Capitulo 35. El último tiro.
Como Danzo se había ido por el ascensor pensaron que irse por las escaleras era la mejor opción. Así que empezaron a correr escaleras abajo. Debían seguir, alcanzarlo y pararlo. Ahora los rubios les costaban un poco ya que estaban aun algo débiles, pero pronto eso pasaría porque estaban en una situación del que no podían resignarse así como así. Se preguntaban hasta que piso habrá llegado, o si seguía en el edificio o si se había ido.
– Sasuke ¿Qué es lo que vamos a hacer si lo atrapamos? – Naruto ya sabía que llegaría a pasar si no lo atrapaban, pero si hubiera la posibilidad de acorralarlo… ¿Qué harían?
– Pues primero molerlo a golpes – Naru vio que el azabache hablaba muy enserio.
– Sasuke no vamos a hacer eso – Deidara y Naruto al menos pensaron que Itachi pensaba un poco, aunque ellos también querían golpearlo, aun había algunas cosas que llegar a saber – Hay que torturarlo… pero hay que dejarlo con vida para sacarle todo lo que sepa. – Ahora si a los rubios se les resbalaron la gotita. Pero bueno, no se podía hacer nada ya que ellos también querían que sufriera con todas sus fuerzas.
Siguieron corriendo hasta que por fin llegaron a la planta baja. Estaban algo agitados, pero Naruto divisó algo a través de las puertas de vidrio. Había un auto negro y en este se estaba subiendo Danzo. Cuando Naruto lo apunto rápido fueron para llegar a él pero fue inútil, el móvil arranco apenas salieron.
– ¡Maldición! – Exclamo Itachi.
– ¿Y ahora qué? – Sasuke estaba irritado.
– Creo que…– Deidara no pudo seguir porque escucho como algo se acercaba derrapando ruedas. Como si fuera digno de una película de acción llego una camioneta blanca.
– ¡No se queden ahí! ¡¡Suban!! – Los azabaches se sorprendieron por esto, pero reaccionaron rápido y metieron a los rubios que estaban más que asombrados. Naruto y Deidara no podían contener ese asombro de ver a Tsunade, ya que hace rato no la habían visto, a ella y a…
– I-Iruka-sensei… Ka-Kakashi-sensei – Dijo Naruto aun no sabiendo que estaba pasando… ¿Ahora venían sus maestros más allegados? ¿Qué más faltaba?
– Naruto, Deidara ¿Están bien? ¿Les duele algo? ¿Necesitan algo? – Iruka no perdió tiempo en revisar a los rubios, estos aun estaban sin palabras coherentes, pero el menor reacciono primero.
– I-I…I… – Abrazo al mayor que hace mucho no había visto – Iruka-sensei – Dijo casi en un susurro. Iruka sonrió después de la sorpresa y lo abrazo, pasa separarlo lentamente.
– Perdón Naruto, pero ahora no es momento de ponernos emotivos – Con una sonrisa dulce. Naru asintió feliz y volvió a algo serio. – Kakashi-sensei ¿Dónde crees que pueden ir?
– Al muelle – Los jóvenes miraron al que contestó, Jiraiya, quien conducía.
– El tiene razón, el muelle es donde sus hombres están en actividad… y donde en contra de todo, comenzó una balacera dejando a Karin, Suigetsu, Gaara y Chouji desprotegidos – Naruto se impacto.
– ¿Cómo? ¿No iba a estar la policía con ellos? – Pregunto el Uzumaki mayor.
– Al parecer a ellos los emboscaron aparte y los alejaron, ahora como sabes, los estudiantes no tienen balas reales – Dei apretó los labios fuertemente.
– Entonces vallamos allá ahora – Dijo Itachi.
– No sé cuanto puedan resistir, pero debemos apurarnos antes de que las cosas empeoren y ese desgraciado llegue y se vaya – Con eso, todos asintieron y fueron rumbo hacia el muelle.
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– Shikamaru ¿A dónde vas? – Pregunto Ino. Quien había llegado hace poco al ver que se quedo sola en el otro camión.
– Necesito irme, me siento inquieto con algo – Dijo poniéndose un chaleco para salir – Quédate con Hinata, no me gustaría pensar que están aquí las dos solas – Dijo para acercarse a abrir la puerta del móvil.
– Si es así ¿Por qué todos se van? – Shika salió y antes de cerrar volteo y sonrió a la rubia.
– Porque no vamos a dejar que los que queremos peleen solos. – Volteo – No si podemos estar ahí para ayudarlos aunque sea en la más mínima cosa – Y así cerró y empezó a correr.
Ino quedo ahí parada pensando en lo que dijo Shikamaru.
– ¿Ino? – Pronuncio Hinata curiosa de saber que estaba pensando. La chica solo apretó los puños y volteo a ver a la Hyuga con una sonrisa.
– Tiene razón – Hina parpadeo, pero sonrió.
– Ellos van a apoyar a los que quieren….
– Exacto – Puso una sonrisa juguetona y divertida cerrando los ojos. - ¿Por qué nosotras no?
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– ¡¡NOOOO!! – Grito Karin cuando oyó un disparo, entre muchos, pero con el grito del peliblanco nombrando al Sabaku… sin duda, sabía que algo malo le había pasado a Gaara y su intuición se lo confirmaba.
Pero ahora no podía salir, aunque quisiera hacerlo, no podía buscar a sus compañeros en ese lio que había. Respiro hondo y miro a penas por la pared donde se estaba refugiando, ahí era un desastre, la gente disparaba al azar, pero había algo extraño en todo eso.
– ¿Te diste cuenta, verdad? – No supo en qué momento llego Chouji frente a ella. Aunque contestando a la pregunta asintió un poco dudosa.
– Es… como si dispararan al azar y no fueran a ninguna parte – Chouji asintió.
– Creo que solo nos despistan… creo… que tratan de refugiar algo – Chouji le tendió la mano y la pelirroja la tomo. – No es bueno quedarnos aquí, Gaara al parecer tuvo un accidente, así que entre mas no quedemos mas estaremos en peligro de que nos den. Busquemos a los otros dos y tratemos de salir de aquí y buscar en todo el sector del muelle… algo prepararon ellos, y lo vamos a sabotear – Y así la levanto del piso y se fueron lejos de esa pared que justo unos segundos después aparecieron tres hombres queriendo ver si había alguien ahí.
No muy cerca de ahí, pasaba lo mismo, había gente que buscaba en cada rincón, queriendo derribar los bodegas del puerto en busca de los intrusos, ya que si no los paraban, su amo se iba a enfadar mucho. Pero nadie sabía que ellos ya estaban lejos de la parte de las bodegas y ahora estaban en la zona pesquera en una de las cuantas casitas donde se guarda la carnada y cosas para pescar. Suigetsu miraba la ventana con disimulo para que nadie se percatara que había alguien ahí, pero era inútil, nadie estaba en esa zona. Suspiro pensando que ya podría tomar un respiro. Volteo a ver a su compañero y no estaba muy bien a vista.
– Gaara….
– Estoy bien – Dijo seco aunque no parecía convencerse mucho de eso.
– Gaara, tu hombro sangra y no puedo dejar que pierda más sangre – Gaara miro su hombro. En cuanto ese desgraciado había apuntado a Suigetsu el había reaccionado y se puso delate de él y disparo al mismo tiempo que el otro. La bala por suerte y desgracia cayó en su hombro y su somnífero le dio justo en el cuello haciendo que el otro caía de bruces al suelo. Después ambos salieron disparados a la zona pesquera antes de que la gente se acoplara en el lugar por el grito de Suigetsu y el sonido fuerte de las dos balas que sonaron y se dispararon al mismo tiempo.
– No es nada, solo debo para la hemorragia – Rasgando parte de su camisa para empezar a cubrir la herida, Suigetsu se asombraba por la conducta fría del Sabaku, aun así…
– Déjame a mí – Tomando el trabajo de vendarlo y cortando también parte de su ropa para así cubrir más. Gaara no quería pero termino cediendo – No hagas eso, como tu compañero me gustaría que confiaras en mi – El Gaara desvió la mirada – Sé que nunca has confiado mucho en la gente que te rodea, pero creo que es momento de cambiar esa parte de ti – Empezando a hacer el nudo – Si quieres que la gente que quieres proteger también confié en tu persona, deberías hacer lo mismo, es egoísta que les dejes sin saber qué te pasa cuando tu presionas para que te digan que les pasa – El ojiaqua abrió los ojos grandes y luego los entrecerró comprendiendo que es lo que le quería decir Suigetsu.
– No es que no quiero que no sepan nada de mi… soy consciente de que se preocupan más cuando no les digo que me pasa… pero… – El peliblanco termino la tarea de vendarlo. – Pero… aun no sé cómo expresarme con las palabras – Agachando un poco su cabeza, el peliblanco lo miro serio…. Hasta que…
– Pfff – Se escucho el resoplido. Gaara lo miro mal.
– No te rías idiota – En verdad tenía cara cabreada.
– No es que… - Se limpio los ojos y lo miro comprensivo – Creo que estas progresando, así que no digas que no puedes – Gaara asintió, al parecer ya estaba pudiendo sacar algunas cosas de él.
- ¡Suigetsu! – Ambos voltearon y vieron a Karin y Chouji acercándose - ¡Gaara! – Ella fue hasta el pelirrojo y lo miro preocupada pero aliviada de ver que no había pasado nada grave.
- Karin, Chouji – El peliblanco se paro y miraba serio – Estamos en el muelle, hay que ver qué pasa con que ellos prepararon para su jefe.
- No sea fácil por lo que veo. Conseguimos despistarlos atrás, pero no sé por cuanto – El castaño volteo aun escuchando a lo lejos algo del bullicio del acontecimiento anterior.
- Además, no sabemos cuando llegara el “jefe” – Karin se paro y se acomodo mejor el rifle en su espalda.
- Sentados acá hablando de eso, no servirá, por eso, es mejor pararnos y empezar a buscar – Todos asintieron a lo que dijo el Sabaku.
- Bien, el punto de reunión es aquí, en 20 minutos si no encuentran nada, iremos mas allá. – Señalando el territorio terroso que aun no era pavimentado. Todos asintieron, Suigetsu los miro a todos - ¡Vamos! – Y con eso todos partieron.
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- Creo que pronto la señal será mandada – El ojiluna miraba en la cima de lo que parecía ser una torre y estaba parado en una viga roja. – Solo espero que después de esto, podamos ser como antes – Siguiendo vigilando con los binoculares tecnológicos.
- “Aquí Ino, aquí Ino” – Neji tomo el comunicador y atendió.
- Aquí Neji ¿Ya está viniendo, verdad? – Silencio.
- “Escucha Neji, aun tienes tiempo de…”
- Yo decidí hacer esto – Dijo sin titubear. – Voy a ayudar, y si esto, es algo que pueda hacer yo, entonces lo hare.
- “Pero…. Hina…”
- Lo sé, pero no se puede evitar – Sonando algo triste, pero firme. – No debo distraerme, debo vigilar, ya que aquí es donde se reunirán… todos – Y apago el comunicador antes de que la rubia le dijera otra cosa.
Miro un poco el cielo, era una noche con una luna media, era lindo pese a algunas nubes. Sonrió pensando de todo esto, solo podría tener un remordimiento.
- Si me salvo, se lo diré – Y con eso volvió a su tarea y empezó a vigilar.
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- Ya está todo, creo que podemos confiar en ellos – Apagando su celular. Kabuto arqueo una ceja.
- ¿Crees? – El mayor suspiro viendo cada desconfianza que le intuía su hijo.
- No, estoy seguro – Sin rodeos, si algo aprendió de su hijo en ese poco tiempo, es que cuando estaba enojado y ansioso es mejor ir al punto, sino se enfada mas. – Es mejor que empecemos a movernos – Empezando a caminar, pero frenando al ver que el menor no avanzaba. - ¿Ahora qué?
- Quiero que me expliques ¿Qué quisiste decir con eso de no pudiste arriesgarte? – Al mayor sus ojos se oscurecieron.
- No es momento para eso, es mejor avanzar ahora, debemos ir a ese punto ahora – Y comenzó a caminar otra vez. Kabuto se dio cuenta de que él escondía algo de lo cual no iba a hablar, pero si algo sabia él era como sacar información.
- Tarde o temprano me lo dirás, y yo hare que sea temprano – Y con esas palabras hizo frenar a Juzo, y como él comenzó a andar, lo rebaso.
Juzo apretó fuerte los puños mirando hacia abajo.
- No, si yo puedo evitarlo – Murmuro y comenzó a caminar de nuevo.
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- Esto no va a quedar así – Parándose un poco forzada. Le dolía la cabeza, pero la ira que sentía por dentro era más que suficiente para hacerla caminar. – Sasuke – Sobandose la cabeza – No es bueno golpear a tu futura mujer – Acariciando el chichón. Hizo una mueca amarga - ¿Por qué? – Tenía la cabeza gacha. - ¿Por qué todo termina siempre así para mí? – Sus ojos estaban cristalinos y su expresión era de tristeza total. – Siempre soy yo la que debe sufrir sola – Y cayendo de rodillas comenzó sollozar – No lo aguanto, no lo aguanto – Tratando de limpiar sus lagrimas.
Se tomaba donde estaba el diafragma para hacer presión y tratar de calmarse, pero se sentía tan dolida, otra vez se quedo sola, como en el pasado, otra vez nadie la iba a venir a ayudar y la dejaron para que solo la oscuridad la sucumbiera.
---------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------------
Era un día hermoso, ella daba pequeños saltitos sonriendo muy feliz. Ella no tenía preocupaciones, no era mala, era solo una niña de 7 años que quería jugar y tener amigos. Ella a esa edad tenia sueños, quería ser medica, la mejor, así podría ayudar a todos, sea rico, pobre, humilde, grande, pequeño, ella solo quería un mundo más lleno de sonrisas. Llego a un parque, un muy hermoso y semiprivado, sus padres la llevaban siempre ahí, a veces ella se escapaba para ir a un parque normal, a ensuciarse y reír con los demás niños.
Pero a veces los niños eran malos con ella, como ella tiene una gran frente siempre se le burlaban, no le hacía caso a eso, pero cuando le tiraban tierra ahí era otra cosa. No podría soportarlo de no ser por su mejor amiga, ya con ella a su lado nada importaba. Sus padres se fueron dejándola ahí para que jugara, cuando perdió la vista el auto y paso un tiempo, salió de ese lugar y se tomo un metro y un bus para irse al parque donde ella jugaba en secreto. Le gustaban los transportes, para una niña, era entretenido viajar.
Cuando llego entro corriendo al parque, quería divisar con la vista a su querida amiga. Cuando lo hizo fue hasta ella.
- ¡Te encontré! – Abrazándola por detrás. La niña emitió un gritito, pero loego bufo y se saco de encima a Sakura haciéndola caer de sentón - ¡Auch! ¡Eso dolió! – Haciendo mohín.
- Sakura, no sorprendas a la gente así. Un día me causaras un ataque cardiaco – Palmeándose el pecho y viendo con reproche a su amiga ojijade. Ella solo sonrió.
- Si es así, yo te atenderé. Te curaré, y si empeora con el tiempo, cuidare de ti – Levantándose y abrazándola. La niña se rio y le palmeo la cabeza.
- Lo sé, lo sé.- Apartándola – Pero no soy débil, sabes que no me enfermare sin dar pelea jeje – Sakura rio. – Vamos a jugar. Las demás están esperando – Ella asintió feliz y fueron con las demás niñas.
- Por fin llegaron – Dijo una niña de cabello corto y castaño - ¡Los niños quieren unirse a jugar! – Dijo de mala gana – No queremos, siempre terminan queriendo herir a Sakura-chan – La nombrada bajo el rostro apenada y algo feliz de que ellas fueran tan buenas con ella.
- Esos bakas – Con sus mejillas infladas – No sé que quieren esta vez, pero llegan a hacer llorar otra vez a Sakura ¡Voy a obligarlos a comer tierra! – Agitando sus manos en tono firme.
- ¡Hai! – as otras tres niñas exclamaron en acuerdo con ella. Sakura miraba esa escena y su corazón sonrió feliz. Los amigos eran los mejores.
- ¿Y entonces? – Llego un niño - ¿Van a jugar? – La mejor amiga de Sakura dio un paso al frente.
- Solo si se comportan bien. un paso en falso, y los matamos – Dijo segura. A los 3 niños les recorrió un escalofrió por la forma en que los miraban las niñas, pero asintieron. Ella volvió con Sakura – Si te dicen algo, lo más mínimo, me avisas.
- Hai – Dijo Sakura.
- ¡Bien, Vamos a jugar! – Y comenzó el juego de captura la bandera.
Todo el jugo iba bien, se escondían, corrían, reían, pero siempre hay algo que lo caga. Cuando Sakura estaba escondida para localizar la bandera de los chicos, dos de ellos la rodearon y rieron.
- Mira, la frentona cree que puede con nosotros – La pelirosa emitió un pequeño quejido por el apodo, y las expresiones de los chicos, solo significaba que nada iba a salir bien de eso - ¿Qué pasa frentesota? ¿No puedes hablar? – Empezándola a rodear como si fueran fieras.
- Seguro que como su frente es tan grande no hubo tiempo de fabricar una lengua, jaja – Sakura pensaba que eso ni siguiera tenía sentido, pero le afectaba un poco. Apretó las manos y sus pantalones y sus labios hicieron una mueca.
- Oh, parece que la vamos a hacer llorar – Dijo con sarcasmo el niño pelibordo.
- Pero si solo es una llorona, es una frentona llorona – Sakura no quería llorar, solo sentía impotencia de no saber qué decir, porque todo lo que decían de ella… era verdad.
- ¡¡Ustedes bastardos!! – Se escuchaba una corrida y como alguien grito, cuando los niños voltearon hacia atrás, solo recibieron una patada, ambos en el pecho. - ¡¡¿Qué les dije de comportarse?! Pero claro, son niñitos de mamas come mocos, que todo lo que les dicen les entra por un oído y les salen por el otro, son unos retrasados, no jugamos mas – Y con eso tomo la mano de Sakura y se fueron.
Cuando estaban ya saliendo del parque, despidieron a las demás que consolaban a Sakura y le decían que todo iba a estar bien. La mejor amiga acompañaba a la parada del bus. El viaje era silencioso, ella volteo y vio a la ojijade reteniendo inútilmente las lagrimas y moqueando con cara rara.
- ¡¿Enserio ahora estas llorando?! – Sakura solo agacho la cabeza.
- ¡Solo quería ser fuerte! ¡¿Por qué no solo puede ignorarlos?! Buuaaa - La niña suspiro y se acerco a la pelirosa.
- Solo necesitas más confianza – Sakura miro a su amiga. Ella sonreía gentilmente – Veras que cuando florezcas, nada te detendrá, solo ten más seguridad y no te dejes vencer por nadie ¿Si? – Sakura sonrió asintiendo. Esa época era tan bella. Nada podía derribarla y tenía el corazón lleno de metas hermosas… pero…
Su cara de impacto no salía, pensaba que no debía tomarlo tan a pecho.
- ¡Eres lo que más amo en esta vida! – Mientras abrazaba a un niño y le daba besos por toda la cara - ¡Lindo, lindo, lindo! ¡Eres tan lindo que quiero comerte y lo hare!
- Wuaaa, no lo hagas, me dejas babas – Queriéndola apartar un poco.
- ¡No seas maleducado Naruto! No conmigo, que seré tu esposa – El niño puso cara de pánico.
- ¡Eso es imposible-ttebayo!
- Jaja, lo sé, lo sé. Pero te amo – Abrazándolo – A ti y a Dei son a los que más amo en esta vida, nada más ni nadie más.
- Yo también te amo… nee-san – Dijo apenado sonrojado. Claro que nee-san solo lo dijo como honorifico, Sakura se dio cuenta. Ella apretó los puños, y se fue, tal vez, y solo tal vez, esto sea un mal sueño.
Al día siguiente estaba en esa plaza, también estaba el mismo niño, ellos jugaban y ella estaba olvidad, se notaba que su mejor amiga no la recordaba en ese momento. Así fue cada día, cuando ella se juntaba con su mejor amiga, la notaba más distante y cuando la veía con ese chico se veía feliz. Así… hasta que…
- ¿Se fue?... – No cabía en eso… Su mejor amiga supuestamente desapareció, nadie sabía dónde estaba y que paso… pero ella sabía que pasó… ella sabia quien es el culpable… ese… Naruto.
---------------------------------------- Fin del Flash Back ------------------------------------------
- ¡¡NO!! – Tomándose la cabeza – Me dije que no era así, debía hacer otra explicación ¡¡Debía haber!! – Grito tratando de no perderse a sí misma otra vez. – No hice, nada, yo no hice nada, solo me dije que tal vez exageraba… pero… pero… - Poniendo cara de tensa – Volvía a pasar lo mismo con Sasuke, lo venia venir, no podía arriesgarme, nunca quise… yo… - Se golpeo la cabeza… ese golpe la cayó. Se levanto otra vez y saco un pañuelo para limpiarse la frente – Vaya, vaya… cuando quiere reaccionar lo hace fuerte – Guardando el pañuelo – No te preocupes… todo saldrá bien – Otra vez se perdió – Yo me encargare… déjaselo a tu instinto – Y con eso, empezó a ir hacia al ascensor para terminar con lo que comenzó.
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- ¿Es aquí?- Pregunto Naruto al ver que llegaron a un lugar vacio y demasiado tranquilo la cual contaba con poca iluminación.
- Si. – El mayor miraba atento a todo alrededor, demasiado tranquilo, eso le inquieto un poco – Si esto no se desenvolvió para mal, los demás deben estar bien – Los rubios no se tranquilizaron con oír eso, los azabaches permanecieron serios, no podía decir nada que confirmen la seguridad de los demás, aunque ellos también querían que estuvieran bien, no podían dar ilusiones falsas. Jiraiya apago el auto. Todos bajaron y el último en salir fue Kakashi. Este miro un poco el cielo y luego a otra dirección.
- Bueno, creo que aquí nos separamos – Todos voltearon a ver al que hablo. Los más jóvenes confusos no entendiendo bien a lo que se refería. – Aun quedan cosas que hacer – Encendiendo un cigarro. Cuando exhalo miro al hombre mayor y este asintió.
- ¿Jiraiya? – Tsunade le miro expectante pero el señor no titubeo la mirada.
- Tranquila – Fu hasta ella con una sonrisa despreocupada y coloco una de sus manos en el hombro de la mujer. – Al rato nos veremos, y tú sabes lo que debes hacer – La mirada ojimiel de la mujer mostraba que estaba preocupada, eso hizo sonreír un poco a Jiraiya que acaricio sus cabellos tiernamente tratándola cual niña pequeña. Eso hizo fruncir el seño a la voluptuosa mujer y se aparto molesta. – Jeje, no te enojes. Muchachos – Dirigiéndose a los Uchihas – Se los encargo. Protéjanlos – Ambos moremos asintieron – Chicos – Esta vez a los Uzumakis – Cuídense – Y le acaricio a ambos los cabellos. Ellos asintieron también un poco – Mejor descansen un…
- Iremos – Ambos rubios hablaron. Jiraiya sabía que ambos estaban fatigados pero que no vacilarían hasta acabar con todo. Solo les sonrió.
- Oye, Kakashi – El emparchado/cubierto hasta la boca por una cuellera, lo miro – Mas te vale hacer bien tus cosas o cuando vuelvas te mato – Kakashi sonrió y tiro su cigarrillo para asentir con su ojito feliz.
- Si, ya verás que definitivamente volveré para que me mates – Si nada de burla, el castaño lo miro con reproche. – Nos vemos, cuídense todos – Y así se fue con el hombre mayor hacia otra dirección.
Kakashi sabía que, pese a como lo dijo, lo que en verdad quiso decir Iruka era que volviera a salvo, y así lo haría, decisivamente volvería. Mientras tanto, el moreno esperaba que el muy baka inútil no se creyera la gran cosa por hacerse ideas en la cabeza… que tal vez puedan ser ciertas.
- Muy bien, nosotros vamos a ir hacia el muelle, seguro que los demás pueden estar ahí así que…
- Eso si los dejo – Se oyó la voz de una mujer. Todos voltearon y se encontraron con una mujer de cabello largo, hasta los tobillos de color castaño rojizo, dos mechones los cuales, uno cubre su ojo y dos que cruzan sobre su pecho y de ojos verdes claro.
- Mei Terumi – Pronuncio la rubia mirando a la mujer con rencor. Ella hizo lo mismo pero con mas hastío.
- Tsunade Senju – No dejando de apuntar con su arma. La rubia dio un paso en frente sin apartar la mirada.
- Ustedes adelántense, yo me encargo – Todos se sorprendieron un poco.
- Como si fuera a dejar que eso pasara – Apuntando a los demás y cuando iba a disparar un tiro hizo que su arma saliera volando, algo impactada, busco con la mirada la causa de eso y vio que fue Tsunade quien había sacado también un arma… ¿Pero cuándo?
- No desvíes tu mirada, la próxima podrías arrepentirte – Apuntando esta vez a su persona que a un objeto – Ya váyanse – A su grupo de atrás.
- Ok, cuídate – Dijo Iruka – Andando.
- Tsunade-oba-chan, más vale que venga a salvo – No queriendo, pero ambos rubios dijeron eso al mismo tiempo, a la mujer le salió una venita.
- Ambos hermanos son iguales, cuando regrese les daré un correctivo – Murmuro al oír que le dijeron abuela.
- Mierda, al parecer, tengo que matarte primero si quiero acabar con ellos – Viendo de reojo su arma que quedo tras ella.
- Eso sí lo logras ¿Crees que no puedo dar pelea? – Afilando su mirada. – Aunque no creí que cayeras tan bajo como para servir a un tipo como Danzo – Ella sonrió.
- Odio a Danzo – Tsunade arqueo la ceja – Pero tengo mis razones, y entretenerme contigo solo me atrasa, así que… - Sacando otra arma detrás de su pierna y disparando. La ojimiel evito la bala, estando en un terreno libre, no iba a ser capaz de protegerse con algo, pero daría pelea y devolvió el tiro. Mei también lo esquivo y haciendo una media vuelta hacia atrás tomo su otra arma y esta vez disparaba con dos.
- Bruja – Corría y a veces retrocedía y saltaba tratando de evitar las balas, hasta que llego a un gran pilar de luz y se cubrió tras este. Tsunade se aventuro y salió un poco para disparar, la joven mujer solo se movió un poco y volvió a disparar.
- Estando escondida ahí no te da mejor ventaja, es más, solo te mengua – Corriendo para ir atrás del pilar y darle una bala en la cabeza y otra en el pecho con ambas armas, pero cuando llego ella no estaba ahí. – ¿Qué…?
- ¡¿Decías?! – La colorada voltio y recibió el golpe de la culata de la pistola de la mujer mayor, se apoyo en una rodilla y dio un salto hacia atrás esquivando una bala de la Senju. Aterrizo y recargo rápido sus armas para disparar, Tsunade se coloco atrás del pilar y salió por el otro extremo e iba a darle un golpe, ella sonrió burlona y lo esquivo.
- ¡Cómo si un simple golpe me detuviera! – El golpe de la rubia aterrizo en el piso, la otra mujer esperaba que con esa la ojimiel se rompiera la mano pero se impacto al ver que el piso fue el que cedió y se formo un agujero - ¡¿Cómo?!
- ¡No me subestimes! – Queriendo pegarle otra vez y Mei al esquivarlo dejo expuesto otro pilar que al igual que el piso se rompió dejando un gran hoyo.
- ¿Qué mierda eres? – Apuntando para dispararle.
- No puedo gastar mi balas en ti, por eso – Esquivando el tiro - ¡Usare mi fuerza! – Logro esquivarlo pero el viento le paso y se impacto al ver la fuerza que ejercía.
- ¿Qué eres….Tsunade Senju?
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- ¿Es aquí? – Viendo el desértico lugar. Se escucho algunos disparos muy a lo lejos – Si, es aquí -_-U – Ya muy seguro el Inuzuka.
- Al juzgar la distancia de donde se oye el tiroteo… estamos lejos de donde se supone que están los demás – Sasori empezó a ver un mapa del puerto.
- ¿Dónde crees qué ellos puedan estar? – Shino se mantenía mirando a otro lado por si alguien venia y Akamaru también estaba atento. Sasori miraba el mapa y el lugar, ciertamente, estaba algo lejos.
- De acuerdo a lo último que sabemos, ellos iban a buscar algo en el puerto… - Cerrando el mapa – Necesitamos llegar a la zona privada del muelle antes de que los otros lo hagan – Comenzando a caminar a la dirección privada.
- Espero que los otros estén bien, vamos Akamaru – Siguiendo al pelirrojo.
- Sea lo que sea… - Siguiendo a los otros aun mirando hacia atrás – Tengo un mal presentimiento – Mirando a delante.
- Esos mocosos siguen reproduciéndose – Apuntando su arma de larga distancia a Kiba, luego al perro, pasándola por Shino y finalmente fijarla en Sasori – Primero a ese – Iba a jalar el gatillo cuando… - ¡¡!! – Algo lo noqueo y cayó al piso.
- Vaya, estos también salen de cualquier agujero – Tomando el rifle y lanzándoselo a su compañero.
- ¿No vas a reunirte con ellos? – Dijo el pelinaranja limpiándose un poco la cara y cargando la nueva arma.
- ¿Estás loco? Sasori-sempai me golpeara, es su forma de saludar – Largando un suspiro. Yahiko sonrió.
- Como sea, aun no terminamos lo nuestro – Comenzando a caminar hacia la otra dirección. Obito se sobo la cara.
- Espero unos buenos masajes de Dei-sempai después de esto, esos locos golpean duro – Siguiendo al otro a quien no le gusto el comentario pero lo dejo pasar.
- Eso pasa por bajarte de la terraza escandalosamente ¿En qué demonios pensabas? Al final yo también termine envuelto en tu lio – Exhalando un profundo suspiro.
- No seas malo Yahiko-san – Poniendo cara de abatido. – Bueno, es mejor sigamos, no estoy para durar con esto todos los días – Desperezándose.
- Aunque lo manejas muy bien – Con algo de sospecha, el pelinegro rio.
- Bueno, digamos que las artes marciales, el programa de detectives y los videojuegos sirven de algo, jeje – A Yahiko se le resbaló una gotita ¿Obito era tonto o se hacía? A veces se cuestionaba eso.
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- Llevamos caminando un buen rato y no hemos visto nada – Karin comenzaba a debatir si realmente había algo ahí.
- No podemos dudar ahora, debemos seguir buscando – Suigetsu aun no se rendía.
- Eso es cierto, no por no haberlo encontrado hasta ahora no significa que no esté – Viendo detalladamente cada barco anclado ahí.
- Pero todos los barcos y lanchas aquí serán sospechosas hasta revisarlas a cada una de ellas, y nos tomara mucho tiempo – Viendo la fila de barquitos.
- Bueno, es mejor solo confiar en la intuición – Gaara caminaba sosteniéndose el hombro, la adrenalina se fue, comenzaba a punzarle.
- ¿Estarás bien Gaara? – El asintió.
- Si comenzara a quejarme por algo como esto, sería una vergüenza comparado con los demás – Diciéndolo por Sai, Naruto y Deidara.
- Si, pero…
-¡Oigan! ¿Sera este?- Suigetsu apunto un barco que decía Jefe, como nombre de la nave. Todos lo miraron incrédulo.
- Idiota, no crees que es muy obvio – Le quejo Karin. Cinco minutos después en el barco - ¡¿Enserio?! ¡No me jodan! – Viendo que en la bodega del barco había armas, comida para muchos días y un mapa para salir del estado sin pasar por la aduana o cosas así.
- Al parecer… o son idiotas… o listos al hacerlo obvio – Chouji miraba el fino pequeño barco.
- Bien… vamos a sabotearlo…
- ¡Esperen! – Gaara interrumpió a Suigetsu. – Hay alguien afuera. – Colocándose tras la puerta para oír… - Espera… - La abrió y salió precipitado. Los demás los siguieron. - ¿Qué hacen aquí? – Los que estaban afuera se sorprendieron un poco.
- Hinata, Shikamaru ¿Qué…? – Kiba no pudo seguir.
- Yo iba a venir solo pero me siguieron, así que no podía dar la espalada. – Sintiéndose aliviado por dentro de ver a Gaara, aunque no paso desapercibido su hombro. - ¿Este es el lugar?
- Luego hablaremos – Dijo el pelirrojo viéndose que estaba disconforme con su decisión de que ellos estuvieran ahí.
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- Iruka-sensei ¿Adónde vamos? – Viendo que ya estaban en una sección privada.
- Buscamos algo, algo donde se pueda ver… - Iruka se calló de repente y miro con sospecha a su alrededor. – Algo nos sigue… - Todos se pusieron alerta. Naruto se aparto un poco del circulo ya que sentía algo raro, pero familiar…
- ¡Naruto, cuidado! – Tarde aviso Iruka, Naruto fue tirado al piso por una bola de pelos que empezó a lengüetearlo.
- No, no, bájate, no me lamas, Akamaru ¡Ya baja! – El ojiazul reacciono y miro atento al animal - ¿Akamaru? – Este le miraba feliz mientras movía la cola y ladro afirmando, Naruto se incorporo - ¡Akamaru! – Y lo abrazo aliviado de ver a alguien más.
- ¡Akamaru! – El que llego recién se quedo sin habla al ver a quienes había encontrado su amigo canino, como uno de los rubios estaba ocupado… - ¡Deidara! – Y lo abrazo con fuerza que el rubio mayor soporto al estar algo débil y golpeado.
- Kiba – Abrazándolo más.
- Kiba – Naruto vino y se unió al abrazo. Se separaron y se sonrieron, aunque había muchas cosas que decir o preguntar, sabían que lo harían luego.
- ¡¡Deidara!! – Sasori llego sorprendiendo a Dei ya que lo abrazo, Saso no era de mostrar tanta expresión, pero seguro que estuvo aguantando mucho, así que sonrió conmovido y correspondió el abrazo. - ¿Estas herido? ¿Quién fue? Le romperé…
- Ya Sasori, lo hice yo – Itachi llego al lado de ellos. Saso reparo en la presencia del pelinegro pero no le dio cabida y volvió a Dei a lo que Itachi suspiro.
- Parecen que están bien, eso es bueno.
- Shino ¿También estas aquí? Hola-ttebayo – Saludo, ver a muchos de sus amigos, lo hacía sentirse vivo.
- No hay tiempo, los demás deben estar… - Se escucho una explosión no muy lejos, se podía ver el humo - ¿Pero qué…?
- ¡Es somnífero! ¡Cúbranse! – Sasuke lo detecto y se cubrió a él y a Naruto para ambos quedar en el piso.
- ¡Abajo! – Dei cubrió a Kiba y Sasori a ambos llevándolos al piso. Itachi ayudo al perro que podría afectarle un poco al tener mejor olfato.
- ¡Mierda! ¿Qué paso? – Iruka alzo la vista al ver que el humo ya estaba desvaneciendo.
- ¡Vamos!
Corrieron para llegar a la escena impactante. Gaara, Shikamaru, Hinata, Suigetsu, Chouji y Karin estaban en el piso inconsciente.
- ¡Chicos, Hinata! – Naruto sostuvo a la peliazul y la miro preocupado, Hina siempre fue frágil cuando la sorprendían, esperaba que no hubiera secuelas. - ¿Iruka-sensei? – Viéndolo preocupado.
- No te preocupes, están dormidos, pero… ¿Qué habrá pasado?
- Gaara está herido – Shino vio la herida que se había abierto un poco y comenzaba a sangrar – Debemos llevarlo a salvo. – Deidara miraba atentamente el agua - ¿Qué pasa Deidara?
- Aquí… ¿No había un pequeño bote antes del humo? – Todos se percataron de eso y fijaron su vista más allá del agua. - ¡¡Allá!! – Viendo antes de que desapareciera un bote que se escondió tras el faro. - ¿Qué hacemos? – Mirando a los demás serio.
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Miraba atento a cualquier movimiento, en poco… podría desatarse la última parte de todo. Solo esperaba que los demás hicieran lo suyo. Miro la noche… hermosa, pero sentía que algo faltaba…
- Perdón Hinata… - Dijo suspirando – No pude decírtelo – Mirando su reloj, faltaba poco.
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Cayó de bruces al piso, su arma cayó a unos centímetros de ella, con la poca fuerza que le quedaba se arrastraba y estiraba su brazo para alcanzarla, pero un pie pateo el arma aun mas lejos y se coloco frente a ella. La pelirroja castaña apretó sus puños de impotencia y rabia.
- ¿Cómo…? – Viendo que había perdido. - ¿Cómo es que…?
- Porque tus metas son débiles – La mujer en el piso alzo la mirada. – Sea lo que sea que te iba a dar Danzo a cambio de tu participación, no vale la pena – Empezando a caminar dándole la espalada.
- ¡¿Tú que sabes?! ¡No sabes nada! Viviste siempre en una vida de ensueño, tenias siempre todo… no te faltaba nada y si algo pasaba lo solucionabas con tu maldita popularidad y tu asqueroso dinero, siempre… siempre… obtienes todo… - Pegando su frente en el piso. Tsunade estaba con la mirada oscura y aun de espaldas le contesto.
- Cuando era una adolecente, yo tenía a alguien que amaba mucho… - La otro solo rodo los ojos. – Era una buena persona, era muy amable y lo amaba mucho… al igual que un hermanito que tuve – Ahí Mei presto atención – Pero… - La rubia apretó los puños – Un accidente… me quito a ambos…. En ese entonces yo estaba estudiando abogacía, y mi hobby era los libros medicinales… cuando llegue a la escena… quería ayudar, quería verlos… quería… - Bajando la mirada – Pero me dijeron que mi ayuda no iba a servir d mucho…. Mi hermanito murió al instante, y me amado murió dos días después aun sin despertar – Volteo y mostro su mirada melancólica – Me quede sola… me quede triste pero, pensaba en ellos y me volví medica, la mejor, así podría ayudar a otros, aunque nadie curaría mi herida… pero… - Recordando a cierto viejo loco – Una persona me levanto el ánimo. Con unas pocas palabras… me sentí otra vez viva y tuve una familia, pero por tonterías de la vida que cambian a la gente le hice daño a mi hijo y me gane su odio… después, logre que volviera a casa, al final me cayó muy bien mi nuera y mis nietos eran hermosos… pero… - Poniendo una cara amenazadora y obscura - Ese bastardo… Danzo me quito a gente que amaba… que protegía ¡Y no fui de ayuda otra vez! Otra vez, la gente más importante para mí, no pude hacer nada con estas patéticas manos… - Mei estaba atónita – No sabía… que mas pensar o hacer… pero… él me volvió a ayudar y pudimos encontrar una pequeña esperanza… por eso… ¡¡No dejare que Danzo amenace mas mi forma de ser!! ¡¡No lo perdonare!! ¡¡Yo voy a pelear!! – Dio la vuelta y alzo el arma de Mei y se la guardo.
- Tsunade… Senju… ¿Qué fuerza es la que te levanta? – Murmuro Mei. Tsunade antes volteo un poco y sonrió.
- Por cierto… Ao – Mei alzo la vista – Estará bien, esta fuera de peligro, lo encontramos en condiciones graves pero logramos que se estabilizara y podrá recuperarse – Dándole una sonrisa. Mei sentía que sus ojos se cristalizaban – Y deberías hacerle caso a Ao, ya búscate marido.
- ¡¡Cállate o te mato!! – Alterada. La ojimiel solo bufo con gracia y se fue caminando. Mei quedo ahí y se recostó un poco – Tsunade Senju… otra vez… me haces tener esperanzas en el mañana – Viendo un poco el cielo nocturno – Ao… cuando te vea te golpeare por preocuparme… y por hablar de mas, jeje – Su rostro mostraba, su alivio y felicidad.
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- Ya llegamos acá… ¿Ahora qué? – Dijo Itachi al llegar a la gran construcción del segundo faro.
- No es que quiera… - Mirando el viejo faro que estaba un poco más alejado. – Pero hay que dividirnos en dos grupos – Todos lo miraron expectante. – Naruto… tu iras con Itachi, Kiba y Sasuke; yo iré con Deidara, Shino y Sasori – Naruto respingo al pensar que se separaría de su hermano.
- Pero… - Mirando a Dei. Este lo miro atento y vio su miedo, así que sonrió.
- Oye, Naruto, cuando volvamos, te cocinare todo lo que quieras y así todos reventaremos de dicha – Naruto sintió un nudo y asintió. Alzo el puño en dirección a su hermano, este lo comprendió enseguida y choco su puño con la de su par – Es una promesa-ttebayo – Burlándose un poco.
- Una promesa-ttebayo – Sonriendo. Iruka no quería arruinar el momento pero debían partir. – Nos vemos, cuídense todos, Kiba no e precipites y tampoco dejes que lo haga Naruto, te los encargo Sasuke – Ita arqueo la ceja y se apunto con el dedo – No confió en ti para cuidarlos, baka.
- Eres malo Deidi – Y sin más todos se dividieron.
El primer grupo llego al primer faro, ya estaba viejo y aun así su estructura era grande y majestuosa ¿Quién sabe cuántos pisos y puertas secretas habrían en esta construcción de hace siglos? Al abrir las puertas confirmaron que la construcción como pensaron era enorme y más amplia de lo que parecía afuera, había más puertas dentro del faro, lo que era irónico ya que era en teoría un cilindro gigante, pero este… era muy ancho y lleno de puertas que estaban viejas pero que aun parecían fuertes y estaban bien cerradas… ¿Qué era lo que las generaciones pasadas querían de este lugar? Cuando se disponían a entrar.
- ¡Deidara! – Una voz hizo que el nombrado volteare para recibir el abrazo de Kabuto. El ojiazul estaba en verdad sorprendido. Correspondió algo turbado pero gustoso de verlo y luego reaccionando a la emoción lo estrecho fuerte – Que alivio – Soltándose y limpiándose las pequeñas gotas de aguas que querían salirse de sus ojos sin permiso.
- Kabuto… - Mirando al que llegaba – Señor Juzo… ¿Qué están…?
- Hay que entrar – Dijo el mayor de todos – No hay tiempo – Mostrando una mirada muy severa. Dei se sorprendió mas al ver que Kabuto también se puso muy serio ¿Qué paso?
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La estructura de este, era semejante al viejo, pero claro que era nuevo, se veían aun los materiales esparcidos por doquier para seguir la construcción. Aun la mayoría de las cosas estaban a medias, pero por lo menos las escaleras estaban completas. Aunque el faro es una construcción cilíndrica, era tan amplia como para dividirla en pisos y pequeñas habitaciones que quien sabe que podrían en ellas.
- ¿No se supone que un faro es una señal que los barqueros y pescadores puedan ver para guiarse y llegar a tierra? ¿Por qué tanta habitación y pisos-ttebayo? – Ita volteo con una ligera sonrisa.
- Pues, antes era así, y aun hay muchos faros que siguen con las edificaciones correspondientes, pero, hay casos que algunos faros, como este y el viejo, que no solo dan acogida a la luz de la torre, sino que hacen habitaciones individuales para casos de suma urgencia. – Respondiendo a la Naruto quien parecía comprender pero sin llegar a algo.
- Lo que quiere decir es que hacen cuartos y salas o cosas así para poder hospedar a los viajeros perdidos o heridos – Por lo que Sasuke le ayudo a comprender, viendo que funciono ya que Naruto tuvo cara de “Ahahh” comprendiendo. – Dobe – Naru inflo sus mejillas. Pero luego puso cara algo melancólica.
- ¿Qué pasa Naru? – Kiba se preocupo.
- Nada, solo espero que Dei y los demás estén bien. y también que los policías y Gaara, Shikamaru y los demás se curen – Recordando que lo llevaron a urgencias.
- Estarán bien ya verás – Animándolo y su compañero canino ladro en acuerdo. Naruto sonrió y siguieron con Itachi, quien era el que estaba en frente con el farol.
Caminaron y siguieron subiendo algunas escaleras hasta que Itachi llego a un cuarto donde había papeles. Todos entraron ahí pero uno le llamo la atención como un ruidito que escucho. Sasuke e Itachi comenzaron a ver los papeles, Kiba ojeaba los libros alrededor preguntándose ¿Por qué hay libros en una construcción sin terminar? Akamaru olfateaba cada rincón y Naruto… el fue caminando para saber que había sido ese pequeño ruidito de antes que estaba en una habitación del frente más alejada. Itachi busco, y busco, hasta que algo le llamo la atención…
- ¿Pero qué…? – Todos se callaron al oír un grito de Naruto. Todos corrieron hasta llegar a una habitación que a diferencia de muchas sí tenía puerta, y una fuerte. - ¡Naruto! ¿Qué haces ahí? – Tratando de abrir y patear la puerta al ver que la manija no servía.
- Itachi, no servirá, se cayeron materiales frente a la puerta – Quería correrlos pero aun estaba algo débil.
- Naruto ¿Ves otra forma de salir? – El rubio inspecciono toda la sala y vio que aun no estaba tan terminada, había un pedazo de muro que faltaba donde él podía caber, cuando miro por él, estaba algo oscuro pero solo era un cuarto muy pequeño con una escalera de madera… ¿Un cuarto de una escalera… sin salida? ¿Qué pasaba? – Sé lo dijo a los demás – ¿Una escalera? – El azabache miro al mayor y este puso una mueca rara.
- Naruto, será mejor que te quedes ahí, buscaremos otra forma de sacarte, así que…
- Esperen, parece que lleva a una planta superior rara, aguarden-ttebayo – Se escucho que se alejaba.
- ¡Naruto, no!
- Itachi, Kiba, al parecer el dobe aun no recupera su sentido común. Ustedes adelántense, yo veré la manera de sacarlo – Los otros asintieron y se fueron a lo que habían descubierto recientemente. – Oe dobe, espero que no te metas en mas líos cuando entre. – Empezando a buscar entrada.
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Una celda… parecía una celda… no, era más que eso, era solo un hoyo grande en la pared, era en cierto aspecto algo aterrador ¿Qué harían con un rectángulo en la pared? Miro alrededor y había materiales, ladrillos y cemento junto con herramientas de trabajo… ¿Qué era lo que iban a poner? ya que la cantidad de ladrillos era la suficiente para cerrar superficialmente. La cosa se comenzaba a turbar un poco…
- ¿Pero qué es esto?...
- Tú tumba – El ojiazul volteo y esquivo de milagro y reflejo un palo que lo iba a seguro noquear.
- Sakura… - Perplejo de mirarla ahí, en ese lugar… ¿No estaba noqueada y lejos la muy…?
- Naruto… Uzumaki… ¿Sabes lo que le toma a una mujer planear sus deseos? ¿Crees te dejare ir después de cagarme la vida? Me arruinaste todo… no te dejare libre – Alzando ese palo enorme para quebrarle la cabeza. Naruto como pudo esquivo eso y salió escalera abajo y luego la tiro por ahí, con la adrenalina surgida comenzó a remover las bolas de cemento, logrando abrir la puerta y salir corriendo. Sakura no tuvo problema en saltar desde alta distancia y salir en busca como desquiciada del Uzumaki.
No sabía nada de cómo estaba edificado esto, pero con lo que podía obstaculizaba el camino de su perseguidora, quería que se perdiera, él no tenía fuerzas para nada, sin tener idea a las direcciones que tomaba termino llegaron a un lugar donde volvió a ver el cielo… un piso alto, que daba al rio… una obra sin terminar. Mierda, se dijo, escuchaba a la pelirosada llegar y el cómo pudo salto a una viga roja para empezar a trepar por ella y llegar a otras para correr, tal vez llegaba a otro piso conectado y podría encontrarse con otros o esconderse dentro.
- ¡No escaparas Naruto! – Haciendo lo mismo que el rubio para seguir persiguiéndolo. Estaba ida, completamente, su corazón ya no sentía ira, ni miedo, ni tristeza, ni frustración, nada… no sentía nada. Pero su consiente le decía que matara, a ese rubio, de una vez, para siempre, aunque ella también deba sacrificarse, lo haría.
Llego al final de las vigas, no había salida ni conexión a otro piso… solo el acantilado y las olas que golpeteaban fuerte contra el borde por las plaquetas abajo. Una palabra se le cruzo a Naruto… muerto… estaba muerto…
- Por fin – Sakura llego sorprendiendo al rubio. Estaba con una mirada apagada. Estaba ida y daba miedo. – Naruto… - Se acerco más y más. Naruto no se movía, había vigas a sus lados, pero estas no llevaban a ningún lado. – Naruto Uzumaki – Apretando el palo y alzando la mirada – Yo… - Alzando un poco el palo, Naruto cerró los ojos esperando el golpe – Perdón – Eso le hizo abrir los ojos y vio que la mirada de la pelirosa cambio, sus ojos brillaban y estaban cristalizados, derramando lagrimas y temblaba ligeramente.
- ¿Eh?...
- No sé, ni yo… como las circunstancias nos llevaron a esto… cuando reaccione, sentí que desperté de un obscuro sueño para encontrarme con esto – Bajando la mirada – No sé qué paso… yo antes tenía solo 7 años y ahora… soy una de… ¿16? No sé… así que… mientras estoy consciente… vete… - Apretando el palo. Naruto no se lo creía ¿Qué pasaba? – Vete antes de que – Entonces la cabeza de Sakura comenzó a latir, parecía que luchaba por cómo se agarraba la cabeza.
- ¿Sakura… qué…?
- Se acabo la charla – Otra vez su mirada era distinta, era… tétrica, y llena de vacio ¿Qué mierda era lo que pasaba? - ¡¡Llego tu hora!! – Alzando el palo y empezando a precipitarse contra Naruto - ¡¡ESTO ES POR QUITARME TODO LO QUE AMO!! – El rubio abrió enorme los ojos y los cerro esta vez sí esperando el golpe que tampoco llego, solo escucho un disparo. Cuando los abrió, vio a Sakura con las pupilas pequeñas y mirando su mano que humeaba pero ya no tenía el palo. - ¡¿QUIÉN…?!
- ¡Ya basta! – En una viga superior una figura negra bajo donde estaban las otras dos personas y apunto con el arma a la chica. – En verdad me decepcionas… - La pelirosa abrió enorme sus ojos. La luz de la luna apareció y dejo ver el rostro de la figura… ambos aun no creyéndoselo – Sakura…
- I… I…. Ino… - Sakura le temblaba la voz. - ¿Ino? – La rubia no apartaba la mirada de ella. Sakura sonrió torcidamente aun con sus ojos pequeños y muy abiertos - ¿Ino… eres tú? – Acercándose un paso – Creí… creí que… estabas… tú… desapareciste… ¿Cómo…? – Queriéndosele asomar algunas lágrimas.
- No llores… perdiste ese derecho hace mucho – Aun seria. Sakura se pasmo pero volvió a sonreír conteniendo el cumulo de emociones.
- No pensé… volver a verte… yo… estoy aliviada… creí que… que ese nos había separado… creí…. – Acercándose mas queriendo tocarlo pero ¡Back! Una bala rozo la mejilla de la impactada ojijade.
- No me toques… - Afilando su mirada – Tú no eres mi amiga de la infancia – Con rencor – Solo eres alguien que causo dolor a su alrededor sin importarle nada… me das asco – Sakura estaba conmocionada… sus lagrimas cayeron, de felicidad, de asombro… de dolor.
- Ino… - La rubia bajo un poco el arma.
- Vete, ahora… No te perdonare todo el daño que le has causado a mi primo – Sakura si impacto. – Por todo lo que has hecho… mereces podrirte en la cárcel – La Haruno no sabía que decir, estaba temblando.
- Ino… - Aun impactada. La rubia no mostraba vacilación en su mirada. Sakura estaba por ponerse furiosa cuando Naruto hablo.
- Sakura… ¿Esa niña de la que tanto me hablabas era… ella? – Eso golpeo mas a la ojijade… ¿Ino le hablo de ella?
- No, Naruto… - Poniendo una expresión triste pero aun seria – Ella no es mi quería amiga de la infancia… ella murió hace mucho – Con eso termino de quebrar algo muy frágil dentro de la chica que derramo las lagrimas y sintiendo una presión horrible en el pecho y un nudo en la garganta – Ahora vete…
- Comprendo – Bajando la mirada, se veía que temblaba un poco – Comprendo Ino – Con una voz profunda y una mirada tétrica alzo el palo y le dio al arma de Ino y antes de que cayera al piso la tomo entre sus manos. Ahora Naruto e Ino estaban indefensos. – Comprendo – Empezando a caminar hacia ellos. Ino retrocedió hasta llegar a Naruto y lo protegió con su cuerpo, a lo que Naruto solo la tomo de la muñeca e intercambio las posiciones, ahora Naruto protegiendo a Ino con una mirada severa.
Sakura se detuvo y alzo el arma apuntando a Naruto en una posición que le daría a ambos y morirían los dos…
- Comprendo – Volvió a decir quedamente. Ambos tenían la mirada fruncida esperando el movimiento de la Haruno, pero se sorprendieron cuando… - En verdad… ahora comprendo – Ella alzo la mirada con una sonrisa verdadera y feliz, su rostro bañado en lágrimas no quitaba el esplendor de esa sonrisa, con el arma en su sien. – Lo siento… a todos… - Y lo siguiente que hizo fue jalar el gatillo.
La cara de impacto de ambos rubios era enorme, veían en cámara lenta a Sakura caer de lado. Ino se precipitó para sostenerla pero no llego y la Haruno cayó aun con lentitud. Ino se le asomaron las lágrimas y Naruto tenía una expresión que trataba de contener sus emociones y apretaba los puños. Sakura, mientras caía y sus cabellos tapaban gran parte de su rostro mientras la sangre seguía saliendo, conservaba su sonrisa y su mirada sin brillo aun estaban puesto en los que aun estaban en las vigas.
*Siempre fui débil… jamás soporte las cosas que me decían. Mis únicos consuelos eran mi familia, mis pocas amigas, al chico que amaba y amo hasta ahora pese a todo y mi mejor amiga. Me di cuenta de lo débil mentalmente que puedo ser y lo realmente mal que estaba. Ahora me doy cuenta de tantas cosas… Lo siento Ino… no pude cumplir nada de lo que prometí. Al menos… puedo estar segura… que… no dañare a nadie… mas… nunca…. Mamá… Papá… Los quiero… pese mi locura… los amo, siento que sean ustedes los últimos a los que lastimo… * Lagrimas salían de la ya muerta muchacha que caía hacia el vacio *Los amo*
Con ese último pensamiento, el agua se trago completamente al cuerpo joven. Lleno de todos sus remordimientos, lleno de todos sus males… y también… lleno de todos sus sueños y anhelos del pasado.
Continuará…