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Mi amado Brabucón por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

Hola, se que muchos quedaros con la intriga carcomiendoles los husos, pero aqui esta el suguiente capitulo y lo subo ahora (1:44 am del dia manrtes), ya que mas tarde no podre.

Jajaja, sin mas aqui esta el capitulo 9

Espero que les guste, a mi me encanto. 

Nos vemos anajo.

Capitulo9. Hospital.

 

 

Dolor, molestia, malestar, eso y más sentía… estaba oscuro, creyó que era por tener los ojos cerrados, no quería abrirlos, pensaba que lo primero que vería es el césped muerto, el cielo obscuro y luego… el cadáver del Uchiha. Ahora si abrió los ojos en par en par al pensar eso, pero una luz le lastimo un poco los ojos y se tapo con su brazo. Se vio en una habitación acogedora, pintada de celeste claro, había una tele en un mueble y flores en una mesita de luz… sin duda era la habitación de un hospital, pero ¿Cómo demonios llego ahí? ¿Dónde está el teme? ¿Cuánto tiempo estuvo ahí? El sonido de la puerta lo interrumpió  sus pensamiento, había un enfermera que lo miraba sorprendida, salió corriendo de la sala dejando al rubio mas sorprendido ¿Qué le paso? Apenas pasaron unos minutos y entraron doctores a controlarlo y verificar que todo estuviera correcto. Al finalizar el doctor lo miro con una sonrisa.

- Veo que todo está bien, nos diste un susto – Dijo aliviadamente.

- ¿En dónde estoy? ¿Qué hace cuanto estoy? ¿Dónde está Sasuke-kun? – El doctor rio y le miro gentilmente.

- Estas en el hospital Kumata, estas aquí hace dos días y el chico a que te refieres esta aquí – Al lado de Naruto, recién se dio cuenta que había una gran cortina blanca, el doctor deslizo ese manto hacia un lado dejando ver al paciente que era Sasuke. – Ahí está, aun no ha despertado.

- Sasuke – Se sentó pero volvió a recostarse por el fuerte mareo que sintió. – Mmm…

- No es bueno que te levantes así de golpe, descansa un poco, luego caminaras un poco para estirar tus piernas, pero ahora comerás, debes tener hambre – Aunque el doctor era simpático y le daba al clavo eso de que tenía hambre, pero eso no ayudaba a quitar su vista del Uchiha, estaba preocupado, mas porque el tenia mas cables atados, el cuerpo envuelto en vendas y una mascarilla de oxigeno. El doctor noto eso y se sintió mal por él.

- Si… tu amigo estaba más grave que tu, el si nos dio un gran susto… creímos que iba… - Naruto lo miro perplejo – No importa, ya paso, ahora el esta delicado, pero fuera de peligro.  Solo necesita descanso – Se encamino a la puerta, ya lo otros médicos se habían retirado, antes de que el señor lo haga lo miro sonriente – Debes apreciarlo mucho ¿verdad? – Naruto parpadeo con un “¿Mmm?” sin entender a lo que se refería el señor. – Jeje, te traeré tu comida, como ha pasado dos días debes tener apetito – Sin más salió cerrando la puerta.

Naruto miro a Sasuke, este dormitaba plácidamente en la cama con esa mascarilla que le cubría parte del rostro, recordó lo impresionado que estaba por seguir peleando de una manera increíble ante esas circunstancias, sonrió débilmente al recordar lo último que le había pedido el teme… “sonreír”… que tonto pensaba Naruto, era como si se estuviera despidiendo de ese mundo para siempre. Se tapo un ojo con su mano mientras el otro lo tenía abierto… conmemorado sus propias palabras “le daría una oportunidad de perdonarlo al teme si despertaba”… ahora se sentía un bobo.

Se durmió, aunque había dormido mucho tiempo se sentía agotado. No durmió demasiado ya que le llevaron la comida, la enfermera antes de retirarse quedo con una gotita en la cabeza al ver como el paciente prácticamente se devoraba todo. El bermejo comía muy feliz, engullía todo como si no hubiera comido en meses, pero su actividad ceso un momento al ver a su compañero aun durmiendo… se sentía mal, quería que el azabache despertara, tal vez este tenía también hambre y eso le hacía desear que despertara. Pero un nuevo pensamiento le invadió ¿Cómo habían llegado allí? ¿Alguien los llevo? Tenía tantas preguntas que le dolían las sienes y se las masajeaba para apaciguarse. El sonido de la puerta lo volvió a interrumpir. Era la enfermera que venía por las bandejas, pero otra persona había entrado…

- Ka…Kabuto – Dijo sorprendido por la aparición de su amigo. El aludido soltó dos flores blancas que había traído y se abalanzo a Naruto.

- ¡¡Naruto!! – Lo abrazaba posesivamente pero de manera delicada. - ¡Qué bueno que despertaste! Qué bueno que estas bien – Le dio un beso en la frente y le acariciaba los cabellos. Naruto se quedo tieso, pero luego unas lagrimas salieron de sus ojos y correspondió el abrazo.

- Kabuto… tenía miedo…

- Shhh, no pasa nada, ya estás bien – Se quedaron así un rato y luego se hizo ya de atardecer. La habitación tenia las luces prendidas por floreciente blanco. Estaban conversando pero ahora Naruto le entro de nuevo la duda.

- ¿Qué paso Kabuto? ¿Cómo llegue aquí? Dime – Se veía realmente carcomido por la irresolución.

- Bueno…

 

------------------------------------------------- Flash Back ---------------------------------------------------------

El auto iba a toda velocidad. Sai le conto que como los había seguido prefirió no entrometerse todavía y llamar a la policía no iba a servir de nada, como siempre llegarían tarde y además los abrían detenido para que les explicara todo lo que sabían y eso hubiera tomado muchas horas retenidos. Como los secuestradores se habían detenido en una gasolinera decidió que era su oportunidad de colocar en la parte de atrás del auto un pequeño dispositivo de rastreo. Se alejo y los hombres subían tranquilos y emprendía de nuevo su viaje, los volvió a seguir pero freno al ver que desde en un punto en adelante era casi todo campo, si seguía se vería al descubierto, mas porque en esa parte no pasa nadie ya que no hay nada. Saco su dispositivo de GPS, tecleo algunas cosas y pudo localizarlos… el punto rojo seguía moviéndose hasta parar en una calle y ya no se movieron de ahí, busco en una base de dato, internet, todo lo que le indicara que era ese sitio, y se sorprendió al ver que era una penitenciaria abandonada. Todo ese relato impresiono al peliblanco, había descubierto que Sai es muy inteligente y no era tan mala persona, pero eso no quitaba el rencor que sentía por lo que le hacía a su pequeño Naruto. Luego le preguntaría el por qué ayudar al blondo, ahora le agradecía que supiera donde estaba. Estaba obscuro ya era de noche y ambos temían que fuera muy tarde. Sus almas se fueron al ver a lo lejos llamaradas que consumían el penal, a la velocidad que iban llegaron al lugar, Kabuto salió corriendo del auto y con la cara de espanto, el pecho oprimido por la angustia y unas lagrimas que advertían salir pronto se derrumbo de rodillas en el luego para emitir un gran grito.

- ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO!!!  ¡¡¡NAAARUUUTOOO!!! – Las lágrimas salieron, y su pecho estaba dolido al máximo.

Sai miraba al peliblanco con el mismo sentimiento… volteo el rostro queriendo no ver ese lugar, pero noto que a lo lejos, había algo desplomado en el piso… ¿personas? ¡Sí! Corrió hasta Kabuto y lo tomo de los hombros este se negaba a levantarse pero las palabras que dijo el azabache lo sacaron de si.

- ¡Ahí! ¿Ves? Hay dos cuerpos tirados… creo que podrían ser ellos – Sin más palabras los corrieron hasta esas dos corporaciones. Kabuto se helo al ver lo que veía. Era… era…

- ¡¡¡NAARUUUTOOOO!!!

 

--------------------------------------------- Fin del Flash Back ----------------------------------------------------

Naruto quedo pasmado con ese relato, pero estaba muy agradecido de que Sai se hubiera entrometido y llevara consigo a Kabuto y los encontraran. También supo que este salió a toda carrera en el auto para llegar al hospital. En verdad debía agradecérselo, pero aun en su corazón lidiaba con el rencor de ser agredido por él y un miedo de enfrentarse a su antigua ilusión de amor ahora que lo recordó.

- ¿Por qué el Uchiha estaba contigo? – Dijo mirado al nombrado yacido en la cama.

- Ah…el estaba conmigo en el parque, el se dio cuenta que alguien estaba espiándonos. Una capa de humo nos envolvió y el rápidamente me… - Le conto todo lo que había pasado en el parque, Kabuto estaba perplejo por todo lo que el Uchiha hizo, dijo y recibió para que no lastimaran a el rubio - … pero la puerta quedo tapada por los cimientos y… el teme cayo rendido…

- No me extraña de solo ver todas esas vendas me hace ver todo lo que le hicieron. – Dijo serio pero gentil.

- Si… por mi… el… me decía que me vaya, que todo iba a estar bien, que él iba a estar bien. Pero sabía que me mentía… - Miraba al teme dormido y puso ojos compasivos - … me metía para que me salvara… como lo hizo desde el principio de todo esto, el quería protegerme – Su vista no se había apartado de el azabache y sin notarlo había sonreído de ese comentario, recordando todo lo que hizo.

- ¡¡Oh, no!!… ¡¡RAYOS!! – El grito de queja de su amigo lo sobresalto y lo miro patitieso.

- ¿Qué… qué pasa? – seguía extrañado, su mano en forma de puño cubría su cara como defensa por el susto del grito del otro.

- Nada… ¡¡Solo que ese maldito desgraciado terminó atrapándote en sus redes!! ¡¡Te dejaste engatusar, Naruto!! Oh, no… ¡¡No me digas que ya lo perdonaste!! – Le miro indignado y con temor a que la respuesta sea afirmativa. Naruto se sonrojo un poco y se puso nervioso empezando a jugar con sus dedos.

- Bueno, no… es que, era un momento muy… y bueno solo lo considero… yo… yo es que… - Miro a Kabuto y este estaba en una esquina recostado en su brazo que apoyaba la pared con un aura lamentable y azul.

- No puedo creerlo… mi hermoso, lindo y pequeño Naruto se dejo engatusar por las mañas de ese Uchiha… él es inocente… obvio que esas demostraciones de preocupación, protección y cariño de ese antipático iban a tocar profundo su corazón – Alzo la mirada con las cascadas de lagrimas. - ¡¡Pero yo no!! – Fue y abrazo a su rubio y le acariciaba los cabello y miraba al cielo con el seño frunciendo, mientras Naruto tenía una cara de desencajado total – Yo no dejare que este se acerque a mi tesoro, y si necesario morder yo mismo afilare los dientes – Apretó mas a Naru  - Yo no perdono y jamás lo hare, juro que no lo hare – Dijo alzando su puño.

- Ka…buto…no respiro – Soltó a el rubio y se sentó en la silla junto a su cama, Naruto sobándose el cuello puso un porte serio - ¿Qué paso con el edificio?

- Llegaron los bomberos… la estructura resulto muy perjudicada, pero aun la parte externa se mantenía. – Dijo ya preparado para las preguntas de este.

- ¿Qué paso con los tipos? – Frunció el seño con su mano izquierda en su hombro derecho.

- Revisaron todo el edificio…. Pero no encontraron a nadie.

- Eso es imposible, esos desagraciados estaban en el piso cuando la explosión empezó, es imposible que hayan salido de ahí.

- Al parecer había otra forma… tal vez un túnel, algo que los sacara de ahí rápido, pero es raro que hayan planeado una detonación, creo que ya habían anticipado que lograrían salir. Querían borrar los rastros o… eliminarlos de una vez y para siempre. – Dijo con su mano en el mentón deduciendo con el entrecejo arrugado.

- ¿Quién podría querer eso? Sé que no soy muy querido, pero… ¿Llegar al extremo de eliminarme? ¿Por qué? – Se indigno y miro a su amigo.

- No lo sé…. Si de algo estoy muy seguro es que no creo que sea de un estudiante de la escuela – Saco de su bolsillo algo, un anillo y se lo mostro a su rubio amigo.

- ¿Qué es eso? – No entendiendo.

- Esto encontré cuando caminamos de regreso al auto, si lo miras bien tiene un símbolo – Entregándole el anillo seriamente.

- ¿Un símbolo? – Miro el anillo – Es verdad… ¿Qué significa?

- Estoy muy seguro que eso pertenece a una familia adinerada y poderosa – El ojiazul lo miro dudoso, este se acomodo los lentes y dejando los dedos en el puente de los mismos le explico – A lo que me refiero es a que esto no es algo a la azar como una venganza de parte de un muchacho tonto o una chica despechada o envidiosa…. Esto va mas allá de eso, si esta familia, que creo cual es, se involucró en esto, hay algo más profundo en todo este asunto, es algo así como…

- Un atentado a mi seguridad por la obtención de un beneficio – Dijo serio, impresionando internamente al peliblanco, pero por fuera seguía sensato.

- Exacto…. Los policías ya están investigando…

- ¿Por qué no les diste el anillo?

- Pensé que yo podría descubrir más rápido a cual familia pertenece esto y a quien en específico, que ellos. – Se guardo el anillo. Viendo la cara de su amigo – Se que piensas que me equivoco, pero lo que pasa es que encontré esto en un pequeño charco mojado y lodoso. Lo tome con toda la delicadeza y preparación como un forense, sin limpiarlo trate de buscar huellas de diferentes maneras… pero no hay nada, el agua lo borro todo, solo queda la insignia. – Naruto comprendió.

- Bien… entonces quien sea esa “familia de gánsteres”, me las va pagar – Golpeo su puño con la palma de su otra mano haciéndole crujir los huesos. – Y créeme que cuando los encuentre… le hare desear que los mate de una vez… - Puso una cara de furia, odio, y sed de venganza, Kabuto lo veía con asombro y algo de temor, Naruto había cambiado mucho, ahora si dejaba salir todo su odio, parecía que un aura naranja lo envolvía cuando los ojos del ojiazul se centraron en el Uchiha.

- Na… ¿Naruto? – El nombrado volteo incrédulo por la cara del ojinegro, este suspiro aliviado al ver que volvía a ser el mismo.

- Gracias – Kabuto lo miro – Siempre me estas cuidando y dándome ánimos, has estado conmigo desde hace mucho y créeme que me daba mucho dolor cuando te veía triste al verme siempre lesionado por los maltratos que recibía. Si no fuera por ti, yo no estaría aquí… cuando me salvaste ese día de lluvia por mi rechazo… sin duda te debo mucho y no sé si algún día podre pagarte todo lo que has hecho por mí – El de lentes lo veía sorprendido por cada palabra que le causaba calor y felicidad – En verdad te quiero tanto Kabuto-oniichan – Sonrió de una manera tierna con una sonrojo y los ojos cerrados de lo feliz que estaba. A Kabuto esa imagen le hizo saltar el corazón de alegría y abrazo a su pequeño rubio con amor fraternal – Wuaaa, no otra vez. – Temía ser de nuevo estrangulado, cosa que pasaba.

- ¡Ay mi pequeño y bello Naruto! ¡Hace mucho dejaste de llamarme onii-chan que mi corazón se entristeció! ¡¡Pero ahora esta saltando de felicidad!! ¡¡No sabes cuánto te quiero Naruto-niisan!! – Lo estrujaba mientras restregaba su mejilla con la él asfixiado  rubio.

- Jaja, hijo… deja respirar a Naru-chan. – Apareció Kaoi con una bella sonrisa y una cestita. Kabuto soltó al blondo y este respiro tranquilamente aun con esa sonrisa feliz de hermano mayor. - ¡Naru! – Ahora era Kaoi quien lo abrazaba pero más maternal y dulce que Kabu. – Gracias a dios, gracias a dios estas muy bien – Se le escurrían una pequeñas lagrimas, Naruto correspondió ese abrazo.

Le explicaron  a Kaoi todo lo que paso, eliminando el hecho que Sasuke y Sai eran los brabucones de Naruto. La mujer estaba perpleja con toda la historia contada desde ambos puntos de vista. Miro al que estaba en la cama, se sentía feliz que ese joven haya protegido mucho a su bebe (como ella le decía), pero ella ha estado ahí visitando a Naruto esos dos días y quedándose desde muy temprano hasta muy tarde y ayer paso en vela al lado del él, y ahora que lo noto, en ningún momento vio algún familiar de ese chico que fuera a visitarlo, eso la hacía triste, era una criatura, no podía estar solo. Kabuto se excuso diciendo que iría por algo de tomar, ya que sabía que su madre había traído algo de comer en la cesta y se olvido la bebida, Naru y Kaoi asintieron, ya solos la adulta le pregunto a Naruto.

- Naruto, bebe… ¿Sabes por qué los padres de ese chico no han venido? – Naruto se le vino fugazmente el recuerdo de que el teme le decía que no tenia casa al cual volver, que no había nadie esperándolo ahí… bajo la vista triste y balbuceaba un poco, pero eso solo bastaba para que la mujer entendiera. – Comprendo… - Sonriendo algo triste.

Entro el doctor por la puerta, junto con algunos de  los médicos de la otra vez, querían revisar si Naruto estaba bien, le pidieron a la señora que saliera y esta acepto gustosa. Chequearon a Naruto y cuando los médicos terminaron fueron a ver a Sasuke, el doctor se acerco a Naruto.

- ¿Te siente mejor? – Naruto respondió muy feliz que sí. – Me alegro.

- mmm… - Tanto Naruto como el doctor se miraron extrañados por ese gruñido – mmm… - Lo volvieron a oír y voltearon ya seguros de sonde provino… eran del Uchiha. – mmm…. ¿Mmm? – Este abrió los ojos con pereza, tapándose lo ojos con el brazo por el sol. – Do... ¿Dónde…estoy?

Al igual que Naruto quiso incorporarse pero él estaba más dolido y débil, emitió un gruñido de dolor y volteo a ver a su alrededor, estaba rodeado de personas que no encajaba bien, estos empezaron a examinarlo, ahí este ya había abierto los ojos grandes, el doctor llego a su lado y le pregunto cómo se sentía. Este solo se limito a emitir un “Hm” neutral, como diciendo normal, aunque algo dolido.

- Jeje, ya veo, bien, como le dije a tu amigo te daremos algo de comer, debes estar hambriento. – Sin más salió, Sasuke no quería decir nada por ahora solo cerró los ojos.

-  ¿Acabas de despertar y ya quieres dormir? Y luego el dobe soy yo – Sasuke volteo su vista hacia esa voz, dando con Naruto que estaba recostado en la cama de al lado, el blondo le sonreía divertido – Me alegra que despertaras – Sasuke no se creía esa imagen, así que probó con algo.

- Vaya, había una luz que me llamaba, pero decidí volver. Pero ahora me arrepiento de que al despertar lo primero que veo es tu horrible cara, dobe. – Dijo en tono desganado y algo burlón.

- ¡¡¿A quién llamas dobe, grandísimo teme?!! ¡¡Si me pudiera levantar te daría una tunda ahora mismo!! – Sasuke sonrió al ver que si era él, y por la cara graciosa de enojo que hacia mientras alzaba su puño. - ¡¡¿De qué te ríes desgraciado?!!

- De tu cara de atolondrado, de eso – Se miraron con rivalidad, se percibía los destellos chocando, pero la voz dulce de una mujer los paro con su guerra de miradas.

- Naruto ¿Por qué gritas? Paso al… - La mujer paro al ver al otro muchacho levantado. – Despertaste – Le dedico una sonrisa y fue hasta este – Tu protegiste mucho a mi Naruto – Seguía sonriéndole dulcemente confundiendo mas al Uchiha por su ternura. – Pero resultaste muy herido – Su cara parecía preocupada, Sasuke se molesto, no necesitaba su pena ¿Quién era esa extraña mujer?

- No es nada, no debe sentir pena por mí, si que no me moleste… habría preferido morir – Dijo fríamente, eso a Naruto no le gusto he iba a reclamarle pero freno al ver como la mujer le dio una pequeña cachetada que le volteo la cara. Sasuke quedo pasmado por eso y giro lentamente a ver a la mujer.

- ¿Cómo puedes decir eso? Aquí los médicos lucharon por mantenerte vivo, Naruto estaba reamente asustado de lo que pasaría, hasta a mi me daba miedo pensar que jamás te levantarías… sé lo que piensas ¿Quién es esta mujer que no conoces y te reclama por tu vida que no debe de interesarle? – El azabache bajo la mirada - Pero si me interesa – La volvió a mirar – Desde que estuve aquí para cuidar a Naru, también te cuidaba a ti, te abrigaba, te limpiaba la cara y te acomodaba la almohada para arroparte y no creas que lo hice por una formalidad.

- ¿Entonces por qué? – Alzo la voz el Uchiha.

- ¡Porque estabas solo y necesitabas cariño! – Tanto Naruto como Sasuke se impactaron – Note que nunca nadie te vino a visitar… que estabas solo, y no es pena lo que sentí por ti, sino tristeza por una pequeña criatura que necesitaba a su familia y como ella no vino… decidí entonces ser yo… aunque sea sin tu permiso… ser tu familia. – Sasuke abrió los ojos de sobremanera, un nudo se le formo en la garganta, esa mujer hablaba claro, suave y a la vez determinante, molesta pero tierna, una confinación que solo poseía una madre. – Se que quieres decir que tu estas bien solo, pero no es así… - Se acerco y poso su mano en su mejilla – No es así, pequeño… ya no estarás mas solo - Lo miro dulcemente – Porque ya te lo dije… yo… desde ahora… seré tu familia y te cuidare – Lo abrazo con mucha calidez. Sasuke estaba hecho piedra, sintió como la mujer le acariciaba los cabellos de una manera dulce que hace mucho no había sentido, sin darse cuenta, solo un par de lagrimas y cerró los ojos para dejarse llevar por ese contacto, Kaoi sonrió feliz.

Apenas entro en la habitación noto que el Uchiha se despertó y su madre estaba sentada en una silla en medio de ambas camas. Los tres platicaban, mas Naruto y la mujer el Uchiha solo escuchaba y a veces asentía.

- Veo que despertaste – los tres dirigieron su vista a Kabuto que venía con la bebida y los vasos. – Uchiha-san… - Lo miro con fingida calma – Ella es mi madre.

- Si, lo sé, ella me lo dijo, hasta me mostro fotos – El peliblanco miro a su madre confundido, y de la nada la mujer saco fotos de su bolso donde estaba el de pequeño hasta grande, había unas fotos algo penosas que hicieron que el de anteojos se pusiera rojo de vergüenza. Uchiha sonrió satisfecho.

- ¡Madre! ¡¿Por qué muestras esas fotos?! – Le arrebato el pequeño álbum.

- Solo son un par de fotos, las llevo siempre y también las de Naruto – Iba a sacarlas.

- Kaoi, acabo de despertar y no me gustaría un infarto ahora – Decía con una sonrisa nerviosa.

- Jaja, ok, para después – Miro a Sasuke y le susurro – Otro día te las muestro. – El azabache volteo la vista y sonrió un poco por el gesto de la mujer, aun le incomodaba el hecho que ella le digiera que sería su familia ahora, mas porque en esa familia estaba Naruto y ese tal Kabuto que no le caía tan bien.

Pasaron algunas horas y tanto Kabuto como la mujer decidieron retirarse para esta vez para dejar a los pacientes dormir sin supervisión por parte de ellos. Kabuto saludo a Naruto con una cariñoso abrazo y un beso en la mejilla que hiso que Naruto riera, una vez separado de Naruto saludo al Uchiha desde la puerta, Kaoi le dio un efusivo abrazo a Naru y muchos besos. Sasuke sentía otra vez esa soledad, si sus padres… sus pensamientos fueron interrumpidos por los brazos protectores y cálidos de la mujer.

- Descansa Sasuke-kun – Le dio un gran beso en la frente – Nos vemos mañana. – La chica llego a la puerta y los despidió a ambos agitando la mano, Naruto hizo lo mismo muy sonriente pero Sasuke solo levanto la mano, eso bastaba para la señora y salió.

- Le caes muy bien – Dijo el rubio con una sonrisa que Sasuke vio, pero aun estaba confuso gracias a esa dama. - ¿Teme? – El referido por fin lo miro. – Jeje, veo que te dejo ensimismado su dulzura. – Sonriéndole más.

- … - Bajo la mirada apenado - ¿Por qué esa señora se comporta así conmigo? – Dijo algo molesto.

- No lo digas en ese tono, teme. Kaoi es una mujer muy amable, cariñosa y gentil, debes estar agradecido que te creyó buena persona – Dijo señalándolo acusadoramente.

- ¿A qué te refieres? – Lo miro indagador.

- Bueno… me sorprende a mí también… pero Kaoi tiene como un sexto sentido para las cosas, ella sabe quiénes son buenos y quienes son malos con solo verlos, no importa si arriesgas tu vida por algo, ella se dará cuenta si lo hiciste con buenas o malas intenciones. Cuando te vio ella dijo que eras un buen chico y pregunto donde estaba tu familia – Sasuke abrió los ojos grandes – Pero ni yo sabía cómo responderle, aun así ella entendió. Conversamos un poco de ti, ella quería saber muchas cosas tuyas, tu edad, tu nombre, donde vivías esas cosas que parecen ahora acosadoras, pero en realidad ella solo quiere cuidarte. – Decía sonriendo nervioso.

- No lo necesito, tengo 17, no soy un niño… - Dijo frio y volteando a la ventana.

- Pues, ella no lo vio así, y si ella no lo vio así… es porque es así. – Sasuke lo volvió a mirar sin comprender lo que dijo. – Digo… que de seguro ella noto ese dolor que pesa en ti, esa falta de algo cálido, esas cosas… y aunque tú lo niegues, sabes que eso te mata por dentro, yo y ella lo sabemos. – Sasuke chasqueo la lengua. - ¿No te acuerdas lo que me dijiste en el incendio? – Lo miro rápido al recordar todo lo vivido, pero solo vio como Naruto miraba a la nada como recordando algo – Tu… me dijiste que “Yo no tengo casa a la cual volver… no hay nadie esperando por mi… da igual si salvo vivo a no” – Sasuke se impacto por escuchar que él le dijo eso al blondo. – Y… que cuando estabas siendo apaleado que tenias un deseo y me lo pediste… que te sonriera… -Ahora estaba más impactado, hasta estaba rojo de la vergüenza si era cierto que al final le pidió eso. – No podía sonreír verdaderamente ante esa situación, pero trate de recordar momentos buenos para lograrlo… - Lo miro con una enorme sonrisa llena de ternura – Y el recuerdo que me hizo sonreírte, fue cuando estábamos en la terraza comiendo juntos – Ahora estaba como un tomate, era tanta la vergüenza, la pena y el nerviosismo que se tapo con la manta - ¡Eh! ¿Estás bien? ¿Qué paso?

- Estoy bien, estoy cansado… quiero solo curarme he irme de aquí – Dijo aun bajo la manta tratando de calmar su corazón que estaba apresurado por mociones que él desconocía – Y… por lo la señora Yakushi… también me parece una buena persona… le daré la oportunidad – Agradecido por el cubrecama que evitaba que el rubicundo viera su extremo sonrojo. Naruto sonrió.

- Descansa, teme – A pesar de haberlo llamado teme, ese tono sonaba tal dulce, que lo único que hizo fue sonreír y cerrar los ojos para dormir.

 

Ya era de mañana, era una linda mañana y las enfermeras llegaron a controlarlos para ver que estaban bien, la mayoría de esas mujeres se quedaban enternecidas con la ternura y lindura del rubio, mientras que con el azabache quedaban embelesadas por su atractivo y maduro rostro. Pasaron dos días más, en esos días Kaoi y Kabuto los pasaban a visitar, como siempre la bella dama traía algo en la cesta para comer. Sasuke aun se sentía algo apenado con la atención que tenia para con él. Kabuto, se empezaba a acostumbrar a eso y  le molestaba, pero noto que en verdad ese Uchiha no era tan malo ¡Mierda! ¡Ahora era él quien estaba cayendo ante los trucos de ese insoportable! Ya era sábado… pronto recordó algo que lo dejo aterrado ¡¡Se supone que su hermano había llegado ayer a casa!! Estaba tan alterado que los tres que estaban ahí lo notaron.

- Sasuke-kun ¿Pasa algo? – Se preocupo la mujer.

- Eh… ¿Eh? Bueno…

- Si algo te pasa dime – Ladeo un poco la cabeza, a veces podía ser tan inocente como madura y eso le daba confianza.

- Es que, mi… hermano debió haber llegado a casa ayer y de seguro que como no estoy se preocupara – Temió, ya que sabía lo escandaloso que podía ser su compenetrado.

- No hay problema – Kabuto tomo la palabra con un aire tranquilizante – Ten… llámalo – Le paso su celular. Pero el azabache no quería, este sin duda no lo dejaría hablar si reconocía su voz.

- ¿quieres que yo lo haga? – Dijo la mujer palmeándole gentilmente al pelinegro que asintió tranquilo. – Kabu, tesoro dame el celular – Cuando lo tubo se lo dio al Uchiha – Marca el numero ¿Si? – Sasuke marco y le devolvió el celular, la adulta salió por la puerta para hablar tranquilamente.

-  Ey, Sasuke-teme ¿Acaso le temes a tu hermano? – Se burlo Naruto, aunque comprendía un poco, ya que Dei cuando se enoja no era un mar tranquilo.

- No es que le tema, le temo a que haga una de sus escenas escandalosas, es muy exagerado – Cruzándose de brazos, cerrando los ojos y frunciendo el seño por el futuro disgusto que le dará su aniki.

- No creo que deba ser tan grande… - Dijo sosteniéndose los lentes – Solo se preocupa por ti – Ahora se cruzo de brazos.

- Ya verás cuando se entere que estoy aquí – Dijo aun en la misma pose.

La mujer llego, tenía una gotita en la cabeza, los otros notaron su sonrisa nerviosa, pero ella solo se limito a decir que este ya estaba en camino, Sasuke se tenso un poco, de seguro le dio el gran monologo a la pobre ojimiel. Pasaron unos 15 minutos, todo estaba tranquilo hasta que se escucho como el piso retumbaba un poco, el azabache trago grueso, si hubiera sido como cuando él era pequeño se hubiera hecho el dormido, pero decidió enfrentar esto de una vez. Los otros tres quedaron con la mirada en la puerta esperando que entrara el supuesto onii-chan de Sasuke, el sonido ceso, hubo un silencio sepulcral y de repente la puerta se abrió de golpe dejando ver una silueta que entraba hecho un manojo de nervios, a Naruto le pareció conocer a esa persona pero no la identificaba bien. Este joven corrió hasta la cama donde estaba Sasuke ignorando a los otros tres.

- ¡¡OTOTO!! – Se abalanzo al nombrado y lo apretujo entre sus brazos mientras restregaba su cara en el cabello de Sasuke y le escurrían cascadas de lágrimas. – ¡¡¡Sabia que no debía dejarte, mira como estas pareces una momia. Mi dulce, dulce y pequeño hermanito sufrió por quien sabe quien!!! ¡¡De seguro eran unos secuestradores de órganos!! ¡¡¡Querían cortarte en pedacitos y venderte o peor!!! ¡¡¡Eran traficantes de menores que te querían entregar a un hombre gordo y feo que te haría cosas horrendas!!! Pero sé que esto no se quedara así, no, no…ellos volverán y trataran de hacerlo otra vez. No, no, no, de solo imaginarlo me perturba – Empezó a emitir un aura oscura y su cara hiso una mueca que asustaría al mismo espectro. – Juro que encontrare a ese maldito desgraciado y a sus matones y les cortare la lengua con una cierra, y les tirare acido en sus hombrías para que se retuerzan, jaja, y no solo eso, al maldito canalla que te violo le cortare cara, le pondré sal y le quemare los ojos con un soplete y si se atreve a gritar le desgarrare las cuerdas bocales con un cuchillo ¡¡No se metan con mi lado sínico o les juro que todos lo lamentaran!! Y en cuanto a ti, Ototo – Lo miro con una cara que le pertenecía al mismo demonio – No pienses que me olvidare de esto y no me intentes persuadir… porque si haces eso, también tú te veras afectado por mi odio, mírate, hare que esos canallas… mueran y se vallan al mismo infierno – Sasuke trago en seco. Si que estaba mal. Hasta los otros se quedaron boquiabiertos por la mente retorcida y exagerada de ese hombre.

- Hermano… no… ellos… - Ni sabía que decir, pero respiro hondo – Yo… me metí en eso por mi solo… perdón – El aura de este desapareció – Es que…un compañero estaba en problemas y… debía… debía ayudarlo – Bajo el rostro.

- ¿Quién? – La voz del aniki de Sasuke era neutra. Sasuke solo miro, sin querer a Naruto, cosa que este percibió y volteo a este con el rostro obscuro, Naruto al verse en su mira le recorrió todo un sudor frio. Este se fue acercando, Kabuto y Kaoi no se movían por la impotencia que emanaba ese ser, llego hasta Naruto, el rubio lo miraba pero de nada servía ya que solo veía un rostro negro y unos ojos que parecían… ¿rojos? Si… y daban miedo, aun así no aparto la vista, se armo de valor y dijo.

- Perdón, perdón por meter a Sasuke-teme en esto, pero el insistía en protegerme y además yo no lo abandone nunca, pero aun así me siento miserable al ver como quedo, lo siento, lo siento – Ahora si agachó la mirada con los ojos fuertemente cerrados. Espero a que este diera algún golpe, pero solo sintió que este acariciaba sus cabellos con ternura, levanto la mirada con la luz quedaba el sol no lo veía con claridad.

- No estoy molesto contigo, es con esos bastardos, a los que encontrare, con los que estoy furioso. Ahora que se que era a ti a quien querían hacer que sabe que me enfurezco mas. – Su voz era dulce, suave muy diferente a la otra tétrica que uso, por alguna razón sentía que ya lo conocía - ¿No me recuerdas… verdad? – El sol comenzaba alejarse de ese rostro y cuando pudo identifico abrió enormemente los ojos.

- I… I… Itachi – Dijo aun asombrado.

- Hola Naru-chan – Lo abrazo tiernamente – Te eche de menos.

 

 

 

 

 

Continuará… 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Waa!!! Mas linda Kaoi, se ofrecio a cuidar a sasuke, kabuto tambien se esta dejando llevar por lo encantos Uchiha XD y...

APARECIO ITACHI!!! Para los que ya lo querian!!! >///< 

Parece que conoce a Naru O.O

¿Como? ¿Cuando? ¿Habra celos? ¿Un mini-pequeño-resumen? Claro :D

mini-pequeño-resumen:

- Ven aqui lindo niño...

- Tu... ¿Quien eres?

- Me llamo Itachi... Uchiha Itachi.

- Me gusta...

- ¿Deidara?....


Listo, espero no intrigarlos!! XD :P Soy mala.

Nos vemos.


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