Capitulo6.El invitado esperado.
Naruto
Vaya, llegue por fin a la escuela no era tan tarde ya son como las 8:15 jeje, a tiempo. Por otra parte no le veo tan al caso llegar tan a tiempo, ya que nunca veo a mis amigos sino hasta el primer descanso. Trate de vagar un rato, hasta que llegara la hora de clases. Pero como ayer, hoy también soy acosado por todas las chicas, me miran, me suspira… por dios, ya sé cómo se siente ese teme de Uchiha, pero aun así no lo perdonare aunque sienta como él se siente. Pasaba junto a los casilleros veo que ya llegue al área de 5 año… ya solo un año más y terminare graduándome de este lugar y le daré la sorpresa a mi nichan, ya no aguanto. Ahora que lo pienso… ¿Cómo se verá mi nichan? ¿Habrá crecido? ¿Habrá engordado? ¿Tendrá pareja? ¿Sera popular? Solo espero que no haya sufrido lo mismo que yo. No me di cuenta de que tan ensimismado estaba que me quede frente a la puerta de 5año c, mejor voy caminando no será que me encuentre con…
- Vaya, vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí? – Me quede estático, estaba con un gran escalofrío pero trate de ser serio y reservado. Voltee y vi a Kiba, Suigetsu y Karin.
- Basta chicos… dejen de molestar a Naruto – Aunque por dentro me sorprendí por la actitud de Karin por fuera no la exprese, aunque luego note que Karin también estaba deslumbrada por mi cambio, lo que me decepcionó mas de ella. – Neh, Naruto-kun, no te preocupes, yo no dejare que te golpeen.
- Ya para Karin, se te esta cayendo lo baba – Decía el peliblanco.
- ¡¡Eres un idiota!! – Le propino un buen golpe que lo mando a volar al instante. – No le hagas caso el es un loco – Igual que tu.
- Ya déjense de tonterías. Karin vete. Yo arreglare cuentas con este – Me dijo dándome una mirada retadora.
- Uh ¿Ya temprano en la mañana quieres hacer alboroto? Un consejo, consíguete una vida – Me gire para irme pero este me sostuvo del brazo – Ya suéltame. No peleare contigo… no caeré mas en eso.
- Lo harás… y lo harás ahora – Kiba lanzo un golpe a mi cara que, aunque estaba siendo sostenido por este, lo esquive, dejando en claro mi flexibilidad. - ¿Qué demo…?
- Ya déjame – Me zafe del agarre un poco brusco pero preciso y Kiba se cayó al suelo sentado. – Ahora, si me disculpas… me voy. – Me aleje de ahí antes de que este se decidiera a atacarme otra vez.
- Kyaaaa, Naruto-kun es tan kawai – Oí que grito la loca de Karin, haciendo caer una gotita.
Vaya, que lindo modo de empezar el día. Primero que una angustiante historia del pasado que olvide a causa del dolor de mi primera ilusión y para colmo esa ilusión era Sai. Luego casi me chocan por venir corriendo a la escuela, después los acosos de las chicas y ahora esto… si, hermosa forma de empezar la tranquila y casi despejada mañana. Me senté en bajo mi árbol favorito y suspire muy pesado. Esperaba que las cosas mejoraran, aunque de cierta forma… sentía que me olvidaba de algo. No creo que deba de ser nada… debo estar muy cansado, después de todo me quede hasta tarde haciendo la tarea y luego pensando en eso que me dijo el baka del Uchiha. Oh, genial, hora estoy volviendo a pensar en eso… es tan confuso… ¿Qué debería hacer? ¿Qué debo hacer?
- ¿Qué debo hacer?
- ¿Qué cosa deberías hacer? – Sin darme cuenta mis pensamientos salieron y los escucho… ¿Sasuke? - ¿En que estas pensando a esta hora de la mañana para qué te veas contrariado? – Este me miraba desde arriba con las manos en los bolsillos y una expresión interrogativa.
- ¿Qué te importa? Vete, no estoy de humor – Le dije desviando mi mirada.
- ¿Ese mal humor lo cause yo? – Podía haberle dicho ¡Si, todo es tu maldita culpa! Pero no… ya que estaría mintiendo un poco.
- No solo tú… ahora tengo más cosas metidas en la cabeza. – Dije aun sin mirarlo.
- Bien – Se sentó a mi lado ¿A este que le pasa? Le digo que se valla y el muy señorito se sienta – Me alegro que yo no sea tu único problema. – Sonrió de lado mirado al frente, y lo sé porque lo estaba mirando, pero luego volví a voltear la vista.
- Oye ¿Eres sordo o qué? Te dije que me dejaras – Le dijo lo más claro y serio posible.
- No, si te escuché… pero no voy a hacerte caso – Me lo dijo de una manera tan tranquila que me enoje.
- ¿Qué? ¿Qué demonios te pasa teme? Te dije…
- Si te hiciera caso… – Me interrumpió –…no podría empezar a enmendar las cosas… - Me miro – Y eso es algo que no quiero – Estaba sereno y relajado, nunca lo vi así, siempre su expresión me daba miedo… pero ahora… ¡No! Lo dijo Kabuto no bajes la guardia, y vaya que tenía razón. Me aparte de él un poco y este solo me miro confuso.
- ¡No caeré en tus trucos truculentos! Ya dije que jamás te perdonaría – Le dije directo… mierda, otra vez esa sensación de no estar seguro.
- Y yo te dije que haría todo lo posible porque eso no pasara. Y veo que aun no estás convencido, así que me da más oportunidad – Me lo dijo para luego voltear su rostro al frente.
- ¡No te des tantos ánimos! ¿Qué no lo entiendes? – Me calme un poco – Me hiciste mucho daño…jamás… nunca… ¡Te perdonare! – Salí corriendo de ahí.
- Vaya… esto no será fácil… pero me voy acercando.
¿Qué mierda le pasa a ese bastardo? Que me deje en paz, si quiere arreglar las cosas que me deje en paz ¡Ouch! Choque con algo.
- ¿Qué te pasa Naruto? Casi me tiras al suelo. – Vi a mi querido amigo Shikamaru. - ¿Qué te pasa? Te ves raro.
- No, para nada. Estoy bien-ttebayo – Le dije mostrando todos mis dientes.
- ¿Seguro? Ok, si tu lo dices – Empezó a caminar – Ven, vamos a caminar un rato.
- Hai – Lo seguí como si fuera un buen niño.
Caminamos un poco, ya que no teníamos mucho tiempo, pero me agrada estar con Shika, el es muy listo y aunque no muchos lo crean, se está muy augusto con él. Él fue uno de los primeros en hablarme, ya que era el presidente de 1año de su clase y representaba a todos los primeros y se encargo de mostrarme todo el lugar, nos caímos bien, hasta el me dijo que mi apariencia era extraña y que de seguro muchos me molestarían con eso… pero que le gustaba, aunque se volviera problemático. Después me presento a Chouji y por último a Hinata que estos se llevaron la sorpresa de ella y yo nos habíamos conocido desde antes. Los tres nos llevamos muy bien juntos… incluso ellos me defendían cuando me molestaban, pero cuando apareció el grupo de Sasuke no podían hacer nada, ya que estos me agarraban cuando no había nadie para defenderme. Volví a recordar algo muy doloroso… todo ese maltrato… ese dolor… ese…
-Oye, si sigues pensando en cosas deprimentes, ten por seguro que te golpeare papa aclarar tus ideas – Me dijo Shikamaru picando mi frente y dándome una sonrisa – Vamos, Naruto, ya toco la campana, debemos irnos a clases.
Sin más nos fuimos a nuestras respectivas salas a empezar la jornada. Tuve unos problemas en el laboratorio y Kakashi-sensei me dio un gran golpe con el cuaderno, su maldito cuaderno pervertido.
- ¡Deberías ser más cuidadoso con las mezclas! – Me regaño mi sensei.
- ¡Y se supone que tú deberías enseñarme! ¡Pero te la pasas leyendo tu maldito librito! ¡Y tú no debería golpearme con un libro tan pervertido como usted lo es! – Le conteste, esto era habito entre nosotros, pero nunca llamo la atención de nadie, pero ahora todos me veían y se reían, superficiales.
- ¡¿Qué dijiste?! Deberías tener más respeto a tu profesor.
- No, no puedo respetar algo que no es respetable – Me burle de el dirigiéndome a su libro, vi como una vena aparecía en su frente y se enfado mucho y me grito con llamas a su alrededor.
- ¡¡¡Te faltan 100 años para sacarme de quicio como tú lo haces, mocoso!!! – grito tirando mi banco.
- ¡¡Cállate maestro pervertido!! – Así era nuestra pelea, obvio que luego tuve que limpiar la sala de química, pero estaba feliz de que mi lazo con los maestro no se haya ido.
Ya estábamos en el primer receso, iré ver a Shikamaru a Chouji y a Hina… ¿Eh? ¿Qué pasa? Hay un embotellamiento en la entrada ¿Por qué? Trate de abrirme paso, lo que no fue difícil, ya que las chicas gustosamente me dejaban pasar. Cuando llegue al centro de aquel embrollo abrí grande la mandíbula, era el maldito teme que estaba en pose de soy genial y frio (ojos cerrados con la sanos en los bolsillos) en medio de toda esa gritería femenina en la que ahora me encontraba yo. Cuando él me vio sonrió un poco, lo que molestamente me hiso levantar un poco la ceja. Quise pasar de él, pero la muchedumbre ahora no me dejaba salir.
- Onegai, me dejan pasar… yo… - No podía salir, ya hasta se me tiraban para abrazarme. – Ey, no, basta, ni siguiera te conoz… Ey no – No podía salir. Pero alguien me tomo del brazo y me jalo al centro de nuevo, era Uchiha.
- Así no se hace - ¿Eh? ¿Qué quiere decir? Sasuke puso un samblaje frio y sereno – Déjenme pasar, no estoy de ánimos, así que apártense – Las chicas al instante obedecieron pero aun seguían embelesadas. Los dos pasamos y salimos de ese corredizo lleno de las chicas revoloteadas. – Así se hace. – Me dio una sonrisa que me pareció más que sincera y soltó delicadamente mi mano. Hasta ahora me doy cuenta que la estaba sujetando, idiota de mí. Kabuto en verdad tiene razón, el tiene muchos trucos con su encanto.
- Hm – Me aparte y comencé a caminar, pero voltee un poco para verlo por mi hombro – Gracias Uchiha – Y seguí caminando. Espero no tener que volverle a agradecer, que asco. Aunque… me quedo una sensación rara.
Bien ya estoy con mis amigos en nuestro lugar, Chouji como siempre sentado sin hacer nada al igual que Shikamaru, y Hinata viendo como una mariposa que volaba cerca de ella y se posaba en su dedo. Esos eran mis amigos y los quiero mucho. Me acerque a Hinata que parecía más feliz de lo normal así que, como soy curioso, decidí preguntar.
- Hola Hinata. Te ves muy feliz ¿Por qué? – Le dije sonriente a lo que mi grito asusto a la mariposa.
- Ah…se fue – Dijo algo triste.
- Lo siento – Dije apenado rascándome la mejilla, pero ella volteo a verme con una sonrisa y me abrazo fuertemente. En verdad esta actitud de parte de ella me sorprendió pero le correspondí el abrazo.
- Lo siento – Sin soltarme – Pero estoy feliz Naruto – Debe de estarlo. Me dijo Naruto sin balbucear o con el kun. – Me entere de algo muy importante para ambos y sé que te hará tan feliz como me lo hiso a mi – En verdad parecía feliz, ya me había soltado y entrelazo los dedos de sus manos y se las llevo a su pecho.
- ¿Qué? ¡¿Qué es Hinata?! Ya me estas entusiasmando mucho, dime – Ella me miro con una sonrisa y me dijo.
- Me entere que Neji-niisan ha aprobado el examen… - Me sonrió y comencé a caer en cuenta de lo que me quería decir.
- Eso… Eso… – No podía contener lo asombrado y feliz que estaba ya iba a estallar. – Quiere decir que…
- Si – Dijo entre risa – Neji-niisan vendrá a esta escuela – Me lo dijo alegremente.
- ¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!! – Grite haciendo que mis dos otros amigos me miraran diciendo ¿Qué paso? – No lo puedo creer ¡No lo puedo creer! ¡¡No lo puedo creer!! ¿Estás segura?
- Hai, me sorprende que no me creas.
- ¿Cuándo?
- Hoy
- ¡¡¿Enserio?!! ¡¡Genial!! ¿A qué hora?
- En el segundo periodo, así que lo veremos en el segundo receso – Me dijo tan feliz como yo.
- Hinata ¡¡Eso es increíble!! – La abrase y ella me correspondió. Mi mala mañana se convertirá en una buena al parecer.
Ya estaba muy emocionado por el segundo receso, casi no podía concentrarme en la escuela.
-¡¡Narutooo!! Pon atención – Iruka me lanzó un borrador a la cabeza y caí, pero seguía sin prestar atención al mundo.
¡¡¡¡Por fin!!!! Ya el tan anhelado segundo receso llego, corrí lo más rápido posible, de seguro el estará en 5año ¿Pero en que sección? No me importo, ahora solo seguía a mi instinto y llegue al 5 c, no sé porque, pero tenía ese presentimiento. Antes de abrir la puerta, esta se abrió dándome de lleno en la cara y luego los alumnos salieron tan rápido que me hicieron volar un poco. Ya en el suelo me sobe la cabeza y vi que alguien estaba frente mío, era Sasuke.
- Vaya ¿Qué haces aquí? ¿Acaso querías verme? – Dijo burlón y pícaro.
- Cla… ¡Claro que no! – Me enderece y le grito rojo de vergüenza y de su comentario. Pero al verlo, me cruzo una idea de algo. Neji no debía enterarse que era agredido aquí o si no…Mire al Uchiha y este me miraba algo dudoso por mi cambio de carácter. – Yo… Debo pedirte un favor. – Dije sonrojado por decir esa estupidez, pero necesitaba que lo hiciera. El bastardo embozó una sonrisa prepotente y me hablo de la misma manera.
- Oh, así que ¿Ahora quieres pedirme un favor? ¿Y por qué crees que lo haría? – Mierda, este tipo me desespera.
- Porque tú fuiste el que dijo que quería enmendar las cosas y yo creo que con esto puedes empezar después de “3 años de abuso” de parte tuya y de tu grupo – Ja, le di en un golpe bajo, y lo sé por su reacción y la cara que me puso. No pude evitar poner una cara de satisfacción.
- Bien…- Se rasco la cabeza, parece avergonzado, jeje, curioso y gracioso. - ¿Cuál es ese dichoso favor? – Se dejo de rascar y me miro con el seño fruncido en una mueca chistosa, se nota lo nervioso y humillado que esta. Jeje, victoria. Creo que esto de que se quiere enmendar me servirá, para vengarme y aprovecharme de él. Jeje. - ¿Y bien?
- Necesito que tú no hables de nada referente a mi abuso desde ahora en adelante y que evites que ese grupito tuyo también hable. Que eso no se mencione más. Al menos que yo lo haga. – Ya preví eso, así yo sigo usándolo para aprovecharme del idiota. Pero este me miraba confundido.
- ¿Por qué? – Me pedía una explicación que no se merecía, pero su cara indagadora era inquietante e intimidante.
- Porque no quiero que un amigo que vino hoy se entere, si se entera, créeme que no cesara hasta verlo todos caídos. Y cuando me refiero caídos, es cuando estén enterrados en una tumba. – Me miro mas indagador y algo ¿molesto? Sea lo que sea ya que me incomoda bastante.
- ¿Qué amigo? – Se acerco mucho a mi rostro, no sé porque, pero me puse nervioso y creo que me sonroje un poco. Pero no se lo iba a decir.
- Eso no es de tu incumbencia. Así que ya vete maldito bas…
- ¿Naruto? – Alguien me interrumpió y al girar mi vista… era… si era…
- Neji…- Me quede viéndolo era como si el tiempo pasara lento, mi corazón estaba feliz y latía muy rápido pero me volví a la realidad y lo abrase efusivamente. - ¡Neji me alegra tanto verte! No sabes cuánto te eche de menos ¿Cómo has estado?
- Bien Naruto – Correspondió a mi abrazo, pero luego sentí su mirada fría - ¿Quién es él? – Sentí como su vista reflejaba odio - ¿Se estaban peleando? ¿El te hiso algo? – Trague en seco, ya vi esos ojos, eran como si le salieran millones de venas por su odio, aterrador, pero pensé tan rápido que no me quedo otra que decir que.
- ¡No, el es mi amigo! – Me miro sorprendido y creo que Sasuke igual.
- ¿Amigo? Pero recién creí que te estaba molestando.
- No, nosotros jugamos así, es un cachorro no hace nada – Estaba nervioso, pero lo simule bien.
- Ok… - Cambio su expresión a una mas amistosa y se dirigió a Sasuke – Neji Hyuga, un placer.- Sasuke lo miro un rato, luego me miro a mi y sonrió con sorna ¿Qué estará pensando?
- Sasuke Uchiha, el placer es mío. – Lo saludo de una manera tan amable que abrí la boca tan grande preguntándome ¿Quién es él? – así que ¿De donde conoces al dobe de Naruto? – seguía con ese maldito y falso tono amistoso.
- Oh, bueno desde que éramos niños, es una historia graciosa.
- ¡Que no te contara! – Le tome la mano a Neji y lo aleje de Sasuke. Neji me miro confundido.
- Lo respeto, espero que un día me la cuentes dobe – Me dijo burlonamente.
- Nunca en mi vida te la contare, teme – Sacándole la lengua. Neji se rio y yo lo mire.
- Se ve que ustedes se llevan muy bien
- ¡Por supuesto que no! – Pero justo Sasuke me rodeo los hombros con su brazo.
- Vamos dobe no seas tan malo con tu amigo, y dile la verdad de nosotros - ¿Eh? Maldito, le va a decir a Neji que me agredió estos tres años con un grupo y todos morirán y a mí me matara por mentirle.
- ¿La verdad de ustedes? – Nos miro confundido, yo no sabía qué hacer pero Sasuke me abrazo y dijo…
- Nosotros somos pareja - ¡¡¿Qué?!! ¡¡¡El muy maldito dijo eso!!! Ahora si lo mato no me importa si esta Neji lo…
- Naruto – Su vos fue tan seria que me quede de piedra - ¿Eso es verdad?
- Por… ¡Por supuesto que no! Jamás seria pareja de este loco – Dije.
- Te está mintiendo – El muy canalla se metió.
- Ok… me alegra… ah, ahora vengo me llaman por celular. – Se fue lejos hasta que despareció de nuestras vistas, ahí me voltee a Sasuke para reclamarle.
- ¡¡¿Por qué mierda dijiste eso?!! – Estaba realmente cabreado.
- ¿Qué? Para mí fue justo. Ya que ni yo sabía que éramos amigos, dobe. – Se burlo de mí.
- No lo somos, solo dije eso para que Neji no hiciera nada – Le dije tratando de que nadie, además de él, escuchara.
- Bueno… si somos amigos ¿Por qué no pareja? – Se volvió a burlar y se fue.
- Maldito ¡¡Teme!! – Le grite antes de que se fuera.
Sasuke
No sé que fue eso ¿Quién era ese tipo? Pero por lo visto, Naruto lo quiere mucho, tanto, que hasta invento que éramos amigos… eso… me molesta. Pero bien, el hizo esto que me humillo yo lo humillare a él, aunque… ahora que no pienso… ¿Por qué parejas? ¿En qué demonio pensaba? ¡Quede como todo un gay! ¿Ahora qué hago? Toda la escuela sabrá esto y lo sé ya que siempre que pasa algo, hay alguien que justo pasaba por ahí y comienza el maldito chisme. Quedare como un gay en medio de todos, y Naruto no podrá hacer nada ya que esta su “amigo” ¿Eh? ¿Qué es esto? Siento algo… una parte de mí… de solo pensar en Naruto como pareja… ¿Qué me pasa?
Respire pesado y me senté en el árbol en el que nos habíamos sentado antes ese dobe y yo. Me puse a pensar en varias cosas… pero entre tantas cosas, es como si pensara en todo y nada a la vez. ¿Neji Hyuga? ¡¡Espera un momento!! ¡Ahora lo recuerdo! Es ese maldito bastardo de quien hablaba efusivamente el dobe como colegiala enamorada. Ese tal chico “Genio, deportista, popular, Don Juan y bla, bla, bla” ¿Quién se cree ese de venir a esta escuela? Ya está en último año, eso de cambiarse a último momento no debe estar permitido. No puedo dejar de pensar que algo e molesta… agacho mi cabeza haciendo que mi flequillo tape mis ojos.
- ¿Qué te pasa? – Levante mi mirada al ver que me hablaba Gaara.
- Nada… solo que ahora al parecer soy “amigo” de ese dobe Uzumaki – Voltee mi rostro con el seño fruncido.
- ¿Eso es malo? Tu dijiste que quería enmendar las cosas… y veo que ahora como dices son “amigos” te resulto – Me dijo con su cara y voz sin expresión y sentó a mi lado.
- Pero no fue por mí – Dije con un tono pesado y ¿melancólico? No sé, espero que este no lo note.
- ¿Por eso estas triste? – Diablos, si se dio cuenta - ¿Y por quien fue?
- Por un tal Neji Hyuga – Le dije desganadamente y creo que también algo molesto.
- Ah… el primo de Hinata Hyuga, ya veo - ¿Eh?
- ¿Lo conoces? – Me voltee rápido para preguntarle, este se vio algo sorprendido por mi reacción.
- No en persona… pero eh escuchado e investigado cosas de él y de su familia. – Me lo dijo de lo más tranquilo como si fuera de lo más normal, pero no me importo, es más, ahora lo adoro por eso.
- Dime que es lo que sabes. – Se lo dije en un tono determinante. Gaara me miro curioso pero prosiguió.
- El es parte de una familia prestigiosa. La corporación Hyuketsu, el padre de Hinata es el dueño, jefe y mandamás de toda esa empresa, ese hombre tiene un hermano gemelo que nació segundo, por lo tanto es el segundo al mando de todo y cómo ves Neji es su único hijo. Neji, ha sido todo un prodigio total, ha tenido excelentes y sobresalientes notas en todo lo que hace e hizo, es preciso en todo, determinado, sereno, buen deportista, gran compañero, ha recibido honores por meterse en asuntos de negocios a tan corta edad y saberlas manejarlas y llevarlas a cabo de una manera pulcra y brillante, eh averiguado como tiene relación con Naruto. Ellos se conocieron en un evento, mejor dicho un fiesta de disfrace, los presento Hinata. Desde entonces eh sabido que contantemente desde niños se visitaban y jugaban juntos, pero él se fue a estudiar en otra parte y no se vieron desde entonces. Pero parece que ahora volvió… - Todo lo que me dijo Gaara, solo me molestó mas ¿Esa cosa… seria mi rival en los negocios? – Pero me sorprende que te importe… ¿Es por ser tu rival entre empresas? O ¿Por qué va a tener la atención de Uzumaki y no podrás acercártele nada?
- ¿Eh? ¿Qué tonterías preguntas? Obvio que es entre empresas. – Dije molesto.
- Pues… yo creo que recién te enteras que él es tu competencia… por eso opte por la segunda pregunta. – Rayos, no sé porque me siento descubierto – Pero si tú lo dices… tu lo dices. – Se para y camina un poco – Ah, por cierto recién lo escuche en los pasillos… felicidades por tu nueva pareja – Y para mi sorpresa embozo un sonrisa burlona.
- ¿Ah? ¿De qué estás hablando? – Recién caí en cuenta de lo que me dijo - ¡Eso no es…! Lo dije para molestarlo. – Soné alterado pero determinante.
- Lo que digas Uchiha. Nos vemos – Hizo un ademan con la mano para despedirse y se fue.
¿Qué le pasa? Ya sabía que había un fisgón en el pasillo, espero que nadie más haya escuchado eso. Debo hablar con ese usuratonkachi para retractarme de mi estúpida broma… vaya esto me está colmando la paciencia.
Estaba ya en mi salón, por alguna razón no dejaba de ver a esa tal Neji. Parece un chico común, aunque con un semblaje reservado. Aun así note que cuando esta con ese dobe se transforma por completo en una persona feliz que irradia luz, eso es un gran cambio, hasta para un bipolar. Me acababan de preguntar sobre el equivalente a la respuesta del 4 ejercicio en la pizarra, sencillo, aunque no prestara atención era sencillo. Pasaron las horas de clases y llego el último receso. Al salir de mi clase note como el dobe venia corriendo con una radiante sonrisa y una brillante luz que me dejo anonadado, aunque me moleste por saber que venía por su “amigo”, pero ahora que lo recordaba este le había dicho a su amigo que él era mi “amigo”, así que no desaprovecharía.
Apenas el rubio paso a mi lado lo agarre del cuello, esto sorprendió un poco a mi aludido y se giro para ver quién era el que lo había agarrado de esa manera, y vi la cara de sorpresa al ver que no era nada más y menos que yo, el gran Sasuke Uchiha. Me frunció el seño pero esto solo hiso sonreír altaneramente y le pellizque un poco la mejilla como un niño pequeño.
- ¿A dónde vas “amigo”? – recalque amigo, para darle a entender a Naruto que no se me había olvidado lo de hace rato.
- Ah… ahora eres mi amigo…Creí que eras mi “pareja” – Mierda, me contraataco el rubio y note como sonrió satisfecho al ver la cara de disgusto que puse - ¿Qué pasa mi amor? ¿Tuviste un mal día? – Me dijo burlonamente con un noto de “Oh, pobrecito” que me molesto – Déjame alegrarte el día – Se me acerco peligrosamente y creí que me iba a besar no sé porque se me acelero el corazón y me aparte de el muy nervioso. – Jeje, ¿Qué pasa mi amor? ¿Ya no te gustan mis besos? – Realmente si no fuera por la estupidez que hice hace tres años, no estaría sufriendo esto. – Ah ¡Neji! ¡Aquí Neji! – El dobe diviso al pelicastaño y lo abrazo, otra vez disgusto…
- Naruto ¿Oh? ¿No interrumpí algo? – Cambio su sonrisa por un rostro serio al verme – Si quieres te dejo solo con tu “pareja” - ¿Acaso está molesto por eso? Jeje, eso me da gusto.
- Neji, el no…
- Mi querido rubio. Acaso me vas a dejar solito – Me acerque y lo abrase. Me burle ahora yo, ja, para que vea. Oh, no, se supone que debo enmendarme y esto solo le va a dar más motivos para odiarme.
- Me voy Naruto – Dijo este serio y note que muy molesto, victoria. Pero ahora sé que el dobe me hará pagar por eso. Se aparto de mí y me miro furioso.
- ¿Qué es lo que te pasa maldito teme? – Si, está molesto.
- Nada. – Coloque mis manos en los bolsillos – Por cierto… se nota que ese chico en verdad te quiere – Cambio su rostro a uno indagador. – Bien, me voy. Por cierto, esto no lo hare mas. Sino jamás me darás una oportunidad de que me disculpe y enmendar las cosas. – Me marche, sentí su mirada hasta que desaparecí del pasillo.
Ya había finalizado la jornada, estaba más que muerto, no físicamente porque me sentía espectacular, pero mentalmente estaba más que agotado. Antes de salir me encontré con Sai, Kiba y Suigetsu. Los mire y vi que estos querían hablar conmigo. Caminamos y nos sentamos en una banca. Paso un rato, nadie hablaba y yo en verdad ya quería irme, así que yo empecé la conversación.
- Saben que no soy adivino ¿Qué es lo que quieren? – Si, mi tono serio e indiferente me encanta a veces.
- Bueno… hemos pensado y queríamos preguntarte algo antes de dar finalizado este grupo – Dijo Kiba algo serio.
- ¿Qué?
- Queremos sabe… ¿Por qué la razón de separarnos? – Hablo Suigetsu con su tipo tono despreocupado.
- Ya se los dije… esto es…
- Nunca nos especificaste nada, solo dijiste que terminaste con Sakura, que te engaño y que desintegrabas el grupo. Jamás nos diste los motivos. – Es cierto, jamás dije nada explicito. Bueno no matara de nada decirlo, además así se alejarían de ese usuratonkachi de una vez por todas.
- Bueno… verán…
No es de mi naturaleza hablar mucho, pero la historia era algo larga así que debía decirlo, total no la volvería a contar. Les explique de lo que sucedió hace tres años, de cómo Sakura me mintió para golpear al dobe solo para tener mi atención, de cómo eso se volvió rutina y luego como la desmentí, la descubrí y la bote como la basura que es y que ahora trataba de arreglar las cosas con ese Uzumaki para poder morir tranquilo.
Mis compañeros se me quedaron con cara de asombro, creo que estaban sorprendidos de lo relatado, espero que entienda ahora que ahora ya no se vuelvan a meter con ese dobe.
-Ya veo…Ok, entiendo. – Kiba sonaba tranquilo pero con un tono deprimente – Ayer, me puse a pensar muchas cosas y… creo que en verdad lastimamos mucho a una persona inocente. Sasuke por que fue engañado, Gaara y yo por nuestros problemas familiares, Karin y Suigetsu por simple diversión, más Karin por acercarse a ti que otra cosa. Sai… el no… ¿Cuál es tu motivo?
El piel pálida se nos quedo mirando un rato y luego solo tranquilamente dijo que era “algo personal” ¿Pero qué le pasa? Tendría que el decirnos también porque razón ataco a ese dobe. Pero se incorporo y se fue, no me importaba que haga ahora lo que quiera mientras no se metiera con Naruto. Me levante y me fui al estacionamiento de la escuela, me puse el casco para ponerme en marcha en mi moto a casa.
El camino con el viento en la cara lo relajaba. Llegue a casa y guarde mi moto para adentrarme en esta. Vi que todo estaba como siempre, grande y silencioso. Empecé otra vez a sentirme melancólico. Recuerdo que desde que tengo memoria es así, si no fuera por mi hermano mi actitud seria peor que ahora, el siempre me cuido, me defendió y me hacía reír… pero gracias a “él” (Se refiere a su padre), se tuvo que apartar de mi siendo solo un niño de 8 años, aunque claro, mi hermano se escabullía o me raptaba para pasar tiempo juntos y divertirnos, sí, yo quiero mucho a mi niisan pero después se fue a estudiar al extranjero, y eso me puso muy triste, fueron 5 años de soledad, de dolor de ignorancia sin que nadie en mi casa me hablara, salvo algunos sirvientes para avisarme algo o pedir su aprobación para algo.
En mi vida no hubo mucho cariño, los ojos de mi padre y de mi madre eran vacios, sin vida, no mostraban sentimientos, ninguna emoción…nada…eran vacios. Eran cuerpos sin almas, como una marioneta, una cascaron vacio sin ningún brillo que lo hiciera único; y para un niño…eso era… muy aterrador. Era como si ellos pudieran causarte todo el dolor del mundo, ya sea físico o sentimental, y no importarles en lo absoluto, podrían matar a alguien, y hacer tranquilamente como si nunca hubiera pasado. Esos pensamientos llegaban a aterrarme a veces… recordaba una época muy corta, cuando mi madre si tenía vida… pero luego de esas imágenes bonitas, pasaban a ser melancólicas, tristes y luego… la sonrisa de mi madre había ya desaparecido cuando apenas tenía 6 años. Ya pensar en todo esto me deprime más. Maldición, que no daría solo por una vez, ver ojos sinceros, sentimientos que me muestren que este mundo tiene aunque sea algo de humanidad… emociones honestas, sonrisas verdaderas… algo, algo como… Naruto.
Abrí los ojos de sobremanera ¿Naruto? Bueno…ahora que lo recuerdo… cuando estaba en segundo año y conocí a Naruto, recordé sus ojos… tenían tanta vida, tan lleno de emociones, tan puro. Si, ahora recordé porque quería ser amigo de ese dobe hace tres años, era porque me pareció que al fin había encontrado un rayo de humanidad en mi oscuro mundo.
Me reí de mi mismo, ya es tarde, debo cenar, ducharme, hacer los deberes y dormir ya que mañana tendría deporte y el maestro Zabusa-sensei no era muy delicado que digamos.
Bien, vamos a hacer todo eso.
Naruto
Por fin pude convencer a Neji que ese teme y yo no somos nada. Al principio no me creyó, pero luego de insistir e insistir e insistir al fin me creyó. No me habría pasado todo el día tratando de que Neji me crea de no ser por el maldito Uchiha, ah, pero cuando lo vea mañana me las va a pagar. Dejarme en ridículo frente a mi queridísimo amigo de la infancia, buena lo admito, Neji no es mi mejor amigo… ese es Shikamaru y nadie va a tomar su lugar, ni siguiera él. Bueno al menos ahora me relajare. Le diré a Kabuto si quiere cenar en mi casa. Ya llegue a su puerta así que preguntemos.
- ¿Oh? Naruto ¡¿Quieres quedarte a cenar?! Pasa - No me dio tiempo de responder y se marcho, encima el pregunto lo que yo iba a preguntar – Pasa lento, no ves dejas entrar el frio.
- Ya te oí ya te oí, quejoso – Susurre lo último, si me oyera me mataría.
Entre a su casa. Por alguna razón lo note muy feliz y muy entusiasmado y lo vi muy determinante a que entrara a su casa ¿Por qué será? Hm… huele delicioso ¿Estará cocinando algo? Kabuto siempre cocino delicioso, yo también obvio, pero me encantaba mas comer la comida de él, ya que me hace sentir un gran calor familiar.
- Ey, Kabuto ¿Qué estas coci…? – Me quede quieto. Kabuto no estaba en la cocina, había alguien más, una silueta que cuando vi, no me la creía, que…no puede ser…
- ¿Oh?... Naruto – Esa voz dulce, esa bella sonrisa – Me alegra verte – Dejo el cucharon con el que estaba revolviendo y me extendió los brazos – Ven aquí bebe. – Con esa hermosa sonrisa… me quede ahí, viéndola un rato y sentí como se me asomaban las lagrimitas, sonreí al fin y corrí a abrazarla.
- ¡¡Kaoi!! – Hundí me rostro en su hombro cerca de la curvatura de su cuello, su aroma a a lilas no ah cambiado. – Me da tanto gusto que estés de vuelta.
- Estoy en casa Naru-chan – Me acariciaba los cabellos.
Por un minuto, olvide todo, los golpes, las burlas, la muerte, los retos que correré ahora, las palabras del Uchiha….todo. Ahora solo me dedico, a estar aferrado a la mujer más dulce que conocí y que cuido de mi con Kabuto. Kaoi Yakushi, la mama de Kabuto, quien cuido de mí y mi hermano desde la muerte de mis padres como si fuera nuestra propia madre. Sentí como Kabuto se unía a nuestro abrazo, eso me dio más calor, sentí que podría dormirme ahí y ahora. Estaba muy feliz y las pequeñas lágrimas que resbalaban por mis mejillas lo prueban.
Continurá…