Golden Knight no baai: Querida madre, querido padre
Cuarto día de vacaciones. Ya había logrado vender un poco más de la tercera parte de las cosas que separó del desván. Ahora se encontraba en un café Internet, frente al computador, anunciando la venta de su colección de cartas de Yu-gi-Oh. En cuanto terminó de poner el anuncio, se puso a navegar un rato en la red hasta que un evento en especial le trajo más recuerdos: el próximo concierto de Arch Enemy para promocionar su nuevo disco con su nueva vocalista (1).
Terminado su tiempo, le pagó al encargado y salió directo a su apartamento. Sin pensarlo mucho, fue a su recámara y sacó de un cajón debajo de su cama, el álbum de fotografías que por alguna razón conservaba. Conforme pasaba las páginas, un horrible sentimiento se apoderaba de él. Cortaba cada fotografía con las tijeras, como si cada uno de los cortes se los hiciera a las personas reales.
–Te odio –con la mandíbula apretada y una lágrima fluyendo por su mejilla, seguía cortando las fotografías– Te odio… te odio… te odio… los odio…
La siguiente fotografía mostraba a los segundos causantes de aquel recuerdo que tanto lo hacía sufrir.
Dear Mother, Dear Father,
What is this hell you have put me through,
Believer, Deceiver,
Day in day out live my life through you,
Pushed onto me what's wrong or right,
Hidden from this thing that they call life
(Querida madre, querido padre
¿Qué es este infierno en el que me has puesto?
Creyente, impostor
Día adentro, día afuera, vivo mi vida a través de ti
Presionado dentro de mí ¿Qué está bien o mal?
Escondido de esta cosa a la que llaman vida)
ALGUNOS AÑOS ATRÁS
Nuevo día. Los rayos del sol entraban a través de las pequeñas rendijas de las persianas, y pasaban por debajo de sus pestañas hiriéndole un poco la vista. Al abrir los ojos por completo, se topó con esos ojos color plata en los que se vio reflejado por primera vez el verano del año pasado. No entendía cómo un error tan estúpido como estropear uno de los tesoros más valiosos de su maestro lo condujo hasta esta situación, pero… ahí estaba, desnudo en cuerpo y alma, como cada fin de semana, acunado en el cálido lecho de su sensei. Un dulce beso de buenos días hacía crecer sus esperanzas, las esperanzas de vivir un romance con la persona que más admiraba y…
–Sen-sei… –sus mejillas estaban rojas– te quiero.
–Lo sé, Shinno-tan.
…amaba. Así se habían vuelto los días desde aquel incidente: Ijuuin Kyo le seguía enseñando artes marciales, le seguía dando lecciones con el bajo, pero tenía que hacer los quehaceres de su casa diariamente como pago por descomponer ese preciado instrumento. Era un trabajo duro considerando el tamaño de la casa y el desastre colosal que el mangaka dejaba cuando se desanimaba, pero aun así todo era felicidad para él.
Dear Mother, Dear Father,
Every thought I'd think you'd disapprove,
Curator, Dictator,
Always censoring my every move,
Children are seen but are not heard,
Tear out everything inspired
(Querida madre, querido padre
Cada pensamiento que tendría tú desaprobarías
Curador, dictador
Siempre censurando cada movimiento mío
Los chicos son vistos más no son oídos
Desgarra todo lo inspirado)
No obstante, y como todo en esta vida, nunca faltaban aquellos que no soportaban ver tanta felicidad en un ser inocente. Un día lunes Shinnosuke se había levantado de ánimos: ese lunes iría con su mentor a unas aguas termales, solo ellos dos. Empacaba sus cosas en una pequeña mochila, y justo cuando pretendía salir, sus padres lo interceptaron.
–Tödö Shinnosuke –habló su padre con tono serio. Tragó grueso: sabía que si se mencionaba su nombre completo, era un asunto de vida o muerte– tu madre y yo queremos hablar contigo.
–Hai –una vez que todos se sentaron en la pequeña salita, preguntó: –¿Pasa algo malo?
Sus dos progenitores se miraron entre sí, y luego el patriarca continuó.
–Tienes terminantemente prohibido ir a casa de Ijuuin Kyo –sentenció a quemarropa.
–¿Qué? –tenía un mal presentimiento de esto.
–Hijo… sabemos que admiras a ese muchacho desde que te rescató hace año y medio –decía su madre en un tono un poco dulce– pero te estás volviendo muy dependiente de él y nos preocupa. Además… la gente está empezando a murmurar cosas sobre ti y nosotros.
–Etto… yo… no puedo hacer eso –balbuceó en un tono tan bajo que nadie lo escucharía. Para su mala fortuna su madre sabía leer los labios.
–¿Por qué no puedes, hijo? ¿Pasa algo con él?
–¡No, no hay nada de qué preocuparse!
–Shinno, por favor no mientas… lo que sea que esté pasando, puedes confiar en nosotros… somos tus padres y nosotros sabremos cómo ayudarte.
–Bueno… etto… yo… –las palabras de su madre ciertamente le inspiraban confianza, pero aun así no dejaba de sentirse inquieto– descompuse un bajo muy costoso de sensei y debo pagarlo… etto…
–¿Es solo eso? –inquirió su padre con desconfianza, pero Shinnosuke asintió– ¿A cuánto ascienden los daños?
–Etto… 614,758.53 yenes (2) –farfulló, deseando que en ese momento se lo tragara la Tierra. Sus padres le miraban sumamente sorprendidos.
–¡¿Y de dónde quiere que saques esa cantidad?! –se exaltó su padre.
–Sensei fue muy accesible conmigo… solo tengo que limpiar su casa todos los días… hasta que pague mi deuda –padre y madre se miraban mutuamente, había algo en las palabras de su hijo que no les gustaba.
–¡¿Tienes idea de cuánto va a llevarte pagarle?! ¡De ninguna manera voy a permitir que sigas trabajando para ese tipo! ¡Vas a descuidar tus estudios si sigues así!
–Pero…
–Tu padre tiene razón, Shinno… por favor, no lo veas por un tiempo. Nosotros nos encargaremos de conseguir el dinero, pero por favor no lo veas por el momento, no nos gustaría que nuestro único hijo estuviera en boca de todos…
–¿Ah?
–Ya conoces cómo es la gente de malpensada… dos jóvenes solos en una enorme casa, tu amigo no tiene padres que lo supervisen…
–Pero mamá, sensei…
–Por favor, hijo, no compliques más las cosas –su padre perdía la paciencia– No verás a tu amigo y punto.
Innocence,
Torn from me without your shelter,
Barred reality,
I'm living blindly
(Inocencia
Arrancada de mí sin tu protección
Realidad abarrotada
Estoy viviendo ciegamente)
Los días transcurrían lentos y pesados para él, pues no tenía permitido salir de casa más que para ir a la escuela. Le habían comprado una laptop con varios libros virtuales para ahorrarse el salir a la calle; si quería golosinas o algún videojuego, no dudaban en comprárselo con tal de que no saliera; además lo ponían a estudiar arduamente, pues ya se aproximaban los exámenes de admisión a la universidad.
–Maldición, no entiendo esto –se quejaba un sábado mientras intentaba por tercera vez resolver un ejercicio de Cálculo Diferencial.
–¿Estudiando para tu examen de admisión?
–¡Sensei!
En efecto Ijuuin Kyo se encontraba justo dentro de su habitación.
–¿C-cómo… cuándo…?
–Tu madre olvidó cerrar la puerta trasera antes de irse… desde hace unos veinte minutos.
–¡Pero…! ¡No puedes estar aquí! –replicó, y luego agregó en un tono más bajo– Yo… les dije que descompuse tu bajo y ahora no me dejan verte…
–Lo sé. Ayer fueron a pagarme y a pedirme –enfatizó esa palabra con los dedos– que me alejara de ti…
–¿Y qué hiciste?
–Rechacé el dinero –respondió con simpleza.
–¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!
–Shinnosuke –Kyo le miraba directo a los ojos y por primera vez pronunciaba su nombre entero– escucha con atención: yo te quiero… te quiero como no tienes idea –luego lo rodeó con ambos brazos– y no voy a permitir que nadie, ni siquiera tus padres, me alejen de ti.
–¿Pero qué hay del…?
–El bajo es solo un pretexto. Lo importante, y que te quede bien claro, es que eres mío y no podrás librarte tan fácil de mí ¿entiendes?
A partir de entonces comenzaron los encuentros furtivos: si bien era cierto que eran contados, trataba de que fueran memorables tanto para él como para su mentor. Sin embargo, un jueves en la tarde su vida dio un giro: iba saliendo de la escuela, con un papel en mano que indicaba sus resultados del examen de admisión. Iba tan feliz porque fue aceptado en la universidad que eligió, que no dudó ni un segundo en ir a encontrarse con su sensei y amante.
–¡Sensei! ¡A qué no adivinas que ha pasado esta vez!
–Adivinaré… fuiste aceptado en la universidad...
–¿Cómo lo…?
–Por tu cara de felicidad y la forma en que abrazas ese papel –luego fue rodeado de la cintura, por la espalda– Muchas felicidades… estoy orgulloso de ti –luego debilitó un poco el agarre para sacar algo de un cajón del mueble de junto– y por esta razón mereces esto.
–¡Por amor a Jashin, pases para el concierto de Arch Enemy (3)! –en efecto era un par de boletos atados pulcramente con un listón verde. Su emoción ante esto era tal que se volteó de frente a su maestro y se lanzó sobre él en un efusivo abrazo– ¡Te amo, te amo, te amo…!
El timbre había empezado a sonar hace unos segundos, pero estaban demasiado ocupados demostrándose amor entre besos y caricias que no se percataron de que la puerta fue abierta y tres personas veían la escena, una un poco sorprendida y las otras dos completamente horrorizadas.
Dear Mother, Dear Father,
Time has frozen still what's left to be,
Hear Nothing, Say Nothing,
Cannot face the fact I think for me,
No guarantee, its life as is,
But damn you for not giving me my chance
(Querida madre, querido padre
El tiempo se ha congelado, ¿qué queda por ser?
No oigas nada, no digas nada
No puedes aceptar el hecho de que pienso por mí mismo
No hay garantía, la vida es como es
Pero te maldigo por no darme mi oportunidad)
Quien había abierto la puerta no era nadie más ni nadie menos que el editor de su sensei, Kirishima Zen. Después de semejante escena, Tödö Shinnosuke había sido llevado prácticamente a rastras a su casa.
–¿Así que era por esto? –habló su padre con tono severo– Exactamente ¿Qué tipo de relación tienes con Ijuuin Kyo?
–Él… es… ¡él es mi novio! –se atrevió a decir.
Los ojos de su madre se empañaron y las lágrimas no se hicieron esperar. El padre, furioso, le propinó una fuerte bofetada.
–¡¿Desde cuándo?! ¡¿Desde cuándo me has estado viendo la cara de idiota?!
–Yo…
–¡Te hemos dado todo lo que has querido cuando lo has querido, te hemos dado techo, protección, alimento, jamás te dimos esa clase de ejemplos! ¡¿Así es como agradeces todo lo que tu madre y yo hemos hecho por ti?! ¡¿Saliendo con un hombre?!
–Yo… simplemente me enamoré –dijo el chico.
–¡Eso no es explicación! –enfureció el hombre, dándole otra bofetada– ¡Recuerda que tu sueño es estudiar administración, graduarte con honores, casarte con una buena mujer y formar una familia!
–¡Hijo, por favor hazle caso a tu padre! –rogaba su progenitora– ¡Él y yo hacemos esto por tu bien! ¡Además, acabas de cumplir los 18 años! ¡Por favor no eches a perder todo por un capricho de adolescente!
–Lo siento, madre… pero yo lo amo. Padre… –dijo el castaño de los ojos ámbar, con voz casi solemne– lo recuerdo… pero ese es tu sueño, y con todo respeto, lo abandono para conseguir el mío.
Después de estas palabras, ninguno de los dos dijo nada. Lo único que se escuchaba eran los sollozos de su madre.
–¡Mira lo que le has hecho a tu madre! –replicó el hombre nuevamente– ¡A esta mujer que te dio la vida, que se ha sacrificado por ti! ¡¿Y todo para qué?!
–Madre… yo… –los ojos de Shinnosuke se tornaron acuosos por aquellas palabras.
–¡¿Es que prefieres que estemos en boca de todos, antes que mantener el honor de esta familia?! –el castaño apretó los puños– Pues ahora como pago por tus acciones… –sentenció el padre– tú ya no eres más mi hijo.
–Padre…
–Toma tus cosas y lárgate de una vez.
–Pero…
–He hablado.
Dear Mother, Dear Father,
You've clipped my wings before I learned to fly,
Unspoiled, Unspoken,
I've out grown that f*cking lullaby,
Same thing I've always heard from you,
Do as I say not as I do
(Querida madre, querido padre
Cortaste mis alas antes de que aprendiera a volar
Sin arruinar, sin decir
Hice crecer demasiado esa canción de cuna de mi*rda
Lo mismo que siempre he escuchado de ti
Haz lo que digo, no lo que hago)
Mojado como un gato. No podía verse más deplorable en esos momentos, pero lo estaba. La lluvia lo había atrapado a medio camino una vez que, con el corazón hecho pedazos, saliera del que alguna vez fue su hogar, por ello se encontraba sentado en un columpio de algún parque, camuflando sus amargas lágrimas con las gotas de lluvia. La gente avanzaba bajo sus sombrillas negras sin siquiera voltearlo a ver, pero eso no le importó. En esos momentos lo único que pasaba por su cabeza eran los acontecimientos que lo llevaron hasta esta situación, desde que fue salvado por Ijuuin Kyo hace dos años, hasta apenas hace unas horas.
“Sensei… por favor sálvame de este infierno…”
Y tal como la primera vez, un par de aprehensivos ojos grises y aquellos brazos protectores le devolvieron la seguridad y calidez que necesitaba.
Innocence,
Torn from me without your shelter,
Barred reality,
I'm living blindly
(Inocencia
Arrancada de mí sin tu protección
Realidad abarrotada
Estoy viviendo ciegamente)
Seis meses transcurrieron después de aquello. Ijuuin Kyo había sido sumamente generoso por permitirle vivir en su casa luego de que sus padres prácticamente lo dejaran totalmente desamparado frente al mundo, además que ya había completado el primer semestre de la carrera que eligió más por obligación que por gusto. Gracias a esto último y a sus calificaciones tenía la oportunidad de solicitar su cambio de carrera (4) y el derecho a una beca. Sí, el inicio no había sido bueno, ni mucho menos el interludio, pero sin duda pensaba que de otra forma no pudieron haberse dado las cosas.
–Nee, Shinno-kun –el chico ya había cumplido los dieciocho, por ello decidió cambiar el sufijo después de su nombre. Ambos se encontraban en la terraza de un agradable canta-bar (5) – ¿Recuerdas cuando fuimos al recital de Arch Enemy?
–¡Cómo olvidarlo! ¡Estaba hasta la m*dre y apenas si nos podíamos mover!
–Bueno… no te lo dije antes porque ni yo mismo sabía qué saldría de esto, pero… ahí conocí a un chico que trabaja para una revista, Metal Militia. Él se llama Shizuku Ishi (6)… en fin, el punto es que unas semanas más tarde me pidió que le ayudara con un artículo para esa revista ya que uno de sus antiguos creadores de contenidos dejó el puesto por problemas personales… pero bueno, volviendo al punto, a los lectores y los superiores les gustó mi artículo y me han pedido ser su nuevo creador de contenidos ¿tú qué opinas?
–¡Por amor a Jashin, ¿en serio tú escribiste ese artículo?! –el mayor asintió– ¡Definitivamente tienes que aceptar! Esa revista ya se estaba quedando estancada.
–¿En serio?
–Te lo dice un lector que estaba perdiendo la esperanza.
–Y eso no es todo…
–¿Hay más?
–Sip… hace un tiempo pensé en preguntarte algo… de momento es simbólico, pero sé que llegará el momento en que esto sea aprobado no solo por la ley, sino también por la sociedad en general…
–¿Ah? –el menor no entendía de qué iba eso, y menos cuando el mayor se arrodilló frente a él. Agradecía enormemente que no hubiera gente observándolos.
–Tödö Shinnosuke… ¿Te casarías conmigo?
Su corazón latió tanto que parecía querer salirse de su sitio, las mejillas se le acaloraron y tomaron un intenso color rojo, sus labios levemente separados y los ojos abiertos de sobremanera dejaban ver su sorpresa ante tal declaración. Sin embargo no tuvo que pensarlo mucho para darle el sí como respuesta. Inmediatamente su anular fue coronado por un bonito anillo plateado con grabados laterales en fondo negro, con tres pequeñas piedras color verde en medio (7).
I'm in hell without you,
Cannot cope without you two,
Shocked at the world that I see,
Innocent victim please rescue me
(Estoy en el infierno sin ti
No puedo hacerle frente sin ustedes dos
Shockeado por el mundo que veo
Víctima inocente, rescátame por favor)
Sí, Ijuuin Kyo era sin duda su razón de despertar cada día con una sonrisa y continuar adelante. Si bien era cierto que eso le había costado perder el amor y protección de sus padres, el tenerlo a él superaba con creces ese trago amargo. Pero como todo en esta cosa llamada vida, las personas cambian o muestran su verdadero ser. Eso lo supo de la peor manera. Primeramente las rutinas de ambos poco a poco iban aminorando el tiempo de convivencia; después venían los constantes bajones de ánimo de sensei. Él como todo buen novio sumiso, prefería callar y ayudarlo en todo lo posible. Luego vino algo inesperado: Kyo-sensei no solo se desanimaba con mayor frecuencia, sino también se ponía irritable.
–¡Kyo, ¿Dónde estabas?! –en una ocasión el mayor había llegado por eso de las dos y media de la madrugada– ¡Te estoy marque y marque, y me mandas al buzón! ¡Me tenías preocupado!
–No empieces –masculló el ojigris secamente.
–Oh… errr… ¿quieres que te prepare algo de cenar?
–No te molestes, me voy a dormir.
–O-okay…
Asimismo ya se volvía rara la vez que hacían el amor. Por otra parte notaba que llamaba con mucha frecuencia a Shizuku Ishi o cuando éste le llamaba salía de casa como alma que lleva el diablo y volvía a altas horas de la noche. El porqué de todas estas cosas no lo sabía con certeza, pero tenía la ligera sospecha de que Ijuuin ya empezaba a cansarse de él. Y lo confirmó una noche: previamente le había enviado un mensaje a Kyo, diciéndole que llegaría tarde de la escuela, pues debía quedarse a ayudar al club de Kendo (8) con los nuevos reclutas. Le dolió un poco que no le respondiera, como si no le importara. En fin, trató de no darle importancia y siguió con sus actividades hasta la tarde. Después de eso unos compañeros lo invitaron a tomar unos tragos; al principio estaba renuente, pues no quería causarle molestias ni preocupaciones a su pareja, pero después de mucha insistencia accedió… ya después le inventaría cualquier excusa. Grave error.
–Ya estoy en casa –anunció, pero notó que la puerta estaba abierta– ¡Rayos, Kyo! ¿Por qué dejas la puerta abierta? ¿No ves que es peligroso?
Notó que había un par de zapatos adicionales a los de Kyo en la entrada, seguramente debía ser Kirishima-san o Shizuku-san que venían por asuntos de trabajo. Sin embargo sus miedos empezaron a aflorar cuando vio ropa tirada en el sofá, y esta dejaba un rastro que iba desde las escaleras hasta la recámara que compartía con su ídolo y amante.
“¡No! Kyo no sería capaz…” trataba de auto-convencerse “Él me ama, yo lo sé… seguro sólo está desanimado… de nuevo…”
Pero la incertidumbre y su curiosidad ganaron, así que buscó la llave de la recámara y con mucha cautela la insertó en la ranura del picaporte, abrió la puerta lentamente solo para arrepentirse de haberlo hecho: sobre la misma cama que compartía con Kyo, éste y otra persona se encontraban completamente desnudos; el primero sostenía las piernas del segundo sobre sus hombros mientras lo embestía salvajemente; los gemidos y respiraciones agitadas de ambos no solo resonaban en la habitación, sino también lo harían en su memoria y corazón de por vida… pero las palabras que alcanzó a escuchar lo perseguirían en sus sueños por mucho tiempo.
–Kyo… ¿Qué hay… de… Shinnosuke?...
–Él… es solo un chico que recogí…
Dear Mother, Dear Father,
Hidden in this world you've made for me,
I'm Seething, I'm Bleeding,
Ripping wounds in me that never heal,
Undying spite I feel for you,
Living out this hell you always knew
(Querida madre, querido padre
Escondido en tu mundo que creaste para mí
Me estoy agitando, estoy sangrando
Arrancando en mí heridas que nunca se curan
Maldad hacia ti que nunca muere
Viviendo este infierno que siempre conociste)
No irrumpió en la habitación, no armó ningún escándalo ni escenas de celos, no soltó un sollozo ahogado o por lo menos una lágrima. Solo atinó a dejar el anillo frente a la puerta, tomar las pocas cosas que no se encontraban en la recámara, y bajo el amparo de la Luna, emprender su marcha de Nagoya (9) a Tokio, para reconstruir su vida lejos de esas tres personas que a partir de ahora odiaría con toda el alma.
CONTINUARÁ…
