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Mi amado Brabucón por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

HooOlaaa mis amado lectores, lamento mucho mi ausencia, pero es que este mes se me lleno de compromisos por cumpleaños, reuniones y eventos de trabajo >m< en verdad estoy agotada. Ni siguiera pude terminar de responder sus comentarios D': y es lo que mas me gusta hacer. Asi que no me preocupen, veran que para mañana o pasado los respondere todos.  Creo que me faltaban 6 de Megumi y 3 mas de Suy Santos, Suly Santos aunque pienso que son hermanas ¬.¬ o no se jajaja. Y un segundo comentario de Itami no Megami aunque uno si lo respondi :3 En fin, prometos responderles hoy o mañana jiji. Lamento enserio mi retrazo, quiero decir que aunque no pude responder esos comentarios, si conte sus votos.

ESTADISTICAS: Historia 1= 1 voto   Historia 2, 3 y 4= 3 votos.

Como ven la histoia uno esta quedando fuera, pronto la tendremos que descartar jejeje.

Algunas me preguntaron si es sasunaru o narusasu. Bueno, son todas de la serie Naruto, lo cual asi salio en la seleccion para mi pesar porque habia otras de otrras series T.T. Bueno, mi respuesta a eso es que... ¡Descubranlas xD! jajaja aunque si les dire que en la historia 3 es un SasuNaru... vs invitadoxnaruto, que gana este ultimo. Ya!! Ya hice mucho spoiler, asi que conformence con eso xD

Bueno, ya hable mucho, a leer se a dicho!!! :D 

Nos leemos abajo!! :D Dejare un mensaje importante.

Capítulo 46. Lo agotador solo comienza.

 

 

- ¡¿QUUUUUÉEEEEEE?! – Agarrándose los cabellos más que impresionado.

- ¡¿CÓMOOOOOOOOO?! – El que lo secundo tampoco estaba en las mejores condiciones.

- ¡¿CUÁNDOOOOOOOO?! – Al parecer nadie se quedaba atrás.

- ¡¿EN SERIOOOOOOO?! – Aunque ella estaba más emocionada y hasta le salían estrellas.

Sasori, Obito, Konan y Rin estaban más que impresionados, pero la última estaba que derrochaba  felicidad y brillos ya en su mundo de fantasías. Deidara estaba más que avergonzado de tener las miradas anonadadas y penetrantes de sus amigos en su ser escaneando y viendo más fijamente su vientre aun plano, que estaba cubierto con un ligero abrigo. Trago saliva y se preparaba mentalmente para el interrogatorio. Obito tenía los ojos enromes, muy impresionado y se veía muy severo. El ojiazul miraba fijamente con temor los ojos de Obito… y es que jamás, nunca le vio una expresión así.

- Deidara… - Tembló al oír la voz tan grave de su amigo ¿Tan enojado estaba? El pelinegro se fue acercando. Itachi aferro más el abrazo, comprendía que Obito conocía más a Dei que nadie y que se querían, pero no por eso iba a permitir que le afectara en algo a su koi mas si este esta embarazado. - … - Desvió el rostro, eso al rubio lo angustio – Yo… no sé qué decir… - Se rasco la mejilla – Je, la verdad siempre te vi que algún día  tendrías tus niños y sería feliz… pero no ahora, eres aun joven. Además… bueno… - Se rasco la nuca – Creo que estoy algo triste de que tienes una razón más para ignorarme – Se sonrojo, Dei lo miraba muy atento. Obito sonrió ampliamente – Pero estoy muy feliz por ti Deidei – Y cerro sus ojos feliz - ¡Muchas felicidades! Espero que este baka te haga feliz o lo mato, jeje.

- Obito – Dei se le escurrieron las lágrimas al oír el antiguo apodo que el pelinegro usaba con él cuando eran menores – Gracias, baka, jeje, significa mucho para mi – Abrazándolo fuerte y cariñoso, el ojinegro correspondió.

- Bueno, mucho amor – Sasori los separo. Miro mal al más alto y este sonrió como bobo – Me alegra por ti – Le sonrió a Dei, cuando este iba a agradecer recibió un golpe en la cabeza - ¡¿A caso estás loco?! Bien como dice este loco, aun eres joven para eso ¡La puta universidad Deidara, termina la universidad y luego ten todos los hijos que quieras! – Dei se puso rojo – Jeje, aun así – Lo abrazo muy protector por los hombros con una mano en su espalda – Felicidades Deidara – Muy suave salió que Dei se estaba emocionando otra vez – Aunque si Itachi hace algo mal, lo matare – Dijo cantarín y se notaba que no era del todo broma. Ita palideció un poco ¿Por qué solo él?

- Kyaaa, Deidara estoy tan feliz por ti – Rin vino y abrazo al rubio fuerte – Será un hermoso, hermoso y serás una gran madre – Refregando su mejilla en la del rubio, aunque el Dei era más alto.

- ¿Madre? – A Dei no lo gusta esto, pero lo aprueba hipócritamente xD

- Obvio Dei, si eres el que das a luz, debes ser considerado “madre”. – Konan estiro un poquito la mejilla del rubio. -  Y serás una linda mamá, de eso no cabe duda mi querido Dei. – Abrazándolo tiernamente – Me alegra por ti amigo, eso sí, no me imagine que sería el primero en tener hijos, siempre pensé que sería la tontita de Rin ¡Ugh! – Sintió un pellizco fuerte y  su agresora no era otra que Rin con cara de psicópata – No dije nada – Volteo el rostro Konan un poco asustada, solo un poco.

- ¿Y ahora qué piensas hacer tú amigo? – Sasori miro a Itachi tranquilo pero se notaba que estaba feliz por ambos e Itachi lo sabe, también él se sentía así.

- Pues es obvio. Eso no se pregunta, bobo – La sonrisa que brindo era la de un hombre que sabía las decisiones que debía tomar con conciencia.

- ¡Hay que planear muchas cosas! Cuna, ropa, nombre, decoraciones, biberones, habitación - ¡Kyaaa! No puedo esperar – Abrazando a Obito.

- Rin ya calma, es pronto para ver eso – Dei iba a agradecer el freno a la felicidad de Rin cuando… - Aun no sabemos el género, por lo que debemos esperar, ah, pero eso sí, debemos ir viendo la ropa que Dei deberá llevar cuando este como globo, preparar bolsos, cambios ¡Disfrazaremos mucho a Dei-sempai! – Ambos entrelazaron sus manos para reír con emoción. Los demás estaban que se le escapaban unas cuantas gotas.

- ¡¡SIIII!! ¿Cuántos meses tiene?

- Eh… dos meses…

- ¡¡Moo, eso es muy poco, así tendremos que esperar!! – Reclamaron los dos por la espera del saber del sexo.

- Vaya, estos son iguales – Negó con la cabeza el pelirrojo. Sasori miro como al pobre Uzumaki se le bajaban los colores del susto. – No puedo decirle que no se preocupe, es obvio que ese par hará lo que dicen – (-_-u) Muy resignado.

- Jaja, veo que será un cierre muy divertido – Miro a la pareja. Ita trataba de calmar a su novio mientras este cada vez estaba más rojo ante las descabelladas ideas de Rin y Obito. – Me pregunto… si todo será color lavanda ¿Deidara? – Deseando que nada saliera mal. – Bueno, es mejor irnos, creo que la feliz pareja ya ha tenido mucho por hoy – Tomando del brazo a Sasori y acercándose a Itachi – Mucha suerte Itachi, creo que la necesitaras mucho – El pelinegro no capto bien.

- Nos vemos pajaritos del amor – Saludo muy efusiva Rin.

- Espero verte mañana sempai o iré por ti – Obito no quedaba atrás. Y así, por fin quedaron solos.

Dei se sentía muy mareado, estar embarazado no era alentador que digamos y más que nada como apenas entraba en el bimestre, ya comenzaban más los mareos, vómitos, desmayos, soportarlo solo fue terrible hasta que fue al médico y salió con eso. Cuando pensaba en cómo iba a reaccionar Itachi, toda esa alegría era opacada por inseguridad, pero eso ya no importaba, ahora todo estaba bien y estarían juntos.

- ¿Dónde te iras Deidara? Sea donde quiera que te estuviste quedando tendrás que descartarlo por completo, volverás a tu dormitorio – Dei sonrió, eso era verdad. – Juro que te llevaría a mi dormitorio, pero no puede haber residentes de diferentes sectores ¡Malditas reglas! Al principio me parecían geniales, ahora me revientan – Abrazo a Dei de costado con ambos brazos. – Me es tan frustrante que estés tan lejos y a la vez tan cerca… y más ahora que sé que estas en estado, no quiero separarme de ti ni un segundo – Ocultando su rostro en la curvatura del cuello – Quiero…

- ¡IIITAAACHIIII! – Ita se separó de golpe por la impresión.

- ¡Maldición! – El maldito club de porristas salió más temprano o él se quedó demasiado tiempo - ¡Hay que correr! – Tomando del brazo a su koi.

- ¿Eh? Pero…

- Es cierto – Corrió un poco a la calle y rezo por - ¡Taxi! – Alabado sea el cielo por si hacer uno – Vamos Deidi – Tomo gentilmente la mano de su pareja y subieron para así alejarse de la horda de mujeres hormonadas.

************

//Konoha//

Besos por aquí, besos por allá, era una muestra tan cariñosa y nada lujuriosa, era simple amor. Acariciaba el rostro de su pareja con dulzura nunca antes experimentada ni en acción, corazón o con razón. El pelinegro recibía las muestras con cosquilleos y emoción, emoción de saber que decidió bien y que Gaara quisiera cambiar y lo estaba demostrando ahora en estos pequeños gestos gentiles. Se separaron un poco y se miraron. Sus ojos mostraban un brillo diferente, es más, que hubiera brillo en ellos era lo más asombroso que vio, y ese resplandor era solo para él, ya que conocía los que eran para Sai, y estaba muy seguro, que ese era solo y únicamente para él.

- Shika – Salió de esos labios su nombre y como lo estremeció, le encantaba oír su nombre de él. Apoyo su frente en el hombro del mayor y sintió el aroma de este.

- Dime – Le respondió en igual susurro. El agarre en su cintura se afinco por parte del Sabaku, solo por eso sonrió contento.

- Yo… - Coloco una de sus manos en la nuca del moreno y acaricio sus cabellos – No sé como pero… creo que conociste a mi hermana… y… quiero saber… e-ella… t-te… ¿Te gusta? – El peligro se separó de su pareja y lo miro sin entender.

- ¿Qué? – Y es que no comprendía esa pregunta en absoluto y eso desconcertaba su ser ya que el tendía a saber lo que lo rodea - ¿Hermana? ¿De qué hablas? – Parpadeando confuso.

Gaara iba a replicar, pero frunció el ceño al revés al notar que su koi decía la verdad, que no comprendía nada y que no entendía que era a lo que él se refería. Se paró de la cama, ya que ambos estaban sentados en la cama de su habitación, y fue hasta la ventana donde se recargo en el marco y comenzó a reír un poco, con gracia. Ahora el Nara estaba más que ambiguo ¿Qué estaba pasando? ¿Dijo algo gracioso? ¿Gaara podía reír así? Gaara volteo y miro a Shikamaru que estaba como niño pequeño sin concebir nada, rio un poco más por eso. Se fue acercando al moreno y se inclinó para capturar sus labios en un tierno beso que el Nara no comprendió pero correspondió y disfruto.

- Sí que eres capaz de hacerme perder la cabeza sin saberlo – Apoyo su frente en la del menor.

- ¿Qué? No entiendo. Explícame porque comienzo a exasperarme – Haciendo el gesto de molestia.

- Lo que pasa es que…

- ¡¡Hola!! Ya llego la linda de mi hermanito – Entro la rubia y contemplo lo que vio a penas entro y borro su sonrisa – Ustedes… ¿Se conocen? – Ya que Nara estaba sentado en la cama y Gaara se había alejado lo suficiente antes de que la puerta se abriera, la lo venía venir de su inoportuna hermana.

- ¿Tú? – El Nara miro a la chica anonadado, luego recapacito lo que le pregunto antes el moreno. Miro a Gaara y luego a Temari, así un par de veces hasta poder articular su pregunta - ¿Son hermanos? – Algo temeroso.

Los dos Sabaku lo miraron y asintieron, claro que una más alegre que el otro. Shikamaru acrecentó su ojos y suspiro de resignación ¿Por qué no lo vio venir? Ambos eran casi iguales, hacían lo que querían, no tomaban las opiniones de otros, se salían con la suya y tenían ese brillo astuto en la mirada, claro que Gaara, aunque jamás lo iba a admitir, tenía los ojos más bonitos.

- Así que se conocen, eso es mejor, me ahorran el dilema de presentarlos, jeje – De lo más vivaz.

- ¿Y por qué me lo ibas a presentar? – Frunciendo el cejo ya picado por el bichito de los celos. Temari solo sonrió enormemente y con su dedo índice elevado y moviéndolo de un lado a otro contesto.

- Eso es un secreto – Muy sagaz y se fue con ese aire de incógnita.

- Que hija de p…

- ¡Gaara!

- Ya, okey – Se calló ante el reclamo de su chico. Se rasco los cabellos ¡¿Qué estaría penando su hermana?!

Oh no, que ni creyera que ella podía venir de lo más campante a querer quitarle a su Shika porque, lo juraba aunque sea su hermana, la desmembraba órgano por órgano. E iba a ser que cada segundo fuera doloroso. No exageraba, se dio cuenta de lo mucho que quiere a Shikamaru, y no iba a permitir que lo apartaran de su lado después de todo lo que tuvieron que pasar para estar juntos. Miro al Nara, este estaba muy confuso. El pelirrojo se acercó y lo beso intensamente.

- ¡¿Qué te pasa?! – Rojo miro hacia la puerta abierta por si alguien había visto.

- Eres mío – Shikamaru iba a reclamar pero el Sabaku lo tomo del rostro – Y yo soy tuyo – Le sonrió al ver como este se sonrojo – Solo recuérdalo – Y le dio un casto beso para abandonar la habitación.

Shikamaru, con el corazón alborotado, quedo ahí en la cama con cara de circunstancia y roja… Temari… y Gaara… hermanos… No necesitaba hacer una gran ecuación para resolver que uno más uno, daba a dos, si, dos grandes dolores de cabeza quienes seguro de ahora en adelante le joderían la vida más de lo que ya lo hacían por separado.

- ¡¿En qué lio me he metido, maldita sea?! – Echándose hacia atrás de la cama. Seguro se cansara más de lo normal.

************

Los sonidos de la calle eran muy alegres en ese momento, a veces tanto ruido lo molestaba, pero en esas ocasiones, donde todo tenía un apropiado nivel de sonido, le era muy ameno. Tomaba su café con una ligera sonrisa oyendo algo que jamás podría sino después de décadas, algo que hacia su corazón latir de alegría… algo precioso… oía algunas historias de su querido hijo. Kabuto aún estaba experimentando las nuevas emociones halladas en su ser, no iba a ir de a golpe ni estar desbordando felicidad que le correspondía a un niño de 5 años. Él iba a su paso, eso sí, le contaba las cosas que vivió hace poco y las del presente, algo para empezar, si un día, su relación se hacía más estrecha le contaría el pasado.

- Pero creo que pese a todo, no me arrepiento de las decisiones que tome y de los resultados. – Tomando más café – Aunque… eso también te incluye – Susurrando algo apenado eso. Juzo no podía estar más feliz, prestaba atención a cada palabra de su hijo maravillado.

- Veo que eres muy inteligente, no me sorprende – Con una gran sonrisa impropia de él. A Kabuto le acelero el corazón, no era malo tener un padre. – Dime una cosa hijo ¿Tienes a alguien especial?

- ¿Qué? – Casi atragantándose con su bebida. – Oye yo…

- Solo quiero saber si te gusta alguien. Tu madre… Kaoi – Se corrigió con pesas -…me ha dicho que está preocupada de que tengas a alguien y no se lo dijeras o peor aún, que envejecieras mas solo que una pulga. – Sonriendo con sorna. Al peliblanco le salto una vena.

- Estoy bien. No tengo a nadie aun, pero tendré pareja… algún día. Así que pasando un tema aún más importante – Juzo se confundió por la mirada seria y afligida del menor.

- ¿Qué pasa, Kabuto? – Si, el menor le concedió que le llamara por su nombre.

- Bueno… he notado algo que me ha dejado muy a la incertidumbre y quiero que me seas honesto – Miro a su padre. Este asintió dándole permiso de proceder, el Yakushi tomo aire y soltó la pregunta. – Yo… ¿Por qué no me parezco tanto a ustedes? Ósea… mis ojos… mi cabello… todo – Apretando la taza de café.

Hubo silencio. Era verdad, si uno los miraba bien, había muchas diferencias que no cuadraban en la genética, ósea, Juzo y Kaoi eran castaños de ojos miles, claro que la mujer era de tonos más claros que el hombre y eso consternaría a cualquiera… más que nada, Kabuto notaba que no poseía casi nada de parecido con ninguno de sus progenitores, no a simple vista ya que él consideraba la personalidad relativa y superficial, no por ser amargadas dos personas y con mismo pensamientos y similitudes las hacen familiares, eso pensaba. Juzo luego de ver que el ojigris le volvía a mirar sonrió y cerrando sus ojos saco su billetera ante la cara más confusa de Kabuto.

- No vayas a pensar que eres adoptado u otra cosa – Mostro una foto en la mesa. El menor abrió los ojos – Si, este eres tú de bebe – Sonrió mientras miraba la foto con dulzura. - ¿Sabes? Lo más triste que debe soportar un padre, es ver crecer a sus hijos por medio de imágenes y por otros, es doloroso – Su cara mostro el desconsuelo de sus palabras. – Pero… cuando mi amigo me mando esta foto de ti a los 7 años, mi mundo se ilumino más de lo que ya estaba por tu nacimiento – Le sonrió de una manera tan cálida que Kabuto no entendió el porqué.

- Esto…

- La razón es más que simple, y es esta – Posando ahora una foto nueva en la mesa. Kabuto miro la foto, luego a Juzo y de nuevo en la foto así sucesivamente, hasta que capto que debía verla. La tomo y contemplo en esta a una hermosa de cabello platinado y ojos grises obscuros como los suyos, no supo el motivo, pero quiso llorar – Tú, eres la viva imagen de ella, aunque masculina claro, jeje – Kabuto volvió a mirar la foto, en ella la mujer sonreía radiante con flores blancas, eran claveles, y había una brillante aura a su alrededor.

- Ella… ella…

- Es mi madre – Sonrió Juzo – Mi padre como puedes ver, es de cabello castaño como yo, al parecer herede mucho eso jeje. – Mostrando ahora la foto de su progenitor. Alguien de inigualable sonrisa amistosa y madurez arrolladora – Cuando… - La mirada de Juzo cambio – Cuando mis padres murieron, creí que nunca jamás tendría algo que me hiciera recordar a mi madre, mi padre podía verlo en el espejo, jeje, pero ella… no sabía quién podía brindarme una imagen similar, ni siguiera Kaoi, ya que mi madre era dulce, pero, a su manera, como tú. – Sonrió nostálgico – Ella era muy lista y aplicada, tocaba el violín, amaba ese instrumento… así que solo me resigne a mis memorias y sensaciones. – Sus ojos volvieron a brillar – Pero cuando, tú comenzaste a crecer más, note que había un pequeño parecido, hasta que llego esa foto. Eras idéntico a ella, y eso me alegro el alma, casi tanto como cuando naciste. – Apareciendo una enorme sonrisa de felicidad.

Kabuto sintió en su pecho tantas cosas, él amaba el violín, no sabía por qué pero lo hacía, aunque su madre decía que prefería que hiciera batería, jaja, como siempre loca a su manera dulce. No solo eso, miraba a esa mujer en la foto algo vieja pero bien conservada con detenimiento sintiendo en su pecho una nueva emoción, como si una revelación se le hiciera presente.

- Claveles… - Dijo ensimismado. Juzo se extrañó – Tan puro como el amor de novia, tan inocente como la ingenuidad de un niño – Y sonrió aun con su mirada brillante en la foto – Son hermosas – Posando sus ojos en su padre, quien estaba más que impactado y confundiendo a Kabuto vio cómo se cubría la boca y apartaba la mirada ¿Se burlaba? No, no lo parecía, era como… - Ju… ¿Padre?

- Las mismas… - Lanzo en un murmullo algo lamentoso – Las mismas palabras que ella – Dando a ver su cara con claras intenciones de no llorar, pero emocionado. – Dijiste… las mismas palabras que mi madre – Sin quererlo su voz sonó un tono más aguda, por querer retener un sollozo.

Kabuto sonrió muy grande, su padre era muy sentimental. Miro la foto y el viento meció sus cabellos, llenando el ambiente de ese lindo café-bar, de un color nostálgico y cálido.

- Sabes…

Juzo miro a su hijo, los cabellos de él también se mecían con suavidad.

- ¿Qué? – Curioso le incitó a seguir de manera suave.

Kabuto sonrió cerrando sus ojos y quitándose los lentes.

- Si…

- Si ¿Qué…? – No comprendiendo.

- Si tengo… a alguien que me gusta.

************

Miro el cielo bajo el manto verde de las hojas del árbol donde posaba, en ese momento sintió algo raro, pero placentero de alguna forma, como si el viento que mecía sus cabellos y hacia danzar las hojuelas del manzano, le traía consigo un mensaje importante en forma de incógnita ya que Sai estaba más que anonadado con ese secreto que no podía adivinar.

- Será… ¿Qué me estoy volviendo loco? – Entrecerrando sus cuencas negras y largando un suspiro. Miro sus piernas, donde posaba su carpeta de dibujo, ahí donde plasmaba un deseo y un anhelo de su corazón. Sintiendo su órgano latir, acaricio con suavidad el boceto de su arte y sonrió - ¿Me pregunto qué estás haciendo, amor?

- Joven maestro Sai – Un señor muy mayor llego y quedo frente a Sai a una distancia prudente – El almuerzo esta listo – Y se inclinó.

- Jeje, Maiki, te dije que no tengas tanto formalismo – Se paró – Vamos – Con una sonrisa amable. Ambas entidades se adentraron en la casa dejando a los pies del árbol, el retrato de un peliblanco sonriendo, su nombre…Kabuto.

************

- Jaja, eso es maravilloso-ttebayo – Muy feliz se encontraba nuestro Naruto.

- Si… estamos planeando avanzar poco a poco – Sonrió un poco menos pero no menos feliz a su amigo.

- Hinata, me alegra que por fin las cosas estén yendo de bien con Neji, y es que ustedes ee merecen eso y mucho más – Tomando su té.

- No grites tanto o me dejaras sordo primito – Menma llego y se sentó al lado muy junto Naruto.

- No empieces, aparte que no vienes hace siglos de visita ¿Me vienes a insultar? – Apartándolo.

- ¡¡Eres rencoroso!! – Tratando de abrazarlo – Fue trabajo, baka – Ambos luchaban por abrazar y otro por no dejarse, Hina reía por lo bajo divertida.

- No deberían pelear – Llego Kenta a regañar a ambos mayores. – Se supone que la familia es unida – Haciendo mohín.

- Cielo, mira, ya le pegaste tus gestos – Logrando rodear del cuello a Naru en un tipo de abrazo mientras veía con desgana e interés al menor de todos.

- ¡Cállate! – Con su palma lo empujo y se acercó a Kenta – No te preocupes Kenta, hay veces            que estas pequeñas riñas son una demostración de cariño – Sonriendo – Aunque claro, si ambas partes se aprecian y conocen muy bien, porque si no debes si golpearlo…

- ¡¿Qué le estas enseñando?! – Calló a Naruto con un golpe en la cabeza – No puedo creerlo, le enseñas a usar violencia, usuratonkachi – Su mirada era de desaprobación.

- ¡Eso duele-ttebayo! – Sus ojos afilados se dirigieron al Uchiha - ¡Maldito teme! Yo solo le decía que si alguien se sobrepasa con él que debe golpearlo y correr a pedir ayuda ¡Tú eres el que vino con la violencia en su puño y me golpeo! – Estirándole los mechones de cabellos - ¡¿Y dices que yo le enseño mal?!

- ¡Maldición! – Imitando al rubio aferró sus hebras rubias y las tiraba con fuerza - ¡¿Por qué siempre nos jalamos los cabellos como nenas?! ¡Solucionemos esto como hombres! – Aun así nadie cedía.

- ¡Por todos los santos del mundo! – Menma se tiró encima de Sasuke y comenzó a jalarle las mejillas - ¡Suelta a Naruto! ¡Maldito hijo del demonio! – El cuadro era cómico y de por si no acto para menores, por lo tanto Hina y Neji se fueron a la cocina a tomar sus tés con galletas llevándose a Kenta con ellos.

- ¡Tú! – Soltó una de las manos con la que agarraba los cabellos de Naruto y la guio hasta la cabellera de Menma y jalo ahora sus cabellos - ¡¡No te metas!! – Podía hablar bien ya que el otro moreno ahora lo quería estrangular.

- ¡¡Suficiente!! – Todos pararon en seco y se sentaron rápidamente en los sillones como niños inocentes pero aterrados. – Me podrían explicar ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué peleaban peor que como niños de primaria? – La voz de Minato no era nada feliz, pero tampoco agresiva.

- Ah, yo… tío… - Menma aún se turbaba con la presencia del mayor, no era que aún no se acostumbrara a que viviera, sino que siempre le infundo confianza y respeto desde niño, y eso jamás cambiaria.

- Namikaze-san… bueno… - Ni se imaginan lo nervioso que estaba Sasuke, después de todo, que el padre de tu novio te descubriera en esa escena y mas hiriendo al que es tu pareja y por ende su hijo… ¿Cómo no temer? Esa era la duda.

- Oto-san, lo que pasa es que le quise dar un consejo a Kenta de que golpeara a la gente que abusara de él y enseguida corriera a pedir ayuda, pero el teme me golpeo por insinuar violencia, cosa que él mostro con su puño-ttebayo, y nos comenzamos a jalar los cabellos y Menma se metió a ayudarme y así como nos viste terminamos-ttebayo – Los morenos sudaban ante la sinceridad del menor con su padre quien tenía la mirada desencajada.

- JAJAJAJA – La viva risa de Minato no se tardó en oír – Oh vaya, y pensar que creí… nada, nada, jeje – Contendiendo la ganas de seguir riendo a carcajadas.

- ¿Qué pasa Oto-san? – Confuso.

- ¿No está molesto señor? – Aun temiendo eso.

- ¿Por qué es gracioso tío? – Él más confundido que nada.

- Bueno, es que es gracioso ver adolecentes de su edad discutir como niños, jeje – Miro a los tres con una gran sonrisa – Me llena de dicha – Y cerro sus ojos.

Los menores no entendían ni jota, pero ver la gran y resplandeciente sonrisa de Minato los enmudeció y es que esa sonrisa era oro.

- Creí oler algo delicioso ¿Serán galletas? – Dirigiendo su paso a la cocina – Oh, hola Hinata-chan, Neji-kun ¡Oh Kaoi! Sí que eres silenciosa ¿Desde cuándo…? – Se oía la voz de Minato perderse.

- Jajaja – Naru rompió el silencio de la sala – Wow, mi papá es alguien tan dulce – Muy emocionado.

- Minato-san, aún se me hace difícil comprender algunos de sus actos – Suspiro liberando su tensión.

- Tío siempre fue un libro difícil de leer a veces, puede ser tan claro y otras un enigma total, pero como dice mi Naru, siempre es muy dulce – Sonrió recostándose sobre el sofá.

Mientras en la cocina.

- ¿Y qué piensas de ver “jugar” a los chicos así, Minato? – Kaoi le sirvió un té al rubio. Minato miro a Hina y Neji quienes jugaban y pintaban con Kenta, miro la sala donde se oían las risas de los otros juntos con algunos insultos, todo eso solo le saco una gran sonrisa  que hizo a Kaoi sonrojearse un poco.

- Que me llena de dicha, jeje – Tomo su té aun feliz “Aun son unos niños”

Kaoi sonrió adivinando el pensamiento de Minato y volviendo a lo suyo.

Ya era de noche, Neji y Hinata estaban en la puerta despidiéndose.

- Hasta otro día, Naruto, Minato-san, Kaoi-san, Sasuke-san, Menma-san y Kenta-chan – Se reverencio con su dulce sonrisa.

- Jeje, siempre tan formal Hina – La imito y le regalo una gran  sonrisa, para Neji igual – Cuídala hasta que llegue a casa ¿Entendido-ttebayo?  - Burlón.

- Con mi vida – Se reverencio – Hasta otra ocasión, y Naruto, mas te vale que te vaya bien a fin de año o te mato, je – Y con eso ambos se subieron a su auto y partieron.

- Tan poca confianza me tienen-ttebayo – Cruzándose de brazos.

- Yo creo que podrás Naru, jeje. Me debo ir, ya mi hijo debe estar por llegar. Adiosito – Y la linda mujer se fue a su casa.

- Teme y… ¿Tú? – Encogiendo un poco los hombros por lo tímido que sonó.

- Yo también debo irme. Namikaze-san ¿Podría usar su teléfono?

- Sasuke-kun, te dije que dejes el formalismo, por favor úsalo – El azabache asintió y se adentró a la casa, Kenta lo seguía como si fuera mama gallina. Los rubios hicieron lo mismo.

- Iré a lavar las pocas tazas que quedaron, quédate con tu amigo – Con eso Minato se retiró a la cocina. Naruto fue cera de las escaleras donde Sasuke realizaba la llamada para pedir un taxi, noto que Kenta se iba por un pasillito que daba al baño, así que vio una oportunidad.

- Si, muchas gracias. Buenas noches – Colgó el micrófono. – Naruto, el taxi llegar…- Sasuke no termino la frase por el repentino beso de Naruto. Al separarse vio a su rubio sonrojado.

- Baka, corresponde antes que alguien venga – Susurro abochornado de que su novio se quedó petrificado. No es que Sasuke no quisiera besarlo, pero temía que Minato los viese y se fuera todo al carajo. Sintió de nuevo los labios del ojiazul y aun con el temor correspondió con amor y necesidad, había pasado tiempo del último beso. La escuela, los estudios, Minato, responsabilidades, todo los separaban horas y esas horas pasaban factura, pero por ahora un beso amoroso bastaba.

Se separaron antes que alguien viniese y se sonrieron sonrojados. Ambos fueron a la sala y prendieron la televisión para ver algo mientras esperaban el móvil. Al poco llego Kenta y se situó en medio de ambos. El programa era de una familia divertida donde una casa estaba patas para arriba y la gente se volvía loca. Reían, claro que el moreno menos, pero esas risas cesaron al no oír la de…

- ¿Kenta? – Naru preocupado lo llamaba, pero el niño parecía ensimismado.

- Oe… Kenta – Sasuke también se estaba preocupando.

El menor miraba la pantalla y veía a esa familia, veía sus disgustos, sus risas, pero las palabras “Responsabilidad”, “Hombre grande”, “Papá, Mamá” se le vinieron de repente trayendo  el recuerdo del oso y después una lluvia, dolor, oscuridad, risas, más dolor, más miedo, soledad, voces,  penumbra, luces veloces ir y venir, artefactos, muchas imágenes se le vinieron de repente, todas golpeando su cabecita y atormentándola, alterándolo más y más, haciéndole faltar el aire, hasta que…

- ¡¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHHHH!!!! – El grito alarmo a todos. Minato llego corriendo, Naruto se venía espantado y al borde de gritar, y Sasuke, aterrado sostenía entre sus brazos a un inconsciente Kenta.

************

//New Jersey – Yale University// (20:45)

Estaban los dos en el sofá, Deidara entre las piernas de Itachi y este abrazando la cintura del menor mientras miraban tele en un silencio algo incómodo. Y es que desde que llegaron al departamento que el rubio había alquilado temporalmente no habían hablado. Solo se sentaron y prendieron el televisor para romper por así decirlo la tensión silenciosa. Dei estaba nervioso, su novio le había dicho que todo estaba bien ¿Por qué entonces sucedía esto? Otra vez estaba sintiéndose inseguro y frotaba sus manos con cautela para que Itachi no se diera cuenta, aunque era imposible que lo hiciera, ya que este estaba en su mundo sumergido de pensamientos incognitos de los cuales el ojiazul desearía poder leer.

Por su parte Itachi pensaba en que ahora dentro de Deidara había algo y ese algo, un poco, lo perturbaba en cierta manera y quería poder decírselo a Deidara sin que este se altere o algo, pero pensó que era mejor tener una respuesta clara del porque lo perturbaba un poco la existencia de ese ser no nato. Así que era bueno que sus amigos hubieran interferido cuando iba a decirle “Deidara, yo… no sé cómo sentirme con esto de que… seré padre” o algo así pero incluso peor. Pero su angelito parecía tan consternado que sin pensar dijo la notica a los demás, para dejar en claro a Deidara que lo quería… pero ahora… ¿Qué debía hacer? Se sentía raro… Muy raro y no le gustaba ¿Qué debe sentir? ¡¿Qué?! Suspiro cansado, estaba realmente muerto, los días sin saber de Deidara lo agotaron.

- Deidara – Sintió como su pareja respingo.

- Dime Itachi – Trato de que su voz saliera normal, pero eso no evito que parecía algo cohibida.

- Estoy cansado ¿Qué tal si dormimos un rato? También debes sentir sueño – Soltando el agarre y levantándose y en el proceso también al rubio.

- A no, yo estoy bien – Dijo algo sonrojado.

- No lo creo, te me desmayaste como casi perdiendo la vida, debes estar agotado… además… - Se rasco un poco la nuca y evito la mirada del menor – No le hará bien… a él… al bebe – Las últimas palabras salieron con dificultad, el ojiazul se sintió tan angustiado por eso.

-… Si… tienes razón, vamos a descansar – Sonriendo muy bien con falsedad. Ita suspiro.

- Yo descansare aquí, ve a la cama – Le devolvió la sonrisa contraría. Dei fingió que no le dolió eso.

- Hai. Descansa – Dirigiéndose a Itachi para darle un beso casto en los labios, pero esta vez había algo distinto al último – Nos vemos – Y se retiró a su pieza. Una vez ahí se fue al baño, se lavó, cambio, cepillo sus dientes y fue a acostarse. Cuando toco almohada y pasaron unos segundos unas lágrimas resbalaron de sus ojos, una de ellas atravesando el tabique para unirse con la otra y perderse en la almohada. - ¿Por qué?... – Gimió –… Si dijo que todo estaba bien – Y sollozo hasta quedarse dormido.

Itachi por su parte, se acomodó en el sofá con una almohada y una manta. No podía dormir, muchos pensamientos en su mente no lo dejaban conciliar el sueño y menos darse cuenta de los sentimientos de Deidara. Por ahora quería arreglar el remolino en su cabeza para dejar de preocuparlo, pero como Itachi estaba muy distraído, pensó que por la actitud del rubio él estaba bien, que idiota ¿No? Así es la gente cuando sus ideas no lo dejan ver a los demás. Ya mañana sería un nuevo día para ellos.

 

La mañana llego y con eso Deidara se despertó muy pesado, no solo por su cabeza y ojos que le cobraban el haber llorado casi la mayor parte de la noche, sino porque tendría que volver a encarar a Itachi y ahora no tenía la suficiente fuerza. Pero como no quería enojar a sus profesores faltando, se dispuso a prepararse. Una vez listo salió y con sigilo paso de largo el sillón por detrás donde aún dormitaba Itachi, llego a la cocina e hizo un desayuno muy común para Itachi, huevos revueltos con algo de arroz, ensalada, tostadas y jugo,  y uno muy ligero para él, un té con galletitas de agua saldadas. Una vez hecho eso se animó a acercarse al sillón y contemplar al bello durmiente en toda la palabra, Itachi era hermoso y dormido se veía tan pacifico y vulnerable que le aceleraba el corazón. Sacudió esas ideas por ahora y comenzó a moverlo.

- Itachi, despierta. Ya debemos ir a la facultad… Itachi, Ita vamos, debes desayunar  así que levántate – Su voz era suave, por lo general el levanta a la gente a gritos y patadas, pero su estado tanto emocional como físico, por él bebe, le quitaban fuerzas y ganas, sobretodo lo agotaban. – Itachi… - El moreno comenzó a abrir los ojos guiándose por la dulce voz, trato de enfocar su vista y vio a su lindo koi. – Buen día – Sonrió.

- Buen día Deidara – Se sentó para estirarse muy perezoso, él tampoco consiguió dormir mucho - ¿Qué hora es? – Refregándose un ojo. Dei contemplo a su novio, la playera negra de mangas largas desacomodada que dejaba verle la clavícula, sus cabellos sobresaliendo de varios lados de la coleta, seguro por los movimientos de la noche, y su expresión de recién levantado como la de un niño, el condenado era sexy y lindo.

- Aun nos queda tiempo de desayunar, son las 7:15 – Sonrió enamorado y dulce. Itachi abrió sus ojos, la expresión de Deidara lo desencajo levantándolo por completo, y era que su koi era tan lindo. – Vamos, ya está todo listo – Caminando a la cocina.

- Ah, si – Aun ido. Se terminó por levantar, doblar la manta y fue a higienizarse para colocarse unas prendas superiores que Dei le dejo (Los pantalones de Deidara no le entraban a Itachi, le quedaba corto de abajo xD) y se unió con él en la mesa de la cocina. – Se ve delicioso – Junto sus manos – Itadakimazu – Y comenzó a comer. Dei le imito y comenzó a comer lentamente - ¿Eh? ¿Por qué comes solo eso? – Notando la pobreza del desayuno del otro.

- No, bueno es que…

- Pero no seas tonto, come también, ten, toma del mío – Acercándole un huevo enrollado a la cara.

- ¡No! – Apartándose y no oliéndolo – Es que, siento un revoltijo en el estómago, no quiero comer nada – Sonriendo con nerviosismo.

- ¿Es así? Oh, bueno, perdón, sigamos – Retomando el comer.

Comieron en silencio, lavaron los pocos platos en silencio, caminaron en silencio a la parada del bus, en silencio estaban sentados juntos, llegaron en silencio a la universidad y ahí se despidieron con un “Hasta después”… que horror. Parecían unos desconocidos que no sabían ni hablar o tratar con el otro, a Deidara no le gustaba eso, y mas el hecho que Itachi no se le acercaba más que lo suficiente y desde ayer no volvió a besarlo y más que nada… dejo de… no importaba, se decía que tal vez Ita estaba procesando toda la información que implicaba la criatura y que luego volvería a ser el mismo, esperaba que fuera pronto porque esa situación… era dolorosa.

- ¡Deidara-sempai! – Sintió los brazos de su amigo rodearlo.

- Oh, Obito, me asustaste – Y en verdad lo hizo.

- ¿Eh? Perdón, es que pensé que Deidara me escucharía y me evitaría como siempre – Mirándolo con curiosidad - ¿Algo no va bien? – Usando un tono más grave. Dei sonrió, aunque sabía que nada nunca se le iba a escapar a ese pelinegro una vez que noto algo raro.

- No es nada Tobi, solo que ando medio dolido del estómago, jeje – Claro que no era una mentira, Deidara no era bueno mintiendo y menos a Obito, quien lo conoce como la palma de su mano.

- Oh, bueno. Debe ser por el bemhm – Con sus manos cubrió la boca del bocón de su amigo antes que su estridente voz se haga resonar y media universidad supiera su condición y aún más impactante que sea en un hombre.

- ¡Idiota! – Dándole un zape. – Eres condenadamente descuidado, casi se te escapa eso y si lo hacía te mato – Estirando su mejilla.

- Perdón, Dei-sempai ¡Eso duele! – Contrayendo los dedos de su mano para aguantar el dolor pero no se apartaba del castigo del rubio, ya que sabía que terminaría peor. Aun pese a la casi metida de pata, Dei estaba muy agradecido con su amigo, le hizo olvidar el dolor que hace un segundo estaba sintiendo.

- Hay que ir a clases bobo – Sonrió muy feliz. Obito no entendió que carajos paso para que Dei sonriera así, pero se dijo, en su mente ya que sino moría, que debía ser los cambios de humor o esas cosas del embarazo.

- Okey – Dijo igual de feliz – Tobi será un buen chico y escoltara a su amigo hasta el aula, luego de eso se ira a la suya y mandara saludos a Rin de su parte jeje – Entrelazo los dedos detrás de la espalda y seguía medio inclinado a Deidara, este solo reía y asentía a los dicho.

- Buenos días – Poco después se les unió Sasori. – Es raro no ver al loco de Itachi contigo Deidara, creí que no te dejaría ni a sol ni a  sombra una vez que te encontró – Comenzando a caminar con ellos.

- Bu-Bueno, es que seguro tiene cosas que hacer – Ninguno de los dos chicos paso desapercibido del menor, pero dejaron en silencio por ahora.

- Ya veo, bien, ojala que aparezca para darle una golpiza – Dei miro a Sasori confundida como queriendo el saber porque. – Cosas mías, ya te las diré, es un asunto entre nosotros – Sonrió un poco para calmarlo, cosa que funciono.

- ¡Seguro que lo que le pasa a Itachi son hormonas de hombre! – Apareció Rin para hacer más revuelo (quería poner desmadre xD) – Seguro fantasmas los tienen así – Poniendo pose de Sherlock  Homes, todos solo la dejaron ser con resignación.

- ¿Dime qué clase de fantasmas Rin? – Aunque Obito le seguía el juego con una sonrisa nerviosa.

- ¡De la peor clase, mi amor, de la peor clase! – Alzando sus brazos al aire enfatizando sus palabras con horror exagerado.

- … - Todos los chicos, a excepción de Obito que tenía una sonrisa de idiota enamorado, vieron a Rin sin tomarse enserio nada (-_-U) - ¿Cuáles serían esos fantasmas horrendos? – Ahora más emocionado Tobi pregunto.  Dei y Sasori solo querían que el pelinegro dejara de seguirle el rollo.

- Los peores de todos – Puso una cara tan seria que impresiono un poco a todos que la miraron expectantes – Son los fantasmas mas diabólicos que puede haber, y aunque intentemos ayudar, no serviremos de nada… porque es algo que solo él y nadie más que él puede enfrentar, y si gana, podemos ver esa metamorfosis en todo su esplendor, pero si no… - Todos impactados esperando - …los resultados serán desgarradores – Oculto su mirada tras su fleco. Minuto de silencio… - ¡Bueno! Pero eso lo veremos cuando el gilipollas haga lo que tenga que hacer, jeje – Juntando sus manos y ladeando su rostro para apoyarlas en estas con una sonrisa de niña linda. – Mejor vayamos a clases o si no el profesor nos hará lo mismo que al perico – Y se fue saltando muy feliz por así decirlo.

-… Cada día tu novia esta mas loca, Obito – Regaño Sasori más por poner interés en algo que sabía que acabaría así que por la actitud de la chica.

- Si, ella es tan hermosa – Y como siempre Obito volteo toda la frase. – Vamos Dei-sempai, que Rin tiene razón, hoy nos toca el profe malo, malo y Tobi no quiere que lo maltraten por retrasarse. Pero como Tobi es un buen chico, aun así te acompañara al salón – Tomando el brazo del rubio y retomando el camino a jalones.

- Si, apurémonos – Y Sasori iba junto a ellos.

- Oe, Obito, puedo caminar imbécil, suelta Tobi suelta! – Y así se fueron alejando.

 

Al fin habían llegado al salón.

- ¿Sabes que pude haber venido yo mismo? – Conteniendo las ganas de hacer un puchero, lo cual era inútil porque aunque pensaba que no ya lo estaba haciendo, y su cara enojada solo lo hacía ver lindo.

- Jeje, por precaución – Miro la hora – Debo apurarme ¡Luego nos vemos Deidara-sempai, Sasori-sempai! – Y fue trotando para salir de los pasillos e irse a su aula donde Rin lo aguardaba en la entrada con un mazo, ya saben, por si el profesor llegaba antes que su novio y ella como gran novia que era, lo noquearía y así lo ayudaba, lindo ¿No?

- Sasori-domo ¿Entramos? – Con una linda sonrisa.

- Hai – Afirmo para entrar al aula y comenzar la larga jornada y por suerte, casi el final.

- ¿Estas preocupado, amor? – Llego Konan justo antes de que llegue a su pupitre.

-… - La sonrisa amigable de su chica lo hizo suspirar para calmarse – No es nada… solo… tengo un raro presentimiento – Tomándose la frente inquieto.

- No debe ser nada, pero espero que no sea nada grave – Acariciando su mejilla. Sasori sostuvo la mano de la chica y esta sintió algo que nunca creyó sentir… Sasori temblaba muy ligeramente.

- No sé… es la primera vez que en verdad no sé qué va a pasar… y temo – Mirando hacia un lado.

- Sasori… - Esto era algo nuevo para Konan y no sabía que decir para consolarlo exactamente.

- Veras, que sea lo que sea… lo arreglaremos a como de lugar – Y sonrió. Sasori la miro y correspondió con sutileza la sonrisa, era cierto, sea lo que sea que pasara, se enfrentaría a ello. – Ven, vamos a sentarnos – Tomo su mano y fueron a los pupitres cerca de Deidara – Buen día Dei – Sonrió con amabilidad.

- Buen día Konan – Konan sintió una rara punzada… ¿Qué seria? - ¿Pasa algo?

- ¿Eh? Ah, nada, solo que espero ver como tu estado cambiara, jeje – Muy animada.

- ¡Eso es cruel! – Sonrosándose por aquello.

Konan y Sasori se miraron y concordaron que algo iba a estar muy mal.

************

Ya había finalizado la segunda clase, en todo ese tiempo no había salido para nada del aula ni para comprarse algo, no era que quisiera evitar algo, pero… antes de hacer algo quería aclararse. No era idiota, la forma en que transcurrió la mañana junto con Dei demostraba que no todo estaba bien y eso lo atemorizaba… un poco… ya que otra cosa que lo hacía era…

- ¡Ey! – Volteo para ver quien lo llamaba con sorpresa – Por fin ¿Qué te tiene tan ensimismado? – Cruzándose de brazos.

- Oh, Kisame, eres tu – Suspirando aliviado.

- ¿Cómo que soy yo? – Arqueando una ceja – Era obvio, dejar de actuar como alienígena y sal de aquí, has estado dos clases en esta cárcel y si no sales ahora, yo te sacare a patadas – Y no esperando ni un A del otro, lo agarro de la camisa y se lo llevo arrastrándolo de ahí.

- ¡Te ayudo! – Hidan guardo todas las cosas de Itachi, en realidad solo tomo la mochila del Uchiha y arrojo todo ahí, y salió detrás de más alto que arrastraba a la mula.

El campus vio como Kisame arrastraba a un muñeco gigante de Itachi, como este no se movía ni hablaba lo parecía, y como era seguido por Hidan muy feliz con dos mochilas. Era cómico y raro ver a Itachi Uchiha dejándose hacer así sin replicar nada o poner algo de resistencia. Los tres llegaron a una parte del campus donde había sillas y mesas de concreto y piedra lisa y fina, muy bonitas y de tonos claros y rústicos. Sentados ahí estaban Kakuzu y su hermana Megumi.

- Hasta que por fin aparecen. Estoy todo el día con mi hermana como para querer estar más tiempo del necesario – Cruzando sus brazos irritado.

- ¡Idiota! – Se paró y fue hasta Itachi - ¡Mi Itachi! – Lo abrazo y sonrió en grande - ¿Me extrañaste? – Itachi solo estaba parado ahí como estatua sin expresión alguna - ¿Eh?... ¿Qué pasa Itachi? – Preocupada por el estado de su amor.

- Es obvio que ahora que tiene pareja, la cual todavía no nos presenta, no aceptará nada de ti, así que suéltalo Megumi – Aclaro Kakuzu.

- Es verdad – Hidan separo a la chica de Itachi y lo rodeo con el brazo – Y dime amigo ¿Dónde está la señorita? Jeje – Risueño y burlesco.

- Mmm – Pero Itachi seguía ido en sus pensamientos. Sus amigos ya estaban preocupados, no solo en dos clases no salió al receso, sino que tampoco reaccionaba a nada en su entorno y en no respondía al llamado de los profesores.

- Oye amigo, ya me estas preocupando – Hidan hizo una mueca y lo zarandeaba para hacerlo reaccionar.

- Olvídalo Hidan, ya se lo chupo el diablo – Sacando su almuerzo – Y yo muero de hambre.

- Eres tan insensible – Comento su hermana de brazos cruzados.

- ¿Insensible yo?  ¿Quién es el que ha estado esperando al zombi para almorzar hasta ahora? Y por lo que veo este tiene sin cuidado lo que lo demás dicen y sienten ¿Quién es el insensible que me deja con el estómago vacío? ¡¿Eh?! ¿El o yo? ¡Con la comida no se mete! – Dejo a todos mudos. Era la primera vez que Kakuzu se enojaba a tal punto, en verdad debía estar cabreado. El pobre y hambriento morocho comenzó a comer con lagrimillas de felicidad.

- Debió tener hambre – Kisame le turbaba esa imagen ya que Kakuzu no era muy expresivo que se diga.

 

Cerca de ahí Deidara caminaba con sus libros en la mano, estaba animado ya que en todo el día no le dieron nauseas ni mareos, eso era un logro y estaba más que contento. Aun así la felicidad le acompaña la angustia y esta era que en todo el día no había visto al moreno. Se la paso todo el día suspirando, miró su reloj que marcaban las 16:26 de la tarde, sí que el tiempo pasaba entre clase y clase, hasta ahora solo tuvo 3 y le faltaba una para terminar el día e irse a casa con el corazón mal al saber que no arreglo las cosas bien con Itachi ¿El Uchiha lo evita? Esperaba que no, o que si lo hacía era para pensar más en que palabras le diría. Estaba seguro que si era paciente y esperaba,  Itachi le diría que todo estaba bien y que estarían juntos. Apretó los libros en su pecho y sonrió muy feliz de solo imaginarlo. Ahora que lo pensaba mejor, era muy precipitado, ya que sus padres, el suyo, Sasuke, su hermano ¡Se complicaba todo! Su corazoncito palpitaba nervioso de pensar en las reacciones y regaños de medio mundo, al menos sus amigos ya lo sabían y ablandaran ese peso. Otro suspiro más, se sorprendía de cuanta alma le quedaba, sea como sea lo que vinera, lo resolverían ellos dos  juntos, otra sonrisa boba apareció, estaba condenadamente enamorado y eso lo jodía y lo hacía feliz… ¿Itachi se sentiría igual? ¿Qué era lo que pensaba de todo aquello ahora? ¿Qué es lo que se le pasa en la cabeza en este momento?...... ¿Qué era lo que Itachi estaría haciendo ahora? Como si de algo mágico se tratara oyó la voz de su pareja acelerándole los latidos y más que ansioso apresuro sus pasos para llegar a donde estaba.

- Pero Itachi, dinos ¿Por qué te ves como si fuera el fin del mundo? – Escucho a una chica. Se extrañó de la frase pero no paró.

- Si compadre, te vez tan ido que pareces muñeco – Otro más. Su caminata se alentaba.

-  ¿Qué te paso para que te pongas así de ensimismado? – Ahora eran pequeños pasos.

- ¿Es tan grave como para verte así? – Ahora si freno y cruzo solo un poco un muro, se ocultó de nuevo tras este, viendo desde ahí, como Itachi parecía un muñeco junto a sus amigos.

Su cara puso una expresión realmente preocupada, como adorable, y los rayos amarillos de la tarde acentuaban su brillo. Aunque quería salir y saber que le pasaba a su koi, se quedó ahí mirando y escuchando lo que pasaba ahora.

 

- Ya me estoy hartando – Suspiro afligido Kisame.

- ¿Cómo podemos hacer que reaccione? – En eso se oyó un golpe seco. Voltearon todos anonadados al encontrar en rostro de Itachi ladeado a su atacante Kakuzu aun en la posición del golpe - ¡¿Pero estas loco onii-chan?! – Arrancándole los cabellos.

- No me arrepiento de nada, y aun así no funciono – Todos notaron lo inmutable de Itachi.

- Yo ya también me canse – Hidan fue hasta Itachi. – Tu maldito inservible, o reaccionas o… - Sacando de su bolso algo - ¡¡Romperé en mil pedazos esto!! – Mostrando un muñequito. Todos cayeron estilo anime.

- ¡¿Qué clase de amenaza es esa?! Como si Itachi reaccionara con esa por…

- ¿De dónde lo sacaste Hidan? – Ita para asombro de todos reacciono y se abalanzo al peliplata para quitarle dicha cosa, lo cual obvio el otro no lo permitió. - ¡Hidan!

- Hidan las pelotas. Me tienes hasta las cejas. Te saque esto de tu taquilla cuando estabas  aún más distraído que ahora – Apretando el muñequito. Itachi puso cara de horror.

- No espera, lo vas a romper – Encogiéndose clara muestra de no presentar ningún gesto agresivo al captor de su preciado tesoro. Nadie sabía porque era esa cosa fea algo tan preciado para Itachi.

- Ita, amor – (Dei respingo celoso por eso) Megumi se acercó preocupada - ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué actuabas así? – Tocándole el cabello (Dei estrujaba la pobre pared) Itachi miro a sus amigos ahí mirándolo expectante y aunque trataran de ocultarlo muy preocupados. Suspiro, ellos eran buenas personas después de todo.

- ¿Puedo yo antes… hacerles una pregunta? – Algo apenado, a Megumi le salieron flores.

- ¡Que grosero! Pero anda, dilo o parto en dos esto – Aun sosteniendo al pobre muñequito.

- Vamos amigo, pregunta – Ita nervioso  se rasco la nuca, sabía que si alargaba la duda Hidan destrozaría a ese muñequito.

- ¿Y? – Además Kakuzu tampoco estaba de humor.

- U… U-Ustedes… - Desviando la mirada – Ustedes que opinarían… si yo… - Dudoso. Tomo aire y miro fijo a sus amigos - ¿Ustedes cómo me ven como padre? – Soltó firme y nervioso.

Silencio incomodo…

- ¡¿EHHHHHHH?! – De parte de todos - ¡Itachi! ¿Es una broma, verdad? Es una pregunta retórica ¿Cierto? – Kisame perdía sus nervios.

- No idiota, se dice pregunta hipotética ¿A que si? – Ella estaba aún más pasmada - ¿Verdad, Itachi?

- ¿Por qué parecen tan consternados? – Inquieto por la mirada perturbada de todos ¿Tan mal lo veían?

- ¡¿Cómo no lo estaríamos?! Primero una cosa y luego esta ¡¿Es que no tienes sutiliza al lanzar sorpresas?! – Zarandeando el muñequito por sus movimientos exasperados. Ita tenía cara de preocupación por el muñeco, y de desconcierto por la reacción de todos.

- Itachi… - Kakuzu trato de serenarse – Al menos dinos… ¿A qué se debe esta pregunta? – Más que curioso.

- ¡Primero respondan! – Más que enojado.

- ¡¡Que estas de coña!! – Respondieron todos.

- Itachi, una cosa es una chica, pero otra es un bebe y tú como padre dejas mucho que desear. Siempre detestas que te toquen sucios niños – Hidan no era muy sutil tampoco.

- Siempre odiaste la palabra bebe cuando se aplicaba a ti. Acéptalo Itachi, no quieres ser padre y menos muy joven – Kisame trataba de mejorar lo dicho.

- Es cierto. Itachi, tú aun eres muy joven, tienes una vida por delante, tienes mucho que dar y aun conocer y un bebe no te dejara nada de eso, sino que debes buscar trabajo, mantener a terceros y tu libertad se quedara en cero ¿Oíste? Cero, nada. sin salidas, ni fiestas ni siguiera tiempo para follar. No digo que sea tan malo, pero es muy pronto para que lo asumas ahora. – Le acaricio el rostro – No es bueno que cargues con esos pensamientos presurosos al futuro, eso se dará a su tiempo. Un bebe no es para ti ahora Itachi. – Megumi sentencio seria.

Itachi proceso cada palabra como un profundo eco a tener en cuenta. Apretó los puños y consternado y dejo salir unas palabras como si fuera una revelación a su antiguo y ahora yo.

- Yo… jamás quise… un hijo…

-… Exacto – Dijo la chica seria – Eso a tu mente no le haría bien asumir tan de repente. – Lo abrazo.

A lo lejos, aun oculto Deidara ocultaba sus ojos tras su fleco y apretaba muchos los labios como el puño cerca de su corazón. Antes que su presencia se diera a conocer salió de ahí para no enfrentar esa respuesta.

- Es mejor que descartes eso amigo – Kisame apoyo su mano en el hombro.

- Si hombre estás muy mal – Hidan se acercó un poco más calmado. Aun así su mirada se posó en Kakuzu quien se mantuvo callado desde hace un buen rato – Oye… ¿Pasa algo Kaku? – Para molestarlo. El morocho parecía más serio que de costumbre – Ey… ¿Estás bien? – Sin previo aviso, ante todos que quedaron en shock, el castaño le acento un tremendo golpe en el rostro a Itachi.

- ¡¿Te volviste loco hermano?! – La muchacha quería ir tras su hermano pero Hidan la detuvo, ahora él estaba serio. - ¿Qué te pasa? – Miro a Kisame quien también lo estaba - ¿Qué le pasa a ambos? – Muy confundida.

En cuanto a Itachi, miraba muy aturdido a Kakuzu quien se veía cabreado.

- ¿Es esa tu decisión Itachi? – El moreno no comprendió – Solo un par de palabras negativas ante eso y te encojes así. Eres patético – Hizo un gesto a Hidan y este se acercó – Esto, no sé qué mierda es – Quitándole de las manos el muñeco a Hidan – Pero se vio como algo importante para ti hace un momento, si lo rompo ahora no te importará ¿Verdad? – Comenzando a apretar esa cosa con fuerza que se escuchaba que se podría quebrar. Pero antes que eso pasara, Itachi se levantó y le propinó un golpe aún más fuerte que el de Kakuzu a él y en el proceso recupero su tesoro. Nadie comprendía nada. Itachi miro su muñequito… un ave… un pajarito de… arcilla. Sonrió.

- Gracias – Y con eso salió corriendo.

- No comprendo nada – La pobre Megumi estaba que se le reventaban las neuronas.

- Ya lo sabrás – Sonrieron los chicos – Ahora tu ¿Estas bien? – Hidan miro burlón a Kakuzu y este lo acribillo con la mirada.

 

Itachi corría y corría con una sonrisa en los labios. Esta no se le borro a pesar de no haber hallado a Deidara en todo el instituto, ni en su cuarto. Busco por todas partes y solo le quedaba dos lugares, y fue a esa fuente en medio de la rotonda. Y como si el destino  le favoreciera, ahí estaba él, sentado en el borde de aquella hermosa fuente y mirando el cielo mientras se acariciaba el vientre, una imagen tan hermosa que a Itachi le bombeo el corazón con fuerza, sonrió de saber la respuesta que le daría a tan hermoso ángel con… un pequeño ser creciendo dentro de él… y ambos… eran suyos. Un estremecimiento de alegría le invadió a decirse aquello. Avanzo hasta Deidara para sorprenderlo pero, este lo sorprendió a él volteando a mirarlo y sonriéndole con… ¿melancolía?

- Dei…

- Itachi – Le interrumpió al tiempo que se paraba y caminaba hasta él – Que bueno que apareces, quería decirte algo importante. – Le sonría aun con esa extraña mueca afligida.

- ¿Si? Bueno, yo igual. Mira quiero decirte que…

- Esta bien – Itachi no comprendió – Ahora entiendo que te estaba dando una gran carga – Sonrió triste – Por eso…. – Lo miro con sus ojos enormes y aun con ese gesto dijo – Es mejor que terminemos – Silencio… un horrible y perturbador silencio.

- ¿Qué…? – Pronuncio en un hilo de voz.

- Seamos realistas – Agacho la cabeza y su mueca se alargó tratando de contener el dolor en su pecho. – Jamás podría pedirte que te veas en la obligación de tomar tanta responsabilidad, aun cuando… - No quería hablar tanto porque si lo hacía retrocedería en la decisión que había tomado con tanto dolor. – Es mejor que… yo cuidare de él, no debes…

- No lo acepto – Sereno abrazo a Deidara. Este agrando los ojos y empujar al Uchiha.

- ¡No caeré de nuevo en esos trucos! ¡Es obvio que no toleras la idea de perder tu vida! ¡No te estoy exigiendo ya nada, te estoy dejando ir!

- ¿Por qué sigues pensado que…?

- ¡Has estado raro! – Lo encaro por fin, sus ojos se volvían brillosos – No te me acercas, no me tocas, me tratas distante… y… - Apretando los puños en la playera del mayor - ¡Has dejado de llamarme Dei o Deidi! – Expreso con exaltación – Me has llamado por mi nombre de una forma tan seria que me dolía, pero no te dije nada porque pensé que necesitabas tiempo… pero que idiota fui, yo necesitaba tiempo, tiempo para comprender que yo era el egoísta que te apartaba de tu juventud y… y… - Las lágrimas salieron - ¡¡Ahhh!! Yo no era así ¡Yo no era tan quejicoso! ¡No era tan débil! Y ahora soy un mar de emociones inestables ¡No me gusta! – Tomándose la frente y abrazándose a sí mismo – Dime… Dime Itachi – Le miro queriendo cubrir su boca - ¿Qué me estás haciendo? – El moreno abrió sus ojos ante la imagen desconsolada del menos y lo abrazo con mucha ternura.

- Lo mismo que me haces a mí – Sonrió - ¿Oíste la conversación que tuve con mis amigos, verdad? – Acariciando su espalda con consuelo.

- ¿Eh? N-No... Yo… - Sintiéndose descubierto.

- Es verdad que estuve raro… pero era porque no sabía porque una parte de mi aún estaba perturbado… ahora lo sé – Apoyo su mejilla en la cabeza de Dei – Estaba asustado.

- Lo sé… por eso…

- No te atrevas a decirme que terminamos y que tu podrás cuidarlo solo o peor aún, ponerlo en adopción – Lo miro severo – Es mi hijo y no voy a permitir que lo apartes de mí lado – Dei no comprendía este cambio. Itachi sonrió – No sé cuánto escuchaste… pero… - Saco del bolcillo ese pajarito de arcilla, Deidara se impresiono al reconocer que fue el primer regalito que le hizo al tonto de Itachi cuando apenas se conocían como amigos. – Lo he guardado como un tesoro…

- Pero…

- Tenía mucho miedo porque… - Tomo el rostro del ojiazul y le sonrió con cariño – Estoy demasiado feliz – Sentencio cerrando los ojos. El pobre Uzumaki seguía sin comprender pero su corazón estaba latiendo fuerte – Y por esa felicidad… temía que me fuera arrebatada, temía… - Oculto su rostro en el cuello del menor.

- ¿A qué Itachi? – Acariciando sus cabellos. Ita sonrió afligido como apretó el cuerpo de su amado.

- Que yo no fuera lo suficiente como para proteger a ambos. Soy un desastre Deidara… por eso… temía de no ser capaz de cuidarlos… temía mucho el fracasar y que me dejaras… que me dejaran… que yo-o… - Comenzó a temblar un poco.

- Itachi – Abrazo a su koi – Idiota… guardándote algo así, y luego me dices a mí que soy estúpido – Se separó y lo beso con ansias y mucho amor siendo correspondido con desesperación. Se separaron, Itachi aprecio el rostro bello de su pareja bañado con la luz del anochecer que se reflejaba en el agua de la fuente, al mismo que esta, movía unos cabellos del rubio. Deidara era simplemente hermoso.

- ¡Deidara! – Lo apretó más – Te amo, te amo tanto… los amo – Corrigió alegre – Así que, me vale que sea pronto… - Apoyando su frente en la del pobre sonrojado Deidara - ¿Me permitirías, compartir el resto de mi vida junto a ti…junto a ustedes? – Dei se impactó.

- Itachi… - Sus ojos desbordaron en lágrimas – Hai… ¡Hai! – Abrazo su cuello sin romper el contacto frente con frente. – Si quiero… Si queremos, Itachi.

- Que bien, porque no lo hubiera aceptado de otra forma jeje – Robándole un besito – Porque si no te hubiera encerrado y nunca te dejaría salir – Con expresión tétrica.

- Psicópata – Rio aunque viendo la seriedad con la que dijo eso, supo que no era del todo una broma.

Un lindo final como comienzo les espera… pero no estarán solos, habrá más… ¿Verdad?

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Jajaja, que lindo!! Dei le dieron felicitaciones :D

Gaara esta en plan celoson xD pero muy dulce jajaj, Shika queria atencion, ahora la tiene :P

Ohhh, Kabuto se conmivio por su abuela, y confeso que le gustaba alguien!! :D Quien sera? Jajaja, Sai se esta volviendo loco xP

¡¡Kenta!! D: ¡¿Que paso con Kenta?! D':

Ohhh, bueno al menos Dei e Itachi ya cerraron todas sus dudas y ahora, solo veran completamente el futuro. Que mal Ita, se sentia inseguro, ya vera que lo hara bien jeje.

Espero que lo hayan disfrutado y enserio esperen que les respondan a la gente que me lee. Y ya que... Todas las historia, salvo 3 como dije, son SasuNaru.


Ya esta, lo dije jajajaja. Un gran abrazo y espero leerlos pronto, dejenme sus comentarios, saben que los adoro y les respondere :'3

Nos vemos n_n/


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