Gato Callejero por Shana A

Al día siguiente cierto castaño se dirigía a la preparatoria, a la cual asistía desde ayer, uno esperaría estar contento por tener nuevas emociones allí y convivir con los amigos, pero Aizawa Satoshi no era el caso común
- sabes es suficiente con que me obligues a ir a la preparatoria, pero… por qué tienes que acompañarme – grito enojado lo último, mientras veía fijamente a su acompañante, un joven de cabellos rubios, tez bronceada, quien usaba un pantalón negro y una camisa blanca, en uno de sus brazos llevaba un saco del mismo color que su pantalón, además de unos lentes oscuros que lo hacían lucir algo sospechoso
- te acompaño uno, para ver que no te escapes el segundo día, dos para disculparme con la directora o bueno para oír lo que tiene que decir y tres porque me queda de camino al trabajo – explico para fumar de nuevo de su cigarrillo
- sea como sea llamas demasiado la atención – bufó molesto, ya que la mayoría le tenía la mirada clavada o bien pasaban y se les quedaban mirando un rato para luego dejarlos en paz
- no es mi culpa, es tuya, todos te recuerdan por lo que hiciste ayer – le respondió de mala gana para seguir con su cigarrillo, el castaño se estaba aguantando las ganas de gritarle, no quería hacer un espectáculo en la calle, o al menos no cerca a la preparatoria donde todos lo reconocerían y no dejarían de seguirle – oh, entiendo – dijo de cierta forma satisfactoria, como si hubiese descubierto algo, “no hará nada porque estamos cerca a la preparatoria”, pensó, automáticamente una sonrisa maliciosa se formo en su rostro, esto hizo que el castaño se alejara algo alarmado – Satoshi, no te alejes de mí, no hare nada – le decía manteniendo su sonrisa mientras se acercaba a él con una aura oscura, el castaño se alejo más, pero el rubio lo tomo por detrás, mejor dicho lo abrazo por detrás – Satoshi, no ves que me siento triste si te alejas de mí – habló de forma melosa, causando algunos murmullos, el castaño trataba de zafarse pero era inútil – Satoshi, Satoshi, Satoshi, te quiero tanto – le dijo abrazándolo más fuerte y restregando su mejilla con la de él, quien no estaba nada feliz con la situación – te dejo llegaras tarde – le dijo alegre para librarlo del agarre - nos vemos en casa cariño, y no olvides comer lo que te hice con mucho amor – decía alegre mientras se adentraba a la preparatoria y se despedía de él agitando su mano – tiene tu favorito, tomate – le dijo sumamente alegre para irse corriendo dentro del edificio, pues esa era la gota que derramó el vaso
- Riku – la voz de ultratumba de cierto castaño hizo temblar a los que estaban a su alrededor, el castaño empezó a reírse de forma algo extraña – jajaja… si ese idiota cree que con esto me molestara, le demostrare que no caeré en su jueguito jajaja – se decía para sí mismo, pero el aura oscura que emitía era muy fuerte, una risita burlona se hizo presenté, logrando que el castaño le dirija su mirada sumamente molesta, vio detrás de él a un joven más alto de cabello negro, tez clara y ojos color azul oscuro, quien parecía muy divertido con la situación, al sentir la mirada del castaño se intento contener su risa
- no sabía que tu hermano era así – le dijo divertido, el rostro del castaño dejo de mostrar furia para mostrarse ligeramente sorprendido y con fastidio, cosa que no paso desapercibida por el otro
- acaso nos parecemos o algo para que digas que es mi hermano – pregunto molesto
- no, pero supuse que sería tu hermano o algún familiar tuyo – le dijo ya dejando a un lado la broma
- no me hagas reír, familia, solo te dan la espalda cuando más los necesitas - soltó con frialdad mientras una sonrisa de burla se formaba en su rostro – Riku no es ningún familiar, es solo alguien fastidioso que se mete en los asuntos de los demás – borró su sonrisa, hablaba en serio, se volteo para seguir su camino hacia dentro del edificio
- pero que le pasa – parecía algo confundido el azabache
- entonces los rumores son ciertos – habló un peli verde, el azabache lo miro sin entender – veras Aizawa se ha vuelto famoso, así que hay muchos rumores corriendo acerca de él – se explico un poco, el azabache lo miro como esperando que continuara su explicación, ambos caminaron hacia la edificación – según oí en mi trabajo, dicen que Aizawa vive solo y por eso tiene esa actitud, ahora con lo que acabo de oír y lo de hace rato con esa persona, puedo confirmar que es cierto, no vive con ningún familiar, supongo que debe vivir con ese chico – explico su teoría
- entonces, tratas de decir que se fugo con su novio – habló el azabache aun no muy convencido – y yo pensé que era alguien interesante, ese cliché ya es muy utilizado – dijo algo decepcionado, el peli verde dio una risita por lo bajo, el azabache lo miro como esperando que se explicara
- es solo que… es raro que tomes interés por alguien, creo que fue porque hiciste contacto con él, de lo contrario te hubiera parecido un simple chico problema – se explico para dejarlo solo y entrar más rápido, el azabache no le hizo mucho caso, aunque esas palabras aun rondaran por su mente, prefirió seguir caminando hasta que vio a un joven salir de la oficina de la directora, lo curioso era que también salió un joven castaño
- por qué tuve que entrar también – le pregunto molesto al mayor
- es porque no me gusta que me regañen a mi por lo que haces – le explico tranquilo – así que cada vez que me llamen para tener que escuchar quejas sobre ti, tú me acompañaras y sentirás el mismo dolor y aburrimiento que yo siento – termino su explicación con una sonrisa algo maliciosa
- solo quieres a alguien que te mantenga despierto ya que te parece tan aburrido que seguro te duermes – se burlo el castaño, a lo que el rubio rió, se giro y empezó a jalarle las mejillas
- y de quién crees que es la culpa – le decía forzando una sonrisa, lo soltó y chasqueo la lengua – incluso apago mi cigarrillo echándole agua – dijo algo fastidiado recordando la escena


Un joven rubio encontró a un castaño, y lo obligo a ir a rastras hasta la oficina donde la directora los había citado, el castaño lo tuvo que seguir, ya que no importara cuanto peleara o pataleara, él sabía que no podría con el mayor, así que ambos se dirigieron a la oficina de la directora, les abrió la puerta una señora con un peinado cebollita, sus cabellos negros estaban decorados por algunos destello blancos, canas, su rostro severo poseía unas cuantas arrugas, y lucía un traje negro perfectamente impecable
- Señor Fuwa Riku, me alegra que haya venido debemos hablar del comportamiento de este jovencito – dijo viendo de manera desaprobatoria al castaño, quien veía desafiante, la directora vio al rubio, quien aun sostenía un cigarrillo en sus labios – inaceptable – habló alterada para sacar un pequeño rociador de aguar y apagar el cigarrillo del rubio, quien sé quedo sin saber cómo reaccionar ante esto – no me extraña su pariente tenga tan mal comportamiento, usted es un pésimo ejemplo para él, fumando y contaminando todo el aire, debería darle vergüenza – seguía hablando enojada, el rubio aun no sabía cómo reaccionar, por su parte el castaño se aguantaba las ganas de reírse del mayor
- disculpe… no tenemos ningún tipo de relación sanguínea – le interrumpió aun algo en shock, pero luego se arrepintió de eso, la directora se la pasó hablando sobre la importancia de la familia, los valores, la inmoralidad, y demás, a tal punto de aburrir al rubio, quien se hubiera quedado dormido de no ser por el castaño, que de vez en cuando lo pellizcaba para despertarlo y no seguir allí escuchando todo eso, luego de que la directora hubo terminado su largo discurso los hizo salir de su oficina


- solo espero no volver allí – se quejo el rubio, pero sabía que de nada servía, en el fondo sabía que se acostumbraría a ese lugar, y conocería ese oficina como la palma de su mano, solo le quedaba esperar que la directora le agarre aprecio para no estar tanto tiempo allí o que sea agradable su estancia
- se puede saber que miras – le reprocho con desprecio el castaño a un azabache, que los veía con cierta curiosidad y detenimiento
- nada, solo confirmo los rumores sobre ti y tu novio – soltó de manera natural, dejando al castaño sin entender nada y en una especie de shock, el rubio se sorprendió de ver al castaño hablarle a alguien y que esta persona le respondiese, así que decidió seguir el jueguito
- en estos días ya uno no puede tener privacidad – dijo abrazando al menos por la cintura, el castaño le miro raro – no trates de ocultarlo, al final todos se iban a enterar – se acerco a su oído para morderlo con delicadeza, haciendo estremecer al castaño y provocando un ligero sonrojo en él, el azabache se sintió raro viéndolos, no se sentía repugnado al ver una pareja de dos hombre, se sentía de cierta forma molesto
- de que rayos estás hablando – habló molesto el castaño tratando de quitarse de encima al rubio
- Satoshi, me tengo que ir a mi trabajo, nos vemos en casa – le dio un beso en la mejilla y lo soltó, el castaño se sonrojo levemente y miro raro al rubio, que se marchaba atrayendo la vista de todos
- entonces eres un simple cliché – su tono algo molesto atrajo la atención del otro
- simple cliché – habló algo confundido sin entender al de cabellos oscuros, quien simplemente se dio la vuelta y fue hacia el salón. La clase había comenzado, el profesor de turno intentaba actuar como si nada ocurriese, aunque era muy cuidadoso de no molestar a cierto castaño, los demás también mantenían su distancia y solo se dedicaban a murmurar y hacer chismes; la campana del receso sonó y cierta parte del alumnado salió del salón
- Aizawa no te sientas mal los chismes se irán en unos cuantos días – le habló amable un joven de cabello verdes oscuro, el castaño lo vio con fastidio
- realmente no me importa sociabilizar, después de todo solo asisto por obligación – dijo esto último desviando un poco la mirada, se levanto de su asiento para irse del salón, cierto azabache lo seguía con la vista, estaba dudando si seguirlo o no, desvió su vista hacia el peli verde quien lo veía de manera amable y tranquila, el azabache dio un suspiro y salió también, de cierta forma sabía a dónde se dirigiría; la puerta de la azotea de abrió por causa de un azabache que observo a cierto castaño, que le daba la espalda viendo hacia abajo, recostado en la baranda con redes de seguridad, el azabache se acercaba en silencio estaba a punto de hablarle cuando se hizo presente un sonido, el rugir del estomago del castaño, el azabache no pudo contenerse y soltó una risa burlona, llamando la atención del castaño que se volteo a verlo con aquella mirada de ultratumba que tenía en la mañana
- lo siento, lo siento – se disculpo aun riendo, se controlo y le ofreció una caja de plástico que tenía entre sus dos manos, el castaño suavizo su mirada solo un poco ya que tenía curiosidad sobre el objeto – vamos, ven chico, ven, no te hare daño – le comento en broma, ganando una mirada de desprecio
- acaso crees que soy un perro o que – le pregunto molesto – además que hay con ese recipiente extraño – le dijo desconfiado
- no es extraño, son galletas, mi tía vino y nos regalo algunas – le explico – ya que tienes hambre supuse que las podía compartir, claro a menos que me digas que no quieres – estaba jugando con él, pues bien sabía que tenía hambre, abrió la caja y le mostro las galletas que tenían un aspecto agradable
- no me molestes, no quiero tus estu… - el sonido de su estomago lo delato, el azabache tenía una sonrisa triunfante mientras que el castaño con desgano cogió una de las galletas con chispas de chocolate, al probarla quedo impresionado, cosa que no paso desapercibida por el azabache – entonces te gustaron, Satoshi – pregunto
- quien te ha dado derecho de llamarme por mi nombre – le reclamo molesto, el azabache ya se esperaba esa reacción, pero noto que el castaño tenía migajas
- tienes migajas, aquí – parecía divertido, se acerco y lamio los restos que quedaban cerca a su labios, el castaño se aparto
- que crees que haces – le reclamo molesto, aunque un ligero sonrojo adornaba su rostro
- te quito las migajas, ya que no puedes por ti mismo te ayudare, Satoshi – hizo énfasis en su nombre, haciendo que el castaño lo mirara con frialdad – por qué no puedo llamarte por tu nombre, no veo el problema, solo quiero ser tu amigo – le fue sincero, “creo que eres la persona interesante que he estado buscando, pero si no es verdad, aun así quiero estar a tu lado y ver tus divertidas reacciones”, pensó divertido y pensando que quizás se había vuelto loco
- puedo preguntar el porqué – pregunto serio el castaño, ya que no noto falsedad en su tono
- es divertido molestarte – afirmo sin pena y con una amplia sonrisa el de cabello más oscuro, haciendo que al castaño le dieran ganas de darle un golpe – creo que es algo que tenemos en común ese chico y yo – habló aun divertido, el castaño lo miro sin entender – ya sabes me refiero a ese sujeto rubio con el estabas coqueteando en la mañana – de cierta manera al decir esto último se oía un poco molesto y serio
- quien estaba coqueteando con ese idiota – se sintió ofendido de estar involucrado – no me gusta repetir las cosas así que escucha bien y cierra esa maldita boca – le amenazo, el azabache quería escuchar la explicación por lo cual no pensaba interrumpirlo – Riku es mi tutor legal, a pesar de no tener ninguna relación sanguínea, ni ninguna relación amorosa, solo es alguien que se mete en los asuntos de los demás, alguien muy fastidioso – explico con desgano, esto le dejaba más dudas al azabache, pero sabía que si presionaba al castaño solo lograría que se aleje así que se conformaría con esto por ahora, el resto del receso el azabache se la pasaba molestando al castaño por las migajas que tenía, pero el castaño se ajeaba y amenazaba con golpearlo. Las clases habían acabado, la mayoría volvía a sus hogares, a excepción de algunos que tenían actividades en un club u otros que se quedaban por otras razones
- Me quedare aquí hasta que cierren – se dijo convencido el castaño mientras entraba en la biblioteca de su preparatoria, al entrar noto que no había mucha gente, mejor dicho casi nadie, entró en silencio, tomo uno de los libros que le pareció interesante por el titulo y se ubico en una de las mesas cerca a las ventanas, “Que tranquilidad”, pensó relajado, abrió el libro y comenzó a leerlo, no tenía nada que hacer así que por la clase de historia que le había tocado se le ocurrió leer un poco de eso
- Aizawa, no esperaba verte aquí – le hablo amable un joven de cabellos verde oscuro, el castaño se sorprendió un poco y volteo a verlo
- te conozco – pregunto fastidiado
- no, pero es inevitable no reconocerte, te has vuelto muy famoso – le confesó con una sonrisa y tono amable, al castaño no le agrado lo que dijo así que lo miro de forma despectiva
- entonces, que es lo que quieres – pregunto molesto
- solo quería decirte que me gustas – le confesó con amabilidad mientras se recargaba en el marco de la ventana