La tarde era soleada, en el parque más que haber personas en las distintas canchas, se encontraban parejas caminado o sentadas en las bancas comiendo helado; eso en realidad no les importaba para nada a Rukawa ni a Hanamichi, ellos se encontraban concentrados en su partido el cual pasó de ir ganando el chico de cabello negro a de forma repentina ganar de forma muy fácil el pelirrojo
-oye, tu, qué te pasa?- preguntó disgustado Hanamichi
-eh? Qué?- preguntó el otro haciendo que el pelirrojo se enojara pues a la perfección entendía que Rukawa ni siquiera había notado que estaba perdiendo –ah, yo, tengo que regresar a casa
-claro- contestó desanimado- vamos- dijo saliendo de la cancha rumbo a sus cosas. Rukawa le siguió, quería ver la hora, le preocupaba que Akira hubiera regresado a su casa, ahora que lo pensaba no se habían comunicado desde la mañana y aunque le dijo a Akira que fuera a inscribirse al equipo de baloncesto en realidad no habían hablado sobre la hora de reunirse ni nada por el estilo, suspiró con algo de pesadez, al final no tenía que preocuparse por nada de eso, ellos ahora estaban juntos y una relación nunca podría estar basada en ansiedad.
-y entonces que hay de tu mascota?- pregunto con naturalidad Sakuragi, una vez que tomo su mochila, Rukawa lo miró como no entendiendo de que hablaba- el gato- comento entre molesto y apático, él había buscado un bello gato que le hiciera compañía y resultaba que Rukawa ni sabía de qué le hablaba?
-oh!- dijo esta vez mostrándose más atento con el tema- Michu se encuentra muy bien! Le gusta estar en casa!- dijo feliz Rukawa mientras sonreía y Hanamichi se sonrojo por lo bien que se veía, sin embargo comenzó a reír de forma honesta
-Michu? En verdad le llamaste así?
-ah? Qué tiene de malo ese nombre?- preguntó recordando que de igual forma Akira le había cuestionado lo mismo- yo creo que es un buen nombre, mucho mejor que Hana-dijo tratando de sonar molesto y consiguió que la risa del pelirrojo parara y le mirara incrédulo
-tu… le ibas a poner mi nombre?- pregunto no molesto, sino más bien pensando que eso era increíblemente tierno. Rukawa se sonrojo de golpe sabiendo lo que Hanamichi había entendido
-no!- dijo ahora tratando de evitar malentendidos- entendí lo horrible de ese nombre- el pelirrojo bujo y le dio un golpe en el hombre
--ya quisieras- dijo comenzando su camino.
-Bueno, nos veremos mañana en la escuela-se despidió Rukawa cuando sus caminos fueron distintos.
-si, hasta mañana- Rukawa siguió sin detenerse ni un minuto y el pelirrojo se preguntó por qué no podía entrarle en la cabeza que Rukawa nunca lo miraría de la forma en la que él lo miraba, quiso decir su nombre pero al final solo suspiro sabiendo que no tenía caso hacerlo.
Rukawa apresuro su pasó mientras divagaba en que a partir del día siguiente usaría nuevamente su bicicleta para la escuela y trataba sin completo éxito recordar si tenía tareas que realizar para sus clases del día siguiente. Cuando estaba por llegar a casa ya había oscurecido por lo que logro notar como las luces se encontraban encendidas, su corazón brinco y sonrió sabiendo que Akira ya se encontraba ahí por lo que se apresuró aún más.
En cuanto abrió la puerta Akira corrió a recibirlo y por primera vez en bastante tiempo Kaede sintió algo cálido recorrer su cuerpo, aunque de vez en cuando sus padres venían de América a visitarlo, la verdad era que desde que se separaron nunca antes se había sentido feliz de llegar a casa, no se había sentido en familia.
-Bienvenido!- le dijo al tiempo que le besaba
-Gracias, lo siento tanto, esperaste mucho?- preguntó ahora apenado pero feliz de haberle dado unas llaves de repuesto, Akira negó mientras sonreía feliz
-ya tome una ducha, ve a tomar una tu y después cenaremos
-oh, claro solo deja pedir algo de comer, olvide pasar por la despensa
-no te preocupes yo me encargo- le dijo un rápido beso en los labios, le guiño el ojo y lo encamino a la escalera para que no pasara a ningún otro lugar.
Cuando Kaede bajo por las escaleras camino a la sala sin ver a Akira, de pronto sus ojos se cubrieron por las cálidas manos del nombrado
-te tengo una sorpresa- dijo con voz cariñosa y lo guio por la casa, cuando retiró las manos de sus ojos Kaede pensó que la luz le deslumbraría, sin embargo el comedor se encontraba únicamente alumbrado por luz de velas y decorado como en una de esas películas románticas en las que ambos siempre se quedan dormidos pero que justo ahora parecía increíble, le recordó a la primera vez que cenaron juntos, la cena estaba servida y un florero con rosas rojas lo hacía lucir más romántico.
Kaede no sabía que decir, se sentía apenado y sabía que si hubiera más luz Akira notaría que estaba rojo. Akira lo besó en la mejilla y lo apoyo a sentarse, como sabiendo que no le agradecería ni nada parecido.
-Cuéntamelo todo- dijo feliz Akira mientras comían y un aun apenado Kaede lo miró como si no entendiera- tu primer día como capitán!
-ah, pues... Bien... Creo...-no tenía idea de que contarle sobre su día, miró como Sendoh sonrió como sin ganas, seguro pensando que para variar Rukawa nunca le contaba nada, así que pensó rápido y aclaro un poco su garganta -hoy llegaron 10 chicos nuevos al club...creo que más, llegaron otros después- Akira lo miro interesado y Kaede se sintió más tranquilo, más feliz - El entrenador tuvo que salir hoy, pero recordé lo que me dijiste y les pregunte a los chicos sobre ellos y eso-el otro ahora sonrió- les presente al tonto de Sakuragui, pensé que diría sus tonterías de ser genial pero creo que no hizo quedar mal al equipo ni nada- Sendoh sonrió de lado y Rukawa continuo comiendo un poco más. -a ti qué tal?-preguntó con verdadero interés Kaede y aunque ninguno lo supiera Akira también pensó que no tenía nada interesante que contarle sobre su día -fuiste al equipo de basquetbol, verdad?- preguntó cómo dudando y Akira rio escandaloso
-claro que si!- Kaede lo miro levantando una ceja, como si supiera algo por lo que rio aún más- te diré la verdad, tenía pensado salir pronto de la escuela para ir por ti, pero justo en la puerta un tipo me detuvo, resulto ser el capitán del equipo, así que casi me arrastro para ir- dijo aun riendo- dijo que no esperaba verme ahí, al parecer la asistente había ido a Ryonan para promocionar su equipo pero nunca me encontró y el entrenador le había dicho que iría a Tokio- comentó feliz y Rukawa no logró descifrar realmente lo que sentía, tal vez aun sentía culpa de que Akira se quedará solo por él...
Lavaron los trastes y acomodaron las cosas en silencio, se prepararon para dormir, Akira esperaba a Kaede en la cama, este último se sentó y enseguida sintió el peso de los brazos de Akira sobre sus hombros
-me extrañaste?- la voz de Akira en su oído sonaba increíblemente sensual, al grado de sentir electricidad, Kaede se giró y lo beso, Akira aprovecho el movimiento para acostarlo y poderlo besar mejor, recorrió con sus manos el cuerpo de Kaede y se deleitó con las caricias de este.
-siempre te extraño- contestó Kaede antes de seguir besándolo.