El sol acababa de salir en Estados Unidos, ya había avanzado al abierto de EU y me estaba yendo bien hasta que algo cambio mis planes drásticamente, había ganado un total de más o menos cuarenta mil euros, debido a que los torneos Jr solo pagan una parte mínima de los que dan los profesionales. Me estaba saliendo las cosas bien, ganaba torneos, pero también los perdía, me dedicaba casi todo el día a estar con suke, ya sea entrenado o divirtiéndome con él, la pasábamos juntos mientas él no estaba solo y yo no lo descuidaba, pero apenas llegamos a Nueva York para hacer unas compras encontramos a un par que se quedo con nosotros.
Nos encontramos en un centro comercial a Yukimura y Sanada, quienes estaban de viaje para dispersarse Genichirou me explico que se habían ido del país porque el tío de Seiichi al parecer encontró donde vivía la familia Sanada y estaba al acecho, así que las dos familias decidieron llevarlos al exterior a los dos que corrían grave peligro en el país, Seiichi por parte de las verdaderas intenciones de su tío hacia él, y Genichirou, por encontrarlo en plena acción y delatarle, para su cuidado iban acompañados con el único mayor que no tenía trabajo ni problemas en ir con ellos, el hermano de Sanada.
Seiichi y Syusuke se nos alejaron un poco al ver algo de su interés, con Sanada nos quedamos un poco a la distancia vigilándolos como niños para no perderlos.
-¿Todo está bien con Seiichi?- le pregunte al verle sonreír mirándole.
-Un poco, tiene pesadillas de noche y extraña al equipo, pero dentro de todo está bien- me respondió mirándolo- lo único que importa es su seguridad ¿Qué hay con Fuji? Esta en silla de ruedas.
- No tiene nada yo le mentí, el cree que esta minusválido porque yo le dije que lo estaba- dije mirando a un costado.
-¿Qué le dijiste que?
-Sanada, Fuji es muy apegado a su familia si le dijo que puede caminar se tomara el primer vuelo a Japón aun sabiendo el peligro, por eso le dije que esta minusválido para que no cometa una locura- me justifique mirándolo con decisión- cambiando de tema ¿Supongo que se les acaba el dinero?- dije viendo al hermano de Sanada no muy lejos haciendo cuentas.
-Estamos escapándonos, ¿Qué crees tú? El tío de Seiichi es muy rápido la policía no lo puede agarrar y el dinero no crece en los arboles para que nuestros padres nos estén enviando a cada rato.
-Gen ven a ver- lo llamo Seiichi, quien se había alejado con Fuji hasta unos puestos, los dos serios nos acercamos y vimos a nuestros pares mirando una librería.
-Seiichi no podemos gastar dinero ahora- dijo Sanada poniéndose tras él.
-Compra- me miro Fuji poniendo ojos de cachorrito.
-¿Qué libros quieren?
- libro de ilustraciones de Renoir o Antología de poemas franceses- dijo Yukimura mirando la vidriera.
-La pequeña princesa o algún libro de arte, el que te guste.
-No me mires con esa cara- le dije a Fuji revolviéndole el cabello.
Entre a al local y busque los libros que pidieron, al principio al verlos me desagradaron, pero así eran los gustos de ellos no había nada mejor que hacer, al salir le di a cada uno los libros y luego tome la silla de ruedas de Fuji.
-Gracias Tezuka- me dijo mirando emocionado los libros.
-De nada, ahora ¿adónde quieres ir a comer?
-Quiero comer allá- me señalo un restaurante de carne asada.
-Genichirou- le miro Yukimura.
-No tenemos dinero para ir a un restaurante- dijo el hermano de Sanada apareciéndose tras ellos- es mas tendremos que cambiarnos a una pensión más barata.
-Si quieres Genichirou Y Seiichi pueden quedarse con nosotros, Tezuka gana mucho dinero con los torneos- sugirió Fuji- es mas ya tiene como cuarenta mil euros o algo así y en nuestra habitación de hotel hay una cama de mas.
-Fuji ellos tienen que ocuparse de sus cosas- dije para evitar problemas.
-Anda Kunimitsu, tu ganas buen dinero y a ellos les falta, no seas malo- me miro con un rostro de ángel esta vez, es mas hasta podía imaginarme salir de su espalda las alas y la aureola de su cabeza- estoy seguro que a ellos no les molestara.
-Me encantaría- sonrió Seiichi- ¿Nos dejas?
-Está bien pasen la noche mientras yo me ocupo de conseguir trabajo para subsistir un tiempo mas- sonrió el hermano de Genichirou y luego se nos alejo.
Yukimura y Fuji sonrieron de su logro y ambos se encaminaron hasta el restaurante mientras Sanada y yo nos quedábamos ahí observándolos, de alguna manera esa inocencia que podían aparentar ambos los hacían ganar lo que quisieran, no importara cuanto costaba.
Después del almuerzo fuimos a dar un paseo por ahí, nos quedamos maravillados con un parque y Fuji con Yukimura de los aviones a escala que volaban por los cielos, por lo que me vi obligado a comprarle a cada uno y después cuando vieron los barcos a control remoto en un lago, cumplí su capricho también, por más que Sanada me dijo que no lo hiciera, pero las caras que ponían los dos, no lo pude evitar.
Llegada la noche fuimos al hotel, nuestra habitación tenía dos camas de una plaza, pero decidimos que cada pareja durmiera en una para mayor tranquilidad de Fuji y Yukimura. Fui por las toallas y los pijamas ante de entrar junto con Fuji al baño, pero Sanada me detuvo.
-¿No lo dejas bañarse solo?
-No puedo- dije metiendo la silla de ruedas dentro del cuarto de baño, desvestí a Fuji y muy lentamente lo metí en la tina e hice lo mismo.
-Sexo no- me dijo cabizbajo.
-Sexo no- repetí abrazándolo y acomodándolo enzima mío- tranquilo, solo nos bañamos-
-Sexo no- dijo llorando.
-No llores, te lo prometo- le sonreí.
Fuji me miro y luego me abrazo fuertemente, pude sentir su inseguridad así que lo abrase con fuerza y le dije algunas palabras para tenerlo tranquilo, le trasmití toda la tranquilidad que pude durante el baño, luego cuando salimos del agua y lo cambie volví a abrazarlo para trasmitirle más confianza.
Después de cambiarme salimos del cuarto de baño y dije- su turno.
Yukimura se adelanto y se metió al cuarto de baño, mientras yo ayudaba a Fuji a recostarse en la cama, pensado en que Sanada se había metido con él, le desabroche un poco el pijama a Fuji mientras le masaje el pecho, cosa que lo hizo molestase y comenzó sollozar, le pregunte al oído que pasaba y me señalo a Genichirou- ¿Tu no entraste?- dije al verlo.
-Seiichi necesita privacidad.
-Syu cierra los oídos- le dije a suke antes de acercarme a Sanada- Genichirou ve con él los que son abusados tienden a ser suicidad o a auto flagelarse.
-Seiichi no es así.
-Pensaba eso de Fuji hasta que lo agarre en un intento de suicidio, metete y dile que estarás con él.
-Ya lo intente hace una semana no me deja que entre al baño cuando el esta.
-Tienes que hacerle entender que tú lo proteges y no le aras daño, es eso o dejar que las cosas sigan como van y algo malo le pase en tu descuido.
Genichirou se levanto de la cama y entro al baño, Yukimura al verle comenzó a gritarle a y fue cuando entre, Seiichi estaba sentado en el inodoro, desnudo y mirando su cuerpo, me le acerque y me agache a su altura- Yukimura tranquilo- le dije observándolo fijamente.
-Váyanse déjenme solo- me dijo entre llantos.
-Sanada está aquí para ayudarte- le dije con suavidad, cosa que no causo efecto.
-Váyanse déjenme solo- me dijo en un tono histérico.
-Te diré lo mismo que le dije a Fuji cuando comenzamos a dormir juntos- dije seriamente- Genichirou es tu novio.
-Sí pero tiene que respetar mi privacidad- dijo enfadado.
-Es tu novio, no tienes nada que ocultarle, el te tiene que conocer bien, es su deber, el debe cuidarte.
-Y lo voy a hacer siempre Seiichi no debes tenerme miedo- dijo Sanada agachándose para estar a su altura.
-Yukimura mírame a los ojos, Sanada no hará nada que tu no quieras, si llegase a atreverse a hacer algo que tu no admitas, dímelo y yo me encargo de el- dije en chiste, pero al parecer ninguno se rio, por lo contrario me miraron con mala cara, aunque Yukimura sonrió, mire de nuevo firme y continúe- nadie te obligara a hacer algo que tu no quieras, eres dueño de tu vida, este es tu cuerpo- dije tocándole el brazo- tú debes cuidarlo mucho, pero Sanada como tu novio también debe saber como esta, y procurar que siempre estás bien, el debe velar por tu bienestar, así como yo lo hago con Fuji, que por cierto lo deje solo por mucho rato, escucha Sanada no te tocara donde no debe, pero tú no le tengas miedo.
-Tezuka- me dijo mirando a sus pies.
-Te dejo con él, intenta que entienda que no le aras daño-dije saliendo del cuarto y vi a Fuji en la cama mirando por la ventana.
-Tezuka que linda que son las estrellas- me señalo aquel cielo infinito, por esa vez me alegre de haber elegido un hotel lejos de la cuidad.
Me recosté a su lado y abrí la cama con lentitud, sentí a Fuji temblar y lo abrace sin pensarlo, mire a la puerta, Sanada salió con Yukimura, el cual temblaba un poco, quizás sería un gran cambio para el que Sanada estuviera siempre, pero era lo mejor para él, le di un beso en la mejilla a Fuji el cual se sonrojo,
Al día siguiente desperté solo en mi cama y extrañamente Sanada también- FUJI- grite preocupado, fue cuando note que la silla de ruedas no estaba-SANADA DESPIERTA FUJI Y YUKIMURA NO ESTAN- grite horrorizado al no verlos por ningún lado, Sanada se levanto y pego un grito al no ver a ninguno, salimos del cuarto lo más rápido que pudimos, descalzos y en pijamas corrimos por el hotel preguntando si alguien los había visto, pero nadie supo nada.
Salimos del hotel y note en el césped los surcos de las ruedas de la silla, los seguimos y llegamos hasta una laguna la cual estaba llena de renacuajos, pero ni rastros de Fuji o Yukimura, volvimos al hotel y escuchamos gritos varios viniendo del comedor, la gente salía horrorizada del lugar y algunos con las manos en la boca, supuse que no estarían lejos, hasta que los vi salir de la cocina.
Sanada no tardo tiempo y abrazo a Yukimura, comenzó a decirle que no se le volviera a alejar, que estaba consternado con él, en tanto yo me acerque a Fuji y lo observe por buen rato, la risa que tenia era alegre, parecía haber hecho una maldad bastante grande que a varias personas afecto y este las miro- ¿Dónde metiste los renacuajos?
-Yo no fui
-Tu si fuiste lo veo en tu cara- le dije enfadado.
-Yo no fui, ¿cierto Seiichi?
-No hicimos nada- dijo sonriente, pero claro yo no les creería.
-Hay barro en las rudas- dije señalándolo- fuiste al estanque de los renacuajos.
-No fui- dijo con los brazos cruzados.
-Vamos a desayunar primero- dijo Sanada tomando de las manos a Yukimura- y tú no te me escapas.
-Tranquilo Genichirou, solo fui a dar una vuelta.
-Una vuelta, casi me matas del susto, que no se repita Yukimura.
-¿Qué me aras si lo vuelvo a hacer?- pregunto con un hilo de vos que se podía notar a mil metros.
-Yo a ti nada, ¿Cómo si fuera a hacerte algo?- le sonrió- pero no lo vuelvas a hacer no me gusta que te me alejes Seiichi, podría pasarte algo muy malo y no estaré allí para socorrerte.
-Valla Sanada enamórate te ha cambiado mucho- dijo Fuji sorprendido, viendo a aquel Genichirou que casi no reconocía por esas actitudes que mostraba.
Continuara