Ya ha pasado una semana. Hoy es el gran día que se festeja el cumpleaños de príncipe Sasuke y han llegado los invitados al palacio real para igualmente festejar el compromiso de los soberanos Uchiha.
En cierta y lujosa habitación. Se encontraba Sasuke caminando de un lado a otro con gran desesperación hasta que lo detuvo Itachi.
—Ya Sasuke, cálmate ya van a llegar — le decía el ojinegro para que se calmara ya que no hacerlo el futuro emperador haría un gran agujero en suelo
—Como quieres que me calme tengo una semana sin verlo, y tú si tuviste la oportunidad; no estuvo fuera por más de una semana
—Es el día de su compromiso, ante el pueblo y los demás reinos... no puede faltar seria un insulto y ¡Una gran humillación para el futuro emperador! — Lo ultimo lo decía en tono de burla para molestar a Sasuke — es mejor que ya hagamos acto de presencia por que nuestro padre se molestara y nos mandara a cortar la cabeza, y que van hacer nuestros hermosos donceles sin nosotros.
—Jajá, que gracioso — lo mencionaba con algo de molestia, porque aunque su padre no fuera tan violento ante el reino. Podría cambiar radicalmente cuando lo hacia enojar. (Y eso no era muy seguido.)
—Ándale ya vamos... que si no llegan al menos festejemos tú cumpleaños, y te presento nuevas doncellas — Mostrando una gran sonrisa que molesto a Sasuke; No podía negarlo en algún momento su hermano fue considerado un mujeriego.
— Hoy comiste payaso, verdad Itachi.
—Ja, ja, ja, quieres un poco creo que lo necesitas... gruñón.
Así bajaron las escaleras entre bromas y risas; se les considera los verdaderos hermanos, por aquellos momentos en lo que se les veían completamente felices era envidiado por esos momentos. Llegaron al salón del gran palacio cuando iban a ser presentados por Kakashi (que también es el presentador real) que fue interrumpido por Itachi para hablar
—Bienvenidos. Hoy mi familia se engalana para la celebración del cumpleaños de mi lindo ototo —con un tono pomposo, recibiendo un codazo de Sasuke — ¡auch! Y nuestro compromiso con nuestro bellos donceles que todavía…– mencionaba mientras veía a todos los presentes haber si encontraba a unos de los bellos donceles con los que uniría sus vidas y soltó una risa nerviosa al ver que no llegaban —…no llegan, pero que se les puede hacer los donceles y las doncellas tienen que tardar para verse hermosos para su compromiso —. Lo que dijo hizo que las doncellas y donceles se sonrojaron. Era un total rompe corazones.
Todavía seguían ingresando los invitados. Entre ellos venia Sai, que traía consigo un kimono color escarlata con adornos florales de dorado que resaltaba cada detalle del kimono que complementaba cada centímetro de su cuerpo. Y su padre que traía su bastón y su traje de gala con, una seria cara que mostraba una gran molestia. No le agraciaba que los emperadores a cada rato estuvieran alardeando su felicidad, pero no podía faltar se le había hecho una invitación y aunque quisiera negarse no podía por que en algún momento de su vida el fue guardia que fue nombrado caballero condecorado y es lo que mas le disgustaba. En ese momento Sai, vio por un momento como escaparse de su padre pues había visto a Kiba con Hinata, a si que se acerco a ellos ya se encontraba hablando, pero quiso alejar en el momento que se dio cuenta que hablaban muy amenamente mostrándose grandes sonrisas.
— Hola chicos, espero no molestarlos —dijo saludando ya que era demasiado tarde para retirarse. Haciendo que se sonrojara demasiado Hinata, que traía puesto un vestido verde aqua claro algo pomposo con un listón perla que rodeaba su cintura y una flor de igual que su listón que brillaba demasiado como si fuera de diamantes.— Es que los vi… y no los quería interrumpir — decía muy apenado
— Pe...Pero que di...dices. — empezó a tartamudear.
—Es que los vi muy felices — lo dicho hizo que se ruborizar igualmente Kiba, que se miraba como cómplices y al ver que estos tortolos no decían nada. Les pregunto —. ¿Alguien ha visto a Naruto? Es que toda la semana no lo he visto.
—No—contesto Hinata — ¿y tú Kiba...? — volteó a mirarlo buscando alguna respuesta — no te ha dicho nada Minato-sama
—Si, me comento que tuvieron que salir de emergencia por algunos asuntos con la madre de Kushina-sama.
— ¿La abuela Mito? —dijeron al unísono el par de azabaches por que conocía muy bien a la familia del rubio eran amigos demasiados cercanos
—Si.
—Espero que no haya sido algo grave.
En instante venia entrando Minato junto con Deidara, que traían puesto sus trajes de guardias que al verlos Kakashi, hizo que tocaran unas trompetas que alarmaron a los invitados, como a los recién llegados que no esperaban tal presentación.
—Minato-sama, que bueno que llega los hemos estado esperándolos. — llego un ansioso pelilargo saludando a inmediato al padre de su amado y al pelilargo le dio un pequeño beso en los labios por que al fin tendría oficialmente la reunión que anhelaba tanto, pero había notado algo que preocupo a Itachi.
— ¿Y Naruto-chan?
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—Madre ya es demasiado tarde, no creo que lleguemos — le mencionaba con un cara muy poco agraciada por el atuendo que llevaba no era de su total agrado, pero debía admitir que en el fondo le gustaba ya que se lo obsequio su amada tía Miyuki.
—No te preocupes llevamos tiempo de sobra — aunque era mentira y ella lo sabia —“Minato me las pagaras”.
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— ¡Achu! — un estridente estornudo se escucho. — todavía no regresa de su viaje. —comento limpiándose nariz con un pañuelo temiendo un resfriado.
— ¡Que como!, eso es una mentira verdad —se exalto mirándolo y mirando de reojo a Deidara que asentía lo que dijo su padre con un toque de burla por los gestos de Itachi. — ¿Qué hare, que hare? — caminaba de una lado al otro sugestionándose por la falta de blondo menor. — ¡ya lo se! — y salió corriendo dejando al par de blondos que vieran una nube de polvo. Para mirarse y dedicarse una sonrisa cálida y caminaron hacia el interior.
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Miraba como Itachi se había marchado a ver que ya había llegado Deidara y Minato. Parecía un niño. Pero lo mas extraño es que no veía ni a la madre ni a mi Naru. Y eso me molestaba estaba totalmente aburrido. Y temía lo peor conociendo a mi hermano como salía de regreso yo me encontraba aun sentado en trono junto a mis padres ellos hablando amenamente, cuando de la nada llego Itachi a interrumpirlos estuvo hablando con ellos mi madre me sonreía grácilmente tenia miedo. Si yo Uchiha Sasuke tenía miedo. Que sonriera así.
—Bueno ahora regreso — escuche pero no quería imaginarme a que se refería. De pronto se volvieron a escuchar las trompetas me alarmaron… más me libere de mi tensión al ver que Itachi no era el culpable. Sino venia entrando el príncipe Gaara y una rubia sostenida por el brazo de este. — Bienvenido su majestad Gaara y he igualmente su compañía — les sonrió a ambos al parecer ya se conocían, pero lo que llamaba mi atención era el hijo de Danzo, que se había marchado hacia a un lado, no sabia a donde pero me interesaba quizás el sabría donde estaba mi Naru y podría preguntárselo — que bueno que ha llegado en este preciso instante. Ya que empezaremos con el baile. Que será con el cumpleañero. — Eso me mato que había dicho ahora no podría preguntarle o quizás si. Mis fieles atosigadoras estaban emocionadas, en especial una peli rosa que conocía muy bien desde la infancia.
~~flash back~~
—Sasuke-kun, mi papi ha estado hablando mucho con su majestad para nuestro compromiso. — decía una empedernida jovencita no mayor de los 12 años. Pegada al cuerpo del joven azabache
—Sakura no se en que esta pensando en querer comprometerme en una estupidez como esa yo jamás me casare. Y menos con alguien como tú — le anunció despegándola de su cuerpo mirándola con tal seriedad y repudio a su esmeralda mirada.
~~~fin flash back~~~
—Bueno empecemos con el baile con mi hermosa madre — lo dijo y madre se levanto ofreciéndose para que bailara con ella y no podía negarme era mi madre. Así que levántate llevándola grácilmente al centro de salón que se había despejado como arte de magia. Empezábamos a bailar al comienzo de la tonada
—Madre, no pudiste evitarlo. — le dije con recelo
—Ah, entonces no quieres bailar conmigo hijo. — note que su mirada era nostálgica me sentía de lo peor al decirle eso
—N-no eso madre es… — no sabia que decirle. Después de enterarme de aquello y ahora también me carcomía no saber como expresarme con Naruto. Que al no tenerlo ahora me sentía terrible y no saber nada de el era peor como cuando pasaron eso seis meses de el primer recuerdo que tengo de el.
~~Flash back~~
—Daré a cada una de ustedes un Semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será futura Emperatriz o mi lindo emperador del gran reino de Konoha. —fue lo que dije con una autoritaria voz, he inmediatamente ordenaron a cada doncella y doncel que iba con la dichas intenciones ya que algunos solo fueron con la intención de cuchichear y observar cada detalle así que no fueron muchos pero tampoco muy pocos. Los formaron en hileras una de jóvenes doncellas y otras de joven donceles fueron recogiendo cada quien una pequeña bolsa de terciopelo que adentro contenía la dicha semilla.
Ya estaba aburrido como deje que pasara esto podía haber negado esta forma, viera huido. Como viera encontrado alguien digno y no andar atándome a estás maneras que ridículo me estoy volviendo. Mas ya solo faltaba poco para terminar unos mas y ya me quería ir a dormir mañana teníamos un viaje a las tierras de Iwagakure con mi familia.
—Buenas noches su alteza — me gire y lo que había no podía explicarlo era un ángel, su mirada azul llena de luz, ternura, esperanza, ilusión y sueños. Me han hipnotizado — alteza está bien — me pregunta, tenia una chirriante he encantadora voz que sin duda me saco un sonrisa, que estaba haciendo una sonrisa.
—Si, toma — di la semilla y me sonrió como si fuera lo que esperara
—Gracias ttebayo. — y se marcho corriendo yo volteé a ver a Itachi y sonreía con burla.
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Cada tercer día era lo mismo; preguntaba a mi padre que cuando nos marcharíamos, pero el siempre decía “ahora no, tengo asuntos que resolver con el emperador Onoki ve diviértete por ahí” se que me estaba comportando como niño pero no era para tanto o si solo podía pensar en el. Aunque me cuestionaba si no era el que se llevaría la propuesta y sin embargo se iban eso pensamientos y volvía ha pensar en el.
Ya el día que nos íbamos a retirarnos cuando padre dijo íbamos a pasar a Sunagakure
—¡¿Qué…?! — Solté el grito hasta el cielo por tales circunstancias cada noche recordaba a se doncel como si lo hubiera conocido de algún lado. Por ejemplo ayer tuve un en donde el corría en un gran jardín que tenia miles de flores de diferentes tipos yo lo empezaba a seguir hasta que lo perdí en campo llenos de girasoles, que se llenaba de fuego que provoco que un lindo sueño se convirtiera en pesadilla Y que ahora viniera y dijera eso me conmocionaba. — pero padre por que del cambio de planes, recuerda que en menos de un mes tengo el compromiso con pretendientes a mi futura pareja.
—Pero como dices tienes un mes.
—Si padre, pero te has puesto a ver hacia al futuro ten en cuenta cuanto tiempo nos ha llevado hablar sobre el cambio. Con el rey Onoki, el en definitiva estuvo de acuerdo inmediatamente pero si con el emperador de Suna, no lo sabemos lo único que sabemos por el momento es que lo el puesto esta igual en tratados por lo que nos comento Onoki-sama. Y viendo el tiempo que nos albergamos aquí podría ser igual. Y también hay que empezar con los festejos que a mediados de octubre es mi nombramiento a emperador. — me escuchaba con total egolatría, pero lo mejor era así. A que hubiera problemas con un emperador que se deje de todo que demuestre debilidad. Era mi idea quizás así, si volvería.
Fin de flash back
El baile seguía ya se había llenado el salón; mi madre me veía angustiado ya no tenia esa mirada nostálgica que tenia hace un momento.
—¿Que pasa hijo? No era enserio lo de hace rato y si quieres cancelamos todo y despedimos a los invitados, sabes que no hay problema.
—No es eso madre, si no que…
—Su majestad me permite — había sido interrumpido Sakura Haruno hija del barón Kizashi
—Oh, Sakura claro — giro a mirarme para darme un beso en mi mejilla. — No seas grosero —me susurro en el oído y se marcho.
—Hola Sakura, ha pasado mucho verdad — obviamente era hipocresía y claramente ella lo sabia nunca no hemos llevado. Y no seria la diferencia.
—No, Sasuke solo han pasado 2 semanas como mucho recuerda yo… —habíamos chocado con otra pareja mas lo que no me esperaba que fuera él. Traía consigo un vestido de color naranja con holanes por doquier un collar con un emblema de su padre o eso me parecía, y totalmente sonrojado que automáticamente escondió la mirada y se fue a otro rincón con Kiba un guardia que ya tenía un poco tiempo la persona que bailaba. Estaba apunto de correr por el. Pero me detuvo Sakura.— Sasuke, te importaría si continuamos —. La complací seguía con el baile y miraba de reojo como bailaba con Kiba. Cuando escuche otra vez la chirriante voz de Sakura, bueno estuvo hablando desde hace rato pero no había puesto atención hasta que dijo eso. — no le molesta que su prometido ande exhibiéndose con su ex pareja.
—No, lo acaba de decir es su ex-pareja.
—Si, pero ya ves que en donde hubo fuego… cenizas quedan. —lo que decía tenia algo de razón y ardía de furia verlo como estaba agarrado a el y le sonreía mucho. — debería tener cuidado tal lo estén utilizando para tener algo de poder y… bueno usted debe saber de lo que estoy hablando. — si lo sabia muy bien haces un par de años vino una chica que solo quería el trono de una u otra manera primero me trato de conquistar a mi, pero al ver que yo no le hacia caso quiso igualmente engatusar a mi hermano, pero lo peor fue cuando quiso hacer lo mismo con mi padre y no enteramos que era un verdadera engatusadora que este no era la primera vez que lo hacia. Ya que hace unos años atrás lo había hecho el país del demonio en donde se había dado cuenta de todas sus mentiras. Y la habían expulsado y quería hacer lo mismo. Más no tuvo ninguna oportunidad. Y ahora estamos aquí recordándola Miroku, que murió poco después de que la metimos a prisión. y que quisiera compararlo con ella me molestaba se detuvo la orquesta de como concluido el baile. Pase al trono no quería bailar con nadie ya era hora que lo viera.
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Gaara solo veía como corría el azabache hacia un rincón — se la encargo — solo fue lo que dijo no miro a quien la había dejado a su acompañante. Y siguió al azabache sentía algo que no estaba bien y corrió tras el era muy bueno en eso de corre. — deténgase ah, ah, —se había detenido para tomarse de las rodillas, pero seguía corriendo — que se deténgase le he dicho.
— ¡Aléjese de mí! Ah, ah.
— ¿Pero por qué? Me lo puede explicar.
—Eso lo tendría que decir yo, más no se lo digo ya que seria inútil, las personas como ustedes no pueden enamorarse de alguien como nosotros.
—De que esta hablando.
—Trae a su pareja. Haciéndome sufrir por otra vez creer en el amor de alguien que tan prohibido como usted yo solo esperaba que estas palabras hubieran sido verdaderas y no una falaz mentira. —había arrojado la carta que había re-leído otra vez haciéndose que se enamoraba muy fácil.
—Tiene razón esto es una mentira — nombró al recoger la carta que una semana atrás había escrito — todo esto es una mentira… — solo vio que lloraba el albino —. Porqué no solo es amor, es una obsesión, una adicción una idolatración que tengo hacia usted ladrón de corazones. No he podido dormir por querer verlo, no he comido, no me ha interesado nada, incluso mi hermana ha venido a hacerme compañía para saber el porque de esta situación.
— ¿Hermana? — se limpio lagrimas que descendía de sus brunos ojos. — ha dicho hermana, quien se cree que soy un estúpido doncel al que se le puede engañar de esta manera lo siento pero no caeré. Su majestad si me permite me tengo que retirar — se inclino para hacerle un reverencia y se marcho solo siendo observado por el pelirrojo que miraba atónito.
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Llegamos corriendo con el mas molesto vestido, no dejaba subir estos escalones estorba demasiado, pero lo había hecho mi tía para mi seria como si no le agradeciera tal regalo así que mejor me callo.
—Naruto hemos llegado — mire a mi madre estaba sonriéndome — no puedo pensar que mis hijos se van a casar en unos meses y tú. Mi bebe vas a ser un futuro emperador
—Mamá, pareces que lo has deseado desde hace mucho tiempo incluso planeado.
—Claro, tenia que planearlo
—Ah, vamos a entrar — estaba la orquesta tocando, eso significaba que se encontraba bailando en el salón, pase presuroso. Estaba viendo como bailaban no veía a mi padre ni mi hermano.
—ahora vengo voy a buscar a tú padre y hermano. Ve a bailar — estaba acercándome a la pista de baile y me tope con los chicos
—Kiba, Hinata. — los dos se quedaron estáticos, mirándome lo que me daba miedo ya pareciera que algo traía.
—Me permites esta pieza —Hinata al igual que yo quedamos sorprendidos me estaba pidiendo que bailara con el. Sabiendo que esta en una relación con Hinata
—Anda ve y luego me toca a mí. — lo tome de la mano y pasamos a la pista de baile estaba alegre y no se por qué sentía sangre correr muy rápido, chocamos pero con la persona menos deseada o tal ve si deseada; me miro de pies a cabeza al que me sonroje y dimo otra vuelta para alejarnos a un rincón.
—Te ves hermoso, como me pudo ganar tú corazón. ¿Como deje que termináramos? —me sonroje y le di una pequeña sonrisa.
—Que dices, esto fue elección de los dos, tú fuiste ha conquistar el amor de Hinata, y yo de ese amor que veía como imposible.
—pero no fue imposible tu amor, mira ahora serás el futuro emperador.
—Es verdad. — termino la pieza solo veía como se despegaba la pista, si no estuvieran dejando el salón y ahí estaba, sin embargo ya se estaba marchando a su trono, que podía hacer mas que retirarme hacia otro lado. Volví con Kiba y Hinata que estaban muy acaramelados su relación era muy hermosa. — Naruto, no deberías estar allá. — dijo señalándome a Deidara que estaba muy encariñado con Itachi-ni-san.
—No lo se. — en realidad no lo sabia si debería estar aquí o no solo se que traigo algo especial para el.
Empezó otra pieza y como Hinata había dicho bailo con Kiba yo me aleje tenia necesidades y camine hacia los sanitarios a refrescarme. Salí he ahí venia con la cara des-canjeada el príncipe de Suna. Se veía dolido pero al mismo tiempo preocupado se detuvo al verme. Se quedo un rato contemplándome sonriéndome, me ruborice — Se ve hermoso, que envidia le tengo al cumpleañero.
Se iba a marchar — Espere… — le dije y el se detuvo dándome la espalda — puedo ayudarle en algo. — se quedo quieto como si estuviera buscando una respuesta a una muy compleja pregunta.
— ¿Por qué Sai, no creyó que había venido con mi hermana?
— ¿Tiene hermana? ¿Y vino con ella?
—Si, he hubo un problema.
—Entonces es complicado se que no debería decir esto pero confío en usted, Sai tuvo una relación con un hijo de un joyero que duro mas de 6 meses, pero mas de una ocasión lo encontrábamos con una chica diferente el alegaba que era sus clientas, criemos todas sus mentiras sin embargo en una ocasión sai lo encontró con una chica, el dijo que era su hermana pero ninguna hermana se le besa tan frenéticamente como el lo hacia. Eso lo que le rompió el corazón a Sai estaba enamorado de el y que llegue alguien y le diga eso le volvería a romper su corazón.
— ¿Y que podría hacer?
—Tendría que ir a buscarlo a la plaza central y sentarse arriba del kiosco junto a el y explicarle la situación esperando que le crea. — le comente con una sonrisa. Lo que hizo que se marchara corriendo.
—Naruto, te estaba buscando tú tiene que venir por aquí verdad Iruka. — llego mi madre que venia con Iruka-sensei el me enseño lo que sabia para tener un digno comportamiento con la realeza,
—Si los hemos esperado toda esta noche y es hora de hacer entrega del regalo por ser el pretendiente. — que iba hacer ante todos los presente yo solo quería mostrárselo a el no a todo el mundo.
Caminamos hacia el lugar en donde se encontraban el trono. Ahí ya se encontraba mi padre y Deidara.
Los emperadores y claro el que me miraba con ojos brunos que me miraban con mucha atención a cada paso que daba, era muy alargador este momento yo lo veía infinito que no quisiera acaba, pero ya había acabado. Estaba de enfrente a el mis nervios estaban a flor de piel he empecé a hablar ante todos. — Hoy es el cumpleaños de mi prometido, he traído el mejor regalo que alguien como el merece. — mi madre me paso mi obsequio que consistía de un gran guante de piel o como me dijeron “lúa” con un pequeño morral y una cajita. Todos miraban como si de un raro me tratara por tener esto. — Me podrían abrir un ventanal. — Me puse el “Lúa” he abrir la pequeña caja sacando de ella un silbato de madera que silbé. Por todo el salón se escucho el sonido de silbato. Pasaron varios minutos todos me veían con burla. Los nervios se apoderaban de mí no llegaba nada cuando llego. Un halcón del tamaño de un cuervo quizás un poco mas grande, con la espalda de color negro azulado y la parte inferior blanquecina con manchas oscuras, que aterrizo en el guante que inmediato le di su carnada. — Espero que sea de su agrado.
Todo mundo quedo asombrado. Mientras que acariciaba a la ave. Se acerco muy lentamente hacia a mí — Gracias, no tenias que hacerlo.— me dijo mientras sentía la respiración que se acercaba a mi esperaba lo próximo… No, me dio un beso en la mejilla. y me tomo de la mano — podemos pasar a la pista.— rápidamente me quite la lúa. Y pasamos
La pista se despejo rápidamente. Mientras todo veía como se acercaban al centro.
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En el centro del reino se encontraba un pelinegro, llorando solo pensaba en lo que había sucedido
—El también tiene hermana. Ja, ja, ja, — miraba al cielo estrellado— si quizás mi adre no lo hubiera hecho tal vez yo no estuviera aquí.
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—Corre niño, que necesitamos llegar — le decía un hombre de gran estatura, mientras lo golpeabas con su fusta.
—¡Tú, detente!—grito un señor, que se acercaba a los cincuenta años. De pelo negro con algunas canas —estas en la tierras de país de fuego en especial en reino de konoha, que están prohibido el maltrato y el uso de personas como esclavos.
—Y eso a mí que me importa, este mocoso — agarro al niño zarandeándolo —debe aprender y que mejor que con golpes —le comento golpeando a niño de apariencia de no más 4 años.
—Que lo deje— este no hacia caso, pero quien haría caso que solo dependía de un baston para sostenerse de pie. No aguanto mas el niño estaba sangrando de la cabeza y el otro ni se inmutaba por el sangrado del niño. que no le importo nada mas y se lanzo en contra de aquel hombre.
Prontamente llegaro guardias a auxiliarlo en contra de aquel hombre que maltrataba al niño que ya no se encontraba ya que había salido en busca de su libertad que había conseguido por aquel hombre.
Pasaron dos semanas no sabia nada de aquel niño ya había reportado su desaparición para que le buscaran pero nada de que lo hallarán. En su camino le hacían reverencia pues se trataba de Danzo Shimura , que de no lo viera detenido la ultima misión que lo cambio ahora no estaría buscado aquel niño.
—Señora no tiene un pan que me regale — le pedía un pequeño azabache que al escuchar Danzo, volteo y vio que era el niño ya este tenia hematomas.
— ¡Tú! — Exclamo al verlo y este salió corriendo metiéndose por callejuelas. — espera no te vallas fue lo único que pudo hacer al no poder ir por el.
Otra semana había pasado y nada del niño. Lo único que había pasado es que le había dicho que por el bosque se escondía y ese día iba ir a buscarlo.
—Señor Danzo, por qué es tan especial ese niño que buscamos.
—no lo se; solo quiero que sea tú hermano para que cuides y protejas — le explicaba mientras caminaba y a unos metros se escuchaban unos gemidos de dolor — escuchas eso.
—Si, es por acá —siguieron el sonido lastimero que provocaban; llegando a un tronco hueco que lo rodeaba unos arbustos — es un niño.
— ¡Sácalo!— alarmado le dijo. Al sacar al niño de aquel refugio se dio cuenta que en especifico era el niño que buscaba. Se acerco a tocarlo al percatase que estaba delirando dándose cuenta que ardía de fiebre cargándolo se apresuro a llevarlo al hospital…
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Me hubiera dejado ahí — el sollozante llanto seguía, mientras la poca gente que se encontraba en centro caminaba sin percatarse de nada.
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— ¿En que dirección se encuentra la plaza central? —pregunto agitadamente el peli rojo.
—A tres a la derecha en la siguiente calle.
—¡Gracias!— corrió pero lo que nunca imagino fue que al llegar a la plaza y ver que no era un kiosco normal, como los que el estaba acostumbrado si no de dos pisos y el sentado en el tejado. Como demonios subiría a el.