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El Nuevo Rey por Nate_me

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Notas del capitulo:

Holaaa. Bueno, les traigo un nuevo capítulo de este fic ^^.

 

Espero que les guste! Por fin se conocen Yuuri y Wolfram!

 

Wolfram era el sobrino de lord Waltorana Von Bielefeld. Era bastante parecido a su tío, tenía el pelo rubio y unos ojos verdes que eran capaces de derretir a cualquiera. Su padre murió años atrás y estaba a cargo de su tío el cual nunca se había casado y por lo tanto aún no tenía hijos y trataba a su sobrino como si fuera su legítimo heredero. La madre de Wolfram, Cecile Von Spitzberg,  seguía con vida pero al ver las intenciones que tenía Waltorana para su hijo pensó que este estaría bien con su tío y así de paso evitaba conflictos entre las familias nobles, ya que su hermano era Lord Von Spitzberg.

Últimamente Cecile no había ido a visitar a su hijo ya que temía que pudiera pasar algo, a ella o a su hijo, pues ambas familias pretendían gobernar el país: eran rivales.

Wolfram era una persona que amaba a su país sobre de todas las cosas, por lo menos así le habían enseñado a pensar, y, al pasar tanto tiempo con su tío, creía que lo mejor que le podía pasar a Shin Mazoku era que Lord Von Bielefeld fuese coronado rey.

Todo hi tener esas ideas y estar como segundo al mando del ejército de Bielefeld, el rubio empezaba a estar harto de siempre escuchar comentar las mismas cosas, ya desde que Shinou enfermó al inicio. Wolfram pensaba que si su tío quería ir a la guerra tendría que haberlo hecho ya.

Tocaron en la puerta de su habitación.- ¿Quién es?- Preguntó Wolfram un poco sobresaltado mientras se terminaba de poner su traje de militar habitual.

- Lord Von Bielefeld, su tío quiere verlo en su despacho lo antes posible.- Dijo una voz desde detrás de la puerta. - “¿Qué debe querer ahora? Yo quería ir a entrenar”- Pensó Wolfram para sí mismo, sentía una gran admiración por su tío pero no soportaba que le desorganizaran sus rutinas.- Ahora iré.- Contestó finalmente el rubio.

Al llegar al despacho de su tío tocó a la puerta y entró antes de recibir ninguna respuesta.- ¿Querías verme?- Preguntó mirando a su tío.

- Tenemos nuevas noticias del castillo pacto de sangre.- Dijo Waltorana.- Parece que ha vuelto el consejero del rey y tiene noticias sobre las últimas voluntades de Shinou.- Terminó diciendo de mala gana.

- ¿Qué narices viene a decir ese hombre ahora? Después de todo, abandonó a su majestad durante los últimos días de vida, todo hi ser uno de sus pocos amigos.- Dijo Wolfram, a quien también se le veía molesto por el regreso de Daikenja.

- La carta también dice que, aparte de celebrar la reunión en quince días, quedamos todos los nobles invitados la noche anterior a una fiesta, incluyendo a nuestras familias.- Waltorana respiro y reanudó la conversación.- Así que esta vez vendrás conmigo.

- No hay ningún problema.- Respondió el rubio un poco molesto. De hecho esas fiestas ya de por si no le gustaban, le parecían una pérdida de tiempo, pero aún le gustaban menos en la situación actual, probablemente habría muchas tensiones.- De todas formas no sé si es buena idea lo de que ahora monten una cena de gala.

- Dicen que es para celebrar la vuelta de Daikenja pero no sé yo…- Suspiro Waltorana.- De todas formas nos servirá para buscar más posibles aliados para nuestra causa.

- Si tú lo dices…- Respondió Wolfram.

- Esta vez nos llevaremos parte de nuestro ejército, por si acaso, con más motivo si también has de venir tú.

Poco más se dijeron y Wolfram salió del despacho dirigiéndose a los jardines y observando las flores tranquilamente, se veían preciosas. “¿Cómo se debe sentir alguien cuando se enamora?”- Se preguntaba siempre mentalmente, pues su madre siempre se pasaba todo el día, e incluso en las cartas que le enviaba, hablando de sus amores y de lo bien que se sentía. Wolfram miró nostálgicamente el cielo que tan azul se veía.

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Daikenja se había ido ya a su palacio dejando a Yuuri junto a Günter en el palacio Pacto de Sangre ya que decía que tenía asuntos que atender en su propio palacio, situado también en la capital. Günter no paraba de hacerle preguntas al pelinegro.

-  Así que vienes de Pequeño Shimaron.- Decía Lord Von Christ.- Y estabas prometido con el rey del país.

- De eso último me enteré casi cuando me iba… Mi hermano me ha decepcionado mucho.- Decía el ojinegro con un tono de decepción a la vez que de ira.- ¡Sólo conozco a su majestad Saralegui de un par de fiestas de la nobleza del país! No sé qué puede haber visto en mí.

- Supongo que le gustaste, ¡Eres muy guapo majestad!- Dijo Günter con un brillo notorio en los ojos y abrazó a Yuuri sin soltarlo, lo cual hizo que este se sintiera incómodo.

- Su… Sueltame- Dijo como pudo intentando zafarse del abrazo del mayor.

- Perdone su majestad. Me he emocionado.- Dijo al separarse.- Le he de contar como se encuentra la situación actual del país, supongo que Daikenja ya le habrá contado que hay diez familias nobles, lo del rey y todo eso, ¿no?

- Si… Me hizo un resumen de cómo era el país y de lo que pasaba cuando él se fue, pero no sé nada sobre como está todo actualmente.- Dijo el pelinegro que le pareció haber entendido todo lo que le contó el antiguo consejero del rey.

- Como resumen, una vez que Shinou murió, los diez nobles se reunieron, a mi petición, para intentar solucionar pacíficamente los conflictos que se veían por venir.- Dijo Günter serio.- Pero después de unos cuantos días reunidos no se veía solución así que se decidió aplazar las reuniones.

- Entonces la cosa no va bien…- Dijo Yuuri bajando la mirada.

- Efectivamente, no conseguí que nadie cambiara su actitud, ni que se decidieran por uno.- Dijo el mayor.- Lord Von Bielefeld fue el primero que se propuso para el puesto de rey, actualmente cuenta con el apoyo de los nobles de  Wincott, Roshvall y Radford. Luego se postuló Lord Von Spitzberg, que cuenta con el soporte de Karbelnikoff y Voltaire, este último porque la madre de Lord Von Voltaire es la hermana de Lord Von Spitzberg, y por último se presentó Lord Adalberto Von Grantz, con el soporte de Gyllenhaal. Y buen, también estoy yo, intentando que esto se arregle.

-  Así que nuestro objetivo es conseguir que estos nobles me acepten como nuevo rey… Eso parece imposible.- Dijo Yuuri.- Obviamente van a hacer lo que más les beneficie a ellos, no van a apoyar a alguien como yo.

- Necesitamos convencerlos, sino a todos, por lo menos a algunos. Sólo disponemos de los ejércitos de Pacto de sangre y Christ.- Dijo Günter apenado.- No son muchos hombres la verdad.

- ¡No quiero llegar a una guerra!- Dijo el pelinegro enfadado.

-  Ninguno queremos, pero puede ser que llegue a suceder, y actualmente, estaríamos en muy mala situación.- Dijo el peli lila.- De todas formas, creo que hay algunos nobles fáciles de convencer si aportamos seguridad y buenas razones.

-  ¿Fáciles de convencer?- Preguntó Yuuri.

-  Lord Von Wincott por ejemplo.- Comenzó Günter con una sonrisa.- El solo apoya a Lord Von Bielefeld porque teme por la seguridad de su gente ante la cercanía de su región con Bielefeld.

Yuuri se sentía agobiado, él siempre había vivido tranquilamente en su castillo, sin ninguna preocupación más que estudiar y aprender a usar una espada y de golpe resultaba que le habían comprometido con el rey de su país y que encima era el heredero de otro país, bastante más grande que el suyo, que se encontraba al borde del caos.

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- ¡Hermano, piensa bien lo que haces! ¡Renuncia al trono!- Gritaba Lady Cecile Von Spitzberg en el palacio de su hermano.

Cecile llevaba un tiempo realmente preocupada. Tenía miedo, miedo de que algo pudiera pasarle a su hijo, tenía claro que si las cosas seguían así se produciría una guerra civil a gran escala y obviamente su hijo, como segundo al mando de las tropas Bielefeld, iría al campo de batalla.

- ¡No pienso renunciar a eso!- Dijo Lord Von Spitzberg.- Me da igual que sea el tío de tu hijo, Lord Waltorana no puede dirigir este país como le plazca.

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El día de la cena se iba acercando cada vez más y Günter aprovechaba cualquier ocasión para secuestrar al pelinegro con tal de que estudiara historia, tanto del país como de los nobles.

- Estoy harto de estudiar.- Repetía por enésima vez Yuuri.- ¿Por qué no puedo salir y visitar la ciudad?- Resopló el pelinegro.

-  Majestad debe a tender a sus obligaciones, hay mucho en juego.- Decía Günter.- Aún que no estaría mal reunir a todo el pueblo de la capital antes de que viniesen los nobles a la fiesta.- Dijo el peli lila.- Voy a enviar un mensaje a Daikenja, si él se lo dice al pueblo seguro que se creen que es la voluntad de Shinou.

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Yuuri se despertó tranquilamente.- “Hoy es el día que me presentan ante la ciudad”.- Pensó mientras se dirigía a su cuarto de baño privado. Actualmente ya estaba habitando en la habitación real por orden de Günter, Yuuri pensaba que ese hombre realmente procesaba devoción por él. La habitación real era verdaderamente amplia, contenía diversas librerías, sillones, sofás, armarios muy grandes y una cama de matrimonio enorme con unas sábanas extremadamente cómodas cubiertas por una colcha color lila claro.

El pelinegro se dirigió al baño y tomó una ducha templada, había llegado desde un país frío y el clima era bastante cálido para él. Una vez puestas sus ropas negras se dirigió a desayunar al gran salón.

- Majestad.- Dijo el peli lila en señal de saludo.- Buenos días, espero que haya descansado bien.

- Si, gracias Günter.- Dijo el pelinegro ya observando la comida que se encontraba en su plato.

- Toda la ciudad ya sabe que hoy habrá un gran evento en la plaza central, tenemos que ganarnos al pueblo.- Decía Günter mientras terminaba de desayunar.

Ambos salieron a la puerta del castillo, escoltados por 3 guardias uniformados y un hombre, que no parecía tanto un militar, con el cabello naranja y los ojos azules.

- Me llamo Yozak joven rey.- Dijo el hombre con el pelo naranja.- Soy el jefe de los espías de Shin Mazoku, encantado de servirle.

- Etto… Gracias.- Dijo un pelinegro sorprendido. Pensó que ese hombre tampoco le pareció un espía.

En la puerta se encontraron con Daikenja el cual lo primero que hizo es saludar a su majestad y justo luego fue a hablar al oído de Günter.- Lord Von Christ, ya he hablado con Pequeño Shimaron, espero que no haga falta su intervención pero vendrán igual.- El susurro no pudo ser oído por nadie más que por Günter.

- Entendido.- Susurró también el peli lila.- Su majestad, vamos ya a su presentación ante el pueblo.

La presentación ante el pueblo fue todo un éxito gracias al soporte dado por el consejero del anterior rey el cual garantizó que, todo hi la apariencia del joven heredero al trono, la sangre de la familia de Shinou corría por sus venas así como también dio fe de lo buen gobernante que sería dada su actitud.

Yuuri también habló durante su presentación, sus palabras sinceras y su voluntad de trabajar para el pueblo y por mantener la paz hicieron que definitivamente creyeran en él.

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Yuuri no podía dormir aquella noche, al día siguiente le esperaba uno de los momentos más importantes de su vida, por fin conocería, aún que fuese en una simple fiesta, a todos los nobles de ese país. Él sólo esperaba ser capaz de traer de nuevo una sensación de paz y equilibrio a aquél reino al cual se suponía que pertenecía.

Poco a poco, ya pasada la media noche, Yuuri fue cerrando los ojos lentamente imaginando las emociones que podría vivir al día siguiente.

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Ya era media tarde y se acercaba el momento de la gran fiesta, Yuuri ya estaba vestido adecuadamente para la ocasión, llevaba unas ropas negras muy elegantes. El pelinegro bajó al gran salón y pudo observar que todos los preparativos estaban terminados. El salón lucía esplendido, había una doble escalinata que permitía acceder al resto del castillo y en el otro extremo había una puerta que correspondía a una entrada lateral. En la sala había un espacio bastante vacío, “Probablemente para el baile”- Pensó Yuuri. Y cerca de la entrada había tres grandes mesas con infinidad de cuchillos, tenedores y cucharas de plata,

-  Majestad, pronto llegarán los invitados.- Dijo Lord Von Christ.- Hoy no les diremos quién es usted, simplemente lo presentaremos como el acompañante de Daikenja por su propia seguridad. Es mejor presentar quien es usted mañana ante los nobles primero.

-  Lo entiendo, mejor así, tal vez pueda conocerlos tal hi como son.- Dijo el pelinegro con una sonrisa inocente.

- Lo que si hare, probablemente, es hablar con Lord Von Wincott y con Lord Von Voltaire sobre quién es usted, sería interesante poder conseguir su apoyo hoy.- Dijo el peli lila.

La conversación terminó ya que entró el consejero del rey Shinou, también vestido para la ocasión.- Tendremos que recibir a las visitas.- Dijo Daikenja.- Así de paso seguro que a todos les sonará la cara de Yuuri para mañana.

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Los nobles empezaron a llegar poco a poco a la fiesta mientras el peli lila iba haciendo aclaraciones sobre cada uno de ellos a Yuuri al oído. Se extrañaban de ver a ese chico que no habían visto nunca en aquella fiesta. Daikenja y Günter decían que se trataba de un noble de Pequeño Shimaron que acompañaba al consejero de Shinou, los nobles no le prestaban demasiada importancia ya que el principal atractivo de esa fiesta era la vuelta de Daikenja al país, no paraban de hacer preguntas y el pelinegro solo respondía que entre hoy por la noche y mañana durante la reunión resolvería todas dudas.

Llegó Lord Von Spitzberg acompañado de su hermana Cecile y unos cuantos guardaespaldas. A ojos de Yuuri esa mujer era hermosa. Una vez que los Von Spitzberg saludaron a Daikenja, Cecile miro directamente al pelinegro con ojos emocionados.- ¡Quién es este chico tan guapo!- Dijo mientras la rubia se acercaba pensando en abrazarlo pero su hermano la paró agarrándole el brazo.

- Por favor hermana, ten una actitud más acorde con tu estatus.- Bufó Lord Von Spitzberg.

- Es que se ve hermoso.- Dijo Cecile.- Soy Cecile Von Spitzberg pero puedes llamarme Chery.- Dijo con una sonrisa radiante al mismo tiempo que hacía que Yuuri se sonrojara.

- Etto… Yo me llamo Yuuri Shibuya y vengo de Pequeño Shimaron, encantado de conocerla.- Dijo al final con las mejillas aún un poco sonrojadas, nunca nadie lo había tratado así.

- Lady Cecile, este chico ha venido conmigo desde mi viaje a Pequeño Shimaron, es de una de las familias de la más alta nobleza de ese país así que trátenlo bien.- Dijo Daikenja que tras años aún no había conseguido comprender la actitud de esa mujer.

Los demás nobles fueron pasando, los que más llamaron la atención a Yuuri fueron Lord Adalbert Von Grantz, ya que presentaba una imagen de típico caballero majestuoso, aún que parecía un poco arrogante, Lord Von Wincott, Ya que le pareció un hombre hermoso con su cabellera azul celeste y su entrañable sonrisa, y Lord Von Voltaire, ya que era una persona que daba bastante miedo y más con el posado serio que llevaba.

- Solo falta por llegar la familia Von Bielefeld.- Anunció Günter.- Espero que no se demoren mucho.

- Allá vienen.- Dijo Daikenja y de un carruaje salieron Lord Waltorana Von Bielefeld y Wolfram. Yuuri miró a aquel chico rubio, realmente se veía hermoso, y aún más con un traje militar que a su parecer era de gala.

Antes de que se pudieran presentar Chery ya había saltado encima de su hijo, al cual hacía meses que no veía.- ¡Madre déjame, que no ves que ya no soy un niño!- Decía Wolfram intentando salir del abrazo de su madre mientras fruncía el ceño.

- ¡Perdona hijo!- Dijo la rubia ya separándose del chico.- Es que hacía mucho que no te veía ya…

Wolfram no respondió a su madre, se quedó mirando a los anfitriones de la fiesta, concretamente a ese chico pelinegro que no sabía de donde había salido. Quedó sorprendido, le parecía tremendamente atractivo, y encima le estaba mirando a él… A él mientras sonreía levemente. “Qué sonrisa tan tierna”- Pensó con cursilería el rubio. Debo saber quién es.

- Buenas noches Lord Von Bielefeld.- Dijo Günter interrumpiendo los pensamientos del rubio.- a usted también Wolfram. Como ya saben el anfitrión de la fiesta de hoy es el consejero del rey Shinou, Daikenja.- Dijo mirando al pelinegro mayor.- Y bueno, este es Yuuri Shibuya, un miembro de la alta nobleza de Pequeño Shimaron que ha estado acompañando a su santidad.- Dijo finalmente el peli lila.

- En… Encantado de conocerle.- Dijo primeramente Wolfram con un hilo de voz.

- El placer es miro.- Dijo Yuuri dedicando una sonrisa tanto a Waltorana como a Wolfram. Este último le miró intensamente, cosa que extrañó a Yuuri.

La fiesta se desarrollaba con completa normalidad, Günter hablaba con los nobles que había pensado y Daikenja contaba anécdotas de su viaje para intentar ganarse el apoyo de la gente. Al mismo tiempo Yuuri estaba sentado tranquilamente, mirando de vez en cuando, siempre de reojo, a un rubio, a su parecer, bastante pesado, que lo estaba mirando todo el rato pero no se le acercaba a hablar.

Chery se acercó a su hijo.- ¿Te gusta ese chico verdad?- Dijo haciendo que Wolfram se sonrojara.

- No…- Dijo con poco convencimiento.- Simplemente siento curiosidad, parece un buen chico.

-  Wolfy, ve a hablar con él si es lo que quieres, sino tal vez te arrepientas.- Dijo la mujer rubia y antes de irse besó a su hijo en la mejilla.

El rubio estaba muy inseguro, se acercó lentamente al pelinegro y se sentó a su lado permaneciendo en silencio.

- Tú eres Wolfram Von Bielefeld, ¿Cierto?- Preguntó Yuuri, aún que ya sabía la respuesta pues se acordaba de todos los nombres y sobretodo del chico que le había parecido tan guapo.

-  S… Si…- Dijo el ojiverde dubitativo, pero no sin orgullo.- Y tú te llamabas Yuuri Shibuya, ¿No?

- Si, encantado.- Comentó Yuuri  con una sonrisa encantadora.- Cuéntame, ¿Te estás divirtiendo?

- No me suelen gustar mucho estas fiestas.- Dijo el rubio mirando a otro lado.- Son una pérdida de tiempo. ¿Y qué haces tú aquí si no eres de este país?- Preguntó con curiosidad.

-  Bueno, ya hace un tiempo que acompaño a Daikenja.- Comenzó a decir Yuuri.- Él dice que tengo una misión muy importante que cumplir aquí.- El pelinegro no quería anticipar cosas, tal como le dijo Günter no podía decir quién era, y mucho menos al sobrino de Lord Von Bielefeld.

Ambos chicos estuvieron hablando de cada uno de sus países, sus palacios y sus familias, poco a poco iban siendo más confiados el uno con el otro.

Los nobles se iban retirando a las habitaciones que se les había asignado en el castillo.- Yo me voy ya, estoy cansado.- Dijo Wolfram a Yuuri con una sonrisa sincera.- Espero que nos podamos ver mañana.- Dijo por último antes de retirarse.

En el salón quedaba ya poca gente, Yuuri estaba con Günter y Lord Von Wincott el cual parecía aliviado con la llegada del nuevo candidato a rey.- Yo también me retiro, majestad.- Dijo el peliazul giñándole un ojo a Yuuri como muestra de complicidad.

Daikenja se acercó a ellos.- Si me disculpáis, yo ya me iré a mi castillo que necesito descansar y tengo que cabalgar media hora hacia allí.

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Daikenja salió del castillo cabalgando junto a dos guardaespaldas que se había traído por si acaso. Ya llevaban diez minutos de viaje cuando observaron a un grupo de más de diez hombres con la cara cubierta pero con formación militar clara.

- ¡Mátenlo!- Dijo el que parecía líder de ellos y todos desenvainaron las espadas, incluyendo el consejero y sus guardaespaldas.

Daikenja era muy bueno con la espada pero no suficiente para enfrentarse a tanta gente, el líder de los asaltantes entrecruzo su espada con la de su santidad varias veces. Ambos hombres luchaban a un nivel frenético pero finalmente otro de los asaltantes atacó por detrás sin que el pelinegro pudiera hacer nada, una espada le atravesó el corazón quedando tendido en el suelo.- “Confío en ti Yuuri”.- Pensó justo antes de que se parara su respiración.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y... ¿Qué pasará ahora que Daikenja ha muerto? ¿Podrán Yuuri y Günter areglarselas?

 

Dejen reviews con sus impresiones si quieren :)


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