Marcos esta dispuesto a entregarlo todo por él, pero al decirle a su familia que se ha enamorado de un chico, sólo recibe el rechazo. Echado de casa, y siendo rechazado tambien por su supuesto verdadero amor, se siente desprotegido y peor que un perro callejero....

Hasta que una noche, un buen samaritano le ofrece techo, el ya no tiene nada que perder... ¿podria quedarse como una mascota?.... En verdad eso no era lo que planeaba Andrew cuando decidio ayudar al projimo sin ninguna intencion extra.

Max tenía un don...eso que a veces se manifestaba y lo hacia lucir como un raro fenómeno, algo de lo que siempre había querido escapar. pero solo bastaba una sonrisa de Alex para que todo estuviera bien de nuevo. ¡¡Finalizado!!