Rafael buscaba desesperado a Ametsu, hacía tiempo que no veía al viejo y le necesitaba para algo urgente, le encontró dando órdenes a todos a su alrededor.
-Pronto su majestad ya viene en camino- Rafael se congeló en el lugar.
-Entonces es verdad- dijo parco
-Rafael- le llamó un Ametsu preocupado -Viene hacia acá-
-¿Cuánto tiempo tenemos?-
-Dos semanas, máximo tres- Rafael asintió y se giró para buscar a Leon y Kamei, llegó a su habitación y tocó fuertemente, sobresaltado a los otros dos, Kamei se apresuró a vestirse y se dirigió a abrir.
-Comandante- lo miró sorprendido.
-Necesito que tu y Leon vayan y oculten a Rem al habitar de los dragones-
-¿Qué?- Kamei no entendía nada
-Rafael cálmate, entra y explicanos que está pasando- el rubio se mostraba ansioso, caminaba por la habitación mientras explicaba.
-El rey se dirige hacia acá, tardará dos, no tres semanas en llegar- ambos adultos se tensaron -Necesito que lleven a Rem a un lugar seguro-
-Bien- contestó completamente serio kamei -Entonces ¿el santuario?-
-Si, el nunca se acerca ahí, les teme y odia- Kamei asintió
-¿Cuándo quieres que partamos?- el rubio pensó su respuesta, no quería precipitarse pero tampoco adelantarse.
-Una semana será en una semana- Kamei asintió.
-Veré que todo esté preparado para ese entonces-
-Si, cuando veas a Rem dile que necesito hablar con él-
-Así lo haré- Rafael hizo un gesto con la cabeza y salió. Leon se acercó a su novio y le abrazó preocupado.
-Te iras con rem- habló decidido Kamei y con el ceño fruncido, Leon se estremeció al recordar lo ocurrido años atrás y asintió abrazando a Kamei -Ve preparando todo, lleva ropa, cobijas, comida-
-¿Me ayudas?- preguntó bajito y cabizbajo.
-Si- le abrazó con fuerza.
Rem caminaba por los pasillo notando que el ambiente había cambiado, todo el mundo está tenso, a la defensiva, algunos se mostraban nerviosos eso no le gustaba le hacía sentir nervioso, corrió a la habitación de sus amigos, les encontró en la misma situación, abrazados de inmediato se preocupó
-¿Leon?- el mayor se separó de su pareja le miró con tristeza, Rem corrió a abrazarlo.
-¿Qué pasa? ¿Estas bien?- Leon correspondió el abrazo
-Lo siento pequeño, te preocupe-
-Pero no me has contestado ¿Qué pasa?-
-Lo siento me deprimí un poco porque viene alguien que no me cae bien-
-No te dejaré mientras esa persona esté aquí- le sonrió, Leon se sintió tan conmovido, correspondió la sonrisa y le abrazó de nuevo.
-Gracias-
-Rem, Rafael quiere hablar contigo- le informo Kamei, el menor se puso nervioso.
-Eh… ¿Saben sobre qué quiere hablar?- pregunto ansioso.
-Si es algo importante es mejor que vayas al salón-
-Te acompañamos- lo calmó Leon, Rem solo podía pensar en que Rafael le pediría su respuesta pero él aún no la tenía, del salón entraba y salía gente, todos se mostraban tensos, Rafael daba órdenes frente a uno de los ventanales, se veía tan imponente, tan autoritario, Rem lo observaba y se sorprendió al darse cuenta que ya no le temía incluso le parecía guapo bueno realmente lo era pero había algo más aunque no estaba seguro de que era.amei para que notara su presencia ya que se encontraba muy ocupado.
-Ah Kamei-
-Rem está aquí- Rafael se percató de su presencia
-Ven, necesitamos hablar- Rem asintió le siguió hasta estar frente a la ventana ambos se veían nerviosos.
-... El rey viene en camino-
-¿Eh?-
-Te iras con Leon a la montaña de los dragones- habló sin rodeos.
-Eh ¿qué? no entiendo nada ¿Por qué viene el rey y porque tengo que irme? ¿Por qué todos le temen? ¿Acaso es un tirano? me gustaría conocerlo- Rafael le miró largamente.
-Es mejor que no le conozcas- dijo triste, se acercó a Rem tomando su rostro con cariño -No sabes como es- Rem se estremeció ante el tacto de Rafael era tan cálido -Es un cerdo en cuerpo de hombre, no importa si eres hombre o mujer si le gustas de inmediato te llevará a su cama, se saciará con tu cuerpo y te botara no importa si estás de acuerdo o no, te violara una y otra vez- Rem se estremeció tenía miedo -Y tú eres tan lindo- sus ojos se llenaron de tristeza -No permitiré que nada ni nadie te lastime, te hice un juramento- mientras hablaba se iba acercando lentamente hasta rozar su labios -ahora ve, estarás a salvo con Leon- Rem se aferró al brazo de Rafael.
-¿Dime cómo sabes todo eso?, él…- se estremeció al pensarlo -¿Él te hizo… eso?- preguntó con lágrimas en los ojos, Rafael se soltó y volvió a su posición de mando -Rafael ¿Él te hizo?- preguntó sintiendo la furia en su interior crecer.
-Kamei- llamó al capitán quien de inmediato acudió al llamado -Llévalo a su habitación que comience a empacar-
-Si, como ordene- tomó a Rem del brazo -Vamos-
-Rafael contestame- imploro, el rubio hizo un ademán, Kamei jaló un poco a Rem
-Vamos pequeño, hay mucho que hacer- Rem se zafó del agarre de Kamei y corrió a abrazar a Rafael, se aferró a su pecho y le miró implorante.
-Ven conmigo, no tienes porque quedarte- Rafael le sonrió enternecido, acarició su rostro y le besó, Rem disfruto nuevamente de esos suaves labios, se separaron lentamente, Rafael acarició su rostro.
-Debes irte-
-No, no, Rafael ven conmigo- Kamei lo cargó alejandolo, Rem trataba de zafarse.
-Rafael aún no te doy mi respuesta- el rubio sonrió como jamás antes lo había hecho, Rem dejó de luchar, sus ojos se nublaron y se soltó a llorar.
-Leon-
-Comandante-
-Parten esta misma noche- Leon asintió sorprendido y fue tras su amante y amigo, llegaron a la habitación de Rem. Kamei lo bajo y éste de inmediato cayó de rodillas llorando desconsolado, Leon llegó poco después al verlo así corrió a abrazarlo pero Kamei se lo impidió.
-Debemos empacar- a Leon le rompía el corazón ver así a Rem pero era mejor partir, no quería toparse con aquel hombre, regresó a su habitación y se apresuró a empacar.
-Voy a las cocinas para- Leon asintió
-Kamei tengo miedo- el de cabellos azules lo abrazó
-Yo tambien amor, no sabemos lo que ese loco planea al venir aquí-
-Kamei, vamos huyamos juntos- Kamei sonrió le dio un beso profundo al separarse acarició su rostro y contestó.
-No puedo dejar solo a rafael- Leon lo miró asintió y volvió a juntar sus labios.
-Cuídalo, Rem se pondría triste si algo le pasara-
-Si, no lo dejare solo en ningún momento- Leon asintió, se separó dejando libre a Kamei quien se fue a las cocinas.
Todo estaba listo, Kamei fue a buscar a Leon
-Te he preparado un pequeño carruaje, nada que llame la atención- Leon le abrazó.
-Gracias, te voy a extrañar-
-Yo también amor, cuida de Rem-
-Y tu de Rafael- se besaron
-Vamos es hora de ir por Rem- le encontraron en el mismo sitio donde le habían dejado, se encontraba dormido, a ambos se les encogió el corazón, Kamei lo tomó en brazos, caminaban por los pasillos cuando se encontraron con Rafael quien miró al pequeño en brazos del de cabellos azules y preguntó.
-¿Qué pasó?-
-Le afectó mucho lo que le dijiste no ha dejado de llorar- Rafael asintió se acercó a besar su frente.
-Es mejor que se vayan al parecer llegará mañana- ambos le miraron preocupados.
-Leon- kamei comenzó a caminar, al llegar a la puerta vieron que había mucha actividad.
-Muevanse- escucharon la voz de Rafael señalandoles el lado contrario de los establos, encontraron el pequeño carruaje en forma de cebolla y color verde, era fácil de ocultar, Kamei entro y acomodo a Rem salió y beso a Leon.
-Vayanse- esa simple palabra le dolió a Leon pero sabía que ambos estaban preocupados por ellos, tomó las riendas y comenzaron a andar los caballos alejándose de ahí, los ojos de Leon se llenaron de lágrimas, se obligo a no dejarlas salir ni voltear ya que su determinación flaquearía, continuo hasta que no pudo aguantar más las lágrimas, sollozo y aumentó el ritmo, quería llegar lo antes posible jamás se perdonaría si los atraparan con esa determinación continuo toda la noche.
Rem despertó mirando todo asustado.
-No te asustes pequeño, aquí estoy- el escuchar la voz de Leon lo calmó, lo encontró recostado en el suelo, cubirendo sus ojos con su brazo, Rem sabía que algo andaba mal, se recostó a su lado y le abrazó.
-¿Qué pasa?-Leon negó sin embargo un sollozo escapó de sus labios, Rem no preguntó nada más simplemente lo abrazó con fuerza, Leon no pudo más abrazó a Rem y se soltó a llorar, tenía tanto miedo temía lo que fuera a pasar, lo que ese loco le pudiera hacer a su novio pero peor aún a Rafael, no quería preocupar a Rem pero se sentía tan decaído, una vez que se calmó le sonrió a Rem.
-Gracias ¿Tienes hambre?- el menor le miró y asintió con una sonrisa, un repuesto Leon le ofreció algo de la comida que llevaba, el desayuno se llevó a cabo en silencio.
-¿Desde cuándo estás con Kamei?- rompió el silencio rem, Leon le miró, sonrió con cariño y contestó.
-Le conozco desde que estábamos en la academía, comenzamos a salir en cuanto nos graduamos- sus ojos brillaban al hablar de su pareja.
-¿cuándo te diste cuenta que lo amabas?- Leon sonrió y contestó de inmediato.
-En cuanto mis ojos no dejaban de seguirlo y buscarlo- Rem asintió un tanto pensativo.
-¿Y piensas casarte con él?- Leon tosió ya que casi se ahogaba al tomar agua, se sonrojó y miró a rem quien trataba de ayudarlo -¿Estas bien?- preguntó preocupado, Leon le miró
-Si, solo me sorprendiste-
-¿Y bien?- preguntó ansioso, Leon se sonrojo hasta las orejas y avergonzado contestó
-No puedes decirle nada a Kamei-
-No le diré nada- comentó emocionado acercándose más, Leon cubrió su rostro con su cabello bajando el rostro.
-Sí- dijo bajito -Incluso yo tengo mi regalo-
-¿Regalo?- preguntó curioso Rem, Leon le miró al ver la curiosidad y duda en su rostro sonrió.
-Aquí cuando una pareja se casa, es costumbre que entre ellas se obsequien algo-
-¿Por qué? ¿Qué se obsequian?-
-Es una tradición, se obsequia algo como símbolo de tu amor y compromiso- y la mayoría obsequia oro o alguna joya-
-¿Tú qué le vas a regalar?- Leon se sonrojo nuevamente.
-Un ramo de flores que logre conservar por la magia-
-¿Por qué no joyas como todos?-
-Las joyas son frías, además ostentan tener mucho pero en la realidad no es así la mayoría de los matrimonios que regalan joyas no duran mucho- Rem le miró asombrado.
-Has pensado mucho en eso- Leon le miró y asintió, miró al horizonte y contestó
-He pensado mucho en eso, siempre sueño con nuestra unión… cuando estaba en el campo de batalla pensaba en ello, era lo que mantenía pelando, el no rendirme, saber que ese momento podía llegar, que pronto estaría junto al ser amado- Rem se sintió tan conmovido, acarició la mano de Leon con cariño.
-Tu amor por Kamei te mantuvo con vida- Leon le sonrió con sus ojos llenos de lágrimas.
-Lo único que quiero es estar a su lado- Rem lo abrazó
-Y lo estarás, no me importa como pero te ayudare a que estés con él-