Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi amado Brabucón por AnonimoHarui

[Reviews - 791]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hooooolaaaa a Todos mis amado lectores!!

Siiiii!!! Volvio y con mas ganas!! :D Naahh! Solo es el epilogo! jajaja

Pero ya se los debia. No queria publicarlo hasta no contestar todos los comentarios... Bueno me faltan 3 de Jaqueline-chan Yunjae Pero prometo responderlo!!!! Siempre (En lo que cabe) cumplo con eso de responder!! *----* ya saben ustedes como demoro jajaja

En fin!!! No quiero robar mas tiempo (A quien engaño nadie me lee :'v) Los dejo con lo que quieren!!

A leer se a dicho!! Nos vemos abajo!! :D 

Nueva generación.

 

 

Una maravillosa tarde se alzaba en el cielo.  Se veía en una zona un lugar que era concurrido por varias personas, entre ellos, eran más niños que adultos. Ese sitio era un club enorme deportivo donde había varios deportes que los niños, jóvenes y adultos podían practicar. La multitud se notaba animada, eran gente común y algunos de familias promedias altas. En un sector de todas las hectáreas se oyó un silbato.

- Muy bien, grupo C, comiencen a prepararse para el calentamiento – Decía una maestra que llevaba una remera blanca, bermudas rojas y una gorra de igual color junto con sandalias chatas color verde.

- ¡Hai! – Dijeron el grupo de niños que portaban ya sus trajes de baños para esa área. Natación.

Cerca de ahí, específicamente en los vestidores, unos pasos acelerados se oían retumbar en el desolado lugar.

- ¡Oto-san! ¡Apúrate que llego tarde! – Decía la niña.

- Ya voy, ya voy Shizuru – Decía el adulto cerciorándose que no hubiera niñas en el vestuario.

- No hagas eso, no hay nadie– Miro con reproche a su padre - ¡Al menos dame mi bolsa! – Viendo como su progenitor no quería entrar por temor a la vergüenza.

- Bien, ya entendí – Entro y miro una vez más a los lados. Al voltear aprecio a su hija que se desvestía - ¡Avisa cuando hagas eso! – Dándose la vuelta.

- Papá, tengo 8 años y además, tengo el traje de baño abajo – El mayor suspiro.

- Aun así cielo, como mujercita debo respetar tu espacio – Entregándole su bolso aun de espaldas. La niña guardo su ropa y  zapatos en el bolso y se colocó las sandalias, saco la gorra de goma, las antiparras y la toalla.

- Vamos, ya estoy – Saliendo disparada.

- ¡Oye espera! ¡Y ponte la chaqueta playera!– Salió a su alcance.

Corrieron como locos y llegaron con el grupo C, a tiempo.

- Vaya, Shizuru, ya decía yo que no ibas a faltar – Sonrió la maestra de natación.

- Perdón, se nos hizo tarde – Se disculpó el mayor.

- No hay drama, pero evite que pase a menudo. Además que no podemos permitir que esta niña se pierda los entrenamientos ¿Quieres estar en las competiciones, no es así Shizuru? – La niña asintió con emoción – Jeje, pues anda, ya ve a calentar con los demás, son 6 piletas – La niña volvió a asentir y fue hasta la alberca a nadar con los demás. - ¿No es activa? – Le sonrió al padre. Este sonrió orgulloso.

- Aunque es complicada a veces – Suspiro.

- Vamos, sabrá cómo manejarla señor Uchiha – El nombrado la miro y asintió con una pequeña sonrisa, la maestra sintió hormigueos en la panza por eso, ese padre estaba requeté bueno.

Sasuke Uchiha, ahora con sus 27 años, su cabello conservaba su viejo estilo solo que sus pinchos atrás no estaban, ahora era completamente lacio pero corto, lo que lo hacía ver más maduro. Ahora media 1.83 y su cuerpo era de atleta modelo, sin exagerar. Su personalidad no cambio mucho, pero ahora era más paciente y detallista. Trabajaba en la sala departamental de policía de su padre, ya retirado, siendo el jefe de los jefes y uno muy brillante. Un joven sin duda llamativo y atractivo, las mujeres babeaban por él, además que le aumentaba el encanto ver que era tan buen padre con su niña, muchos pensaban que seguramente su esposa era una belleza para tener a una niña tan linda y que además se lio con semejante hombre.

Shizuru Uchiha, 8 años. Una linda niña de piel clara, ojos azules y cabellos rubios hasta más de los hombros, usualmente lo lleva atado a una coleta alta.  Era pequeña, un poco más bajas que las otras niñas. Era activa, animada, fuerte en carácter, extrovertida e impulsiva la mayoría del tiempo. Sin duda, viva imagen de su Oto-chan. Más con esas dos marquitas en sus mejillas, la hacían ver tan linda. Sasuke sabía que cuando siguiera creciendo iba a matar a cualquier cretino que se le acercara. Nota, debía comprar una escopeta.

Por fin termino la clase y Shizuru se despidió de su profesora y de sus amiguitos de natación. Ahora Sasuke esperaba fuera del vestuario, ni de en broma entraba ahí.

- ¡Oto-san! – Oyó a su niña gritar.

- ¡Shizuru! – Entro alarmado - ¿Qué paso hija? – Mirándola y ella estaba sentada en la banca.

- Me pones ésta curita, me raspe la pierna – Dijo de lo más inocente, a Sasuke le aparecía una vena, pero aun así obedeció y gentilmente coloco la curita, luego de limpiar el raspón.

- Ya está ¿Te duele? – La niña negó – Que bueno… - Solo ahí se dio cuenta que estaba dentro del  vestuario y las madres lo miraban inquisitivo mientras cubrían a sus niñas. - ¡Permiso! – Y salió avergonzado. Shizuru saco la lengua juguetona.

 

- ¡¿Castigada?! – Dijo indignada - ¿Por pedir que me pusieras una curita? – Aun no creyéndoselo.

- Sabes bien de lo que hablo Shizuru – La niña hizo un mohín resignada. – Cuando lleguemos a casa, no le diremos nada a tu Oto-chan – La niña asintió divertida de imaginar que cara pondría su papi, seguro se reiría. – Ah, ya llegamos. – Viendo la entrada a las canchas de tenis. La niña feliz corrió apurada - ¿Nunca me esperarás, verdad? – Caminado de lo más tranquilo.

Ambos entraron y comenzaron a buscar entre todos los niños que había hasta que divisaron a su objetivo.

- ¡Yusuke! – Grito la niña. (Se pronunciaría Yuske, aunque eso lo saben, yo solo molesto xD)

El nombrado oyó el llamado pero no perdió la concentración de lo que hacía. Cuando la pelota le llego hizo un pequeño giro en su muñeca y disparó un rebote ganando el punto y el partido.

- Punto. Set. Gana el partido Uchiha Yusuke –Señalando con el brazo al vencedor. El niño se acercó al otro y se dieron la mano. – Muy bien Yusuke-kun, verás que en los torneos te irá muy bien – El niño sonrió un poco y asintió – Puedes irte con tu familia ganador – Le dijo el entrenador.

- ¡Yusuke! ¡! ¡Yusuke! ¡Yusuke! – Llamaba sin cesar la ojiazul, el otro trataba de ignorarla. Luego de que la niña acabara para tomar aire y volver a la carga la interrumpió.

- ¿Sabes que estoy frente a ti, verdad? – Con cara desganada.

- ¡Hola primito! – Lo abrazo - ¡¿Cómo te fue?! ¡Perdiste! Claro que no, siempre ganas, ya que eres un genio, pero si perdiste no te preocupes hay una vez para todos y mejoraras ¡Animo primito! ¡Veras que el mañana te espera! – Abrazando sus hombros con un brazo y apuntando con su otra mano al cielo - ¡El cielo es el límite! – Brillando.

- Aja… ¿Volviste a comer demasiada azúcar? – La niña ocultó el sobre de azúcar y trataba de limpiarse la boca.

- Me es muy adictivo… ¡Y no cambies el tema! – Soltó en un susurro para acabarlo en grito.

- Aja… (-_-U) – Miro al mayor – Hola tío.

- ¿Qué tal, Yusuke? Veo que siempre en forma – Alabo y el niño asintió feliz del alago.

Yusuke Uchiha, 9 años. Un niño de altura normal, piel ligeramente tostada (apenitas), ojos azules grandes pero de mirada seria y penetrante. Sus cabellos color azabache resplandecían con el sol dando a ver sus reflejos azules. Un niño bastante atrayente y popular por las niñas. Era la mayoría del tiempo neutral pero cuando demostraba sus emociones lo hacía en grandes explosiones. Era bueno en los deportes, pero le gustaba más el tenis. Ahora vestía una gorra blanca, una remera blanca con verde en los bordes de las mangas, cuello y ancho. Sus medias blancas enrolladas hasta los tobillos y zapatillas de deportes color verde, negro y blanco.

- ¡Obvio que sí! ¡Mi primo es genial! Ya quisieran las demás estar con él – Burlándose de las pobre ingenuas.

- Ya apártate boba, te estás comportando como tonta – La trataba de apartar.

- ¡No soy boba! – Le desafiaba pero trataba de abrazarlo. Shizuru quería mucho a su primo.

- Ya, ya niños, no peleen – Miro su reloj – Hay que apurarse, seguro Itachi me matará si no te llevo a tiempo – Negando. Los niños asintieron y, después de que el chico se cambió y lavó, partieron en el auto rumbo a casa del hijo de Deidara.

En el auto, Shizuru jugaba con una pequeña consola de lo más feliz y Yusuke tecleaba en su celular avisando que estaban en camino a sus padres.

- ¡Primo, juega conmigo! – Sacando la otra consola para que jugaran juntos.

- Okey – Lo acepto y ambos se enfrascaron en la aventura y los juegos de acción y combate.

Sasuke los vio por el retrovisor y sonrió de ver que se llevaran tan bien, y que la expresión del niño cambiaba a una más emocionante. El viaje siguió por media hora y por fin llegaron a la casa del niño mayor.

- ¡Katsu! – Exclamó el niño - ¡Te acabe primita! Será mejor que lo pienses dos veces antes de retarme y usar ese avatar, porque este chico ¡Es un genio!– La niña inflo sus mejillas.

- ¡Eso no es justo! El bache me desconcentró. – Agitando sus brazos como pollito.

- Ni tú te lo crees – Le dijo burlón - ¿Oh?

- Que ya llegamos, Yusuke – Dijo divertido el mayor mirándolo desde fuera del auto.

- Ah, lo siento – Se avergonzó un poco y bajo del auto, saludo a su prima y a Sasuke y comenzó a caminar por el camino del jardín delantero - ¡Hasta mañana!  - Agito su brazo con una gran sonrisa. Los que estaban dentro del móvil lo saludaron y emprendieron el camino.

- Yusuke debería aprender a dejar su estado bipolar – Sonrió la niña – Aunque eso lo hace más divertido y lo quiero como es – Rio de pensar en su loquillo primo.

- Yo también cielo, y creo que todos – Y siguió concentrándose en el camino.

 

- ¡Oto-chan, ya llegamos! – Entro la niña más que feliz y corriendo.

- Shizuru no corras – Dejo las llaves en el mueble cerca de la puerta de entrada.

- Esa es la voz de mi pequeña – De la cocina, un bello rubio salió cargando a un infante de 3 años. – Hola ¿Cómo te fue cielo? – Abrazo a la niña aun sosteniendo al bebe.

Naruto ahora Uchiha Namikaze, 26 años. Ahora media 1.76 y había adquirido una expresión más adulta como madura pero que no dejaba de ser cautivante y adorable. Sus cabellos en picos ahora eran más alargadas y bajas, lo que a él le daba elegancia, aunque su cabello era corto. Su voz había cambiado y se hizo más suave y calmada, claro si no estaba en casa, ya que esta seguía siendo igual de animada que siempre y hasta chillona al enojarse. Su personalidad no cambio casi nada, salvo en horas laborales cuando trataba con gente de otros lugares, en el trabajo lo conocían como era. A todo esto, Naruto manejaba una de las empresas de su padre aunque obvio eligió una que se aplicara a su carrera,  Trabajador social. Aunque eso era aparte, pero había varios departamentos en la empresa que lo ejecutaban junto con él obviamente, la otra mayoría era más de automotriz y edición. Pero él se sentía lleno y más ayudando a la comunidad.

- Muy bien – Miro al bebe - ¿Me extrañaste hermanito? – Cargando al niño - ¿Quién es tan lindo? – Tocándole la naricita.

- Shizuguu – Dijo la adorable criatura.

–  Ese es mi hermoso Syo-chan – Mimando al niño de cabellitos negros  y ojos muy especiales… era una combinación de grisáceo azulado metálico resplandeciente, algo muy hermoso. Era un reflejo de ambos padres, salvo que él no tenía marquitas y su piel era casi como la de Sasuke. Ese niño seria la maravilla del mundo al crecer. – Así lo eres, eres hermoso, eres lo más lindo – Dijo llevándoselo al living.

- Jeje, me encanta que ame a su hermanito – Sonrió de lo más feliz. – Y tú ¿Cómo te fue cielo-ttebayo? – Pegándole con un codo - ¿Esta vez pudiste entrar al camarín de las niñas? – Burlándose de lo lindo.

- Hmph – Desvió la mirada – Un día tal vez – Cruzándose de brazos.

- ¿Cuándo? ¿Cuándo Shizuru tenga 15? Ahí ella sí que te sacara los ojos-ttebayo, jaja – Riéndose. De pronto se vio rodeado de los brazos del azabache. - ¿Pasa algo? – Le sonrió.

- Te extrañe – Beso sus labios.

- Teme, nos despedimos esta mañana – Burlón.

- Tks, si lo sé. Pero eso no evita que te eche de menos – Besando su mejilla.

Naruto y Sasuke compartían 7 años de hermoso matrimonio, tenían sus problemas, discusiones como cualquier familia, pero lo resolvían y eso hacia su vida nada monótona y especial causando que fortalecieran sus lazos. Además que amaban a sus hijos.

- Hai, hai, hai – Lo aparto – Debo seguir con la cena – Acomodándose el delantal – Hazme un favor ¿Podrías bañar a Syo? – Sasuke asintió con una sonrisa.

- Me debes acción esta noche – Dijo encaminándose a la sala.

- ¡Teme baka! – Sonrojado rogando que los niños no hayan oído.

 

- Muy bien Shizuru, dame a tu hermanito que debo bañarlo – Llegó junto al sofá donde ella jugaba con el pequeño azabache.

- Ohhh ¿No puedo bañarlo yo? – Con ojos de perrito.

- No – Dijo serio – Hija, aun eres menor para una responsabilidad así – Ladeando el rostro.

- ¡Por fa! – Suplicó con los ojos de perrito dejando al bebé recostado en el sofá, este jugaba con su piecito y comenzó a rodar.

- No – Dijo atrapando al infante antes de que cayera. - ¿Ves? Aun no estás lista. Ya podrás hacerlo pronto – Cargo a la criatura y comenzó a irse rumbo al baño. La niña hacia un puchero.

 

- Cuidado con los ojitos, no te salpiques mucho bebé– Lavándole la cabecita con cuidado se había puesto ropa cómoda y arremangado las mangas. El niño chapoteaba y jugaba con los juguetitos de bañera.

- Baco – Con el barquito jugaba y chapoteaba más. Sasuke sonreía.

- Si, es un barco muy audaz, navega en el aire – Picándole la naricita, el niño rio feliz.

- ¡Hagan espacio! – Apareció Shizuru con un traje de baño y se metió en la tina sorprendiendo al padre que quedo algo empapado y haciendo reír al infante. – Wow, el agua está linda – Panza abajo ya que la tina no estaba ni un tercio llena.

- Shizuru – Sasuke estaba molesto y su tic en la ceja se lo confirmaba. Tenía un brazo aun alzado y ladeado a modo de escudo y de este caía el agua, el rostro del moreno también tenía algo de agua.

- Jeje ¿Ya te dije que eres muy apuesto Oto-san? – Sudando un poco. Sasuke alzo la ceja – Ah, está bien. Pensé en lo que dijiste y llegue al punto en que no voy a poderme bañar con mi ototo cuando tenga más responsabilidad. Seguro será cuando tenga 10 años y él ya tendría 5 años, no sería lo mismo -  Hizo un puchero y metió la boca bajo el agua haciendo burbujitas que al infante divertían curioso. Sasuke la miro unos segundos y suspiro.

- Bueno, por lo menos tuviste la cabeza de ponerte el bañador – Agarrando la cintura del niño al ver que quería ir con su hermana y podía resbalarse en la tina. – Ya quédate, así que comienza a lavarte el cabello – Abriendo la ducha y regularizando rápido el agua – Ahora que estas, podemos llenar un poco más la tina.

- ¡Sí! – Celebro y se colocó bajo el chorro de agua y comenzó a mojar sus sueltos cabellos que por el peso del agua le llegaban un poco más de los hombros.

Jugaron y pasaron un lindo tiempo los hermanos bañándose, Sasuke con su celular tomaba algunas fotos.

- ¡En 10 minutos esta la cena-ttebayo! – Grito Naruto desde la cocina. Los del baño se alarmaron, excepto él bebe quien jugaba con el agua y un barco. Si tardaban más de 15 minutos el rubio se molestaría.

- ¡A correr! – Dijeron al unísono padre e hija.

 

Ya estaban todos sentados y cenando. Naruto le daba aparte porciones de comida  pisada a Syo, como calabaza con papa y carne. El niño comía con concentración y alegría. Sasuke cortó un trozo de carne y se la llevo a la boca masticando suavemente. Shizuru jugaba con los guisantes, estaba en la edad que no le gustaban. El azabache tomo un sorbo de soda.

- ¿Sucede algo Shizuru? – Pregunto Sasuke. Naruto miro a su hija curioso.

- ¿No te gusta la cena-ttebayo? – Algo preocupado de que ella estuviera enfermita.

- No, esta deliciosa, lo malo del plato es lo verde (-3-)

- Otra vez – Suspiro Sasuke comiendo sus vegetales.

- Shizuru, debes comer las verduras, sino no crecerás y serás un niñita floja y débil –Directo al punto fue el rubio.

- No me molestaría – Mirando a un lado.

- Shizuru – Naruto no le gusto esa contestación.

- No quiero, no me gusta – Apoyo la barbilla en la mesa - ¿No hay nada que pueda hacer para no comer? – Naru sonrió con malicia.

- Podrías… pero aunque lo hicieras, te quedarías sin postre – La niña se irguió exaltada. – Podrías lavar los platos, levantar  la ropa y hacer tu tarea antes de las 21:00 – La niña quedo anonadada, Sasuke sonrió bebiendo un poco más. - ¿Es un trato-ttebayo? – Cerró los ojos con inocencia burlesca e irónica.

- Todo eso ¿Y sin postre? – El rubio asintió - ¡Eres cruel! – Y se llevó con lágrimas los vegetales a la boca. Naruto sonrió triunfante y Sasuke contuvo la risa. Pero cuando termino la cena y aun después de comer el postre ella seguía molesta. Naruto quiso hablarle pero… - ¡No! No me toques ¡Siempre te sales con la tuya injustamente! ¡Te detesto! – Y salió corriendo escaleras arriba para ir a su habitación dejando a Naruto tieso y triste con la mano elevada con la que iba a acariciar su mejilla, Sasuke lo miraba cargando al bebé quien estaba que no entendía nada pero sentía la tristeza de su papi.

 

Ya eran las 22:00 y el rubio arropo al bebé y trató de desearle las buenas noches a Shizuru pero ésta aún estaba enojada. Cuando se acostó en la cama suspiró.

- ¿Arrepentido? – Soltó el moreno con lentes leyendo un libro.

- No me gusta que mi niña me odie-ttebayo – Hizo un mohín.

- Ella no te odia cielo, solo esta frustrada de perder… y de comer vegetales – Sin apartar la mirada de su lectura.

- Si, lo sé… pero… no me gusta, me duele – Se cubrió con la manta hasta la nariz. Sasuke miro a su esposo y sonrió. Se quitó los lentes y dejo el libro con ellos en la mesa de noche, acto seguido se subió encima del rubio - ¿Eh?

- No debes sentirme mal, pusiste orden y le diste una lección a tu hija – Le acarició el rostro – Y lo mejor es que seguiste siendo tú, no hiciste nada malo – Le miró con ojos brillosos – Me encantas, eres juguetón y justo. En verdad que me sorprendes cada día más cielo. – El rubio se sonrojo y sonrió – Pero eso sí,  si te enojas de verdad hay que correr y no mirar atrás, jeje – Rió, a Naruto le latió el corazón.

- Maldito teme – Hizo un puchero – Jeje, tal vez – Se sonrojó un poco reconociéndolo.

- ¿Qué tal un poco de acción? – Susurró sobre sus labios sorprendiendo un poco al rubio.

- Sasuke… - Advirtió divertido y cantarín.

- Me la debes – Y lo besó con ansias. – Te he necesitado tanto – Besando el cuello.

- Exageras, jeje… Ahhh – Gimió bajito por la ligera mordida del  Uchiha. Sasuke aprovecho y metió mano bajo la playera de dormir gris – Sasu… - Suspiró.

- No exagero – Subió la playera hasta arriba y comenzó a acariciar sus pezones – Solo deseo hacerte el amor – Jadeo con deseo – Déjame llenarte Naruto – Lamiendo sus labios.

- Pervertido – Suspirando ante las caricias.

Toctoctoc (Harui: Al diablo, me quedo con mis baratos efectos xD)

- ¡¿Si?! – Respingo Naruto empujando al azabache tirándolo de la cama. – Uy, lo siento querido – Susurro, el moreno se sobaba el golpe en su pobre cabeza.

- Esto… soy yo Oto-chan – Naru miro la puerta y su corazón se agitó un poco – Bueno… Syo se despertó y…– El  rubio sonrió.

- ¿Qué haces hablándome a través de la puerta? Pasa-ttebayo – La niña entró cargando al niño que tenía cara adormilada pero al ver a su papi sonrió y estiró sus bracitos para que lo alzara. Naruto lo cargo y comenzó a darle mimos. La niña vió en ese momento que su padre se levantó del suelo.

- Se me cayó algo – Dijo simple y se metió en el baño a seguir lamentando su golpe.

- ¿Eso es todo tesoro-ttebayo? – Sonrió con calidez. La niña mostró una cara afligida y comenzó a derramar lágrimas.

- Per-perdón Oto-chan – Se trataba de limpiar las lágrimas – No quise gritarte – Cubrió sus ojitos avergonzada aun llorando. Naruto sonrió y sus ojos brillaron aliviado y conmovido.

- Ven aquí – La niña se acero y recibió el abrazo de su “madre”.

- Ya, ya. Lo sé, sé que no era tu intención – La confortaba – Pero que reconocieras tu error y te disculparas es maravilloso – La miró – Yo a tu edad soltaba todo lo que mi mente ni pensaba – Sonrió zorrunamente – Créeme que me metía en problemas, pero por lo menos aprendía la lección – Acariciando sus cabellos, claro que no le dijo que lo volvía a hacer al día siguiente ¿Qué ejemplo sería?

- Perdón Oto-chan – Le abrazó.

- Ya, está todo bien. Vamos a dormir juntos – Levantando las sabanas para dejarla acostar en el centro a su lado, la rubia se limpió los ojos y subió a la cama con una sonrisa.

- ¡¿Qué?! – Salió Sasuke del baño alarmado. Vio a su niña contenta en la cama y a Naruto con Syo en sus brazos – Ohhh, otra noche más – Dijo lamentándose, pero igual apago las luces, aún estaban las de las mesitas de luz, y fue a acostarse junto a su familia.

- Jeje, la cama de papá y papi es grande para todos – Rió la ojiazul con gracia. El bebé comenzaba a bostezar, Naru le beso y le paso la criatura al azabache quien delicadamente lo acostó junto a él en el centro. El pequeño azabache miro a su Oto-san y rió un poco para volver a bostezar y empezar a cerrar sus ojitos mientras se acurrucaba cerca del moreno mayor. Sasuke sonrió y beso su frentecita. – Buenas noches pequeño Syo – Miro a la rubia – Tú también deberías descansar princesa, mañana hay clases – Le sonrió y le acaricio los cabellos.

- ¡Hai! – Dijo feliz.

- Descansa princesa – Beso la cabeza de Shizuru y la niña se comenzó a dormir. Cuando ambos niños ya estaban profundamente dormidos, el pelinegro miró con la ceja arqueada a Naruto, el ojiazul le sonreía burlonamente. - ¿Todo bien? – Susurró.

- Tks, no me quejo, pero estoy algo frustrado – Sonrió acariciando la cabecita del azabache menor, tenía el codo apoyado en la cama y en la mano de esta apoyaba su cara. – ¿Cuándo te dijo la vieja Tsunade que era el control de Syo? – El rubio se lo pensó un poco.

- Mmm… Es pasado mañana a las 10:35 – Y sonrió - ¿No estás emocionado? – El Uchiha frunció el cejo.

- Para nada, si antes tenía pensado comprar una escopeta, si eso se confirma compraré una ametralladora – Chasqueó la lengua, Naruto rió.

- Sasuke… - El ojinegro lo miró –Te amo cielo – Sonrió con cariño. El hombre le devolvió el gesto.

- También te amo mi vida– Se irguió para inclinarse hacia el rubio quien imito al azabache y se dieron un beso. – Pero aún me la debes – Susurró.

- Jeje, algún día – A Sasuke no le gusto eso. – Buenas noches, Sasu-teme – Dijo picarón y apagó una lamparita.

- Buenas noches, Naru-dobe – Y apagó la suya para ambos abrazar a sus hijos y dormir.

************

- Buen día Oto-chan, Oto-san – Dijo el niño feliz entrando a la iluminada cocina.

- Buen día hijo – Respondió sereno leyendo el periódico.

- Buen día cielo – Dijo dulce su Oto-chan algo contenido, “Oh no, está enojado” pensó Yusuke. – Aquí tienes, desayuna amor – Dijo cariñoso – Ten come – Le dijo seco al pelinegro mayor.

- Gracias papi – Junto sus manos – Itadakimazu. – Y comenzó a comer.

- Gracias Dei, Itadakimazu. – El rubio bufo y se sentó en la mesa.

- A ver, di ah – Le decía al bebé de un año – Muy bien mi dulce Eizen – Decía feliz.

- Dei – El rubio le miro serio y molesto – Nada…

- Oto-chan ¿Por qué estás enojado? – Pregunto de una vez para acabar con esa tensión.

- Bueno ¿Por qué no le preguntas al galán de tu padre? – Decía con una sonrisa forzada. El niño miró a su padre.

- No seas así Dei, lo malinterpretas…

- Yo no malinterpreto nada, se nota a kilómetros que esa secretucha tuya babea un río por ti  – Apuñalando con el tenedor sus Hot Cakes. Todos dieron el pésame a la pobre y deliciosa comida – Además, que nunca me importó eso, pero…. – Miro muy mal a Itachi – Tú ayer… - Siseo.

- Dei, amor, ya te dije que no es lo que crees – Negó con mucha calma.

- ¡¿Cómo que no es lo que creo?! ¡Pude ver como la tenías rodeada de la cintura e inclinada! – Apretando el tenedor - ¡¿Cómo pudiste?! ¡Y en mi cara! – Las lagrimillas se asomaron por sus ojos.

- Ella solo “tropezó” y se aferró de mí, y yo solo reaccioné sin pensar – Comiendo tranquilamente.

- ¿Sin pensar? ¡Yo sin pensar te voy a dar una patada! – Bebiendo el jugo.

- Claro, hazlo mi cielo ¿Me pasas la miel? – Dei se la dio estampándolo en la mesa. – Gracias – La tomo.

- Y encima tú no le dices nada a ella, me hiciste quedar como un histérico ¡Y esa mujer me lo dijo en la cara! Y mira que le hable tratando de estar tranquilo, pero tú no hiciste nada – Comiendo enojado llevándose todos los Hot Cakes a la boca y le dio una buena mordida de tiburón – Y te quejas de mí – No se le entendió al tener la boca llena, pero estaba dolido.

- No la puedo regañar solo por “tropezar” – Notando que no tenía más jugo - ¿Me pasas el jugo?

- ¡¿Acaso me estas escuchando?!

- Cada palabra cielo, ¿Me pasas el jugo? – Decía muy relax. Dei le sirvió el jugo.

- ¿Cómo puedo tener una pelea contigo si no presentas lucha cretino? – Haciendo un mohín.

- Eso es porque te amo mi vida – Le sonrió divertido. Dei hizo un gesto infantil sonrojado y siguió comiendo ahora un poco más tranquilo.

Yusuke miraba todo divertido, mientras le daba de comer a su hermanito, las peleas de sus padres eran divertidas, siempre le sacaban una sonrisa, ya sea de parte de su papi o su papá. Demostraban lo mucho que se amaban mediante sus celos, más su papá.

Itachi Uchiha, 33 años, actualmente jefe del buffet de abogados y segundo teniente en el departamento de policía, a veces ayudaba a su hermano en ciertos casos, pero su labor principal era las leyes, estaba por ser nombrado juez mayor, sin duda su carrera iba viento en popa sin mencionar que era el hombre más sexy y jodidamente elegante del mundo, hasta las chicas creían que junto a su hermano él era más imponente, pero no significa que despreciaran al menor, también babeaban por él. No quiere decir que la industria automotriz quedara sin encargado, Fugaku aun lo dirigía esperando a ver a quien dejaba a cargo. Itachi ahora media 1.90, al parecer sigue creciendo, y su cabello se lo recorto hasta un poco más arriba del centro de la espalada, seguía usando su coleta, pero ahora su cabello se lo peinaba a un lado (Como Yuki de Gravitation*--*) Sin duda un Dios griego.

Deidara ahora Uchiha Uzumaki, si, quiso conservar el apellido de su madre. Llegaba a medir 1.80. Su flequillo ahora no cubría uno de sus ojos, como se lo recortó hasta un poco más arriba de la nariz y  habría más los mechones, ahora eran visibles sus dos ojos. Su cabello le llegaba hasta un poco más de los hombros y seguía muy joven a sus 32., casi no cambio nada, eso sí, se veía más maduro, excepto, como Naruto, cuando se molestaba, ahí los dos actuaban como niños emberrinchados y celosos. Trabajaba en la  empresa de remodelación de interiores y decorados que a su vez se encargaba de las exhibiciones de artes de gente famosa o poco reconocidas, Dei también se hizo un gran artista y sus obras eran espectaculares como explosivas en sus emociones.

Eizen Uchiha, 1 año, un precioso bebe de cabellos pelirrojos claros  y de ojos violáceos, que a la luz parecía una hermosa perla llena de vida, viva imagen de Kushina. Era de piel clara, todos estaban encantados con ese bebé.

- Papá, esa mujer es la morocha presuntuosa – Dijo Yusuke analizando un poco las cosas.

- ¿Cómo? – Algo sorprendido de que la llame así.

- Lo siento, es que esa mujer es así, no me cae bien – Con gesto serio y asqueado.

- ¡Ese es mi niño! – Dei junto las manos orgulloso. Ita miro arqueando la ceja a su hijo.

- Yusuke, no debes tratar a las personas así, además, ella aunque es algo obvia es una buena trabajadora, despedirla sería una pena – Casi acabando de comer.

- ¿Y si me pierdes a mí?

- ¿Dijiste algo?

- Nada, solo apresúrate o se te hará tarde ¿Tienes una reunión verdad? – Le miró resignado.

- ¡Oh, cierto! – Acabo de comer y junto sus platos para llevarlos al fregadero. Corrió al baño y se lavó los dientes y se arregló un poco, tomo su chaqueta, su llaves, su portafolios y volvió a la cocina - Vamos Yusuke, te dejo en la escuela.

- ¡Hai! – Justo termino de desayunar – Adiós hermanito – Tomo sus manitas y jugó con ellas – Hasta luego Oto-chan – Abrazo a su papi.

- Hazle una zancadilla al cretino – Le susurro en el oído, Yusuke sonrió de lado con malicia. – Nos vemos tesoro – Se separó muy normal y feliz.

- Adiós mi precioso Eizen – Beso al bebé y se acercó a Dei y le dio un beso en la frente – Fue un fantástico desayuno cielo – Besó su mejilla – Hasta luego – Y se fue. Dei quedo ahí sentado.

- Ojala estuviera ahí para verte caer, literalmente, jeje – Rió, pero esa risa se fue apagando hasta hacerse una mueca y apretar sus manos - ¿Seguiré siendo… atractivo para ti… Itachi? – Por primera vez en 9 años de  matrimonio, Dei se sentía inseguro. - ¿Tú qué crees Eizen? – Cargo al bebe y este frunció el ceño, Dei sonrió – Tienes razón, no debo pensar tonterías, jeje.

 

- Esa mujer presuntuosa y fea le hace daño a Oto-chan – Dijo cruzándose de brazos – Y tú eres un baka por dejar que ella sea tan confianzuda contigo – Le miro serio.

- Oh hijo, no empieces tú también, yo jamás vería a alguien más  que no sea mi esposo, tú o tu hermanito, ustedes son mi vida – Atento al camino.

- Aun así eres un baka – Hizo un bufido con un ligerísimo puchero. Ita sonrió rendido.

– Bueno, aquí llegamos – Saliendo de auto – Oh mira, ahí está tu prima – Viendo como a un auto de ellos bajaban Sasuke y Shizuru, esta al ver a Yusuke corrió hacia él.

- ¡Primo! – Lanzándose sobre él - ¡¿Cómo está el chico más cotizado del mundo?! – Sonrió zorrunamente.

- ¡Quítate, estas cada vez más gorda! – Recibió varios pellizcos.

- ¡Baka, baka, baka, primo es un baka! – Muy ofendida. Los niños se apartaron y Sasuke saludo a su hermano.

- ¿Todo bien hermanito? – El menor suspiró – Oh, veo que aun estas en abstinencia – Le sonrió con burla.

- No me quejo que anoche no se pudo, pero me comienza a frustrar – Agachando la cabeza.

- Vamos, un mes y un día no es nada – Le revolvió un poco los cabellos.

- Claro – Sonrió con malicia - ¿Y tú? – Ita agacho la cabeza con pesar.

- Hoy se cumplen un mes y dos semanas – Sasuke se rió – Oye, hubiera podido estar con mi esposo si no fuera por un malentendido por el cual no quiere que lo toque –Suspirando.

- ¿Malentendido?

- Mi secretaria…

- Oh, la presuntuosa – Ita le miro raro pero le ignoró. – Bueno, solo te diré, que si heriste a Dei-chan, te castro – Sonrió con alegría, lo que perturbo a Itachi – Nos vemos, tengo que resolver asuntos en la jefatura.

- ¡Cierto, mi reunión, debo…! ¡Auch! – Cayendo al piso - ¿Qué demo…? – Como la gente lo miraba avergonzado se paró y se fue de ahí

- ¿Eso fue cruel Yusuke? ¿No te dirán nada?

- Para nada, fue un encargo – Rió y sintió como de lejos su papi lo felicitaba.

 

Por fin llego a su trabajo. Al entrar la gente lo recibía con respeto y pocos amistosos. Llego a su piso. Ahí una mujer de piel morena, ojos negros y cabello rubio teñido lo saludo “amigable” le respondió el saludo neutral y entro a su oficina. Una vez ahí suspiro y comenzó a reír.

- Jeje, por dios ¡Mi Dei es tan lindo! – Conteniendo su emoción. – Mira que ponerse celoso, es tan tierno ¡Tan endemoniadamente lindo! ¡Maldita sea lo amo!, pero… pago por ello. – Desanimándose.

- ¿Qué es lo que pagas? – Apareció Kisame de la nada. Ita ya se lo esperaba, siempre entraba sin permiso.

- Buen día Kisame – Sentándose en su silla.

- Que cara ¿Qué es lo que te tiene así? – Itachi suspiró.

- Veras, mi secretaria…

- Oh si, la presuntuosa – Ita le miro excéntrico“¿Es que todos se pusieron de acuerdo?”

- Si bueno… paso un accidente y Dei ahora no me deja tocarlo – Suspiro.

- Qué accidente ni que tortilla, esa chica hace todo con clara intención, yo mismo te lo aseguro – Dijo simple – ¿Recuerdas cuando me dijiste que le dijera que no ibas a almorzar porque Deidara te iba a traer un bento? – Ita asintió –Bueno, se lo dije, y entonces… ¿Por qué crees que cuando Dei estaba aquí ella entro con comida “hecha por ella” y justo ese día? ¿Cuándo hizo eso antes? – Ita lo pensó.

- Me dijo que se olvidó, aunque… – Ingenuo.

- ¿Y la vez que Dei vino y  tú saliste a almorzar con él y ella apareció en el restaurante? – Itachi lo pensó – O cuando te ascendieron a socio del comité, Dei preparó toda una sala para ti e hizo comida y un pastel y resulta que ella te llevo a otro lugar a celebrar y nos llamó avisando cuando ya estabas ahí – Ita fruncía cada vez más el ceño – No sé si tu hermano tiene el mismo problema que tú, pero creo que él no es tan idiota y lo ofendería – Dijo burlón – Piensa un poco el los sentimientos de Dei – Ita estaba serio, lo sabía, él sabía todo eso, noto cada acto de la mujer y lo dejaba pasar, pero…ya era suficiente… aun recordaba lo que le dijo Dei en la mesa “¿Y si me pierdes a mí?” Oh, claro que lo había escuchado, y en ese momento su corazón se paralizó de solo imaginarlo.

- Tienes razón – Y salió de su oficina y se plató frente a la mujer – Kaily – La chica le miro con ojos brilloso - ¿Podemos hablar?

- Oh por Dios, si – Y se paró, cuando Kisame salió ellos dos entraron y cerraron la puerta. - ¿De qué quieres hablar conmigo Itachi? – Dijo con una sonrisa.

- ¿Yo te interesó, no? – La chica quedo tiesa – En realidad lo he notado desde el inicio y cometí el error de creer que eras una buena mujer razonable – Suspiro – Has tratado que mi esposo dude de mí siempre que viene ¿Vedad? – La chica negó.

- No señor, lo malinterpreta ¿Su esposo le dijo eso? Ya le dije que debe calmarse, no puede andar de dramático, yo no he hecho nada malo, sé que es un hombre casado y…

- Si es así… No te molestara que te pida que no entres a mi oficina bajo ninguna circunstancia, ninguna al menos sea una grave emergencia. Y que desde ahora te mudaras a una oficina de abajo para evitar…- Se escuchó un golpe, la mujer golpeo el escritorio.

- Todo esto… ¿Hace todo esto por ese tipo? ¡¿Por qué?! ¡Es un hombre! Además, no sé qué motivos tuvo para casarse con él, porque…. Por ejemplo, si me eligiera a mi u otra mujer, lo vería más apropiado y seguro que estaría más conforme…

- ¡Suficiente! – Se molestó – Yo amo a mi esposo ¡Lo amo y a mi familia! Vuelves a decir algo así y tendré que despedirte – La chica tembló, jamás lo vio furioso. – Si comprendiste lo que te dije y lo aceptas, confirma y retírate. – La chica tembló y agacho la cabeza con impotencia.

- Hai señor, con permiso. – Y salió hecha una furia - ¡Yo podría haberlo hecho más feliz si me hubiera dado la oportunidad! – Contuvo las lágrimas de rabia. Kisame estaba escondido por ahí y sonrió.

- No lo creo  - Rio y pensó que seguro hoy Itachi le dará las buenas noticias a su esposo, seguro se reconciliaran.

************

Al día siguiente.

- ¿Y? – Dijo Naruto emocionado de saber. Tsunade miró los papeles y suspiró.

- Bueno, para ser directa – Miró a Sasuke – No vas a necesitar una ametralladora.

- Uff que bueno – Se calmó un poco.

- Ouh, yo quería que fuese doncel – Tsunade sonrió.

- Bueno Naru, eso no siempre se da, pero tal vez algún día, tal vez su siguiente hijo.

- ¡Oba-chan! – Avergonzado.

- Si eso pasa conseguiré un tanque – Sacando chispas – Ya suficiente tengo con mi hijita, quien no la dejaré salir hasta que todos los hombres de su generación maduren – Con cara seria.

- Pobre de Shizuru – Pensaron los rubios. – Pero… - Tsunade siguió – Ayer vino Dei-chan – Naru se alegró.

- Oh, el pequeño Eizen seguro es un varón – Sonrió feliz. Tsunade sonrió con malicia.

- Me alegra decir que no – El rostro de Naruto y Sasuke se descompuso. – Es un doncel, un precioso doncel – El aura de Sasuke cambió a una negra y a Naru le salieron brillos. - Que choque de auras tan diferentes – Dijo asombrada.

- Compraré la ametralladora – Susurró Sasuke.

- Eizen será un hermoso doncel-ttebayo – Dijo feliz y extasiado Naruto.

- Itachi tuvo la misma reacción que Sasuke y Dei la de Naruto, por dios, estos hermanos – Negó divertida.

************

- ¡Oye! – Corría tratando de acercarse - ¡Espera Kenta! – El nombrado volteo.

Kenta, 17 años, un joven muy atractivo de cabellos dóciles castaños claros, ahora peinaba su flequillo un poco hacia un lado (Como Onodera Ritsu:3) y sus ojos se hicieron más maduros pero no dejaban de ser un poco más redondos y grandes, te hacían sumergir en esos pozos de chocolate avellana. Medía 1.65 e iba al instituto Hokuma,  su piel era aún clara y era un chico realmente lindo y agradable, sobretodo animado. Ahora salía de la escuela para ir a casa, seguro Fugaku esperaba que llegara al auto para seguir con las lecciones y Mikoto luego lo llevaría a básquet, pero fue interceptado.

- Hola Haibana-chan – Saludo a la linda chica que paso a visitarlo. Ella había crecido notablemente, ahora era una jovencita bien atrayente de 19 años. Su cabello ondulado mostaza ahora le llegaba a la cintura, tenía puesta una bincha y tenía el flequillo a un lado despejando su frente. Su piel seguía igual de suave y sus ojos se oscurecieron un poco. - ¿Qué te trae hasta aquí?

- Vinimos a verte – “¿Vinimos?”– Si, vinimos jeje. – Busco por los alrededores de estudiantes - ¡Ahí! ¡Kotarou! ¡Cielo ven aquí! –El nombrado contuvo enojarse pero no se acercaba – Esta de mal humor ¡Porque esta celoso! – Dijo con burla, ahora si el chico vino y le dio un pequeño coscorrón en la cabeza – Jaja eso sí que llamo tu atención – Sobándose la cabeza con ambas manos y una sonrisa.

- Que molestia – Suspiró.

Erizawa Kotarou, 20 años, ahora estudiaba en la facultad de arquitectura de Itokizu. Era un chico muy, muy atractivo y su personalidad seria lo aumentaba. Media 1.73. Sus cabellos lacios color azul obscuro con otros claros eran alargados (Como Shion Kaito*^*) y se mecían con sus movimientos, sus ojos verdes ahora eran más penetrantes y podían ser tan obscuros cautivantes o tan claros cual gato preciosos dependiendo de su emoción en ese momento. Su color de piel era casi, muy poco, morenita, pero un noto más que la de Kenta lo era. Kotarou se había convertido en un chico demasiado apuesto, dando hemorragias nasales a las chicas y donceles y hasta tenía un club de admiradoras.

Imagen: http://images4.fanpop.com/image/photos/23400000/Kaito-kaito-shion-23488979-800-600.jpg(Algo así *--*)

- Eres tan bello amor – Decía la chica cautivada - ¿No andarás buscando otras mujeres por ahí, cierto? – Mirándolo amenazante. – Sabes que eres mi novio.

- No lo soy – Dijo cortante. – Además las mujeres y esos donceles son complicados e insoportables – Bufando y mirando hacia otro lado.

- Pero debes admitir que no puedes culparlos, después de todo tu atmosfera los atrae hacia ti – Se burló Kenta.

- ¿Qué insinúas? – Mirándolo con la ceja arqueada.

- Que dejes de estar derramando hormonas por ahí – Con picardía.

- Eres un… - Siseo.

- Ya no te enojes – Le dio una palmada en la espalda – Eres alguien apuesto y sobresaliente, es por eso que corres con esa maldición  - Sonrió abiertamente, Kotarou miro hacia otro lado  chasqueando la lengua. – Oh te dije que no te enojes ¡Ah! Por cierto – Quitándose la mochila y sacando dos sobres de ella – Mis padres harán una cena mañana para celebrar muchos eventos buenos en estos días y estará toda mi familia y sus amigos y un par de mis amigos, ósea ustedes – Se las entregó – Están invitados ¿Irán? – Con ilusión en sus hermosísimos ojos.

- Yo no…

- ¡Iremos! ¡Mi novio y yo iremos! – Asintió efusiva.

- Que no soy…

- ¡Bien! – Se alegró el menor – Los espero ¡No falten! – Comenzó a apurarse al ver que Fugaku había llegado en el auto. Lo abordó y partieron por el camino de asfalto. Los chicos se quedaron ahí, algunas estudiantes miraban embelesadas al peliazul.

- ¿Qué? – Sonrió la chica al ver la mala cara del más alto.

- Escúchame bien tú, deja de hacer estupideces. – Dándole la espalda.

- Vamos, era necesario, además… - Se inclinó a mirarlo con una linda sonrisa. - ¿No crees que es una buena ocasión para decirle? – Kotarou alzó la ceja y sin decir nada empezó a caminar muy normal – Oye, no te vayas, además ¿Cuándo hice alguna estupidez?

- Tengo una larga lista en orden cronológico. – Giró un poco la cabeza y sonrió con burla y  retomó a irse.

- ¡Espera! – Comenzó a perseguirlo.

************

La noche de la cena llegó.

- ¡Oto-san! – Dijeron ambos rubios al ver a su padre traspasar la puerta después de meses de no verlo.

- Hijos, los extrañe tanto ¿Cómo han estado? – Sonrió con amabilidad. Sus hijos derramaron lagrimitas y comenzaron a relatarle al mismo tiempo muchas cosas mareando al pobre Minato, pero sin dejar de sacarle sonrisas

- Por cierto ¿Cómo estuvo Dinamarca-ttebayo?

- Es preciosa, les trajimos regalos – Sonrió. En ese momento entro la otra persona.

- ¡Priya! – Los rubios ahora la abrazaron a ella.

- Jeje, me alegra que me echaran de menos, yo también lo hice – Sonrió feliz. Priya era la esposa de Minato, se conocieron en un viaje a India donde cada día se iban atrayendo más hasta que se enamoraron. Minato ya no era tan joven como antes, tenía 55 años,  pero seguía siendo muy apuesto y logró tener a un bebe lindo junto con esa mujer que amaba. El pequeño Mishka tal como su nombre significa, regalo de amor, era una bendición para ellos. Un niño precioso de piel morena, ojos azules y cabello castaño obscuro. Priya era una mujer guapa de 42 años, piel morena de seda, ojos marrones lindos y cabello ondulado suave y voluminoso color castaño obscuro. Cuando se casaron hace 4 años, ella tenía 38 y a los dos años tuvieron a su hijo. Ambos, madre e hijo, tenían en la frente, entre los ojos, el Ajna Chakra (la piedrita). Solo que el de la madre era de color verde y el del niño dorado.

Siguieron con la conversación dándole mimos al pequeño Mishka, era hermoso. Naruto y Deidara no perdían tiempo con su “nuevo hermanito”, además que hacían que Syo y Eizen jugaran con el infante de 2 años y se hicieran buenos amigos, (Minato adoraba con locura a Eizen) aunque era gracioso, Mishka vendría a ser el tío de los dos y de Shizuru y Yusuke, al crecer sería algo muy gracioso.

Por otro lado estaban Juzo y Fugaku hablando de quien sabe que a lo que se unió Minato para meter más animación en esa platica. Cerca de ahí, en un sillón, estaban Kabuto y Sai conversando.

- ¿Veo a tu padre más animado? – Dijo suave. Sai ahora tenía el cabello un poquito más largo y su flequillo de lado cubría su frente (Como en la película)

- Es muy claro, después de todo el estrés que tuvo que pasar con “esa molestia”, al menos ahora ya podemos respirar tranquilos – Sonrió – Solo espero que no aparezca más gente indeseable a nuestros alrededores – Frunció un poco el ceño. El peliblanco había crecido notablemente y además se había cortado el cabello, ya no usaba coleta y sus flecos eran más separados, pero conservaba su estilo.

- Yo ¿Seria alguien indeseable? – Sonrió burlón, con el paso del tiempo, Sai había dejado de lado esa faceta de sonreír con falsedad, aunque había excepciones en que lo hacía. Kabuto sonrió.

- Tú jamás lo serias – Y le dio un besito tierno, al separarse se sonrieron.

Por otro lado estaban Sasuke hablando con  Kakashi quien tomaba tranquilo un refresco, le hablaba de su vida y esperaba salir de viaje pronto, a Sasuke eso le pareció grandioso y pensó que sería bueno que Naru, él y sus hijos hicieran un viaje. Itachi hablaba animadamente con su madre Mikoto quien alababa a Yusuke por estar convirtiéndose en un buen hombre y que iba a ser muy apuesto. Afortunadamente llego su prima y lo saco de ahí para jugar, aunque a la conversación se unió Kaoi e Iruka que de vez en cuando miraba por donde se fueron los niños y los veían jugar. Iru ahora estaba casado con Kakashi y tenían una niña de 5 años llamada Ai. De piel morena, cabello platinado y ojos grises, Kakashi la sobre-protegía de todo, eso si todos se sorprendieron de que Iruka fuese un doncel. Pero él no era el único…justo aparecieron los otros.

- Gaara, es bueno verte – Sonrió Sasuke, el pelirrojo asintió. Pronto llegó Shikamaru quien saludó y Naruto se lo llevo a que viera a sus hijos y hermanito jugar. - ¿Cómo está Himeko? – Himeko era la hija de Gaara y Shikamaru. Mejor amiga de Shizuru. Una niña linda de cabello rojo hasta los hombros y ojos verdes con el carácter de Shikamaru pero últimamente...

- Cada día es más escandalosa, creo que tu hija le enseño a comer azúcar – Sasuke rió, era verdad, debía controlar eso pronto.

- ¡Hinata, Chouji! – Grito Naruto a sus amigos que divisó a lo lejos. – Chouji ¿Y tu novia-ttebayo? – Sonrió.

- Hoy no pudo venir, tuvo que pilotear de sorpresa – Negó divertido.

- Oh, vino Mishka-chan – Hina ahora era una mujer hermosa y se había cortado el cabello hasta los hombros. Además que tenía una pancita de 6 meses, iba a ser el primer bebe de Neji y Hinata.

- ¿Dónde está Neji? – Pregunto Shikamaru, él había crecido y se veía más maduro y adorable también, el embarazo sumisan a las personas.

- Neji vendrá un poco más tarde, tuvo que hacer algunas cosas pero dijo que vendría entre la cena – Sonrió.

- Que problemático ¿Te dejo sola? Cuando venga le daré una patada – Enojado.

- Jaja, ese tipo, en verdad quiere hacer muchas cosas para luego pasar el mayor tiempo con Hina-chan – Dijo feliz Naruto.

En otra parte Itachi ahora hablaba con sus amigos de la facultad. Hidan siempre armando alboroto pero había madurado mucho, Kakuzu y Megumi también estaban y esta ya había aceptado hace mucho la relación de Ita con el rubio, aunque aun había un poquito de recelo, el ojiazul le caía bien. Kisame conversaba de cómo por fin Itachi había llevado a la secretaria de este a otro lugar.

- Por fin desplazaste a la presuntuosa – Sasori tomo un poco de su bebida. Ita ya negó con la cabeza, al parecer ya todos la conocían así. Konan reía por las expresiones de todos. Ella y Sasori tienen un hijo doncel de 6 años que no asistió por estar enfermito y se quedo con la niñera. Isei, de cabello celestito tirando a lila y de ojos como los de Saso, un doncel muy lindo.

 

Por otro lado vinieron los amigos de Sasuke.

- Yo Sasuke ¿Cómo te ha ido la abstinencia? – Sasuke golpeo a Suigetsu agradeciendo que nadie lo oyera, aunque Kakashi sí se carcajeo.

- Deja de ser tan inmaduro - Reprochó Karin – Hola Sasuke ¿Y tus hijos? – Mirando a todos lados, había niños como para hacer una pequeña guardería.

- Juegan por ahí – Dijo con una sonrisa – Hola Karin ¿Aun puedes controlar a este imbécil? – Apuntando a Suigetsu.

- ¡Pues claro! – Le dio un beso al peliblanco y luego lo golpeó – Si no obedece lo mato. –Karin también se veía más madura y además estaba de 3 meses. Suigetsu estaba feliz.

- Siento pena por ti – Dijo Gaara neutral al pobre peliblanco.

En ese momento llegaron Tsunade y Jiraiya preparados para beber y pasarla bien. Atrás de ellos se asomaron...

- ¡Menma, Ino, Yahiko, Nagato! – Dei fue a recibirlos, Naruto también y así le siguió Minato.

Ino y Menma seguían siendo pareja, aunque aún no se animaban a querer casarse, Ino se hizo despampanante pero sin llegar a kilos de maquillaje, solo un poco. Menma ahora era más  apuesto y era el siguiente a ser nombrado director de la organización de rescate, contrabando y captura. Yahiko en cambio se veía más maduro y semental, compartía 2 años de noviazgo con Nagato. Comenzaron a hablar de cómo Menma e Ino debían ya sentar cabeza cuando alguien entró por la puerta.

- ¡Kiba! – Dijo más que feliz Naruto y Deidara para ir a abrazarlo. Kiba se vio rodeado, todos lo abrazaban claro menos Sasuke y Gaara que permanecían apartados esperando a que la gente se aparte. - ¿Cómo has estado? Hace años que no sabemos nada de ti, en verdad has crecido ¡¿Por qué no enviabas 20 cartas en vez de una?! – Naruto ya empezó.

- Esto… bueno, creí que cuando se casaron y comenzaron sus familias no necesitaban tanto de mis cartas o llamadas – Rió con nervios.

- ¡¿Cómo qué no?!  - Dijeron la mayoría. Kiba había cambiado también y parecía más feliz. Justo por atrás llego el otro. Shino. – Shino, hace tiempo que desapareciste ¿Por qué será? A sí… ¡¡Porque te fuiste sin decirle a nadie para irte con Kiba!!

Se armó lio del bueno y mientras eso pasaba los niños jugaban entre ellos.

- Estarán bien – Arqueo la ceja Himeko mientras cargaba a Ai en sus piernas.

- Si, siempre son así – Dijo despreocupada Shizuru mientras juaga con las manitas de Syo y Mishka.

- Aun así, deben respetar que hay menores – Suspiro Yusuke quien tenía entre sus piernas cruzadas a su hermanito Eizen. Al mirarlo bufo al recordar lo que le dijeron sus padres – No dejaré que nadie se acerque a mi hermanito – Abrazó posesivo al pequeño que reía palmeando los brazos del azabache, las niñas lo miraron curiosos. - ¿Qué? – Dijo serio.

- Nada – Dijeron las chicas.

Luego que la cosa se tranquilizara comenzaron a dialogar tomando café. Kabuto y Sai compartían una charla con Gaara, Shikamaru y Shino, los primeros habían formalizado ser pareja hace 4 años, Kiba llego con más café. Todos los demás hablaban entre ellos un poco de todo, incluso había asistido Kentarou, hasta que volvió a sonar la puerta. Eran Kotarou, Haibana y Kenta, quien los fue a  buscar, Sasuke enseguida frunció el ceño, ese chico aun no le caía.

- ¿Qué hace este…?

- Oh, son ustedes-ttebayo – Dijo feliz Naruto interrumpiendo a Sasuke.

- Sean bienvenidos – Reverenció Fugaku.

- Ya deja la formalidad – Se le burló Minato.

- Les traeré algo de beber – Dijo feliz Mikoto para levantarse.

- Te ayudamos – Se ofrecieron Priya y Kaoi. Kaoi ahora tenía el cabello corto y ya llevaba 6 hermosos años casada con Juzo. Iruka iba a acompañarlas pero Kakashi lo abrazoópara que no lo dejara solito y más con Shiranui, quien para desagrado del peliplata su Iru lo invitó y no dejaba de molestarlo.

- Vaya Kotarou-kun, te estás haciendo muy apuesto – Dijo gracioso Kentarou - ¿Ya piensas en casarte? – El joven negó después de todo aun era muy joven. – Pues apresúrate, la belleza no dura.

- Y más con tu carácter – Bufó Sasuke.

- Yo creo que él va a tener a todas de la palma de su mano – Comento divertido Kiba. Shino le rodeo los hombros con el brazo.

- Pero, se ve que no eres de los que quieren eso – Ajustándose sus lentes aclaro el amante de bichos.

- Pero la señorita Haibana-chan también ha crecido ¿Piensan juntarse algún día? – Preguntó Iruka. A la chica se le iluminaron los ojos.

- Jamás sería mi pareja – Dijo neutral el chico, la chica derramó cascadas.

- A cierto, entonces será con Kenta – El comentario de parte de Kakashi hizo que el peliazul respingara, Kenta se sobresaltara avergonzado, Haibana riera, Naruto y Dei se emocionaran, Itachi quedara en shock y Sasuke escupiera su café, al resto les hizo gracia y pocos suspiraron.

- Yo no…

- ¡Jamás! Antes de dejar que un tipo como tú se acercara a Kenta te desaparezco –El menor frunció el ceño.

- ¿Tu desaparecerme? Ni siguiera sabes cómo actuar bajo presión – Se escuchó un “Oohhh” de los burlones, como Menma, Suigetsu, Kakashi, Shiranui, Yahiko, Naruto (Loquillo xD), Kiba, Chouji, Kabuto, Tsunade, Jiraiya y Kentarou.

- Tu maldito mocoso... – Se plató frente a él.

- ¡Basta! Sasuke-nii, es una broma, ya no te exaltes por nada, además fuera de eso… ya soy mayor, no puedes vivir alejando a la gente de mi – Le regañó, Sasuke le miro consternado.

- Pero Kenta…

- Además que te recuerdo que tú estabas con Naruto cuando tenías un año más que yo y nadie te dijo nada, y seguro que tuviste otras parejas ¡Así que no me vengas con que soy un bebé! – Enrojecido – Y le prohíbo a ambos hablar de esto o pelear ¡Escucharon! – Mirando a los dos quienes agacharon la cabeza a un lado.

- Si, Kenta/ Como sea – Dijeron Sasuke y Kotarou en ese orden.

- Bueno, no creo que sea bueno invitarles algo ya que es hora de comer – Llegaron las chicas. – ¿Eh? ¿Paso algo? – Preguntó Mikoto.

- No es nada cariño, cosa de niños – Dijo Fugaku – Kenta, ven a la mesa – Kenta notando que su padre Fugaku también se había disgustado con eso de una futura pareja le obedeció – Sasuke, haz reaccionar a Itachi, ya parece estatua, y tráelo a la mesa – El pelinegro mayor seguía de piedra.

- …Hai… - Asintió.

- Yo me encargo – Dijo Dei con una sonrisa cargando a Eizen.

- Sasuke – El azabache volteo a ver a Naruto – No te pongas así bobo, Kenta tiene razón – En ese momento se dio cuenta que el rubio cargaba a Syo – Nosotros, más yo, tuve su edad cuando comenzamos a salir y hacer otras cosas… ¿No crees que es su turno de encontrar felicidad-ttebayo?

Sasuke lo pensó un poco, miró a su alrededor, miró a sus padres juntos, felices con Kenta, miró a sus amigos, cada quien con su vida llena de prosperidad y futuros, miró a Itachi, a quien Dei con una sonrisa hacía que Eizen con sus manitas toqueteara su cara y le pegara, mientras que Yusuke tomaba una foto de eso. Miró a los otros niños, a su hija que cargaba a Mishka con Himeko quien cargaba a Ai, todo a su alrededor era ruidoso, lleno de gente, de muchos colores y olores, de risas y sonrisas… todo… era...

- ¿Sabes? Yo... lo que siempre esperaba era vivir solo, alejado de "todo esto" que detestaba – Dijo serio preocupando al rubio – Pero… - Sonrió y miro a Naruto – Tú, fuiste mi gran salvador Naruto y ahora… soy más feliz de lo que pude llegar a desear – Le acaricio el rostro y besó su frente. - Te lo agradezco mi vida. - Sonriéndole cariñosamente.

- Cursi – Sonrió Naruto con la mejillas sonrosadas y conmovido – Te amo – Aceptando la caricia.

- Yo más – Besándolo – A ti también – Besando al bebé.

- To-sa – Decía el azabache.

- Oto-chan, Oto-san ¡Vamos a cenar! ¡Me muero de hambre! – Decía Shizuru.

- Ya vamos cariño – Le dijo feliz. – ¿Vamos? Naruto Uchiha Namikaze – El rubio sonrió.

- Por supuesto Sasuke de Naruto – El moreno alzó la mano en son de rendición.

- No discuto con la mera verdad – Tomándolo de la mano. – Dei – El rubio volteó, Itachi había reaccionado y jugaba con el pelirrojo bebé. – Trae al retrasado de mi hermano y vamos a cenar – Dei asintió.

- Ya oíste retrasado, vamos – Ita sonrió y le robó un beso.

- Te sigo mi precioso esposo – Dei se sonrojó.

- Baka – Se enderezó y tomo al bebé – Vamos Yusuke – Sonrió al menor. El niño asintió feliz. Sus padres se habían arreglado.

Fue una hermosa cena llena de cariño, de risas y anécdotas de la vida, de recuerdos de como Naru y Sasuke se casaron, de cómo Dei se perdió durante su propia boda y todos estaban escandalizados. De cómo Kiba apareció de repente con él. Como Shino bebió de más e hizo el mejor espectáculo de comedia para asombro y gracia de todos, de como Suigetsu y Karin por alguna razón cayeron en el pastel de cumpleaños número 4 de Shizuru, de cuando Menma y Yahiko se mandaron una buena al querer hacer karaoke ebrios. De cómo Juzo hizo la más disparatada y conmovedora propuesta de matrimonio. También como Kakashi se desmayó en el pasillo del hospital al saberse padre, e Iruka luego de reírse, también lo hizo al saberse doncel. Igual que cuando Kabuto y Sai tuvieron que saltar de un avión para por fin confesar sus sentimientos. Ese día que fueron a acampar en multitud y Kenta y Kotarou compitieron en un juego donde cayeron al lodo y al salir parecían monstruos de barro y por poco no los matan. De cómo Neji para el cumpleaños de Hinata aprendió a bailar salsa y le hizo una gran presentación y luego por vergüenza escondió la cabeza como avestruz bajo la mesa. De cómo a sus hijos les iba, de como Himeko y Shizuru una vez perseguían a Yusuke para disfrazarlo de niña neko y este corría como el demonio por evitarlo. De que Itachi balbuceo como idiota, chillo como nena y luego se desmayó cuando nació Eizen al pensar al principio que Dei le engaño y el desmadre que se armó. También esa vez que Minato en india, para sorprender a Priya, escalo unas ruinas y término metiendo la pata y con el trasero adolorido por la caída. De cómo Menma se vengó del ex grupo de Sasuke, incluso de Karin pero apartándola del de los hombres, dejándolos en pelotas en público y luego hizo un final de película con ellos. También estaba cuando Fugaku actuó como un loco el día que Kenta, aun con 9 años, se perdió en el centro comercial y por poco llama hasta a la CIA de no ser por Mikoto quien lo hizo reaccionar con un gran martillo de juguete. Como Yahiko y Nagato en una de sus citas acabaron volviendo a tierra firme porque por alguna razón terminaron en el rio. Esa vez que Shikamaru hizo recorrer a Gaara por varios lados por un antojo, que fue afortunadamente en el día, y al entrar en un parque el moreno por poco no se reventaba a golpes con una chica, por los cambios de humor y los celos de que esta coqueteara con su chico. Había muchos recuerdos. Tanto que para todos… era lo mejor. Y sabían que estos momentos de familia y amigos, gente que se une y quiere… no eran los últimos.

 

 

 

~El fin~

 

 

 

Notas finales:

Woooooww!!! Que hermoso!! Bue, a mi me lo parecio :'3

El teme con su familia, mira que esa niña es terrible, ya sabemos a quien se parece, como será el pequeño cuando crezca?!! Pues bueno se queda asi xD

Ay! La familia de Itachi! Que hermoso!! Esos dos son perfectos juntos y ese hijo suyo, Yusuke! Me encanta! Lo amo asi de base, es una hermosa convinacion de ellos! Espero que se quede asi. Y como se lleva con su hermanito :3 como lo proteje!!

Woww!! Gaara lo tiene dificil ahora que su hija se contagia de mañas peligrosas xD pero es hermoso verlo feliz junto a Shika :3

Minato!!! Se casó de nuevo *----* Con una hermosa morena!! Que lindo!! Y tienen bebé!! *o* sera graciosisimo que el tío tenga la misma edad de los segundos hijos de los rubios y sea menor que los primeros xD

Ohh, que bello!! Kenta *----* muero! Se hizo tan bello y adorable, y ese Kotarou se hizo un mega sexy hombre <3 Habra amor entre ellos? :0

Hermoso!!! Simplemente me sobran y falta palabras, podria hablar de todos ellos, literalemente de TODOS ellos!! Pero la historia lo deja muy claro!! :3

Espero que les haya gustado!!! Por favor dejenme sus comentarios con todo!! Amor, odio, risas, tomates, aire jajaja yo lo recibo con amor!! :D Se me cuidan mucho!!

Nos vemos.... tal vez :v... pronto con esta historia!! Porque pienso hacer miniextras ¿Que opinan? Quedaron algunas cosillas sin saberse, asi que es una posibilidad!! 

Bye bye! n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).