Capitulo26. Las explicaciones sorprenden más.
Las lenguas se entrelazaban entre sí en perfecto encaje. Sus ojos cerrados que de vez en cuando se entreabrían dejando ver su brillo intenso, a veces sacaban sus lenguas y se relamían o se volvían a besar al poco momento de volver a respirar. Sasuke sabía que debía para o podría cometer una dulce locura, porque besar al rubio era lo más maravilloso que haya sentido, pero si no paraba tendría un pequeño problema abajo. Se separo del jadeante rubio, cosa que le pareció la imagen más excitante que vio, pero despejo eso de su cabeza y sonrió.
- Es mejor irnos abajo – El rubio asintió y se separaron para bajar, no sin antes tomarse de las manos hasta por lo menos llegar a la sala.
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- Vaya, no creí que tardaríamos en preparar cosas tan simples, te dije que me dejaras hacerlo solo – El rubio mayor regañaba al azabache mientras ponía las cosas en la bandeja. Ita solo estaba apoyando un codo en la encimera de la cocina y recargaba su cabeza en su mano y miraba atentamente al rubio con una sonrisa boba. Dei noto eso y no pudo evitar sonrojarse un poco, pero el azabache lo noto, lo que le hizo sonreír mas - ¿Por qué me miras de esa manera baka?
- Nada… solo miro Deidi – Dijo de lo más tranquilo. Dei se le salto una venita en la sien y tenía un tic en la ceja mientras su cara se formaba una mueca graciosa, la verdad es que eso le hacía sonreír más al azabache.
- ¡Basta! – Le dio un zape, Itachi se sobo – Deja de mirare idiota, vamos, los chicos deben estar esperándonos – Y tomo la bandeja y salió a la sala. Ita se quedo ahí y volvió a sonreír como bobo mientras cerraba los ojos. Se levanta y va con él. – Chicos acá traigo… ¿Uh? – Vio a los chicos sentados en sofás diferentes, como los dejo - ¿Han estado así todo el tiempo? – Los chicos asintieron, Dei se pudo nervioso, pensando que tal habían visto su… “accidente”, pero lo dejo de lado y sirvió las tazas. – Tomen, dentro de poco debo empezar a hacer la cena – Con una sonrisa.
- ¡Yo te ayudo Dei! – Dijo feliz el azabache mayor.
- Ni o sueñes baka – Dijo serio pero con la voz grave. Ita se sentó con aire deprimido. Naruto lo miro con reproche, ahí Dei recordó que a Naruto le gustaba Itachi, no pudo evitar sentir dolor en el pecho ¿Por qué? Aun así, debía ceder por su hermanito. – Ok, pero espero que esta vez no hagas desastre y ni te dejare acercar al fuego sin supervisión – Dijo mirándolo reprochosamente por la última vez que paso, Ita le miro y sonrió, Dei se sonrojo un poco, aun con el seño fruncido, y volvió a hacer su tarea. Su tarea se vio interrumpido por el sonido de la puerta.
- Dei-nichan ¿Crees que sean Kiba y Akamaru? – Cuestionando la hora.
- No lo creo, tiene las llaves - Dejo la charola y fue a abrir la puerta.
- Ototo ¿No sientes un mal presentimiento? – El menor asintió seriamente.
- Deidara – Sasuke se levanto, el rubio que estaba en el arco de la sala para ir a la entrada volteo a ver al menor – Yo iré, no te preocupes, continua – El rubio parpadeo sin comprender pero asintió ante su seriedad. Sasuke le sonrió ligeramente y fue para atender la puerta - ¿Quién es? – Dijo aun sin abrir, viendo por el ojo de vidrio de la puerta, era un hombre y una mujer ¿Qué querían?
- Si ¿Estas es la residencia Uzumaki? – Dijo la voz de la mujer, parecía dulce pero Sasuke sabia identificar cuando alguien actuaba y ella, lo hacía.
- ¿Por qué pregunta? ¿Qué quieren? – No se fiaba el ambiente era tenso entre ellos.
- Queremos solo hablar con ellos por Kiba Inuzuka… nuestro hijo – Ahí el azabache abrió los ojos, el no sabía la historia de los padres del castaño, pero sabía que se había peleado con ellos, aun así la razón la ignoraba, no creía que fuera conveniente que entraran, pero tampoco que se quedaran fuera ya que Kiba podría venir y si lo encontraban nadie podía defenderle en llevárselo o no.
- Espere un momento – Se retiro de la entrada y llego a la sala, Dei y Naru lo miraron con una sonrisa que se les borro al ver la cara seria de este – Dei, Naruto… son los padres de Kiba – A los rubios se le acelero el corazón y se les oprimió por el dolor y la rabia que sentía hacia esas dos personas que querían vender a su hijo a una mujerzuela.
- Ahora les atiendo, creo que sería bueno que…
- No nos iremos si eso es lo que quieres Deidi – Se levanto y miro al rubio de cabello largo serio – Nos quedaremos – Sonrió – Pero nos quedaremos en la cocina, esto es algo que debe arreglarse entre ustedes y ellos – Dei lo miro sorprendido y asintió sonriendo – Bien, vamos Ototo-baka, a la cocina – Dijo dirigiéndose allí.
- Mmm – Refunfuño estando enfrente de Naruto – Si veo que necesitas ayuda vendré enseguida – Le susurro. Naruto asintió con una sonrisa que el azabache correspondió, aunque más quería besarlo, así que para no hacer una locura se fue a la cocina. Deidara fue hasta la puerta y la abrió, con una sonrisa apagada.
- Buenas… pasen – Y se hizo a un lado. Los padres de Kiba se sentaron en el sofá, el rubio menor trajo tazas para ellos así hablaban tranquilamente, los adultos no estaban conformes de que hubiera un mocoso, pero se lo replantearon al ver una posibilidad de que él pudiera convencer al mayor. Hubo un silencio por unos minutos hasta que Dei luego de darle un sorbo a su café hablo - ¿Y a qué vinieron? – Dijo serio y aun con una sonrisa forzada y reteniendo el enfado.
- Es obvio a lo que vinimos a hacer acá – Dijo serio el hombre alzando su mirada dura – Queremos que nos devuelva a nuestro hijo – El rubio mayor apretó su tasa para calmar su rabia y trato de sonar lo más sensato.
- Lo lamento, pero su hijo se ha ido de su hogar por las condiciones que ha sufrido a su cuidado y nosotros lo hemos acogido y hasta ahora lo hemos notado que está feliz y no se ha quejado – Naruto se sorprende por las palabras maduras del mayor y sonríe.
- Eso es el pasado. Hemos resuelto nuestros conflictos y el puede volver – Dice la mujer, aunque su expresión no parecía la de una madre que quiera volver con su hijo. – Así que por favor llamen a nuestro hijo para volver a casa – Dei entrecerró los ojos un poco analizando.
- Lo lamento pero eso no será posible – Dijo serio.
- ¿Nos está prohibiendo el llevarnos a NUESTRO hijo a casa? - El hombre parecía indignado y se notaba que se estaba enfadando.
- No creo que su hijo quiera volver, ha estado muy bien hasta ahora y ha empezado a hacer muchas cosas a…
- ¡Aja! Por eso lo quiere. Lo tienen de esclavo aquí en esta casa – Dice enojado el hombre.
- Yo no dije…
- ¡Usted es un abusador! – Apunto al rubio mayor – O peor aun ¡Un pedófilo pervertido! – Dijo con exagerado horror. Al ojiazul acusado se le salió una venita en la cara por las estupideces que decían esos señores. Naruto se estaba molestando, quería gritarles en la cara a esas personas que dejaran de decir gansadas de su nii-chan. Pero mantuvo la calma, en eso su celular vibro, lo saco y leyó el mensaje.
Nuevo mensaje de: Perro sarnoso :P Asunto: Estoy cerca.
*Hola Naruto-baka, ya termine de ayudar a Kaoi, estoy en su casa y ya estoy yendo hacia allá. Por cierto ¿Tienes visitas? Hay un auto afuera… me parece familiar. En fin, ya en unos segundos estoy* Kiba
Sonrió, ese loco de Kiba le gustaba mandar cosas así, pero se asusto al saber que iba a llegar. Se paro y se disculpo que debía ver si Kaoi, la vecina, llego a casa bien. Y sin más salió llevando la sospecha de los adultos. Al salir, justo, justo se encontró con Kiba y Akamaru quienes se veían felices.
- Eh, Naruto ¿Qué haces? No debía venir a buscarme jaja – Dijo feliz, Naruto sonrió, el castaño en verdad se veía muy feliz y el comenzó a quererlo como si siempre hubiera sido de su familia, un hermano mas y como eso, no iba a dejar que esas malas personas le hicieran daño, aun recordaba el día que lo encontró en el parque con dolor en su alma y sufría el estar solo… no iba a dejar que pasara de nuevo, no… - ¿Naruto? – El rubio se dio cuenta que había pasado un largo rato.
- Etto… Kiba ¿Me acompañas antes de que cierre a la tienda de mascotas? – El castaño le miro sin comprender.
- ¿Ahora? No es que sea tan tarde, pero es que ¿Por qué? – Akamaru ladro como preguntando también el porqué.
- Porque quiero comprar algo y no puedo esperar hasta mañana – El morocho parpadeo un par de veces.
- Bueno yo…
- Vamos no seas así. Adelante Akamaru, de paso pasearemos por el parque – El amiguito peludo ladro feliz ante la idea y los tres partieron alejándose de la casa donde la tensión se podía cortar y si aparecía Kiba… se iba a empeorar.
Mientras en la casa Dei miraba a los mayores con enojo contenido y estos tampoco disimulaban su disgusto. Itachi espiaba un poco desde la cocina en un buen ángulo que encontró sentándose en una parte de la mesa de la cocina, Sasuke estaba recargado en la pared tomando su taza de café y con solo un brazo cruzado sosteniéndoselo con la cadera, miraba de vez en cuando la sala y se veía en verdad la tensión ¿Qué era lo que no sabía de Kiba y sus padres? ¿Acaso era algo muy malo para no dejarlo volver a su casa? Sabía que paso algo, pero no en qué grado. Aun así… sintió su celular vibrar y lo saco viendo que era un mensaje de su novio ¡Ay! Esa palabra le hizo gritar emocionado internamente como un loco enamorado, porque era verdad, estaba feliz, pero por ahora ya que estaba en presencia de su hermano se mantendría serio y leería el mensaje.
Mensaje nuevo de: Dobe ♥ (L) Asunto: Avisándote.
*Teme, estoy con Kiba y Akamaru yendo a la tienda de mascotas y después iremos al parque a pasear así que avísale a mi nii-chan para que no se asuste. Nos vemos luego.
Naruto =^^=*
Asintió para sí mismo y mando un mensaje a Deidara diciendo lo que le dijo Naruto. Cuando finalizo esa tarea iba a guardar su celular vibro otra vez, lo reviso.
Mensaje nuevo de: Dobe ♥ (L) Asunto: Jeje
* Por cierto, me olvide, jeje…. Te quiero mucho. =^^=*
El azabache se sonrojo un poco aun estando algo serio, pero con la ceja media temblorosa, esos mensajes le iban a sacar el corazón, respondió un “Yo también dobe, no te tardes mucho.” Y guardo el móvil y exhaló un suspiro, justo cuando miro al frente vio a su aniki viéndolo con una sonrisa boba y picara, este se sobresalto un poquito y no pudo evitar sonrojarse, Itachi sonrió más abiertamente.
- ¿Qué me ves tanto baka? – Frunciendo el seño por la mirada de su hermano mayor.
- Nada – Sonriendo mas, Sasuke tenía un tic en la ceja y cuando iba a hablar…se oyó las voces fuertes de los que estaban en la sala. Los hermanos empezaron a prestar atención otra vez, por si necesitaban salir en cualquier momento.
Dei estaba indignado, estaba molesto ¿Qué acababan de decir esas personas? ¿Acaso le amenazaron?
- ¿Qué acaba de decir? – Conteniendo el tremendo enojo en su interior. Los señores seguían serios y al parecer sin ningún resentimiento de lo que acababan de decir, se mostraban neutros, pese a que en verdad también empezaban a perder la paciencia y además de tener que rebajarse a tener que hablar con un joven de bajo nivel y sin mucho cerebro como lo veían en aquel chico que trataba de mantener la compostura.
- Lo que oyó Uzumaki-san – Con vos aun grave y también notándose molesto – Si se rehúsa a darnos a nuestro hijo – Mirándolo desafiantemente – Le levantaremos una demanda por secuestro y abuso al menor – Otra vez la cara de Dei se mostraba sorprendida e indignada ¿Cómo se atrevían?
- Es mejor que desista de querer rehusarse a darnos lo que nos pertenece, solo le causara problemas ya que nosotros – La mujer miraba de una manera dura y jactanciosa como el hombre, sin mostrar sentimiento alguno, al menos no bueno - …Podemos dejarlo en la ruina a ti y a tu… hermano ¿No? ¿O es otro chico del cual abusas? – Sonriendo de lado pensando que tenia la victoria.
- Usted decide ahora Uzumaki-san… o darnos a nuestro hijo ahora sin conflicto alguno y salvándose de un juicio que no podrá ganar o… negarse y esperar a ver como nosotros le sacamos todo y se queda en la completa ruina. Decida – Viéndose en los ojos del hombre la seguridad de haber ganado.
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Se encontraba en la tienda de mascotas, Naruto veía muchas cosas, la verdad no había mentido que quería adquirir algo para Akamaru, el pobre de seguro necesitaba cosas que hacer cuando nadie estaba en casa, como juguetes mordedores o algo por el estilo. Mientras él estaba en eso junto con Akamaru para pedirle su opinión, Kiba se encontraba del otro lado mirando al rubio, parecía pasarlo bien, sonrió por eso, pero eso no evitaba sentirse que algo no iba bien, no solo la actitud de su amigo, sino el hecho de… ese auto, le había parecido familiar, además era muy moderno y sofisticado como para ser del barrio de Naruto…pero… había algo que estaba mal, algo que le gritaba que saliera corriendo, algo, algo…
- ¿Qué te pasa? – Una voz muy conocida le hizo reaccionar. El castaño volteo encontrándose con…
- Aburame-san – Aun medio ensimismado, el chico alto lo noto y se acerco al él lentamente, cuando estaba lo suficientemente cerca acerco su rostro al de él, Kiba seguía sin reaccionar bien, Shino ya al estar cerca del castaño… le agarro fuertemente la nariz, ahí el Inuzuka reacciono, dolorosamente agitando los brazos - ¡Ay! ¡Ay! ¡Aaaiiiee! ¡Suéltame! – Se separo bruscamente sobándose la nariz.
- ¡Kiba ¿Estas…?! ¿Eh? – Naruto llego junto con Akamaru y notaron como este se sobaba la nariz roja que tenia y se veía una mueca de dolor - ¿…bien? ¿Qué paso acá? – Mirando al Aburame. - ¿Otra vez molestando a Kiba? – Reprochó.
- Dime alguna vez que le he molestado. – Cruzándose de brazos mirando retadoramente a Naruto y este le miraba con reproche y abría la boca para enumerar algunas de las cosas mientras levantaba el dedo índice.
Los recuerdos de Naruto que muestran las veces que Shino molesto a Kiba XD
1- Cuando estaban paseando Kaoi, Dei, Kabuto, Naruto, Akamaru y Kiba y volvían a casa, en eso paso Shino con unas cajas, ya que estaban cerca de la tienda, y tiro a propósito un plátano que comía haciendo que cuando Kiba lo pisara se cayera al piso.
2- Cuando estaban en el parque y jugaban con Akamaru a atrapar el disco y el castaño lo lanzaba de nuevo aparece de la nada Shino al lado haciendo que Kiba se sobresaltara. Shino saco de su espalda un boomerang y lo lanzo hacia el canino que ya había atrapado el disco y al ver ese nuevo objeto fue tras él. El boomerang se iba lejos pero empezó a retomar camino hacia su punto de partida, Kiba estaba muy atento que no se dio cuenta de que el de lentes se alejo y cuando lo hizo era tarde, ese objeto le golpeo la cabeza seguido de Akamaru quien se lanzo encima de él, mientras Naruto cerraba un ojo imaginándose el dolor del otro.
3- Cuando estaban en el patio del rubio bañando a Akamaru con la manguera en un balde gigante. Se estaban divirtiendo los tres lanzándose agua y riendo, de la nada Shino apareció cerca de esa zona en una bicicleta repartiendo diarios y cuando paso por el patio de los Uzumaki lazo el diario despreocupadamente y este impacto en la cabeza del castaño haciendo exclamar asombro al rubio y al perro.
4- Cuando Kiba estaba ayudando a Naruto a recolectar de su patio unas manzanas (Tiene un manzano). En eso Dei llamo a Naruto para pedirle un favor y este bajo de la escalera y le hablo a Kiba con una sonrisa para que continuara con el trabajo, este acepto con una sonrisa y subió las escaleras. En eso se vio a Shino en el árbol del vecino oculto con un pequeño pino en la mano y con simpleza y precisión lo lanzo hacia el otro lado e impacto en la frente de Kiba haciendo que se cayera de la escalera y el estruendo hizo que algunas manzanas cayeran y golpearan el cuerpo del tirado en el suelo. Naruto salió y vio a su amigo con los ojos en espiral y golpeado, miro al jardín del vecino y suspiro… ya sabía quién era.
5- Cuando… (Fin de recuerdos :P)
- Esta bien ya entendí – Concluyo abochornado el Aburame. – Pero no creo que haya sido mucho así – Se noto en el ambiente un aura roja, voltearon y descubrieron que era Kiba.
- TÚUUU… ¡¿Tú fuiste el que me tiro ese condenado pino que me hizo caer de las escaleras?! ¡A, no, yo lo mato! – Y se iba a abalanzar al chico a molerlo a golpes, sino fuera porque Naruto lo agarro desde atrás la cintura tratando de detenerlo.
- ¡No Kiba! ¡No hagas eso en su propiedad! ¡Vas a ir a la cárcel! – Decía el pobre rubio jaloneándolo mientras Kiba se removía tratando de alcanzar al de cabello puntiagudo. – Kiba… tranquilo, tranquilo – Le susurro en el oído – Luego podrás matarlo, hay que esperar a que salga de la propiedad – Sonriendo, Kiba lo miro y correspondió y se calmo y sacudió un poco su ropa.
- Ok, pero solo lo hago por ti Naru-chan – Dijo revolviendo sus cabellos, acto que no le gusto al Aburame pero no lo mostro. – Por cierto Akamaru ¿Encontraste algo que te gustara? – Su amigo respondió con un ladrido afirmativo – Bien, muéstrame – Y así siguió al canino que se fue por uno de los pequeños pasillos.
- ¿No son lindos? – Dijo con buena intención si saber que eso disgusto un poco al chico alto, quien se acomodo los lentes y respondió un “Hm”, el ojiazul sonrió – Ya deja esa actitud neutra y dile algo – El de lentes lo miro sin entender – Jeje, es la primera vez que te veo en incertidumbre – Con una gran sonrisa.
- No hay nada en vacilación, así que no se qué te hace pensar eso – Cruzándose de brazos.
- Ay, aja… entonces… ¿Por qué siempre sigues a Kiba? – Vio los hombros del mayor estremecerse. - ¿Por qué lo molestas tanto? – Vio que el otro se encogía un poco. – Y… ¿Por qué Kiba esta besando a ese chico? – El Aburame volteo rápidamente que casi se cae con un aura que podía llegar a matar y si no tuviera esos lentes de seguro también su mirada. Aun así el castaño vio que era mentira – Jaja, debiste verte, tendría que haberte sacado una foto, no, espera – Saco rápidamente su celular y saco rápido una foto – Listo, aun tenias un poco esa cara, debía aprovechar mientras duraba, jeje, para la posteridad. – Shino le miraba con una mueca de disgusto y el ceño fruncido. Estaba molesto. – Ya, ya, entonces… - Haciéndose el coqueto y poniendo una mirada seductora y picara – No te importara que yo me lo quede ¿Verdad? – Sonriendo y yéndose hacia donde estaba el Inuzuka y abrazándolo con amor y seducción.
- ¿Qu-qué haces? – Dijo el de piel morena sonrojado y sorprendido por el abrazo “atrevido” de su amigo.
- Sígueme el juego – Le susurro en el oído haciéndolo estremecer pero capto lo que el rubio quería hacer y sonrió y fingiendo nerviosismo le siguió – Nada Kiba, solo tenía frio ¿Puedes… darme calor? – Abrazándolo mas, Kiba fingiendo corresponder con nerviosismo.
- Cla-claro ¿Por qué no? – Correspondiéndolo con una ligera y nerviosa sonrisa, fingida, eso funcionaba a demás del sonrojo. – Ey, Naruto – El rubio lo miro con ojos de perrito enorme y una resplandeciente sonrisa acompañada de un sonrojo. - ¿Qué tal si tu y yo…? – De repente algo impacto en la cara de Inuzuka y lo hizo caer, Naruto abrió los ojos en demencia por el sorpresivo golpe, volteo y noto que Shino se hacia el desentendido, pero Akamaru le apuntaba con el hocico gruñendo un poco, en otras palabras, estaba diciendo “Fue él”. Naruto exhalo aire en un suspiro, sabía que iba a molestarse, pero tampoco que llegara al grado de golpearlo. Se puso de cuclillas mirando a Kiba.
- Oye ¿Sigues consciente? – Kiba quien estaba con ojos en espiral reacciono y se sentó echando humo por las orejas.
- ¡Oye! ¡¿Qué demonios te pasa apestoso canalla, bastardo?! – Naruto rio nerviosamente al oír los tres insultos. Le paso la mano por el hombro. Kiba le miro diciendo “No trates de calmarme”, lo que hizo reír un poco más al rubio, luego miro la hora, se iba a ser tarde.
- Kiba, luego lo matas, debemos irnos o se nos hará algo tarde – Se incorporo levantando a su amigo y vio a un lado sonriendo – Akamaru, ve por lo que te gusto y tráelo – Y sonrió cerrando los ojos. El animal ladro y fue a buscar un juguetito, era una pelotita chillona con pinchitos de plásticos de color verde, era muy bonita. Naru sonrió y le dio a entender que lo llevara a la caja.
- Son $620 yenes – Dijo una mujer que salió de la nada, de seguro la mama de Shino, le sonrió y pago y se alejo para ir hasta donde estaba Kiba aun matando al de lentes con la mirada. – Hijo, deja de molestar a los clientes – Le reprocho, severa pero dulcemente.
- Hai oka-san – Y se alejo del chico perro con una sonrisa burlona que Kiba noto.
- ¡Ah, no ahora si lo…! – Fue retenido nuevamente por Naruto.
- Vamos Kiba, arigato, nos vemos – Y así se retiraron los tres, Kiba siendo arrastrado por Naruto y Akamaru muy feliz haciendo rechinar con su hocico a su juguetito.
- ¿Ese es el muchacho del quien me hablas, hijo? – Dijo la mujer con una sonrisa picara, Shino solo volteo la cara asintiendo – Es muy lindo, aunque ese rubio ¡Kya! Era una verdadera monada adorable y tierna…. – Decía saliéndose los corazoncitos.
- Si, si, si, - Dijo sarcásticamente para que su madre callara, para luego susurrar – El cree que solo por eso tendrá a Kiba – La madre lo miro diciendo “¿Dijiste algo?” – Que vamos a movernos, hay cerrar – Y así empezó a preparar las cosas para cerrar.
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Estaba llegando a su casa, daba gracias a Dios de que se bajaría de ese vehículo del infierno. La verdad es que el viaje empezó terriblemente rápido y luego de la nada empezó lento ¿A qué se debía el cambio? No lo sabía, pero lo agradecía ya que su estomago no iba a soportar mucho el otro viaje. Justo antes de ver que faltaba poco, se dio cuenta que llevaba agarrándose de la cintura de Gaara todo el camino, se sonrojo levemente por eso, pero no se soltó, algo le decía que no lo hiciera, que haga que durara. Empezó a recordar muchas cosas que pasaron desde hace poco y desde hace tanto. Cerró los ojos y esas imágenes vinieron a su cabeza.
Un recuerdo fue antes de que a Naruto le empezara a pasar todo esto y seguía siendo el “bicho raro” para todos. El estaba sentado donde siempre mirando las nubes, miraba un poco más arriba y se daba cuenta que estaba siendo acompañado por ese estudiante que golpea a Naruto, Gaara. Siempre se paraba y se iba, dejándolo solo arriba de ese árbol.
Otro era cuando estaban almorzando y al Nara ya le fastidiaba que ese tal Sabaku le mirara de reojo, era incomodo, le había hablado al rubio de esto y el solo se rio y dijo con picardía “Tal vez le gustas, jaja”, le miro mal pero el rubio después dijo algo que le llamo la atención “Aunque Gaara, jamás me golpea como para dejarme un raspón, solo lo suficiente como aparentar un golpe que me deja en el piso, aunque en realidad… es como si solo me empujara”, eso merecía investigar… y así lo hizo, pero sin tener algún resultado que le dijera el porqué de eso.
Otro recuerdo era cuando estaba bajo la lluvia, se tuvo que quedar a revisar las planillas de varios cursos y por eso salió tarde y encima estaba lloviendo, nadie podía irlo a buscar justo hoy, así que estaba en la parada mojándose a más no poder y hacia frio, de pronto, la lluvia paro, miro al frente, seguía lloviendo y se extraño, miro hacia arriaba había un paragua rojo que lo cubría de la lluvia, miro atrás y ahí estaba Gaara con su inexpresivo rostro.
- ¿Qué haces? – Dijo entre sorprendido, algo molesto y confundido.
- Ten – Le dio a entender que tomara el paraguas.
- No lo quiero – Dijo desviando el rostro frunciendo un poco el seño y queriéndose alejar, pero alguien le tomo de la mano para evitarlo - ¡¿Qué te pasa?! Suelta… - Gaara le abrió la mano y deposito la sombrilla para que lo sostuviera y le cerró la mano alrededor del fierro. - ¿Qué…? – Miro su mano con la protección y después al pelirrojo que ahora él se estaba mojando y le miraba con intensidad y al mismo tiempo sin expresión. Eso puso algo nervioso al Nara pero no aparto la mirara, inconscientemente se acerco a él y le tapo de la lluvia, ante esto Gaara sonrió, haciendo sonrojar a Shikamaru. Gaara alzo su mano y acaricio los cabellos del moreno.
- No hace falta… pero gracias – Y se dio la vuela – Nos vemos – Y se fue en medio de la lluvia.
La verdad que había muchos recuerdos, las veces que se disculpaba por herir a su amigo, las veces cuando él y los otros corrían a ayudar a Naruto y todos casi prácticamente escapaban, menos él y recibía de Shika un puñetazo en la cara como diciendo “Me lo merezco”, después de eso, miraba intensamente a Naruto y se iba caminando tranquilamente con la cara roja. Hay muchos, muchos recuerdos que le decían que el pelirrojo jamás quiso hacerle daño a nadie y que era una buena persona.
- A mi no me molesta, pero se hará más tarde – Shika reacciono y se dio cuenta que ya estaba en la esquina de su casa – Te llevaría hasta la entrada, pero creo que tus padres no les gustaría – Y era verdad, su padre era muy sobre-protector y pesado y su madre era histérica y seguro armaría un escándalo o se emocionaría de no sé qué ya que era muy loca su vieja, creía que muchos años trabajando en su compañía de citas la volvió así.
- Ah, sí, perdón, gracias – Y se bajo para sacudirse un poco.
- No hay problema – Hubo un silencio incomodo donde el ojiaqua miraba intensamente a Shikamaru haciendo que este se pusiera algo nervioso.
- Ok… yo… ya me voy – Dijo apuntando a su casa, el otro asintió pero no se movía – Ok… nos vemos – Saludando con la mano, el pelirrojo volvió a asentir – Ya, esto es estúpido – Se rasco impaciente la nuca - ¿Qué pasa? ¿Por qué no te vas? – Mirándolo con reproche.
- Espero a que llegues a la puerta, quiero ver que llegues bien – Eso sorprendió al Nara y se sonrojo de la vergüenza, suspiro y asintió resignado se dio la vuelta queriéndose ya ir, pero… - Y también… - Como no oyó nada mas volteo para ver lo que quería el Sabaku, pero no se espero que este ya se había bajado de la moto y estaba frente a él.
- ¿Qué…? – Gaara no lo dejo terminar ya que lo tomo de la nuca y lo beso delicada e intensamente colando su lengua por toda la cavidad del otro. Shika estaba muy sorprendido y solo atino a cerrar fuerte los ojos y a apretar los puños, dejándose llevar por todas esas sensaciones que sentía mientras sus piernas flaqueaban y su cuerpo se sentía caer. Gaara lo tomo de la cintura para que no cayera como estaba sintiendo y volvió el beso mas demandante. Solo la falta de aire los separo de ese apasionado encuentro de bocas, se miraron, ambos con ojos brillantes y con un sentimiento en sus interiores queriendo salir.
- Nos vemos Shika – Y le dio un casto beso y se alejo. Shika quedo fuera de su cuerpo y empezó a caminar hasta su casa y cuando entro en esta Gaara encendió la moto para irse. Antes de eso, miro la entrada por donde desapareció el impactado de Shika, toco sus labios recordando la sensación y el sabor, sonrió y se puso en marcha – Nos vemos… mi Shika. – Y desapareció entre las calles.
Por otro lado el Nara estaba sentado en la puerta de su cuarto, apenas llego se metió ahí y se deslizo por la puerta, estaba claramente ido, no pensaba nada, estaba en blanco… pero, luego de unos largos minutos, se llevo la mano hacia sus labios y un poderoso sonrojo lo ataco y sus ojos se aguaron mientras temblaba ligeramente.
- I… Idiota, ese estúpido es un completo idiota – Y se abrazo a sí mismo – Y lo peor de todo… - Bajando su rostro no dejando ver sus ojos – Es que… me gusta. – Y quedo ahí en el silencio solo con el sonido de su corazón irrumpiendo.
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- ¿Enserio? – Decía sin creerlo el pelinegro.
- Hai, pero debo mejorar muchas cosas – Dijo Kabuto des preocupadamente.
- Ya veo – Mirando hacia el frente. Luego bajo la mirada, aun tenía algo en la cabeza y no sabía si debía sacar el tema o dejar eso de lado como al parecer que lo hace el Yakushi. Pero es que aún le quedaba esa sensación grabada en sus labios… necesitaba saber si al de lentes le paso como al él… quería saber… en verdad quería…
- ¿Sai? – El pelinegro reacciono y miro al peliblanco sin entender - ¿Qué pasa? – El chico le miro raro.
- ¿Estás bien? parecías recién medio ido y sin mencionar que parecías como impaciente por algo – El ojinegro se sonrojo un poco por ser evidente en eso, se sentía tonto - ¿Estás bien?
- Ha-hai – Dijo insultándose a sí mismo por tartamudear, Kabu sonrió ligeramente, en verdad era gracioso el otro.
- Dime… ¿Tú padre no te dirá nada de llegar tarde? – Preocupado por lo que le pase a Sai, este bajo la cara y desvió la mirada.
- No lo sé, no sé que le puede pasar por su cabeza – Kabuto temió lo peor por eso y sin pensarlo le tomo la mano del otro recuperando la mirada del moreno, este le sonrió y Sai solo se sonrojo un poco más.
- No sé qué es lo que quieres decir con eso exactamente… - Bajo la mirada un poco – Y créeme que me da temor pensar en lo que creo que es… - Apretó la mano un poco mas – No quiero que te pase nada Sai – Le miro decididamente y con un sentimiento reflejado en sus ojos que Sai no supo interpretar, pero hizo que su corazón latiera mucho y se sintiera cálido y protegido. Bajo la vista y sonrió.
- Estaré bien, tranquilo – Miro a los ojos oscuros de Kabuto – Yo se que estaré bien – Y sonrió mas, esa frase lo hizo sentir raro en dos maneras al peliblanco, una era algo que hacía que su corazón latiera rápido y cálido y otro… era que sintiera una punzada que le predecía algo malo.
- Esta bien – Decidió confiar en Sai – Pero… pero si pasa algo, aunque sea algo tonto y pequeño… solo dime, avísame y vendré enseguida ¿sí? – Deteniéndose antes de llegar a la casa de Shimura y tomándole la otra mano y así mirarlo de frente esperando una confirmación. Sai ante esto su corazón latió a mil mas, quería… en verdad quería…
- Hai – Dijo firme, sereno y sincero, Kabuto exhalo el aire contenido al saber que Sai le avisaría y le sonrió.
- Me alivia oír que… - No pudo seguir ya que Sai se aferro de su cuello y beso sus labios. Kabuto estaba tan sorprendido que no sabía qué hacer, pero no duro ya que Sai se separo y le dijo.
- Nos vemos – Y salió casi corriendo hacia la entrada de su gran casa-mansión y perdiéndose al entrar. El peliblanco quedo aun medio ido, pero luego sonrió.
- Tonto – Y se dio la vuelta colocando sus manos en sus bolsillos, aun sonriendo, pero también con ese mal presentimiento.
Sai por otra parte estaba reprochándose a sí mismo una y otra vez ¡¿Qué demonios había hecho?! Era un estúpido, pero no pudo evitarlo, él quería, quería en verdad volver a probar sus labios y sentir lo que había sentido…y lo hizo, volvió a revivir esa hermosa sensación que no sabía que era, pero… le encantaba, de verdad le gustaba. Sonrió con tristeza, se había enamorado de Kabuto sin darse cuenta… y lo peor es que este no sentía lo mismo y eso hacía que le doliera mucho el pecho… karma… pensó, como él había destrozado sentimientos de muchas personas, ahora el destino no quiere que el sea querido… se lo merecía, pero quería que fuera querido, quería que Kabuto sintiera lo mismo que el… sin pensarlo unas lagrimas resbalaron por su rostro… en verdad se había enamorado… en verdad… El sonido de la puerta de su habitación le hizo volver en sí y volteo rápidamente solo viendo una sombra en la entrada.
- ¿Papa?...
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- ¡¡¿Qué?!! – El castaño no lo creía - ¡¿Enserio?!
- Hai – Dijo Naruto sonriente – Se nota mucho, creo que él es muy raro en como demostrarlo, pero es algo definitivo – Seguía sonriendo.
- ¡¿Estás loco?! – Volteo su rostro sonrojado – Ni loco me pasare a ese bando y menos y es con ese loco enfermo de los bichos de Aburame – El rubio rio - ¿Qué?
- ¿Cómo sabes que es fanático de los bichos? – Mirándolo pícaramente. Kiba se sonrojo y voleo a voltear y cruzarse de brazos.
- ¡Eso es porque siempre lee esas revistas cuando voy a hacer revisiones a Akamaru y que siempre dice un comentario de ellos! Es horrible – Recorriéndole un escalofrío.
- Ya veo… pero es verdad. Se nota que al “fanático de los insectos” le gustas – Y rio como un bobo al ver la cara de su amigo y Akamaru se retorcía igual.
- ¡Cállate! – Y zapateaba el suelo – Solo eres un baka, baka, baka
- Jaja ¿Eh? Oe, tú eres más baka, baka, baka – Ambos se miraron desafiantes y se veía los rayos salirse de sus ojos, Akamaru solo volteo el rostro con una gotita en la cabeza y emitiendo un ladrido lamentero – Bueno no importa – Miro su celular – Debemos volver, se hará tarde y si Kabuto llega y ve que no estoy, se armara la gorda junto con mi onii-chan.
- Deidara y Kabuto si que te sobreprotegen – Empezando a caminar.
- Si, pero… lo hace porque me quieren y… debe haber mas cosas por las que lo hacen – Sonrió – Por eso los quiero mucho.
- Ya veo… en una familia se protegen mutuamente – Bajando la mirada algo triste, Naruto supo que había metido la pata.
- Si, es verdad – Y abrazo a Kiba – Y ahora tú y Akamaru son parte de esta familia loca a la que yo pertenezco y te queremos loco canino-ttebayo, jeje – Kiba miro la sonrisa amistosa y familiar que le regalaba Naruto, y correspondió sintiendo ese calor familiar.
- Gracias, Naruto – Y sonriendo mas – Aunque sigues siendo un baka ¿Verdad Akamaru? – Recibiendo un ladrido afirmativo en juego.
- ¡¿Eh?! ¿Por qué? Son malos – Y se fueron a casa en medio de sonrisas y risas.
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Los azabaches estaban muy molestos, no solo por los acontecimientos de ahora, sino que Dei estaba en el sofá con una marca roja en la cara, producto del golpe que recibió del hombre que ya se había ido dejándolo bajo amenaza. Si no fuera porque Deidara les detuvo habrían pateado a ese bastardo hasta desfigurarle la cara. Ahora Sasuke estaba mirándolo cautelosamente por la ventana, aun muy enojado, esperando que llegara Naruto y Kiba. Agradecía que Kenta hubiera estado con Kaoi, ver esa violencia le hubiera traído malos recuerdos y eso es lo menos que quería. Por parte de Itachi estaba que contenía las ganas de ir tras ese sujeto y matarlo con sus manos, se había atrevido a levantarle la mano a Deidara, estaba más que enojado. Él estaba ahora sentado en el sofá de la pared con una bolsa de hielo envuelta en un trapo contra la mejilla de el rubio.
- Maldición… debí…. – La mano de Deidara contra la suya (que estaba apoyada en su pierna ya que la otra le sostenía el hielo en su mejilla) le hizo salir un poco de sus pensamientos psicópatas. Dei le miraba con una sonrisa para calmarlo.
- Está bien, si hubiéramos reaccionado… habría terminado mucho peor – Y miro hacia el frente limpiándose el labio del cual aun se veía la sangre brotar un poco. Ita apretó más los puños.
- ¡Pero me hubieras dejado partirle la cara por lo menos yo! – Dijo alterado, captando un poco la atención de Sasuke. – Mira como te dejo – Quitando la bolsa y dejando ver su mejilla derecha roja con un raspón donde había salido sangre y el labio algo partido donde el cual también había salido sangre. – Un poco mas hubiera dejado el ojo morado o algo peor… que tal – Un zape de parte del rubio lo callo.
- Ya está bien baka – Dijo algo cansado del reclamo del mayor.
- Pero él tiene razón Deidara – Sasuke se sentó al lado del nombrado y miraba para abajo. Cuando vio que el hombre ataco a Dei… se asusto… pero fue hacia él y cuando vio el segundo golpe una ira lo invadió… si no fuera porque Dei le paro, el hubiera… habría matado a ese sujeto, enserio juraba que lo iba a matar – Si ese bastardo… te hubiera lastimado mas… si te hubiera… - Unos brazos no lo dejaron seguir. Dei le había abrazado.
- Ya Sasu… está bien… sé que no fue bueno de mi dejarlo, pero si reaccionaba el tendría más ventaja en ese supuesto juicio, por eso era mejor no hacer nada – Le empezó a acariciar los cabellos – Lamento haberte asustado Sasuke – De a poco a poquito el azabache menor fue correspondiendo un poco el abrazo y hundió la cabeza en el pecho del mayor. – Gracias por preocuparte – Y le dio un beso en la cabeza y se separo con una sonrisa que fue correspondida con una pequeña de parte del Uchiha menor.
- ¡Eso no es justo! A mí me golpeas y a mi Ototo-baka le abrazas y le besas ¿Dónde hay justicia aquí? – Dei lo miro mal reprochándolo por su comportamiento. – Ok, ok, pero no es justo que solo para mi haya golpes – Y se cruzo de brazos.
- Aniki, estas siendo muy inmaduro – Sobándose las sienes – Te calmas – Mirándolo afiladamente.
- Cállate Ototo-baka – A Dei se le salía la gotita de la mejilla izquierda y tenía un tic en la ceja y una mueca graciosa en los labios.
- ¡¡Onii-chan!! – La voz aterrada de Naruto llamo la atención de los tres. Naruto estaba parado en frente de ellos, con Kiba y Akamaru viéndolos igual de impactados que el rubio menor - ¡Dei! – Naruto se precipitó y abrazo a Dei sobre-protectoramente - ¿Qué te paso? ¿Por qué estas golpeado? ¿Quién fue? – La última pregunta salió con odio y rencor. Dei sonrió y alejo a su hermanito.
- Estoy bien… es algo que… paso con ellos, y… debemos hablarlo – Mirando a Kiba – Mañana – Naruto asintió captando lo que quiso decir su hermano, pero sintió enojo al saber que estos se atrevieron a golpear a su pariente. – Mejor ya vamos a dormir porque… - Se oyó los golpes de la puerta – Debe ser Kaoi.
- Kenta – Dijo Sasuke yendo hacia la puerta. Dei miro a su hermanito para ver si no se deprimía por eso, pero no, estaba normal… eso le alivio un poco. – Kenta, perdón si… ¿Oh? – Se sorprendió por él quien estaba en la puerta. - ¿Qué haces tú aquí? Vete
- Sasuke ¿Quién era…? – La cara de Naruto se estremeció al ver quien era… - Tú…
- Naruto ¿Qué…? – Mirando lo que Sasuke miraba con odio y Naruto con perplejidad… imitando al segundo en facción pronuncio - ¿Qué haces aquí?
- Deidi ¿Por qué están todos…? – Impresionándose al principio y luego mirando con una expresión llena de rencor y recelo, sin mencionar enojo. – Tú… ¡¡Maldito!! – Y se abalanzó contra ese sujeto - ¡Ahora si te romperé la cara! – Y empezó a querer golpear a ese malnacido pero el otro se defendía no golpeando pero si reteniendo y esquivando.
- ¡Ya basta! – Se oyó una voz joven, pero seria, firme y fría – Yahiko, deja eso y levántate – El pelinaranja se quito de encima al azabache y se enderezó colocándose al lado del que le ordeno. – Lamento esto… pero necesitamos hablar ¿No creen?
- No hay nada de lo que tengamos que hablar contigo – Le escupió Sasuke en verdad enojado.
- Uchiha, no es algo que concierna tu presencia, pero si ellos están de acurdo, lo hablaré en frente de ti. – Señalando a los rubios impactados – Pero si sigues así… - Mirándolo detenidamente – Me temo que deberás retirarte – El Uchiha se estaba cabreando y cuando por fin le iba a golpear a ese malnacido, alguien vino.
- Basta Menma – Todos dieron vuelta. Ahora Naruto y Deidara estaban más impactados.
- Ji... Ji… Jiraiya-san – Dijeron ambos rubios. El peliblanco se rasco la nuca y dijo con una sonrisa forzada.
- Oh, vaya, esto se volvió muy complicado, jeje, lamento todo esto enserio – Miro a Deidara - ¡Cielos! ¿Qué te paso en la cara? ¿Quién sea que fuera ese desgraciado, lo encontrare? – Echando fuego por los ojos, pero carraspeó la garganta un poco al ver que solo confundía más las cosas – Jeje lo siento, me deje llevar – Rascándose la nuca otra vez pero luego miro a los rubios seriamente – Pero debemos hablar ahora… - Los rubios aun estáticos, asintieron automáticamente como robots – Bien… pasemos adentro entonces…
- No creas que terminamos naranjudo – Apuntándolo – Me la voy a cobrar todas las que hiciste ¿Oíste? – Yahiko lo miro con el seño fruncido y sonrió.
- No me asustas Uchiha, y no te creas que solo por esto te hace dueño o algo de Deidara
- Ni siguiera pronuncies su nombre en tu asquerosa y traicionera boca – Escupiendo las palabras por lo asco que le daba.
- ¿Qué te hace creer que puedes ordenarme? Eso lo debe decir Dei – Frunciendo el seño disgustado, pero una idea le ilumino la mente, y sonrió sarcásticamente pero con mucho celos y molestia en su interior - … O… no me digas que… - El Uchiha alzo la ceja, Yahiko lo comprobó – Te enamoraste de Deidara – A Dei casi se cae, ya era la segunda persona que creía eso, pero no iba a hacer nada, ya que ni siguiera él sabía bien. Yahiko se vio más molesto – Aléjate de él
- No tienes el derecho – Se apresuro a decir – Le hiciste daño y querías herirlo otra vez en ese edificio
- ¡Jamás le haría daño! Y no debo hablar de esto contigo – Yendo hacia adentro. – Esto no queda así – Y se fue adentro. Itachi suspiro… no podía creer que todo esté pasando en una noche. Au así, no dejaría que ese malnacido se acercara a Naruto… ni a su Deidara. Ignorando ese pensamiento, se adentro en la casa.
Minutos más tarde
Estaban en una sala los siete. Sasuke había llamado a Kaoi para saber cómo estaba Kenta, al parecer ya estaba cenando y pronto le entraría el sueño, eso le alivio, Kaoi también le había dicho que Kabuto iría para allá en unos minutos, genial, ahora habría más en esa sala llena de tensión. Dejando eso de lado, Kiba se había retirado y se fue con Kaoi al ver que iban a hablar un tema delicado y ahora solo se estaba esperando al peliblanco quien se unió a ellos en unos minutos después, ahora eran ocho los que había. Naruto estaba sentado y al lado suyo parado estaba Sasuke con los brazos cruzados no quitándole la vista a los del sillón del frente, aun así no descuidaba a su rubio quien tenía la cabeza gacha. Deidara estaba igual que Naruto y por eso Itachi le sostenía la bolsa de hielo en su mejilla con sumo cuidado, esto no le gustaba para nada al pelinaranja, pero debía resignarse, Deidara de seguro ahora no confiaba en él. Como nadie hablaba, el mayor de todos lo hizo.
- Bien chicos lo que queremos decirle es que…
- Jiraiya… ¿Qué es lo que sabe de todo esto? – Dei por fin hablo, pero seguía sin moverse – Nos conocemos desde que tenía 13… ¿Por qué…?
- Ya niño, déjame hablar y las cosas se sabrán – Dijo con calma y delicadeza, Dei asintió. El peliblanco mayor suspiro, le afectaba y le dolía ver a sus niños así... pero ya fueron varios años de ocultárselo, así que debían decirlo, si o si… - Miren… no se bien como empezar, había ensayado esto varias veces pero jamás pensé que se complicaría tanto como ahora… - Se rasco la nuca y miro a los rubios que lo miraban aun con la cabeza algo gacha. – Escuchen… se que deben tener miles de preguntas, y serán respondidas ahora… creo… o por lo menos viniendo de mi…
- ¡Puedes decirlo de una vez! – Se altero Menma, siendo agradecido internamente por Itachi y Sasuke, al ver a sus rubios morir ante cada vacilación. – Perdón, pero es que me estas desesperando – Cruzándose de brazos y volteando su rostro.
- Bien, bien, bien, vaya mocoso… - Suspiro luego de rascarse las sienes – Bien… Naruto… Deidara… ustedes no son chicos normales – Los rubios se sentaron bien al oír eso que les molesto.
- Ya sabemos que no somos chicos normales… somos donceles ¿Qué es lo…?
- No me refiero a eso Naruto, déjame continuar, mocoso – Dijo en su tono de adulto severo reprendiendo al imperativo de Naruto.
- Hmph, viejo pervertido-ttebayo – Volteando su rostro.
- ¡¿A quién llamas así, mocoso insolente?! – Se enfrentaron sus miradas – Solo soy un adulto que goza de ver a la juventud viva eso es todo…
- Si, como no-ttebayo, eres un PERVERTIDO – Le recalco.
- ¡Ya basta! – Dei se paro y se puso en medio de los dos y tomándolos de sus nucas los estampo uno contra otro en su cabeza haciéndolos ver en ambos estrellitas. – Vaya, ustedes son unos niños – Los tres se miraron y rieron, así era siempre, como los viejos tiempos. Todo era visto por confundidos chicos que sonrieron por lo familiares que eran. Dei se puso un poco serio pero aun sonreía – Jiraiya, dinos lo que nos ibas a decir – Y se sentó en su lugar. El nombrado se sentó también y coloco sus brazos en sus piernas y miro serio a todos.
- Lo que quiero decir… es que la persona que va tras ustedes quiere algo aparte de lo que creen, algo que ha estado queriendo desde hace mucho y que solo ustedes se lo impiden. – Los rubios no entendieron, pero dejaron continuar al mayor – Su padre se los dijo en ese video… sí, yo ya lo había visto y creí que su existencia se había perdido, pero ahora más sentido tiene el que ellos lo tuvieran. En fin… su padre no era un hombre cualquiera… era el hijo de personas poderosas, pero él no quería esa vida, por eso escapo – Los chicos sentían un nudo en la garganta, aun así no interrumpieron – Omitiendo todo ese relato, el logro por fin volver al cargo del poder y conservar a esa hermosa familia de la cual sus abuelos se sentían orgullosos y felices, porque en verdad los amaban. – Los rubios no entendían bien esa parte – Esas perdonas malas que su padre dijo que le obligaban a muchas cosas eran sus abuelos, ellos buscaban lo mejor para él… - Bajo la cabeza – Pero necesitaron perderlo y quedarse dolos para ver que lo mejor para él, era lo que estaba haciendo, trabajando duro y formar una hermosa familia – Sonrió con tristeza y nostalgia, miro hacia donde estaban los Uzumakis – Pero eso no basto, ya que hubo otro que quiso hacerle daño a su padre, solo por envidia… y consiguió desacer… - No podía continuar… era doloroso – Se encargo de Minato y Kushina de la forma que creyó que nunca más le estorbarían… pero no conto con algo… ustedes – Los rubios abrieron grande los ojos.
- ¿Qué es lo que trata de decir viejo? – Dijo Naruto preocupado de la conclusión de esa explicación. El peliblanco levanto la mirada seriamente.
- Que ustedes son ahora el estorbo para que el consiga lo que quiere, por eso esas personas quieren destruirlos. Orochimaru era uno de esos, pero lo más ventajoso que consiguió con esto fue que seguiría con esos horrorosos experimentos.
- Pero… yo recuerdo que vi a Orochimaru cuando era más pequeño – Dijo Deidara tratando de ver si él sabía algo también de eso.
- Era natural… ya que él trabajaba con sus padres…nunca confié en el, pero su padre insistía en que era mi…. Bueno el siempre trataba de hallar una luz en un oscuro ser – Los rubios sonrieron… esa manía también la tenían ellos.
- Puede… - Naruto pensaba que la historia no llegaba casi a nada – Llegar al punto de esto.
- Si… - Se volvió a poner serio – El punto de esto es que… sus nombre fueron censurados por su bien, omitieron parte de su identidad para mantenerlos a salvo… sus nombres completos son… Deidara y Naruto… Uzumaki… Namikaze – Todos, menos Yahiko y Menma, abrieron los ojos de sobremanera, ese apellido era reconocido mundialmente por ser la empresa más grande de tecnología y automotriz del mundo.
- No… no eso… eso no puede ser… - Dei aun no podía creerlo y menos Naruto.
- Lo es y lo siento, pero aun deberán ocultar ese nombre o podría traerles más problemas si saben con exactitud su ubicación – Se paro y se sentó en medio de ambos rubios y los atrajo hacia su pecho con sus brazos. – Se que deben estar procesando muchas cosas, pero esto no acaba…
- Pronto llegara el cumpleaños de Naruto – Hablo Yahiko captando la atención de todos.
- Muy pocos lo sabemos, solo de confianza. – Menma ahora tomo la palabra – Pero… en el testamento de se dicta, que cuando Naruto llegue a los 18, ambos hermanos tomaran el control de todo y todo decreto de testamento se anula.
- Eso significa que cuando ellos tomen el control… todo otro sucesor secundario queda absorto y que solo Naruto y Deidara podrán decidir el destino de la corporación – Itachi hablo siendo asentido por Menma.
- En otras palabras… cuando eso pase, se modificaran los documentos y quien fuera que estuvo como heredero secundario… se quedaría sin nada y jamás obtendría nada, ya que ellos tendrán otros sucesores… hijos. – Kabuto continuo siendo asentido por Yahiko.
- Es por eso que esta persona quiere deshacerse de Deidara y Naruto, sin ellos, el se quedara con todo y no habría más futuros herederos Namikazes quienes lo amenacen con quitarle todo – Ahora Sasuke tomo la palabra alterado, siendo asentido por Jiraiya.
- En conclusión… esa persona no parara… hasta verlos… muerto – Dijo Menma dando una punzada a todos los que estaban ahí.
- Vaya, tú siempre diciendo las cosas con tacto – Negó con la cabeza y una mano en la cara el ojimiel – Pero no se asusten… Menma y yo ya estamos en esto… no podemos decir mucho… pero – Mirando a Menma, este lo miro y cerró los ojos para abrirlos rápidamente mirando hacia el frente.
- Pero sabemos quién es su atacante, estamos siendo infiltrados en su organización para detenerlo por dentro – Esto impacto a los Uchiha y a los Uzumaki.
- ¡¿Y por qué no hacen nada?! – Se paro altero mas Sasuke - ¡Si lo saben hagan algo! ¡Lleven a ese mal nacido al infierno!
- Ototo… no pueden…
- ¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!
- Porque no hay mucha evidencia que lo incrimine, sin mencionar que ese desgraciado nunca mueve un dedo…
- Es verdad – Todos miraron a Kabuto – El mueve a otros para hacer su trabajo, los mafiosos, los asaltantes… - Poniéndose serio – Todo eso lo hace para no incumbir ni una huella suya en todo este asunto que podría dejarlo en la ruina – Menma se sorprendió, pero asintió. – Mierda… sabia que esto iba a complicarse más…
- ¡Pero hay algo que no logro entender! – Naruto miro a Jiraiya. – Yo… desde que tengo memoria he vivido aquí con mi onii-chan ¿Cómo puede ser que hubiéramos tenido otra vida? No lo comprendo…
- Tú y Deidara iban a estar en peligro si la sociedad les conocía… por eso, desde que Dei cumplió 3 años, decidieron esconderlo omitiendo su otro apellido y vivir en un lugar que nadie jamás buscaría, luego naciste tú – Acariciando suavemente sus cabellos – Y también hicieron lo mismo. Por eso su vida aquí y saben que… sus padres no se arrepienten de nada, ya que amaban la vida sencilla y sabían que así aprenderían los verdaderos valores… pero sabían que iban a también pasar por dolores – Volviéndolos a abrazar.
- Entonces… Cuando sea 10 de octubre… nuestra vida cambiara – Jiraiya asintió – No quiero eso… amo mi vía así.
- Yo también… - Dijo Naruto.
- Lo sé… pero debemos ser fuertes… - Lo rubios asintieron, sin duda esa noche no dormirían bien. – Ahora Deidara – El mayor lo vio. El peliblanco mayor sonreía pero luego se puso serio - ¿Quién te hizo eso en la cara? – Dei comenzó a reír nerviosamente. – Deidara…
- ¡No te incumbe! – Y salió corriendo siendo seguido por el mayor de todos.
- ¡Dei ya estas viejo para huir de los mayores! ¡¿Quién fue?! – Corría tras el rubio de coleta.
- No viejo pervertido, deja de Dei-onii-chan – Y fue tras los que corrían.
- ¡Dobe, es peligroso! – Y ahora Sasuke corría tras Naruto. Se formo una persecución en torno a la sala donde 4 giraban en círculos siguiéndose unos a otros.
- Jaja, esto me trae recuerdos – Reía Menma en su forma de primo de familia.
- ¡Tú cállate idiota! – Sasu le lanzo una almohada con fuerza a Menma haciendo caer. El pelinegro se levanto.
- Uchiha-bastardo… - Y empezó a seguir a Sasuke para retorcerle el cuello como deseo desde que se entero del abuso a su primito.
- Esto sí que es divertido – Decía Itachi con una sonrisa, pero luego se paro – Deidi, no debes correr cuando estás herido – Iba a ir hasta este, pero un pie se lo impidió. Se cayó de cara al piso haciendo frenar a toda la persecución. El azabache alzo la mirada con rencor topándose con la cara burlona de Yahiko.
- Te dije que no te le acerques – Dijo lo suficientemente bajo para que solo Itachi escuchara.
- ¡Ahora sí! – Itachi iba a lanzarse sobre el pelinaranja pero casi todos se lo evitaron - ¡Suéltenme! Voy a arrancarle la sonrisa de la cara – Decía siendo jalado por Jiraiya, Sasuke y Kabuto.
- Ven acá si es posible – Siendo jalado por Menma y Naruto. Dei miraba esto sin saber porque sentía que eso era por su culpa.
- Jeje… debe ser mi imaginación – Yéndose a la cocina para hacer algo el hambre le ataco.
************
- Si… ya me infiltré a la escuela…- Dijo una voz femenina revisando carpetas y carpetas – Si, estoy buscando… si me puse los guantes, no soy idiota – Buscando mas carpetas y pasando las hojas rápidamente – No, no estoy jugando… estoy haciendo lo mío, así que… ¡Aja! Lo encontré – Dijo con una sonrisa maliciosa y demente, tomo bien su celular – Danzo… encontré lo que buscamos…. La dirección de los asquerosos donceles.
Continuará…