Capítulo 18: Una balada para un corazón herido – Parte II
Viernes por la tarde en el 'centro de operaciones' de El Cuartel del Metal. Casi una semana había transcurrido desde que el segundo guitarrista de Exilieth desconectara su guitarra y saliera corriendo del escenario, dejando a sus compañeros y sus jefes consternados por tan repentina huida. Lo extraño de eso es que, aparte de haberse ido pocos minutos después que el Demonio Kamijou, no se había presentado a los ensayos y no respondía al teléfono. De hecho Misaki y Shinnosuke habían ido a buscarlo a su apartamento el miércoles, encontrándose con que Kusama Nowaki no había vuelto desde la madrugada del domingo.
–Es como si se lo hubiera tragado la tierra –comentaba Shinnosuke sobándose la sien, mientras llamaba por vigésima quinta vez al azabache, pero simplemente no respondía
–¿Qué demonios pudo haber sido más importante como para largarse así? –decía el baterista mientras terminaba de ajustar el pedal de su bombo– Como sea, sólo espero que no sea tan idiota como Sumi como para dejar la banda
–¿Tú crees? De ser así no nos quedará de otra más que buscar un reemplazo o de plano desertar
–Por si no te acuerdas… –aquella conversación empezaba a ponerse tensa– Kazuo nos hizo el 'gran favor' de traer al 'poser', cosa que no hubiéramos logrado por nosotros mismos ¡¿Crees que vamos a correr con la misma suerte?!
–Podríamos pedirle a Keiichi que vuelva
–¡Todo menos eso! Sabes que…
–Elemento que se va, elemento que no vuelve… nosotros mismos pusimos esa regla, pero…
–Oigan ¿no creen que es demasiado pronto hablar de reemplazar a Nowaki-san? –habló por primera vez el castañito de los ojos esmeralda– Además, si quisiera desertar ¿no creen que primero hubiera presentado su renuncia?
Mientras tanto, en un lugar poco más alejado del Cuartel, el Demonio Kamijou velaba el sueño del segundo guitarrista de Exilieth, que yacía sobre su cama. Mientras lo hacía, deslizaba sus dedos entre las hebras oscuras y recordaba cómo habían llegado a éste punto.
FLASHBACK
Sábado por la noche.
…I'm still there everywhere
I'm the dust in the wind
I'm the star in the northern sky
I never stayed anywhere
I'm the wind in the trees
would you wait for me forever?
(…Todavía estoy allí en todas partes
Soy el polvo en el viento
Soy la estrella en el cielo del norte
Nunca me quede en ninguna parte
Soy el viento en los árboles
¿Me esperarías para siempre?) (1)
Concluida aquella canción, el segundo guitarrista de Exilieth no dudó ni tres segundos en salir corriendo tras 'su' Hiro-san. Aunque éste último le llevara ventaja, no pararía hasta encontrarlo. Kazuo, Kai, Ray, Miyagi y el resto estaban consternados, los unos por Hiroki que salió huyendo sin dar tiempo a nada, y los otros por Nowaki, quien había desconectado su guitarra dejando oír el horrible sonido que produjo.
En tanto el Demonio Kamijou corría por las calles tanto como sus piernas se lo permitían. La mayoría de la joven multitud que las llenaba estaba aglomerada en El Cuartel del Metal como cada sábado desde hace exactamente tres semanas, por lo que éstas estaban casi vacías. Cuando respirar se volvió doloroso, se dejó caer sobre un banquillo en un parque. Inmediatamente sus orbes color avellana se llenaron de lágrimas y rompió en sollozos silenciosos, pero tan lastimeros que llegaron a lo más profundo del corazón de un 'metalhead' que le seguía los pasos de cerca.
"Hiro-san…"
–Todo lo que quería era un final feliz… una oportunidad de continuar con una sonrisa ¡¿Acaso era demasiado pedir?!
En otra ocasión se hubiera conformado con dedicarle una sonrisa y una mirada silenciosa, pero eso ya no era suficiente, 'su' Hiro-san necesitaba mucho más que eso. Se arrodilló frente al banquillo en el que el mayor se había acurrucado y retiró algunos mechones que cubrían su frente, para luego dejar sobre esta un beso. Eventualmente el de los ojos avellana le miró y empezó a temblar como cervatillo asustado.
–No temas –puso una mano sobre su hombro en cuanto intentó levantarse– no te haré daño
–¡Aléjate de mí! –el otro le dio un manotazo y se puso de pie, dispuesto a irse, pero el menor fue más rápido– ¡Suéltame, mocoso insolente!
"Por favor, no me toques" rogaba en su pensamiento con tono triste "Duele…"
Los brazos del segundo guitarrista de Exilieth, un 'metalhead' que apenas si conocía, se ceñían alrededor suyo suave pero firmemente. Sintió la misma calidez que la ocasión en que fue a devolverle la plumilla.
"Eso fue lo que obtuve a cambio" pensó "… eso… fue más de lo que esperaba…"
–Lo siento, Hiro-san, pero ya no puedo continuar así –susurró el azabache, tras de él, con la cabeza recargada sobre su hombro– tú… me tocas de tantas maneras, desde que te vi por primera vez yo…
–¡Calla! –ordenó, intuyendo de qué iba esto– ¡Si esto es por lo de tu estúpida plumilla…!
–Es cierto que esa plumilla es muy valiosa para mí, ya que Hiro-san se tomó la molestia de remplazarla, demo…
–¿C-co-cómo lo sabes?
–Eso no importa, lo realmente importante es que yo… Hiro-san, yo te a…
–¡No lo digas! –el mayor empezó a forcejear, pues quería quitárselo de encima a como dé lugar– ¡No sabes lo que dices! ¡Ni siquiera te conozco!
"Por favor calla… calla y no sigas ¿no te das cuenta de cuánto duele?"
–Lo siento, Hiro-san, pero no puedo hacer eso, yo…
Un puñetazo fue a dar directo a uno de los pómulos del guitarrista, y por inercia se talló ahí, dejando ir al castaño. Lo vio correr y no dudó en perseguirlo, pero una luz amarilla se iba acercando cada vez más.
–¡Cuidado, Hiro-san!
Hiroki cerró los ojos, como esperando recibir el impacto, el cual nunca llegó. En cuanto los abrió se dio cuenta de su nueva situación: los fuertes brazos del menor lo protegían mientras ambos yacían sobre la acera.
FIN DEL FLASHBACK
–Mocoso idiota… pusiste tu vida en riesgo por alguien a quien apenas conoces –murmuró con un dejo de pena enmascarado de desdén– Digo ¿Quién en su sano juicio haría eso? Además fue tu culpa
So take this stone with you
And bring yourself back alive
If not for me, for someone else
I will step aside
If it's this easy to walk away
For you to disappear
Were you ever here?
(Así que toma esta piedra contigo
Y tráete de vuelta vivo
Si no es por mí, por alguien más
Me haré a un lado
Si es tan fácil alejarse
Para que desaparezcas
¿Has estado alguna vez aquí?) (2)
Había colocado la tarjeta de memoria del teléfono de Nowaki al suyo, ya que el del menor se dañó durante el percance, y más por curiosidad que por gusto –o al menos eso quería creer– la pasó escuchando algunas canciones, entre ellas esta. Como la vez pasada, de nuevo se ponía a recordar a Akihiko.
"Aquel que trató de seducirlo fui yo… eso fue completamente… ingenuo"
FLASHBACK
–Sólo cubre tus ojos… pretende que soy Takahiro, a quien amas tanto
FIN DEL FLASHBACK
"Cada uno con su amor no correspondido… había pensado que a través del cuerpo mostraría lo que siento, demo…"
Una cálida 'lluvia' caía sobre las mejillas del segundo guitarrista de Exilieth, quien abría los ojos lentamente para descubrir que su origen era ese par de orbes que lo cautivaron desde la primera vez.
–Hiro-san –soltó en un susurro mientras sus largos dedos se deslizaban entre la cabellera castaña
"¡¿Ah?!" eso tomó por sorpresa al Demonio Kamijou. "la sensación de su roce… es la misma que la de 'esa' persona, pero ¿realmente se parecen?..."
–¡Aaagh, no hagas eso! –lo alejó de un manotazo y se secó rápidamente las lágrimas
–Eres increíble, Hiro-san –espetó el otro sin siquiera inmutarse– por eso es que yo te…
En eso se escuchó el toque del timbre, por lo que tuvo que ir a atender.
–¡Kamijou! –exclamaron afuera
–Shinoda –murmuró de mala gana– ¿Qué quieres?
–Saber cómo está mi otro guitarrista
–¿Qué? –eso lo tomó desprevenido
–¿A poco creíste que no me enteraría que has ocultado a Nowaki por casi seis días?
–¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién te…?
–Eso no importa, el punto es que no puedes tenerlo aquí para siempre –el castaño se sorprendió, pues conocía al pelirrojo de hace tiempo y no lo había visto tan serio como ahora– él se debe a su público por decirlo de alguna manera
–¡Shinoda-san!
–¡Nowaki! ¿Qué pasó contigo, hombre? Hace seis días te desapareciste –Kai volvía a su mismo tono alegre, y eso de cierta manera molestó al castaño– ¿Todo bien?
–Sólo tuve un pequeño percance –rio el menor sobándose la nuca– nada grave
–Supongo que irás a los ensayos ¿no? Sólo tienes hoy y mañana por la mañana
–¡Por supuesto que…!
–¡Por supuesto que no! –Hiroki estalló. Luego le apuntó al guitarrista con el dedo– ¡Tú tienes qué descansar! Aun estás pálido ¡Y tú…! –refiriéndose al pelirrojo– ¡Ve a molestar a alguien que no sean Nowaki ni yo!
Dicho esto le cerró la puerta en la cara.
–¡Ja, lo sabía! –festejó Kai, yéndose al Cuartel– Me voy a divertir mucho con estos tortolitos… hmm… pensándolo bien… a Akira le vendría mejor que a mí (3)
–Ese libro –hasta apenas Hiroki notó que el segundo guitarrista traía uno de los libros que guardaba celosamente en un aparador
–Lo siento, tomé este sin permiso… veo que te gusta mucho este autor
–¿Ah, sí? ¿Por qué lo dices?
–Guardas tres volúmenes de cada libro en un lugar seguro… -espetó el guitarrista mientras se sentaba a echarle un vistazo– noté que fue alumno de la universidad T, igual que tú…
–¿Cómo sabes que yo…?
–Los chicos… fuiste sensei de Tödö Shinnosuke y Sumi Keiichi, y actualmente lo eres de Takahashi Misaki
"Rayos, este tipo está bien informado… aterrador"
–Bueno, sí, pero…
–Hiro-san ¿alguna vez lo has visto?
–Sí –la mirada de Hiroki se ensombreció– él era mi amigo de la infancia
"La persona a la que amo… ¡no, la persona a la que amaba!"
CONTINUARÁ