~ESPECIAL: Un sueño en el que puedo verte (AndyxMiserere 1era Temp.)
Calles vacías,
Yo sigo cada aliento
En la noche
El viento esta tan frío
El sol esta helado
El mundo ha perdido su luz.
Llevo tú retrato
Dentro de mí,
Detrás de ti
Sobre 1000 mares
De regreso a nosotros
Tú no pierdes
Su confianza y ni su creencia
Simplemente confié en mí.
Tenemos que pasar 1000 océanos anchos
1000 años oscuros cuando el tiempo ha que morir
1000 estrellas están de paso
Tenemos que pasar 1000 océanos anchos
1000 veces en contra de una marea interminable
Tendremos libertad de vivir nuestra vida
~1000 Oceans / Tokio Hotel
Miserere
De un momento a otro, me vino los recuerdos de cuando enfrente a mi padre y me fui con Saíto “Saíto eres el mejor amigo que jamás haya tenido”… Ichigo fue mi sueño cumplido que de alguna manera me llevo hacia un modelo un día, el cual era Andy que como otoño en primavera de abril con flores amarillas me hicieron conocer qué era amar por primera vez para llegar a estar aquí, presenciando el nacimiento de mi otro amor, mi bebe.
Y si, sé que lo que me hiciste Andy, no estuvo bien… no importa que no entendamos qué fue lo que hicimos mal para que nuestra relación casi llegara al final. Pero hay algo de lo que estamos seguros, nos amamos.
—Mmm… ¡qué tenemos aquí!— Su voz igual que hace unos momentos la percibía lejos pero mi nublada vista me dejaba ver algo morado y rojo entre sus manos que lloraba insistentemente lo cual me enterneció y me dejo satisfecho.
Mis ojos estaban cerrándose, el cansancio era agotador, definitivamente no podía quedarme despierto.
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—Al fin despiertas, ya me tenías preocupado—
Escuche aquello a lo lejos mientras abría dificultosamente mis ojos y a la vez trataba de acostumbrarme a la claridad.
—A-Andybell—
Andybell
A pesar de ver un rostro somnoliento durante casi toda la noche, ahora, cuando veía que arriba de esas bolsas oscuras unos hermosos ojos marrones se abrían, pues me hacía pensar en que Miserere era la persona en verdad más preciada y amada por mí.
—Sí, soy yo. Me asustaste— Dije mirándolo a los ojos.
—Te amo— Dijo el pequeño en la cama de hospital con una vía en su vena tratando de levantarse un poco.
—Yo también te amo, pero mejor quédate como estas. Tienes una cesárea tamaño del Everest y ya estuvo bueno con los sustos— Le reprendí con un falso tono molesto.
—¿Viste al bebe? ¿Fue varón?— Pude ver que sus ojos se llenaban de brillos.
—¿Cómo sabes?— Pregunto lentamente acercándomele para acariciar su frente y mejillas.
—Intuición, creo— Al decir eso cerro sus ojos y bostezo.
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Estaba frente a la sala de recién nacidos, mirando a través de las cortinas de estampados del dibujo animado Nemo, estaba riendo perdidamente. Mirando como la enfermera de color robusta cargaba a un bulto cubierto de una manta blanca con ositos.
—Señor, aquí está su hijo— Oí la voz de la mujer que me entregaba en mi brazos a un niño demasiado pequeño que medio abría los ojos y en un momento abría de par en par su pequeñísima boca que no tenía dientes.
Caminamos por los pasillos y así la mujer de blanco abría la puerta número “514”. Estaba la madre de Miserere secando el cabello de su hijo con una toalla porque recién se duchaba.
—¡Dios, Andy!— Miserere se le aguaban los ojos apenas me veía entrando con nuestro hijo.
—Sí, es tu hermoso hijo— Le decía mientras colocaba al bebe a su lado.
—No, no, no… ese bebe no es mío. Este bebe es nuestro— Sonrió Miserere esplendorosamente lo cual hizo que le diera un beso en sus labios y luego bese la frente del pequeño que tenía en sus brazos.
—Deberías de venir a descansar, ya estas agotado y aun no le van a dar de alta a Miserere— Una voz femenina muy cariñosa se asomaba en la puerta, era la voz de mi madre Anabelle.
—Es cierto, ve a descansar. No me gustaría que te desmayaras o algo peor— Cuando iba a replicar, el chico con el bebe me atajaba y no me daba más opción que ir a casa.
Cuando me di cuenta que Anabelle jamás la había conocido y que Miserere había muerto no tuve opción de ver el rostro interrogante de Miserere mientras me despertaba de aquel sueño
A veces, solo a veces no sabemos nuestro limite, de tan solo pensar que somos unos extraños para nosotros mismos me hace sentir inquieto, siempre inquieto aunque mi carcaza este tan quieta y pacífica, solo una fachada sin nada más por dentro que un anhelo que perdí hace ya tanto tiempo...
Debo decir que ante la sociedad mi familia es perfecta, mis hijos unos simples chicos mimados a los cuales siempre les he puse los puntos sobre las ies, una esposa frustrada tras una amable cara que tuvo que forjar ante la ausencia de afecto que le daba, como madre de mis hijos tenía que respetarla así que ni la tocaba ya que estaba hastiado de tantos cuerpos callejeros que poseía tan solo para encontrar al menos el más mísero rastro de... alguien.
No podía ni puedo dejar a mi psiquiatra, era como si sufriera de diabetes y mi psicólogo hiciese el papel de insulina, casi parecido. Desde que me internaron la primera vez jamás quede normal, sin mis pastillas que siempre he guardado y cuidado de que nadie se entere de su existencia han sido el apaciguamiento de mi ansiedad, de mi depresión, de mi inquietud por salir corriendo a media noche como un loco por las carreteras de este país.
¿Cómo hablar de alguien que no existe?
— Andybell, ya estamos listos—
—Ok... —
Le respondo a Nux, mi psiquiatra desde ya hacía 20 años porque mi viejo medico mental lo había matado en un ataque de ira al poco tiempo de la muerte de... ese alguien.
—Agrega esta dosis a tu receta para disminuir tu ansiedad, por favor recuerda hacer los nuevos ejercicios de respiración—
Recuerdo que ese día la trágica y brutal muerte =de mi psicólogo Will, cuando volví en si llame a Nux acelerado pidiendo ayuda, él al llegar con unos sujetos armados tras disparos, Nux me dijo que jamás me había visto en ese estado decadente, ni cuando había visto a... ese alguien en la cama de aquella clínica.
Al parecer todo lo había acumulado hasta esa cita médica…
Solo espero mi muerte, a ver si a través de ella pudiera llegar a Miserere.
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Yo sé de alguna parte
Donde encontraremos un lugar pequeño
Para ti y para mí
Todo esto resulto de
Una forma diferente
No puede sentir el pulso,
En nuestras venas,
Hoy es débil.
Dejaremos el latido
Guíenos a través de la oscuridad
Simplemente confíe en mí
Tenemos que pasar 1000 océanos anchos
1000 años oscuros cuando el tiempo ha q morir
1000 estrellas están de paso '
Tenemos que pasar 1000 océanos anchos
1000 veces en contra de una marea interminable
Tendremos libertad de vivir nuestra vida
No hay nada ni a nadie que extrañemos
Y un día nosotros miraremos hacia atrás
Sin arrepentimiento
1000 océanos anchos
1000 años interminables han muerto
1000 océanos anchos
1000 estrellas están de paso
Pasando de largo
Por favor no te alejes de mí
Por favor no te alejes de mí
Tenemos que pasar 1000 océanos anchos
1000 años oscuros cuando el tiempo ha que morir
1000 estrellas están de paso
Tenemos que pasar 1000 océanos anchos
1000 veces en contra de una marea interminable
Luego seremos libres
Por favor no te alejes de mí
Por favor no te alejes de mí
1000 océanos anchos.
~1000 Oceans / Tokio Hotel