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You're Mine [KAISOO] por Claudiselle

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Notas del fanfic:

Bueno, es el primer fanfic que comparto aquí, así que espero les guste. La pareja es Kaisoo con toques Hunhan (EXO), escribí esto una madrugada de vacaciones, la inspiración llega en los momentos donde una no se la espera :'D

Era una tarde de verano cuando lo conoció. Había ido a jugar baloncesto con su mejor amigo, Sehun, a la cancha que estaba cerca de su casa. Solían hacerlo todas las tardes, y sin embargo, aquella vez fue diferente. No era muy común ver a alguien más allí, pues ambos se habían autoproclamado los "Reyes" de ese pequeño lugar.
"¿Ya viste eso?", preguntó Sehun divertido. Kai soltó una risita burlona al ver a dos chicos pequeños jugando en lugar de ellos. "¿Qué te parece si les enseñamos quién manda?", dijo el moreno de manera juguetona. A medida que se iban acercando podían verlos más claramente. Uno de ellos era rubio, de contextura delgada, ni alto ni bajo. El otro era notablemente más pequeño. Su cabello era oscuro y sus movimientos algo torpes.
"¿Pasa algo?", preguntó el chico rubio. Kai no podía creer que ya estaban allí, pues se había distraído examinando al pequeño chico que tenía en frente. …l también volteó. Sus ojos eran grandes, extremadamente brillosos, y sus labios carnosos y delicados. El moreno estaba perdido en aquella preciosa mirada que le había ofrecido, y no pudo soltar una sola palabra.
No era diferente lo que sucedía en la cabeza de Sehun. Quedó embobado por los delicados rasgos del chico rubio, de nariz pequeña y respingada, de mirada dulce y vivaz. Los dos chicos se vieron y soltaron una pequeña risa. "¿Quieren que juguemos un partido?", intervino el más pequeño, quien no pudo evitar romper el incómodo silencio que se había creado. Sehun y Kai asintieron, sin desviar la mirada de esos bellos ojos que tenían en frente.
Ninguno había imaginado lo buenos que eran los chicos, sobre todo el rubio, pues si bien terminaron en un empate, el moreno y su amigo quedaron bastante cansados después del juego. Los cuatro se sentaron en las graderías que habían junto a la cancha y empezaron a presentarse. "Soy Xi Luhan y mi amigo D.O Kyungsoo, es un gusto conocerlos", dijo alegremente, dándole la mano a Sehun. "Somos Sehun y Kai", respondió, señalándose tanto a él como a su amigo, que seguía absorto en esos grandes ojos del chico cuyo nombre ya conocía, "Kyungsoo".
- ¿Viven por aquí?- si no hubiera sido por el codazo que recibió por parte de Sehun, Kai jamás hubiera vuelto a la realidad.
- Pues, ambos nos acabamos de mudar. Yo de país y él de casa.- dijo Luhan en son de broma, con una sonrisa amplia y pasando la mano por su cabello.
- ¿No crees que sería asombroso dejarme hablar a mí?- exigió Kyungsoo, dejándole a su amigo los labios hechos un puchero.
- ¿De país?- preguntó Sehun, curioso por el misterio que escondía el chico en el que se había fijado.
- Ohh... soy de China, vine a vivir aquí porque mis padres querían una mejor educación para mi, ¿no es ridículo? ya había pasado un año en la universidad y me cambiaron, en serio la extraño... ¿ustedes en cuál van?- Luhan había cambiado de emociones muy rápidamente, pues pasó de ser vivaz, a deprimente... y luego otra vez a ser vivaz.
- Estamos en segundo de preparatoria....- Kai estaba siendo demasiado honesto, tanto que Sehun le lanzó una mirada fulminante, dispuesto a asesinarlo cuando estuvieran solos.
- ¿¡Eh!? ¿¡Igual que Dio!? ¡Juraba que eran de mi edad!- dijo Luhan casi gritando de la sorpresa.
- Luhan, yo estoy en tercero.- intervino el pelinegro, fastidiado al ser usado en cada oración que decía su amigo.- De todos modos ya nos tenemos que ir, hasta lue-
- ¡Espera!- gritó Kai, quien por instinto jaló del brazo al más pequeño-. ¿Volveremos a jugar con ustedes?
- ¡Claro!- Luhan volteó a ver a su compañero, haciéndole ojitos-. Di que siiiii, será divertido~
- Ah... no veo por qué no.- respondió Kyungsoo zafándose del moreno, quien aun no lo había soltado.
- ¿Mañana a la misma hora?- preguntó Sehun. Ambos chicos asintieron, tomaron sus chaquetas y se despidieron con un "¡Nos vemos mañana!". Para Kai, eso fue lo mejor que había escuchado en todo el día.
El trayecto de regreso a casa tuvo un silencio aterrador. Esa noche dormirían en la casa de Kai, pues era viernes y no tenían nada que hacer. Al llegar ambos se tiraron en los colchones de su cuarto y se quedaron callados -lo que era bastante extraño de parte de ambos-. Sólo Kai tuvo el valor de acabar con el extraño silencio que habían originado.
- ¿Por qué estás tan callado?- el moreno estaba echado boca abajo y apoyando la cabeza en su mano, mirando hacia algún punto de la habitación.
- Lo mismo pregunto yo.- dijo vagamente Sehun, colocando las manos en su cabeza.
- Estaba pensando en el chico de la tarde, D.O. Me llamó mucho la atención... ¿viste sus ojos? Eran preciosos, ¡y sus labios!, wow, en serio eran provoca-
- Kai, ¿te estás volviendo marica?- Sehun no pudo evitar sonreír malicioso luego de escuchar tantos halagos que salían de la boca de Kai.
- ¡Qué dices!- el mayor respondió lanzándole una almohada que tenía cerca. Lo que estaba diciendo de Kyungsoo... era un chico, y definitivamente no era normal que un hombre hablara de otro de esa forma. ¿Acaso era cierto? No, imposible. Kai estaba plenamente seguro de su heterosexualidad, entonces... ¿por qué estaba sonrojado? ¿Por qué había tomado el brazo de Dio para que no se fuera? ¿Por qué se alegró tanto al saber que volvería a verlo? ¿Por qué... no podía dejar de pensar en él?
- Hey, ya, no te martirices. Creo que me está pasando algo parecido a ti.
- ¿Te gusta D.O?
- No seas idiota.- le devolvió el almohadazo que había recibido al escuchar la estupidez de su amigo.- Me refiero a Luhan... no sé, ese chico me ha interesado demasiado. Era muy guapo, ¡y vaya que jugaba bien!
- Sehun, ¿te estás volviendo marica?- preguntó Kai tratando de contener la risa.
- Kai, ¿ya te dije que eres un imbécil?- ambos rieron, tal vez no por las bromas, sino por lo que se decían. Tal vez esos chicos habían abierto la puerta de sus corazones sin advertirles que se convertirían en su mayor adicción.
Los días pasaron y los cuatro seguían viéndose, aunque no precisamente para jugar baloncesto. Preferían pasear, caminar por las calles solitarias o simplemente sentarse a conversar en alguno de los parques que habían ahí cerca. Los días de relajo no faltaban, en los que Luhan y Kyungsoo cantaban para deleitar a sus "espectadores" y más fieles seguidores. "And although the time went so fast, and the wind blew hard, the waves never broke their destination, and the sun never stopped shining".
Pasaron varios meses, tal vez medio año, tal vez un poco más. Sehun y Kai llegaron a su punto de encuentro, en el que sólo estaba Luhan esperando.
- ¿Y Dio? ¿Se va a demorar?- preguntó Sehun un poco preocupado.
- Uhm... no...- Luhan estaba nervioso, se rascó la cabeza y tragó saliva para explicar lo que había pasado.- …l... está en el hospital.- La sonrisa que Kai tenía se desvaneció en un instante. Sus ojos empezaron a brillar por las lágrimas que se habían acumulado y un mar de preocupaciones se dibujó frente a él.
- ¿Q-qué le pasó...?- Sehun lo tomó del brazo y dibujó en sus labios un "cálmate", ya había visto a su amigo romperse y le dolía mucho que estuviera así.
- No es grave, quiero que sepas eso. Tuvo un accidente viniendo para acá y está herido, por eso vine, para que me acompañaran a verlo.- era la primera vez que veían a Luhan tan serio, tanto que Sehun dejó de lado el tema y se embobó, nuevamente, con lo sexy que se veía de esa manera.
No hizo falta que respondieran. Llegaron muy rápido al hospital y corrieron a la habitación del pelinegro. Kai no pudo contener su alegría de verlo bien, de apreciar sus bellos ojos otra vez. Se lanzó a él y lo abrazó muy fuerte, soltando esas gotitas cristalinas que tenía reprimidas desde hacía ya bastante tiempo. Sehun y Luhan salieron sin hacer ruido, pues sabían que era el mejor momento para que se dijeran lo que realmente sentían.
- Me alegra que estés bien.- dijo entre sollozos el moreno, quien no paraba de lagrimear.
- ¿Por qué te preocupas tanto? Sólo tengo unos cuantos golpes, no es nada.- una grata sonrisa se dibujó en el rostro de Kyungsoo. A pesar de sus heridas, Kai lo hacía sentir protegido, querido, cuidado; algo que alguien jamás le había brindado, aunque sea con una frase, que había tenido del moreno que estaba abrazando. Kai se separó y sentó en la silla de a lado, tomó las manos de D.O y las presionó con fuerza.
- Porque eres lo más importante para mí, D.O Kyungsoo.- las mejillas del mayor se tornaron de un color rosa intenso, sus ojos se abrieron tanto como pudieron y sus manos empezaron a temblar.
- Kai, no bromees con eso.- intentó separarse sin éxito. Tenía la cabeza baja y los ojos clavados en alguna parte del suelo. ¿Lo que tanto había esperado estaba pasando o simplemente era un juego? Prefería ignorar la respuesta, no quería ser lastimado por un niño menor que él. No quería ser lastimado por Kai.
- No estoy bromeando. Desde que te vi entraste en mi cabeza y no pude sacarte. Ver tus ojos llenos de brillo, tu sonrisa cada vez que hacía una broma, tu voz al oírte cantar... creo que todas esas cosas hicieron que... tal vez... me enamo-
El mayor no lo dejó terminar. Unos labios carnosos pero delicados, como los había descrito, se posaron en los de Kai tiernamente. Las manos de Kyungsoo sostenían el rostro del menor, quien intensificó el beso poco a poco. Tal vez no era el momento, ni el lugar, pero lo que más quería el moreno era devorarlo completamente. Quería que ese pequeño pelinegro de ojos grandes fuera totalmente suyo, desde sus labios hasta su cuello, y así recorres todo su cuerpo en un camino de besos y caricias.
Lo que quería Kyungsoo no era distinto a lo que quería su compañero. Se había dado cuenta que lo necesitaba, que dejó de pensar en sus heridas porque quería estar con él, que su mayor deseo era rozar su piel trigueña con los dedos, que deseaba probarlo, saborear sus besos y marcar su cuerpo como algo que no le pertenecía a nadie más, como algo que era completamente suyo.
- Desde ahora llámame Jongin.- exigió Kai mientras bajaba la bata del mayor para besar su hombro.- quiero escuchar mi nombre de tus labios.
- Jongin...- susurró de manera provocativa, acto que calentó mucho más el cuerpo del moreno que estaba dispuesto a terminar lo que había empezado. Mientras tanto Kyungsoo quitaba el polo que Jongin llevaba puesto. El menor en algún momento se había situado encima de él, y la camilla era bastante pequeña, lo que hacía de la situación más excitante y comprometedora.
- ¿Estás bien? ¿No te duelen las heridas?- preguntó Kai recordando que el pequeño podía empeorar con lo que haría.
- Estoy bien. De todas formas no me importa, ¿qué haces preguntando tonterías en este momento?- dijo en tono burlón, aludiendo a lo jóven que mostraba ser Kai.
- Entonces no pararé...- respondió, volviendo a la ola de besos que ambos disfrutaban intensamente.
¿Cómo llegaron a eso? Ambos se habían vuelto uno. Las caricias compartidas, los besos correspondidos. Tenían el equilibrio perfecto. Sus labios encajaban con los del otro como dos piezas de rompecabezas. Sus manos recorrían el cuerpo de su amado con una sensualidad indescriptible. La piel blanca de Kyungsoo y la trigueña de Jongin se veían tan bien juntas. Los cruces de miradas, las sonrisas en medio de cada beso, los roces que tenían. Todo era tan real que no podían creerlo, pero era así. Tenían lo que querían. Jongin se había vuelto el dueño de Kyungsoo, y Kyungsoo se había vuelto el dueño de Jongin.
Notas finales: Si llegaste hasta aquí, gracias por leer sin aburrirte!! Ojalá te haya entretenido leerlo, nos vemos

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