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POCION por Orseth

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Notas del capitulo: HOLA A TODOS, NO SE XQ PRESIENTO Q DESPUES DE LEER ESTE CAPI, RECIBIRE MUCHOS CRUCIOS CIBERNETICOS... PERO NI MODO, EL ASUNTO ES ASI, YA CONOCEN MI ESTILO.
SEGUNDO, ESTE CAPI PUDE TERMINARLO GRACIAS A MI AMIGUIS TENSHI KUN, Y ESPERO (NUEVAMENTE CON SU AYUDA CONTINUAR EL OTRO, ASI Q ESTE X L PRONTO, SE LO DEDICO CON MUCHO CARI—O.
P.D. RECUERDEN Q EL TEXTO ESTA PEGADO DEBIDO A FALLOS EN LA PAG.
BESITOS!!!!!!!
CAPITULO 60

Sin poderlo evitar, Harry permaneció viendo por un rato mas a Draco, sus labios entreabiertos lo tentaban a besarlo, pero sabía que estaba mal, que no podía llegar así como así a besarlo como si nada, como si nunca le hubiera dicho cosas terribles; sin embargo... ahí estaba, a solo unos centímetros de distancia, con esa fragancia francesa invadiéndolo todo.
Levanto su mano y a punto de tocar su mejilla con los dedos, unos enormes ojos grises lo miraron fijamente paralizándolo.
-¡¿Qué dem...?! -Exclamó Draco viéndose interrumpido por una mano en su boca.
-¡Tranquilo Draco! -Susurró Harry intentando tranquilizarlo- ¡soy Harry!
-¡mmg!... –Forcejeó Draco pataleando.
-¡Cálmate, solo quiero hablar contigo! -Exclamó Harry encimándosele y agarrándole una muñeca; sin embargo, el hacer eso y cubrirle la boca al mismo tiempo, hicieron que Draco se soltara del agarre que tenía en la boca.
-¡Harry!... ¡¿Qué demonios haces aquí?!
-Te lo digo si te calmas...
-¡¿Mis padres te dejaron entrar?!
-No seas ridículo, claro que no... Por eso necesito que te calmes para que podamos hablar.
-¡Suéltame!.. –Exclamó Draco removiéndose inquieto- ¡pesas!
-Lo haré si no armas escándalo y me escuchas. –Respondió Harry sin moverse de su sitio.
-¡No tengo nada que hablar contigo!... –Exclamó Draco furioso- ¡así que o te quitas o grito!
-Grita entonces. –Respondió Harry retador.
-¿Crees que no lo hare, Potter?
-No, no lo creo... simplemente no lo harás.
-Gritaré... te lo advierto... –Resopló Draco sintiendo el aliento cálido de Harry muy cerca de su rostro.
-Hazlo. –Lo retó Harry mirándolo fijamente. Solo que unos toquidos en la puerta hicieron que ambos saltaran espantados.
-¿Draco?... ¿estás despierto?... –Exclamó una voz desde afuera.
-¡No mamá!... –Respondió Draco al instante- ¡que idiota!... –Pensó cerrando los ojos al darse cuenta de su tonto error.
-¿No? –Respondió Narcissa extrañada- Voy a pasar.
-¡Rayos! -Exclamó Draco pateando a Harry quien fue a dar como costal de papas al suelo.
-¡Auch!
-Hola hijo... –Saludó Narcissa entrando a la habitación sin ver a Harry que se encontraba en el suelo del otro lado de la cama- Así que aun sigues dormido, ¿eres sonámbulo entonces?
-Me... me equivoque... –Respondió Draco sentándose en medio de la cama.
-Vengo por la charola. –Dijo Narcissa volviéndose al mueble, para luego hacer una mueca de disgusto- No comiste.
-No tengo hambre. –Se apresuro a decir Draco deseando que su mamá tomara la bendita charola y saliera de su habitación.
-Tampoco desayunaste.
-Si lo hice.
-¿Tomar un vaso de leche te parece suficiente desayuno?
-¡No tenía hambre! -Respondido exasperado Draco- ¿ahora podrías dejarme solo?
-Esa no es forma de hablarme jovencito, -Respondió Narcissa cambiando su tono de voz.
-De acuerdo, lo siento. –Exclamó Draco impaciente.
-No estoy jugando Draco. –Respondió Narcissa cruzándose de brazos- esta habitación parece una cueva.
-Me gusta el ambiente, ¿hay algo malo en eso?
-Ya puedes salir al jardín, tu padre ya te dio permiso, necesitas aire.
-No quiero salir... mamá, me gustaría que me dejaras...
-Abriré las cortinas... –Exclamó de repente Narcissa dirigiéndose al lado de la habitación en donde Harry se ocultaba.
-¡No! -Exclamó Draco saltando en la cama.
-No te estoy preguntando Draco, -Respondió Narcissa abriendo de golpe las cortinas permitiendo que la luz vespertina invadiera el lugar. Draco no respondió, sorprendido de que su madre no hubiese visto a Harry quien rápidamente se había metido bajo la cama- Y ahora... –Dijo Narcissa regresando al otro lado para tomar la charola de la comida y ponerla en la cama- Vas a comer, al fin que la ensalada y la fruta se comen fríos.
-No tengo hambre. –Respondió Draco sentándose en medio del montón de mullidos cojines.
-No te pregunte si tenias hambre, -Contesto Narcissa tomando un tenedor y pinchando un trozo de manzana- abre la boca.
-¡Mamá!... –Exclamó horrorizado Draco al ver que Narcissa estaba sentada en su cama con el cubierto justamente frente a su cara.
-Abre la boca. –Repitió Narcissa pacientemente.
-¡No voy a hacerlo! -Exclamó indignado Draco.
-O lo haces, Draco... –Susurro Narcissa en voz muy baja- O te meto la comida por donde no te da el sol.
-Pero mamá... –Contestó Draco haciendo un puchero- No tengo hambre...
-¡Abre la maldita boca de una vez! -Rugió Narcissa haciendo saltar al mismísimo Harry debajo de la cama.
Draco se quedó de una pieza al oír a Narcissa; su madre rara vez se exaltaba de esa manera, y cuando lo hacía, lo más saludable era obedecerla, así que sintiéndose un tonto, abrió la boca para que su madre le zampara el trozo de manzana.
-Mamá... –Susurró Draco en medio del bocado- No tienes que darme de comer en la boca, no soy un bebé.
-Pues no te comportes como uno, abre...
-Yo... puedo terminar solo... –Respondió Draco después de recibir el segundo bocado.
-Cállate y come.
-Mamá... ya estoy grande...
-No eres ni siquiera mayor de edad.
-Pero ya no soy un niño.
-Pues te comportas exactamente igual a uno.
-No es cierto.
-Eres demasiado berrinchudo Draco... te he permitido malpasarte todos estos días, pero he hecho mal, desde ahora me ocupare personalmente de que comas todo lo que te traigan a la habitación y no me iré sin ver con mis propios ojos que te lo termines todo.
-Te prometo que me lo terminare todo, -Exclamó Draco- Pero déjame solo, ¿sí?
-¿Y para que quieres que te deje solo? –Pregunto Narcissa inquisitiva- ¿Para qué lo desaparezcas?
-Te juro que no, me lo terminare todo, te lo prometo. –Dijo Draco poniendo cara de cachorro apaleado.
-De acuerdo... –Exclamo Narcissa exhalando un profundo suspiro de derrota- Voy a creerte por esta vez... pero si descubro que no te lo comiste... te juro Draco, que no te reconocerás a ti mismo cuando termine contigo.
-No será necesario mami, -Respondió Draco con la mejor de sus sonrisas.
-Eso espero. –Exclamó Narcissa con rostro serio mientras se levantaba y se dirigía a la puerta, en donde antes de salir, dijo: -Te lo advierto Draco Lucius Malfoy Black... si no me quieres conocer enojada...
-No, mira... ya estoy comiendo. –Respondió Draco metiéndose a la boca otro trozo de manzana. Sin decir nada más, Narcissa salió de la habitación.
A instante mismo en que la puerta se cerró, Draco saltó de la cama, tomó su varita y cerró la puerta con un hechizo, para después asomarse debajo diciendo:
-¡Sal de ahí, grandísimo idiota!... ¡mi mamá casi te descubre!
-Uff... vaya con tu mamá... –Exclamo Harry saliendo de ahí- hasta a mi me dio miedo.
-¿¡Que haces aquí?!
-Vengo a hablar contigo. –Respondió Harry sacudiéndose la ropa y mirándolo fijamente con rostro serio.
-Tú y yo no tenemos nada de qué hablar que yo recuerde. –Respondió Draco cerrando nuevamente sus cortinas.
-Claro que sí.
-Mira Harry... –Dijo Draco volviéndose hacia él- Si vienes a reclamarme por la poción que te di aquella... aquella vez, pues lo siento, ¿contento?
-No vine a hablar de eso, -Respondió Harry sentándose en la cama ante la expresión interrogante de Draco, quien dijo:
-¿Para qué rayos te sientas si ya te vas?
-Ya te dije que no me iré sin antes haber hablado contigo.
-Pues ya hablamos, ahora vete.
-Draco... la noche que te fuiste...
-Ya no volví a molestarte desde esa noche ¿no es así?... –Exclamó Draco dándole la espalda- ¿A qué vienes entonces?
-Draco... –Susurro de repente Harry tomándolo por los hombros haciéndolo sobresaltarse- No vengo a reclamarte nada.
-¿Qué haces? -Preguntó Draco sintiendo su rostro enrojecer al sentir el aliento de Harry en su mejilla.
-Vengo a decirte... lo mucho que te amo. –Respondió Harry abrazándolo por atrás.
-¡Basta!... –Exclamó Draco soltándose.
-¡Pero...!
-¡Pero nada!... –Respondió Draco apuntándolo con la varita inconscientemente- ¿Qué es esto?... ¿una apuesta con la comadreja?...
-¿De qué hablas?
-O tal vez con la sangre sucia...
-Draco...
-Se que aquí hay algo raro, Potter...
-¿Potter?... ¿Por qué me llamas así?
-Así te llamas ¿no?
-Pero...
-Me hiciste entender de muchas formas que se alejara de ti... ¿a qué viene ahora esta estúpida farsa?
-Draco... –Exclamó Harry caminando hacia él- Baja la varita.
-Vete de aquí... Potter... –Escupió Draco con todo el desprecio del que fue capaz- o no respondo de mi.
-No... No voy a irme. –Respondió Harry con firmeza- Y no es ninguna broma ni apuesta... yo... Draco, yo te amo.
-¡Já!... –Exclamó Draco sarcástico- ¿Y que mas?
-¿Qué más?... –Respondió Harry a un paso de él- ¿Bajaras la varita para que podamos hablar con calma?
Draco no la bajo ni respondió al instante, solo se le quedo mirando fijamente hasta que con voz temblorosa dijo:
-¿Por qué?...
-¿Eh?
-¿Por qué me haces esto?
-Draco... –Exclamó Harry sintiendo un nudo en la garganta al ver que los ojos grises de Draco luchaban por no empañarse.
-¿Acaso no me has castigado lo suficiente?
-No estoy castigándote...
-¿Por qué me torturas más?... –Exclamó Draco sin poder evitar que de sus ojos comenzaran a escapar unas lagrimas cristalinas- Ya estoy lejos de ti... ¿Qué más quieres?
-Que entiendas que he comprendido que te amo. –Respondió Harry acercándose a él.
-No te acerques... –Exclamó Draco alzando la varita.
-Draco... por favor...
-El juego terminó, Harry... tu mismo dijiste que esto fue solo para pasar el rato ¿no?
-No... –Murmuró Harry cerrando los ojos al recordar que efectivamente eso le había dicho a Draco en el salón de pociones- Me equivoque...
-Los Malfoy ya no estamos en Hogwarts... –Continuo Draco con voz ahogada- ¿no están felices todos?
-Yo no...
-Tu más que nadie, Harry... tú me odias...
-¡No! –Exclamó Harry haciendo caso omiso a la varita apuntándole- ¡yo no te odio, Draco!... jamás podría...
-¡No te acerques, déjame en paz!... –Exclamó Draco dando unos pasos hacia atrás.
-De acuerdo, de acuerdo... –Respondió Harry extendiendo las manos hacia adelante en un gesto por tranquilizarlo- Solo escúchame ¿quieres?
-No, no quiero... lo que quiero es que te vayas... –Respondió Draco entre hipidos.
-Solo dame unos minutos, Draco... por favor...
-Dije que no...
-Pues igual me quedo... –Respondió Harry- y escucharas todo lo que vengo guardándome en el alma todos estos días. -Draco ya no dijo nada, conocía a Harry lo suficiente para saber que en verdad no se iría de ahí hasta que dijera lo que venía a decir, así que solamente bajo la varita y pasando a su lado de largo, fue a sentarse a la cama con la cabeza agachada; Harry entendió que iba a dejarlo hablar, así que aclarándose la garganta, comenzó a hablar desde su lugar- Yo... bueno, todo este tiempo que compartimos juntos, Draco... me la pase muy bien...
-Claro... –Musito Draco sin levantar la cabeza- Soy bueno en la cama ¿no?
-¡No!... –Exclamó rápidamente Harry- Es decir si... pero bueno...
-¿Quieres mas sexo, Potter? –Continúo Draco diciendo en voz baja.
-Draco, por favor... –Exclamó Harry hincándose frente a él y tomándole las manos- No vengo por sexo... vengo a decirte que el tiempo que estuvimos juntos me sentí feliz... y no, no solo fue por el sexo, sino por la persona con quien lo tenia... ¿sabes porque me enfadó tanto el verte con Zabinni?... ¡porque ya te amaba y no me había dado cuenta!... ¡porque me sentí morir de celos cuando te vi con él!... porque pensé... pensé que yo no significaba nada para ti...
-Yo te explique la situación...
-Lo sé... y no quise creerte, me sentí fatal... todos estos días yo... sentía que algo me faltaba...Draco, me faltabas tú... soy un completo idiota porque me di cuenta de ello hasta que leí tu carta... hasta que vi que te habías ido... que ahora si... te había perdido... -Draco no dijo nada, solo permaneció con la cara hacia abajo, con los hombros moviéndose ligeramente por el llanto que no podía evitar, Harry tomó su barbilla con una mano y le levanto el rostro diciendo: -Te amo, Draco Malfoy... –Entonces acercó su rostro al de Draco, quien comenzó a temblar al sentirlo cada vez más cerca, entonces...
-¡No!... –Exclamó levantándose- no te creo...
-¡Draco!... –Respondió Harry desde el suelo- ¿Qué tengo que hacer para que me creas?
-Nada... no necesitas hacer nada... tu amor no me sirve para nada. –Respondió Draco dándose la vuelta y limpiándose el rostro con una manga.
-No digas eso... –Dijo Harry sintiendo una punzada en el pecho- Tu también me quieres...
-No... Creí quererte, que es muy diferente...
-¡No! –Exclamó Harry levantándose y tomándolo por los brazos- ¡tu carta dice que me amas!
-¡Pues mentí!... –Respondió Draco haciendo gestos de dolor ante el agarre de Harry- ¿¡no lo dijiste tu mismo!?... ¡nunca dejare de ser un Slytherin!... ¡a fin de cuentas, todo un Malfoy!
-Me equivoque, lo acepto... –Exclamó Harry sin soltarlo- Me dejé llevar por los celos, dije cosas estúpidas y sin sentido, te lastime, te ofendí y sé que hay cosas que difícilmente se pueden olvidar... pero estoy dispuesto a hacer lo que tú quieras para que me perdones.
-No necesitas mi perdón... –Respondió Draco intentando soltarse- Lo que necesitas es acostarte con alguien... ¿¡porque no recurres a la hermana de la comadreja?!... o mejor aún, con la buscona de Ravenclaw, esa que ni siquiera recuerdo como se llama...
-No quiero a nadie más que a ti, Draco.... –Dijo Harry soltándolo y abrazándolo por la cintura.
-¡Ya te dije que yo no!... –Exclamó Draco poniendo las manos en los brazos de Harry en un intento de poner distancia entre ellos- ¡Suéltame!
-Lo que dices en esa carta... –Respondió Harry acercándolo más- No pueden ser mentiras... tú me amas...
-Fue un momento de sentimentalismo barato... –Exclamó Draco forcejeando entre los brazos de Harry- ¡Te digo que me sueltes!
-¿Y tu ultimo regalo, Draco?... ¿eso también fue sentimentalismo?
-Yo... yo... –Balbuceó Draco sin saber de pronto que decir- Ya quería un cambio de imagen, eso era todo...
-No, tú me diste algo muy preciado para ti...
-Por favor... suéltame... –Susurro Draco incapaz ya de seguir forcejeando- ¿Qué quieres que te diga?
-Solo que aceptes lo que te digo, que te amo y... que tu también me quieres.
-No... Además voy a casarme... –Respondió Draco mirando hacia otro lado.
-No puedes casarte, tú me quieres...
-Si, pero lejos de mi.
-¡No es verdad! –Exclamó Harry empujando a Draco hacia la cama y arrojándolo sobre ella.
-¡¿Cuántas veces tengo que repetírtelo, Potter?! –Dijo Draco desde la cama.
-¡No me digas Potter!... –Respondió Harry montándosele a horcajadas.
-¡De acuerdo cara rajada! –Exclamó Draco intentado levantarse- ¡quítate!
-No, no me quito... –Respondió Harry tomándolo por las muñecas.
-¡Potter!... –Pataleó Draco soltando su varita.
-¡Mírame a los ojos y dime que no me amas! -Exigió Harry.
-¡No te quiero! –Exclamó Draco mirándolo fijamente.
-¡Pues no te creo!... Draco... te pido que me perdones, por favor... –Susurró Harry en su mejilla...
Draco ya no contestó, solo cerró los ojos intentando controlar el enorme deseo de gritarle con toda su alma que si... que nunca había dejado de amarle, que su sola existencia era suficiente para hacerlo feliz, que un solo suspiro suyo bastaba para alegrarle el alma, sin embargo, solo abrió los labios para decir...
-Vete...
-Draco...
-¡Vete, con un demonio!... –Grito Draco en medio de un llanto desgarrador- ¿¡no entiendes que tu sola presencia me lastima?!
-Yo no quiero lastimarte... –Respondió Harry soltándolo de las muñecas y tomándole el rostro con ambas manos- Yo te amo...
-No... No es cierto... tu no me quieres... –Susurro Draco cerrando los ojos.
-Draco... –Dijo Harry pegando su frente con la de él- ¿No puedes aceptar que me equivoque?... ¿No puedes aceptar que yo pueda enamorarme de ti?
-No... –Susurró Draco poniendo sus manos en las muñecas de Harry.
-¿Por qué no?
-Porque... porque soy un Malfoy...
-Maldita sea, Draco... eso no me importa... no me importo cuando te abrace en medio de la lluvia... cuando paseamos juntos en Londres.
-No sigas Harry...
-No llores, mi amor... –Respondió Harry limpiándole una lagrima con un pulgar- Soy un idiota. Un completo imbécil por haber tardado tanto en darme cuenta de que mi desventura se debía a que tú ya no estabas conmigo...
-No...
-Mi corazón es solo tuyo, Draco... un corazón que te piensa, que te añora, que te invita a su regazo... que llora por no sentir tus brazos, esos brazos que invitan a soñar...
-Cállate... –Gimió Draco con los ojos cerrados...
-Un corazón que te busca sin encontrarte, que te siente sin tocarte...
-Por favor... –Susurró Draco abriendo los ojos- No hables más...
-No hablare más... –Respondió Harry acercando sus labios- lo que hare... será hacerte el amor...
-No... –Exclamó Draco intentando evadir el beso de Harry, pero las manos del Griffindor se mantuvieron firmes impidiéndole volver el rostro.
Los labios de Harry eran tan suaves y firmes al mismo tiempo, su lengua lucho por introducirse en la boca de Draco, quien en contra de toda su fuerza de voluntad, la abrió poco a poco para dejarla pasar.
Y pronto, el tímido beso se convirtió en una pequeña batalla de pasión, por ver quién devoraba mas del otro, las manos de Draco se hundían en el rebelde y azabache cabello de Harry revolviéndolo más si es que eso era posible, su aroma llegaba hasta su nariz invadiendo sus sentidos provocando un hambre desesperada de él.
Harry dejó los ahora inflamados labios y se dirigió hambriento al blanco cuello, el cual comenzó a besar y a lamer, a chupar dejando manchas purpuras, como si quisiera marcarlo de su absoluta propiedad.
-¡Oh Draco...! -Gimió Harry colando sus manos por debajo de la camisa de franela.
-¡Harry!... –Exclamó Draco en un suspiro mientras le echaba los brazos al cuello.
Las manos de Harry no se daban abasto para sentir toda esa cálida piel que tanto extraño, pronto fue insuficiente el espacio, así que se enderezó y tomando la pijama por las solapas, la abrió haciendo volar los botones; levanto un poco a Draco para quitársela por completo y luego volvió a abalanzarse a su cuello, a sus blancos hombros, al cual después de algunos momentos de salvajes besos, mordió.
-¡Ah! -Exclamó Draco al sentir el punzante dolor.
-Lo... lo lamento... –Susurro Harry apenas consciente de lo que decía. Draco no dijo nada, solo ladeaba la cabeza dándole más espacio, arqueando el cuerpo al sentir los dientes de Harry mordisqueándole un rosado pezón.
Harry paso de uno al otro, endureciéndolo con la lengua, succionándolo con fuerza para después mordisquearlo con suavidad, haciendo que Draco se retorciera bajo su cuerpo; puso sus manos en su cintura, tocando su pecho y sus caderas como quien no cree que lo que tiene en sus manos sea real; entonces metió unos dedos en la cintura elástica del pantalón y comenzó a bajarlo; Draco abrió los ojos sobresaltado y lo detuvo sujetando su pantalón con una mano.
-Shhhh... –Susurró Harry retirándosela suavemente- Todo está bien... tranquilo...
Entonces bajó el pantalón hasta los tobillos, se lo quito sin dejar de mirarlo intensamente, tanto que Draco cerró los ojos sintiéndose ruborizar; Harry se acomodo entre sus piernas sin desvestirse aun, el tener a Draco totalmente desnudo debajo de él hacía que la sangre le hirviera, así que se le acostó encima mientras el chico rubio se estremecía al sentir el cuerpo de Harry; no importaba que entre ellos estuviera la ropa del Griffindor, su calor, su pasión, todo él se respiraba en el aire; Draco apretó entre sus manos la ropa de Harry en su espalda en un intento de sobreponerse.
-No... –Jadeo entrecortadamente- No quiero...
-Claro que quieres... –Respondió Harry metiéndole la lengua en la oreja- Lo deseas tanto como yo...
-¡Ah!... –Gimió Draco al sentir los dientes de Harry morderle el lóbulo de la oreja, para después bajar poco a poco por todo su pecho, dejando rastros de saliva, hasta llegar a su ombligo, en el cual Harry introdujo de nueva cuenta su lengua- ¡no hagas eso o yo...!
-¿O tu qué? -Preguntó Harry trazando círculos con su lengua alrededor del ombligo de Draco.
-Merlín... –Suspiro Draco abriendo inconscientemente mas las piernas.
Harry sonrió y colocando sus manos en la estrecha cadera, fue bajando su boca hasta encontrarse de frente con un pene erecto que clamaba atención; entonces, ante el desespero de Draco, comenzó a quitarse la túnica y el uniforme, para encontrarse en cuestión de minutos, completamente desnudo. Nuevamente se hinco entre las piernas de Draco, miró el sonrosado pene y con una mano lo tomo, pero antes de meterlo en su boca comenzó a friccionarlo provocando en Draco sensaciones que le hacían mover la cabeza de un lado a otro; finalmente Harry se lo acercó a los labios, paso la lengua por la punta y abriendo los labios lo introdujo hasta el fondo de su garganta.
-¡Aaah!... –Exclamó Draco crispando los puños.
Harry en tanto, había cerrado los ojos para disfrutar el sabor de aquella persona que había extrañado tanto, el liquido pre seminal bañaba su lengua provocando en el deseos de que Draco se corriera en su boca, sin embargo él mismo se contuvo, deseaba que ambos terminaran al mismo tiempo; por lo que sus mamadas continuaron con un ritmo ligero; sacó el pene de su boca provocando en Draco cierto malestar, malestar que fue olvidado al sentir los labios de Harry en su ingle y en el interior de sus muslos.
Las manos de Harry recorrían las blancas piernas, recordando con dolor cuanto las había extrañado, se sentía sobrecogido por el sinfín de emociones que le invadían a tropel, como avalancha en plena montaña; se sentía feliz, se sentía completo al fin, froto su mejilla con el interior de la pierna derecha de Draco disfrutando su suavidad.
-Te quiero tanto, Piel de Luna... –Susurró Harry sin abrir los ojos- Pero lo hizo tan bajo que Draco no lo escuchó. Lo que hizo entonces fue levantarle la pierna y comenzar a besarle desde el muslo hasta la punta del pie; como adorando cada parte del cuerpo de Draco que se había quedado quieto, sintiendo cada caricia de Harry en su piel; entonces se puso encima suyo y colocando los brazos en los costados del Slytherin, dijo: -Bésame...
Draco lo miró con los ojos entrecerrados, sintiéndose ebrio de tanto placer, así que dócilmente extendió los brazos y Harry se inclino para dejarse atrapar por ellos. Draco lo abrazo con fuerza, como si temiera que en cualquier momento fuesen a arrancárselo, atrapo sus labios y comenzó a besarlo, introducía su lengua en la boca de Harry recorriendo todo su cálido interior, abriéndola lo más posible y moviendo su cara de un lado a otro para invadirlo todo.
Harry se sostenía con los brazos para no cargarle todo su peso a Draco, entonces se dejo caer de costado abrazándolo para dejarlo encima suyo; Draco lo miró sorprendido por el movimiento, pero luego sonrió y comenzó a besarle el cuello.
El también se sentía en otro mundo, ¡Cuánto había extrañado ese aroma, esa piel, esas manos...!, comenzó a sentir un nudo en la garganta, su visión comenzó a empañarse, sentimientos encontrados invadían su pecho, finalmente no pudo contenerlos, y se dejo caer sobre Harry escondiendo su rostro en el cuello del moreno, quien preocupado lo abrazo diciendo:
-¡Draco!... ¿estás bien, que pasa?
-No puedo Harry... –Respondió Draco sin dejar de esconder el rostro- No puedo seguir sabiendo que no me quieres... que es solo sexo...
-¡Con un maldito demonio!... –Exclamó Harry separándolo de él para mirarle la cara- ¡No estoy engañándote!
-Solo quieres sexo... –Respondió Draco soltando su rostro.
-¡Mírame! -Exclamó Harry obligándolo a mirarlo- No estoy teniendo sexo contigo... estoy haciéndote el amor...
-Pero Harry... –Respondió Draco comenzando a llorar.
-Y puedes meterte tu maldito apellido por el culo, eso no me impidió enamorarme de ti... -Por toda respuesta, Draco recargo su mejilla en el pecho de Harry, quien a pesar de haberse exaltado, lo abrazó con fuerza diciendo- Hiciste un tonto de mi, Draco Malfoy...
-No... –Dijo finalmente Draco separándose de Harry ante el desconcierto de este- No puedes quererme...
-¡¿Y porque no!? -Exclamó furioso Harry enderezándose.
-Porque no... –Respondió Draco.
-¡Eres un idiota! -Bufó Harry poniéndose de pie.
-¡No lo soy! –Respondió Draco sentado en la cama.
-¡Si lo eres!... –Exclamó Harry señalándolo- ¡eres un maldito idiota egocéntrico!
-¡No!
-¡Un snob egoísta que solo piensa en si mismo!... ¡un caprichoso insufrible que no ve mas allá de su nariz y que clasifica a las personas según su clase social!... ¡un estúpido niño mimado que tiene miedo de romper las reglas!... –Continuo Harry- ¿Pero sabes qué?
-¡¿No, qué?! -Respondió furioso Draco poniéndose de pie acercándose a escasos centímetros de su rostro.
-Así te amo.
-¿Eh? -Exclamó Draco desconcertado.
-Así te amo... –Repitió Harry acercándose a él- No eres un apersona con trato fácil, Draco Malfoy... a decir verdad eres una persona difícil... ¿pero qué puedo hacer?... me enamore de ti y no hay nada que pueda hacer al respecto.
-Harry... –Susurro Draco mirándolo con los ojos muy abiertos- Tú... ¿tú me amas?
-Te lo he repetido como un millón de veces desde que llegue aquí, ¿no? ... –Respondió Harry rodeándolo por la cintura- Pero vaya que eres difícil de convencer, Draco Malfoy...
-¿Tú me amas? -Volvió a preguntar Draco sintiendo una especie de calor subir desde sus pies hasta su cara.
-Ya te lo dije... –Exclamó Harry riendo al ver su desconcierto- Yo, Harry Potter... estoy completamente deschavetado por ti, Draco Malfoy... me enamore como un perfecto idiota y no voy a dejarte ir.
-Harry... –Murmuró Draco sin dejar de verlo.
-¿Si?
-Hazme el amor... por favor... hazme el amor...

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