CUANDO TE MARCHES REGRESARAS A MI por Rikkathum

7.- NECESIDAD DE INVADIRTE

Shuichi y Byakuya salieron del departamento de Sakuma dejando a los amantes resolviendo esas pequeñas diferencias que tenían, salieron hacia el estacionamiento y entraron al carro, Shu iba con la mirada gacha y en silencio, el pelinegro lo miraba de vez en cuando, estaba demasiado preocupado por el chico pero era difícil de evitar, su corazón y alma querían que ese chico no sufriera en lo absoluto por ninguna circunstancias, pero sabia que eso era imposible después de todo esas palabras dirigidas a sus amigos sonaron con mucha y gran tristeza, sabia a la perfección que el chico no se recuperaría de la noche a la mañana y tenia que hacer hasta lo imposible por cambiar ese hecho y no iba a lograrlo mientras el pequeño estuviera siempre pensando en ese escritor y si el quería entrar en su vida como estaba el novelista o mas profundo tenia que interponerse entre ellos dos ya que el pelirrosa estaba completamente conectado con ese sujeto por lo cual tenia que colarse en los pensamientos del chico, meterse a su vida no como un simple amigo sino como alguien que lo desea en cuerpo y alma, tenia que meterse como diera lugar en la frágil mente del chico, distraerlo hacia el, invadir ese espacio que le dedica al escritor para así poder tener una posibilidad ya que si continua pasivo lo único que lograra es que el pelirrosa solo lo quiera como un simple amigo aunque cabía la posibilidad de que así fuera a terminar de todas formas "pero el que no arriesga no gana" pensó el pelinegro.

Mientras el pelinegro pensaba todas esas cosas camino al departamento del pelirrosa, este pensaba en la conversación que tuvo con el peliverde, en realidad estaba demasiado feliz por sus amigos, ellos se hicieron una parte muy importante de su vida después del accidente que tuvo al descubrir la infidelidad de Yuki, ellos siempre estuvieron para apoyarlo a pesar de que el no les daba nada a cambio y ahora que podía regresar algo de lo mucho que le dan estaba dispuesto a hacerlo aunque tuviera que mostrar su vida como ejemplo de lo que no se debe de hacer, pero aun así no podía dejar de sentir un poco de envidia por esos dos, el sabia de antemano como iba a terminar toda esa situación, ellos reconciliándose, aunque en realidad jamás discutieron solo eran inseguridades tontas por parte de ambos y lo mas probable es que ahorita estén de lo mas felices, el también quería ser feliz con la persona amada, esos eran los pensamientos que tenia en su mente y sin pensarlo volteo su mirada hacia el pelinegro, abrió sus ojos de sobremanera volteo rápidamente su mirada hacia la ventana, lo bueno es que el pelinegro no se dio cuenta porque estaba concentrado manejando, "pero que me pasa?", se preguntaba el pelirrosa, no entendía muy bien porque al momento de pensar en la persona amada dirigió su mirada hacia el.

El pelinegro sintió la mirada pero no volteo a verle directamente solo de reojo y vio cuando el otro se voltea rápidamente, no entendió muy bien que paso por lo cual no pregunto, aparte ya tenia su plan y no lo iba a echar a perder por actuar antes de tiempo y lo dejo pasar, al parecer Byakuya no se a dado cuenta pero por alguna razón el ya estaba entrando en los pensamientos del pelirrosa como el deseaba, tal vez el año que pasaron juntos en la secundaria le daba una ventaja que el no conocía y de la cual el pelirrosa no recordaba o su mente simplemente la suprimió por el hecho de que el pelinegro tuvo que irse de su vida por sus problemas familiares, pero lo que no sabe es que el corazón no olvida.

Llegaron al departamento y entraron en el, el pelinegro se dirigió hacia la cocina.

- no has comido nada, preparare algo de comer - dijo Byakuya mientras abría la puerta del refrigerador para sacar lo que necesitaba, el pelirrosa solo se le quedaba mirando, en realidad agradecía lo que hacia por el pero no quería causar molestias.

- no tienes que hacerlo, en verdad no me gusta causarte molestia y siento que es lo único que he hecho desde que nos encontramos - dijo el pelirrosa para después bajar la mirada.

- ... - el mayor no esperaba esa reacción por parte del pelirrosa, se acerco a el y le dio un pequeño beso en la frente, el Chico se sorprendió por ello pero no dijo nada y solo escucho lo que Byakuya le dijo después de eso - tu nunca serás una molestia para mi - simples palabras salieron de la boca de Byakuya que para Shu fueron muy significativas, el pelinegro después de decir eso se voltea y se dirige hacia la cocina de nuevo para seguir con lo que estaba preparando.

Por un instante el chico no pudo evitar comparar a Yuki con Byakuya, "ambos de palabras cortas, pero uno expresa mas que el otro", salio de sus pensamientos cuando cierto minino se restregó contra su pierna y dio un pequeño maullido, lo tomo entre sus manos mientras se dirigía hacia el refrigerador para sacar un poco de leche, Byakuya y el no cruzaron mas palabras por el momento.

Después de atender al pequeño gatito Shu se sentó en la mesa de la cocina viendo la espalda del pelinegro ya que estaba volteado haciendo la comida en la estufa, no sabia que decirle, pero sabia que tenia que agradecerle por todo lo que estaba haciendo por el, repentinamente mientras veía la espalda de Byakuya no pudo evitar recordar cuando lo vio completamente desnudo, su blanca piel, su espalda ancha su bien formado trasero, sus piernas, se sonrojo a mas no poder y bajo su mirada, se estuvo así hasta que el pelinegro le llamo.

- ya esta, te sirvo - dijo mientras le ponía un plato en frente y uno para el, comieron en completo silencio, ambos metidos en su mundo.

Al terminar la comida ambos fueron a la sala, Shu había pensado durante todo ese tiempo como agradecer así que sin mas, miro a los ojos por primera vez a Byakuya después de tanto tiempo - Sempai, yo quería agradecerle por todo lo que has hecho por mi - el pelinegro que estaba tomando un Wyski lo dejo en la mesa en señal de que estaba escuchando con atención al pequeño, el cual al notarlo continuo - se que te cause muchos inconvenientes y sobre todo por motivos demasiado egoístas - bajo la mirada - yo, yo estaba en un mal momento y al parecer me he aprovechado de tu gran amabilidad, yo... - el pelirrosa no pudo evitar empezar a sollozar, en realidad a pesar de estar agradecido se sentía miserable porque sentía que había utilizado al pelinegro para poder alejarse de todo lo que le estaba haciendo mal - yo... no merezco que sea de esa forma conmigo, yo... - el pelirrosa no pudo continuar porque unos labios lo callaron, nunca noto cuando el pelinegro se levanto y fue directo hacia el, abrió sus ojos enormemente por la sorpresa y pude ver el perfecto rostro del pelinegro el cual tenia los ojos ocultos entre sus cabellos negros, la manos de Byakuya estaba en ambos lados de la cara del pelirrosa.

El pelinegro no pude evitarlo mas, no soporto verlo así de frágil y se fue directo hacia el, se separo de el notando la confusión en los ojos del chico, lo miro directamente a los ojos y después los cerro para poner su frente en la del chico y comenzar a hablarle.

- Shuichi... - era la primera vez que lo llamaba por su nombre de pila causando un escalofríos de pies a cabeza en el pelirrosa - tengo que decirte que te amo desde la primera vez que te vi - esto dejo en completo shock al pelirrosa, el mayor se despego de la frente del chico y lo miro directo a los ojos - yo aria por ti lo fuera necesario para verte bien, verte feliz, se que as de pensar que esto es tonto, pero mis sentimientos siempre han sido estos, desde el momento en que te conocí, se que no es un bueno momento y te daré todo el tiempo que necesites pero quiero estar en tu mente, quiero que pienses en mi, invadirte para así poder algún día tener una posibilidad contigo - el pelirrosa no podía articular palabra alguna, por lo cual el pelinegro continuo - no te voy a acosar insistiendo en mis sentimientos por ti, te daré tiempo y tu espacio pero quiero que te quede bien claro que te amo y por ti aria lo que fuera y jamás serás una molestia.

Se separo completamente del chico, el cual no salía de su asombro.

- me voy por hoy, necesitas descansar vendré mañana para llevarte a comer junto con tus amigos de la banda y discutir unas cosas -  tomo su saco y se acerco a la puerta, solo podré estar aquí durante una semana ya que tengo que regresar a Japón por casi medio año - esto si saco de su mundo al menor y lo miro con cara de duda, el pelinegro solo sonrío al ver la mirada del chico y continuo - seguiré en contacto contigo por teléfono mediante correos inclusos podríamos utilizar las videoconferencias, aparte siempre estaré al pendiente de lo que necesites.

- yo...

- no necesitas decir nada, solo descansa nos vemos mañana - tomo la manija y abrió la puerta - solo no olvides lo que te dije y... que te amo - salio sin esperar respuesta cerrando tras de si.

Shu en realidad estaba en shock, esto lo había tomado por sorpresa, jamás se espero que el pelinegro sintiera eso por el, su corazón latía a mil, entre emocionado y confundido, no podía negar que el beso le gusto.

- pero que estoy pensando!!! - se levanto del sofá y fue directo hacia su habitación, se quito la ropa y fue directo a la ducha, repasaba una y otra vez las palabras del pelinegro, no podía evitar sentirse completamente emocionado, pero a la vez sentía un poco de culpa, aunque no sabia porque, ya que después de todo recién termino su relación con Yuki, pero había algo mas que no entendía en si que era eso.

Salio de la ducha y se fue directo a su cama no quería seguir pensando en ello, aparte todavía tenia que seguir viendo al pelinegro durante esa semana por lo cual no podría pensar con claridad aparte de que pedirle consejo alguno de sus amigos no era buena idea, ya que Ryu y Tat están recién arreglando la pequeña inseguridad que hubieron, Hiro y K estaban aprovechando el tiempo por el hecho de que habían tenido demasiado trabajo y esa semana de descanso que tenían la aprovecharían al máximo, así que sin mas tendría que esperar, por mientras seguiría las cosas como si nada hubiese pasado por el bien de el y del pelinegro.

Al día siguiente en la tarde llego Byakuya con el resto de la banda para comer algo en el departamento del pelirrosa y seguir hablando de los planes de trabajo y los otros días siguientes Shu y Biakuya salían a conocer tiendas junto con los otros y en ocasiones solos, pero el pelinegro no comentaba nada de lo sucedido esto en parte tranquilizaba a Shu y parte se sentía decepcionado, no sabia porque pero necesitaba seguir escuchando esas palabras que nunca creyó escuchar en su vida, no cabía duda era todo un caos dentro de el.

Por fin el día en que Biakuya regresaría a Japón llego, Shuichi no sabia si ir al aeropuerto a despedirse o no, "pero por que lo pienso tanto, es lo menos que puedo hacer" tomo sus llaves, pediría un taxi, pero cuando iba a salir se topo con el pelinegro enfrente de su puerta - Sem...pai...

- Vengo a despedirme, no quise que salieras tan tarde, puedo pasar?

- claro, adelante - ambos se sentaron en el sofá de la sala - entonces regresaras dentro de 6 meses?

- si, pero estaré mandando a mi asistente personal, creo que lo recuerdas el rubio tarado que estaba con nosotros en el hospital.

- aa Hurahara-san, no?

- si.

- ya veo, pues espero que tengas un muy buen viaje y pues que estemos en contacto - el pelirrosa se escuchaba nervioso y era que el pelinegro lo miraba fijamente a los ojos, de repente vio como se este se paraba y se ponía frete a el con una de sus manos lo tomo de la barbilla y se inclino para estar cerca de los labios del pelirrosa y susurrarle palabras que hicieron estremecer al pelirrosa.

- no se si 6 meses sean suficientes, pero cuando regrese te seduciré para que al fin seas mío y poder amarte por el resto de mi vida - después de esas palabras lo beso, suave, profundo lleno de incontables sentimientos, shu al principio se quedo en shock pero después se dejo llevar por el agradable sentimiento, el pelinegro se separo de el y se dio la vuelta para dirigirse a la salida, iba a salirse sin voltear de nuevo a ver al pelirrosa ya que se le hacia muy difícil dejarlo, pero después de escuchar las palabras que este le dirigió no pudo evitar y sonreírle abiertamente al chico.

- te... estaré esperando... - Shu no supo como es que pudo articular esas palabras y mucho menos no sabia porque había dicho eso, pero sentía la necesidad de decir esas simples palabras y se sintió excelente después de ver la sonrisa que le dedicaba el pelinegro.

- te amo - después de decir eso por fin se marcho dejando a un pelirrosa con los sentimientos a flor de piel.