Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi amado Brabucón por AnonimoHarui

[Reviews - 791]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hooola mis amados lectores jejeje ¿Me extrañaron? Yo digo que no, pero si a la historia jajaja, no me estoy tardando  ¿Ven? :D jejeje

Okey, ¡Ya conteste a los comentarios! Gracias a los que me dejan que yo respondo con amor TwT y tambien gracias a los que leen jeje.


Bien, ayer se me olvido decir... ¡¡LEAN LAS PINCHES NOTAS FINALES QUE DEJO A PARTIR DE AHORA PONDRE COSAS MUY IMPORTANTES!! JODER! XD

Y eso me olvide decir jaja, se que nadie las lee, pero hagan ese esfuerzo, juro que es importante para los que quieren saber mas de mis fics futuros y el destino de ellos jajaja. Okey.

Sin mas retrasos ¡A leer se ha dicho!

¡NOS VEMOS ABAJO OBLIGATORIAMENTE! (Ok no xD)

Capítulo 43. Despedidas, castigos y soluciones.

 

 

- Inocente de todos los cargos inculpados a su persona…

- ¡¡¿Qué?!! – Fue el grito del hombre. El abogado solo bajo su cabeza abatido y la mujer se cubrió el rostro. La hija seguía seria.

- …. Señor Deidara, como oyó, este jurado lo libera de las denuncias a usted y su hermano. Como también cree que merece ser compensado de la mano de la familia Inuzuka por arrinconarlo a esta situación. Por lo demás, esta corte en verdad se disculpa por el mal rato que le hizo pasar y que pueda seguir con su vida con tranquilidad. Claro, ¿Podría?

- Sí, señor – El ojiazul limpiaba sus lágrimas de alivio y felicidad. Abrazo a Naruto, quien también lloraba feliz y correspondió el abrazo, y se mantuvieron así un momento.

Sasuke e Itachi estaban aliviados al igual que muchos que respiraron tranquilos. Había muchos murmullos, muchos de ellos negativos al resultado, pero ¿A quién les importa? Nuestros rubios fueron juzgados con justicia y eso era lo más importante que todos los cerdos viejos chismosos de ahí.

- Su señoría, usted no puede estar…

- Sin embargo – Hablo fuerte cortando a Souta Inuzuka y a todos los presentes – Los señores Inuzuka… - Los miro fríamente – Ustedes recibirán una sentencia de 102 años en prisión sin libertad condicional, que para la edad que tienen, eso es cadena perpetua– Los mayores palidecieron, y antes de que alguien preguntara un porque – Por… trato abusivo a trabajadores como explotación y salarios bajos. No cumplir con los papeles de los personales en salud y seguridad. Negocios sospechoso y…. Trata de tráfico de personas, incluyendo a su hijo, a una señora que ya fue arrestada por retención de menores, abuso y pedofilia – Todos tenían los ojos enormes y quedaron mudos.

- ¡Eso no es…!

- Tenemos todas las pruebas que lo inculpan a usted y su esposa, por su hija, no se ha hallado motivos o evidencias de su participe en sus actos, por lo tanto ella queda impune y  todos sus bienes pasaran a manos de ella y su hijo menor, Kiba Inuzuka. – Golpeando el mazo.

- ¡Es imposible! ¡¡Usted está comprado!! – Primero el hombre y luego la mujer gritaron.

- Seguridad, ya puede llevárselos.

Oficiales se llevaban a rastras a los Inuzuka quienes vociferaban con fuerza oponiendo resistencia. Muchos de los que estaban ahí, aun no se creían lo que acababa de pasar y de escuchar, menos las personas buenas amigas de los sorprendidos Uzumaki.

- ¡Usted! – El hombre se zafó y fue hasta Minato. - ¡¡Todo es su culpa!! ¡Nos tendió una trampa! ¡¡Maldito hijo de puta!! ¡¡¿Quién se cree que es para meterse y defender a esos…?!!

- ¡¡Díganos, maldita sea!! – La mujer llego junto a su marido quería, aun esposada, golpear al rubio mayor.

- Eso es más que inevitable – Permaneciendo serio – Después de todo, son mis hijos – Si antes había incredulidad, ahora la había aún más, menos para nuestro grupo, eso sí, los rubios estaban sorprendidos de que Minato admitiera eso en público y encima gravado en cadena nacional. Antes de que los señores dijeran más, los oficiales se los llevaron aun perturbados. Ya terminado esto, Minato fue hasta sus hijos quienes seguían anonadados. – Ustedes sí que harán que me dé un infarto – Y abrazo a ambos – Por suerte todo termino. Ahora podemos irnos a casa – Ahí los ojiazules respingaron.

- O-Ósea…

- ¿Qué seremos… una familia-ttebayo? – A ambos se les asomaban las lágrimas y se sonrojaron.

- Hai – Les sonrió con calidez. Los tres se abrazaron fuertemente y todos los demás se acercaron a felicitarlos. Celebrando con palabras alentadoras y abrazos efusivos.

************

- ¿Estás seguro de…?

- Sí. – Saliendo por la puerta de atrás, donde lo esperaba su amigo de cola – Sabia que después de esto, ya sea bueno o malo el resultado, iba a terminar así – Acariciando a su compañero.

- Tal vez te estas adelantando a…

- Shino… - No dándole la cara - ¿Viste su rostro? Es obvio que no volverá a verme como antes, es obvio… que nada será como antes. – Siguiendo dando mimos a Akamaru quien estaba triste.

- No lo sabes, tal vez…

- Tal vez, ahora ya no existe para mí. Es hora de verlo todo negro o blanco, y creo que esta es mi decisión final – Ahora si mirándolo y sonriendo amargamente. – Aunque me gustaría lo contrario, una parte de mí, sabe que es lo correcto.

- ¿Y la otra parte?

- Quiere ser egoísta y quedarse. – Parándose – Pero, la que dice que me vaya, y empiece mi nueva vida, es más grande que mi lado egoísta – Asomándose en sus ojos un brillo emprendedor. – Yo sé, que seré capaz de lograr metas.

- No lo dudo. Pero me duele a mí también ¿Sabes? – Kiba le sonrió con dulzura y se acercó a él para quitarle las gafas.

- A mi igual. Por ellos y por ti. No quiero apartarme de sus lados. Pero es lo mejor. A ti es al único con quien me mantendré comunicado – Lo abrazo apoyando su rostro en el pecho – Solo tú – Y sonrió más al tiempo que una lagrima se deslizaba.

- Prometes volver ¿Verdad?

- Claro que lo hare – Alzo el rostro y lo miro seguro – Debo volver por ti, jeje – Cerrando sus ojos. Shino se acercó a él y lo beso. Dulcemente. Shino no pudo evitar llorar. Llorar pensando que… el tiempo es cruel.

Una chica miraba la escena, sonrió un poco y luego se marchó para dejar despedirse a la feliz pareja. Sentía tristeza por Kiba, pero si era su decisión, como acto, por una vez de hermana mayor, lo apoyaría… y le daría una mano.

************

Apenas salieron del lugar fueron bombardeados de varios periodistas quienes querían saber de la jugosa noticia del retorno de Minato Namikaze, de los hijos ocultos de la vista social, la involucración de los hijos de la familia Uchiha, y de este caso. Pero algunos agentes de seguridad le impedían que llegaran a los rubios o a sus acompañantes. Sasuke e Itachi aun siendo rodeados de plagas, divisaron a Kaoi, Kabuto y Kenta. La mujer de dio una seña de que se llevaría al niño para que este seguro de los buitres, estos asintieron sabiendo que estaría a salvo. Neji y Hinata se camuflaron para pasar inadvertidos, Hina había estado algo delicada esos días y Neji no quería que le tocaran un solo cabello. Se fueron junto a Chouji y Shikamaru por un lado y subieron a un auto para irse a sus casas y esperar algún tipo de mensaje, para poder ir a casa de los Uzumaki. Gaara tomo a Sai y lo subió a su mato para irse, quería llevarse a Shika también, pero vio que se iría en otro grupo, sin más, arranco y se fue, sin saber que Shika esa imagen la contemplo con dolor. Karin y Suigetsu solo se fueron tranquilos en taxi a casa del chico, para descansar un poco del largo ajetreo que conllevo ese juicio que duro unos días. Kakashi e Iruka salieron junto con Jiraiya y Tsunade. Varios maestros ya se retiraron y los rubios volvieron a meterse dentro del edificio a resguardarse de los noticieros. Una vez seguro suspiraron, se miraron y rieron.

- Vaya, jamás pensé que estas cosas serían tan molestas-ttebayo – Rascándose la nuca.

- Jeje, no es que podamos quejarnos mucho, jamás hemos sido acosado por cámaras de todos los lados, pero es aliviante saber que todo termino – Suspirando muy tranquilo con los ojos cerrados  y una mano en el pecho.

- A mí me mas tenerlos cerca – Abrazando a sus dos hijos.

- ¡Ah! Oto-san ¿Cómo supiste todo eso? ¿De nosotros? ¿Del caso con Kiba? – Dei agacho la cabeza al oír ese nombre.

- Bueno, digamos que tenía mis contactos – En ese momento llegaron los Uchiha.

- ¿Contactos-ttebayo?

- Hai. Sin ellos no podría estar al tanto de esto y haberlo preparado todo – Justo luego de decir eso y cerrar los ojos aparecieron unas personas atrás.

- … - Itachi y Sasuke estaban muy impactados. - … ¿Padres?

- Hola – Se presentó el hombre – Un gusto al fin conocerlos, mi nombre es Fugaku Uchiha – Haciendo reverencia.

- También es un honor poder vernos cara a cara, me llamo Mikoto Uchiha – Hizo una reverencia en un gesto amable.

- El placer es nuestro señores – Dijeron los rubios al unísono muy nervioso de conocer cara a cara a los padres de sus parejas. Los Uchihas aun los veían serios. Luego del enfrentamiento en la base, era como que ya no había nada que decir. Ya no había rencor u odio… nada.

- ¿Se conocen? – Pregunto Itachi serio, cosa que Dei no comprendía muy bien, sabía que su relación no era muy llevadera… pero… ¿A qué extremo?

- Bueno, se podría decir… - Su madre comenzó a hablar, pero su rostro se entristeció – Nosotros éramos amigos… yo era amiga de Minato cuando íbamos a la facultad – Eso sí que sorprendió a todos, menos a los adultos. – Al tercer año conocimos a Fugaku, quien fue trasladado de otro sitio y, créanme que llamo mucho la atención de joven – Riéndose recordando esos lindo momentos.

- “Maldita sea, lo galán viene de familia” – pesaron los rubios con expresión cuadrada y una gota en la sien.

- Luego Minato conoció a Kushina – Fugaku coloco la mano en el hombro de Minato. Este sonrió con nostalgia – Y bueno, es lo normal, uno se enamora y manda lo demás por la borda.

- Oye, cumplí con mis cosas, aunque al principio me revele – Mikoto y Fugaku rieron, el varón mucho menos que la mujer, pero rió. Eso impresiono mucho a los azabaches ¿Su padre riendo y… bromeando? Era el fin.

- Al menos hiciste las cosas que yo no hice, de eso te tengo envidia – Expreso relajado, más sorprendidos que nunca estaban los morenos.

- Exacto, Fugaku tardo en pedirme matrimonio que juro que estaba por hacerlo yo. Ya tenía 6 meses de embarazo, no podía seguir engordando, jeje -  Una revelación para Itachi.

- ¡¿Ustedes aún no se casaban?! Y más aún… ¡¿Me tuvieron sin terminar la facultad?!

- Teníamos 23 años. Éramos jóvenes y no sabíamos que hacer, solo, seguir con nuestras metas. Eso sí, quería casarme, y tú padre no quería por el momento, hasta terminar estudios – Mostrándose algo molesta. Fugaku inclino la cabeza suspirando, ya comenzó.

- Cariño – “¡¿CARIÑO?!” (De parte de Sasuke e Itachi) – Ya te dije que quería acabar los estudios y así poder trabajar y mantenerlos – Algo desganado pero orgulloso ante todo.

- Si, por poco y pienso que no me querías – Cruzándose de brazos. Minato sonreía de oreja a oreja, verlos siendo como eran de jóvenes lo hacía feliz. Claro que ellos ya le contaron sus cambios, como dejaron de lado a sus hijos, se hicieron horribles padres… pero trataban de componerlo, y volviendo a ser ellos, era ya un gran pasó.

- Pensabas eso solo porque tú ya querías dejarles a todas en claro que te pertenecía – Fugaku mostro un lado que jamás, además del círculo de amigos Minato, su esposa, Jiraiya, Tsunade y Kushina, nadie conocía.

- ¡Obvio! Todas te querían y yo no podía decir nada – Regañándolo con la mirada pero recordando ese pasado y hace unos meses atrás donde volvió a sentir que no era amada. Eso hizo que lagrimillas se asomaran. – Yo solo era “la chica embarazada por boba”. Juro que me estaba por largar de ese lugar de malas miradas y cuidar sola de Itachi.

Sasuke e Itachi no sabían que hacer… su madre… ¿Lloraba?... estaba llorando frente a ellos ¿Qué debían hacer? No tenían ni idea. Y menos con esa revelación de la historia dramática de ellos en su juventud. Cuando iban a decir algo, Fugaku volvió a dejarles la boca abierta.

- Ya, ya – Apoyando su mano en la cabeza de la mujer – Que chiquilla – Mirando hacia un lado – Aunque tardé, ya te había escogido a ti, y punto – Sentencio serio y sin vacilar. “Desde el primer momento” pensó y sonrió de lado recordando.

- ¡YA! Su amor me empalagara – Dijo Minato riendo. Los otros rubios sonrieron, era una linda pareja – Naruto, Deidara – Ambos miraron a su padre – Acompáñenme, por aquí hay una cafetería, les contare más detalles de personas infligidas – Los rubios se fueron dejando a la familia Uchiha ahí en un incómodo silencio.

Los morenos jóvenes no sabían hacia dónde mirar. Y es que tener a sus padres, los cuales los separaron, los ignoraron, los rebajaron a títeres, mas por parte de Sasuke, estuvieran ahí, frente a ellos comportándose como adolecentes adultos enamorados, era algo muy bizarro. Itachi recordaba que sus padres eran así, pero el cambio de años en los cuales eran fríos, a que volvieran a ser como en su infancia… era hasta bizarro. Mikoto miro a sus hijos, sí que habían crecido, y ella no se dio cuenta. Que idiota que fue.

- Eh… - Como siempre, la que rompía el silencio seria ella.

- ¿Cómo han estado? – Pero sorpresivamente fue Fugaku. Los menores no sabían que responder bien - ¿Acabaron con sus asuntos pendientes? – Sasuke parpadeo… la última vez que se vieron frente a frente… dijo tantas cosas que ahora se sentía algo avergonzado.

- Hai – Fue la respuesta por parte de ambos.

- Me alegra – Y sonrió un poco. El corazón de los chicos latió. El hecho que su padre les sonriera, les hablara con calma y preguntara por ellos, se hacía sentir un hormigueo raro, pero… algo reconfortante.

- ¿Por qué informaste al señor Namikaze de…?

- Naruto y Deidara – Dijo Mikoto sonriendo – Han crecido – Los Uchiha se impactaron – Los conocíamos desde que eran bebes, jeje, antes de que… Kushina…

- Nosotros solo queríamos ayudar a tenerlos a salvo. No solo a ellos, sino a ustedes – Expreso neutral – Y es que créanme que se habían metido en un asunto muy peligroso. – Se masajeo el puente de la nariz – Por eso nosotros…

- Por eso su padre fue a buscarlos – Dijo Mikoto apretando los puños en su pequeño bolso entre las manos – Para que volviera a casa… o a su casa… pero que estuvieran lejos de esa situación – Miro a Fugaku – Sé que no uso las palabras correctas, pero  ¡El en verdad se preocupó de…!

- Lo sé – Dijo Sasuke – Lo sé. Sé que estaba preocupado por nosotros – El ojinoche suspiro y miro a Itachi, este también asintió concordando con lo dicho.

- Aunque… como siempre, no pudimos hablar con civilización – Ita se rasco la nuca.

- No voy a obligarlos a volver a casa – Itachi y Sasuke miraron a su padre asombrados, y luego a su madre, que parecía que iba a romper en llanto en cualquier momento pero que estaba de acuerdo con su esposo. – Eso si…bueno… ustedes…

- Perdónennos – Se inclinó la  mujer con suplica. Los Uchiha menores quedaron más sorprendidos – En verdad, no puedo justificar mis actos – Se levantó con sus ojos bañados en lágrimas – Perdónennos  hijos, nos equivocamos. Debí… debí…

- Debimos ser mejores padres. Yo debí ser un mejor padre, esposo y persona – Avanzo unos pasos hacia sus hijos y se inclinó. Ahora que sí que los menores estaban anonadados, Fugaku, había dejado su orgullo y pide perdón y encima se reverencia. – Todo fue solo mi culpa. En serio… Lo-o… lo lamento tanto – Por un segundo se sintió su voz vacilante y quebradiza. Fugaku retenía un sollozo…

- No solo es su culpa. También mía, yo jamás me plantee e hice las cosas mal – Se inclinó nuevamente junto a su marido – Perdón.

Ni Sasuke ni Itachi sabían que responder o que hacer en un momento así, un momento que jamás creían que pasaría. Un momento que anhelaban ambos desde niños, imaginándose esta situación y perdonarlos y ser una familia… un momento que dejaron de lado al verlo imposible, un momento que olvidaron y guardaron en un rincón de su mente y corazón. Un momento… el momento en que todo lo malo se fuera y empezara algo nuevo y hermoso…algo… “Familiar”… “Ser una Familia”

Tal vez no sabían que hacer o decir, pero sus cuerpos si… y no pudieron evitar, que a ambos… les salieran lágrimas de sus ojos cristalizados… joder, malditas emociones.

************

- ¿Estás ya mejor, cielo? – Pregunto Neji viendo a Hina recostada.

- Hai. Solo estaba algo mareada y es que esos lugares son tan sofocantes, jeje – Rio.

- ¿Segura que es solo eso? – Tomando su mano.

- Hai. Por ahora – Apretando la mano de su chico.

- ¿Por ahora?

- Hai… yo… - Tomo la mano de Neji ahora con ambas – Quiero decirle a mi padre de lo nuestro – Para Neji eso fue una sorpresa enorme… su Hina… ella…

- Po-Po… ¿Por qué?

- Porque te amo – Y coloco la mano de Neji en su mejilla sonrojada y sonrió con los ojos cerrados. Ella amaba a Neji y quería solo estar con él, para siempre. Neji no pudo contener la alegría y abrazo a su chica.

- Yo también, también te amo – Se separó de ella un poco y la beso. – Pero… y si…

- Aunque se niegue, yo me quedare contigo, jeje – Tomando el rostro del castaño para volver a unir sus labios.

- Yo igual cariño, yo igual – Y volvieron a besarse.

************

- ¿Y a ti que te pasa? – Pregunto el moreno viendo al pelirrojo ensimismado. Estaban en la casa de Gaara y este seguía mirando por la ventana analizando datos sin concebir varias cosas, en especial a cierto Nara. Que haces más de una semana que lo dejo más que nada…

----------------------------------------------- Flash Back ----------------------------------------------------

Cuando vio como Shikamaru se le quedo mirando a ese tipo su sangre hirvió, y más verlo suspirar cuando se marchó con esa cara de idiota. Antes de que el moreno cerrara la verja mediana, lo tomo fuertemente del brazo.

- ¡¿Pero qué…?! – Quedándose mudo al ver a su opresor.

- Tú y yo hablaremos – Siseo fuerte con furia contenida.

- … Gaara… - Recuperándose de la sorpresa y poniendo cara mala - ¿Qué rayos crees que haces? – Tratando de soltarse - ¡¿Quién te has creído imbécil?! Suéltame – Agitándose más.

- ¡No hablaremos! ¡Y lo haremos ahora! – Y con eso lo arrastro con fuerza hacia su modo donde lo obligo a montarse e irse con él. Shikamaru se replanteaba el saltar o no, pero aun quería vivir, así que se dejó hacer.

Condujo hasta llegar a un apartado lugar cerca de muchos árboles, pero abierto al prado, y de vista edificios, no estaban lejos de la cuidad, tampoco en el bosque, solo en un gran campo lleno de macizos. Una vez aparcada la moto, Shikamaru se bajó y comenzó a caminar sin dirección, solo hacia adelante, observando a su alrededor, ya casi atardecía, por lo que el tono amarillo y naranja se apreciaba. Se sentía un fresco viento, pero… de una manera algo desconsolada.

- Habla – Le dijo de espaldas a él viendo la casi puesta con los brazos cruzados, y sintiendo sus cabellos mecerse al viento.

- ¿No vas a mirarme? – Serio, siempre serio.

- Lo hare, cuando te dé una respuesta. Pero se conciso, porque solo te daré una oportunidad – Y se formó un silencio. Gaara suspiro y revolvió sus cabellos.

- Podría empezar por las cuestiones… ¿Por qué me ignoras? ¿Por qué me evitas? ¿Por qué estabas con ese tipo?... muchas cosas… - Metiendo sus manos en los bolsillos. – Pero creo que debo empezar por… - Shika le latió el corazón… sería posible que… - …por quejarme de eso en vez de preguntarlas – No, obvio que iba a ser así.

- Continúa…

- No sé bien lo que se te esté pasando por la cabeza, pero déjalo. Que yo recuerde, no ha pasado nada malo como para que estemos en una situación así. Estábamos bien, creí haber sido claro ese día en la base. Te abrí mis malditos sentimientos, fui sincero y dije tantas cursilerías que juro que desearía que me tragara la tierra de solo recordarlo – Se agarró el cabello desesperado. – Te dije… te dije que me gustas – Frunciendo el ceño por expresarse otra vez, se daba asco. – Te lo dije junto con otras cosas y te explique que no puedo ser siempre así, que soy un lio, y muy reservado…. Pero…

- Que querías estar conmigo… lo sé, me acuerdo – Sonriendo un poco, aunque Gaara no lo notaba.

- Si te acuerdas ¿Por qué haces esto? ¡Dame una respuesta por que no sé qué carajos te pasa!

Mí, te, yo, tú… esas eran las únicas partes que le retumbaban en la mente. Tan lejanas, tan ajenas, tan individuales. Nunca en todo lo que dijo Gaara, antes,  después y ahora, menciono un… “nosotros”. Jamás dijo nada referente a que “debían” hacer, que “hablarse”… o a que “compartir” para “entenderse”. No, nunca, solo todo de un lado y del otro, junto pero no revuelto. Uno con sus sentimientos y el otro con los suyos.  Jamás compartían nada que no fuera un par de diálogos, unos pocos sentimientos como los de ahora y en la base, una disculpa y un beso. Shikamaru también se dio cuenta que eso es lo que permitió al no dejarlo en claro, al no decirle “No quiero, no me basta”… al no decirle “Te quiero” de manera que supiera que quería todo de él. Toda su alegría, tristezas, reproches, bromas, lamentos. Los quería todos, para compartirlos, para agrandar su lazo… pero entre él más se quería meter, más Gaara se alejaba. Y ahora, que él le dejo su espacio, todo el espacio, a Gaara, este lo buscaba. Sinceramente estaba harto, solo… solo quería que su primer amor fuera normal… pero… ¿En qué rayos pensaba? Ningún primer amor es normal, a veces funciona, a veces no, empieza bien o no y termina como debe terminar. Pero… si debía elegir entre un futuro incierto, con alguien desconocido al rechazar a Gaara, lo veía solitario… claro, si es una manera de pensar en negativo. Pero en positivo, sería como… rechazar a Gaara, seguir sus caminos y encontrar a alguien y esa persona podría ser su felicidad y ambos, con esfuerzo, serian felices. Eso no sonaba tan mal. Ahora bien, si dejaba todo eso de lado y aceptaba a Gaara ¿Qué le esperaba?... nada… ¿Saben por qué? Porque Gaara no es alguien cambiante y si lo hace, solo por unos momentos y volvía a ser igual. Y sinceramente ya era suficiente con el mismo para tener a otro arisco, pero que amaba… y este le correspondía, que lio de cabeza, pero… era obvio la elección.

- Shikamaru, ya háblame… - Ordeno, nunca suaviza la voz.

- ¿Es todo? Acuérdate que es tu oportunidad – Empezando a voltearse.

- Am… - Quería decirle… “¿De dónde conoces a mi hermana? Y ¿Por qué pareces feliz con ella? Quería decir tantas cosas ¡¿Por qué se veía feliz con todos menos con él?! Por dentro, eso le dolía”

- Bien – Volteo y sonrió, Gaara no supo interpretar esa sonrisa que parecía… dolorida. – Gaara… - Se acercó y tomo su rostro con las manos y se fue acercando hasta posar sus labios suavemente con los del pelirrojo. Aquello lo tomo por sorpresa al ojiaqua, pero no por eso no correspondió, ese beso tan dulce. Era tan tierno que se le aceleró el corazón. Se recriminaba por eso, por sentirse dichoso solo por eso. Cuando lo estaba por abrazar, el moreno se separó, y aun con esa sonrisa rota, le dijo algo que lo dejo ido, para luego quedar helado – Te amo……pero no puedo estar contigo – Volvió a darle un  casto beso – Somos similares y eso no es una buena combinación – volvió a besarlo – Nos tratamos de muchas maneras que cuando, yo trate de hacerlo diferente te alejaste – Otro beso – No quieres cambios, no buscas cambios, y no aceptas mis cambios – Le acaricio la mejilla. – Yo… solo quería ser… más cercano a ti, porque si no… parecemos solo unos, conocidos con ciertos derechos – Uniendo sus frentes – Y yo no quiero eso. No puede ser llamado eso una pareja, por lo cual – Le dio otro besito – Esto es un adiós, Gaara. – Y con lágrimas asomándosele salió corriendo.

Gaara quedo ahí petrificado, había oído todo, había sentido todo… pero le costaba reaccionar. Cuando al fin lo logro su mente le grito un fuerte “¡¡ALCANZALO!!” y como si de una bofetada se tratara empezó a correr tras él. Cuando diviso al moreno, este estaba lejos y  en la calle del sentido por donde vinieron.

- ¡Shikamaru! – Grito. El moreno alzo el rostro y entrecerró los ojos. Alzo la mano y justo paro un taxi. - ¡¡No, espera!!

- Adiós – Susurro antes de entrar y el móvil avanzo y se perdió por la acera.

Gaara llego a la calle y rápidamente busco su moto y se montó en ella, pero se quedó tieso al ver… que sus llaves no las tenía.

- ¡Maldición! – Golpeo el manubrio.

Después de eso, volvió a pie llevando su moto a su casa. Ya era muy de noche, cuando llego a esta. Había una nota en su puerta junto con una bolsita transparente donde estaban las llaves de su moto.

“Perdón, pero sabía que me seguirías. No me busques Gaara, solo sé feliz y sigue tu vida, yo lo hare con la mía.

                                                     Nara Shikamaru.”

“Ser feliz….” Arrugo la hoja… ¿Cómo lo haría…?

----------------------------------------- Fin del Flash Back -----------------------------------------------

- ¡¡¡Gaara!!! – Por fin reacciono – Aleluya, no despertabas de tus pensamientos. - ¿Qué te tiene tan pensativo? – Cruzando sus brazos.

- Sai – Gaara miro al moreno como si este tuviera la respuesta que buscaba – Déjame besarte.

- ……- Procesando datos - … ¡¡¿EEEHHHHH?!! – Retrocediendo con la cara de espanto. Gaara frunció el ceño ¿Tan feo era? – No es que no seas atractivo – Balbuceo leyendo su mente - ¡¿Pero estas loco?!

- Solo quiero comprobar algo – Se paró de su silla frente al escritorio y avanzo hacia su amigo.

- ¡No! Aléjate, vete a comprobarlo con otro, no soy uno de tus juegos. – Paró en seco.

- ¿Juego? – Esas palabras le dolieron un poco.

- ¿Eh? Perdona, no quise decir. Sé muy bien que tú no has estado con nadie, pero… me refiero a que… yo… yo tengo a alguien que me gusta.

- ¿Oh? Es Kabuto – Afirmo viendo como su amigo estallo en rojo.

- ¡¿Cómo?!

- Te conozco, no eres tan obvio, si este no se te acerca mucho claro, y además tu mirada me lo dice – Sonrió. Sai lo miro y sonrió. – Pero… - Tomo los hombros de su amigo – En serio necesito que me dejes hacer esto – Lo miro serio. Muy serio. Sai iba a negarse otra vez, pero noto algo en esos ojos. Algo…

- ¿Qué paso Gaara? – Dijo preocupado. Su amigo, estaba dañado, se veía en sus ojos, estaba desesperado, se notaba en sus manos que sutilmente temblaban, estaba muy confundido, se notaba en su rostro… Gaara estaba… - Hazlo – Se lo concedió. El pelirrojo asintió y se fue acercando hasta apenas rozar los labios de su amigo, pero…

- ¡No! – Se apartó. Hasta Sai estaba algo asombrado. Vio como Gaara bajaba el rostro y temblaba más – No puedo… no quiero yo…

- Gaara… ¿Estás enamorado de alguien? – Acariciando su rostro. El Sabaku agrando sus ojos enormemente. Ante esa pregunta, un sinfín de imágenes de Shikamaru se le atravesó la mente. Cuando era serio, cuando sonreía a sus amigos, a él, cuando comía, cuando lo vio ser adorable, cuando lo miraba con ojos comprensivos, cuando… tenía esa mirada llena de cariño.  – ¿Gaara?…

- Yo-o… - Sai parpadeo, hoy Gaara estaba mostrando cosas que el mismo odiaba mostrar. Y es que verlo con esa expresión de impacto por algo recién descubierto, una mano en sus cabellos y la otra cerca de su rostro y ligeramente temblando, era algo ya de por sí, era una muerte súbita para el pelirrojo reservado.

- ¿Qué?

- No… - Apretó sus puños en la misma posición nombrada – No quiero… - Sai negaba sin comprender – No quiero… a nadie más… que a él… a mi lado.

************

Llegaron a casa. Kabuto miro al tipo que los había acompañado sin permiso de nadie. Juzo sabía que no era bien recibido por su hijo, pero al menos Kaoi trataba de ser su amiga y además, se había encariñado mucho con Kenta y hasta lo mimaba. Kabuto noto eso, y no pudo evitar sentir desprecio… desprecio por el bastardo que ahora caminaba como Juancho por su casa y desprecio hacia sí mismo… por hasta sentir envidia de que Kenta este recibiendo lo que él jamás tuvo, y no quería… ¿no? Ya había pasado un tiempo de eso a su ultima charla… jamás pregunto ¿De qué tenía miedo? Pero no lo iba a hacer. Que muriera sin saberlo, ya que lo que le haya pasado a ese hombre no justifica nada ¡Nada! vio como ese tipo reía y jugaba con Kenta, como Kaoi traía tazas para que todos bebieran algo, todo ese hermoso cuadro era de una familia, una familia a la que él no pertenecía. Se sentía tan…

- ¡Me voy! – Se paró de golpe y fue en dirección a la salida. La mirada de los mayores y el menos se concentraron en el hasta que desapareció.

No soportaba más eso ¡¿Cómo su madre lo permitía?! Estar como si nada con el sujeto que le rompió en corazón y los había abandonado a su suerte ¿No era algo cínico dejarlo entrar a tu hogar como si nada? no entendía que le estaba pasando por la mente a su progenitora pero él no iba a ceder a sus tendencias. Llego hasta la plaza, ahí todo parecía tranquilo. Ya daría todo por volver a esos tiempos en donde todo estaba bien y nadie estaba herido, pero volver ahí sería malo, por parte de sus seres queridos. El pasado ya era pasado y este futuro ya todo estaba arreglado. Se sentó en ese sitio muy cabizbajo.

- Al parecer a varios hoy se les dio por estar tristes – Kabuto miro al tipo moreno de cabellos negros verdosos que lo miraba con sus ojos grises.

- ¿Quién eres? – Dijo despectivo.

- Eso me hiere – Llevándose una palma a su pecho – Mi nombre es Kentarou Kishita. Uno de la base, división 8 ¿Ahora te acuerdas? – Kabuto asintió.

- ¿Qué haces aquí? – Volviendo a su antigua posición.

- Vuelvo del trabajo y de aquí debo ir por mi hijo – Kabuto alzo la mirada. – Sí, soy hombre de familia, jeje, no es mucha sorpresa – Se sentó al lado de este – Y ¿Cómo esta Juzo? – El Yakushi le envió una mirada de odio. – Oye, tranquilo amigo, solo preguntaba por mi gran amigo de hace años – El peliblanco arqueo una ceja – Sí. Nos conocemos prácticamente desde antes de conocer a tu madre – Para Kabuto eso fue una revelación. Su madre no le contaba que mierda había pasado en esa conversación para que haya vuelto a aceptar, por lo menos como amigos, a ese tipo de Juzo. - ¿Por qué la cara de sorpresa? ¡Waaa! – Kabuto se abalanzó hacia él y lo tomo del cuello de la camisa.

- ¡¿Cuéntame de su relación?! ¡¿Qué paso cuando mi madre estaba embarazada de mí?! ¡¿Por qué el muy cobarde nos dejó?! ¡¿Qué es lo que paso hace 20 años?! – Kentarou tenía una sonrisa nerviosa y estaba confuso ¿Es qué nunca iba a dejar de meterse justo en momentos que no le concernían? No, siempre él tenía que estar ahí para abrir la bocota. ¿Qué debía hacer? Aunque le dijera que ese asunto debe hablarlo con ellos, en los ojos de Kabuto, el cual asegura un gran desprecio a su padre, también había dolor… un dolor que no iba a reconocer… por no haber tenido a su padre.

- Oh, bueno… - Le conmovieron esos ojos que querían imitar los de un adulto que hace frente a todo, pero aun así, los adultos son heridos. – Veras – Hizo que el menor lo soltara – Podría decirte muchas cosas. Entre ellas, que Juzo amaba mucho a tu madre, ella era la única a quien él quería, y créeme que Kaoi es especial, Juzo puede ser apuesto, pero en ese tiempo tenía un carácter de los mil infiernos y no era muy conversador, jeje. De solo recordarlo me sorprende su cambio. – Kabuto mostraba una cara que no le interesaba, aunque era lo contrario… el tipo de ahora no concordaba con ese que está describiendo. – En fin, dejando atrás esos bellos momentos y la metamorfosis. Juzo y Kaoi se habían comprometido para casarse. – Kabuto lo miro sorprendido – Él estaba tan feliz, se veía que estaba completo, y Kaoi me confeso solo a mí que estaba esperando un hijo suyo, jeje. Obvio que se lo guarde para que ella le diera la sorpresa en la luna de miel o lo que sea, pero Juzo estaba de aquí y allá con la boda, estaba muy impaciente y emocionado, jajaja, tendrías que haber visto los nervios que tenía. Hasta llego a imaginar que Kaoi se arrepentiría y se iría con otro, yo le dije que eso jamás pasaría, y él me contesto “Pero por si acaso, no sería mejor encerrarla en casa” JAJAJA, la verdad, me divertía mucho con ellos y nuestros amigos, todos esperábamos esa boda, ellos se merecían.

-… - Kabuto escuchaba asombrándose de cada cosa y hasta sonriendo y riéndose muy bajo de otras. Esa época sonaba tan lejana, pero se sentía tan feliz, la efusividad con la que lo relataba Kentarou hacia ver que ellos en verdad eran felices antes. De repente El mayor dejo de reír de a poco, y se fue tornando serio. Kabuto no entendió ese cambio, y menos el suyo, su corazón latía, era obvio que iba a contar lo malo… pero más que nada, se sorprendía de ver que su punto de vista de ese tipo estaba cambiando.

- Pero… - Kabuto lo miro atento. El ojigris dudo en continuar, pero aun así prosiguió – Todo termino mal – Miro a Kabuto – Juzo no pudo casarse con Kaoi, no porque no quisiera, sino porque pensó que era lo mejor… para protegerla.

- ¿Protegerla?

- Verás… Los padres de Juzo murieron en un accidente en una ruta. Por eso el quedo a manos de su abuela. – Puso una expresión de desprecio. – Esa señora como llegue a odiarla. – Susurro consternando más al menor – Veras… tú… el padre de Juzo iba a ser obligado a casarse con una mujer que no amaba y que encima esta no quería hijos, aunque la abuela de tu padre la convenció, claro, por dinero. Pero el señor se negó, y se fue a seguir su vida junto con la persona que amaba. Ellos eran felices pero… estoy alargando esto. Bueno, como ya te dije, ellos murieron en un accidente, y siendo Juzo su único nieto, lo obligo a tener su apellido y seguir los pasos de su familia ocupada de la industria de mármol. Cuando ella se enteró de que su nieto se iba a casar, ya que esa mujer no le interesaba la vida de Juzo, para ella él era un títere. Pero al enterarse eso, enfureció. No iba a permitir que Juzo se casara con cualquiera.

- ¡Mi mamá no es cualquiera!

- ¡Lo sé! Pero ella lo vio así, por ser una chica común.  – Lo tomo de los hombros y se separó con tranquilidad. – Ella, no iba esta vez a ser “comprensible” como con tu abuelo, ella esta vez le dio una oportunidad, o hacia lo que ella decía, o se arrepentiría. Juzo la ignoro e iba a seguir con su boda, hasta que…

-… - Kabuto cada vez se consternaba más.

- Ella casi mata a Kaoi, y con ello, aunque él no lo supiera, a ti. – Kabuto quedo en shock… ¿Cómo…? ¿Cómo era eso…? Miles de cosas se le pasaron por la mente, pero en una de ella recordó lo que le dijo “No me arriesgué, ya que si lo hacía perdería mucho” ¿Era eso? ¿Eso era lo que él temía?

- No…

- Luego de eso, él se enteró por análisis del hospital que ella estaba embarazada, por eso con todo el dolor del mundo, Juzo cancelo la boda. Kaoi no se quedó de brazos cruzados e intentaba saber el porqué. Haciéndose daño entre ellos por días, hasta que Juzo no soporto verla más así, y le dijo… cosas en verdad fuertes y dolorosas, para que ella lo creyera y se fuera. Quedo destrozado ese día mi amigo, él tampoco lo soportaba, así que decidió irse, pero… lo sorprendente fue que Kaoi fue al aeropuerto a querer detenerlo. Ese día, yo contemple como tercero, como en ambos, se terminaba de romper lo que quedaba de su corazón, de su amor. Y como en ese sitio solo lagrimas silenciosas y gritos de desesperación eran oídos – Miro a Kabuto, el menor estaba en shock -  Me lleve a Kaoi a casa y ella parecía muerta. Tardo su tiempo, pero ella logro salir adelante – Acariciando la cabeza del chico – Por ti – Sonrió con tristeza – Claro, antes de la partida y eso, yo le dije a Juzo que debía arriesgarse y huir…

----------------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------------------

- ¡¿Por qué no me escuchas?! Solo debes huir de esa vieja loca y llevarte a Kaoi, lejos ¡¡Es así de simple!! – Dijo Kentarou más joven.

- ¡No! ¡No es así de fácil!

- ¡No lo es porque no haces nada! ¡Vas a perder a Kaoi!

- ¡¡Lo sé!! ¡¡Es lo que busco!!

- ¡Pero te duele! – Siguiéndolo de acá para allá al castaño, ya que este caminaba como loco por el gran balcón de su departamento.

- ¡¡También lo sé!! ¡Maldita sea! ¡Me mata! ¡¡Maldición!! – Golpeando la pared. Kentarou evito que lo siguiera haciendo deteniendo su puño y apartándolo.

- ¡¡Entonces arriésgate!! ¡¡Fúgate con la mujer que amas!!

- ¡No lo haré! – Soltándose bruscamente y caminando hasta el barandal.

- ¡¿Entonces solo le darás la espalda?! ¡¿Qué hay de Kaoi?! La pobre es la que menos entiende ¡¿Y tú vas a dejarla así como si nada?! ¡Piensa en ella! No puede soportar esto, esta delicada ¡¡Ella espera un…!!

- ¡¡LOOO SEEEÉ!! – Desplomándose en el piso. Ambos se quedaron en silencio respirando agitadamente. – Lo se… sé que ella… maldita sea… mi hijo… mi bebe – Llego una de sus manos a su boca, ya que la otra era su apoyo en el piso. Unas amargas lágrimas se deslizaron cuando pronuncio a su hijo, a su criatura, fruto del amor entre él y la mujer que amaba con locura.

- Juzo… - Kentarou se acercó y coloco su mano en el hombro. – Ya te dije, vete con ella, y haz tu vida, junto con tu hijo. Y sean una familia. Sé que Kaoi lo entenderá y que ella más que feliz deseara empezar desde cero contigo.

- Yo también lo creo…

- Entonces solo…

- Soy débil – El morocho no comprendió – Si huyo ¿Qué me garantiza que ella no intente nada? ¿Qué no me busque? ¿Qué no me obligue?... ¿Qué no vuelva a intentar atentar con la vida de los que más amo? ¡¿Qué me lo garantiza?! – Miro a su amigo enojado consigo mismo - ¿Viste lo rápido que la policía dejo el caso? ¿Viste como ella estaba de lo más tranquila, aun, después de decirme que fue ella? Si huyo, ella tiene los medios, el dinero y todo a su favor. Yo no tengo nada para defenderme… solo un soy tipo común…

- Juzo… yo… - Ahora entendía a su amigo. Si se arriesgaba, y la loca no cedía… el jamás ganaría y perdería mucho.

- Por eso… decidí irme – Kentarou lo miro confuso – Me iré a estudiar al extranjero como ella quiere, claro que sí, pero… - Lo miro con determinación – Ahí también me hare más fuerte, seré alguien al quien ella no pueda ponerle una mano encima ni a sus cercanos, que me tema y que todo esté a mi favor.

- ¿Cómo? Si empiezas un negocio, dudo que pueda competir contra ella, además…

- No voy por esos medios – El pelinegro-verdoso estaba más confuso – Iré directamente al poder… - Sus ojos estaban terminantes. – Al mismo poder policial… más que eso, del gobierno – El ojigris se sorprendió. Juzo era listo, no dudaba que lo lograra.

- Pero…

- Me dolerá, y tal vez mi hijo crezca odiándome – Con cara de desolación – Pero cuando vuelva, sé que podre protegerlos – Mirando al mañana.

- ¿No es más fácil esperar a que la vieja se muera? – Bromeo.

- No creo. Además se ve que podría vivir cien años más, además, si hago esto, nadie nunca podrá conmigo – Sonrió y miro a su amigo – Me haré fuerte, y tal vez, algún día, tendré a mi familia. – Esa frase no evito que llorara. Lloro y lloro en silencio acompañado de su amigo.

--------------------------------------------- Fin Del Flash Back ------------------------------------------------

- Ahora que oíste eso… ¿Qué piensas hacer? – Miro serio al menor. Este estaba recargando sus codos en sus podillas, y su rostro en sus palmas, mientras lloraba desconsoladamente.

- Yo-o… Y-Yo-o… - Tenia un nudo… pero… ¿Qué podía pensar?

Ya atardecía y Kabuto se despidió de Kentarou y agradecía por todo. El mayor se fue maldiciendo que tal vez su hijo lo regañe. Una vez que el peliplata vio como desapareció, continuo su camino. Estaba ensimismado, y no prestaba atención a nada. Caminaba lento y como él no se movía cuando la gente pasaba a su lado, a veces era rozado o evadido. Ahora comprendía, lo comprendía mejor. Ahora sabia porque su madre acepto ser amigo de Juzo… ahora lo sabía…pero… tan adentrado en su mente estaba, que cruzo la calle sin darse cuenta que un auto venia hacia él. Cuando se percató de esto se quedó estático, pero…

- ¡¡KABUTO!! – Oyó su nombre y como era jalado hacia atrás. El auto siguió su camino sin detenerse.  Su ritmo estaba acelerado, muchos curiosos comenzaban a comentar a su alrededor. Pero su vista se posó en el hombre quien lo salvo. Este lo miraba enfadado y con verdadero temor en sus ojos, que estaban temblando - ¡¿Acaso no te fijas por donde vas mocoso?! ¡¡Casi me da un paro cardiaco!! ¡No vuelvas a cruzar así! ¡Esto no se lo diremos a tu madre! ¿Oíste? – Kabuto seguía estático. Juzo reaccionó de su comportamiento y se arrepintió, seguro ahora su hijo lo odiaría peor que antes. – Yo-o… lo siento, sé que ya estas grande como para que… - Se paró y ayudo al menor a pararse – Yo-o… mejor te llevo a tu casa. Si quieres – Comenzó a caminar y vio que Kabuto lo seguía. Suspiro aliviado.

Abordaron el auto y el viaje fue en silencio.

- ¿Qué hacías en el parque? – Pregunto despacio. Eso hizo respingar al castaño. Mierda… ¿Cómo decirle que sintió un mal presentimiento y lo busco?  Seguro se enojaría por meterse en sus cosas o algo. Pero… era su hijo… su hijo.

- Yo… venia de buscar algo y pase por ahí – Aunque era su hijo, no podía decirle eso.

- Ya veo… gracias. – Seco y pausante.

-… - Apretó el volante. Mierda, odiaba eso, le dolía ver como su hijo lo repudiaba cada vez más. Pero… si era paciente y aguantaba, tal vez… llegaría el día en que Kabuto, lo trate como amigo o por lo menos con más confianza.

- Yo… - Hablo cuando llegaron, aun en el auto - ¿Yo fui una molestia para ti? – Eso sí que impacto a Juzo ¿Kabuto estaba queriendo hablar con él del pasado? ¿Iba a escucharlo?

- No, jamás lo fuiste ¿No sé por qué piensas eso? Mejor vamos adentro – Aun así, aun no estaba preparado para hablarlo con él. – ¿Qué me dices….? – Volteando a verlo pero la imagen que vio… lo dejo congelado.

-… - Kabuto lloraba. Lloraba en silencio.

- Kabuto…

- Gracias… - Volvió a decir – Gracias por soportarme en mi prejuicio de ti… - Lleno una mano a sus mejillas queriendo retener las lágrimas. – Yo… yo… - No soporto y quebró. Juzo estaba de piedra… pero le dolía horrores ver a su hijo así ¿Qué pasaba? ¡No entendía nada! solo escuchaba con dolor como el otro sollozaba – Gra-gracias… pa… pa… - Miro a Juzo – Papá… - Ese fue la última palabras que dijo.

Juzo se abalanzo hacia él y lo abrazo. Lo abrazo fuerte, tanto, que parecía que podía quebrarlo, pero no era así, ya que era dulce. De los ojos de Juzo comenzaron a salírsele abundantes lágrimas. Muchas, una por una descendían sin tiempo.

- Te quiero – Se atrevió a decir Juzo. Esas palabras que siempre quiso decirle, pero que solo las oían las fotos que su amigo Kentarou le mandaba de él. Ver como su hijo crecía por esos medios era mortal – Te quiero hijo. Desde siempre.

- Baka… baka, eres tan estúpido – Oculto su rostro en el hombro del mayor y ahí quedaron. Llorando y por fin darle cierre a esa parte de la vida llamada… “confrontación familiar”

************

- Gracias por acompañarme Yahiko – Dedicándole una sonrisa.

- No hay problema, pero… ¿No habría sido mejor pedírselo a Menma? – La rubia frunció el ceño y miro a otro lado.

- A Menma… a veces… no lo entiendo – El pelinaranja le apareció un signo de interrogación – A veces es tan molesto, rebelde y siempre hace lo que quiere sin importarle la delicadeza y tampoco entiendo los sentimientos de los demás – Apretando la bolsa de papel marrón que tenía en brazos – Pero… - Apareciéndole un sonrojo – Hay momentos en que es atento y amable, a su manera. Y en verdad se preocupa, aunque muestre desinterés… pero hoy, no ando de ánimos como para descifrar sus caras. Hoy necesitaba verdadero compañerismo y apoyo – Miró a Yahiko y sin quererlo se sonrojo más – Y eso siempre me lo has transmitido tú Yahiko. Menma me da fuerza, pero… siempre contigo siento que en verdad todo saldrá bien aun cuando se ve mal – Y sonrió.

El ojichocolate se sonrojo y se rasco la mejilla.

- Oh, bueno. Gracias… pero Menma también te hace sentir segura a su manera ¿Verdad?

- Sí. Pero la seguridad al lado de él es muy peligrosa, jaja, hasta llega un punto que parece intenso y siento adrenalina. – Riéndose – Hoy solo quería estar tranquila y hacer este encargo – Se reverencio – Muchas gracias. Yahiko.

- No hagas eso, jeje, no hay de que – Le acaricio los cabellos – Ya debo irme. Así que nos vemos. Tengo que ver como esta Dei después de juicio – Y sonrió. Ino alzo la mirada.

- ¿Aun te gusta Deidara? – Esperando una negativa.

- Si… pero por lo menos ese gustar va cambiando de a poco a poco. Un día encontrare a mi pareja, jeje. Nos vemos Ino – Ino asintió y lo vio alejarse. Paso un momento en el que suspiro y puso cara de cansancio.

- ¿Hasta cuanto piensas seguir escondido?... Menma – Y un chico de cabellos negros bajo de una árbol cercano y camino hasta la chica - ¿Me vas a explicar por qué nos seguiste y te escondías?

- Hmph – Volteo el rostro. Ino lo miro con interrogantes en la cabeza hasta que sonrió.

- ¿Acaso estabas celoso y por eso nos seguiste a Yahiko y a mí? – Llegando sus dedos a sus labios riendo juguetonamente.

- ¿Por qué sentirías celos? Creo que tanta lavandina en la cabeza te ha empezado a quemar el cerebro. – Mirándola con ojos cuadrados.

- ¡¿Eh?! ¡Grosero! – Estirándole una oreja – Menos mal que le pedí a Yahiko venir, sin duda tú me habrías hecho pasar un estresante día – Soltándolo de sopetón y frunciendo el ceño.

- Histérica – Vio como la rubia se alejaba y el solo quedo en esa posición. Apretó sus puños, ¿Para qué negárselo a sí mismo? está muy molesto, muy rabioso… estaba celoso de Yahiko. Celoso de verlo compartir esa odiosa burbuja rosa que los rodeaba a él y a Ino. Se suponía… no, él no haría eso… pero… ¿E Ino? ¿Ella puede estar…?

- ¡Oye, espabila! – Golpeándolo en la cabeza. - ¿Por qué te quedas ahí como idiota? – Regañándolo, pero luego suavizando la mirada y sonriendo – Vamos, Menma – Tomándolo de la mano.

Si antes odiaba la asquerosa burbuja rosa de Yahiko e Ino, ahora le repugnaba más la suya con ella. Y es que se sentía tan estúpidamente feliz, que solo podía demostrarlo exigiendo que lo soltara, pero apretando más el agarre. Se daba asco, solo por el hecho, de agradarle esa sensación, de ser ellos dos. Juntos.

************

- Vaya, sí que pasan muchas cosas últimamente, jeje – Reía Minato.

- Puedes apostarlo, juro que no estoy para más sorpresas-ttebayo – Desordenando un poco sus cabellos.

- Pero lo hemos superado bien – Dijo Dei más calmado.

- ¡Eso es más que cierto-ttebayo! – Aferrándose al brazo de su padre - ¡Ahora estamos todos juntos, jeje! Seremos una familia-ttebayo – Cerrando sus ojos y recargándose en el extremidad aferrada de su padre.

- Jeje – Minato acaricio los cabellos de su hijo menor. Sin duda, ahora estar con ellos lo llenaría. Tuvo que apurar varias cosas, dormir poco, pero logro terminar lo principal y ahora, podía estar con ellos, podía estar con sus hijos tranquilamente.

- Si… todos juntos. -  Susurro desganado Deidara. En verdad no sabía que pensar. Kiba nunca le conto eso, y él vivió con una persona que maltrato a su hermano… ¿Qué mas no le cuentan? ¿Quiénes más hirieron a su hermanito? Estaba cansado, ya había perdonado a Sasuke, pero… al parecer había más personas.

Al llegar a casa, los rubio vieron a alguien en el pórtico de su casa, aun estado de espalda a ellos, los menores sabían quién era. Naruto corrió para llegar junto a él.

- Oi, Shino – El nombrado respingo, se froto la cara y se puso los lentes rápidamente antes que el rubio lo viera. Naruto noto esos movimientos por lo cual se extrañó… ¿Habría estado llorando? – Hola Shino ¿Pasa algo? – Llego hasta él preocupado.

- No, no es nada Naruto-kun, aunque creo que no debí venir aquí – Se paró. En eso llegaron los otros ojiazules – Buenas tardes. Yo… - Algo dudoso y viendo que ya estaba la puesta de sol, creyó que era mejor retirarse y que los rubios vieron eso por ellos mismo. – Tengan – Le tendió un sobre de color beige – Que tengan buenas tardes, nos vemos – Se reverenció a los mayores, le agito la mano a Naruto y se fue a paso veloz.

Todos quedaron algo confusos con el actuar del Aburame. Se preguntaron entre si varias cosas como ¿Qué le pasara? Y eso, pero entraron a su residencia.

- ¡¿Qué dirá esta carta-ttebayo?! – Viéndola muy curioso de todos lados como si tuviera visión de rayos x.

- Naruto, dado que no tienes el poder ver a través del papel ¿Por qué no lo abres y lees? – Dijo con sarcasmo su hermano mayor, recibiendo una cara de reproche junto con un puchero de lado de Naruto enojado.

- Jaja, vamos no tengan diferencias solo por esto. A ver, Naruto, ábrelo – Extendiendo su mano como dándole paso a que lo abriera. El rubio asintió y comenzó a abrir la carta, esa fue una señal para Minato quien se levantó y así darles privacidad a sus hijos. Naruto comenzó a  recitarla en voz alta para su hermano.

 “**No soy bueno con las cartas. Siempre me iba un poco mal en Literatura gracias a esas cosas, así que disculpen mi mala expresión o redacción. Pero ese no es el tema aquí, creo que simplemente comenzare con un…

…Gracias. Muchas gracias por todo lo que han hecho por esta persona que no merecía ninguna empatía suya, por aceptarlo en su hogar junto con otro ser importante para este. Gracias por cuidarme y protegerme, cosa que en verdad, aunque me sentía como el peor hipócrita del mundo, me hacía feliz. Nadie nunca fue así de amable conmigo, jamás me sentí tan querido, necesitado… o por lo menos, jamás me permití pensar que si podría ser alguien en este mundo que me mostro que puede ser tan frio y desolado. Les agradezco el hacerme ver, que hay muchas cosas hermosas en la Tierra.

En serio quiero agradecerles, tanto, tanto, que no se en verdad que es lo que quiero decirles. Las palabras no me salen, y solo me atoro a mí mismo con la avalancha de sentimientos encontrados que me azotan todos a la vez en este momento. Me gustaría que las cosas hubieran sido diferentes. Que nosotros seamos como fuimos hasta ahora. Ustedes sigan como son, porque son maravillosos así.  Quiero contar más, como: adonde iré, que hare, que busco, que quiero y como lo conseguiré. En verdad son tantas cosas, pero solo alargaría esto.

Deidara, Naruto. En serio lo lamento, ustedes fueron los primeros que me han salvado cuando todo estaba tan negro, que lo que menos quería era causarles problemas, más de los que ya he causado. Tan solo deseo que sean lo más alegres posibles con sus vidas. Tal vez, un día pueda mostrarles la cara como una persona decente. Bueno… yo……Gracias, eternamente gracias. Y hasta siempre.

                                           Kiba y desde luego Akamaru**”

Deidara mantenía el rostro oculto por sus puños y mantenía apoyados los codos en la mesa, mientras que Naruto tan solo arrugaba aquella maldita hoja en sus manos mientras apretaba los dientes y su cuerpo temblaba. El silencio era mortal, eran tan… tan…

- ¡¡Estúpido!! – Hizo una bola el papel y la tiro con mucha rabia importándole menos en donde pararía. Se jalo sus cabellos y los mantenía apretados conteniendo la rabia y la frustración. - ¡Maldito egoísta-ttebayo! – Y se desplomo en la silla queriendo retener su tristeza.

- ¿Qué paso? – Minato llegó y miro preocupados a su hijos tristes y llorando. Viéndolos así, tuvo un pequeño flash, de cómo se veían ahora, y como se veían de niños. Ellos aún se contenían ante las dudas de que hacer y se frustraban, sonrió por eso, sus hijos aun lo necesitaban. Fue bueno entonces haber resistido tanto solo para verlos y luego de eso volver. Podía ahora ser padre otra vez. – A ver, díganme que paso hijos.

Naruto le paso la carta. El padre leyó el papel y cerró los ojos.

- Ese chico Kiba no solo está huyendo por temor a su repudio, o menor dicho, el de Deidara – El mayor alzo la vista consternado ¿Todo por su culpa? Si, era su culpa, seguro noto como lo miro, él no quería… no quiso, daría lo que fuera… - Tranquilo – Sin quererlo Deidara comenzó a respirar agitado – Calma. Aun puede que estemos a tiempo de hacer algo – Dei pese a esas palabras tranquilizadoras no pudo evitar desmayarse - ¡Deidara! – Lo sostuvo y lo cargo – Naruto, trata de encontrar al chico, ustedes, y yo, necesitan hablar – Empezando a subir la escalera - ¡Apúrate!

En eso Naru reacciono y corriendo salió de su casa. Antes de siguiera llegar a la esquina Shino estaba ahí. Algo confuso lo miro y este a él. Sin decirse nada comprendieron sus cuestiones.

- Aún hay tiempo.

************

- Atención pasajeros del vuelo 45-6b con destino a Filipinas, por favor, acercarse a la plataforma 18 para abordar el viaje que saldrá a la brevedad. Atención pasajeros del vuelo 45-6b con destino a Filipinas, por favor, acercarse a la plataforma 18 para abordar el viaje que saldrá a la brevedad. Atención pasajeros del vuelo 45-6b con destino a Filipinas, por favor, acercase a la plataforma 18 para abordar el viaje que saldrá a la brevedad. Muchas gracias.

Y ahí estaba aún, sentado escuchando lo que dijo el parlante varias veces, y como él era el único idiota que podía hacer eso, solo suspiro recriminándose ¿Qué le pasaba? Tenía la oportunidad de irse y ser una mejor persona, ahora podía ser alguien diferente, podía hacer un lugar nuevo… pero no se sentía del todo bien, no así en todo caso. Irse como un cobarde sin enfrentar nada, en verdad no había cambiado en nada. Para colmo, su canino amigo no estaba a su lado, él ya fue abordado en el vuelo en la sección animal, esperaba que fuera como la describieron ya que temía que estuviera tirado por ahí, y que de una caja salieran serpientes y anacondas… okey, veía demasiadas películas, pero igual temía que estuviera solo y en la oscuridad.

Estuvo ahí mirando el piso, rememorando todo, sonriendo de vez en cuando, y se dijo al fin de todo su letargo, que fue un chico afortunado. En verdad debía agradecer mucho, Kamisama y sus amigos, en especial a Naruto, Deidara y su fiel compañero Akamaru… sin ellos, seguro estaría perdido en la negrura infinita al no soportar su vida y acabando con ella. Pero, fue sonreído y termino todo bien, y en verdad esperaba que los Uzumaki estuvieran felices.

Escucho el parlante otra vez, no sabía cuándo se había quedado pensando, pero era mejor ya pararse y abordar, ya en el vuelo tendría tiempo suficiente para pensar. Se colocó su mochila y tomo su otra maleta. Suspiro y sonrió afligido al futuro mañana que le esperaba. Comenzó a caminar, caminaba sonriendo tristemente, solo deseaba… que las cosas hubieran sido diferentes en este momento.

Se detuvo… alguien ¿Le llamaba? No, eso no era posible… ¿O sí? No creía, mejor seguía caminando. Espera… otra vez… cada vez más fuerte… No puede ser… ¿Podría?

- ¡¡KIIIBAAAAA!! – El nombrado volteo a ver al que lo llamaba con tanto ahínco y fuerza. Sus ojos se agrandaron al comprobar que era… Naruto… y atrás de él Shino. Ese maldito no pudo quedarse callado. Sonrió de lado, era mejor seguir, no quería oír al blondo describiendo la basura que sabía que era, menos mal que Deidara no estaba, no podría soportarlo. Pero antes de poder acelerar más, Naruto se abalanzo sobre él casi tirándolo - ¡¿Qué demonios tienes en la cabeza-ttebayo?! – Tratando de voltearlo y así poder mirarse, pero el Inuzuka se resistía. – Oe ¡Te estoy hablando maldito pendejo! – Zarandeándolo para que ceda, pero el otro estaba terco y firme - ¡¡Que me mires mierda!! – Usando más fuera y logrando su cometido a medias, el castaño miraba al piso. – Mírame perro sarnoso – Siseo irritado, poco le faltaba para darle un buen puñetazo - ¡Mírame y contéstame! ¡¿Qué pensabas hacer-ttebayo?! ¡¡¿Te vas así nada más?!! ¡¿Sin decir nada como un cobarde?! ¡No pensé que eras esa clase de mierda-ttebayo!

- ¡Eso ya no lo sé, no quiero escucharte! – Cuando acabo de decirlo, el impacto del puño de Naruto en su rostro lo tumbo al suelo. Muchos de los que pasaban por ahí se asombraron y quedaron mirando como idiotas. Naruto estaba agitado y Kiba se trataba de reincorporar limpiándose el labio. - ¿Ya me puedo ir? – Dijo tranquilo y cabizbajo. Eso enfureció más a Naruto. Lo levanto del cuello de la camisa y volvió a golpearlo. La gente estaba anonadada.

- Naruto-kun, basta, harás que te arresten – Trataba de intervenir Shino.

- ¡No te metas! – Tomo al Inuzuka otra vez y le enfrento con la mirada, aunque el otro seguía sin dignarse a mirarlo. – Pendejo… maldito perro sarnoso ¡¡Eres un tremendo hijo de perra!! – Lo zarandeo – Yéndote así como si nada-ttebayo – Apretando el agarre – Dando la espalda a todo lo que hemos hecho por ti, basura – Kiba apretaba la mandíbula y los ojos, quería que se callara, ya sabía que iba a ser… - Dejándonos… sin saber nada… cobarde… eres un cobarde – Kiba abrió los ojos. La voz de Naruto se volvió quebradiza. Por fin lo miro y se impactó. El rubio estaba sonrojado, seguro de la exaltación y de la rabia, pero de sus orbes, salían lágrimas, lagrimas que reflejaban frustración y dolor. Naruto sufría por su culpa, otra vez lastimaba al rubio. Sin contenerlo el también empezó a derramar lágrimas.

- Go…Go…Gomenasai – Dijo al fin lleno de tristeza – Yo… gomenasai – El rubio apretó sus dientes.

- ¡¿Crees que con disculparte solucionas algo-ttebayo?! – Soltándolo - ¡El daño está hecho! Ya te lo dije antes idiota, no puedes solo disculparte cuando ves el resultado de tus actos. Maldita sea – Tomándose la frente no sabiendo que sentir, estaba frustrado y alterado.

- Pero…  - Apretó los dientes y se enfrentó al rubio - ¡Debía hacerlo! Mira todo lo que hice, y encima… sé que soy un cobarde y un inútil, no quiero vivir en un sitio donde sé que no me quieren. Yo… no quiero ser más un mantenido, quiero hacer las cosas por mi cuenta, quiero madurar – Se llevó las manos al rostros - ¡¡Necesito hacer esto Naruto!! ¡Solo así podré devolverles en parte a ti, a Deidara y a todos, lo que han hecho por mí y Akamaru! ¡Yo…! – En ese momento recibió una bofetada. Estaba impactado. Volteo a ver al culpable de la acción – Dei…Deidara – En efecto el rubio mayor estaba ahí. Agitado, sonrojado por la fatiga y viéndolo con enojo y reproche.

- ¿No te das cuenta que aun eres un crio? – Dijo frio. Kiba tembló, no quiera verlo a él, no ahora que estaba muy débil emocionalmente. Eso sí, no se esperó el abrazo repentino, pero delicado del mayor. Quedo estático, asimilando lo que pasaba. Dei apretó el agarre y comenzó a derramar lágrimas – Baka… yo… jamás podría odiarte – Dijo con tanta dulzura que lo hizo llorar más. – Perdón, es que… yo estaba temeroso de pesar que pasaría ahora… jamás debí convertirme en la razón de tu escape, eso no me hace mejor que tus padres – Abrasándolo más – Perdón. Debiste, sentirte herido.

- No, lo siento yo… Dei – Correspondió el abrazo. Naruto se unió a ellos. Lloraron en silencio. Ahí juntos.

- Ultima llamada para los pasajeros que abordan el vuelo 45-6b con destino a Filipinas. Por favor, acérquense ya mismo a la plataforma 18 para poder emprender el viaje antes de que el avión despegue en brevedad.

- Kiba – Se separaron y los rubios miraron al castaño - ¿Te iras? – Kiba quedo serio. No tanto, pero si neutral, al cabo de pocos segundos sonrió.

- Si – Los ojiazules se sorprendieron – Estaba triste porque me iría con su odio, pero… ahora estoy mejor y sé… que puedo irme tranquilo. Sé que pensaran que haré, pero créanme que es por mi futuro. Descuiden, en cartas les diré como van mis viajes y como voy desempeñándome, jeje – Tomando la maleta que se había ido por ahí.

Los rubios viendo ese brillo de convicción de Kiba, solo sonrieron deseándole lo mejor. En ese momento se acercó Shino. Kiba lo golpeo en el hombro y sonrió.

- Gracias, metiche bocón – Shino sonrió y se acercó al menor y le beso. El otro se sonrojo pero acepto el beso sabiendo que sería una agonía no verlo en un tiempo - …Te quiero Shino. Mucho – Más sonrojado. Shino sonrió hermosamente, su pequeño le dijo lo que tanto quería oír. Lo abrazo y lo volvió a besar.

- Yo te quiero mucho más – Beso en la mejilla – Bobo, jeje – Kiba sonrió tan alegre de oír a su koi reír. Iba a llorar otra vez – Mejor ve – Separándose y empujándolo – Apúrate o te dejaran.

 Kiba ahora si comenzó a irse y saludando de vez en cuando hacia atrás. Había muchas cosas que dejaba atrás, pero solo por un tiempo, estaba más que decidido a buscarlo luego. Con una sonrisa abordo su viaje y se sentó mirando a través de la ventana.

- ¿Qué te entretuvo? – Una voz femenina y calmada le interrogó a su lado.

- El amor – Sonrió a su hermana y volvió a mirar por la ventana. Desde ahí, veía a los rubios y a Shino. Sin duda, volvería.

- Ya veo – Miro de reojo al menor y sonrió, sería interesante convivir con su ototo. Esperaba que su lazo se estableciera mejor. Un nuevo futuro les esperaba.

 

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Ohhhh, Vieron que fui buena y los deje en libertad y a los otros pudrirse como merecen? Merezco una galleta xD jajaja

Pobre Kiba, se fue y seguro que podra superar todo lo que venga hacia el ya que ahora es libre y puede ser un hombre correcto QuQ Al menos su hermana estara ahi de ahora en adelante jeje. Todo termino bien >u< Aun asi, pobre Shino, me lo dejaron solito :'3 pero prometo que volvera jeje.

Jajaja, la verdad las caras de Itachi y Sasuke al ver a sus padres comportandose asi me matan xD, aparte espero que las cosas mejores en esa familia :D "Maldita sea lo galan viene de familia", eso me mato xD jajaja

¡Por fim Gaara entendio lo que mierd* quiere! xD

Juzo!! T^T Pobre, pero ahora pueden comprenderlo mejor ¿No? Al menos ya se reconcilio con Kabuto o daran el paso para hacerlo TwT jejej, todo hermoso, muy bello.

Bueno todo muy bello ahora...

NOTA MUY IMPORTANTE:

Como dije, este fic ya casi acaba y bue, va a haber que elegir que quieren despues de que eso pase, yo les dare opciones. en el proximo cap, tengo como 12 proyectos xD jajaja, pero bueno, hare un sorteo y los primeros 4 que salgan los publicare en las notas finales y ustedes leeran un pequeño resumen de lo que trataran esos futuros fic, pero sera quedo, asi ven cual les llama la atecion y votaran por el :D ¿Comprenden? Pretendo llegar al cap 50 de este fic y finalizarlo, asi que la votacion empezara a partir del cap 45 y finalizara en el cap 49, para en el 50 dar los resultados, jejeje. Sé que nadie lee esto u.u, pero los que si en su minoria, por favor, espero que me digan sus opiniones de esto :D jajaja

Ahora si, un abrazo y espero leer ss hermoso comentarios jeje. ¡Por cierto, mis fics aun no tiene nombre, asi que los catalogare por numeros! lol xD

Nos vemos n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).