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Amando de Nuevo por Serenamoon

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Notas del capitulo:

Jueves otra vez y llega el capi que creo yo todos esperabamos... pero no adelanto mas, espero que les guste tanto como los anteriores.

LOVE IS IN THE AIR

CELOS, DEFINITIVAMENTE CELOS

 

Después de que mi confusión se aclarara mi vida cambio. Toda la paz que sentía, la tranquilidad y la pequeña felicidad que comenzaba a inundarme con la llegada de mis hijos, ya no la sentía, estaba triste, melancólico, molesto, derrotado. Mi animo no era el mejor y todos lo notaban, pero no decían nada ya, además con la excusa del embarazo me dejaban tranquilo. Con Gaara la cosa iba peor, yo lo esquivaba todo el tiempo, porque al saber queme gustaba, mucho, me sentía nervioso con su cercanía, además de triste por saber que no me correspondería jamás.

- Naruto – su voz me saco de mis pensamientos, estaba oculto en un rincón trabajando, lo mas lejos de su oficina. Nuestros ojos se encontraron, y note lo bonito que eran los suyos, suspire – esta noche iremos a celebrar lo bien que cerramos el semestre, organizamos una cena y.

- Lo siento no puedo – lo corte antes que acabara, él se puso serio – tengo que estudiar y estoy cansado.

- Solo iremos a cenar, tienes que comer – dijo, yo negué con la cabeza sin mirarlo –ya es suficiente – levanto la voz, sobresaltándome – ahora mismo vas a decirme que te ocurre, y no vengas que son las hormonas del embarazo.

- No me sucede nada, estoy cansado y no me siento con ganas de salir a ningún lado – lo corte, el cerro los ojos y se toco el puente de la nariz.

- Tu hermano ira con Sasori, me gustaría mucho que me acompañaras - ¿es que no se daba cuente lo mucho que me lastimaban sus palabras?

- En ese caso debo quedarme a cuidar de Ayame, lo siento – me puse de pie – ye he acabado, me marcho – arregle mis cosas bajo su atenta mirada y me fui. Apenas puse un pie en la calle comencé a llorar. Estúpidas hormonas, odiaba ser tan sensible. Llegue a casa y mi hermano me esperaba.

- Naru te compre un bonito traje para esta noche – dijo sonriente.

- No debiste, no voy a ir – respondí secamente y subí a mi habitación, el me siguió.

- Pero tienes que ir, se trata de tu trabajo – dijo con dulzura - ¿Por qué no me dices que te sucede?

- Estoy cansado Dei – dije sin ánimos sentándome en la cama – no quiero salir ni ver  a nadie.

- Esta bien – respondió saliendo – yo voy a vigilar que nadie le eche mano a Gaara, tranquilo – y se fue dejándome muy sorprendió. Él lo sabia, pero ¿Cómo?

- Dei – corrí a buscarlo, estaba jugando con su niña en la cama - ¿Cómo?

- Lo sospechaba pero me lo acabas de confirmar – me sonrió con superioridad y me golpee mentalmente por haber caído – Gaara le conto a Sasori que lo viste con esa mujer, y que comenzaste a tratarlo distante, yo ate cabos, además que andas suspirando como enamorado todo el día.

- Yo no estoy – quise negarlo, pero un nudo se formo en mi pecho y comencé a llorar - ¿Por qué me pasa esto a mi Dei? – el me abrazo - ¿Qué hice de malo para sufrir tanto por amor? Es tan injusto.

- ¿Él te hizo algo? – pregunto confundido.

- Es el hombre más maravilloso que he conocido, solo se preocupa por mí, y yo me enamore como un idiota de alguien que jamás va a corresponderme –Dei me estrecho con fuerza en sus brazos – yo no quería fijarme en el Dei, no quería.

- Cariño – me acaricio el rostro limpiando las lágrimas - ¿de donde sacas que él no va a corresponderte?

- Solo hace falta vernos Dei, él es tan increíble, y yo soy un adolescente idiota que se dejo embarazar por un bastardo – las cosas eran muy simples, mi hermano me sonrió con ternura.

- Escucha lo que diré y no es porque seas mi hermanito, pero cualquier hombre con dos dedos de frente se daría cuenta de lo maravilloso que eres – quise negar pero no me dejo – si lo eres, tu solo sonrisa ilumina el día mas oscuro, tu mirada deja ver tu alma sin escalas, además de que eres bondadoso, caritativo, humilde, simpático – comenzó a enumera mientras íbamos a mi habitación – el ser mas puro que he conocido jamás, y por si eso no fuera suficiente, eres listo y demasiado hermoso.

- No Dei – quise contradecirlo, pero me hizo callar con un gesto.

- Lo eres, mírate – nos paramos frente al espejo – eres precioso hermanito y así embarazado luces mas hermoso aun.

- Eres muy tierno intentando animarme – le respondí con una sonrisa.

- Solo digo la verdad y ahora vístete para ir a la cena – me tendió un hermoso kimono de color azul cielo con estampas en rojo y dorado – sabes que quieres ir, vamos.

- Pero si me siento mal me regreso – advertí y el asintió con una sonrisa - ¿Quién cuidara a Ayame?

- Nagato y Pain vienen en un rato, están ensayando para cuando tengan sus hijos – me conto, ellos eran los tíos adoptivos de mi sobrina, los amigos de Sasori que habían ayudado a mi hermano cuando llego a la ciudad. Dei fue a arreglarse, yo tome una ducha y luego me coloque el atuendo. Deidara me ayudo a peinarme y perfumarme y cuando estuvimos listos bajamos, donde Sasori y los demás nos esperaban. Mi hermano vestía un traje, él no era mucho de los kimonos, pero un doncel con casi siete meses de embarazo no tenia muchas opciones de ropa formal así que por eso yo lo usaba, aunque a mi tampoco me gustaban mucho.

- Hermosos – hablo mi cuñado tomando la mano de mi hermano y sonriéndome – estas precioso Naru-chan – me alabo – seguro consigues muchos pretendientes esta noche – me puse rojito al escucharlo.

- Toda la razón amigo, creo que vamos a tener mucho trabajo espantando a los babosos que comiencen a acecharte – agrego Pain.

- No es para tanto, además ¿Quién querría a un doncel embarazado de gemelos? – Todos bufaron – solo soy realista.

- Eres idiota que no es lo mismo – me corrigió Nagato – cualquier hombre que sepa lo que es bueno estaría mas que dichoso se poder formar una familia contigo y tus hijos, deja de tirarte abajo – hice un puchero rindiéndome, al parecer se habían puesto de acuerdo en alabarme. Nos despedimos y salimos rumbo a la reunión, yo estaba nervioso, desde que había huido de casa no había participado de un evento de ningún tipo más que las reuniones de amigos que Dei organizaba en casa. Llegamos a un lujoso hotel céntrico, lo que me sorprendió bastante ya que pensaba que la cena seria en la oficina.

- Gaara se jugo con esto – comento mi hermano.

- Es de los que cree que cuando las cosas van bien hay que celebrarlo por lo alto, y nos esta yendo muy bien – Sasori nos conto con una sonrisa, yo ya lo sabia, las ventas habían aumentado considerablemente los últimos meses, con unas proyecciones muy optimistas para los siguientes. Además de que Gaara tenía previsto expandirse en el mercado con nuevos productos y nuevas marcas. Era alguien que no se conformaba y tenía una visión de los negocios asombrosa. Ingresamos a un salón en el segundo piso, ya había bastante gente. Salude a mis compañeros que no dejaron de decirme lo hermoso que estaba, recibí tantos halagos que comencé a incomodarme un poco. Intentando disimular lo mas que podía busque a Gaara con la mirada, me costaba encontrarlo entre tantas personas, pero su cabello rojo no pasaba desapercibido. Lo vi casi en el centro de todos, charlando con unos hombres que parecían importantes, clientes si la memoria no me fallaba. Me sentí tan orgullos de él, que sonreí sinceramente. Mis hijos también estaban contentos porque comenzaron a moverse dentro, siempre lo hacían cuando Gaara estaba cerca, supongo que ellos podían sentir como yo me ponía con su presencia. Suspire, estaba solo en la mesa, Sasori saludaba a sus clientes, presentando a mi hermano lleno de felicidad y orgullo, todos conversaban animadamente, pero yo me cansaba mucho estando de pie así que tenia que sentarme.

- Viniste – su voz me saco de mis pensamientos, se había sentado junto a mi y me sonreía – me da gusto.

- Dei me convenció, la verdad no me siento muy a gusto saliendo con esta barriga, pero el ya tenia todo listo – le confesé la verdad a medias.

- Estas hermoso – había escuchado las mismas palabras toda la noche, pero cuando él las dijo mi corazón latió desbocado y mis mejillas se tiñeron de rojo furioso, el sonrió mas aun - ¿necesitas algo?

- Estoy bien, un mesero muy amable se esta haciendo cargo de nosotros y nuestros antojos – me acaricie el vientre al hablar y en ese momento el mesero llego depositando frente a mi la copa helada que le había pedido. Por alguna extraña razón mis antojos eran de noche y si no los satisfacía me volvía loco – muchas gracias – le dije con mi mejor sonrisa, el hizo una reverencia.

- Ha sido un placer, si necesita cualquier cosa, estoy a su entera disposición – me beso la mano caballerosamente y se alejó. Escuche un bufido y me gire encontrándome con la molesta mirada de Gaara, que parecía querer asesinar al mesero con sus ojos.

- ¿Pasa algo? – pregunte degustando la primera cucharada de mi postre.

- No has cenado – me regaño suavemente.

- No puedo controlar los antojos Gaara, son dos contra uno, siempre pierdo – el sonrió por mi respuesta.

- Tengo que seguir saludando – me aviso con pena – en un rato servirán la cena y vendré contigo – asentí – lo que sea que necesites me pides.

- Descuida que tengo un asistente por esta noche - me refería al mesero y él lo entendió porque enseguida fijo su vista en el y frunció el seño.

- Claro – dijo serio – voy a decirle que te de todo lo que quieras – me acaricio el cabello y se fue con el, yo seguí comiendo mi postre muy concentrado, la verdad estaba delicioso. Como había mencionado Gaara llego el momento de cenar, él se ubico junto a mi, también estaban Sasori y Dei y los hermanos mayores de Gaara con sus parejas. Recién note que estaban todos en pareja, menos nosotros dos. Esa insignificante cosa me hizo feliz, aunque me duro poco, porque alguien se sentó al lado de Gaara, era la misma mujer de esa noche en la oficina. Sentí que mi pecho dolía y las ganas de llorar se hicieron presentes pero las contuve, tenia que dejar de ser tan sensible.

- Buenas noches a todos – saludo ella – mi nombre es Rin – los demás le respondieron pero yo decidí prestarle mi entera atención la comida que servían.

- El chef me dijo que si deseaba algo diferente podía prepararlo – la voz del mesero me saco de mis pensamientos, el me sonrió haciéndome sonrojar - ¿desea algo en particular? – observe lo que servía, pollo con verduras y no sé que mas, la verdad se me antojaba mas otra cosa.

- No quiero molestar – dije tímidamente.

- No seria ninguna molestia – dijo el seguro.

- La verdad es que me gustaría un poco de ramen, pero si es mucho trabajo no – él se alejó sonriendo.

- En seguida se lo traigo – me guiño un ojo y se marcho.

- Bueno hermanito ya tienes en tus manos al chef y al mesero – bromeo Dei - ¿sabias que son los dueños de un servicio de banquetes muy popular? – Negué – si, el mesero es el hijo, también cocina – me conto, yo asentí – deberías pedirle el numero – aconsejo – o mejor dale el tuyo, si es que no te lo pide, aunque seguro lo hace.

- Dei – me estaba poniendo incomodo, y mas al sentir todas las miradas sobre mi.

- No te apenes Naru-chan – hablo Temari la hermana de Gaara, nos llevábamos muy bien – eres hermoso y creo que la mayoría de los hombres aquí presentes lo notaron – note que Kankuro el otro hermano de Gaara asentía.

- La verdad Naruto es que el embarazo te sienta de maravilla, eres una delicia para la vista – dijo el descarado y mi cara seguro ya competía con un tomate.

- Me sorprende que siendo tan atractivo no tengas pareja – hablo la acompañante y compañera sexual de Gaara ¿seria su novia? De solo pensarlo el dolor a mi pecho regreso, acompañado de unas enormes ganas de tirarle la comida en su cabeza – mi hermano me pregunto por ti – conto con una sonrisa – te lo puedo presentar luego, es un muy buen partido – no supe que responder, pero afortunadamente mi ramen llego.

- Servido – dijo el mesero – espero sea de su agrado.

- Huele delicioso – cerré los ojos dejándome envolver por el aroma – muchas gracias dattebayo – le regale mi mejor sonrisa y ahora fue su turno de sonrojarse levemente.

- Ha sido un placer – hizo una reverencia y se retiro.

- Naru si le sonríes así vas a hacer que se enamore perdidamente de ti – Dei hablo divertido.

- Ya no fastidies – respondí comenzando a comer mi ramen, y estaba delicioso.

- De verdad te gusta el ramen – dijo la odiosa mujer - ¿Cuántos meses tienes?

- Casi siete – dije secamente.

- Parece mas – siguió ella sin sacarse la sonrisa del rostro.

- Son gemelos – no sabia porque le aclaraba tanto. Abrió los ojos con sorpresa.

- Que lindo – siguió – si te casas con mi hermano tendré dos sobrinos - ¿casarme con su hermano? Pensé desconcertado, esa mujer estaba loca.

- Naruto no va a casarse con nadie – Gaara por fin abrió la boca, y por el tono y su semblante supe que estaba enojado. Para los demás parecería que solo estaba serio como siempre, pero yo lo conocía y sabia cuando se enfadaba – come se te enfría – me ordeno muy serio, yo solo bufe y seguí comiendo. La mesa quedo en silencio hasta que esa molesta comenzó de nuevo.

- ¿Y tienes alguna relación con el padre? – la mire frunciendo el seño, ¿Qué carajos le importaba? – no te enfades, es solo curiosidad.

- Ninguna – respondí molesto.

- ¿Sabe que estas embarazado? – Negué con la cabeza – no quiero ser entrometida, pero mas allá de tus diferencias con tu ex, debes pensar en tus hijos, ellos tienen derecho a tener un padre, estas siendo egoísta – esa fue la gota que derramo el vaso ¿yo estaba siendo egoísta? – además el padre tiene tus mismos derechos – me puse de pie con violencia y la encare.

- No tienes idea de lo que dices – mi voz temblaba estaba por llorar – no vuelvas a meterte en mis asuntos – y me fui, comencé a caminar lo mas rápido que mi abultado abdomen me lo permitía. Escuche que Dei me llamaba pero lo ignore, quería encerrarme en mi cuarto y llorar, había sido una de las peores noches de mi vida. Llegue a la vereda y antes que pudiera pedir un taxi una mano en mi brazo lo impidió – suéltame – reclame y  vi que se trataba de Gaara – que me sueltes – comencé a forcejear llamando la atención de todo los que pasaban.

- ¿Señor esta todo bien? – el portero del hotel se acercó a nosotros.

- Si, solo voy a llevarlo a casa – le paso el ticket de su coche – tienes que calmarte, lo que haces afecta a los niños.

- No me digas que hacer – por fin logre zafarme – no eres nadie para meterte en mi vida, mejor regresa con esa ramera y déjame en paz – ya lloraba a mares ¿Por qué había dicho eso? No lo sabia, solo sabia que estaba furioso con el y con ella ¿para que me había invitado si la tenia a ella? Gaara se llevo las manos al cabello.

- No me gusta que hables así, no es propio de ti – dijo – además ella no es una ramera – encima la defendía.

- Vete con ella Gaara, no te quiero cerca mio – quiso acercarse y lo empuje, sin moverlo un poco siquiera.

- No entiendo porque reaccionas así – se quejo y en eso le entregaron las llaves de su coche – vamos a casa.

- Yo me voy a casa, tú vuelve a  tu fiesta con tu novia y a mi ¡déjame en paz! – le grite con todas mis fuerzas y el me tomo de los brazos.

- Estas actuando como un novio celoso – se estaba burlando, el idiota se burlaba de mi - ¿estas celoso Naruto? – pregunto serio, yo agache el rostro, no quería mirarlo, me descubriría – responde ¿estas celoso?

- Si estoy celoso ¿y que? – No sabia de donde me había llegado la valentía, pero se lo había dicho – ahora déjame solo – me di la vuelta para alejarme, y sentí como un par de fuertes brazos me envolvían – por favor Gaara, no me tortures así.

- No tienes razón alguna para sentir celos – susurro a mi oído y lentamente me volteo para mirarme a los ojos – desde que te vi la primera vez solo eres tu – eso no me lo esperaba – solo tu – y sin que pudiera, o quisiera evitarlo unió nuestros labios en un casto beso, que me hizo sentir tan feliz, al separarnos yo estaba sonrojado y el igual. Me sonrió dulcemente y me acaricio el rostro – ya no llores – suplico – vamos a casa – me tomo de la mano pero lo retuve.

- Gaara es tu fiesta no puedes irte – dije tranquilo – yo voy a estar bien – el negó con la cabeza – tienes que regresar, además dejaste a tu pareja sola – blanqueo los ojos.

- ¿Vas a recordarlo siempre? – Pregunto y asentí – no quiero que te marches solo, es peligroso.

- Voy a estar bien – el negó – no seas irresponsable con tu empresa.

- No lo soy, pero tu – me sonrió – ustedes – corrigió posando su mano en mi vientre – son mas importantes – mi corazón iba a salirse de mi pecho – te llevo a casa – estaba por negar pero alguien nos interrumpió.

- Gaara – nos volteamos a ver a su hermano – te buscan dentro, deja el romance para luego – ambos nos apenamos.

- Naruto esta cansado, voy a llevarlo a casa – negué.

- Yo me voy en un taxi, regresa – ordene.

- Yo lo llevo – Kankuro se adelanto quitándole a Gaara las llaves – yo lo llevo a casa y tu atiende a tus invitados – él iba anegarse – tranquilo hermanito no te lo quitare, solo te hago un favor – le sonreí a Gaara para que aceptara.

- Llámame cuando llegues – pidió y tomándome del mentón me robo un beso – cuídalo – le ordeno a su hermano y nos marchamos.

- Naru-chan, tienes loquito a mi hermano – hablo divertido – ya era hora que se declarara – lo mire extrañado – los celos siempre sirven en parejas obstinada e idiotas.

- ¿Celos? – me quería morir de la pena, todos habían notado mis celos.

- Si, mi hermano estaba hecho una furia, quería asesinar al mesero, al hermano de Rin y a todos los hombres que te miraban y le preguntaban quien eras y si les podía pasar tu numero o presentarlos – rio – creo que tuvo la peor noche de su vida – eso era lo que yo sentía – pero acabo bien, al fin están juntos – asentí – descuida, nadie mas que yo se dio cuenta de tus celos, los demás estaban muy entretenidos con la cara de asesino serial de Gaara – ambos reímos por ello, yo no lo había notado por estar tan ocupado con mis celos, si que era despistado.

Notas finales:

Mi cerecita es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan sexy y lindo y dulce y todo que suerte que tiene Naru chan


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