-
-te molesta? –pregunta con una expresión triste en el rostro-
-no para nada, es solo que no es tan usual
-pues te tendrás que acostumbrar!
-por qué lo dices pequeño? –no comprendiendo lo antedicho-
-es que –se despega del médico- tengo algo muy importante que decirte
-y qué será? –pregunta interesado-
-yo… yo –agacha la cabeza para que el ojiazul no notase su sonrojo, a lo que este se inclina de a poco para verlo- yo te amo… -dice muy bajo, como para que nadie lo oyera-
-qué? Disculpa Misaki es que no pude oírte
-que yo te amo Nowaki –grita levantando la mirada, a lo que el mayor lo escucha asombrado observando el inmenso sonrojo que presentaba el castaño-
-ehhh?!! Misaki esto…
-no es mentira, es la verdad yo te amo y te he amado desde que me salvaste –se lanza sobre Nowaki haciendo que este gritara de la impresión y terminara recostado en el sofá con el menor sobre este- y sé que tú también sientes lo mismo por mí! –sin perder el tiempo se acerca a los labios del ojiazul y le roba un primer beso-
-espera Misaki!!! –lo aparta de si empujándolo por sus hombros- esto, esto no puede ser! Esto está mal, está verdaderamente mal, debes estar confundido!
-no, no lo estoy, estoy muy seguro de mis sentimientos! –mirando al doctor con una expresión de extrañeza- por qué me dices todo esto, yo sé que tú sientes también lo mismo, siempre me cuidas, me das tanto cariño, no permites que me falte nada, si eso no es amor entonces qué es?!
-Misaki lo siento, en verdad en ningún momento quise confundirte de tal forma, nunca pensé que me verías con esos ojos…
-no pensaste?... pero cómo no pensar eso si me tratabas como me tratabas? –decía muy bajo, sentía que no faltaba mucho para empezar a llorar- por favor, te lo pido –ya era tarde sus lágrimas no dejaban de caer por su bello rostro- dame una oportunidad, sé que si aún no me amas terminarás haciéndolo –suplicaba con su voz entrecortada-
-perdóname Misaki, pero no puedo, no puedo verte más que como mi pequeño hermanito, un hermanito al que protegería con mi vida si es preciso, por eso…
-no lo entiendes, te cierras y no quie… -se empieza a sofocar, no podía respirar-
-Misaki!!! –se levanta alarmado a socorrerlo- Misaki que sucede?!! –se da cuenta de lo que pasa- no puede respirar, pero por qué, si ya no tenía ningún ataque desde hace tiempo- pensaba mientras desaflojaba la ropa del menor para liberar más la vía respiratoria- Misaki resiste por favor!! – lo levanta en brazos para salir inmediatamente de su hogar- por qué?!! Demonios!! Me confié en que esto no volvería a suceder, no debí dejar que Misaki votara el último inhalador que le quedaba, si le pasa algo será todo por mi culpa!! –se reprochaba mentalmente sin disminuir la velocidad-
En el hospital el turno nocturno se cumplía tranquilamente, por fortuna no había casi ninguna emergencia y para un médico rubio era como un descanso bien merecido después de estar cumpliendo 32 horas de turno, pero todo cambió cuando lo llamaban por el alta voz, inmediatamente el rubio atendió al llamado y en cuando vio a su kohai se sorprendió mucho y más al ver que traía a su pequeño huésped en brazos, a lo que hizo señas a las enfermeras para que llevasen una camilla
-senpai por favor ayuda a Misaki, sufrió un ataque de asma! –corre angustiado hacia el nombrado, en cuanto llega la camilla coloca al castaño en ella-
- qué? Pero creí que ya estaba completamente controlado!... qué pasó? –ayuda a colocar al menor en la camilla- Nowaki qué fue lo que sucedió?
-el se alteró por… -recordando lo ocurrido su expresión se hace más dolorosa-
-entiendo, lo estabilizaremos y –se detiene frente al ojiazul haciendo que detenga su paso- lo siento Nowaki pero no puedes entrar
-qué? Pero por… -es interrumpido-
-conoces muy bien las reglas, sé que no es un pariente, pero es muy importante para ti y es casi lo mismo, déjalo en nuestras manos –cierra la puerta frente al ojiazul-
Los minutos se hicieron eternos para Nowaki quien parecía que de tanto caminar en círculos había lograría hacer un hoyo en el piso, estaba muy preocupado y meditando si debía o no avisarle a Takahiro sobre el estado de su hermanito, pero al final decidió esperar noticias sobre su estado; cuando por fin vio llegar a su senpai, este le informó que habían logrado estabilizar al menor con éxito y que ya estaba mejor
-puedo verlo? –pregunta preocupado el ojiazul-
-claro, pero antes acompáñame… -caminó hacia su consultorio seguido por su kohai que al principio quería comenzar a protestar pero al ver la seriedad del rubio, desistió-
-qué sucede senpai? –entra al consultorio y ambos toman asiento-
-quiero que me expliques cómo sucedieron las cosas, por qué se alteró Misaki kun?
-… -no quería decir nada, lo consideraba algo privado, pero el rubio era su amigo y podía confiar en él, hasta quizá le podía dar un buen consejo- es qué Misaki se me declaró…
-mmhh? –intentando analizar lo que había escuchado- que Misaki se te declaró? No entiendo, acaso no se querían como hermanos?
-pues yo lo quiero como si fuera mi hermano menor, pero al parecer él se hizo una idea equivocada de nuestra situación y malinterpreto mi trato hacia él, ya que pensaba que yo le iba a corresponder… -decía cabizbajo-
-fuffhh –suspira- pues no lo culpo por haber malinterpretado las cosas ya que tú fuiste muy flexible en todo con él, le consentías en todo y siempre le hablabas con cariño –habla sir recato y se da cuenta de la expresión de tristeza que su kahai estaba poniendo- no te culpo por eso Nowaki, eso es parte de ser de tu personalidad, pero cualquiera hubiera pensado como él, además se debe haber sentido muy triste cuando lo rechazaste…
-fue peor, él me besó y yo lo aparte torpemente, estaba asustado no esperaba eso… él me pidió, me suplicó una oportunidad y yo se la negué, cuando estaba reclamando del por qué no podía darle la oportunidad que quería fue cuando se empezó a asfixiar –se puso aún más triste de lo que estaba-
-ahh… me preocupa mucho la reacción que tuvo y más, después de haberse recuperado casi completamente del asma, esta recaída significa muchos pasos hacia atrás y si ocurre otra vez… -se queda en silencio como divagando en sus pensamientos-
-no!... no permitiré que vuelva a pasar! –dice con un semblante seguro-
- lo mira sorprendido- y como piensas evitarlo, además ahora está más propenso a sufrir ataques con mayor frecuencia, yo no creo que puedas hacer algo
-lo mejor es no alterarlo y tratar de mantenerlo tranquilo y feliz, verdad? –pregunta al rubio, el cual asiente extrañado- entonces eso es lo que voy a hacer, le diré que lo pensé mejor y que acepto ser su novio, él tiene razón, no puedo saber cómo resultará todo esto si no lo intento, además… -es interrumpido por Tsumori-
-acaso estás loco Nowaki!!! –le espeta- piensas cumplir ese absurdo capricho suyo solo para percatarte que no tenga otra recaída?!!
-de casualidad se te ocurre algo mejor senpai?... –su mirada decidida cambia a una angustiada- tú no sabes lo que sentí cuando empezó a sentirse mal, me aterre en pensar que podría morir y la culpa me carcomía, sé que si lo digo de esta manera suena a algo loco, pero no veo porque no intentarlo, además yo creo que si con el tiempo no funciona, entonces ambos nos daremos cuenta y todo volverá a como era antes….
-estás mal Nowaki, así no se hacen las cosas!! Haciendo eso das rienda suelta a que se ilusione más! –regaña al ojiazul levantando la voz-
-quizá sí, pero también cabe la posibilidad de hacer que se desilusione de mi
-eso es muy cruel –dice mirándolo con desaprobación-
- pero no se me ocurre nada más… -vuelve a bajar la cabeza- acaba de ingresar a la Universidad que quería, su sueño poco a poco comienza a hacerse realidad, incluso puede que conozca a alguien que le llame la atención ahí, por eso lo haré aún queda esa posibilidad, él es muy joven le queda mucho por vivir, incluso puede que con el tiempo aprenda a amarlo, no es como si amara a alguien en este momento
-Ahhh!! sé que por más que te diga que hacer eso es lo incorrecto no cambiarás de parecer, lo sé, así que no insistiré –cabizbajo se da por vencido- pero no juegues con él si quieres desilusionarlo y que cambie de idea, deberás respetarlo
-lo sé, no pienso aprovecharme de la situación –le sonríe a su senpai para que se quede algo más tranquilo- bueno será mejor que vaya a verlo, si se despierta y no ve a nadie se asustará –se levanta y va hacia la puerta, agradeciendo a su senpai antes de salir-
En una habitación del hospital la luz de un nuevo día se colaba por las ventanas, llegando cerca del hermoso rostro de un castaño que no había despertado en toda la noche y a lado de este se encontraba un ojiazul que se había quedado dormido vencido por el cansancio
-mhh –empezaba a despertar un castaño- qué paso, por qué estoy… -soñoliento se da cuenta donde estaba y observa a su ojiazul durmiendo- Nowaki san?...
-mhh?... –se remueve y levanta de golpe- Misaki! Que bueno que despertaste, dime cómo te sientes?
-creo que bien, pero no sé… yo… -al recordar lo que había sucedido se entristeció y quería empezar a sollozar-
-no, tranquilo Misaki, no llores por favor –se acerca al menor para comenzar a sobarle la espalda- sabes?... –empieza a sellar su sentencia- he pensado mejor las cosas y creo que tienes razón
-eh?... –se sorprende a oír eso y se limpia las lágrimas que se le habían escapado- a qué te…
-a que fui injusto decirte todo aquello cuando ni siquiera te di una oportunidad, es decir que sería bueno darnos una oportunidad y quizá funcione, que me dices Misaki
-de verdad?!! –se le ilumina la cara de felicidad- gracias Nowaki san!! –se tira a los brazos del médico el cual lo recibe cariñosamente- prometo que no te arrepentirás!! –recostándose en el torso amplio del doctor- te amo Nowaki, te amo tanto, soy tan feliz que siento que puedo morir de felicidad!
-calma Misaki, no es para tanto –además con eso no serviría que intentemos algo, no? - espero en verdad estar haciendo lo correcto-piensa sin dejarle de sonreír al menor-
-Nowaki san? –lo llama sacándolo de sus pensamientos- podrías darme un beso? –le pide con una carita tierna-
-cla… claro –deposita un tierno beso en los labios del Cataño- lo siento, perdóname Misaki, solo lo hago para que no vuelas a empeorar, sé que soy un egoísta de lo peor, pero no sé qué más hacer… -piensa mirando el rostro ilusionado del menor-
Así Misaki pasó cada día más feliz que el anterior, nada podía opacar su felicidad, era tan feliz que a todo mundo en la universidad contaba que su novio era muy guapo, que se amaban y que vivían juntos, así la idea que Nowaki tenía de que Misaki conociera a alguien que le correspondiera en la universidad, se fue por el caño; en cuanto a Takahiro, Misaki había decidido no mencionarle nada a su hermano por miedo a que le dijera que no acepaba su relación y que regresará
Por otro lado Nowaki estaba continuando su vida casi con normalidad, solo que en su casa ya no esperaba su tierno hermanito, sino su meloso novio… no había día en que pidiera que Misaki conozca a alguien que se merezca, ignoraba que el menor contaba todo de su vida allá y que eso no funcionaría; aunque no quisiera hizo muchas cosas para que Misaki se desilusionara de él, pero no servía de nada ya que al final terminaba cediendo y pidiendo perdón a Misaki por su comportamiento; no era que solo pretendía alejarlo de él, no!, también había intentado de todas las maneras posibles de corresponder al amor del menor, pero por más que intentaba no podía verlo más que aun hermanito
Al pasar el tiempo Misaki ya no se conformaba solo con besos tiernos y demandaba mucho más y a Nowaki no se le ocurría buenas excusas para evadirlo, había prometido respetar al castaño si no sentía lo mismo, pero Misaki sí que sabía insistir, aunque al final no lograba nada, incluso se ponía a pensar que si le daba lo que quería dejaría de insistir tanto, pero desistió de esa idea, conocía al menor en todo aspecto y si le daba rienda suelta a eso, luego no podría encontrar descanso
Así entre tanto en tanto el tiempo pasó como si nada, Misaki ya estaba en el segundo año de Economía y le iba muy bien, Nowaki con tanto ajetreo en el hospital y con su novio y la insistencia de dar otro paso a su relación, casi había olvidado que ya había pasado ese tiempo en el que él y sus mejores amigos de la secundaría habían prometido reencontrarse, de no ser porque su senpai le hizo recuerdo, lo habría olvidado
Encontrar a su amigo famoso no fue problema, como lo más seguro era que aún no había regresado, fue a su casa y el mayordomo al reconocerlo como el amigo del hijo de su señor le dio sin chistar su número
-bien ahora solo tengo que llamarlo –decía el médico estando cómodo en su casa- espero que con lo famoso que se ha vuelto no se haya olvidado de Miyagi ni de mí, bueno eso lo veremos –marca el número y espera muy poco hasta que le contesta-
-aló?
-Akihiko eres tú? –la voz de su amigo se oía algo cambiada por lo que le costó reconocerla-
-Nowaki?... ja, ja que sorpresa, ha pasado tanto tiempo, en serio me oigo diferente?
-que gusto me da hablarte Akihiko, pues si tu voz se oye un poco distinta, pues por qué crees que te llamo? –oír de nuevo a su amigo le llenó de alegría, de verdad que extrañaba a ese pedante escritor-
-no me digas que es por el dichoso reencuentro que planeó Miyagi –dice irónico-
-pues acertaste
-y no tenía que ser Miyagi el que nos llamara?
-yo creo, pero ni idea que pasa por su cabeza, igual buscaré su número para hablarle
-pero no te resulta más fácil buscarlo en persona y hacerle recuerdo?
-no, porque eso sería faltar a nuestra promesa, porque es todos o nadie
-ja, ja está bien, pues yo estaré de regreso en poco más de una semana, y sabes no vengo solo
-no me digas que ya encontraste a ese alguien especial que ilumina todos tus días?
-pues no te adelantaré nada, recuerda la promesa!
-tsk… ok entiendo –reclama-
-eh! tú hiciste recuerdo de las reglas! Pero qué te parece si en la reunión planeamos algo grande para nosotros y nuestras parejas actuales, eh?
-está bien, me parece una buena idea… bueno fue un gusto hablarte de nuevo, localizaré a Miyagi para decirle que regresarás! Nos vemos!
-nos vemos-
-fufhh –suspira cansado- a encontrar el número de Miyagi –así con el poco tiempo libre que tenía le costó mucho poder obtener algunos números que podrían ser de profesor y ya a una semana de la fecha del reencuentro empezó a llamar a esos números…
-bien esta será la última vez del día en que insista –dijo el ojiazul tras estar marcando número tras número los cuales eran equivocados y en este último no le contestaban en muchos intentos, así que supuso que quizá si le pertenecía a su amigo, ya que él no daba pega con los celulares- bueno una más y me voy si no contesta –ya estaba cansado y de paso tenía turno esa noche- vamos contesta!!! –estaba a punto de colgar hasta que oyó a su amigo-
-si…
-bien al fin pude localizarte, no sabes lo que me costó! Habla Nowaki!
-Nowaki! Que alegría escucharte de nuevo!!! Cómo estás?
-bien gracias, espero que no hayas olvidado el reencuentro que prometimos hacer y más aún cuando tú lo propusiste!
-claro que no!! es más ya estaba por localizarlos, ya contactaste con Akihiko?
-si lo hice y dijo que estaría en una semana, quiere que nos veamos solo los tres y planear algo en grande para los tres y… nuestras parejas… ya sabes cómo es él y más aun siendo tan famoso y millonario como es
-si…
-sucede algo? -pregunta preocupado-
-no, no es nada Nowaki, bien que te parece que nos veamos en nuestra cafetería, sigue en pie, algo modificada, pero sigue!
-está bien, se lo haré saber a Akihiko, nos vemos, cuídate hasta entonces
-tú también, hasta entonces… -
-que gusto, hice el trabajo de Miyagi pero ya qué!
-con quién hablabas mi amor? –pregunta Misaki entrando al departamento después de un arduo día lleno de exámenes-
-con Miyagi –sonriendo lo recibe con un tierno beso como ya era de costumbre-
-oh! Lo localizaste que bueno! –sabes creo que ya es tiempo de dar el siguiente paso no crees?
-otra vez con eso Misaki, ya te dije que aún es muy pronto
-claro que no! tenemos ya dos años de novios y aún no me has tocado!, es que acaso no te parezco atractivo? –pregunta con una expresión entristecida-
-no!, no es eso Misaki, es solo… perdón pero tengo que irme, hoy tengo turno –sale dejando a un castaño algo decepcionado, ya estaba harto de dar tantas excusas, quería decirle la verdad, que lo suyo no estaba funcionando ni que funcionaría, Misaki desde ese día ya no había sufrido ningún ataque y quizá ya no lo tendría, pero aun así no quería romperle su corazón así que solo escapaba como siempre, evadiendo la realidad que el mismo había creado…