Capítulo 50. Un final y un comienzo para todos.
Suspiro pesado, todos estaban ahí, menos Deidara e Itachi quienes debieron volver a la facultad, pero solo para servir de apoyo. No quería entrar, más que nada no quería ni estar allí ni saber nada al respecto, pero ya estaban ahí, todos vinieron a darle su apoyo y ahora, solo debía apegarse a lo que se propuso hacer desde que le dijeron la noticia.
Ayer cuando volvían del hospital, Ino, Menma y un enojado Yahiko estaban frente a la casa hablando con Minato. Obvio que solo volvieron Sasuke y Naruto ya que Deidara debía descansar un día en el hospital e Itachi se quedó con él. Se acercaron algo confusos y estos luego de varias divagaciones y regaños por parte de Yahiko, quien los abandono en cuanto supo que Dei estaba en el hospital valiéndole madres si Itachi estaba ahí o no, le soltaron la shokeante noticia… Sakura Haruno había despertado.
Y es por eso que ahora estaban ahí frente a esa clínica psiquiátrica, aunque le comentaron que la loca, quería decir Sakura, estaba más que cuerda y estable pero la tenían ahí por si era un atraso de su trastorno bipolar. Naruto no quería ir, ni sabía porque estaba ahí, pero según Ino, la misma chica pelirosa pidió que lo llevaran a él y a Sasuke ¡Sí! Oyeron bien, a su Sasuke. No sabía si era bueno o si aún tenía intenciones nada sanas con su azabache, sea cual sea la razón, más que porque se lo pidieron, le dieron su apoyo de venir, o por la buena obra del año ¡Él no estaba ahí por eso! ¡Solo estaba ahí para que la cabrona no estuviera sola con su novio! ¡Suyo! Ya que al parecer a su querido koi si le pico el bichito de la humanidad y acepto verla ¡¡Que hijo de su madre!! En ese momento quiso golpearlo, pero él le dio sus razones y el como buen analista que era, en lo que cabe, tuvo que comprender. Aun así, para aclarar, el solo estaba ahí para que Sasuke no estuviera solo con Sakura y esta aprovechara.
- ¿Seguro quieres hacer esto? – Le pregunto Sasuke ya entrando en el ascensor, solos, los demás decidieron esperar en la recepción. El rubio le miro furioso.
- Si quieres que te deje solo con tu ex perra, solo dímelo – Mirando al frente otra vez encolerizado. Sasuke suspiro.
- Ya te dije que no es por eso, en parte, solo quiero comprobar con mis propios ojos lo que escuchamos, quiero que todo acabe bien para todos, incluso para ella – Con aspecto sereno y calmado.
Naruto le irritaba eso ¡¿Por qué se preocupaba tanto por una mujer, que casi los mata a ambos?! Y no solo eso. Una mujer que engaño, robo, conspiró, secuestró, humilló, torturó, atentó y por poco lo mata a él y a su nii-san ¡¿Es que se había vuelto loco?! ¿Qué no recordaba todo eso? Porque si es así, le refrescaría la memoria a puñetazos de ser posible. Miro hacia un lado. No quería, no quería encontrarse con Sakura, no quería revivir esos horribles recuerdos, no quería verla en su locura o cordura, no quería verla… en su recuperación… aunque sonara feo… esperaba que todo lo que le dijo Ino… fuera mentira.
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- ¡Me rehúso-ttebayo!– Se cruzó de brazos muy molesto.
- Por favor Naruto, ella solo pido verlos a ti y Sasuke-kun – Rogándole con las manos entrelazadas. – Ya te dije que volvió a ser la misma que conocí. Una chica dulce y sensata, ella recuerda todo, por eso te sito. Debes ir por favor, y veras que es alguien distinta.
- Pues por mí que espere sentada – Desviando la mirada. - ¿Cómo se le ocurre pedir algo tan cínico después de todo lo que nos hizo pasar? – Arrugando el entrecejo – Y menos que menos dejare que mi onii-chan se acerque a esa, está en un estado en el que no puede por ahora soportar más tensión. – Mirando a Ino decidido.
- Naruto, por favor solo es eso, no te pido nada más. Ella dice que quiere cerrar una página en su vida e iniciar otra, y para eso, necesita verlos a ustedes, luego testificara. Solo te pido eso – Ino trataba en vano de convencerlo.
- Lo lamento, pero ni Sasuke ni yo…
- Yo iré – Interrumpió el azabache. Naruto quedo anonadado ¿Qué le pasaba a Sasuke?
- ¿Perdón? ¿Oí bien? ¿Vas a ir a verla? – Sorprendido y consternado de mala manera. El mayor lo miro serio y asintió. - ¿Por qué? ¿No te acuerdas de todo lo que…?
- Si lo hago. Pero es momento de como dice ella, cerrar este círculo de una vez. Nos hará bien, a mí me hará bien – Con mirada pensante. A Naruto se le estrujo un poco el corazón ¿Podría ser posible?
- Acaso… ¿Sientes compasión por ella-ttebayo? – El moreno analizo las palabras y asintió.
- Algo, después de todo, hace mucho estuve con ella y… - Toco una fibra sensible.
- Oh, y ahora se te ocurrió actuar como el ex novio bueno que se preocupa ¿Verdad? – Irónico.
- No elijas mis palabras, pero más o menos puede ser un poco esa idea – Naruto cada vez estaba más anonadado, Sasuke actuaba y hablaba muy serio… por ella. Ino y Menma se mantenían al margen y Minato se retiró para que hablaran, dentro de poco debía ir a trabajar, así que se fue a dormir.
- No – Siseo – No iremos y no dejaré que vayas-ttebayo – Sentencio enojado pero serio. Sasuke frunció un poco su ceño.
- No puedes tú prohibirme nada Naruto, iré aunque me digas que no – Naruto encolerizo.
- A ver si entendí. Tu puedes mandarme y prohibirme ciertas cosas ¿Y yo no? – Indignado al máximo.
- No es lo mismo, esas son cosas absurdas, esto es serio – La palabra “absurdas” pasaba una y otra vez por la mente del rubio herido y sorprendido. Ósea que todas esas promesas, todos esos sacrificios y muestras de celos y cariño, todo lo que él dijo… eran… absurdos… ¿Nada era verdad?
- ¿Absurdas, eh? – Apretando los puños - ¡Pues a mí me parece absurda esta situación! ¡Ni de joda iré a ver a esa pendeja que me hizo miserable!
- Esa es tu decisión Naruto, y no te objeto nada, por eso, no lo hagas conmigo – Le advirtió ya molesto pero sin dejar su semblante serio, Naruto se sentía impotente.
- ¡¿Por qué?!
- Porque si ¡Ya deja de compórtate como una novia resentida y celosa y razona! – Alzando un poco la voz. Naruto ahora si se ofendió.
- ¿Qué razone? ¿Tú lo estás haciendo-ttebayo? – Plantándose en frente de él dándole la espalda a Ino y Menma que ahora se sentían algo fuera de lugar. – ¿Acaso es más que empatía lo que sientes hacia ella? ¡Dímelo!
- ¿Te estas escuchando? – Perdiendo la paciencia.
- No ¿Tú te estas escuchando? – Lo apunto – Mira bien, no iremos, no vamos a ir a ver a esa tipa, es más ¡Prefiero que desaparezca de mi vida!
¡Paff!......... Ante la mirada asombrada de todos, Sasuke le dio una cachetada a Naruto, este quedo con el rostro ladeado y expresión pasmada.
- Necesitas calmarte Naruto – Dándose la vuelta – Haz lo que quieras, pero yo iré, ya nos veremos – Y con eso, se subió al taxi que aún lo aguardaba y se fue.
Ino y Menma se sentían en parte culpables por lo que paso, aunque el moreno se contuvo al ver que el Uchiha se atrevió a levantarle la mano a Naruto, pero este ya estaba histérico y no sabía qué hacer.
- Naruto – Ino lo llamo para que reaccionara ya que seguía en la misma posición. El rubio acomodo su rostro y empezó a dirigirse a su casa. - ¿Naru…?
- Iré – Dijo simplemente – Solo mándenme un mensaje con lo que necesite saber – Y sin más se adentró en su casa. La rubia quería llorar, pero Menma la calmo y se retiraron de ahí.
Dentro, Naruto estaba ya en su cama tirado boca abajo, derramando lagrimas silenciosas y acariciando el lugar donde Sasuke le dio la fuerte cachetada… una muy fuerte… sabía que se estaba pasado un poco de alterado… pero no hizo nada tan grave como para que usara tal fuerza… le dolió, le dolió mucho y para que fuera peor, le dolía más el corazón. Sus riñas podían conllevar a leves golpes, pero eran eso, leves golpes o su típica muestra de afecto. Pero esta bofetada… esta fue… demasiado en serio… a Sasuke si le importaba ver a Sakura… tanto que no dudo en golpearlo para que se callara ¿No era más fácil solo irse como hizo? Si lo hubiera hecho, el por su celos e inquietudes habría asistido igual… ¿Hacia falta golpearlo? ¿Hacía falta decirle eso? ¿Hacía falta…que usara esa mirada tan fría? Lloro un rato, hasta que su vista se posó en su mesa de luz, era verdad, la mañana anterior dejo el correo ahí. Quería distraerse así que las miro, cuentas, trabajo, citaciones… pero una le llamo la atención tanto que lo perturbo… Otra vez… volvió a llegar…
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Sobraba decir que desde eso, hace casi 2 semanas, ya que Ino debió programar la cita y hacer los trámites correspondientes se tardó un poco, no cruzaban palabra alguna. Naruto estaba más que triste por eso, pero esta vez, él que siempre se tragaba su orgullo, no daría el primer paso. No haría nada, aunque le doliera y quisiera en este momento solo arreglar las cosas. No, esta vez se contendría, ya quisiera golpearlo o hablarle, no lo haría. Por fin llegaron al piso. Ambos salieron y se dirigieron rumbo a la habitación de la Haruno. Al localizarla, ambos quedaron ahí pensando en que hacer. Naruto viendo que Sasuke quedo absorto en pensamientos lejanos, toco la puerta.
- Adelante – Se oyó. Naruto sintió esa voz suave, nada falsa. Con el corazón a mil entro en la habitación. La luz que se colaba por las ventanas con cortinas blancas hacía resplandecer esa habitación melocotón, se cegó unos segundos, lo siguiente que vio fue a una chica leyendo con una ligera sonrisa un libro. Esa chica estaba serena, se sentía a su alrededor paz y calma. Esta chica miro a sus invitados con sus ojos esmeraldas con brillo y sinceridad. – Oh, qué bueno que vinieron – Les sonrió y cerró su libro.
- Esto… - Se acercó Naruto, pero Sasuke se adelantó. La Haruno sonrió un poco más y se sonroso levemente. Naruto no le gusto eso, pero… sentía como que no podía odiarla, no sabía porque, pero así era. Sus sentimientos eran confusos, no quería estar ahí, pero la chica no le inquietaba, no le agradaba Sakura, pero se veía pacífica y hasta linda, no le gustaba que sonriera y mirara así a su novio… pero no le molestaba… era tan confuso. Volvió a la realidad cuando escucho a los otros hablar.
- Cuanto tiempo sin vernos… Sasuke-kun. – Sonrió un poco más – Hola – Muy tranquila.
- Hola… Sakura – A Naruto le dolió un poco que la llamara por su nombre.
- Es bueno verte, y ver que estas bien – Se corrió un poco su cabello hacia atrás y luego miro a Naruto – También me alegra verte Naruto… perdón… Uzumaki-kun – Se corrigió con una sonrisita sincera. Naruto se encogió un poco.
- No puedo decir lo mismo – Noto como Sasuke fruncía el ceño, aunque le dolió lo ignoro – Pero se te ve bien… Haruno-san, eso es bueno – Dijo y le sonrió pequeñamente. La Haruno abrió sus ojos con una sonrisa abierta y los cerró alegre de ver que Naruto se esforzaba por verla y hablar. Eso hizo sentir al rubio que la chica quería en verdad dialogar civilizadamente.
- Yo también me siento bien. Como si un peso de años se hubiera ido por fin de mí. Ahora puedo realmente respirar y dormir casi bien – Los chicos no comprendían – Verán. Recuerdo todo lo que hice… o hizo mi otra yo o no sé qué – Se sonrojo – Y me siento muy avergonzada. No sé ni cuando apareció eso en mí, solo sé que ya estaba y no podía controlarla. Aparecía siempre que tenía un momento de debilidad y hacia cosas estúpidas y egoístas… incluso lunáticas. – Miro la ventana de la cual al estar abierta entro un aire que movió ligeramente los cabellos y las prendas de los tres.
- ¿Te arrepientes? – Pregunto Sasuke.
- Con arrepentirme no soluciono nada y no puedo redimir los pecados que he cometido – Bajo la vista a su libro entre sus manos – Solo me culpo y seguía culpándome cuando veía como mi otra personalidad hacia cosas malas… yo no lo impedí, no luche, no busque cambiar. – Acaricio la portada de esta – Fui muy débil e idiota, pero culpándome a mí misma no sirve de nada – Quiso llorar, pero se contuvo, no lo merecía y menos frente a aquellos dos.
- Por eso… ¿Querías hablar con nosotros-ttebayo? – La ojijade asintió.
- Hai – Abrazo el libro – Quiero no solo disculparme por todo lo que les hecho, quiero compensarlos. Así que testificare en el juicio para que Danzo tenga la sentencia que merece y no tenga beneficios en la cárcel. Además… - Agachó el rostro – También tomare mi responsabilidad como cómplice y aceptare mi castigo – Los chicos se sorprendieron, Naruto iba a decir algo, pero Sasuke otra vez se adelantó esta vez tomando por los hombros a la chica.
- ¿Es eso lo que quieres? – La chica no comprendió – Ya renunciaste a tus sueños y metas por seguir las ordenes de un ser creado de tu mente, y perdiste mucho tiempo… ¿Vas ahora a dejar ir más tiempo dejando que la cárcel pueda crearte más trastornos? – La chica derramo unas lágrimas.
- No quiero ir a la cárcel… me da miedo. Pero… es lo que se merece alguien como yo ¡Quiero disculparme! ¡En verdad siento todo el mal que les hice! Pero solo con sentirlo no arregla nada – Llorando a mares, pero trataba de tranquilizarse- No sirve de nada solo decir lo que hare, los hechos remplazan a las palabras – Se limpió los ojos – Así que aunque me digas todo eso, lo hare Sasuke-kun – Muy decidida. Sasuke miro fijamente sus ojos, la ojijade igual y luego de esa batalla el Uchiha rio un poco. - ¿Eh?
- Veo que dices la verdad – Le acaricio un poco el rostro, la pelirosa se sonrojo – Antes, tus ojos eran como los míos, un pozo sin fondo e inundados en la obscuridad pero ahora… - Le pico la nariz – Ahora se encendió el calor en ellos, puedo ver que en verdad has cambiado, o mejor dicho… estas de vuelta – La Haruno impresionada volvió a derramar lágrimas y abrazo impulsivamente al Uchiha.
- Tú también has mejorado – Escondió su rostro en el pecho del moreno. Naruto se mordió el labio, otra vez una mezcla de sentimientos. Le conmovía un poco el abrazo, pero le dolía verlos así de juntos… como en el pasado. – No has cambiado en eso Sasuke-kun… por eso me sigues gustado – Se separó y limpio sus lágrimas. El Uchiha solo le sonrió y asintió. – Uzumaki-kun… – Algo cohibida. El rubio se acercó un poco.
- Para que sepas – La chica lo miro media atemorizada, Sasuke miro atento a Naruto con seriedad, eso le seguía doliendo a Naruto, el moreno actuaba como perro guardián de que él le hiciera algo a ella. – No quería venir, porque sabía que otra vez iba a pasar lo mismo – La chica y Sasuke no entendieron – Otra vez iba a ser el idiota que perdonará a alguien que casi me cuesta la vida… y la de una persona muy importante para mi – Sakura bajo la mirada avergonzada.
- En serio lamento involucrar a tu hermano ¿Él esta…?
- Está en su facultad en EE.UU… no iba a dejar que viniera, ahora está en un pequeño estado delicado para soportar emociones – La chica asintió. – Pero me dijo… que no tenía remordimientos con una cría, aunque claro… seguirá medio resentido por meterte conmigo y eso – Restándole importancia. La chica rio un poco sin dejar de sentirse mal. Naru le sonrió y la ojijade se sonroso – Me alegra que ahora empieces de cero. – Y con eso dio la vuelta.
- ¡Uzumaki-kun! – Le llamo.
- Ya te dije, de cero – Abrió la puerta – Sea lo que sea que digas en el juzgado, veré que puedan dejarte sin sentencias, no hay rencores grandes. Ni duraderos – Volteo el rostro y le regalo una sonrisa tranquilizante y serena – Ahora tú eres libre de ellos, vive tu vida – Y con eso se fue. Quedo fuera de la habitación un rato, un rato muy largo, casi 45 minutos. Pasado ese tiempo, Sasuke salió y sin decirse nada se encaminaron al ascensor.
Bajaron en silencio, cada quien con sus pensamientos. Naruto algo pensativo en una cosa muy importante y otra boba que era sentir ligeros celos por la tardanza de su… de Sasuke en el cuarto de la Haruno. Aunque decidió seguir ignorando eso. Por fin llegaron a plata baja, salieron del ascensor, estaban solos, y antes de que llegaran a recepción…
- Naruto – Sasuke llamo a Naruto que freno su caminar a varios pasos de Sasuke. El rubio volteo con expresión neutra hacia el Uchiha, este estaba igual, pero… de un momento a otro abrió y estiro sus brazos hacia el Uzumaki.
Quedo algo sorprendido y emocionado, pero una pequeña visión del futuro se le vino. El corría a los brazos de Sasuke, se disculpaba, le decía que tenía razón, él decía que ya todo estaba bien y que también se disculpaba por el golpe y todo volvía a ser como antes entre golpecitos y besos. Le tentaba… en verdad deseaba eso… pero, estaba consciente que no todo es como uno desea,… Aun así quería sentirlo…Corrió hasta los brazos de Sasuke y este lo abrazo fuertemente y le acaricio los cabellos, nadie decía nada, Naruto sabía que él no iba a empezar a hablar, así que como en su pequeña visión, dijo lo mismo que pensó…
- Lo siento Sasuke, tenías razón, tenías razón en todo-ttebayo – Afligido, oyó como el Uchiha suspiraba aliviado.
- Ya, ya. Esta ahora todo bien. Ahora podremos seguir adelante – Ahora acaricio su espalda con la otra mano. – Lamento el golpe Naruto…- Ahí estaba. Esa era la señal para que no terminara igual que en su visión.
- Está bien. Ya no tiene relevancia – Y se alejó – Me alegra que todo terminara y podamos enfocarnos en lo que importa – Comenzando a caminar dejando a un Sasuke confuso. – Fue bueno que hayamos venido, me hizo bien. Con todo esto, me dicuenta que… me he desenfocado de algo importante… que me he olvidado de mis ideales… y que por todo esto, lo he dejado de lado… se los agradezco. Se lo agradezco a ella, y espero de todo corazón, que pueda salir adelante como dijiste – Sasuke no entendía ¿No se supone que ahora iba a estar todo bien? ¿Por qué lo que decía Naruto le hacía sentir mal?
- ¿Qué tratas de decir, Naruto? - El ojiazul se volteando con sus ojos brillosos y con una sonrisa.
- Terminemos – Soltó con tranquilidad y simpleza, dejando helado al Uchiha.
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- Párale… - Con una mueca en los labios por los atosigamientos del otro – Ya… - Pero este no paraba, es más ¡Lo aumentaba el desgraciado! – Kakashi… - Perdiendo la paciencia.
- ¿No quieres mis mimos? – Besando su cuello y acariciando el pecho de Iruka por sobre la ropa. Iruka se sonroso levemente y arqueo la ceja.
- No es que no los quiera… pero haz estado muy pegajoso estos días ¡Necesito espacio! – Ya que estaban en el sillón cama. Kakashi estaba sentado con las piernas flexionadas y abiertas y apoyando la espalda en las grandes almohadas sobre el respaldo del sillón, mientras Iruka estaba sentado entre las piernas del albino, mientras este lo abrazaba con un brazo cerca de los hombros y el otro toqueteaba su pecho, con sus piernas igualmente flexionadas que se encontraban unidas por el poco espacio, y su espalda tocaba el pecho del pálido hombre.
Kakashi paro con su tarea de besar el cuello moreno de su pareja y alzo levemente la mirada para que el otro viera sus ojos, sus ojos penetrantes y severos, se había molestado, algo que dijo lo había molestado.
- ¿Kakashi…? – Sudando la gota gorda del nerviosismo. Parpadeo un par de veces rápido.
- ¿Para qué? – El Umino no comprendió - ¿Para qué quieres espacio? – Abrazándolo ahora por la cintura con posesividad.
- ¿Eh? ¿Cómo para qué? – Frunciendo un poco el ceño. – Para hacer mis cosas. Para hacer mi trabajo… ¡Para respirar y sentarme bien ahora por ejemplo! – Ruborizándose – Ya no somos adolecentes como para estar en estas poses pegajosas – Queriendo separarse pero sus brazos estaban prisioneros de esos fuertes brazos.
- ¿A si? – De un movimiento recostó a Iruka en el colchón del sofá y se posiciono sobre él aun con esa mirada seria pero cautivante por no decir sexy. El pobre se sonrojo - ¿Esta pose te gusta más? Dime… - Se acercó a su rostro - ¿Aun quieres más espacio? – Iruka trago grueso y desvió el rostro.
- A-Aun lo quiero – Sonrojado cual tomate. Kakashi frunció el ceño.
- ¿Para qué? ¿Para irte con ese gamberro? – La ceja del Umino comenzó a tener un tic.
- ¡¿Podrías dejar de celarme de Shiranui-kun?! Él es un amigo, creí que te lo habíamos dicho – Mirándolo con reproche.
- Amigos mis pelotas, yo note que tenía algo de interés en ti – Mirándolo severo. A todo esto, el no llevaba la máscara. Iru se sonrojo.
- Bueno… también el me lo dijo, pero era un interés leve, no es como si se halla enamorado de mi a primera vista – Recordando que esas fueron sus exactas palabras.
- ¡Aun así! – Besando su cuello con frenesí, Iruka trataba de apartarlo pero las caricias lo confundían – Eres mío, ahora eres mío – Lo abrazo otra vez con posesividad – No he estado… por años… no – Iruka comprendió a lo que se refería Kakashi, dejó caer la cabeza relajándose y abrazo al albino.
Luego de la cena de los Uzumaki-Namikaze, luego de irse a casa, luego de comerse a besos en la casa de Iruka, de toquetearse, de dedicarse palabras de seguridad, de amor y caricias suaves y dulces, luego de varias preliminares, después de hacer el amor con todo el cariño y la pasión del mundo, de entregarse por fin a su amor, de dormir abrazados y despertar así… Kakashi le confeso otra vez, como varias en la noche y en el acto de amor, que lo amaba… pero esta vez… le dijo desde cuándo, no exactamente cuándo, pero sí cuando se dio cuenta… y como…de que estaba enamorado…
-------------------------------------------- Flash Back -------------------------------------------
- ¿Qué?... – Con su cuerpo recostado pecho al colchón y sus cabellos hermosamente suelto y deslizándose por su frente, algo de su mejilla y cuello. Miro a Kakashi sonrojado y con una expresión inocente y confundida, sin mencionar que la luz de la mañana, le daba un brillo especial, además que las sabanas cubrían hasta su cintura. Sin duda Kakashi se enamoró aún más de esa imagen, su Iruka se veía hermoso.
- Eso… fue desde ese día – Con una gran sonrisa miraba a su adoración con sus ojos brillantes. Tenía su rostro acostado en su puño, y se elevaba levente apoyando su codo en la cama. Estaba recostado de lado y sus cabellos desarreglados elegantemente y la sabana solo le cubría de la cadera para abajo. Iruka se enamoró más de eso.
- ¿Cómo…? – Kakashi sonrió y comenzó a relatar.
---------------------------------- Flash back dentro Del Flash Back -----------------------------------
Luego de esa divertida guerra en la calle del barrio. Los adultos comenzaron a repartir sandias por el suelo para que los que ganaron el sorteo, de los niños, quebraran las sandias con el mazo. Iruka era uno de esos 10 ganadores.
- Te toca Iruka – Dijo el supervisor disciplinario en ese entonces, Jiraiya.
- ¡Yay! ¡Mi turno de abrir! – Dijo más que feliz Iruka - ¿Nee? ¿Vas a comer sandia, verdad? – Kakashi, todo empapado pero de a poco secándose, miro con neutralidad al moreno y chasqueo la lengua.
- Luego de atentar contra mi salud ¿Quieres que me una a comer sandia como si nada? – Con tono reprochoso y voz seria, pero cayó en cuanta que su “amigo” ya se fue. – Que hijo de…
- ¡Kakashi-baka! – Iruka lo saludaba ya en medio de la gran ronda en posición para prepararse a partir la pobre sandia. - ¡Más vale que no te escapes o terminaras peor que mi sandia amargado! – Muchos ahí rieron y Kakashi se sintió tan avergonzado y con ganas de matarlo.
- Empieza ya Iruka, no me hago joven –Dijo Jiraiya con casi 39 años.
- Eso está más que seguro, jeje – Rio zorrunamente burlándose ganándose un coscorrón en la cabeza - ¡Abusador! – Dijo el niño de 14 años.
- ¡Ya cállate y dale a la sandía o yo te daré con el mazo! – Estirando sus mejillas.
- ¡Okey! – Separándose. Se preparó, tomo el mazo, afinco el agarre, comenzó a hacer fuerza, lo levanto y… cayó de espaldas con mazo y todo. Muchos ahí rieron y Kakashi se unió. Iruka se sentó confuso y ahora avergonzado, hizo un puchero mirando a Jiraiya, que reventaba a risas, y a Kakashi, quien para sorpresa de muchos reía igual de espontaneo.
- ¿No que me dejarías peor que tu sandia? Hablas mucho para ser solo un enclenque – Limpiándose las lagrimillas de la risa. Iru, adorablemente sonrojado, él también estaba medio empapado, hizo una graciosa, y linda, mueca y se paró para volver a intentar darle a la fruta, pero termino igual – Jaja. Iruka ¿No quieres ayuda? – Burlón.
- Kakashi… - Dijo cabreado. Tomo el mazoy lo alzo con todas sus fuerzas, ya que realmente era pesado no por nada era para partir sandia - ¡Así terminaras si no te callas! – Y con la fuerza que saco de quien sabe dónde, estampo el mazo en la pobre sandia y esta reventó volando para todos lados. Todos quedaron tan impresionados que aplaudieron y silbaron. Kakashi trago un poco, pero luego le sonrió a Iruka y asintió felicitando al morocho quien se sonrojo aun con la respiración media agitada y desvió la mirada.
Ya luego de todo ese revoltijo, de otros sorteos y juegos, llego la hora de comer la sandía y disfrutar de los fuegos artificiales. Muchos se fueron a terrazas propias, prestadas o alquiladas, los amigos de Iruka y Kakashi los invitaron con ellos, pero el morocho negó diciendo que quería ir a otro lugar y luego los alcanzaría, Kakashi iba a ofrecerse a acompañarlo pero no pudo ya que el menor lo tomo de la mano y salió disparado arrastrándolo. Mientras corrían, Kakashi sentía un calor en su pecho, miraba su mano siendo tomada por la de Iruka y eso le hacía medio sonrojarse y su corazón agitarse. Dejo eso de lado y se concentró en el confort de sus manos unidas, en el paisaje que iba cambiando hasta ser ellos dos frete a un pequeño riachuelo. Ahí solos en la noche. Siendo iluminados por las luces blancas de las calles que se posaban en el puente.
- ¿Qué hacemos aquí? – Ese lugar venían ellos después de la escuela a jugar con el agua o pescar.
- Bueno, quería disfrutar la sandía y las luces solo contigo – Le sonrió abiertamente. Kakashi se sonroso y agradeció que estuviera arriba de la colinita ya que Umino estaba abajo en el pastizal y no lo veía.
- ¿Y para qué quieres estar solo conmigo? – Comenzando a caminar hacia el moreno y se sentó al lado suyo pero separados por casi un metro. Iruka lo miro algo confuso, bajo su vista y sonrió para pasarle una pieza de sandía a Kakashi quien la recibió algo confuso y expectante.
- Porque quería estar contigo y conversar, hacer recuerdos – Le dijo dulce con su sonrisa antes de soltar la fruta y concentrarse en comer la suya. El corazón del Hatake latió y él se molestó ya que no sabía el porqué.
Justo en eso empezaron los fuegos artificiales, eran hermosos, de muchos colores y el ambiente se bañó de ellos y se tornó agradable. En medio de ese espectáculo Iruka hablo.
- Me alegra que te hayas relajado y divertido – Le miro, Kakashi desvió la mirada.
- Bueno, creo que si la pase bien. Me hacía falta, creo…
- Claro que sí. – Iruka se sentó más cerca de su amigo. –He notado como siempre te esfuerzas en ser un alumno ejemplar, en ser el primero y siempre en ser maduro. Pero la verdad… - Le miro con ojos dulces - …Es que estás sobre-esforzándote – Los ojos grises contrarios se agrandaron – No sé si tengo razón, pero siento que no eres tú, siento que actúas como alguien más quiere que seas – Apoyando su mentón en sus rodillas y tocando sus piecitos. – Lo que quiero decir… -Sonrojándose un poco. – Lo que en verdad quiero decir es que quiero verte sonreír de verdad, sin fingir – Le exclamo asombrando al otro.
-…- Un silencio se formó, y Kakashi bajo el rostro – Eres raro – Soltó. Iruka hizo un mohín y Kakashi, quien lo miraba por el rabillo del ojo sonrió - ¿Cómo quieres que sonría? Las circunstancias en mi vida y familia, no me dan razones para hacerlo – Suspiro débilmente. Era verdad, su padre abandono a su madre y esta estaba hundida en una melancolía llena de alcohol y lo ignoraba a él, y cada día si le hablaba, le criticaba y discriminaba, también le recalcaba que era el vivo retrato de su padre y que por eso no lo quería… pero que por lo menos esperaba que no fuera un don nadie como fue su padre. Por eso se esforzaba, por eso evitaba molestias, por eso…
- Yo seré tu razón – Sus pensamientos se interrumpieron con las palabras del castaño.
- ¿Qué? – Iruka sonrió.
- Que desde ahora, yo seré la razón para que rías y sonrías – Le sonrió en grande – Y siempre estaré a tu lado, para hacerte reír honestamente. Lo prometo – Lo abrazó, ahora Iru estaba arrodillado – Tendrás que soportarlo porque no me apartare de ti amargado. Yo seré tu fuente de alegría… y siempre velare porque cada día, vea en tu rostro, una sincera sonrisa – Se alejó y cerro sus ojos regalándole una preciosa sonrisa. – Seré tu payasito personal.
Kakashi se impresiono tanto que quedo sin habla. Sus latidos ya eran tan fuertes que las sentía en la garganta a punto de abandonar su cuerpo. Sus ojos no se apartaban del rostro de su amigo y sintió enormes ganas de… de… de besarlo… Oh, como quería besarlo. Su corazón, sus nervios, sus latidos, sus mejillas en las cuales se le deslizaron un par de lágrimas y ahora se sonrojaban, todo le gritaba ¡Bésalo! ¡¡Bésalo y no lo dejes ir!! Iruka se conmovió por esas lágrimas, esa expresión y volvió a abrazarlo, volvió a abrazar, al niño que le gustaba secretamente.
- No llores, estoy aquí – Kakashi, aunque perdió su oportunidad, se aferró a su amigo y oculto su rostro.
- Baka… ¿Quién está llorando? Deja de decir cursilerías – Aunque sus lágrimas no paraban, sus amigos siempre mostraban cuanto lo apreciaban… pero Iruka… con él era diferente… y ahora en verdad sentía que esos sentimientos eran genuinos, o que los reconocía… era la primera vez que se sentía en verdad querido a tal punto… y también… era la primera vez… que su corazón dejaba salir sus emociones… todo eso solo le indicaba una cosa… que tal vez… si, tal vez….
Le gustaba Iruka. Si, tal vez sí.
--------------------------- Fin Del Flash back dentro Flash del Back ----------------------------------
Iruka se sorprendió mucho. Ya que Kakashi… le había confesado, que… al igual que él… llevaban ambos el mismo tiempo enamorados el uno del otro… 15 años. Sí que habían perdido el tiempo ¿no? Al parecer la cara que tenía Iruka era excepcional, ya que Kakashi se le monto encima.
- No debiste provocarme – Le dijo sexy.
- ¿Eh? ¿Qué…? – Reaccionado recién – Yo no…
- Muy tarde. – Y con eso lo beso para volver a realizar aquel acto de pasión y amor.
-----------------------------------------Fin del Flash Back ---------------------------------------
- ¡Ahhh! – Estiro el cuello para atrás para que Kakashi lo lamiera y besara a su gusto – Ahh… mmm ¡Ah! – Kakashi, quien masturbaba ambos,deslizó uno de sus dedos embardunados con presemeny jugó con la entrada de su uke para meter un digito – Kaka… ¡Ahh! – Metió el segundo. Dejó la tarea de dar placer a sus virilidades para concentrarse en su labor que le era difícil con los gloriosos gemidos de su koi.
- Iruka – Beso todo su rostro por todos lados. Beso sus labios y metió su lengua en la cavidad del Umino devorándola con desesperación - ¡No puedo! – Sin contenerse más saco ambos dedos y acodo su miembro para penetrarlo de una embestida.
- ¡¡Ahhh!! ¡Maldito desesperado! – Derramando un par de lágrimas, era la quinta vez que hacían el amor, era obvio que aún no iba a estar acostumbrado. Y el número, no era porque Kakashi no pudiera para más, si fuera por él, ya habrían perdido la cuenta de las tantas veces que lo hubieran hecho, pero Iru era primerizo, lo cual le lleno el alma de felicidad, así que tuvo que tomar su tiempo después de las primeras veces para que se recuperara del dolor.
- ¡¡MMM!! Tan estrecho – Sonrió más que sensual y lleno de excitación – Me encanta… siento como me aprietas tan delicioso, más, deja que me mueva – Al borde de la locura.
- N-No hables a-así – Avergonzado pero excitándose. – Mue-Muévete –Sintió como su pareja comenzó un lento vaivén. – Ah… haaah… mmm – Sentía satisfacción, su Kakashi estaba unido a él, y ahora estaba con él ¿Qué más podía pedir? - ¡Haah! – Gimió quedito enterneciendo al mayor.
- Tan lindo – Sonrió con amor y pasión. Reanudo las embestidas a un ritmo constante. La estreches de su Iru lo volvía loco, al punto de querer de una vez darle con fuerza, pero se contuvo por él. – Mío, eres mío – Lamiendo y succionando sus pezones mientras acariciaba cada parte del cuerpo moreno bajo suyo. – Te amo – Levantando una de sus piernas y colocándola en su hombro para luego besar a Iruka hasta dejarlo sin aire.
- ¡Ahh! ¡Haaah! Kaka… Kakashi… ¡Ahh! ¡Sí! – Comenzando a retorcerse de placer. Abrazo a su peliplata bajo los antebrazos y rodeando su espalda - ¡Ah Kakashi! ¡Así! ¡Ahh! –Ocultando su rostro en el pecho del albino.
- Iruka – Susurro lleno de gloria – ¡Ahh, Iruka! – Arremetiendo más y más fuerte. - ¡Que delicia! – Alzando la otra pierna e inclinándose más adelante embistiendo con frenesí. Iruka recibía cada embestida cada vez más hondo, sentía que perdía el juicio con tanto placer.
- ¡Ahí! ¡Kakashi ahí! – Arqueando un poco la espalda y arañando levemente la de Kakashi - ¡Ahí, sí! – Con los ojos nublados en placer.
- Jeje, eres muy lascivo cuando quieres, mph - Sintiendo como su miembro era aprisionado en las paredes – Iru… ¡Mmm! – Cada vez que daba en ese punto se apretaba más - ¡Así, apriétame más! – Delirando de placer comenzó a embestir como poseso sin descanso una y otra vez – MMM… ya… ya casi…
- ¡No, no puedo más! – Curvando la espalda y liberando su esencia.
- ¡Iru-chan! – Arremetió tres veces más antes de venirse dentro de su adoración morena. Ambos trataban de normalizar sus respiraciones. El albino miro a su koi quien estaba con los ojitos y sonrojado perlado en sudor – Eres tan lindo – Se acostó a su lado y lo abrazo – Te amo – Iru sonrió y sin quererlo se quedó dormido y se abrazó a su hombre quien quedo en las mismas que el Umino.
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Dejó la carta sobre la mesa, la chica se le aguaron los ojos, en verdad deseaba que por lo menos las cosas hubieran sido un poco más duraderas para poder… para tener lo que anhelaba. Sus manos sobre sus rodillas se apretaban con frustración. Sus ojos se achicaban queriendo retener a mostrar el dolor en ellos, pero era imposible… porque eso se notaba a simple vista. Suspiro y miro al chico frente a él.
- ¿Estás seguro? – Con una voz dulce y buscando camuflar la tristeza.
- Hai – Dijo sin vacilar pero sintiéndose mal por ella.
- Sabes… Sabes que aun puedes retractarte ¿Verdad? – Intentando persuadirlo.
- Lo sé, pero no quiero – Terminante. La chica le dolió eso.
- Shikamaru… solo quiero que tengamos un futuro… quiero un lindo futuro...
- ¿Atada a un bebe concebido sin amor? – La chica respingo. – Temari, entiéndeme tú a mí – Suavizando la atmosfera tratándola con ternura y por su nombre – Amo a Gaara…, hasta a mí me cuesta comprender el cómo y porqué, pero solo sé que en verdad quiero estar a su lado, sin importarme nada, incluso si mi familia me diera la espalda, incluso si me quedara solo, sé que él estará conmigo. Irritándome, pero estará conmigo – Sonrió al solo imaginarlo.
- Pero…
- Eres una chica linda y muy determinada, un buen hombre sabrá apreciarte mejor de lo que lo puedo hacer yo, alguien que en verdad te ame y te dé una buena familia con cariño – Tomando su mano para transmitirle valor.
- … No… ¿No hay nada que pueda hacer para hacerte cambiar de opinión? – Mirándolo afligida.
- No – Con una sonrisa. – Pero si ves el lado positivo, seremos como familia ¿No? – Temari sonrió.
- ¿No es más una tragedia que el chico que me gusta sea mi cuñado? – Burlona. Shikamaru rio un poco.
- Puede ser una posibilidad, todo depende de que tan sentimental eres – Le respondió la burla.
- No me durará, espero… - Y ambos rieron. La chica tomo la carta y la abrió -… Ya veo… - Sonrió con calidez – No todo será tan malo, espero yo poder encontrar a alguien – Miro al moreno feliz – Seremos felices – Shika asintió.
- Verás que lo seremos, y después tendremos a quienes mandar – Ambos rieron con ganas cómplices del futuro. Miro la hora y negó – Vaya, se me pasó la hora, Gaara debe estar matándome en sus pensamientos por llegar tarde – Parándose y colocándose su ligero abrigo. – Nos veremos después… Temari – Y comenzó a caminar.
- Shikamaru – El nombrado volteo a verla. Ella alzo la mano con una sonrisa – Buena suerte – El chico asintió sonriendo y salió del bar. – Y felicidades. – Suspiro y llamo a la mesera pidiendo mucha comida por la angustia.
- Llegas tarde – Típico de Gaara.
- Me alegra saber que me extrañaste – Se acercó con tranquilidad y le dio un besito, el pelirrojo se sonrojo un poco.
- No te salvas solo por eso – Queriendo ocultar su rostro, el moreno sonrió. - ¿Y bien?
- ¿Y bien qué? – Estaban caminando por una plaza alejado de los juegos de niños y padres y enamorados.
- No juegues conmigo – Serio y regañador.
- Ya, ya – Se sentó en una banca que le daba sobra un árbol. El pelirrojo se sentó igual esperando expectante su respuesta – Eres ansioso – Sonrió y suspiro – No pasó nada, ya dejamos todo en claro, no volverá a insistir – Mirando a otra parte para ver una mariposa.
- No me creo nada, estuvo muy acosadora y persistente estas semanas, ella no renuncia así como así. Dame una razón para no ir ahora mismo a ponerle soda cautica en a su bebida. – Fulminante de celos. Shika lo miro, esa mirada calmo un poco al ojiaqua ya que se veía… tranquila, suave y… - ¿Shikamaru? ¿Pasa algo? – Lo pronuncio suave y calmado.
- Nada – Sonrió dulcemente y se recostó en el hombro del mayor mirando hacia el cielo. Gaara no pregunto otra vez, había una sensación de paz y confort que no quería destruirla por nada. No podía admitirlo aun… pero amaba estos momentos con su moreno. Tal vez… cuando tuviera más confianza en sí mismo, se lo confesaría sin miedo. Shikamaru miraba hacia arriba con una expresión relajada, sintiendo el viento mecer sus cabellos, sintiendo paz… sonrió y en un suspiro cantarín soltó – Estoy embarazado – El ambiente tranquilo para Gaara… se silenció. Acaso… acaso…
- ¿Eh? – En un hilo de voz.
- Tengo un mes y medio… al parecer ni yo sabía que era doncel – Sonrió con gracia – Naruto va a matarme – Y cerro los ojos. Esperaba cualquier reacción de su pelirrojo, cualquiera sea mala o buena… pero nunca espero… que el mayor lo abrazara con fuerza hundiendo su rostro en su cuello. – ¿Gaa…?
- Te amo – Shika se sorprendió de sobremanera – No lo esperaba… pero… en serio… me haces feliz… - Shika se sonrojó y luego sintió a Gaara temblar.
- Gaara… - Fue silenciado por un beso.
- En verdad estoy feliz, en serio… en serio… es mucha felicidad que… - Separándose un poco y seguía temblando – Voy a desmayarme un ratito amor… - Y luego de eso colapso en las piernas del Nara.
El Nara estaba más que sorprendido y sonrojado. Su precioso pelirrojo se desmayó… ¡Gaara se desmayó! Por enterarse que será padre, en verdad que es digno de estar en el periódico escolar. Pero más que eso, se sentía absolutamente feliz. Gaara no solo lo acepto… le dijo que lo amaba, que lo hacía feliz… y además… ¡Le dijo amor! Seguro el pelirrojo estaba tan impactado que dejo salir sus pensamientos sin consentimiento. Rio un poco y se dedicó a hacerle mimos en los cabellos mientras seguía ahí sentado.
- Te amo Gaara – Dijo.
Gaara, aun inconsciente, sonrió.
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- Oigan, no es que sea mal amigo y no este alegre ni nada parecido… ¡Pero podrían dejar de joderme con su amor! – Golpeando su escritorio con las palmas.
- ¿Qué amor? Estamos discutiendo – Dijo Menma alzando una ceja.
- Claro, y yo soy María Teresa de Calcuta. – Cruzándose de brazos. – Si, eso es verdad… ¡Pero su discusión se torna apasionada y me están cabreando! – Estirándose los cabellos.
- Eso no es verdad – Dijo Ino.
- Oh ¿Ahora yo estoy delirando? – Se apretó en puente de la nariz – Oían, me alegro que ahora sean pareja… pero no es necesario mostrarse su amor ¡En mi oficina! – Estallando de nuevo.
- ¿Y a ti que te pico? – Alzando la ceja.
- Déjalo, no vez que esta solito – Trato de que no lo molestara.
- Oh ¿Y tú seguro quieres ser su compañía? – Le miro desafiante y celoso.
- Tú te callas… - Y se enfrascaron de nuevo en una pelea apasionada. Yahiko con un tic negó con la cabeza y salió de ahí ¡De su propia oficina en horas de trabajo! Antes de cerrar la puerta de espaldas, se vio en el interior de esta como Menma tomaba de la cintura a Ino y la besaba.
Ya una vez fuera, en la calle, Yahiko maldecía.
- Malditos mocosos precoces – Con cara de perro - ¿Qué yo estoy solito y envidioso? No me jodan, solo quería trabajar, era lo único que quería ¿Y a ellos les importó? No, claro que no. Solo siguieron en lo suyo y ahora corrompen la pureza de MI oficina como se les da la gana. Malditos sean ¡Que se vayan a su…! – Y tan frustrado e histérico que estaba choco con alguien - ¡Oh lo lamento mucho, yo…!
- No hay problema, pero… la gente llamara a un psiquiátrico si sigues hablando solo. – El pelinaranja miro a su alrededor, todos lo miraban como bicho raro y loco, se avergonzó.
- Perdón a todos – Sobándose la nuca. El chico con el que chico rio ganándose una mirada de reproche.
- Lo siento, eres gracioso, eso es bueno. Un poco de humor viene bien – Con su voz serena. Yahiko sonrió.
- Otra vez lamento el golpe – Reverenciándose un poco y ofreciendo su mano – Mi nombre es Yahiko Takahashi – El muchacho asintió.
- Mi nombre es Nagato… - Estrechando su mano, ambos sintieron una corriente recorriéndoles y se soltaron algo sorprendido. Se miraron y rieron.
- Oye, no debes exagerar con la electricidad – El pelipurpúreo rio y le restó importancia.
- Eso será bueno, vengo a ver a unos parientes… se alegraran de que lleve mi propia electricidad
- ¿Tan ahorrativos son?
- Más o menos, depende. No lo sé – Jugando. – Y dime ¿Eres siempre así de gruñón? – Cruzándose de brazos.
- Nop, solo cuando me llenan mi límite y para eso hay que meter la pata bien metida
- Jaja, ya lo creo, por poco parecías que querías estrangular a alguien – Yahiko se lo pensó.
- Tal vez… más tarde – Rio - ¿Qué tal si te invito algo por el golpe?
- Ya te dije que no hacía falta… pero… ¿Es una invitación sin trampas? ¿No correrás y me dejarás la cuenta?
- Oye eso duele. Yo soy un caballero.
- Jaja, okey, está bien. Vamos – Y ambos comenzaron a caminar animados. Conectaron bien a la primera…
¿Sera… una nueva historia?
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En Yale University – New Jersey (14:26 p.m.)
- ¿Qué te parece? – Indicando con su dedo índice una sección en una revista en sus manos.
- Me gusta… pero… creo que preferiría otro color… el verde con rojo no pega (-_-U) –Apoyando su mentón en el hombro de su koi. – Además que aún falta saber si es niño o niña – Dándole un besito en la mejilla a su rubio, a quien tenía entre sus piernas y lo abrazaba por la cintura.
- Lo sé, pero… - Haciendo un ligero mohín – Me parecía buena idea ver algunas cosas para él bebe antes… ya sabes… para ver que nos gusta – Queriendo ocultarse en la revista por la pena.
- Jeje, eres tan adorable – Apretándolo un poco más – Me muero por que llegue ese día – Sonrió sinceramente muy feliz.
- Baka, no digas eso. Pero yo también estoy impaciente, seguro será hermoso – Sonrió.
- Claro que lo será, si tiene tus genes… y desde luego los míos – Apareciéndole un brillo de ego a su alrededor.
- Claro (¬¬U) – Itachi lo miro con reproche por el comentario irónico, pero lo dejo pasar y soltó a Dei para recostar su espalda en el árbol mirando al cielo. Las nubes estaban tranquilas y el viento agradable. Miro un poco a Dei, quien seguía mirando con emoción de niño la revista. Sonrió, ver a su Dei resplandeciendo así solo acrecentaban sus ganas de… de… Abrió los ojos de repente asimilando un hecho que no hizo hasta ahora.
- Que idiota…
- ¿Hm? – Dei volteo confundido - ¿Paso algo? – Itachi tenía la mirada consternada e ida, como si estuviera muy centrado en sus pensamientos. – ¿Itachi?… - Volteando ahora la espalda para verlo mejor - ¿Está todo bien? – Ladeando el rostro. Itachi reacciono.
- Ah, sí, perdón jeje, me perdí un poco en mi mundo – Dei arqueo la ceja sin entender bien. - ¡Ah, Deidi! – Se levantó de golpe, el ojiazul quedaba más confuso. – Olvide que tengo que hacer algo muy importante, así que nos veremos… el sábado… ¡Si, el sábado!
- ¿Sa-Sábado? P-Pero faltan tres días para…
- Entonces te veré ese día, espera mi llamada, no me llames yo lo hago - Le dio un beso y comenzó a irse a prisa - ¡Bien, entonces quedamos así! ¡Te amo, te extraño, te mensajearé, hasta el sábado! – Y se fue dejando al pobre Dei con cara de… “¿Khé?” En eso llegaron Rin y Konan.
- La fila es enorme, jeje, pero trajimos la comida – Dijo Rin. Dei seguía igual de tieso.
- Si, ahora los chicos… ¿Dei?... ¿Qué pasa?... ¿Dónde está Itachi?
- ¡Jaja! – Todos se reían. Itachi logro interceptar a Sasori y Obito y los junto con Hidan y Kisame. Ahora se lamentaba por eso ya que estos no dejaban de reírse después de haberlo escuchado.
- ¿Ya acabaron de burlarse? – Irritado.
- Ay, por Jashin Itachi. Creo que este año si nos hiciste reír con tus estupideces – Limpiándose las lágrimas – Ya en serio hombre, eres un desastre – Hidan eran sincero ante todo.
- Amigo – Kisame lo rodeo con el brazo – Aunque seas un idiota quedado, te ayudaré, lo sabes.
- Por lo menos sé que tú si – Mirando con molestia a los otros.
- Moo, Tobi no quiere. Tobi no está de acuerdo con esto, si Itachi hace eso… yo… yo – Sacando un pañuelo y llorando a mares.
- A mí me da igual. Todo lo que se planee a corto plazo no termina nada bien. Así que aunque te ayude, no creas que todo saldrá como tú quieres. – Sonrió con malicia Sasori.
- Oye, no me tires la sal o te pateo – Siseo Itachi - ¿Bueno me ayudan o no? – Enojado.
- Si lo haremos – Dijeron al unísono. Ita sonrió aliviado – Pero prepárate para lo inesperado – Dijeron todos con malicia.
- ¡Los mato!
Dei estaba recostado en la cama. Ya habían pasado dos días desde que Ita lo dejo anonadado y de piedra y se fue a quien sabe dónde a hacer qué. Suspiro y saco su celular. Mirando su entrada. Vio los únicos tres mensajes que Ita le mando desde el miércoles.
**//Mensaje de: Itachi :3 Asunto: Buenas.
Deidi, sé que te deje ahí muy confuso, pero verás que es urgente lo que debo hacer. Así que espérame el sábado ¿Si? Te quiero mucho
El otro, el jueves…
*//Mensaje de: Itachi :) Asunto: Holi.
Mi querido Deidi, espero que estés siendo paciente, a mí se me está complicando algunas cosas, faltaré a clases mañana ya que sino no me da tiempo a nada. Espero que estés pensando en mí ¡En serio! Te quiero mucho
Y hoy…
**//Mensaje de: Itachi Asunto: Casi.
Falta poco para que acabe con esto… creo. Espero en serio que salga todo correcto, en verdad estoy nervioso, y asustado. Te lo digo porque confío en ti, sabes que no se lo diría a nadie. Tratare de calmarme. Quiero que en serio todo salga bien, sino… en verdad no sé qué hacer… me moriría… Bueno no me prestes atención, el sueño me hace mal. Un beso mi amor, duerme bien. Te amo//**
Dei estaba tentado a volver a cambiar el contacto de Itachi,y esta vez por “baka”, pero… el último mensaje lo intrigo, era como si transmitiera… anhelo y temor. Leía una y otra vez ese mensaje porque le transmitía muchos sentimientos, pero más esos dos ¿Qué es lo que estaba haciendo ese Itachi? El sonidito de su celular lo espabilo.
**//Mensaje nuevo de: Baka (Al final lo hizo sin darse cuenta xD) Asunto: Buenas noches
Mi precioso Deidara, ya solo falta 24 horas para vernos, en verdad lo anhelo, te he extrañado tanto, en verdad no sé qué hiciste conmigo jeje. Te llamo mañana para decirte donde reunirnos. Te amo mucho, buenas noches.//**
Se sonrojo por el mensaje, él también lo echaba de menos. Se tocó su vientre que ahora aparecía un poco de panza. Él y el bebé lo extrañaban. Sonrió con dulzura.
- Mañana veremos a tu papi pequeño, espero que estés tan feliz como yo – Tal vez fue su imaginación… pero sintió que el bebé se movió.
Por fin llegó el sábado, Dei se la había pasado con las chicas, quienes habían estado un poco extrañas, de aquí para allá, paseando, comprando, casi ni comiendo, lo cual es malo ya que ahora Dei tenía tanta hambre que mataría solo por comer un pedazo de silla. Cuando llego a su casa jamás pensó estar tan cansado y hambriento. Quería cocinarse algo pero recordó que sus amigas le especificaron, ósea obligaron, que apenas llegara a casa se bañara con los jabones, sales y otras cosas que compraron para el aseo personal… cosa que Dei no iba a usar, salvo el baño de espuma, que aunque se moría de vergüenza ya que eso solo lo usan las mujeres, no le caerían mal. Preparo la bañera y siguió las instrucciones para poner las burbujas y un líquido que relaja el cuerpo, no iba a usar lo demás, no era una mujer. Luego de ducharse correctamente, se metió en la tina, fue el cielo. Se relajó y disfruto como nunca jugando con su pancita, al salir tenía la bata. Tomo su celular y se impactó al ver 6 llamadas perdidas de Itachi y 15 mensajes… ahora 16, luego los leería ahora lo llamaría.
- *¡Dei! Gracias a Kamisama ¿Por qué no respondías? – Se escuchaba muy preocupado*
- Perdón, estaba bañándome – Dijo apenado.
- *¿Sin mí? Quiero decir… Deidi… podríamos reunirnos ahora… - Su voz ahora se escuchaba calmada y atrayente.*
Ahora se encontraba saliendo de un taxi y dirigirse a donde Itachi le especifico que fuera. Llego a las calles nombradas, no era en el centro, pero tampoco parecía un barrio, era una hermosa zona que parecía hasta de Francia, calles apedreadas, ambiente suave, la noche lo hacía todo más romántico y las luces tenues y la gente no arruinaban el paisaje... Se sintió preocupado por su apariencia, uso la ropa que compró, o le escogieron. Un jean de mezclilla algo ceñido de color azul fuerte junto con una camisa negra con algunos toques rojos, zapatos de vestir de color negro cuero, un chaleco verde moderno pero elegante. Todo eso era tapado por un abrigo color beige obscuro y una bufanda crema. Se decidió a cortarse un poco el cabello, su flequillo estaba intacto y conservaba su estilo de una media cola, pero el tema el largo, algo no salió bien y ahora tenía el cabello unos centímetros pasando los hombros, seguro que se iban a burlar por eso ya que se veía horrible. Espero unos segundo y tomo una gran bocanada de aire y se animó a concluir su camino. Diviso la espalda de Itachi y su corazón se aceleró, Ita vestía de un elegante traje moderno y elegante de tres piezas. Al llegar atrás de él lo llamo con voz suave,
- Itachi… - Este volteo dispuesto saludar con una gran sonrisa, que quedo en expresión de asombro al ver a Dei. - ¡Lo sé! ¡Me veo fatal! ¡No sé qué hice con mi cabello! – Se cubrió su rostro con una mano con vergüenza.
- No – Susurro suave – Te ves… hermoso – Ahora Dei parecía un tomate.
- ¡¿Estás loco?! ¡Un hombre no es hermoso! – Sin importarle nada, el Uchiha lo tomo de la cintura y le planto un delicado y profundo beso. Dei estaba como un semáforo – I-idiota… la gente…
- Aquí son más libres con las relaciones entre hombres, además ellos conoces la existencia de donceles, aunque no han visto a ninguno hasta ahora, creo jeje – Lo miro con ojos enternecidos – Para mí eres hermoso, y hoy lo estás aún más como un ángel –Vio como el otro desviaba la mirada molesto y avergonzado – Jeje, vamos – Lo tomo de la mano y lo condujo a un hotel. Dei no comprendía nada ¿Un hotel? ¡¿El muy hijo de su madre lo dejo por tres días solo para planear hacerlo en un hotel?! Ah no, aquí hoy muere alguien, pero se quedaría callado hasta ver a donde llegaban las cosas, luego lo golpearía.
Al entrar dio su nombre a la recepcionista, por la cual Deidara tuvo que hacer mucho esfuerzo para no gritarle “perra” en la cara por la manera tan lasciva en que atendía a SU moreno. Firmó y emprendieron hacia el elevador, tomados de la mano, Dei le sonrió con burla a la chica quien lo fulmino con la mirada. Este llegó y cuando sus puertas se cerraron quedaron en silencio, Dei miraba a Itachi quien estaba callado y con una sonrisita. Quería hablarle y preguntarle muchas cosas, pero el silencio era cómodo, así que lo mantuvo así, ya habría tiempo al llegar a la habitación. Lo que en verdad le sorprendió es que no fueron a ningún piso, fueron directo a la terraza. Antes que el ojiazul preguntara algo, Itachi lo tomo de la mano y beso esta con caballerosidad, miro a Dei con intensidad y le dijo que lo acompañara, el rubio hipnotizado lo siguió y se sorprendió más al ver una hermosa mesa bien colocada, puesta e iluminada por velas y pequeñas linternitas de papel redondas chinas. Algunas lucecitas y en el centro un hermoso decorado de flores. No pudo emitir más que balbuceos cuando Itachi ya lo sentó caballerosamente en la silla y luego se sentó en frente de él. Pasaron unos segundos.
- Esto… ¿Por qué es todo esto Itachi? – Mirando algo cohibido y desconfiado la mesa y todo.
- Es… para celebrar – Miro a Dei intensamente – Para celebrar que en menos de dos meses, nos graduaremos y daremos inicio a nuestras vidas y sueños ya sean laborales o aficiónales – Le sonrió - ¿Qué me dices? – Dei se sonroso por la serenes del moreno, pero sonrió.
- Me parece bien, además que esto compensará que en mi graduación me vea como un globo – Hizo un mohín molesto por eso. Itachi rio. Llego el entremés y disfrutaron conversando y diciéndose que era lo que hicieron estos días, claro que Itachi no respondía que hizo en esos tres días, aunque Dei ya no lo necesitaba, viendo todo esto ya supo que era. Solo una linda velada.
- Es hora de la cena – Llegó un mesero.
- Prefecto, Dei, espero que te guste, sé que es tu favorito – A Dei le brillaron los ojos cuando le pusieron la bandeja en frente. Cuando el mozo destapo el plato la cara de ambos se descompuso - ¿Q-Que…?
- ¿Qué es eso?... – Medio confundido - ¿Un trasero? – Efectivamente un trasero de cerdo. – Itachi…
- ¡No! Ese no era tu plato – Impactado - ¡Disculpe! ¿Qué paso aquí? ¡Yo no pedí esto! – Estaba algo alterado.
- ¿Eh? Pero señor, dijo que usted quería esto, algo que era digno de merecer su acompañante – Dei seguía tieso, confuso y ahora algo ofendido. Ita lo noto.
- ¡No! – Mirando a Dei y luego al mozo – Yo no pedí esto, yo había pedido otra cosa ¡Yo pedí Bakudan! –Dei sonrió al ver que si sabía su comida favorita, y también por la escena divertida.
- No lo comprendo, usted hizo un cambio y pidió esto… - Ita iba a esta vez gritarle pero…
- Esto, no hay problema ¿Se puede cambiar? – Dijo suave para serenar el ambiente. El mesero asintió agradecido de la comprensión.
- Deidi, en verdad lo lamento yo…
- Esta bien, no pasó nada malo, solo es un pequeño error – Tranquilizo a Itachi quien también dio la razón y se disculpó con el mesero quien se llevó el plato y trajo el correcto.
Pero de ahí siguió en mal en peor. En vez de champagne, le trajeron vino en cartón (xD) y de la peor marca. Cuando vino la sobremesa, en vez de pizzetas con aceitunas deshuesadas y a un lado rollo primavera de jamón, le trajeron la cabeza de un pescado con sus ojos aparte y un chorizo deforme al lado (O.O xD). A la hora de probar un vino raro de años, al abrirlo el mozo, uno diferente, el contenido salió disparado mojando la mesa y algo a Dei. Ita estaba más que trastornado con que nada le salía bien. Dei se rio, pese a todo, lo tomaba como juego y buen humor, y ver la cara de Ita lo conmovía y le daba gracia.
- Esto no me puede estar pasando – Impactado con la mirada perdida. Recordó lo que sus amigos le dijeron “Prepárate para lo inesperado” ¡No estaba preparado para nada!
- Ya Itachi, no pasó nada, al final en vez de vino resulto sidra, saldrá con una lavada – Rio un poco al ver como Ita se consternaba más. – Mira, esto tiene arreglo, no pasó nada grave, anímate, es divertido. Más si estamos juntos jeje – Tomándole la mano sobre la mesa y regalándole una sonrisa. Ita sonrió, frente a él había un ser divino y extraordinario. Viendo la hora supo que ya era hora.
- Deidara yo… - Pero de la nada apareció una banda brasileña cantando, temas variados, y rodeándolos de la nada. Dei miraba maravillado y entusiasmado por la música contagiosa y alegre, mientras que Ita tenía cada de ¡¿WTF?! Comenzaron a tocar una canción vieja pero genial “De reversa mami” (Harui: lamento no sé si lo cantan ellos, pero qué más daxD), y el rubio si unió de lo más feliz a la hilera bailarina, trataba de invitar al Uchiha pero este seguía pasmado.
Luego de eso, pusieron música y bailaban el Limbo. Dei la pasaba genial y logro hacer que Itachi se uniera, pese que comenzó amargado, termino riendo y divirtiéndose junto su koi, con el limbo, los saltos y luego con música lenta cantada por la banda, que fue hermosa. En medio de la bella balada, los músicos cambiaron las luces y las volvieron en un tono azul y rosado. Ita estaba aferrado a la cintura de Dei y este con sus brazos al cuello del más alto. Se miraban con sonrisas, sus aspectos eran desastrosamente desprolijos, pero lindos y en sus ojos se veían el brillo de amor que rebozaba por el otro.
- Te amo Deidara – Apoyo su frente en la de Dei.
- Te amo Itachi – Cerrando los ojos – Mucho – Los volvió a abrir mostrando su hermoso brillo – Ambos te amamos. – Ita acaricio la barriguita de su amor y le sonrió. Se alejó un poco y tomo la mano de Dei.
- Deidara… Aunque esta noche no salió como quise para nada, recordé que es una de las razones por la cual me enamore de ti. Nada a tu lado es igual y es único y maravilloso. Puede que haya desastres, pero siempre haces que se vean leves hasta desaparecer o formarse un recuerdo precioso. – Entrecerró sus ojos brillosos, Dei sintió sus mejillas rojas y su corazón acelerado – Quiero compartir cada uno de esos días junto a ti, siempre. Me has convertido en alguien tan dependiente de ti que si me dejaras, yo… moriría de la agonía – Hizo una mueca leve revelando en sus ojos que no mentía, el ojiazul se estremeció, sentía deseos de llorar y no sabía porque – Como un perro solitario, y créeme que me di cuenta de eso, cuando sentí que te perdía y no quiero volver a sentirlo – Se comenzó a arrodillar, a Dei se le paralizo el corazón ¿Acaso…? – Quiero estar el resto de mi vida junto a ti y al bebe y a los próximos que vengan. Porque te amo más que nada, y sin ti, no podría seguir adelante como siempre creí – Llevo su mano a su bolsillo y saco una cajita de terciopelo, Dei sentía que no respiraba – Permíteme estar a tu lado y cuidarte y que nos cuides… Deidara… ¿Te casarías conmigo? – Y extendió la cajita sin abrirla. Dei con su mano libre se cubrió la boca conteniendo sus emociones, de sus ojos salieron lágrimas a montones y sentía que podía morir de tanta felicidad.
- …Si… - Dijo quedito – Si… - Descubriendo su boca y mostrando una ligera sonrisa – Si – Más grade - ¡Sí! ¡Sí quiero! – Eufórico. Ita se levantó y recibió a su amor en brazos para alzarlo y girarlo. Se miraron, Ita no supo cuando derramo unas lágrimas, solo se dio cuenta cuando al besarse esas lágrimas se unieron. Descubrió la cajita y había un hermoso anillo de oro con incrustaciones de pequeños diamantes rojos y blancos formando un precioso colibrí. Se lo coloco a Dei y volvieron a besarse, la banda aplaudía a montones y los meceros también que llegaron quien sabe cuándo. Miraron a todos y les agradecieron. Los mereceros se acercaron y dos de ellos sostenían a una mujer, la recepcionista.
- Ella les quería decir algo – La mandaron al frente. Ella algo cohibida miro a un lado enojada.
- Lamento haber estropeado su noche dando malas indicaciones – Con voz neutra y molesta. Ita sonrió, así que fue eso. Dei se acercó a la mujer y le dio un golpecito en la cabeza, la chica lo miro sorprendida esperaba una bofetada.
- Gracias por decirnos, debe ser difícil tener mucha gente, seguro te confundiste. Gracias – Le dijo sinceramente. La chica quiso llorar al ver lo buena persona que era el rubio. Sin más, se despidieron de todos y se fueron a la habitación a concretar…
…Una de las tantas noches hermosas que le esperan.
Continuará...