Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

THG~Jaula de Oro por Jezoki Yukie

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas! Les traigo el segundo capitulo, sigo diciendo que esta raro y quien sabe de que parte de mi mente salga D:

 

Los pjs son inventados, lo demas derechos de THG son de su autor original. Sin más les dejo leyendo, que lo disfrutenm, nos vemos abajo ^^

PD: Gracias a evangely and rose por su rr. :')


-!FRED¡.- Grito asustado.- !Maldita sea, no, no¡.- Corrió al cuerpo inerte de su compañero, arrodillándose a su lado y levantarle la cabeza.- !Despierta, Fred, por favor¡.- Suplicaba. El moreno había caído al suelo sin nada que detuviera su caída, y una rama le había golpeado fuertemente en la cabeza y haciéndole una herida, la sangre bajaba con rapidez por su rostro, manchandole la ropa y los cabellos. Andrew pensaba lo peor y esto le estaba comiendo vivo. No podía creer que Fred estuviera así, no lo podía siquiera imaginar ¿Y si escuchaba el cañonazo que iba  a hacer? Toda su estadía ahí se había centrado en el menor que ahora tenia en sus brazos. ! Debí haberlo quitado Pensó con desesperación. Y luego lo que mas temía escuchar; el cañonazo hizo volar a las aves sercanas con varios chillidos. Se puso palido. No se atrevia a mirar el cuerpo de Fred, hasta que noto como su pecho aun subia y bajaba lentamente, apenas notorio con la chaqueta. Suspiro.


 A como pudo lo cargo y lo llevo hasta algunos arboles donde le recostó en un hueco de las raíces. Le limpio la sangre, tardando un poco en hacer que parara,  después le limpio el rostro con el interior de la chaqueta y le quito los cabellos ensangrentados y tierrosos de la frente. Las bombas habían cesado por ahora, la audiencia había tenido ya algunas muertes para su morbosa diversión.


Le movió con ligereza el hombro tratando de despertarlo, pero el muchacho no parecía que le afectara ni un poco, seguía profundamente perdido. El castaño se estaba poniendo nervioso, ese no era lugar para quedarse a dormir y empezaba a culparse por haber abandonado la cueva. Todo eso era su culpa, él era el que había estado presionando por moverse, él le había echo entrar al bosque, tampoco pudo quitarlo a tiempo. Estaba carcomiéndose por dentro. Se parecía a aquella vez durante los entrenamientos donde el menor había combatido contra uno de los instructores. Era sabido que Fred no era bueno en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, demasiado pequeño, tampoco era muy fuerte, era ágil y difícil de atrapar,  pero no servia de nada si te pillaban, y aquel instructor le había golpeado fuertemente en un costado sacandole el aire y dejándolo tirado en el suelo acolchado. Había deseado tanto correr a ayudarle, levantarlo y tal vez hasta golpear al instructor, pero no, sabia que no podía hacer aquello, Fred tenia que arreglárselas él mismo para no quedar como una presa fácil, de por si notaba las miradas divertidas de los demás tributos. Termino refunfuñando y sintiéndose impotente ante la situación.
Y esta vez era mil veces peor, no podía correr a ayudarle, ni levantarlo, si quiera podía asegurar que nadie mas los atacaría. Fred estaba tendido ahí inconsciente, más pálido que antes y él no sabia que diablos hacer. Quería llorar y mandarlo todo a la mierda,  al capitolio y a todos sus malditos gobernantes. ¡ Tranquilízate de una maldita vez Andrew! Se auto regaño, respiro profundamente, no podía perder los estribos, eso era igual a matarlos. Miro a Fred nuevamente y llevo dos dedos a su cuello para checar el pulso, noto que estaba estable y una vez más movió su hombro, pero seguía sin respuesta. Suspiro.


-Estarás bien ya lo veras.- hablo quedito y se inclino para besar su frente y acariciarle la mejilla. Luego se puso de nuevo de pie y reviso las maletas. Habían perdido un arco, pero aun tenían ambos Carcajs con la mayoría de sus flechas. Las mochilas estaban empolvadas pero sin roturas y él estaba bien quitando algunas raspaduras, nada de que preocuparse. Tomo un montón de hojas secas y las empezó a esparcir sobre Fred, aun era de día y era un blanco fácil para cualquiera, así que lo camuflajearia. Fue y vino trayendo hojas y mientras lo hacia, pensaba que lo estaba enterrando y no escondiéndolo, ese sentimiento le apretujaba el corazón de forma dolorosa, pero continuo hasta dejarle el cuerpo cubierto por completo. También oculto las mochilas bajo las hojas y se preparo con el arco. Mataría a cualquiera que estuviera cercas de ellos, animal o humano. Se quedo a la espera un rato, tal vez una hora sin que pasara nada.


Su compañero parecía volver a tener su color de piel normal. Decidió al final dar una ronda por las cercanías. De mala gana se alejo del menor y camino hasta perder de vista el lugar donde lo había dejado. Entonces empezó a caminar de forma cautelosa, con el arco  preparado para disparar. Se le agudizaron los sentidos, podía escuchar los pájaros cantar y las ramas moverse por el viento y más de una vez se había escandalizado por un conejo o una ardilla que pasaban velozmente, no parecía que hubiera problemas hasta que encontró el humo de una fogata a lo lejos. ¿Ir o no ir? Lo pensó un momento. Llevaba al rededor de cuarenta y cinco minutos lejos de Fred y le comían las ansias de volver. ¿Quienes quedan?... Pensó acabamos de matar al ultimo del distrito nueve... así que...Ya han muerto ambos del distrito  nueve, diez y once. Las chicas de los distritos cinco, siete y doce y los hombres de los distritos dos, seis y ocho. Los había memorizado por si acaso.


Se escondió entre los troncos y ramas mientras se apresuraba a llegar a donde estaba el humo, era de día, así que era probable que el que lo hubiera provocado estuviera comiendo y recuperando fuerzas, cosa que no iba a permitir. Trataba de no hacer crujir las hojas sueltas que estaban en el suelo y moverse con el mayor cuidado posible, hasta que estuvo suficientemente cercas para oler el conejo rostizado, se acerco un poco más escondiéndose atrás de unos troncos y por fin vio al tributo que origino el fuego.  Era un chica, la mas joven de los tributos, perteneciente al distrito tres y con apenas trece años. Mientras miraba sus jóvenes rasgos, el cuerpo pequeño y delgado, las mejillas rosas y aun abultadas y los rizos bajando en una trenza por su espalda. Trago saliva, iba a matar a esa chiquilla, así era el juego, así de despiadados y morbosos eran los gobernantes para ponerle en esa situación de matar a una mocosa. Un golpe certero...una muerte rápida. Era la única forma en la que no se sentiría tan culpable. Se acomodo mejor, preparo el arco, estiro la cuerda y apunto a su cabeza.


1..2..!3¡...


Lo siguiente fue un golpe, un quejido y un grito de puro dolor. Andrew había preparado su tiro con una exactitud letal, pero antes de soltar la flecha alguien le había golpeado por atrás haciendo que perdiera el equilibrio. Sin embargo, la flecha si había alcanzado a la niña, no en la cabeza o en un punto vital como hubiese querido, pero si se había enterrado en el muslo derecho haciendo que soltara un desgarrador grito.


-¡Hijo de puta¡.-  El tributo del distrito tres le miraba desde arriba con centelleantes ojos de furia. No se había percatado de su presencia y ahora iba a morir ¡Maldición! Se arrastro con las manos y los pies hacia atrás, sin soltar el arco. El contrario se abalanzo contra él sacando el cuchillo dispuesto a clavárselo en el pecho. Andrew logro rodar hacia un lado y esquivar el ataque, apresurado se levanto y saco su propio cuchillo.


-! Mátalo¡ -se escucho el chillido lastimoso de la chica a sus espaldas. Al menos estaba invalida por el momento.


-Y eso que estas solo distrito cuatro?.- pregunto lleno de veneno. Andrew frunció el ceño, levanto y apretó el mango del cuchillo, listo para atacar o defender.- ¿No me digas que fue uno de los que mataron ya con las explosiones?.- Taylor había notado la cercanías de esos dos. Era raro que alguien de los distritos ricos prefiriera juntarse con uno de los pobres y Andrew había rechazado la alianza con ellos, solo para estar con la rata minera.


-Si, así fue...-Gruño. Dio unos pasos hacia la derecha, inspeccionando a su contrincante, era de su estatura y al igual que él, sabia donde golpear. Tampoco iba a decirle que Fred estaba vivo...o al menos no se había escuchado un cañonazo desde que lo había dejado solo, eso era lo único que le aseguraba de que estaba bien, que aun seguía vivo y tenia motivo para apresurarse y volver. No se iba a dejar matar aunque Fred muriera, eso lo habían pactado ambos. Uno de los dos debía sobrevivir.


-Lastima, no te sirvió de mucho al parecer...-torció una sonrisa, dando a su vez unos pasos hacia la izquierda.


-Te debería decir lo mismo...-hizo un gesto con la barbilla para indicar a la mujer.- Con esa pierna ya no creo que te sirva de mucho.-


Con un gruñido furioso Taylor se abalanzo nuevamente contra Andrew que esquivo el primer ataque brincando hacia atrás y esquivo un segundo y un tercero ataque antes de contraatacar. El viento era cortado una y otra vez, hasta que Taylor logro cortarle en el brazo llenado su cuchillo de sangre. Andrew trato de alejarse de nuevo, pero la herida lo entorpeció dejandole al contrario la oportunidad de tomarlo de la chaqueta y tirarlo al suelo.  Una vez  ahí, se le abalanzo de nuevo, quedando sobre él apunto de encajarle el arma.  Andrew no pudo quitarse a tiempo pero si logro bloquearle, le sujeto el brazo que portaba el arma y ambos pelearon por ver quien tenia mas fuerza.

El sudor bajaba por la frente de ambos, estaban acalorados por la pelea y ninguno de los dos pensaba rendirse, no solo por ellos mismos, si no por el que estaba esperándolos. Aunque el caso de Taylor era diferente, el no apreciaba de la misma manera a Emily de lo que Andrew apreciaba a Fred, el la quería para sobrevivir, la chica era experta en plantas y caza, podía encontrar los escondites y el rastro de los conejos con facilidad, no podía dejar que la mataran aun. El castaño logro girarle en un impulso de fuerza y se coloco encima de contrario y con el cuchillo del mismo le amenazo la garganta, haciendo fuerza para encajarse lo.


-!NO¡.- escucho apenas el grito ahogado de la chica que a como podía se intentaba levantar. La sangre le empapaba el pantalón y dolía mil horrores el solo moverla. Apresurada alcanzo apenas la mochila donde tenia algunos cuchillos arrojadizos. Los saco tan rápido que incluso se hizo cortadas pequeñas en los dedos que ni siquiera sintió, estaba asustada y alterada,  aquel sujeto estaba apunto de matar a su compañero, no podía dejar que lo hiciera, sabia perfectamente que la siguiente seria ella. El primer cuchillo se incrusto en la tierra a treinta centímetros de donde ambos estaban, el segundo golpeo directamente la mochila de Andrew y fue cuando este se percato de lo que pasaba. Invalida o no, al final eran dos contra uno. La mocosa no era problema con esa herida, podía matarla fácilmente, pero o se encargaba primero de uno o primero del otro.


!Maldita sea¡Tenia que decidir y hacerlo ya. Hizo fuerza con los brazos y acerco aun mas el filo a la suave piel del otro distrito, el acero rasgo suavemente la fina capa haciendo que  un hilo de sangre bajara por el cuello. Taylor se estremeció sin quitarle la mirada furiosa de encima, se removió tratando de quitárselo de una buena vez. Logro hacerse un poco hacia un lado y el cuchillo resvalo sin hacerle mucho daño, libero un brazo y con este empujo al distrito cuatro para alejarlo, aunque esté fue mas rápido y tiro el cuchillo a dirección de Emily...

Oh mierda...mi cabeza...¿Qué diablos paso?...


Fred se había levantado por fin. La cabeza le dolía, sentía punzadas en donde estaba la herida y tenia asco. No entendía por que estaba lleno de hojas y el por que no estaba Andrew al rededor. Se enderezo apenas, recargándose contra el tronco, agarrándose la cabeza ante el mareo y el dolor sin saber cuanto había pasado...¿Tal vez Andrew le habría creído muerto y le había dejado ahí a medio enterrar? ¿Pero entonces por que ha dejado las mochilas? Se había topado con ellas en cuanto se enderezo y estaban todas completas, lo único que no estaba era Andrew y el arco del mismo. De pronto recordó lo que había sucedido, les habían atacado con bombas y una de ellas había estallado cerca de él mientras huían, aun podía oler el aroma del humo en sus ropas.- Algo me golpeo en la cabeza...- Se toco la herida en su frente y sintió otra punzada de dolor. Estaba preocupado ¿ había sido esa misma tarde o llevaba días tirado? ¿A donde se había ido Andrew? ¿Esta vivo?. Su mente formulaba una pregunta tras otra, estaba tan ansioso que no le importo el mareo, se levanto a como pudo apoyándose principalmente del árbol que tenia atrás hasta lograr pararse.  Comprobó que no solo le dolía la herida y la cabeza, también la espalda y los hombros. El cuello lo tenia sucio por la sangre y la tierra pero tampoco le importo. Dejo las mochilas ocultas como estaban y solo saco de ellas un cuchillo.


Era un blanco fácil estando de esa manera torpe, pero no podía solo estar sentado sin saber que diablos había pasado. Estaba ya por anochecer y el frió empezaba a calar. Después de minutos de mirar el suelo encontró unas huellas y las siguió apresuradamente, era lo primero que encontraba de alguien más y esperaba fueran de Andrew. Empezó a caminar más y más rápido tratando de no perder su guía antes de que el sol se acabara de ir y entre su apresurado camino unas manos ajenas salieron desde el costado de un árbol y le sujetaron. Volvió estar contra un árbol, con una mano tapándole la boca y otra apresandole la garganta. Aunque eso no significaba que estaba perdido, su mano empuñaba el cuchillo y el filo de este se apretaba contra la piel del atacante.


Parpadeo desconcertado al mirar por fin de quien se trataba, alejo apresuradamente el cuchillo y hablo aun con la mano sobre sus labios.- Iriota! te pu.....-Andrew le apretó mas la boca, su mirada centelleante le dijo que se callara y así lo hizo. Si antes no entendía nada, ahora entendía menos. ¿Que le pasaba?. El silencio duro un momento más antes de que Andrew le quitara los dedos de encima y le abrazara con fuerza.


-¡ Idiota! Me tenias preocupado.- lo apretó contra su pecho y evito soltar un quejido por las heridas.


-¡Tú me sacaste un susto de muerte, casi te mato¡.- casi dejo caer el cuchillo, pero no se alejo para nada del mayor. Había estado tan preocupado por él que tenerle de vuelta le era tranquilizador. Luego echo una mirada mejor a su compañero y noto que tenia amarrado un pedazo de tela en su brazo y la manga de la chaqueta esta mojada. Sus dedos también tenían manchas rojas y se le veía agotado.


- ¿Andy?.- Dijo preocupado tomandole el brazo para inspeccionarlo. Andrew sonrió, aunque pareció una mueca dolida y divertida.


- No es nada...una cortada nada más.- Pero Fred no se sentía seguro de creerle en verdad, tenia la manía de ocultar sus problemas de él.

- ¿Estás bien?.- Por fin se separo y al ver al moreno sintió de nuevo que había valido la pena el huir de aquellos dos...aunque no se había quedado para ver el resultado de su inesperado lanzamiento hacia la niña, sabia que aun no había muerto, maldición, en ese lugar lo único de lo que se podía saber con certeza era la muerte de alguien.


-Mejor que tú al parecer.-


Andrew sonrió apenas y empezó a caminar a donde estaban las mochilas.- ¿no las moviste de donde las deje?.- pregunto bajo mientras caminaban, el sol ya había muerto casi por completo y apenas veía los troncos que estaban sobre él. Necesitaban las mochilas para pasar la noche. Se apresuro a pesar del dolor, no le había dicho nada al menor para no preocuparle, no solo tenia la herida del brazo, también otra en un costado que apenas y pudo hacer que dejara de sangrar. La chica del distrito tres había acertado antes de que cayera al suelo cuando su compañero lo arrojo, aunque en ese momento el dolor no era suficiente como para detener su huida.


-No, ahí están, no creo que estemos muy lejos.- contesto apenas audible caminando solo unos pasos atrás del castaño que no iba a decirle nada hasta en el camino, así que espero al llegar al árbol y sacar las mochilas, sacar la otra chaqueta y un poco de agua junto a unas galletas. Iba a limpiarle la herida, aun en oscuridad, lo peor seria que se le infectara. Andrew se había negado, pero al final se sentó en una de las raíces y a la luna,se quito la chaqueta y dejo que le limpiara la herida, le dolía, pero no había sido nada profundo. La que le preocupaba en en realidad era la del costado.


-¿Donde esta la otra herida?.- Pregunto Fred, no era con duda, como Andrew hubiera querido, ya le había pillado mintiendo, no le quedo más que levantarse la camisa para mostrarle un corte más pequeño, pero algo mas profundo, con tonalidad entre morada y rosada.- Idiota...-susurro el menor antes de limpiarsela también.- Mañana buscare unas plantas para que no se infecte ¿Ok?...- Andrew sonrió con cariño y asintió en silencio. Su mirada iba varias veces hacia la cortada en la frente del menor que ya tenia un tono más purpura que las suyas y luego de la misma manera en que su vista subía, bajaba a sus labios.


Solo había besado a Fred una vez, justamente la noche antes de que se iniciaran los juegos en la arena. Ambos habían acudido como era costumbre a la azotea, poco habían hablado esa noche, solo se mantenía uno a lado del otro esperando que en la mañana siguiente no pasara lo que tenia que pasar, aunque era un pensamiento en vano. Nadie podría detener los juegos, menos por un capricho de adolescentes. Casi odiaba los gritos alegres de los ciudadanos en las calles, esperando ansiosos el momento en que veinticuatro personas fueras enviadas al matadero. "Están locos" Continuamente lo pensaba y una que otra vez se lo había susurrado a Fred.


"- ¿De verdad quieres está alianza?".- susurro el moreno sin girar a verle, estaba sentado con las piernas cruzadas y las manos entre el hueco que quedaba de estas. Andrew se pensó la respuesta antes de decirla. No dudaba de querer una alianza, solo buscaba una forma que sonara lógica y verídica.


"- Si no la quisiera te lo hubiera dicho, no me andaría con rodeos...¿Es acaso que tú no la quieres"?.- susurro también, con el corazón latiendo le por la respuesta que podría darle. Tenia miedo del que menor se arrepintiese y se quedara solo, no podría imaginar a Fred andando solo por aquel lugar desconocido, estaba mal pensar en el de esa forma tan delicada, era un hombre de todas maneras y era fuerte aunque el difícilmente lo viera así. Para él solo era un chiquillo que no había crecido todavía.

Negó con la cabeza casi disculpándose de decir algo estúpido. "- Solo quería estar seguro...-" Murmuro. "- Sabes...no creo sobrevivir..."-confeso de manera honesta. Algo que Andrew le dejo shokeado de un principio. Perfectamente sabia que las probabilidades de sobrevivir eran casi nulas, por no decir que lo eran talmente, tomando en cuenta que solo uno podría vivir. ¿Pero confesarlo de esa manera? Era como darse por vencido antes de empezar. Era algo que le molesto de sobre manera. Giro y tomo a Fred del brazo y le hizo que medio girara a verlo.


-"!Escucha, no puedes pensar de esa manera¡".- Hablo con fuerza y firmeza. Fred le miro a los ojos y se sintió como idiota por decir aquello, luego bajo la mirada y asintió. Andrew suspiro exasperado y le levanto la cara.- "Si piensas eso te estas dando por muerto ¿No hiciste todo este viaje para eso o si?" -el menor negó.- "Entonces basta de idioteces, seguramente no ha de ser peor que él desfile."- termino con una sonrisa. El moreno enrojeció al recordar el desfile y el "traje" que uso, había sido por un momento el hazme reír del capitolio( y seguro los demás distritos) antes de caer en el olvido.


-"Nada es peor que eso"...-sonrió también. Fue entonces que Andrew le miro de otra manera, era como si estuviera embelesado por aquella sonrisa. Su respiración bajo, pero sus pulsaciones las sentía tan fuertes que le dio miedo ser escuchado por el moreno. Le tomo suavemente del hombro y sin aguantarlo ni un segundo más, se inclino y le beso. No se había parado a preguntar si le atraían los chicos, tampoco si tenia novia o incluso si le atraía su persona, solo se había dejado llevar por el impulso, el mismo impulso que ahora le hacia tomarle de la nuca para que no se alejara mientras movía sus labios sobre los del menor.


Frederick también se guió por sus impulsos. No se esperaba aquello, claro que no, pero en una parte de él lo deseaba y agradecía que lo hubiera echo. Movió los labios de forma torpe pues nunca había besado a alguien, hasta que el aire se fue de sus pulmones y se separaron.

Y ahora, con todo el rostro lleno de mugre, el cabello desaliñado, con una cortada en la frente, la ropa raspada y más delgado que antes, Fred se le antojaba con la misma intensidad de aquel primer beso.


-Besame.- Pidió sin dejar de sonreír, era una sonrisa traviesa que le quitaba algunos años a la mirada de Andrew.


-¿Qué?...¿Bromeas?.-  El castaño negó sonriendo. Sabia que Fred se negaba por que podían verlos miles de personas, aunque eso poco le importaba a él. Si podían soportar una muerte, un beso no seria nada.


-Si lo haces te contare lo que paso ¿vale?


-a eso se le llama chantaje...-frunció el ceño.


-Tendré que usarlo, lo siento.-


El moreno suspiro derrotado y se acerco, se arrodillo frente a él para quedar a su altura para luego tomarle de las mejillas y besarle de pico. Andrew sonrió entre el beso y le rodeo el cuello con sus brazos. Estaba agotado. El salir corriendo con una herida latente en un costado no era muy bueno, aunque se había salvado de que le mataran. Ahora esperaba que la herida de la chica les hiciera desistir de seguirlos, aunque lo dudaba por Taylor, querida venganza, así que apenas despertaran tendrían que movilizarse de nuevo.


-Acuéstate Andy, haré la guardia.- Murmuro Fred separándose para que se pudiera meterse en el saco y acostarse. Ya estaba frió el ambiente y el aire soplaba muy frió como para quedarse sentado esperando al amanecer.


-Venga, no necesito dormir acostado.- Se poso contra el tronco e hizo una mueca de dolor al sentarse, atrajo unas hojas a sus piernas y extendió los brazos para que Fred se acercara. El moreno lo medito un momento y se fue por fin a con él, se cómodo entre sus piernas y recargo su espalda con cuidado sobre el pecho del mayor que le abrazo la cintura y recargo su frente contra los azabaches cabellos. Pronto Fred noto como se quedaba dormido y el no pudo dejar de pensar en la causa de sus heridas y los problemas que le había causado.


Pasaron diez minutos antes de que el anuncio de tributos muertos apareciera en el cielo. Se sorprendió al ver el rostro de Jassmine, la compañera de distrito de Andrew, tras de ella Oliver del distrito cinco y al final la chica del distrito ocho Jennifer. Ver aquello le dejaba un mal sabor de boca. En poco tiempo su vida había cambiado dramáticamente, de ser un simple estudiante que trabajaba en el mercado de su distrito, a estar en los juegos donde morían unos tras otros.

Al sentir a Andrew removerse y apretarlo más por el frió le hizo pensar en cuanto uno de los dos tuviera que morir, era obvio que no permitirían que ambos sobrevivieran, si es que otro tributo más no los mataba antes. ¿Qué iba a hacer? Él no se atrevería a matar a Andy y dudaba lo mismo del mayor.

Notas finales:

Espero que hayan disfrutado.

He pensado seriamente en cual de los dos morira primero xD o alguien quiere que ambos sobrevivian? Mi cabeza divaga @.@

 

:) si les ha gustado dejadme un RR y si no también xD.

 

Nos Leemos ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).