La primera vez del día que sonó el timbre y su mamá le informo que era para ella, Ayako se sintió contenta de recibir una visita en vacaciones.
-No entiendo a Hanamichi!!!- Si bien Ayako no se esperaba que su visita fuera Haruko, mucho menos esperaba que la buscara para decirle algo así, venga, que si la iban a busca ella esperaba que fuera para decirle algo que ella no supiera.
-eeeh… exactamente de que hablamos?
-por la mañana quedamos en vernos esta tarde me dijo que él estaría practicando mientras yo trabajaba, así que le mande un mensaje cuando termine…
-y no llegó- concluyo la chica tras la pausa dramática que hizo la otra
-algo así…
-eh?
-si llegó pero solo me dijo que justo en ese momento tenía que hacer algo y se fue corriendo
-oh, bueno, eso es… -Ayako no supo que decir y espero ganar tiempo mirando a todos lados, su vista se encontró sin querer con el calendario casualmente colgado en la pared y al fijar su vista en la fecha, ahora que lo pensaba era el día en que había escuchado se iría Sendoh- tal vez olvido algún compromiso…-dijo esperando que no se tratara de lo que sospechaba- quieres pasar
-no…yo… me iré a casa, ya he tenido suficiente por ahora
Ayako suspiró cuando cerró la puerta y comenzó a caminar a su habitación, conocía a Hanamichi, y en verdad le había sorprendido cuando una tarde, mientras esperaban a Haruko, le confesó que últimamente pensaba más en Rukawa que en la chica de sus sueños y justo porque lo conocía y porque ahora sabia de su interés, sabía que ese extraño comportamiento que le habían contado únicamente podría ser por ir tras Kaede
-Sera mejor que le llame para asegurarme que no se ha metido en algún problema- dijo para si misma mientras tomaba el auricular- sin embargo se detuvo en el intento- mejor primero le llamo a Rukawa- volvió a decir para si- puede que se sienta mal… o que me cuente que ahora tiene un lindo novio a distancia- concluyó contenta, sin embargo nadie contestó a su llamada y su segundo intento se interrumpió por el llamado de su hermana después de escuchar nuevamente el sonido del timbre
-es para ti- dijo la pequeña chica consiguiendo que la otra suspirara
-Así es Haruko, viviendo a destiempo- soltó haciendo referencia a que cuando Hanamichi realmente estuvo interesado en ella lo paso por alto
-ah, no, se trata de un chico, debe ser de tu equipo, porque es altísimo!- le informo expresando su sorpresa y sorprendiendo a su hermana
-No entiendo al zorro!!!
-oh, mmm bueno Sakuragui, eso lo sabíamos desde que entraron al equipo… quieres pasar?- el pelirrojo no se molestó en dar una respuesta real y simplemente entro como si se tratara de su casa.
-es una suerte que tu maleta aun se encuentre aquí- comentó extrañado Rukawa de que Sendoh no pareciera en verdad aliviado por el asunto
-eh… si, esa es la buena noticia- le contestó mostrándole una bella sonrisa
-la… buena?
-sip, la mala es que perdí mis llaves jejejeje…
-qué?!!!
-bueno, es que cuando regrese y no estabas, iba a entrar a pedir un taxi, entonces saque las llaves, pero después me di cuenta de que lo que realmente quería era ir por ti y me fui corriendo a tu casa… supongo que en algún momento de la carrera las tire…- Rukawa lo miró con algo de gracia y Akira lo miró infantilmente ofendido- aun tengo que llamarles a mis papás para decirles que me quedare y conociendo a mi madre vendrá corriendo para saber la razón entonces podre sacar otro juego de llaves, pero bueno, eso tendrá que esperar hasta mañana seguramente…mientras tanto… no sé… tal vez… podría…-Rukawa sonrió de forma diminuta y sin entender bien el motivo, únicamente consiguió abrazar a Sendoh
-Akira, no tienes ni que pedirlo, puedes quedarte conmigo- Sendoh sonrió y lo abrazo más a él para darle un beso- a demás no pienso dejarte ir a cualquier otro lado si puedo tenerte conmigo- finalizo apenado por sus mismas palabras, el mayor tomo con cuidado su rostro para poder mirarlo completamente a los ojos
-créeme mi amor, no tengo pensado ir a ningún lado
-bueno, vámonos o se hará tarde- cambio el tema Rukawa al aun sentirse extraño ante al amor y provoco una sonrisa de ternura en Sendolh
-Déjà vu aquí vamos!
-… en algún momentos nos arruinaremos en boletos de tren…
-y entonces lo único que pude ver fue como se besaban, así que salí corriendo- finalizó su relato Hanamichi ante una muy sorprendida Ayako, que si bien si esperaba Rukawa fuera correspondido por Sendoh, no esperaba que el mayor no se fuera a Tokyo y menos que Hanamichi lo mirara todo.
-Bueno, lamento que vieras eso…
-es que no es posible Ayako! El puercoespín no puede ser serio con Rukawa y Rukawa no puede dejar de ser un insensible así como si nada
-de que hablas? Ya habíamos sospechado muchas cosas al verlos a cada rato practicando juntos en las canchas
-No! Es que no puede ser!- el pelirrojo se sentía tan dolido, tan desesperado- ire ahora con Sendoh y le golpeare la cara hasta que deje en paz a Rukawa!
-Hanamichi! No seas idiota! Rukawa ya eligió a Sendoh, déjalos en paz! Sendoh no es quien se la pasa peleando con él ni ofendiéndolo!, como diablos esperabas que te mirar a ti!- La chica se detuvo de golpe al mirar la cara, de sorpresa y enojo y lejos de lo que pensó, el enorme chico se levantop de la sala y fue a la puerta seguido de Ayako aun sorprendida
-Hanamichi, yo…-el chico abrió la puerta y salió, pero no se marcho, se volteo a mirarla, con una cara completamente deprimida que la hizo sentir realmente mal, el pelirrojo ya no estaba enojado, mas bien estaba triste, lo que ella había dicho era verdad
-no, tu tienes razón Ayako, soy un idiota, ire a casa, perdona por las molestias- Ayako iba a decirle que en realidad ella era la que lo sentía pero se distrajo mirando a espaldas del pelirrojo como a lo lejos se mostraba la figura de Rukawa caminado junto con Sendoh
-ah, Hanamicho discúlpame, me porte muy grosera, vamos, entra y hablemos bien
-no, en serio mejor me voy, no te preocupes, ire directo a mi casa
-no! Insisto, pasa, pediré una pizza… yo invito- finalizó feliz mientras trataba de que su amigo pasara de nuevo, que se los encontrara de frente en ese mismo momento tampoco sería bueno
-bueno, no es como que suelas ser tu quien invite, supongo que debo aprovechar- concluyó un tanto mas convencido entrando a casa, la chica hecho un último vistazo a los chicos y aunque le hubiera gustado quedarse a saludar, después de sonreír tiernamente, simplemente entro a la casa.
-En esta casa vive Ayako- soltó de la nada Rukawa cuando pasaron frente a la bella puerta azul cerrada, sin embargo no recibió respuesta ni comentario alguno- es la…-iba a explicar al creer que el silencio de Sendoh era porque no sabía de quien le hablaba, pero el mismo Akira le interrumpió
-la asistente del entrenador, lo recuerdo…-ninguno dijo otra palabra hasta llegar a la casa del menor.
Se encontraban sentados en la sala, Rukawa miraba de reojo a Sendoh quien a su vez parecía pensar que el vaso de cristal con agua entre sus manos era lo mas maravilloso e interesante del universo
-se te ha ido toda la energía de pronto, a caso ya lo has pensado mejor?- dijo Rukawa después de juntar todas sus fuerzas y valor para preguntar algo de lo que tal vez no quería realmente tener la respuesta, Sendoh se sobresalto al escucharlo y supo que el también se tenia que armar de valor y realizar la pregunta que ahora rondaba insistentemente en su cabeza, negó enseguida al escuchar la pregunta pero eso no le dio calma a Rukawa, Akira dejo el vaso en la pequeña mesa de centro y se acerco mas al otro
-Kaede, yo… tengo que preguntarte algo- el otro simplemente asintió con la cabeza- tu realmente me amas?- Rukawa lo miro ofendido, en verdad ofendido esta vez y Sendoh se sintió en problemas- quiero decir… que hay con esa chica- Rukawa lo miró confundido
-Ayako?- pregunto pensando que tal vez se trataba del comentario de la casa de la chica
-no, ella no, la otra, la que te admira tanto- Sendohn se desespero al notar que Rukawa seguía sin entender de quien hablaba, era posible que en verdad no recordara- la del otro día en la librería!!- solo hasta ese momento Kaede entendió de que hablaba
-ah ella… como se llama…- trataba de recordar el nombre que siempre olvidaba, la hermana del ex capitán tenia un nombre que siempre parecía olvidársele
-te estaba abrazando! como puedes no saber quien era?- cuestiono ofendido
-si se quien era, solo que se me olvida su nombre… más bien se me olvida ella…- aclaro con verdadero desinteres-… en fin, que hay con ella?
-eso! Que te estaba abrazando!!!- solo hasta ese momento es que en verdad entendió lo que pasaba
-Akira, no! Yo no tengo nada que ver con ella, si me abrazo pero…espera aquí- y con eso subió corriendo por las escaleras, cuando bajo tenía entre sus manos un paquete bellamente envuelto en color azul con un moño rojo, Akira lo miró sin entender, al abrirlo se encontró con un libro de bella portada negra- ese día en que me viste… y que en realidad no se como lo hiciste- Akira volteo su mirada, no era como que lo acosara- hable con Ayako y le conté que bueno… que tu me gustas y aunque tu no eres una chica… y yo tampoco!- aclaro al notar la pequeña risa en los labios del otro- ella creyó que sería lindo que te obsequiara algo… se que te gusta leer, porque vi todos esos libros en tu recamara, así que pase a la librería a comparte un libro que hace mucho yo lei y me gusto, ella casualmente esta trabajando en la librería así que se lo pedí, me emocione de que lo encontrara y aunque suena completamente tonto creo que ella se emociono por ello y me abrazo, pero si estabas ahí debiste ver que yo la separe!
-eh, no, en realidad yo salí corriendo después de ver eso…- confesó apenado, miro el libro y delineo con sus dedos las letras enmarcadas por el bello y llamativo color dorado y sintió ganas de llorar- yo… la razón por la que decidir irme a Tokio fue porque ese día te vi con ella, me dolió tanto el pensar que le estabas sonriendo de la misma forma en que me sonreías a mi, así que pensé que salían o algo, pero en realidad… ahora creo que solo fue un pretexto para salir corriendo por el miedo que me daba el estarte amando tanto- Rukawa se sorprendió al escucharlo, logrando que su corazón latiera completamente rápido- Ese día regresaba a tu casa para decirte mis sentimientos… que idiota fui… yo mismo no confie en mi amor y te lastime…por favor Rukawa, perdóname
-Kaede… justo ahora… nunca dejes de decir mi nombre- Sendoh sonrió y lo abrazó, ahora que estaba con la persona que amaba ya no importaba pensar en el pasado doloroso, porque el futuro era lo que brillaba.
-Te amo, Kaede
-Te amo, Akira- al mirarse a los ojos ambos sonrieron con verdadera ternura-… y… ya que tienes tu maleta… me vas a modelar?- preguntó con una secreta coquetería Kaede consiguiendo que Sendoh se sonrojara, para enseguida arrojarse animadamente sobre Rukawa -primero llama a tus padres!!!