Rem se encontraba recostado en su habitación, abrazaba una almohada fuertemente, cada vez que su mente recordaba lo ocurrido se sonrojaba, ocultaba su rostro en la almohada, agitando sus piernas, sonreía ampliamente y se calmaba, ya llevaba así un tiempo sin poder dormir.
Aquel día en el pueblo había sido estupendo y le había mostrado otra faceta de Rafael, al recordar al rubio se sonrojo nuevamente y oculto en la almohada su rostro, miró su mano y sonrió, recordar su agarre le ilusionaba, el rubio había sido tan atento con él.
FLASH BACK
Caminaban aún tomados de la mano, cuando Rem tropezó nuevamente y fue jalado hacia el fuerte pecho del rubio, se sonrojo y no se atrevió a mirar al mayor, se sentía tan avergonzado.
-Debes tener cuidado- Rem asintió y se alejo lentamente de aquella calidez y fuertes brazos.
-Gracias- dijo bajito.
-No sé cómo has sobrevivido todo este tiempo en tu mundo- ren le miró sorprendido.
-Mi amigo se pregunta lo mismo, yo solo no lo sé, en verdad pongo atención al cruzar las calles y todo, solo es que- Rafael le miraba atento esperando su respuesta, rem se sonrojo hasta las orejas y bajo el rostro para decir bajito -Me gusta ver el cielo, los árboles, escuchar a las aves cantar- Rafael le tomó de la barbilla y elevó su rostro.
-Eso no tiene nada de malo, por el contrario la mayoría de la gente debería apreciar las cosas que hacen jermoso a este mundo- Rem se sintió bien, feliz al ver que Rafael no se burlaba de él, incluso sus palabras le hicieron sentir bien.
-Rafel, tengo hambre, ¿Crees que podríamos comer algo?- el rubio le miró sorprendido, las personas le trataban con formalidad y siempre le llamaban, comandante, eran contadas las personas que le llamaran por su nombre y con tanta familiaridad, Rem se dio cuenta de su error.
-Oh, yo lo siento- cubrió su boca avergonzado -Lo siento… comandante- Rafael reaccionó
-Puedes llamarme Rafael- le sonrió para tranquilizarlo, Rem se sonrojo nuevamente.
-¿Eh yo?...- miró a ambos lados, se encontró con la mirada de Leon quien sonreía animandolo, Kamei miraba a su novio con el ceño fruncido, Rem miró al rubio y asintió.
-Así lo haré… Rafael- sintió como su pecho se expandía y algo dentro de él se removía.
-Bien, vamos- se adelantó algunos pasos y le espero, Rem corrió para alcanzarlo.
-¿Qué demonios estás haciendo Leon? ¿Acaso escuchaste lo que te dije?-
-Si-
-¿Entonces?-
-Amor- se detuvo a abrazarlo -¿Acaso ellos no pueden intentarlo? miralos, creo que ambos se necesitan… además se ven tan lindos juntos- Kamei suspiró, abrazo a su koi.
-¿Aún cuando sufran al final?-
-Pero habrán conocido el amor, eso es mejor a vivir una vida anhelandolo- Kamei sonrió y abrazó con fuerza.
-Eres un romántico amor- le besó con amor, al separarse le miró -Tienes toda la razón, dejemos a esos dos y veamos qué es lo que pasa- Leon le sonrió y asintió
-Hacen una linda pareja-
-No tanto como nosotros- dijo divertido, Leon rió y le besó de nuevo, se tomaron de las manos y caminaron siguiendo a los otros dos, Rafael les dirigió hasta un puesto algo elegante.
-Vamos, aquí la comida es buena- al entrar, fueron bien recibidos, de inmediato les mostraron donde sentarse y les llevaron aperitivos, Rem miraba todo algo extrañado y con desconfianza.
Rafael le miró y le dijo.
-Pruebalos todos, te encantarán- Rem le miró con desconfianza, ver su sonrisa lo calmo y animo a probar todo, asintió.
-Esta bien- tomo un pequeño bocado y lo comió lentamente, abrió los ojos asombrado -mmmmm… sabe delicioso- Rafael sonrió asintió y lo animo a comer un poco más, Keon y Kamei comían también animados.
-¿Comandante cómo descubrió este lugar?- preguntó Kamei
-Si, la comida es deliciosa- acotó Leon
-me gusta buscar lugares donde vendan comida deliciosa-
-Es como un hobbie- aseguro alegre Rem.
-¿Un hobii?- Rem suspiró
-Algo que te gusta hacer en tú tiempo libre- Rafael le miró y asintió
-Si, creo que si-
-Entonces conoces muchos lugares- dijo animado Leon
-... si, algunos-
-Genial, entonces puedes mostrarnoslos- dijo contento Leon
-Bueno… si… esta bien-
-Genial, comeremos cosas deliciosas- celebró Rem, todos rieron animados, comieron relajados, charlando, contando anécdotas.
Rem se mostraba muy interesado en todo, miraba a cada uno con una sonrisa, los tres adultos se mostraban tan relajados, tan calmados y contentos.
Rem estaba feliz de verlos así, rogaba porque aquella paz continuará por mucho tiempo, no quería ver a sus amigos nuevamente lastimados con sus miradas cansadas y con el ánimo por los suelos, le gustaba estar así, miró a Rafael quien sonreía en esos momentos, se sonrojo al verlo y pensó “Me gusta”
Leon le miró y sonrió enternecido, rem era como un libro abierto, era más que obvio que el comandante le gustaba, terminaron de comer y permanecieron un poco más en aquel lugar, platicando, disfrutando del momento.
-¿Rafael crees que podríamos quedarnos?- preguntó Leon.
-No, no sería conveniente, lo mejor es regresar al castillo- el moreno asintió un tanto decaído -Tal vez en otra ocasión- Rem también se sintió un tanto decaído.
-Bien, entonces sigamos mostrandole cosas a Rem-
-Y comprando- le sonrió Keon a su novio, Rafael pago.
-Comandante-
-No te preocupes Kamei, yo invito y puedes decirme Rafael- Kamei se mostró gratamente sorprendido, salieron del local comenzando a caminar en parejas, eon se pegó a Kamei quien le abrazo.
-Esto parece una cita doble- rio encantado, Kaemi le miró y asintió contagiado por el animo de su novio, le beso y siguieron caminando.
Rem caminaba encantado por el pueblo, Rafael le miraba con una suave sonrisa en el rostro, nunca había tenido un paseo al pueblo tan agradable, cuando Rem se acercaba a algún puesto y Rafael se acercaba le hacían pequeños obsequios al menor, quien primero los rechazaba amablemente pero le insistian tanto que terminaba aceptandolos apenado, el sol comenzaba a bajar.
-Es hora de regresar al castillo- anunció Rafael, rem le miró y asintió, se sentía cansado pero feliz, los cuatro se dirigieron a la entrada del pueblo, el rubio se acercó a un hombre para hablar unos momentos con él.
Ren se acercó a sus amigos y les abrazo.
Este día ha sido maravilloso, gracias-
-También debes agradecerle a Rafael- le recordó Leon correspondiendo el abrazo, el menor asintió contento.
-¿Vamos a regresar a caballo? pregunto algo abatido.
-No hay otra forma de regresar pequeño- contestó divertido Kamei, Rem hizo un pequeño puchero.
-Me duelen las piernas- se quejó, kamei rió divertido, Leon le dio un pequeño golpe a su pareja y se acercó a abrazar a Rem.
-No te preocupes cabalgaras conmigo, además no creo que te quedes despierto todo el camino, rem le miró, le sonrió y abrazó agradecido-
-Si, gracias Leon- en esos momentos regresaba Rafael, quien al ver la escena frunció el ceño, Kamei miro eso y pensó “Cuando los vea cabalgar juntos se enojara más”.
Los caballos llegaron al igual que algunos soldados, rem miró a todos y observó
-Son menos de los que llegamos-
-Estamos en un cese al fuego, les he permitido quedarse si así lo deseaban- le explico el rubio, rem le miró, asintió y se acercó más a él para decirle con voz suave.
-Gracias, la he pasado muy bien hoy- rafael asintió.
-Rem, vamos- lo llamo Leon, quien ya se encontraba montado en su caballo, Rem realizó una reverencia a Rafael y corrió hasta donde estaba su amigo, quien lo ayudó a montar, Rem se acomodo en el pecho del mayor y cerró los ojos, el moreno comenzó a cabalgar lentamente, Rafael miraba toda la escena sin comprender, buscó a kamei y le encontró acomodando todo en la yegua de Rem, se acercó a preguntarle.
-¿Qué es eso?- Kamei miró a donde señalaba el rubi.
-Rem esta cansado y Leon lo lleva al castillo-
-Creí que eran pareja-
-Lo somos- aseguro, Rafael le miraba y alternaba en mirar a la pareja que se alejaba lentamente -¿Acaso esta ce…- preguntó asombrado el de cabellos azules
-Para nada- le interrumpió airado se giró alejándose de él, montó y comenzó la marcha, Kamei sonrió.
“Quien diría que vería al comandante celoso” pensó divertido monto, tomo la rienda de ambos caballos y siguió a la pequeña comitiva, como bien había observado rem eran muy pocos a comparación de lacantidad que llegaron.
Al llegar al castillo ya comenzaba a oscurecer, Kamei se acercó para ayudar a su novio con el pequeño quien dormía plácidamente, ambos adultos se despidieron de todos y se dirigieron con Rem y todas las compras a la habitación del menor.
-¿Viste la cara de Rafael cuando el pequeño se acomodo para dormir?- pregunto divertido Leon
-Lo mejor fue su cara cuando se acercó a preguntarme si no eramos pareja- Leon se detuvo y miró asombrado a su novio.
-Rafael esta celoso ¿De mi?- Kamei le miró divertido y asintió -No puedo creerlo- estaba tan asombrado -Vaya, el pequeño en verdad le gusta- ambos miraron al menor en los brazos de Kamei, sonrieron y lo dejaron en su cama, lo arroparon bien y dejaron todas las cosas en los sillones.
-Ha sido un día espléndido-
-Lo ha sido- admitió Kamei, dejaron la habitación de Rem, Kamei abrazó a Leon - y puede ser aún mejor- besó su cuello, Leon ladeo su cabeza dándole más espacio, sonrió.
-Mmmmm, has estado muy pasional-
-Es difícil no estarlo cuando tienes un novio tan guapo- se colocó tras él, le abrazó acariciando su abdomen y rozó su miembro-
-Aaaahhhh Kamei- se pegó al pecho del otro
-¿Eso fue un si?- Leon se giró y besó con deseo a su novio.
-¿Tú que crees?- Kamei sonrió, tomó en brazos a su novio y le llevó a su habitación al llegar le recostó con cuidado y le desnudo, besando cada parte de piel que se le mostraba con cada prenda que le quitaba, al dejarlo desnudo le miró embelesado.
-En verdad eres muy guapo amor-comenzó a desnudarse, hasta quedar en las mismas condiciones que su novio.
-Ven- le pidió el moreno, el de cabellos azules tomó la mano que le ofrecía y la besó, Keon acarició su rostro y se sentó a horcajadas.
-Hazme el amor- le pidió comenzando a mover sus caderas y besandolo, Kamei le abrazó pasando sus manos por su espalda, caderas y glúteos, mientras continuaban besándose.
Rem despertó, miró a su alrededor encontrándose en su habitación, observó los paquetes de regalos y se levantó para examinar cada uno con mucho cuidado, no dejaba de sonreír, muchas cosas no sabían que eran o cómo funcionaban, estaba ansioso por preguntarle a Keon; encontró el pequeño triángulo que le regaló Kamei.
Estaba ansioso por saber cómo funcionaba aquella lámpara, la movió buscando un interruptor pero no lo encontró, aplaudió, dijo prende enciende en el lenguaje de ahí pero no pasaba nada, frustrado decidió buscar a su amigo para que le ayudara estaba por tocar cuando escuchó gemidos y la voz de Leon.
-Aaaaaahhhhhhh… amor… Kamei…. aaaaahhhh… así- se sonrojo y se alejo corriendo de ahí, hasta tropezar con alguien.
-Vaya qué manía la tuya de chocar conmigo- Rem alzó el rostro y se encontró con Rafael.
-Jejejeje parece que asi es, lo siento- se disculpó apenado -Rafael muchas gracias por el día de hoy, estuvo genial-
-Me alegra que la hayas pasado bien- miró el pequeño triángulo -¿Necesitas ayuda con eso?-
-¿Eh?- Rem miró el triángulo entre sus manos -si- acepto apenado y se lo extendió, Rafael lo tomo, realizó algunos movimientos y presiono una esquina, el pequeño triángulo se encendió y comenzó a flotar, Rem aplaudió y lo miró con una sonrisa asombrado.
-Es genial, es asombroso, daba pequeños saltitos, la lámpara llegó hasta cierta altura y se detuvo, Rem no dejaba de mirarlo asombrado.
-Es hermoso-
-ES una lámpara- contestó Rafael.
-Bueno si pero- bajo el rostro avergonzado, Rafael se sintió mal al hacerlo sentirse mal, se acercó al menor y le tomó de la barbilla haciendo elevar el rostro dulcemente.
-No tienes que sentirte avergonzado, no eres de este mundo, no conoces muchas cosas de hecho ;que cosas tan pequeñas te asombren y te hagan feliz, me llena de una calma que nunca había sentido- Rem se sonrojo, sin dejar de mirar los hermosos zafiros de Rafael -Esa espontaneidad tuya es algo que nos gusta a todos, tú inocencia y que demuestras tus sentimientos Rem estaba tan rojo, se sentí avergonzado a Rafael le gustaba por lo que lo reprendian en la tierra, incluso le llamaban infantil y muchos veces le decían que ya madurara.
-Nunca cambies Rem- disfruto decir ese nombre, que saliera de sus labios como un dulce y suave beso, Rafael le abrazó con cariño y protectoramente.
Rem no sabía qué hacer, se aferró a la ropa del mayor disfrutando de aquella muestra de afecto, no supo cuánto tiempo estuvieron así y tampoco le importó, hasta que el rubio se fue separando lentamente, Rem elevó el rostro para mirarlo, era tan guapo.
-Te quiero- escucho salir de los labios del mayor y como era besado por el rubio.
END FLASH BACK