Capítulo 5: Debut ¿y despedida?, parte 2
Ocho con treinta minutos. La gente no dejaba de llegar a El Cuartel del Metal. El lugar consistía en dos plantas de exterior negro y de interior de madera café oscura repleto de fotografías, discos de vinilo, réplicas de guitarras, plumillas y artículos diversos –algunos autografiados– de grandes leyendas del rock y el metal, distribuidos estratégicamente. Ambas plantas tenían los característicos muebles rústicos, pero la primera tenía una rockola reproduciendo Iron Man (1) y en medio un escenario con batería y micrófono incluido para las cuatro bandas que tocarían en una hora aproximadamente, además de la clásica barra –también de madera– donde el bartender y algunas empleadas surtían las órdenes de los clientes. En la segunda planta, en cambio, no había piso en la parte central, esto con la finalidad de que pudieran presenciar desde ahí lo que sucedería en el primer piso. Por seguridad el perímetro fue asegurado por barandales.
A simple vista el lugar podría pasar como un restaurante familiar, aunque contaba también con dos mesas de billar en cada planta. Sin embargo, lo que le daba el toque distintivo era que se encontraba en una zona accesible y libre de los molestos ruidos de la ciudad, además de las luces neón y la clientela misma: hombres y mujeres, desde los 17 hasta pasados los 50 años, desde black metallers y thrashers hasta rocanroleros e indie-rockers (2). Lo más llamativo de esto último era que, a pesar de tener sus diferencias, todos convivían cordialmente y sin conflictos.
Cabe decir que siempre hay excepciones, entre las que se encontraban ciertos profesores de Literatura de la Universidad Mitsuhashi, un afamado escritor que –después de una entretenida tarde en casa de Takahiro– decidió no volver a la suya para evitar a su molesta editora, y el que los había invitado. Se habían cambiado a una mesa más alejada del escenario.
–… así que la idea de abrir este lugar no fue tuya sino de Shinoda ¿eh? –espetó Miyagi luego de una breve anécdota
–Así es –respondió Kazuo Reese– Deberían ver su casa, parece el mismo museo del rock
Ahora sonaba otra clásica.
She's got a smile that it seems to me
reminds me of childhood memories
where everything was a flesh as the bright blue sky…
(Ella tiene una sonrisa que me parece
me recuerda las memorias de la niñez
donde todo era tan fresco como el brillante cielo azul…) (3)
–Me recuerda los buenos tiempos –prosiguió Miyagi nostálgicamente– ¿Saben? Yo estuve en una banda de rock cuando estudiaba la preparatoria
–Aquí vamos de nuevo –bufó cansinamente el profesor Kamijou
–¡Quita esa cara, hombre! Vinimos a divertirnos
–¿Vinimos? ¡Tú me trajiste! –estalló el castaño
–Tan cascarrabias como siempre ¿no? –soltó el rubio con sorna y dirigió su vista al peliplateado– En serio no sé cómo lo aguantaste tanto tiempo ¿eh?
–Ni yo mismo tengo idea –Akihiko sonrió siguiéndole el juego
–¡Claro! Lo dice el que se la pasaba picándole la cresta (4) a todo el mundo
–¡Sólo era una broma! No puedo creer que todavía no lo superes –respondió Kazuo burlonamente
–¡¿Cómo se supone que supere eso si todavía tengo las cicatrices?! –Kamijou estiró el brazo mostrando una enorme cicatriz en el dorso, con algunos puntos
–¡Sólo te empujé de un árbol, no fue tan grave!
De repente llegó Kai a interrumpir la conversación.
–¡Son casi las diez! –dijo el pelirrojo atropelladamente
–Oh… lo siento, mis chicos ya van a tocar –espetó Kazuo levantándose de su asiento– Los veo al rato
Dicho esto se alejó dejando solos a los tres hombres.
–Todavía no entiendo por qué viniste a un sitio tan feo como este en lugar de ponerte a trabajar –soltó Hiroki con cierto reproche
–¡Vamos, Kamijou-kun! El pobre hombre también necesita relajarse
–¡¿Cómo puede uno relajarse con tanto ruido?! Además… se nos quedan viendo raro
–Estoy de acuerdo con eso –musitó Usami– pero al menos nunca se le ocurrirá buscarme aquí
–Yo digo que mejor nos larguemos mientras podamos
–No digas eso, sería muy descortés
En una habitación tras El Cuartel del Metal, las bandas esperaban el momento.
–¿Listos todos? –dijo Kazuo entrando en compañía de Kai
–¡Listos! –dijeron todos a coro, excepto cierto novato
–¿Y tú, Misaki-kun?
–Etto… ¡Listo! –espetó nerviosamente
Diez en punto. Kimoniya Ray anunciaba a las bandas, dando comienzo al show. Un grupo de chicas, todas vestidas al estilo gothic lolita y un chico con un traje al más puro estilo de Sebastian Michaellis, aparecieron en el escenario.
When you're taught through feelings...
Destiny flying high above
all I know is that you can realize
Destiny who cares {destiny who cares}
as it turns around {as it turns around}
and I know that it descends down on me
(Cuando te enseñan con sentimientos...
Destino volando en lo alto
Todo lo que sé es que te puedes dar cuenta
Un destino qué cuidar {un destino qué cuidar}
Mientras gira {mientras gira}
Todo lo que sé es que desciende hacia mí) (5)
La audiencia gótica fue la primera en levantarse de sus lugares y aglomerarse alrededor del escenario.
–Estas niñas de ahora –masculló Hiroki con desgano– Se dicen góticas sólo porque vieron las estúpidas películas de Crepúsculo… apuesto a que ni siquiera han leído los libros (6)
Desvió la vista topándose con Danielle.
"¿No es esa la amiguita de Misaki?"
Después de interpretar varias canciones del género, fueron despedidas por el público para dar paso a la segunda banda, que subió e inició con un clásico.
Time, it needs time
To win back your love again
I will be there, I will be there...
Love, only love
Can bring back your love someday
I will be there, I will be there...
(Tiempo, se necesita tiempo
Para ganar nuevamente tu amor
Yo estaré allí, yo estaré allí...
Amor, sólo amor
Puede devolver tu amor algún día
Yo estaré allí, yo estaré allí...) (7)
–Ah, recuerdo cuando le dediqué esa canción a una novia que tuve antes de Risako –decía Miyagi– bueno, una ex-novia en realidad
–¿Y qué pasó? –preguntó Akihiko con interés
–Ya salía con otro, pero aun así yo la quería mucho
Posteriormente sonó algo más pesado.
Finished with my woman 'cause she couldn't help me with my mind
People think I'm insane because I am frowning all the time
All day long I think of things but nothing seems to satisfy
Think I'll lose my mind if I don´t find something to pacify
Can you help me?
Occupy my brain?
Oh, yeah!!!
(Terminé con mi mujer porque no podía ayudarme con mi mente
Las personas piensan que estoy demente porque frunzo el entrecejo todo el tiempo
Todo el día pienso en cosas pero nada parece satisfacerme
Pienso que perderé mi mente si no hallo algo para pacificarla
¿Puedes ayudarme a ocupar mi cerebro?
¡Oh, sí!...) (8)
–Recuerdo una fiesta en la que tocamos esa canción… mucho mejor que estos chicos, pero en fin… al final los vecinos terminaron llamando a la policía y nos arrestaron a todos –rio Miyagi ante esto último– para mi mala suerte aún vivía con mis padres… ya se imaginarán el castigo que me dieron…
–No cabe duda que este tipo de música mueve a los jóvenes a cometer estupideces –soltó Akihiko en un suspiro lleno de pesadez
–Amén –le secundó Hiroki
–¡Oh, vamos! No es para tanto… además, mientras no dejes de escuchar rock o metal, no dejas de ser joven
–E inmaduro –susurró el castaño
Faltaban dos bandas por pasar.
–Cambiemos nuestro repertorio –soltó Misaki repentinamente
–¡¿Qué?! –los otros tres le miraban como si le hubiera salido un brazo extra
–¡¿Estás loco?! –Shinobu fue el primero en protestar– ¡Hemos ensayado toda la semana!
–Lo sé, pero… ya han tocado algunas de las canciones que escogimos
–¿Y eso qué?
–No lo sé, se vería un poco raro tener que repetir
–Misaki tiene razón –apoyó Nowaki– Además somos los últimos, debemos causar una buena impresión
–¡Pero ya no hay tiempo!
La penúltima banda arrancaba con Seek & Destroy.
We are scanning the scene in the city tonite
We are looking for you to start up a fight
There is an evil feeling in our brains
But it is nothing new, you know it drives us insane
Running, on our way
Hiding, you will pay
Dying, one thousand deaths…
(Estamos examinando la escena en la ciudad esta noche
Te estamos buscando para armar una pelea
Hay un sentimiento maligno en nuestros cerebros
Pero no es nada nuevo, tú sabes que nos vuelve locos
Corriendo, por nuestro camino
Ocultándonos, vas a pagar
Muriendo, mil muertes…) (9)
–Yo también estoy de acuerdo –espetó Shinnosuke– ¿Quién vota porque cambiemos el repertorio? –todos, excepto Shinobu, levantaron la mano– Ok, propongan, tienen que ser seis y una para cerrar… ¡Yo pido Reptilia y Seven Nation Army!
–¡I miss you y Gave up Easy! –aportó el más alto
–¡Let the Madness Begin! –soltó Shinobu
–¡All Nightmare Long! –dijo Misaki– Bueno, aunque dudo poder cantarla… ¡Ya sé, la cantaremos entre dos para no restarle potencia!
–Ok, cuenta conmigo –dijo Nowaki, y luego preguntó: – ¿Y con qué vamos a cerrar?
–¡Ya sé! –espetó el castaño de ojos ámbar– ¡Digan la primera que se les ocurra y con la que coincidamos, con esa cerramos!
–Nos vamos a llevar toda la vida –alegó el rubio
–¿No sería más fácil si hacemos un sorteo? –propuso el ojiesmeralda
Y así pasaron un rato discutiendo sin llegar a nada.
–Siguen ustedes –espetó Kai, dándoles un buen susto
–Pero…
–Vamos, vamos… Ray ya los anunció
El pelirrojo los empujó para que salieran.
–Qué lindo está el guitarrista pequeño –decían varias chicas, ninguna por arriba de los 20 años, en son de burla
–¿Se supone que ese alfeñique es mi reemplazo? –decía Keiichi Sumi, que estaba con ellas
–Contrólate, Misaki –masculló Shinobu por lo bajo, mientras el menor apretaba los puños
–No les hagas caso –dijo Shinnosuke– Sólo son metaleras trofeo (10)
–Tranquilo, mejor demuéstrales lo que puedes hacer, como lo hiciste con nosotros –farfulló Nowaki dándole unas palmadas en el hombro
Misaki asintió y aflojó sus manos deshaciendo los puños, sintiéndose aliviado por esas palabras. Ya sobre el escenario empezaron a tocar su repertorio como lo acordaron. Los tres mayores miraban desde lejos, pues el resto de la audiencia ya había abarrotado el perímetro del escenario.
–A ese Kai qué le pasa –siseó Hiroki– Mira que usar a adolescentes para tocar esa horrenda música cuando deberían estar en casa estudiando
–Sólo se divierten –dijo Miyagi– Además, tú también fuiste joven: también te saltabas las clases, ibas a las fiestas de…
–¡Claro que no! ¡A diferencia tuya, mis padres no me dejaban hacer lo que se me diera la gana!
–¿Saben qué? Ya me aburrí –espetó Usami– Me voy de aquí
Se levantó de su lugar dispuesto a irse, pero Kazuo lo interceptó a tiempo.
–¡Vamos, Akihiko! Quédate un rato más
–No
–Por favor
–No
–¡Te daré mi colección completa de plumillas!
–No me gustan esas cosas
El novelista checó su móvil para saber la hora, pero varias llamadas perdidas de su editora lo hicieron desistir de cualquier huida.
–Está bien –suspiró derrotado– Con tal de no encontrarme con Aikawa
Los chicos ya habían terminado con su repertorio, pero no habían podido elegir la canción que cerraría. El público aclamaba, ya que en toda la noche ellos habían sido los primeros en tocar géneros variados.
–¿Qué hacemos ahora? –preguntó Nowaki en voz baja, disimulando sus nervios
–No lo sé –Shinnosuke temblaba un poco
–Maldita sea –murmuró Shinobu entre dientes
Misaki no decía nada, la mirada gacha y los cabellos le tapaban casi toda la cara. Todo mundo, incluso Kazuo, Kai y Ray, pensaron que en cualquier momento colapsaría en un ataque de nervios.
–Síganme –dijo finalmente en un susurro apenas audible para los otros tres
Tres simples acordes fueron suficiente para que reconocieran la canción que el pequeño eligió para cerrar. Los acordes de Nowaki y Misaki, acompañados de las potentes percusiones de Shinobu y la ligera distorsión en el bajo de Shinnosuke, rompieron con el silencio que se había formado unos segundos atrás. La audiencia gritaba extasiada y conforme avanzaba la canción, hacían el headbanging (11).
"Me recuerda mucho a alguien" pensaron simultáneamente los tres hombres sin reconocerle.
Misaki sacaba a relucir su talento con la guitarra. Nowaki –a pesar de ser segundo guitarrista– tampoco se quedaba atrás, sus dedos ejecutaban un poderoso rift que, junto a los profundos bajeos de Shinnosuke y la potencia de la batería a manos de Shinobu, creaban un sonido que retumbaba cual trueno en todos los confines, pero a la vez era tan calmante como el suave soplar del viento. Al principio la canción comenzó con acordes que subían de volumen, pero al final fue lo contrario, el volumen disminuía, dando fin al suicidio y la redención (12). Después de eso dieron las gracias y se retiraron.
–Lo hicimos –el pequeño no cabía de la felicidad. Temblaba un poco al sentir los gritos de la audiencia, pues era algo nuevo para él.
–Todo gracias a ti –reconoció Shinobu
Un rato más tarde la audiencia se dispersó, no sin antes felicitar a la banda, en especial al primer guitarrista. Al final esas metaleras trofeo terminaron por dejar a un indignado Sumi, y empezaron a ligar con el pequeño; y no fue sino hasta la aparición de Danielle que lo dejaron en paz.
–¡Misaki-kun! –se le lanzó en un efusivo abrazo que casi lo tumba– ¡Qué bueno que estás bien! Pensé que colapsarías en cualquier momento
–¡Danielle-san! No puedo… –hablaba con dificultad– no puedo… respirar…
–Bueno, nosotros los dejamos –habló Nowaki
–Pero… -replicó el ojigris
–Están en una cita –susurró el castaño de los ojos ámbar
–Oh…
Akihiko y compañía estaban ahora con Kazuo y Kai hablando del buen cierre que tuvo el show.
–¿El niño se encuentra bien? –preguntó Kamijou refiriéndose al guitarrista– Casi se desmaya ahí arriba
–Sí, es normal –dijo Kai despreocupadamente, y luego agregó, con picardía: –Debieron haberlo visto cuando le hicimos la prueba
–Te pasas –intervino el peliplateado– Mira que los escoges cada vez más pequeños
–De hecho fui yo quien lo escogió –dijo Kazuo– La banda había perdido a su guitarrista anterior y él nos cayó como una bendición
–Vaya –dijo Miyagi, impresionado por la actitud del rubio– Hablas de él como si fuera uno de los mismísimos ángeles
"Lo es" pensó Kai
Una y media de la madrugada. Misaki y Danielle se retiraban para irse a casa, pero fueron alcanzados por Nowaki, Shinnosuke y Shinobu. Cuando los cinco estuvieron a punto de salir del lugar, Ray les cortó el paso.
–Antes de que se vayan –dijo– Kai ha pedido hablar con ustedes, será muy breve
–Etto… ¡Hai! –dijeron todos
Fueron conducidos a una mesa lejos del escenario, donde cinco hombres estaban.
–Les presento a mis chicos, Exilieth –se oyó la voz de Kazuo, haciendo los correspondientes ademanes– Como bajista, Tödö Shinnosuke; a cargo de la batería, Takatsuki Shinobu; como segundo guitarrista, Kusama Nowaki; y como primer guitarrista…
–¿Misaki?
"Madre y padre que están en el cielo ¡Ayúdenme!"