En una habitación poco iluminada se encontraba un moreno de cabello azabache que miraba el techo recostado en su cama con una mirada perdida y llena de lágrimas, las cuales recorrían su rostro haciéndolo sentir más miserable de lo que se sentía por haber perdido lo único importante en su vida.
Sasu: Se ha ido… Naru ¿Por qué? ¿Qué fue lo que te hice para que te alejaras de mí de esta manera? – Limpiándose las lágrimas – Ninguna palabra me dedicaste antes de partir… “Naru-chan, cuando seamos grandes te convertirás en mi esposa...” – Recordó de pronto el moreno - …A lo mejor no debí haberte dicho eso después… - bajó su mirada recordando.
*******************Flash back **********************
Un rubio de 14 años con rasgos infantiles aún, corría hacia un moreno de la misma edad, pero este a comparación del rubio tenía un semblante mucho más maduro y responsable. El rubio se detuvo a unos pasos del moreno, llamando su atención con una gran sonrisa.
Naru: ¡Sasu-chan!
Sasu: Mh… - miró al pequeño (Sigue siendo más bajo que Sasuke) - ¿Qué pasa dobe?
Naru: ¿Sigues con eso? – Lo miró molesto – Estaba distraído en ese momento, no es como para que me molestes toda la vida.
Sasu: Si, como digas – mirando como el chiquillo hacía un tierno morrito - ¿Para qué me buscabas?
Naru: - sonriendo – Te quiero preguntar algo
Sasu: ¿Qué cosa?
Naru: Bueno… - nervioso - ¿Q-qué pasaría si… te dijera q-que tú me gustas?
Sasu: … - mirando a Naru sorprendido – Bueno, te diría que es algo realmente estúpido, yo no te veo como algo más que un amigo ya que eso has sido siempre para mi.
Naru: … - bajó la mirada – Ya veo.
Sasu: ¿Por qué la pregunta?
Naru: ¿Eh? – Mirando a Sasu – No, por nada… ¿Y la propuesta que me hiciste cuando éramos pequeños?
Sasu: Naru, eso solo era juego de niños… nunca me casaría con mi mejor amigo
Naru: - sonriendo tristemente con el flequillo tapando su mirada - … je.
Sasu: ¿A que venían esas preguntas?
Naru: Nada importante… - girándose - Me voy.
Sasu: ¿Eh? ¿Naru? – Miró preocupado al rubio – Espera, ¿No quieres ir a tomar un helado conmigo?
Naru: - sonriéndole al moreno tiernamente – No, gracias…
El moreno vio marcharse al rubio que se veía deprimido ya que caminaba con la mirada gacha y distante, y él no entendía nada de lo que había pasado.
*******************Fin Flash Back******************
Sasu: - Agarrando sus cabellos – Soy un idiota, no debí nunca decirle eso… me veo ahora en el espejo y mi reflejo muestra a un pobre infeliz que lo único que hizo fue hacer sufrir sin saber a su mejor amigo y que recién se dio cuenta de que no puede vivir sin él porque estoy totalmente enamorado de él – Las lágrimas caían sin más de sus ojos – Soy un total y completo…
Itachi: Imbécil – Interrumpiendo y mirando a su hermanito – eso es algo que ya todos sabíamos Sasuke, no puedo creer que recién te dieras cuentas de tus sentimientos hacía Naruto-kun…
Sasu: - mirando a Itachi – Lo sé, pero aun así el no me quiero…
Itachi: “Peor ciego es el que no quiere ver”, ¿No es así el dicho hermano? – miró al moreno - ¿Es qué acaso nunca te fijaste que la tristeza de Naruto apareció en el momento que empezaste tu noviazgo con esa chica?
Sasu: - Sorprendido – “Tiene razón, Naru-chan empezó a actuar raro desde ese entonces”
Itachi: Naru-chan realmente estaba enamorado de ti, espero que sea feliz allá en Inglaterra, según lo que me contó Minato-sama, su amigo con el cual se va a quedar a vivir, tiene un hijo de la misma edad de Naru… Tal vez ese chico sepa apreciar mejor a Naru de lo que tu lo hiciste y se termine enamorando de él.
Sasu: No… “No… si realmente me ama, no se va a olvidar de lo que siente por mi” – se decía Sasuke.
Itachi: Si, Sasuke… perdiste la oportunidad de ser feliz junto a el y ahora solo te queda esperar que pase el tiempo y que Naruto no haya cambiado ese sentimiento hacia ti. – Vio como su hermano derramaba más lágrimas – por lo que veo, ahora te toca sufrir lo mismo que sufrió Naruto-kun hermano – dijo saliendo de la habitación
Sasu: Lo sé, fue mi culpa – Se decía maldiciéndose por lo bajo – Mierda!! – golpeando la pared.
------- Con Naru ------
Hacia ya unas horas que habían aterrizado y ahora ambos rubios se encontraban dentro de un automóvil muy amplio, junto a otro hombre que por lo que alcanzo a percibir Naruto ese era el amigo de su oto-chan y que ahora ambos mayores conversaban amenamente de quien sabe que cosa, el hombre tenía cabello color café y ojos negros y respondía al nombre Yamato.
Yamato: Minato-san, me he preguntado en el camino algo, ¿Ese joven que viene junto a usted es su hijo?
Minato: Así es, es mi pequeño retoño – mirando tiernamente a Naru – Se llama Naruto.
Yamato: - mirando al menor – Espero que te lleves bien con mi hijo Naruto-kun, es una persona muy arisca con los desconocidos.
Minato: Espero que así sea y se lleven bien. – miro al menor el cual lo miraba y acarició sus rubios cabellos con delicadeza.
Yamato: - después de un rato – ya hemos llegado Minato-san. – hablo amablemente.
Minato: - miró a su hijo que se había quedado dormido en su regazo – Naru-chan, despierta ya llegamos.
Naru: - bostezando – uwaaaaaaaaaa!! (Bostezo ¬¬) ¿Eh?
Minato: - riendo bajito – Ya llegamos hijo.
Naru: - adormilado y tallándose los ojitos con la manga de su chaleco – Si, bajo en un segundo.
Bajaron de auto siendo recibidos por la ama de llaves de la gran mansión, que saludándolos cortésmente mando a que otros empleados recogieran las maletas para que las llevaran a las respectivas habitaciones. Siguieron caminado hacia la casa cuando por la puerta aparece un chico de piel blanca como la nieve y de ojos y cabello negro que los saludo educadamente.
…: Bienvenido padre, señor… - haciéndole una leve reverencia a Naru.
Yamato: Sai, hijo, te quiero presentar a Minato-san y a su hijo Naruto-kun.
Minato: Espero que te lleves bien con mi hijo – le sonrió al moreno.
Sai: Claro Minato-san – mirando a Naruto.
Yamato: bien, Sai ¿Podrías llevar a Naruto-kun a su habitación? – Pidió.
Sai: No hay problema – miró a su padre para después mirar al menor – Ven, sígueme… es por aquí.
Naru: … - asiente con la cabeza.
Sai: - caminando delante del rubio – “Dudo mucho que sea así de callado” Emmm… ¿Cuánto años tienes Naruto-kun?
Naru: … 18 recién cumplidos
Sai: ¿Recién? – mirando fijo a Naru, el cual se puso nervioso.
Naru: S-si, l-los cumplí ha-ce dos días… el 10 de Octubre – miró el piso sacando una sonrisa a Sai.
Sai: - acercándose al rubio – Feliz cumpleaños un poco atrasado entonces Naruto-kun.
Naru: ¿Eh? G-gracias
Sai: - siguió caminado seguido del rubito – Bien esta es tu habitación – Dijo abriendo la puerta del dormitorio.
Naru: - mirando el cuarto – “Woa es enorme” Gracias Sai-san
Sai: - riendo por la reacción que tuvo el rubio – No hay de que, si me necesitas estaré en mi habitación que es la de al lado de la tuya, y si no estoy allí, estaré en la sala principal – le sonrió al menor el cual se sonrojo – “Es bastante mono y tierno”
Naru: Está bien… - mirando cohibido el piso.
Sai: Bien, nos vemos luego – Se retira dejando a Naru solo en esa gran habitación.
Naru: Su parecido con Sasuke es abrumador… “Pero hay algo que él tiene y Sasuke no…” Bueno… mejor me relajo de tan largo viaje que hemos hecho… - Dijo yendo al cuarto de baño donde la tina ya estaba lista para usarse con el agua templada, en la cual no se demoró en sumergirse – Waaa! Que rico, mis músculos se han relajado totalmente…
Se quedó sumergido un largo rato hasta que se tuvo que salir porque el agua se había empezado a enfriar, salio de baño con una toalla anuda a su cintura, cuando ya estaba junto a su cama a punto de comenzar a vestirse la puerta se abre dejando ver a un Sai muy sonriente el cual lo miraba de arriba abajo, poniendo nervioso al menor.
Sai: La cena está lista Naruto-kun - No recibió respuesta por un largo rato ya que el menor estaba en shock – Bueno, te dejo para que te vistas tranquilo… -salió aún más sonriente.
Naru: … - su mirada cambió a una encolerizada – ¡¡¡MALDITO PERVERTIDO!!!!
El rubio ya vestido bajo rápido las escaleras y se sentó junto a su padre, teniendo frente suyo al pelinegro que le sonreía con esas sonrisas ya características suyas que contenían una mezcla de falsedad y burla. La cena pasó entre miradas, por parte de Naru eran de total molestia y por parte de Sai que era una impasible que junto a su sonrisa irritaban aun más al rubio. A pesar de todo fue una cena amena en la cual se enteró que empezaría las clases al día siguiente cosa que sorprendió al rubio, iba a ir al mismo colegio que el moreno el cual ahora lo miraba con una más grande. Al final del día el rubito se fue a acostar ya muy cansado por todo lo sucedido en el día.
La noche pasó muy rápido y como era de costumbre el rubio no despertaba y su despertador no paraba de sonar, el cual termino roto por un lanzamiento del rubio. Pasados los minutos entró Sai al cuarto del chico ya que lo habían mandado a despertarlo y a ver si tenía la paciencia para hacerlo, paciencia que no tuvieron las empleadas.
Sai: Naruto-kun, despierta – primer intento y nada – Naruto-kun… - aún nada – sniff… Naruto despierta… -picándole con un dedo la mejilla, pero un movimiento por parte del dormilón lo descolocó un poco, pero aún así siguió durmiendo, pero las marcas en las mejillas del rubio llamaron la atención del moreno – “Que marcas tan tiernas”
Naru: - Abriendo los ojos – Mmmmm… ¿Qué pasa? – Sai quedo de piedra, pero al ver que no le decía nada por haberlo tocado sin permiso le habló.
Sai: Levántate, hoy es tu primer día de escuela, y no puedes llegar tarde – le dijo
Naru: - Tallandose los ojos – Está bien
Sai: - sonrojándose – V.-vamos, levántate, te espero abajo – Salió de la habitación la más rápido que le dieron sus piernas.
Naru: ¿Eh? – sin comprender la actitud del moreno.
El rubio se alistó lo más rápido que pudo y bajo las escaleras de las cuales casi cae pero por su buen equilibrio no cayó y así, a gran velocidad se dirijió a su nueva escuela junto a Sai.
Las horas se le hicieron eterna, y ya quería salir de ese lugar en donde muy a su pesar intentaban educarlo, Sai solo lo miraba con una gota en la cabeza ya que la manera en la que sufría el chico cada vez que algún profesor pasaba materia era solo de un ser único, Naruto finalmente el timbre que indicaba el fin de las clases sonó y ambos chicos salieron del recinto que según el rubio era una cárcel.
Naru: ¡Al fin terminó! – levantó sus brazos mientras caminaba.
Sai: Vamos Naruto-kun no es para tanto – le sonrió.
Naru: ¿Por qué me sigues tratando así?
Sai: - descolocado – ¿Así como?
Naru: Con el “kun” al lado de mi nombre, llámame más natural como Naru, o Naru-chan, o como quieras ¿No somos amigos ya?
Sai: Está bien N-Naru-chan
Naru: Así está mejor, pero cuando lo digas de corrido estará mucho mejor jajajaja
Sai: Será m-mejor apurarse.
Naru: Claro “Se parecen mucho físicamente” Sai – le llamó acercándose a él.
Sai: - Dándose la vuelta - ¿Qu… - fue callado por los labios del rubio sobre los suyos – “Me… me está b-besando”
Era un simple rose que con el pasar de los minutos se iba volviendo en algo mucho más profundo y apasionado, sus lenguas se tocaron y enredándose entre sí haciendo que los dos jóvenes se sintieran pleno y satisfechos. Luego de un rato Ambos se separaron lentamente, solo uniéndolos un pequeño hilillo de saliva que se corto con el soplar del viento.
Naru: - entrando en razón – Yo… l-lo sien… - un dedo del pelinegro lo cayó posándolos en sus suaves labios.
Sai: Shhh… - Lo besó nuevamente sorprendiendo al rubio por tal acto – “¿Qué estoy haciendo?” – abre los ojos y ve que el rubio mantenía una expresión totalmente relajada, sorprendiendo al moreno – “Le gusta…” – Se separa lentamente de los labios del rubio – Naru… y-yo…
Naru: - interrumpiéndolo – Gracias…
Sai: ¿Eh? ¿Por qué?
Naru: Gracias a ti estoy comenzando a olvidar a Sasuke… te quiero… - Le sonrió
Sai: Naru… yo… - Lo besa muy emocionado, aunque tenía la duda de saber quien era ese tal Sasuke pero esperaría a que el rubio le cuente – Yo también te quiero y mucho…
Naru: - Con ojos llorosos ya que nunca nadie le había dicho eso con esa clases de sentimiento, eran las palabras que siempre quiso escuchar de la boca de Sasuke pero eso nunca sucedió – Sai… gracias…
Sai tomó de la mano al rubio y se lo llevó rápido a la casa ya que estaban montando un espectáculo en plena vía pública, haciéndolos sonrojar; llegaron muy agitados a la casa y justo en el recibidor se encontraba el ama de llaves que los recibió con una gran sonrisa para luego guiarlos al comedor para que almorzaran. Ambos chicos comieron muy felices su almuerzo para luego ir a la sala en donde se quedaron muy acaramelados los dos.