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Amando de Nuevo por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Hoooooooooooooooola ya se, ya se, me he tardado mucho, y no me voy a justificar.

Traigo el capi nuevo con el prometido inicio de la vida sexual de los personajes... pero leve, leve, la cosa picante se viene mas adelante...

:)

HOGAR, DULCE HOGAR

Tres días después del nacimiento de mis niños fui dado de alta, pero ellos no, debían quedarse mínimo una semana mas en la incubadora. Yo no quería irme del hospital, pero la doctora y Gaara me convencieron que debía ir a casa, alimentarme bien, descansar y preparar las cosas para cuando los pequeños fueran a vivir con nosotros. Cuando acabo el horario de visita a neonatología Gaara me saco prácticamente a rastras del lugar, me subió al coche y emprendió el camino a casa. El pelirrojo se había vuelto sumamente sobre protector y estaba por demás autoritario esos días. Tenia que ponerle los limites antes de que quisiera dominar por completo mi vida.

- Al fin en casa – dijo cuando llegamos a nuestra nueva casa y me permití observarla mejor. Era de dos plantas, con un cuidado jardín al frente, un diseño moderno pero cálido. Era hermosa por fuera debía reconocer. Antes de que ingresáramos Gaara me tomo en brazos estilo nupcial y así cruzamos el umbral – tradiciones – dijo cuando me deposito en el suelo - ¿Qué opinas?

- Es muy bonita Gaara – la sala era amplia, con un gran ventanal, un hogar - ¿Quién escogió los muebles?

- Una diseñadora de interiores – dijo apenado – yo sé que te hubiera gustado amueblarla a ti, pero no teníamos tiempo ¿verdad?

- No lo se Gaara, quizás lo hubiéramos tenido – lo mire serio – pero no es algo relevante – le sonreí. Era verdad que me molestaba un poco que decidiera todo sin consultarme, pero no había hecho nada malo, todo lo contrario en realidad.

- Te molesta – afirmo – no hago nada bien últimamente.

- Tienes que dejar de pensar tanto – le dije acariciando su rostro – se supone que somos una pareja, las cosas debemos decidirlas entre los dos, tu forma de actuar me hace sentir como si fuera tu hijo en vez de tu novio ¿entiendes? – Asintió – sé que soy joven y que posiblemente me consideres un tonto, pero no lo soy.

- Ya sé que no eres tonto – me corrigió rápidamente – eres muy listo, solo que no puedo evitar querer cuidarte y dártelo todo.

- Solo te quiero a ti bobo – le sonreí – yo no soy materialista Gaara.

- Lo se amor, lo se – me abrazo – es solo que tengo miedo de perderte.

- ¿Por qué me perderías? – pregunte dudoso, pensaba que tenia que ver con su pasado con Sai, pero no quería preguntar directamente.

- Son cosas mías – dijo finalmente con una falsa sonrisa - ¿quieres ver el resto? – asentí y me tomo la mano para guiarme por toda la casa. Era muy linda, muy funcional. La decoradora era muy buena, había diseñado todo para una familia como la nuestra. En el patio trasero había una piscina y dos grandes arboles para armar un columpio. Los niños lo pasarían muy bien allí, y seguramente yo también. Luego fuimos a la planta alta – Deidara decoro la habitación de los niños – me dijo – con las cosas que tú escogiste ¿lo hizo bien?

- Muy bien dattebayo, quedo hermosa – mi hermano se había esmerado arreglando todo como yo quería. Dei era genial como hermano.

 - Ya acomodamos todas las cosas, mis hermanos ayudaron a organizar la ropita y sus cositas de bebes – me mostro los cajones y los armarios – tienen de todo.

- Ya veo, muchas gracias Gaara – dije feliz.

- Es mi obligación Naru, no me agradezcas – me abrazo por la cintura y me llevo por el pasillo. Había dos habitaciones de huéspedes, un baño y la habitación principal con baño dentro – esta es la habitación principal – anuncio – ya están tus cosas ordenadas, Dei lo hizo junto con Temari – abrí el armario donde estaban todas mis cosas, pero solo mis cosas – pienso que por el momento deberíamos dormir en habitaciones separadas – lo mire sorprendido – hasta que estés listo para iniciar una vida conmigo, no quiero presionarte - ¿es que era tonto? Pensaba que ya habíamos hablado todo en el hospital. Fruncí el seño, no iba a discutir de nuevo con el. Si quería que durmiéramos separados, lo haríamos. Seriamos como compañeros de casa nada más. Con ese pensamiento me separe de su agarre en la cintura.

- Voy a darme un baño y a dormir un poco – dije caminando hacia el baño.

- En el armario están las toallas – me señalo - ¿estas molesto?

- Para nada – dije sin mirarlo - ¿tengo algún motivo para estarlo? – el elevo los hombros.

- Debes seguir con las hormonas revolucionadas – ese comentario me hizo hervir la sangre.

- Vete Gaara o mis hormonas van a atentar contra tu integridad física – lo amenace sujetando una esponja para la espalda. El suspiro y se marcho. Estúpido pelirrojo del demonio ¿en idioma tenia que hablarle? Suspire para calmarme y me prepare un baño de espumas en la enorme bañera, donde cabían cuatro personas cómodas. Cuando la piel se me arrugaba salí, más relajado y con mucho, mucho sueño. Me seque y luego fui a buscar un pijama. Cuando estuve listo me metí en la cama y tocaron a la puerta.

- Amor te traje algo para comer – dijo el idiota de mi novio. Iba a ignorarlo, pero el rugido de mi estomago me aviso que moría de hambre.

- Pasa – respondí secamente. El obedeció y entro con una bandeja en las manos. La dejo en la cama cerca mio – gracias, ya puedes irte.

- Naru – dijo y trato de tocar mi rostro pero me corrí – dime que hice mal por favor.

- No voy a decirte nada, porque es desperdiciar aliento. Diga lo que diga siempre vas a hacer lo que te plazca sin considerarme así que ¿para que? – me miraba serio.

- Estas siendo injusto conmigo.

- No Gaara, tú estas siendo injusto conmigo solo para sentirte tranquilo.

- No entiendo porque tu enojo – elevo un poco la voz - ¿es por qué la casa esta amueblada? ¡Pues tiro todos los muebles y te compras los que te gusten!

- ¡Eres un maldito idiota! – Le grite igual que él me había gritado – no me interesan los muebles.

- ¿Y entonces que demonios tienes? – estaba furioso, jamás me había hablado en ese tono ni me había mirado de esa manera.

- No voy a decírtelo, ya que eres tan listo descúbrelo tu mismo – di por terminada la charla comenzando a comer, ignorándolo.

- Naruto – me llamo desesperado – estas actuando inmaduramente – eso ya era el colmo.

- Vete Gaara, déjame en paz. Esta es mi habitación ¿verdad? – el asintió – pues entonces largo, no te permito que estés en MI habitación – recalque mucho el pronombre posesivo. Él lo medito medio segundo y salió pero sin cerrar la puerta. Ignore ese hecho y seguí comiendo. Estaba terminando mi postre cuando volvió a ingresar cargando ropa y unas bolsas. En silencio abrió las puertas del armario y comenzó a ordenar. Luego salió y regreso con mas ropa. Así como cuatro veces más. Cuando acabo me miro.

- Ahora es nuestra habitación, así que no puedes echarme – anuncio - ¿contento? ¿O tengo que hacer algo más?

- Gaara si tanta molestia te produce compartir la habitación conmigo vete – estaba harto, completamente cansado de su actitud – ¿sabes que?, mejor me voy yo, esto fue una mala idea – estaba por salir de la cama y de repente lo tuve encima mio. No puedo negar que me asuste por el repentino movimiento.

- Ya no puedes arrepentirte – dijo susurrando sobre mi rostro, estremeciéndome – no vas a dejarme Naru, no voy a permitirlo.

- Es obvio que no estas listo para tener una relación – dije con un hilo de voz, el sonrió de medio lado.

- Claro que lo estoy, es lo que mas quiero en el mundo – me beso los labios.

- ¿Y por qué me alejas? No te entiendo Gaara – me queje.

- Amor no me alejo por ti, es por mi – seguía sin comprender. Gaara suspiro y se dejo caer un poco sobre mí, rozando mi cuerpo con el suyo - ¿lo sientes? – se movió un poco y claro que lo sentí. Mi granadita estaba excitada, muy excitada – no quiero presionarte amor, además que estamos en cuarentena – mi rostro estaba rojo y me hacia calor, mucho calor. Gaara era tan sexi – decidí lo de las habitaciones separadas para evitarme la tortura de tenerte a mi lado en la cama y no poder hacerte mio – suspire emocionado, nunca me había sentido tan excitado en toda mi vida. Estaba ardiendo de deseo - ¿entiendes? – Asentí con la cabeza, no podía hablar, estaba seguro que si abría la boca saldría un gemido nada mas – genial, pero como no quiero que te enojes conmigo voy a tener que soportarlo – le sonreí y el comenzó a levantarse, pero no quería que lo hiciera, quería mas. Sin pensarlo mucho lo tome de la nuca y lo bese. Él no me correspondió al principio pero luego lo hizo. Lento, dulce y cálido al principio para volverse salvaje y lujurioso al final. Nos separamos por falta de aire, los dos jadeando y deseándonos con cada poro de la piel.

- Gaara – mi voz salió ronca por la excitación, él se mordió el labio de abajo - ¿de verdad tenemos que esperar cuarenta días? – el cerro los ojos – te deseo granadita, te deseo mucho – susurre en su oído.

- Mi amor – hablo y volvió a besarme con ansias. Dejo mis labios y siguió por el cuello, mis hombros. Con sus manos comenzaba a abrir mi camisa y acariciarme la cintura. Estaba delirando del placer. Siguió un camino de besos, mordidas y chupones por todo mi pecho hasta el vientre. Jugo con su lengua en mi obligo sacándome un sonoro gemido, prácticamente un grito. Lentamente me bajo los pantalones y la ropa interior. La piel me ardía donde tocaba, estaba volviéndome loco. Cuando pensaba que no podía sentirme mejor sentí una humedad rodear mi miembro y casi acabo ahí mismo. Tuve que usar todo mi autocontrol para no correrme en dos segundos, pero no tarde mucho, ni siquiera pude avisarle. Fue un orgasmo alucinante, salí del mundo los instantes que duro. De a poco comencé a recuperarme y abrí los ojos, el me miraba arrodillado casi a mis pies - ¿estas bien? – Asentí con una boba sonrisa en el rostro, el sonrió complacido – por ahora no podemos hacer mucho mas amor, pero cada vez que lo necesites voy a satisfacerte.

- Gaara – dije emocionado, era el mejor novio del mundo - ¿y tú?

- Tranquilo bebe, tengo dos manos y una potente ducha de aguar helada – bromeo, pero me parecía injusto.

- Yo podría – comencé a levantarme pero me obligo a recostarme.

- Yo sé que podrías, pero ahora debes descansar, en dos horas saldremos rumbo al hospital para ver a los niños – asentí – pero descuida voy a tomar nota de todos los orgasmos que vas a deberme y luego voy a cobrártelos con intereses – me sonroje violentamente por su atrevida declaración – cuando pase la cuarentena vas a pasar un buen tiempo sin poder sentarte o caminar correctamente – me guiño un ojo y me beso la nariz antes de levantarse – ahora duerme, voy a ducharme – asentí aun sonrojado y él se perdió tras la puerta. Sasori tenía razón cuando me advirtió que Gaara era un pervertido de primera. Me acomode para dormir, y sonreí, yo también era un pervertido en el fondo y estaba seguro que disfrutaría mucho mi vida sexual con Gaara.

Notas finales:

y???????????? Gaarita es un pervertido... jejeje, pero ya sabiamos eso desde la historia predecedora a esta. Igual que sabiamos que la parejita pelea mucho y despues se reconcilia fogosamente... asi que esperen mas discusiones y mas lemon, porque yo se que todos los que leemos esta pagina somos unos pervertidos. ;)


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