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Mi amado Brabucón por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

Hola, he aqui yop con un nuevo capi, jeje, espero que les guste, para mi me quedo largo, pero bueno, se lo merecen mis amados lectores/as.

Sin mas les dejo el capitulo 12 *O*

No me odien si no les gusto algo :P Dejenme comentarios, sugerencias, todo n_n

Sin mas a leer se ha dicho :D

Capitulo12.Formando lazos/El calor de un hogar.

 

 

Naruto

Oh, bueno… no sé cómo llegue aquí, así que se los resumiré desde que llegamos a casa del parque…

Mi hermano y yo nos fuimos a casa de Kaoi a cenar, mi hermano preparo una de sus especialidades, amo con el corta las cosas, siempre da a las zanahorias, papas u otra verdura o fruta formas de estrellas, flores, arreglos increíbles que no describiría, bueno, el cocina fantástico, ojala yo algún día diera esas hermosas formas como él, cuando me case espero que mi esposo y mis hijos les guste, jiji. Bueno, volviendo a lo serio, al terminar de cenar mi onii-chan y yo nos fuimos a casa, ósea al lado, y nos pusimos a ver algo de tele. No queríamos hablar del secuestro, de que paso, de quienes fueron o como descubrirlos, al menos por ahora, porque luego ¡sácatelas! Vamos a buscar por aire, tierra, agua y fuego para saber quien fue. Somos… “algo” rencorosos. Bueno nos fuimos a dormir, Deidara durmió conmigo, estaba tan feliz, era volver a sentir ese calor que me faltaba, el de mi hermano, el único que me hacía sentir protegido y confiando… aunque… no, no debo pesar en tonterías, Itachi también me hace sentir bien, pero… no, otra vez no, jaja, no sé que pienso. Bueno, a la mañana siguiente nos reunimos todos en mi casa desayunar ¡Si desayuno-ttebayo! Me fui con Kabuto para a dirigirnos al instituto y después cada quien tomo su camino, me había ido muy temprano, sabía que mis amigos querrían una gran explicación, como Hina y yo vamos juntos podre explicárselo bien a ella primero antes de que la bomba se suelte en los demás, no quiero ni imaginar a Shikamaru, Chouji y ¡Neji! No, el va a ser el peor, debo soportarlo, espero que todo salga bien ¿Sasuke pasara lo mismo que yo? Me frene en seco cuando pensé en eso, no debía estar imaginando cosas, no debía preocuparme mucho.

Apenas puse un pie en la escuela sentí como me aprisionaban, me ponían una bolsa de tela en la cabeza, que por lo menos me dejaba respirar y me cargaban para llevarme a quien sabe dónde. Al sentir que me sentaron y me amarraron me impacte ¿Otra vez me secuestraron? ¿En la escuela? No debieron llevarme lejos, el trayecto fue corto, pero en ese momento pensé en lo asustado que estaba y que esta vez no estaba Sasuke, oh si, ahí otra vez Sasuke. Odio que se metiera muy seguido en mi mente. Pero eso ya no importaba lo que pasara lo iba a enfrentar sea como sea, pero…

Llegando a este punto, ahora, presente, actual, y todos sus sinónimos, me quitaron la tela y mi cara desganada e indignada poso la vista en mis secuestradores amigos ¡¿Ellos me querían matar de un infarto o qué?!

- ¡¿Qué demonios les pasa?! ¿Por qué hicieron esto? – Me cara mostraba lo hastío que estaba - ¿Y bien?

- Eso deberíamos preguntarte a ti… Naruto-kun – Por alguna razón cuando Shikamaru nombro mi nombre de esa manera y en ese tono me perturbo, creo que sudo en frio.

- ¿Hay algo que quieras comunicarnos Naruto? – Ahora Neji me pone temeroso.

- No te dejaremos hasta que hables y faltaremos a la escuela - ¿Qué? Chouji ahora me estaba inquietando con esa voz temerosa.

- Y si es necesario nos quedaremos aquí hasta que se haga de noche para que hables, Naruto-kun - ¡¿Eh?! ¡No, Hinata también! Su voz sonó tan tétrica, esto ya me da pavor. - ¿Y bien?

- Ah… bueno… yo, no, es que, no se…yo… - No sabía de qué querían que hable.

- Tú sabes a lo que nos referimos. – Me miro Neji con su cara sombría, sigo sudando.

- Dilo que sabes Naruto – Shikamaru ponía una pose alarmante con sus ojos asesinos. ¿Qué carajo pasa?

- Dilo ya, o te pesara Naruto – Chouji acaba de caminar un paso hacia mí y aplasto una nuez con su mano ¡mierda! ¿Qué pasa?

- Ahora – No, Hina no me mires así.

- ¡¡AHH!! Está bien, está bien, cuando conocí a Hinata en una fiesta de disfraces yo estaba vestido de… - Sentí las manos de Hinata y Neji en mi boca.

- ¡De eso no torpe! – Me regaño y saco su mano apartando la de Hinata con delicadeza – Lo de tu secuestro. – Mis ojos se hicieron enormes, mi pulso paro ¿Ellos sabían? Bueno no por nada son inteligentes… Baje la cabeza y mis mechones taparon mis ojos.

- ¿Cómo lo supieron? – Los otros bajaron la mirada un poco – Jeje, veo que investigaron, no lo dudo, con lo inteligentes que son. Pero… - Levante la mirada con una cara seria y molesta – No debieron meterse – Mi voz era seria y grave que mis amigos se sorprendieron todos, mas Neji ya que el no vio mi cambio por eso trate de calmarme. – Es que… ¡ni yo mismo se lo que paso-ttebayo! – Dijo con una sonrisa nerviosa y los otros se cayeron por su comentario.

- ¡¿Qué te pasa cabeza hueca?! No bromees así – Shikamaru me propino un buen golpe en la cabeza.

- ¡Ouch! ¡Eso dolió-ttebayo! – Me queje y encima aun no puedo sobarme debido al estar aun atado - ¡¡Pueden soltarme de una bendita vez!! Les prometo decir todo ¡Pero suéltenme mierdas!

Todos rieron, Hina se avergonzó un poco por la palabra pero termino por sonreír, me desataron y yo me sobe los brazos, si que saben atar a la gente. Me puse serio y los mire, ellos también lo estaban, les conté todo, omitiendo algunas escenas con el teme, pero dejando en claro como el trato de salvarme pese a su vida en varias ocasiones. Ellos se sorprendieron y me miraban con impacto por no creerme, no sé si Neji siente lo mismo ya que se ve entre sorprendido, molesto y enojado. Hablamos un poco más del teme, les conté de los presentimientos de mi amigo, (Kabuto) y de lo que paso después de esa explosión. La verdad ellos me miraban con horror todo lo que me había pasado.

- Oh, Na… Naru… ¡Naruto! – Hinata me miro con sus ojos llenos de preocupación y vi como se le asomaron algunas lágrimas para luego abrazarme con fuerza por el cuello como si tuviera miedo a que en cualquier momento desapareciera. – Naruto… Naru… no, no… qué bueno que estas bien… que… - No dejaba de sollozar, la abrase con la cara desencajada, nunca la vi tan temerosa y llorar de esa manera, mire a mis amigos y vi que me miraban también de una manera dolida y preocupada, no sé cómo explicarlo, solo que había mucho dolor en ellos.

No sé qué paso, pero empecé a derramar también lágrimas sin darme cuenta y m aferre más al cuerpo de mi amiga. Mis amigos me rodearon, Neji se coloco tras mío y sobo mi espalda con su mano, Chouji me puso su mano en mi hombro derecho y lo apretaba un poco para que sintiera que está conmigo y Shikamaru se acuclilló un poco frente a mí, aun con Hina en medio, y me acariciaba los cabellos mientras me mostraba una sonrisa. Así son mis amigos, a veces saben que las palabras sobran y que solo expresando con una pequeña caricia, un gesto, algo pequeño pero que se entienda el apoyo, el cariño y la amistad que siempre compartiremos y siempre nos ayudaremos entre sí. Luego de ese momento todos nos miramos con mucha familiaridad, pero luego mis amigos se pusieron serios.

- Sea quien sea esa persona… se nota que solo te busca a ti – Dijo muy circunspecto  y con un deje de molestia. – Las preguntas serian ¿Por qué? ¿Con qué motivo? ¿Y qué ganaría? – Coloco su mano en su barbilla en una pose pensativa.

- Sea, cual sea la razón, son demasiadas las medidas que tomo. – Ahora habla Neji, estos sí que se toman el papel de investigadores a fondo, de seguro ahora hablará Chouji.

- Pero… - Lo sabia – Aun así, debe haber algo más que superficial aquí, debe haber algo por la cual una familia de “gánsters” haga eso a un chico de 16, esto es muy sospechoso. – Vaya, si que analizan bien las cosas, pero yo también las he analizado.

- Ya chicos. No se cuales sean las derivaciones que me traerá este acontecimiento. Pero daré pelea, ya que no solo me ponen en peligro a mí, sino a cualquiera que este conmigo, como Sasuke – Mi amigos me miraron atentos – Por eso, se que ustedes no me harán caso si les digo que no se acerquen a mí, así que les pido que sean prudentes al estar conmigo y que no levanten sospechas de que sabemos de su futura presencia y que estaremos atentos a sus mañas ¿Esta claro? – Todos me asintieron – Perfecto… entonces ahora solo me queda decir que nos pongamos en marcha. – Me levante y mis aliados lo hicieron también, todos con una cara de que enfrentaremos lo que se acontezca.

- Chicos… - La voz de Hina sonó en ese momento como dándose cuenta de algo, la miramos desconcertados – Se nos hiso tarde – Nos mostro la hora de su celular y nos quedamos quietos hasta que reaccionamos con un grito y empezamos a correr al salón que la clase ya había empezado hace media hora.

Mientras corríamos me preguntaba ¿Qué estará haciendo Sasuke ahora? Sonreí de lado al recordar algo en la mañana… ¿Qué reacción habrá tenido?

 

Sasuke

Las cosas eran como siempre, estaba en la sala de mi casa en el sillón recostado y leyendo un libro en silencio mientras mi hermano estaba de seguro en su dormitorio tecleando los trabajos que le dejaron. Yo sabía que lo hacía con la excusa para no hablarme, ya que estaba algo nervioso e indeciso de comentarme sobre la persona que amaba ¿Quién sería? ¿Y por qué me importa? Aunque se me cruzado la idea de que podría ser… Naruto. No, otra vez estoy con esa estupidez, mi hermano… bueno últimamente dudo cual es su orientación sexual, creo que tal vez mi hermano es bisexual, la sospecha… El tiempo que conviví me lo dijo. No quiero pensar más en eso, ya estoy fastidiado de no poder asistir a la escuela, no es que tema por perderme, en lo absoluto, pero es que prefiero mil veces ir allá que estar acá… además… además… de seguro ese maldito de Neji Hyuga está aprovechando cada segundo que yo no estoy. Me estremecí por ese pensamiento y fue cuando me di cuenta de que estaba doblando el libro por la furia ¿Por qué furia? Genial, me estoy exasperando a mí mismo. Es mejor ir a mi cuarto a recostarme un poco. Al ponerme de pie el timbre de la casa sonó ¿Quién podría ser? Nadie venia y menos a esa hora, mire mi reloj, eran las 8:45, camine hasta la puerta y la abrí con los ojos cerrados, pero cuando iba a decir algo abrí los ojos y me quede impactado.

- ¿Qué…?

- Hola Sasuke-kun ¿Puedo pasar? – La mujer me sonrió de manera dulce mostrando su bolso grande aguamarina con toques arrones claros y en forma entrenzadas que de seguro tenía varias cosas. – Con permiso – Al no recibir mi respuesta se adentro aun con mi rostro desencajado lo que veo que le pareció gracioso.

Se adentro a paso moderado y miraba de un lado a otro viendo la inmensidad de nuestro hogar como si fuera una niña en Disney, me miro con alegría pero luego, su rostro pareció mostrar melancolía y… tristeza. Me pregunte el porqué de ese cambio.

- Es un bello lugar – Sus palabras me hicieron dirigirle la mirada más atentamente – Lastima que… es muy desolado – Susurro lo último pero logre escucharlo debido al silencio de biblioteca sepulcral que había ahí. No se porqué pero sus palabras me dolieron, una mujer vivaz y alegre como ella, no pertenecía aquí… y a hora que lo pienso ¿Qué hace aquí?

- Kaoi-san ¿Qué hace aquí? – Me miro para luego sonreírme compresivamente.

- Vengo a cuidarte pequeño – Me sonrió ahora maternalmente ¿Qué cosa? ¿Qué va a hacer qué? – Jaja, no pongas esa cara, Sasuke-kun – Frunció un poquito su seño y me miro - ¿Dónde está tu hermano? – Me molesto el tono mandante que huso.

- Esta arriba, no ha salido aun. – Voltee mi mirada con las manos en los bolsillos.

- Ósea que ¿No han desayunado aun? – Me miro como si era un caso grave, solo asentí como un “Hm” Aunque en verdad quería decirle “¿Qué te importa?” pero no puedo, esa mujer no me deja. – Que chicos, bien ¿Dónde está la cocina? – Se la señale sin analizar verdaderamente lo que hice, hasta que ella entro ahí.

- Espera, escucha Yakushi-san, no es que… no quiero que se meta en mi vida. Por favor, salga – Aunque mi tono era el mismo frio use mi esfuerzo para sonar tranquilamente. Peo solo me miro sin dejar de buscar algo en su bolso y cuando pareció encontrarlo saco un delantal rojo a cuadro y flores. – Oiga…

- Sasuke – Se giro de manera lenta y me sonrió, mis ojos se quedaron muy abiertos, por un minuto creí que ver casi la misma sonrisa que una vez mi madre tubo, al menos en las fotos y el poco recuerdo de mi infancia – Yo solo quiero cuidarte, se que piensas que me entrometo pero no es tan así… solo me preocupo por tu bienestar, por favor – Se acerco a mí y puso su mano en mi mejilla y me sonrió tiernamente – Déjame cuidarte – Y cerro sus ojos agrandando un poco mas su risita.

No sabía qué hacer o que decir, mi mente se quedo en blanco casi total, pero cuando volví en si vi que ella estaba cocinando ¿Acaso a ella le encanta llevarme la contraria? Con este pensamiento y viendo que ella no desistiría de irse me fui resignado de regreso al sofá, y me tire ahí cubriendo mis ojos con mi brazo, esta mujer es una entrometida… ¿Por qué hace esto? No necesito su pena, quiero que se vaya, quiero que me deje solo, quiero que todos me dejen solo… como siempre. Sentí que alguien me movía un poco, otra vez esa mujer Yakushi, me aviso con una sonrisa que ya estaba el desayuno… eran las 9:26, creo que es demasiado tarde para desayunar, trate de explicarlo pero me callo con esa hartante manera gentil y pacientosa. Otra vez resignado fui hasta la cocina, me pregunto donde esta Itachi, le dije de mala manera que ese está encerrado en su cuarto y pase lo que pase, aun si es el fin del mundo, el no saldría. Pero como siempre esta señora no me escucho y se fue a buscar a mi hermano, no sin antes preguntarme donde quedaba su habitación. Me quede solo viendo la comida, debía admitir que se veía estupendo, pero… aun así, no quiero su generosidad. Abrí los ojos al ver a mi hermano atravesar el umbral de la cocina, eso si me sorprendió mucho, lo mire indagador y solo me contesto “Esa mujer es persuasiva”, no se porque, pero no pude evitar reír, no lo hacía hace tanto que Itachi me miraba como loco, pero también empezó a reír. En eso entro Kaoi y se sentó con nosotros, ella dijo que ya comió por eso solo se sirvió un poco de jugo de naranja. Empezamos a comer, rayos, la comida está muy buena, además… siento como una calidez que me rodea solo con oler el aroma del comestible.

- ¿Y como esta? – Miramos a la mujer, no quiero decirle la verdad, sino no se querrá ir mas.

- Esta genial, Kaoi-san, gracias – Estúpido aniki, ahora no se irá – Pero no hace falta que venga por esto, tenemos sirvientes, y la razón por la que hoy no hicieron el desayuno es que ninguno de los dos quería. Así que no moleste en venir – Aunque quiera echarla lo hace gentilmente, eso, ahora si nos dejara solo.

- Jaja, Itachi-kun, si yo te hiciera caso se notaria que soy una mala madre – La miramos confundidos. – Lo quiero decir es, que si yo les hiciera caso en cualquiera de sus caprichos me vería como a alguien que no le importa la salud del que está cuidando. – A punto con su palma en el pecho y sonríe ¿Acaso no se cansa de hacerlo? – Por eso, le debo decir que no deben saltarse el desayuno, es muy importante – Esto lo dijo seria y sin su sonrisa cosa que me pareció extraño, pero después vi que la puso al terminar de hablar. – Ahora sigan desayunando, por cierto Sasuke, ya es hora de tus medicamentos.

- ¿Eh? – Mierda, lo olvide. Pero no los he ido a comprar y sinceramente no quiero tomarlos – No los tengo – Desvió la cabeza, no quería verla.

- Pues yo los traje – Volví mi mirada en ella, también Itachi la miraba – Sabia o que te olvidarías o no querías comprarlas, por eso yo las conseguí – Fue hasta su bolso y saco algunos frascos y tabletas, saco unas cuantas de diferentes paquetes. – Aquí están, tomate primero la de hierro, créeme sabe horrible, jeje - ¿Y así quiere convenceré de que lo tome? – Luego, de eso… - Miro un cuaderno ¿Qué será? – El analgésico y en anestésico – Puso las otras dos píldoras en la mesa, yo sé que tengo una cara de contrariedad ahora y también de molestia al ver a mi hermano reírse de la situación – Y por último el antiinflamatorio – Saco un pote – Lo compre en gel, creo que será mejor que tantas pastillas, je – Me sonrió, aunque… creo que también sonreí un poco al ver que ella comprendió lo tedioso que sería tomar tantas pastillas – Come y toma esas píldoras que luego te paso en gel y la crema para los golpes que el doctor receto. – Lleno me vaso de jugo y salió de la cocina.

- Jaja, lo que tú nunca querías, una mujer persiguiéndote y dándote cuidados, aunque de una manera diferente a lo que te referías – Se burlo el baka de mi aniki, lo odio a veces, pero ya se lo cobrare. - ¿Qué esperas tontito? Tomate las píldoras – Le lance una mirada fría – Tranquilo – Me tome las píldoras ¡ASCO! En verdad el hierro es horrible, baje medio vaso de mi jugo. Me tome las otras dos, fuertes pero no tanto como el horrible hierro. – JAJAJAJA, por Dios, en verdad debiste ver tu cara – Ya me arte, se supone que el… no, el jamás me cuidaría de esta marera, al menos ya no, aunque se preocupe, no hace estas pequeñas cosas por mí.

- ¡Itachi! Deja de molestar a Sasuke – Llego Kaoi, me sorprendió el tono de madre al que reprocha el comportamiento de su hijo – El no le gusta esta situación y menos las píldoras, así que si vuelves a burlarte te daré una cuchara de vitamina que no te va a gustar – Vi como Itachi se tenso y puso una mueca graciosa.

- JAJAJAJAJAJA – Ahora yo me rio con ganas por eso, nuca lo vi así.

- ¡No te rías! – Se paro poniendo las manos en la mesa.

- Jaja, no puedo evitarlo es que eres tan TORPE – Remarque lo ultimo fuerte y lento, el me miro con molestia e indignación.

- Yo no soy torpe y respeta a tus mayores – Me apunto, me seguí riendo.

- No puedo respetar a lo que no se respeta y ni me respeta – Ja, justo en su orgullo.

- Eres un… no puedes…

- Chicos no peleen – Calmo la mujer.

- Me voy, dijo Itachi – Cuando iba a salir por la cocina Kaoi lo detuvo.

- No llegues tarde o te castigo – Dijo en forma de advertencia ¿Qué se cree? Aunque debo admitir que me da gracia, ya quiero ver a mi aniki castigado.

- ¡¿Eh?! Eso no es justo ¡Tengo 24 años! – Parecía un niño que decía que ya estaba grande para niñeras, ja, tonto.

- Nada de peros… vuelves a las 9:30 a casa, tu hermano necesita volver a tomar los medicamentos y recibir el tratamiento del gel y la crema, y yo no estaré para eso – No sé porque, pero me sentí raro al saber que ella no iba a estar. Se acerco a Itachi y recargo un mano en este y le miro dulcemente – Por eso necesito que estés aquí, para cuidar a tu hermanito ¿Lo entiendes? – Ahora usaba ese tono dulce que hasta a mi me reconforto. Vi a Itachi con los ojos bien abiertos y asintiendo pareciendo inconsciente. – Bien, ahora ve, yo me encargo. – Mi hermano abandono la cocina y Yakushi empezó a lavar los platos y cuando los seco se dirigió a mi – Bien, vamos a curar esas heridas – Me levante y nos fuimos a el baño de la planta baja.

El baño era grande (Autora: Para no explicar tanto les dejo la imagen)

 (http://4.bp.blogspot.com/-f4qDAbId23Q/TyKobp2z1rI/AAAAAAAAXvc/5S6ZidSVu0g/s1600/ba%C3%B1o-estilo-contemporaneo.jpg)

Acerque  un pequeño banquito y me senté en medio del espejo y los lavamanos y la tina. Kaoi me dijo que me quitara la camisa, me la quite con nerviosismo, muchas veces la empleadas babeaban por ver mi cuerpo, malditas pedófilas, pero ahora yo me desvisto y me pongo nervioso porque se trata de ella. Se arrodillo en el piso atrás de mí para tener mejor acceso a mi espalda. Sentí como su mano se deslizó por mi espalda como viendo el daño que había, sentí esa mirada triste y preocupada, a la segunda vez que su mano se deslizo por mi espinazo me estremecí por el frio del gel y el ardor de mis heridas, mierda, es tan dolorosa y punzante, por ellas no logre dormir nada, pero luego me fui relajando, sentía como esas heridas dejaban de punzar y se aliviaban, cerré mis ojos, sentía paz.

- Te hirieron muy fuerte, Sasuke – Su vos sonó llena de dolor y preocupación – No te preocupes, ya verás que te curaras y… - Sentí como sus manos temblaban un poco - … y que volverás a estar normal… - Su voz se quebraba mas, mi corazón latía angustiado de penar que ella – y, y… snif… y todo va a estar… - Me voltee y vi a Kaoi escurrirles lagrimas por sus mejillas algo sonrojadas, me conmocione al verle así, de esa manera, no me gustaba, no me gustaba para nada. Trato de limpiarse las lágrimas – Perdón, perdón… yo…

No la deje seguir, me arrodille frente a ella y la abrace, no sé por qué, me odie por eso, pero más me odiaría si no hacia algo para calmarla, ella se recargo en mi y toco suavemente mi espalda y trato de calmarse.

- Perdón Sasuke – Su voz se calmo un poco y se separo de mí y me regalo una sonrisa sincera – No quería preocuparte o hacerte sentir mal.

- Solo no llores – Dije desviando mi rostro, de seguro algo sonrojado por la vergüenza y como ella sonreía mas y levante y me volví a sentar en la banquita, ella dio una risita de comprensión y siguió aplicando el gel, y de seguro pronto la crema. Me sentía raro y ansioso de algo, sin más solté esas palabras que me comprimían – No quiero que llores, ni en mi presencia y en ningún momento, quiero que sonrías… como siempre – baje mi rostro avergonzado más que nunca. Sentí su impresión pero luego su sonrisa y ella me abrazo por detrás.

- Lo siento Sasuke – Me acaricio los cabellos – Te lo tratare de cumplir, jeje, tu prométeme que si tienes un problema, por más que sea pequeño, avísame – Abrí mis ojos en demencia pro luego los relaje, y asentí, ni siguiera yo sé el porqué – Gracias – Me soltó y continuo curándome. – Y no te salvaras, seguiré viniendo todas las mañanas.

En ese momento le reclame un poco, pero lo deje al instante, y comencé a pensar que, si debo soportar que ella venga todas la mañanas, nos haga el desayuno, riña a mi hermano y a mí por nuestras peleas y me cure y me muestre esa sonrisa mientras hace uno que otro quehacer, entonces……. No es tan malo. En lo absoluto. Sentía mucha calidez.

 

Narración normal

Naruto estaba ya en el segundo descanso, sus amigos tuvieron cosas que hacer, Shikamaru papeleo ya que es el presidente de su clase, Hinata estaba ayudando al club de teatro a decorar para la futura presentación, Chouji lo llamaron para retirarse temprano y Neji está en su salón ya que pronto debe ir a deportes, vaya, estaba más solo que un pan con moho, suspiro por enésima vez  y se recostó en el pasto  junto a un árbol que le daba sombra y miro al cielo con los ajos algo cerrados y la boca semiabierta con los brazos apoyados en su cabeza, ese aspecto era tan relajante que cualquiera que lo viera pensaría que se ve endemoniadamente apaciguo y llamativo, pero a él no le importaba eso, solo quería quitarse el aburrimiento, así que empezó a pensar en el incidente del secuestro, enserio que se libraron de eso de milagro, pero sabría que no sería así siempre, quería saber quien había hecho semejante planeamiento, se sentó y se sobo su hebras rubias y sedosas, mientras cerraba los ojos para pensar. De repente vino la imagen de Sai, el de seguro estaba ya investigando, no sabía que pensar de eso, aun le tenía rencor por todo lo que le hiso y solo quería parirle la cara, pero recordó el recuerdo de lo que paso cuando era un querubín, aun así se replanteo la idea de apalearlo por lo que le hizo hace mucho, pero otra vez se desanimo por que “él” era su primera ilusión fallida, y además que lo rechazo tan cruelmente y sobre todo recordó que Kabuto dijo que tal vez Sai de niño quiso arreglar las cosas pero justo el perdió la memoria, debió haberle dolido, aun así, había rencor, miedo de enfrentarlo verbalmente por el pasado y futuro ¡Ah! Eran tantas cosas que era exasperante. Se paro y emprendió camino hacia su aula, pero al llegar al pasillo vio a lo lejos a alguien que no veía hace mucho, esta persona paso al lado de Naruto, dedicándole una cara de ignorancia e indiferencia que al rubio le daba igual, hasta que…

- Ni pienses que podrás estar tranquilo…- Volteo a ver a rubio con una mirada llena de odio – Porque voy a destruirte, idiota, prepárate – Sin más siguió su camino.

Naruto se quedo ahí pensando, creyó que se habría librado de esa loca, pero se equivoco, ahora, Sakura Haruno le declaro la guerra, y aunque a él le importaba un soberano pepino, la aceptaría, no se dejaría perder, humillar, ni otra cosa que le satisfaga su estúpido y hueco orgullo. Sonrió de lado, al menos ya se digno a aparecer, sino no sería ella, ¿Quería pelea? Le dará pelea. Pero apenas dio la vuelta para seguir su camino se tropso con alguien cayendo ambos al piso sentados. Naruto se quejo del dolor y luego miro al causante.

- ¡Ten cuidado, idiota! – Le dijo este mirándolo desafiante.

- ¡¡¿A quién llamas idiota?!! ¡¡Perro faldero!! – Le grito levantándose y apuntándole.

- ¡¡Perro faldero tu tía!! ¡¡Zorro castrado!! – Este se levantó imitando la acción del Uzumaki.

- ¿Por qué no te vas a olfatearle el trasero a alguien, Inuzuka-baka? – El otro enrojeció de cólera y le empujo, Naruto enojado le imito el gesto.

Después de uno que otro empujón ambos se lanzaron contra si en una nube de humo llevo de empujones, mordidas y caras locas de enojo. En otras palabras, mas parecía una pelea infantil de dos niños por un juego. Una sombra los cubrió a ambos y estos pararon, Naruto estaba encima de Kiba arrancándole el cabello, con el puño al aire pero extendido hacia abajo, mientras Kiba estaba debajo de Naruto con su mano empujado y aplastando la mejilla del rubio con la boca abierta con la intención de morderle el puño que le iba a golpear. Aun en esa pose miraron con nervios a la persona parada frente a ellos.

- ¿Así que les encanta pelear? Y tienen buena energía para eso ¿Eh? – La voz amenazante de Tsunade los estremeció – Bien, usen esa energía para su castigo de hoy, limpiar todas las aulas del salón – Exigio.

- ¡¿Qué?! – Dijeron ambos a la vez.

- Pero Oba-chan, no tengo tiempo hoy para eso y… - Naruto trataba de excusarse parándose de repente.

- Oh, ¿Pero si tienes tiempo de pelear? Neh, Naruto – Se vio acorralado y solo bufo, poir lo contrario la rubia estaba feliz de que su pequeño pudiera defenderse, aun así no era excusa para pelear en la escuela. – Bien, los veré en su castigo, pero no quedare, será mejor que limpien bien.

- ¿No va a supervisarnos? – Pregunto Kiba con la esperanza de que pudiera salir antes.

- No, pero aun así no se irán, yo me entero de todo, tengo oídos y ojos en las paredes y si alguno de ustedes se va antes de terminar, se las verá conmigo – Lo ultimo uso una voz tan escalofriante, estos se enderezaron cual soldados y temblaron un poco, Naruto sabía que aunque ahora tenía una fuerza grande, aun no se comparaba con la de Tsunade. Sin más la mujer salió.

- Genial, ahora me quedare con un retrasado como tu – Farfullo Inuzuka, el rubio sintió un tic en el ojo derecho.

- Digo lo mismo perro lambisquero – Ambos se dirigieron una mirada llena de odio y los rayos que salían de sus ojos entrechocaban entre sí. Sin más que decir cada uno se fue por su lado esperando que pronto acabaran con la miserable tortura.

 

************

Iba caminando por el centro viendo los pequeños cambios que había sufrido la cuidad en su ausencia, Kabuto estaba en su instituto, Naruto también y Kaoi debe estar aun cuidando al Uchiha, así que aprovecharía al máximo recorrer varias cosas, pensaban en sus amigos de la universidad. Kimimaru, aunque es algo serio y muy inexpresivo, era una persona amable y cálida de vez en cuando, jeje, pero no es bueno hacerlo enojar, después estaba Obito, a quien le decía Tobi era unos de sus más grandes y cercanos amigos, aunque era infantil, molesto, irritante, gritón, extrovertido, demasiado cariñoso y sin mencionar que nunca toma nada en serio y le crispa los nervios, es un buen chico y en verdad le agradaba, y por ultimo ahí, Sasori… sintió unos latidos, Akasuma no Sasori, es un chico un poco más alto que yo, de cabellos color rojo pálido, piel blanca pero no tanto, ojos miel, y una linda voz, es amable, gentil, gracioso y le apasiona el arte, pese a que se criticaban el al otro con diferentes ideologías, aun así le gustaba. Se revolvió los cabellos desesperados ¡¿Por qué aun pensaba en ello?! No, no, debe empezar a olvidarse de él, ya que Sasori tiene a Konan. Se sentía estúpido, pero bueno, no había de otra. Llego hasta una heladería, sus ojos se abrieron de felicidad, amaba el helado, no porque le encloquecían los dulces como a su hermanito, sino porque cuerda como de pequeño sus padres los llevaban a comer helado y la pasaban tan bien, como una familia, ojala volvieran a esa época. Sin pensarlo más se metió en el establecimiento, pidió a la chica un helado de vainilla y granizado con salsa de chocolate y salió de ahí muy sonriente. Pero apenas camino unos pasos alguien lo choco haciendo que su preciado helado callera al piso.

- Wuaaa – Miraba con horror aquel homicidio de su dulce favorito y luego miro a la persona responsable que le impacto al ver de quien se trataba, pero luego paso al enojo - ¡TU!

- ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa cara? – Dijo este como si nada.

- ¿Cómo que qué pasa? Acabas de chocar conmigo y ni siguiera una disculpa y además tengo esta cara porque me tiraste mi helado – Se quejo el rubio con una cara muy graciosa, pero el Uchiha mayor solo miro al suelo y luego al rubio.

- ¿Y? – Fue tan indiferente que fue muy irritante, este apretó sus dientes y se enojo mas con una cara muy graciosa pero linda.

- Je ¿No me digas que estarás así por un helado? – Dijo con una sonrisa arrogante y burlona.

- ¡¡Eres un baka!! – Se dio la vuelta y emprendió su camino sin querer mirarlo. Vaya que molesto.

- No es mi culpa que actúes como una mejer caprichosa – Esto fue el tiro a su orgullo ¡¿Mujer?! A claro que no, no se iba a quedar así, corrió hasta el, tomo el helado del piso y se lo estampo en la cara al Uchiha que lo miro todo embarrado de helado con el seño fruncido indignado por lo que hizo.

- Eres un… idiota – Se volvió a dar la vuela – Y pensar que las apariencias engañan, parecías agradable, pero solo eres una persona arrogante y prepotente, odio a las personas así. – Sin más que decir continúo caminado.

Itachi se quedo ahí con el seño fruncido en claro enojo siendo observados por algunos que vieron el espectáculo u otros que pasaban y veían que tenia helado en la cara. Se dijo a sí mismo que eso no iba a quedar así. Con molestia continua su camino, ya que debía ir al aeropuerto pero justo debía ir a buscar algo al centro para que le hicieran esto, estaba molesto. Aun así, miro hacia atrás para ver que el rubio ya no estaba a su vista, sin más siguió.

Dei estaba molesto, quería descargarse con algo, pero solo respiro hondo y siguió su camino, lamentaba lo de su helado, pero bueno, ya se le fueron los ánimos de comer uno. Siguió su camino hasta que escucho su celular. Atendió ya que se trataba de una llamaba.

- ¿Hola? – Dijo curioso ya que no conocía el número.

- *Hola Deidara ¿Cómo estás?*

- Eto… ¿Quién es? – Se pregunto extrañado al no reconocer la voz.

- *¿Cómo qué quién soy? Eres un roba= (Burro)* - Rio la voz en el audífono.

- Ah… Jeje. Creo que tengo una idea de quien…

- *¿Cómo que tienes una idea de quién soy baka? Vaya, tu arte te dejo idiota, como siempre te lo decía Dei, eso es un…*

- ¡Cállate enano maleducado, frio y arrogante! – Le riño porque ya empezaba a discriminar su arte, eso le molestaba.

- *Jaja, veo que ya me reconociste* - Dei solo dijo un “Si ¿Qué quieres?” – *Oh, vaya, no sabía que te molestaba tanto mi persona.*

- No, no es eso. Sabes lo sensible que soy con mi maestría – Calmándose un poco, ya que quería mucho a la persona quien le llamaba. – Bueno ¿Por qué llamas? Sé que para saludar no es.

- *Ahora si no te lo discuto. Jeje* - Hubo un silencio - *Quería avisarte que mañana voy a estar en Konoha, y iré a pasar tiempo con ustedes ¿Qué dices?*

-  ¿Qué qué digo? ¡¡Eso es estupendo!! ¡¡Naruto se pondrá muy feliz!! ¿Ya le avisaste? – Dijo todo emocionado.

- *Trate, pero nadie contestaba en su casa y menos su celular ¿Lo perdió?* - Dei recordó que su hermano le dijo que esos tipos de seguro se llevaron su celular, no quería preocuparlo así que solo asintió - *Que bobo, jaja, ese Naruto nunca cambia…. Pero aun así lo quiero*

- Y el te quiere, así que no se molestará si vienes – Informo Dei muy feliz – Bien, entonces ¿Mañana a qué hora?

- *Mañana a las 6 de la tarde, aunque tratare de ver si llego más temprano* Bien, ya debo irme, Dei, luego te llamo, salúdame a todos, ¿Si? Te quiero adiós.

- Adios – Y colgó la llamada, ahora su día mejoraba, el iba a venir, a Naru le haría muy feliz.  Solo esperaba que  mientras esté él no vaya a pasar nada. Su ojo izquierdo miro hacia un lado, de seguro creían que era ingenuo, como si no hubiera notado que le seguían, debía ser cuidadoso… o sabrían donde vivían, aun no tiene claro porque los molestan, pero cuando lo sepa, les sacara los órganos uno por uno mientras estén despiertos, y con unas tijeras les destrozara los ojos, si, podría ser mas sádico y psicópata  que cualquiera si se metían con su familia.  Sin más siguió caminando, no lo conocían, no por nada le decían el hijo del rayo amarillo, sonrió de lado al recordar eso. Solo esperaba que Naru estuviera bien.

 

************

 Se encontraba quejándose por debajo, odiaba estar castigado y todo por culpa del Inuzuka que está limpiando las ventanas del, por fin, ultimo salón del piso que les habían encargado, por suerte no el edificio entero. Miro al Inuzuka y noto que había algo diferente, se veía mas tranquilo, es mas, las veces que se la pasaban discutiendo con el ahí nunca llegaron a los golpes, Naruto no era tonto, sabía que era inusual así que debe pasar algo, aunque no le deba de importar, pero se maldecía a si mismo porque si le preocupaba.

- Oye…  - No volteo pero el rubio sabia que el castaño lo oía - ¿Pasa algo? – Vio como el chico se tensaba.

- No te importa, así que deja de hablar y ponte a trabajar, que quiero ir a… - Vio como bajaba la vista. Naruto noto eso, apoyo en la punta del palo su brazo para que en este pudiera recargar su rostro.

- Casa – Terminó la frase, vio que este giro y le dedico una cara molesta pero alterada. – Mmm… - Pensó en algo un rato y simplemente tomo el trapeador para seguir limpiando – Ok, entonces me apurare – Escucho al castaño suspirar aliviado y seguir en lo suyo.

Cuando terminaron ya estaba algo oscuro, salieron del establecimiento y cada quien fue por su camino, Naruto antes de seguir observo a Kiba Inuzuka irse por un camino el cual jamás lo vio usar, en lo más mínimo debería importarle a él ese idiota… y si es así… ¿Por qué lo sigue con cautela? Eso definitivamente estaba mal, por el rubio que el castaño se vaya a tirar a un precipicio, pero aun así le preocupa, algo no iba bien, y pronto lo sabría. Tan concentrado iba que no se dio cuenta de que también lo seguían a él.

Kiba llego hasta un parque cerca del instituto y se adentro a este, mino hasta llegar hasta unos arbustos, silbó y de entre los matorrales salió un perro blanco de tamaño mediano, se notaba que aun está en crecimiento, este llego hasta en chico moviendo su cola en forma de alegría y saludo a su amo.

- Hola Akamaru ¿Te portaste bien? – Le acariciaba muy cariñosamente con un rostro tierno pero melancólico. – Vamos a cenar ¿Si?

Buscaron una banca y el muchacho se sentó, y saco de su mochila dos latas, las abrió una se la dio a Akamaru y el otro con una cuchara empezó a comer él.

- Mmm, nunca pese que los ravioles frio supieran bien – Dijo tratando de ver lo positivo de todo y ser fuerte pese que quería llorar. El perro lo miro preocupado y el trato de que su sonrisa se vea tranquilizante – Eh chico, no pasa nada, estaremos bien ¿Si? – Le acaricio los cabellos – Ya verás… - Su voz se quebraba - …que to-do – Empezaron los pequeños espasmos – estará bien – Y las lagrimas cayeron.

El perro apoyo su cabeza en el regazo de su amo, y emitía pequeños gemidos de preocupación, Kiba solo se recostó en este sin que las lágrimas pararan. Pasaron más o menos 15 minutos y Akamaru se levanto de golpe impresionando al joven, este empezó a moverse de acá para allá, olfateando, Kiba se mostraba curioso y preocupado ¿Había alguien ahí  a esa hora aparte de él? Eso lo asusto, creyó que lo mejor era esconderse en su lugar, pero antes que eso, el sabueso  salió corriendo de seguro detectando el olor, Kiba solo empezó a seguirlo, si era algún ladrón no quería que hirieran a su único amigo, no lo permitiría prefería morir antes que eso. Perdió de vista a su mascota y se guio por los ladridos, pero estos cesaron y corrió más rápido hasta llegar al medio de todo ese parque. Vio una figura que estaba agachada acariciando a su amigo y este movía la cola feliz, se fue acercando lentamente hasta que el sujeto volteo dando en evidencia quien era, y como no creyó de quien se trataba abrió los ojos en demasía.

- ¿Qué… qué haces aquí? – Tartamudeo por lo confundido que estaba.

- Jeje, nunca te había oído tan turbado como para tartamudear – Se burlo inocentemente sin ninguna mala intención, su voz era suave y seguía acariciando a Akamaru. - ¿Es tuyo?

- ¿Qué te importa Uzumaki? – Dijo este enojado y acercándose para alejar a su perro de el nombrado, aunque su mascota pensaba diferente ya que hacía mucha fuerza para no moverse. – Vamos Akamaru, no podemos…

- Vine porque estabas actuando raro y pese a que no debo preocuparme por alguien que me trato como mierda hasta agonizar, aun así me preocupo – El Inuzuka oyó esto y abrió más los ojos sin saber que decir, mientras el rubio se sentó en un banco y recostó su cabeza hacia atrás y miro el cielo obscuro – No sé si es porque soy demasiado bueno e inocente aun… o porque soy demasiado estúpido. – Se rasco la cabeza y miro al Inuzuka que seguía como estatua. – Ahora ¿Me dirás por qué estás aquí? – Kiba aun no sabía cómo reaccionar, se vio acorralado, aun así, creyó que era mejor decir las cosas y que este se largara de una vez.

- No es nada importante. Solo me gusta estar aquí – Aunque al final mintió.

- Aja, y… ¿Por qué tienes tus cosas ocultas en los arbustos? – Kiba se tenso mas ya no sabía por dónde correr – Escapaste de casa – Mas que pregunta ya lo estaba asegurado, el moreno bajo la cabeza temblando un poco.

- No… eso… eso no es… - Sintió como el blondo se paro y caminaba hasta él, su corazón palpitaba rápido por el miedo ¿Por qué? Podía con él, como siempre, pero… ahora estaba asustado ¿Por qué? Cerró los ojos con fuerza al sentir que la sombra lo cubrió, dando señal de que estaba atrás de él, los apretó mas fuerte al profesar que este estiraba su mano hacia él, pero los abrió de repente al ver que solo le acariciaba los cabellos y volteo a ver al rubio que lo miraba con una cara muy madura y comprensiva.

- No te voy a pedir que me digas porque huiste de tu casa, debes tener motivos, pueden ser buenos o malos, pero los hay, solo puedo decirte… - Puso su mano en su hombro - … Que no deberías preocupar a tus padres si sabes que te quieren. – Kiba abrió mas los ojos – Tal vez te confundiste en algo, así que si es así, háblalo con ellos, seguro lo resolverán, pero no te quedes aquí, es muy peligroso. – Kiba bajo la cabeza y miro a Akamaru.

- Lo sé, pero ya he estado una semana aquí – Naruto se sorprendió por eso, y sintió tristeza.

- Pues eso no está bien – Trato de hacerle razonar para que vaya a casa.

- ¡Déjame en paz! – Se aparto de él con brusquedad viéndose frente a frente, aunque el Inuzuka tenía los ojos cerrados. ¡Esto no te incumbe déjame solo! No deberías preocuparte por mí, no es tu asunto. Como dijiste no deberías ayudar a una escoria como yo… ¡Así que déjame!

- Aunque quisiera ya te lo dije – Se acerco a él y lo tomo de los hombros.

- ¡No, suéltame! ¡Lárgate de aquí! ¡Vete, vete, vete, vete! – Trataba de zafarse del agarre pero…

- ¡Ya clámate Kiba! Lo hago porque necesitas ayuda – Alzo la voz haciendo que el moreno callara y fijara su vista a un lado – Se, estoy consciente de todo lo que me hiciste, pero yo… soy muy rencoroso, pero no tanto como desearía serlo. – Lo miro con comprensión – Para mí, no hay nada más valioso que una vida, por eso, si sé que puedo hacer algo lo hare pese a tus gritos y negaciones.

Le sonrió de manera dulce, aunque no se lo merecía, pero en su corazón en ese momento no había odio ni rencor, Kiba estaba con los ojos enormes no se dio cuenta cuando de estos salieron abundantes lagrimas y empezó a hipar y tener espasmo. Naruto le iba a decir algo, hasta que sintió algo y desvió su mirada, tenía un mal presentimiento.

 

- Kiba, es mejor que te vayas, no importa a donde, solo aléjate – Dijo este sin apartar su mirada hacia un lado. Inuzuka lo miro confundido, en su mirada se notaba que algo no estaba bien, así que decidió obedecer y se fue junto con Akamaru cuando ya no se vio al castaño Naruto volteo y puso una mirada seria - ¿Qué es lo que quieren? – Coloco sus manos en los bolsillos.

- Vaya, el niño bonito tiene buen sentido – Salió un hombre con un pasamontañas – Bueno, entonces vayamos al grano, vendrás por las buenas o por las malas.

- Y si mejor te parto la cara. – Eso era más una afirmación, tiro su mochila y se puso en posición ofensiva.

- Pues si es así – El hombre silbó y de la nada salieron seis personas mas – Atáquenlo, pero no lo maten. Uno de ellos corrió hasta el con un bastón.

- Cobarde – Grito y esquivo el golpe agachándose un poco para luego estirar su pie y hacer que se caiga su agresor y le quitara el palo y le diera un golpe en la cabeza con el mismo.

Los otros 6 se quedaron viendo a uno de sus compañeros caer, lo que los lleno de coraje y fueron de frente a el rubio. Una chica, que se notaba por su silueta y su pelo atado a una coleta alta, lo atacaba con una kanzashi (especie de orquídea afilada que usan para sujetarse el pelo), era rápida y trataba siempre de darle en el pecho o estomago, pero Naruto también los esquivaba, otro de ellos se metió en la pelea con una pequeña hoz amarrada por una cadena a su muñeca, lo que le permitía lanzar y atacar a distancia, Naruto apenas esa mini-hoz se dirigió a él enrolló en su bastón la cadena y tiro de ella para quitarle el arma, que como estaba en su muñeca lo levanto y aprovechando esto lo lanzo hacia la mujer con gran fuerza para que salieran volando los dos. Los otros se metieron a la pelea, Naruto trataba de esquivar los golpes y las cosas que les lanzaba y a veces gracias a la rama los devolvía. Pronto se vio rodeados por 4 personas, estos no eran como los anteriores, podrían ser menos pero eran más fuertes, y lo que menos podía hacer es caer ante estos. Uno de ellos saco una cañita de bambú y apunto a la pierna del rubio, era un adormecedor, cuando tiro Naruto volteó rápidamente pensando que y esa cosa le dará era su fin, vio a la aguja acercarse y cuando estaba por llegar fue detenida por una piedra. Naruto volteo para ver de dónde vino y se sorprendió al ver a Kiba.

 

- Acabo de recordar… - Jugaba con otra piedra en la mano y fijo su vista en Naruto – Yo no tengo porque hacerte caso – Sonrió divertidamente – Y veo que tienes as problemas que yo… torpe. – Arrastro la última palabra cosa que le hizo gracia a Naruto, pero luego se borro.

- ¡¿Estás loco?! ¡Esto no es un juego vete! – Trataba de alejarlo pero el castaño no se iba.

- No creas que no se me defender solo – Vio como uno aprovechaba la situación para acercarse al rubio. - ¡Akamaru ve! – El perro salto por encima de el y callo arriba del hombre y lo empezó a morder, cuando uno quería atacar al animal este salto alto y volvió al lado de su amo de manera triunfal. – Jeje, yo y Akamaru te ayudaremos… torpe – Naruto estaba que no se lo creía, pero sonrió.

- Jeje, veamos si no eres un estorbo perro castrado – Aunque el comentario lo dijo con una sonrisa y tono prepotente, el sabia que el pelicastaño entendía, cosa que si paso.

Naruto, Kiba y Akamaru empezaron a pelear a la par, Naruto dando golpes con el bastón y robándoles otra arma a los enemigos (Chacos) y se la arrojo a Kiba que recibió naturalmente, este empezó a girar el artefacto y golpeaba a los bandidos, cuando notaba que era la mujer solo l esquivaba y la empujaba, pero Naruto, siendo un doncel, no le importaba si era una mujer, aunque si, le pegaba quedito, lo suficiente como para descosértela un poco, Akamaru saltaba, mordía y esquivaba los ataque de los otros haciendo que estos sin querer dañaran a sus camaradas, el perro sonreía socarronamente, pero algo hizo que la balanza se inclinara, el hombre que permaneció ajeno a la batalla vio una pequeña distracción por parte del castaño y lazo una boleadora que giro alrededor de los tobillos de Kiba y le hizo caer al suelo que por suerte amortiguo el golpe con sus manos, pero luego este le lanzo una soga amarrando sus muñecas y dejándolo inmóvil, Naruto al ver esto quiso ayudar al Inuzuka pero el mismo truco se repitió con él solo que son la mujer que estaba a su espalda, gruño por eso.

 

- Vaya, si que saben dar pelea, mas tu pequeño rubio – El hombre que parecía ser su jefe le levanto la cara por el mentón y lo miro un buen rato, cosa que no se notaba por la máscara – Si que eres un niño muy bello, espero que no te moleste que te desfiguremos más tarde – Naruto iba a abalanzarse sobre el teniendo en cuenta que podría romper esas sogas tan frágiles, para él, y romperle la cara.

- No intentes nada – La mujer hablo, parecía ella la segunda al mando – Si no tu amigo no la pasara muy lindo – La adulta tomo un kunai y lo acerco al cuello de Kiba - ¿Y bien? – El rubio se resigno. Los malditos se reían y lo último que recordaba era un fuerte golpe en la cabeza y viendo como también el Inuzuka era golpeado e iba cayendo al suelo.

************

Cuando abrió los ojos se vio que estaba amordazado y con las manos y los pies atados. Miro a su alrededor, parecía que estaba en un vehículo, eso lo molesto, pero más que todo el recordar lo que paso. Abrió los ojos buscando a su perro que recordaba como a él también lo amarraban por su culpa ya que se dejo capturar. Pero no lo encontró, pero si vio a Naruto, pensó por un instante que nada de esto estaría pasando si ese no hubiera venido, pero también, pensó en que si no fuera por él seguiría con el corazón oprimido en ese desértico parque, no lamentaba huir de casa, le hizo ver un punto de vista diferente, si le dolía, pero ahora estaba aliviado, recordó todo lo que le hizo a el pobre rubio y se enfureció consigo mismo, el hecho de tener problemas no significa agarrársela con los demás, por eso debía ayudarlo ahora. Quería quitarse las cuerdas, pero eran muy fuerte, así que se arrastro donde el rubio y trato de despertarlo, lo consiguió solo cuando, después de muchas zamarros con su hombro, le dio un cabezazo en el estomago despertándolo al toque. El rubio miro a su alrededor y miro al Inuzuka y frunció el seño al darse cuenta de la situación y que encima lo involucraban al castaño. Se vio amordazado iba a romper sus cuerdas pero las voces de sus captores les llamaron la atención y oyeron lo que decían.

 

- “Juniche ¿No crees que ahora son más jóvenes a quienes nos mandan a encargar?”- Hablo la mujer.

- “Si Kimari, pero no le podemos hacer nada, después de todo es trabajo, jeje” – Se rio con arrogancia causando odio en los dos estudiantes.

- “Pero jefe ¿Quién es el cliente que tanto desea acabar con estos niños? No el castaño, si no al otro que nos mando a buscar después de ese, Deidara” – Naruto abrió los ojos, era verdad, esto es algo personal como lo dijo Shikamaru, ahora irán a buscar a su hermano, eso no lo va a permitir.

- “No lo sé, permanece como anónimo, y es mejor así, ya que tendríamos muchos problemas si lo supiéramos, se nota que es alguien poderoso” – El hombre sonó algo temeroso, sea quien sea ese bastardo, lo matara cuando sepa quién es.

Miro a Kiba y este lo miro a él, la mirada del castaño mostraba arrepentimiento sobre todo lo demás, Naruto solo frunció el seño, no era momento para eso, así que trato de calmarlo y hacerle entender con la vista que luego verían eso, Kiba asintió y luego hizo gestos con la cara viendo las cuerdas, diciendo que debían quitárselas ¿Pero cómo? Naruto, aunque por la mordaza no lo viera, sonrió. Se volteo con algo de dificultad y sin hacer nada de ruido y empezó a estirar las muñecas en direcciones deferentes para terminar por romper la cuerda, Inuzuka abrió los ojos sorprendido por la tremenda fuerza, Naruto se desato los pies y luego ayudo a Kiba. Siguieron sin hablarse para no llamar la atención de los captores. Naruto se mordió el labio, debía pensar en algo, el auto seguía marchando y se alejaban más de casa y se acercaban más a la morgue. Miro a Kiba y este de sus bolsillos saco unas bolitas, el rubio lo miro sin entender, Kiba hizo todo una escenita haciéndole entender que si esas bolitas se soltaban saldría una gran nube de humo, el ojiazul levanto el pulgar en forma de decir “genial” con una sonrisa para luego volverla seria tratando de ver que hacer para aprovecharlas. Miro a su alrededor y noto que estaba el gato (o no sé como le dicen a la herramienta para desatornillar las tuercas de las ruedas), y algunos clavos, el pelimarrón miro también cerca suyo y noto que había dos cosas importantes, uno; un bidón de nafta, por el olor que emanaba y dos; la puerta de la camioneta y al lado una ventanilla polarizada. Miro a Naru, Naru lo miro a él, el miro a los clavos y el desatornillador y el rubio miro la nafta y la ventana,  ambos se sonrieron cómplices de que ya sabía lo que debían hacer. Sin más empezaron pero siendo muy cautelosos.

Kiba empezó primero volcado el líquido inflamable por todo el piso de la camioneta y también algunas paredes, rápidamente el rubio abrió la ventana, sabía que los terroristas se darían cuenta del olor del contenido así que cuidadosamente tiro los clavos fuera de la ventana, lo suficientemente cerca para… (Splack, splack), si, las ruedas de atrás se pincharon, rápidamente se puso al lado de Kiba esperando a que lo demás pasara.

Los hombres que conducían que no eran más que 4, ya que los otros estaban inconscientes y no se arriesgarían a verse en descubiertos se fueron, notaron el explosión de las ruedas, se miraron diciendo que algo no estaba bien, pero aun así 3 salieron y el jefe, quien conducía, se quedo esperando que ellos cambiaran con los repuestos que tenían amarrados sobre el vehículo. Apenas uno de ellos abrió la puerta trasera para ver a los rehenes una nube de humo los impresiono.

- ¡¿Pero qué demo…?! – Un golpe dejo inconsciente al hombre.

- ¡Nishima que…! – Pero otro golpe dejo inconsciente también a ese hombre.

-… - La mujer sabia que esas salamandras estaban haciendo esto, así que iba a avisarle a su jefe que de seguro ni cuenta ya que sonde estaban ellos casi no se escuchaba nada. - ¡¡Je…!! – Pero un golpe en la nuca la dejo inconsciente al toque.

El jefe escucho que alguien quiso gritar, pensó ¿Qué demonios pasa atrás? Iba a salir cuando las puertas del auto se cerraron automáticamente, trato de abrir y se preguntaba una y otra vez que rayos pasaba, hasta que su vista se fijo en los chicos que tenía en frente suyo a través de la ventana que le sonreían y le sacudían el pequeño control del auto. Cansado iba a sacar el arma dispuesto a matarlos, pero paro al sentir un olor… era ¿Nafta? Maldijo en lo alto y con más razón iba a romper esa ventana para matar y descuartizar a esos demonios, pero Naruto, con un serillo en la mano, lo encendió y lo miro seriamente, el hombre quedo tieso un segundo, pero cuando iba a romper la ventana el rubio tiro el serillo al suelo haciendo que una línea fuera desde casi donde estaban ellos hasta atrás de la camioneta, el hombre se maldijo ¡¿Cuándo estos niños se hicieron listos?! Con su codo rompió un poco la ventana, y apunto con su pistola al rubio, Kiba vio ese acto al toque y estampo a Naruto haciéndolos caer por el camino (Estaban cerca de un pequeño peñasco) y se lanzaron al agua, evitando, casi, las balas. El hombre dio un grito y el camión exploto con el jefe dentro los otros tres aun yacían inconscientes a una distancia de las llamaradas, unas patrullas que estaban cercas vieron los fogonazos y encendieron las sirenas y emprendieron rumbo hasta sonde se encontraban estas.

 

Naruto caía por el aire con los ojos enormes, siendo abrazado por Kiba que al parecer estaba perdiendo sangre ¿Qué pasaría? ¿La altura era peligrosa? ¿Se matarían con alguna piedra abajo? Solo sabía que después se encontró envuelto de agua que lo tragaba hacia abajo, el tono azul intenso y obscuro por la noche lo rodearon de una manera fría y tranquilizante y sin más cerró los ojos un segundo para abrirlos y ver que Kiba trataba de jalarlo hacia la superficie cosa que hizo rápidamente, ambos salieron, escucharon la sirenas, sabían que los policías se encargarían, mientras ellos nadaron hasta legara a la orilla, ahí los dos de desplomaron, Naruto boca abajo y las manos en su pecho y Kiba en posición fetal, ambos jadeando por el cansancio. Naruto miro a Kiba y vio que este se aferraba a su brazo sonde le salía mucha sangre, se asusto.

- ¡Kiba, Kiba ¿Estás bien?! ¡Habla! – Dijo sosteniendo su cabeza.

- Jeje,… deberías… ver… tu… cara… es tan… gra-cio-sa – Sin más Kiba cerró los ojos, Naruto se horrorizo y empezó a gritar.

- ¡¡Auxilio!! ¡¡Por favor!! ¡¡Ayúdenme!! – Unos policías lo oyeron y fueron rápido a auxiliar a los jóvenes, a Kiba le vendaron el brazo procurando no profundizar la posible bala que tendría dentro y los subieron a la patrulla para llevarlo al hospital, Naruto subió junto con él y empezó el camino.

Mientras el camino avanzaba rezaba porque Kiba esté bien, cerraba los ojos al recordar que de nuevo iba a estar en un hospital, que mala suerte, pero aun así, deseaba que Kiba esté bien.

 

 

 

Continuará…

 

 

 

 

 

Notas finales:

Jeje, algo de comedia, amor y... O.O

Oh, por Dios ¿Que paso ahora? ¿Otrea ves esos malditos bastardos? >:(

Las cosas cada vez empeoran, ¿pero quien es ese desgraciado?

Bueno, espero que les haya gustado ¿Un mini-pequeño-resumen? Como no, se lo merecen :)

Mini-pequeño-resumen:


Correr no servia de mucho, las cosas en la cueva del lobo se pusieron tensas. Por mas que trataban de salir, habia un gran laberinto. 

- ¿Donde esta Kabuto?

- ¡¿Que el se quedara en tu casa?!

Pronto los rostros que se despidieron hace tando se reencontraran.

-¿Quien es el?

Los ojos se le abrieron de sobremanera al sentir esos labios...

- ¡Hola Naruto! ¿No me vas a saludar?

- Tu eres...


Bien, aqui esta el mini-pequeño resumen, jajaja, pesimo ¿no? X) Pero cumpli mi papel de intrigadora XD, jajaja. Nos vemos en el proximo capitulo, hasta luego n_n/


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