13.- VERDADES DEL CORAZON (parte 2)
- Sai no quiero que te enfermes así que te llevare a una de las habitaciones para que descanses – le dijo Gaara mientras lo levantaba en brazos a estilo princesa.
- me encanta cuando me cargas así, me haces sentir que encontré a mi príncipe azul, aunque si lo vez de otra forma parece que soy yo una princesa… sabes eso ya no me gusto…
- jajaja pero si eres toda una princesita jajaja y sobre todo por tus modales – decía todo divertido mientras se adentraban a una de las habitaciones de invitados.
- ja-ja-ja que gracioso, y sabes algo si no fuera porque Naruto es mi mejor amigo y Sasuke lamentablemente mi primo ya los hubiera sacado a patadas de mi habitación.
-claro, en primer lugar tú fuiste el que se la diste – lo dejo caer despacio en la cama.
- estaba nervioso de acuerdo, aparte en mi habitación conseguirán ropa si quieren cambiarse – Gaara se sentó a un lado del.
- si en cambio nosotros no tenemos cambios de ropas… - no pudo seguir hablando porque Sai lo jalo hacia él para apoderarse de sus labios.
- no la necesitaremos… - le dijo en un susurro mientras desabrochaba la camisa del pelirrojo – me encanta tu cuerpo Gaara.
- aah… - Sai había pellizcado uno de sus pezones – eres un travieso Sai… te castigare – comenzó a desabrochar también la camisa del pelinegro y cada porción de piel expuesta era probada por sus labios, mordidas, lambidas, besos.
Los dos entre besos, caricias y mordidas se desvistieron, el pelirrojo acariciaba sin reservas todo el cuerpo que temblaba de pasión debajo del suyo, una de sus manos viajo hasta el miembro palpitante de su Koi, comenzó a estimularlo, su mano fue sustituida por su boca y sus dedos dilataban la entrada del pelinegro, las manos de Sai estaban agarrando los cabellos rojos marcando el ritmo de la boca del pelirrojo, comenzó a mover sus caderas de arriba abajo imitando penetraciones.
- aaah!! Gaara!! – se vino en su boca, el pelirrojo trago todo saboreándolo, lo tomo de las caderas y lo volteo, de una sola estocada entro en el – aaah!! Mmm mi mapache… ansioso?
- aaag... mmm si la verdad es que me encanta estar en este estrechito culo, desde que lo vi, lo desee y que creer – le decía todo en susurros al oído – no pienso dejarlo ir nunca, será mío siempre, todo lo que tienes, todo lo que representas, todo lo que eres, todo, tu vida, tu alma será mías Sai, me entiendes, te amo más que a mi propia vida.
- si…sii Gaara…mm soy todo tuyo…aah!! – las envestidas iban en aumento, Gaara también comenzó a darle más placer a su uke masturbándolo al ritmo que lo penetraba.
Los jadeos se escuchaban en toda la habitación al igual que las palabras de amor, el primero en venirse fue Sai, su entrada se estrecho deliciosamente apretando el miembro de Gaara, este dio unas envestidas más profundas y se vino dentro del pelinegro, el pelirrojo se dejo caer en la espalda del pelinegro, después salió poco a poco de el percatándose de que no le hizo daño a pesar de lo apasionado que estaba, se dejo caer a un lado y atrajo a sus brazos a su Koi.
- estuviste un poco apasionado no te parece Gaara? – le pregunto ya cuando había logrado tranquilizar su respiración.
- te lastime?
- no, pero, esas palabras…
- por esas palabras es por lo que te juro… - tomo su rostro entre sus manos e hizo que mirar a sus ojos aguamarina - … te juro que jamás dejare que algo malo te pase, nadie acepto yo podre tocarte, nadie te lastimara.
- Gaara… - el pelinegro lo miro sorprendido.
- lo que paso hoy… si Sasuke no hubiera estado drogado, estoy seguro que Suigetsu estaría muerto, yo también quería matarlo, porque Sasuke es como mi hermano y sé que es lo mismo para ti con Naruto, que les hagan daño te pone tan furioso, si algo te pasara yo no nada más estaría furioso, pero sé que Sasuke haría lo mismo, golpearía al maldito que te hizo daño, porque así somos, por eso si no logro detenerme en lastimar a alguien, no me odies…
Gaara se tapo la boca y giro su rostro – Gaara?
- vi…vi tu rostro… estabas… - Gaara estaba llorando.
- no Gaara! – el pelinegro tomo su rostro y lo giro para que lo enfrentara – si dices que parecía asustado no era por ti, era por lo que te pudo haber pasado, admito que tu forma de arreglar las cosas como Sasuke, es algo poco aceptable porque ustedes también pueden salir heridos, pero eso no significa que no te entienda.
- entonces no me odias…
- por supuesto que no Gaara, te amo y siempre te amare.
El pelirrojo se abrazo fuertemente a él, Sai correspondió gustoso si así tranquilizaba a su Koi, poco a poco Gaara dejo de llorar y se quedo dormido, Sai besaba sus ojos para limpiar sus lagrimas después lo siguió al mundo de los sueños.
Mientras tanto en la casa de los Uchiha, se podía ver a un peligris sentado frente a un moreno en la sala, Kakashi miraba fijamente a Iruka, la verdad sobre su vida era lo que quería saber con ansias y ahora el moreno se la ofrecía, quería saber todo de su Koi, saber de todo lo que se ha perdido, pero el día había sido de lo más largo para los dos, temía por la salud de Iruka, no quería que enfermara.
- Iruka, estás seguro de que quieres hablar ahora? Sabes, si quieres podemos dejarlo para mañana, hoy ha sido un día muy largo y no es muy recomendable que enfermes – le dijo con sincera preocupación que noto rápidamente el moreno.
- estoy bien Kakashi, yo creo que este es el mejor momento para hablar…
- pero y mañana la escuela, es inicio de semana y si te enferma o no te levantas.
- antes de irnos de la comandancia le pedí por teléfono a Shizune para que se hiciera cargo de todo mañana junto con Tsunade y Jiraiya, también le dije que tu y Deidara no asistiría a dar clases, lo bueno es que el concurso o exposición de arte es dentro de dos días – comentaba tranquilamente.
- entonces permíteme ir por dos tazas de café, no tardo…
El moreno solo lo observo ir hacia la cocina, la verdad es que un buen café no le haría daño, en la cocina Kakashi ponía agua para el café cuando de repente su teléfono celular comenzó a sonar.
- si?
- Kakashi-sensei, como salió todo? Perdón! Soy Deidara, Itachi me dio su teléfono.
- oh! Deidara, Itachi está contigo?
- sí, se quedara conmigo esta noche.
- ya veo, me alegro y los chicos?
- se quedaron en casa de Sai, creo que ellos necesitan un poco de espacio.
- supongo que si… no sabes cómo está Sasuke?
- hace poco hable con Sai, me dijo que se asomo a donde estaban y Naruto junto con el estaban dormidos, que estaban tranquilos.
- emmm como les fue todo? Esta Iruka contigo?
- sí, estamos en mi casa, las cosas salieron mejor que bien, mañana en la mañana trasladan a…esa tipa y al estudiante ese a la cárcel que les corresponde, no será necesario que Gaara se presente ni nada por el estilo, todo salió extrañamente y magníficamente bien.
- ya veo…
- si, Iruka no movió ni un solo dedo, eso es un poco terrorífico.
- bueno, es que… me imagino que movió uno que hizo todo lo demás.
- tú sabes algo de eso?
- no sé mucho en realidad, solo sé que tiene un amigo que le ayuda cuando hay problemas graves como este, no sé si sea un abogado pero nunca lo he visto.
- ya veo, bueno… - la tetera para el agua comenzó a sonar - …te dejo Deidara, por favor dile a Itachi que todo está bien, aah!! Por cierto mañana no es necesario que vayas a clases, Iruka aviso.
- de verdad?
- sí, el tampoco asistirá así que…
- ok muy bien, los chicos también se quedaran en casa a descansar.
- si será lo mejor.
-bien, nos vemos Kakashi-sensei y gracias por no dejar solo a Iruka.
- no tienes que agradecer, nos vemos – el rubio colgó el teléfono y se encontró con que Itachi no le apartaba la mirada.
- Itachi…
- como está el director?
- creo que bien, están en tu casa.
- a si? Qué bueno, supongo que se quedara esta noche con Kakashi.
- si es lo más seguro – el rubio suspiro pesadamente, camino hasta donde se encontraba Itachi y se dejo caer a un lado del, Itachi lo miraba con algo de preocupación por la mirada triste de su rubio.
- Dei?
- sabes, Iruka y Naruto tienen historias muy tristes, ellos se entienden en todo momento, sobre todo porque pasaron por situaciones muy similares.
- tú no sabes mucho sobre ellos Dei? – le pregunto mientras lo abrazaba.
- no, Iruka solo me conto lo necesario según él, se que Iruka y Naruto…ellos…sabes porque estoy tan preocupado por lo que paso hoy? Precisamente por lo sucedido con ellos, ellos, ellos… - los sollozos no lo dejaban hablar, Itachi lo abrazo mas fuerte entonces Deidara le conto lo poco que sabía, haciendo que Itachi se sorprendiera mucho por sus palabras.
Kakashi por otro lado con café en sus manos fue a sentarse a un lado del, le estiro una tasa al moreno y este la acepto agradecido.
- Deidara me llamo, pregunto cómo había salido todo y pregunto por ti.
- ya veo.
- le dije que te quedarías aquí y que todo había salido bien.
- bien…ellos como están?
- me dijo que Sasuke y Naruto están tranquilos, los dejo en casa de Sai junto con Gaara para darles su espacio, el e Itachi están en tu casa.
El moreno suspiro aliviado, desde que todo había pensado estaba demasiado preocupado por Naruto y Sasuke, pero también por Deidara, se preguntaba como estaría tomándolo todo – bueno, eso es muy bueno, que nadie este solo.
- sí, le dijo que no era necesario que se presentara mañana a la escuela, lo más probable es que mañana te llame.
- eso espero.
De repente los dos se sumieron en un silencio algo incomodo, ambos tomaban de su café y no se miraban, uno no sabía si debía preguntar y el otro no sabía cómo empezar.
- jeje la verdad no sé ni por donde comenzar.
- jajaja – de repente el peliplata se rio de sus pensamientos – lo siento, te iba a decir que desde el principio pero eso al parecer si me lo sé.
Iruka lo miro sorprendido pero también se rio un poco – cielos, no cabe duda de que sigues siendo el mismo, es como cuando intentabas leer un libro, solo el principio y el final…
- y siempre esperaba a que me dieras un resumen de lo demás.
- se podría decir que los momentos más difíciles de mi vida se dividen en cinco, los demás son los más fáciles de superar.
- cuántos de esos puntos conozco?
-solo dos… uno de ellos se los conté en la fiesta esa que organizo Anko, el otro… - se paró de donde estaba, camino un poco por la sala, le dio completamente la espalda a Kakashi – el otro tú fuiste quien lo provoco – Kakashi se tenso ante esas palabras y no pudo evitar bajar la mirada – pero… no es como piensas, es solo que yo en aquel entonces era un niño y para mí eso fue algo muy doloroso, el que una de las personas que amaba, aunque bueno no crees que es gracioso.
- el que? – pregunto Kakashi volteando a ver la espalda de Iruka.
- el que desde entonces sepa que te amo… - volteo a verle a los ojos – te amo y no dudes de eso como el que también ya te perdone y que ese dolor ya está en el olvido – se acerco al peliplata poniéndose de rodillas frente a él y tomando sus manos siguió hablando – desde el momento en que te volví a ver, el ver tu arrepentimiento, el saber que tu también me amabas y el darme amor ha hecho que esa herida se cerrara, por completo.
- Iruka… - el peliplata atrajo el cuerpo del moreno a sus brazos y con un dulce tono de voz hablo en su oído – siempre te ame, desde que vi esos enormes ojos cafés mirándome con curiosidad, también cuando vi esos ojos viéndome enfurruñados porque te jugué una broma, lo recuerdas – Iruka sonrió ante esos recuerdos de niñez y correspondió al abrazo aferrándose a la camisa del peliplata.
- como olvidarlo, te gustaba hacerme enojar…
- si porque tus mejillas se ponían rojas y te hacían ver lindo, jeje pero después descubrí que diciéndote palabras bonitas también te sonrojabas y más rápido, siempre fuiste demasiado lindo – tomo de los brazos al moreno hasta incorporarlo y sentarlo en sus piernas, abrazo sus caderas e inclino su cabeza hasta dejarla reposando en el pecho del moreno, este sonrió a tal acto ya que no era la primera vez que se sentaban así, el moreno solo se abrazo al cuello del peliplata y acariciaba los cabellos plata.
- te gustaba siempre sentarme así – le dijo riendo por el recuerdo.
- sí, siempre ha sido muy relajante... – suspiro y abrió los ojos que había mantenido cerrados desde que lo sentó en sus piernas – pero bueno, supongo que esa fue una de las cosas difíciles que te pasaron, la segunda si no me equivoco fue la muerte de tus padres.
Iruka con sus ojos fijos en la cabellera del peliplata y sin dejar de acariciarlo le respondió – si, el saber que me había quedado completamente solo porque unos tipos se les ocurrió que si no tienes nada no vales en esta vida y no mereces pisar esta tierra me hizo un gran dolor que nunca creí que podría llegar a superar.
Kakashi no dijo nada solo se iba a limitar a escuchar, si tenía alguna pregunta la haría pero siempre que fuera un momento oportuno para ello.
-no teníamos mas familia, mis padres me concibieron cuando eran muy jóvenes y era mal visto que una señorita de clase alta anduviera con un chico que tenia más que para mantenerse el mismo, al enterarse la familia de mi madre que estaba embarazada le dijeron que si o abortaba le darían la espalda, ella no dudo en irse de la casa con el miedo de que incluso mi padre le rechazara, se fue a vivir con una amiga que tenía en la escuela de clase media que había perdido sus padres en un accidente, así que no había problema para que ella se quedara viviendo con ella, mi padre la busco como loco por cuatro meses, para entonces mi madre tenía ya siete meses de embarazo – se rio un poco y Kakashi le ponía mucha atención porque esa era una historia que no se sabía del todo, solo sabía que sus padres eran pobres, pero que a pesar de todo se amaban como nadie se pudo amar en esa vida, entre la pequeña risa Iruka continuo – mi madre me conto que cuando mi papa dio con ella, al verla así de hermosa como se veía de embarazada se soltó llorando a sus piernas, mi madre nunca supo cómo se entero de que ella se había ido de casa por estar embarazada, pero dijo que mientras mi padre lloraba de alegría le juraba que siempre haría lo que fuera por nosotros, trabajaría el triple de ser necesario pero que jamás no faltaría comida, techo y educación para mi…ellos… - la voz se le empezó a entrecortar con el recuerdo, elevo un poco su rostro mirando al techo para controlar las lagrimas que querían salir de sus ojos – ellos se amaban tanto… mi madre aun se quedo unos días con su amiga hasta que mi padre acondiciono todo para nosotros, después nos llevo a la casa que conociste.
- la de dos cuartos… y un baño – dijo Kakashi recordando cuando iba a visitar a su amigo – recuerdo la época que mi familia tenía problemas, que mis padres se iban a separar, me encantaba ir a tu casa, siempre era dulce y tibia, el amor estaba impregnado en cada pared, en cada rincón, era el mejor lugar de todos, era un verdadero hogar.
- si… mi padre se encargo de que a pesar de que teníamos carencias, siempre fuéramos felices al entrar en casa, mi madre también hizo mucho y comenzó a trabajar, no pudo seguir con sus estudios pero con la ayuda de su amiga consiguió trabajo, poco a poco no hacíamos de nuestras cosas y no me falto educación mientras ellos vivieron…
- como fue que se cambiaron de casa? – pregunto Kakashi levantando su mirada para ver el perfil de Iruka.
- pues… cuando salimos del segundo semestre de secundaria, mi padre consiguió un mejor trabajo, lamentablemente tenía que salir mucho fuera de la ciudad, por eso era muy buena paga, como mi padre era muy responsable y los jefes eran buenas personas decidieron también darle una casa, cuando entre por primera vez se me hizo enorme, poco a poco la fuimos amoldando a nosotros, se sintió igual que en nuestra primer casa, de hecho, fue cuando me di cuenta de que no importaba el lugar, lo importante es estar con las personas que amas y que estés a gusto.
- tus padres murieron unos días antes de la graduación, cierto?
- sí, cuando vi mi casa en ese estado me sentí devastado, busque a mis padres con la mirada, entonces mi corazón se estrujo tanto que creí que se rompería… me sentí tan mal, me sentí un completo inútil…al ver como sacaban los cuerpos de mis padres sin vida de la casa, no pude hacer nada por protegerlos, creí que había sido un accidente pero cuando me dijeron que había sido un asesinato no supe que pensar…
- fue muy difícil para ti…
- cuando caí en cuenta de que había perdido a mis padres supe que estaba completamente solo, me sentía perdido, pero… de nueva cuenta vi una luz cuando mi tutor entro a mi vida, pero no se curó esa herida hasta que Deidara y Naruto formaron parte de mi familia, porque sabes – bajo su mirada para ver los ojos de Kakashi que lo observaban aun – ellos, aunque no tengan mi sangre, los amo como a mis hijos, no soportaría perderlos a ellos, siempre tratare de protegerlos con todo lo que tengo y con mas.
Kakashi acaricio una mejilla de Iruka con cariño mientras le sonreía – lo sé, yo haría lo mismo por Sasuke e Itachi, son muy importantes para mí como lo eres tú.
Iruka se inclino hasta darle un dulce beso en los labios a Kakashi, cuando se separaron Iruka se incorporo de las piernas del peliplata, le hizo una señal para que las abriera y así lo hizo, el moreno se sentó en medio de ellas y dejo su espalda recargada en el pecho del peliplata, Kakashi lo abrazo por la cintura y dejo descansar su mentón en el hombro de Iruka.
- en el orfanato paso otra etapa cruel de mi vida, en ese lugar me quitaron algo que me hubiera gustado entregarle a la persona que amo o que me amara… - esas palabras, por alguna razón no le estaban gustando para nada al peliplata, abrazo mas fuerte instintivamente a Iruka – un grupo de chicos al verme llegar les parecí perfecto para sus bromas pesadas… y pensar que ya me había librado de las de secundaria - rio tristemente y miro de nueva cuenta hacia el techo – me ponían el pie en el comedor y tiraba toda la comida en mis ropas, la gente que se encargaba del cuidado jamás les vio a ellos como los culpables sino que decían que yo los provocaba por lo que sus castigos eran… eran crueles, te sacaban al patio donde había un árbol gigante, te amarraban de las manos de él, sin camisa… utilizaban una vara negra que parecía tipo látigo por su flexibilidad, y te empezaban a golpear con fuerza, uno, luego otro y otro…hasta que tu piel se rompía… y la sangre corría – Kakashi había ocultado sus ojos entre el hombro y el cuello de su Koi – conmigo siempre se quedaban más tiempo hasta que ya no podía mas y me desmayaba, esa es la razón de las marcas en mi espalda.
- como… como es que… que hay gente…como esa – Kakashi hablaba entrecortadamente por la rabia contenida, sus ojos seguían ocultos en Iruka.
- no lo sé, pero eso no fue lo peor… un día… un día cuando me estaba dando una ducha… ya sabes en esos lugares son duchas compartidas… yo siempre iba cuando no había nadie… una vez mientras me duchaba, los mismos chicos que me molestaron cuando recién había llegado me… me arrinconaron… me arrinconaron en una de las esquinas del baño y ellos…
- Iruka… - su nombre salió como un gemido adolorido de los labios de Kakashi.
- ellos me golpearon hasta que ya no pude defenderme… después…después… - cerro los ojos queriendo evitar las imagines que vinieron a su mente mostrando lo que una vez fue su realidad -…me violaron entre ellos, uno por uno… uno más brusco que el anterior… fuuu – un sollozo fuerte se le escapo de sus labios, Kakashi lo tenía fuertemente abrazado sin decir ni una sola palabra - … eran cinco chicos en total… termine en el hospital… cuando medio desperté escuche voces… eran las encargadas de la institución, no sé cómo pero se encargaron de que nunca se supiera lo que paso realmente, las escuche diciendo que a mí no planeaban utilizarme en no sé qué negocio… que después de lo que había pasado será más fácil asimilarlo… - con su mano limpio las lagrimas que salían de su ojos – yo sentí que había perdido algo valioso, un día en el hospital antes de que me dieran de alta me encontré con Kushina-sensei, ella… me reconoció, fue como una luz en todo eso, hablamos un poco luego se marcho, al poco rato regreso con uno de sus tíos, ella me pregunto que se me gustaría vivir con ella y con él en la mansión Uzumaki… yo les dije que sería muy feliz de que así fuera, me preguntaron que me había pasado, yo no les dije nada y ellos no preguntaron mas, efectivamente ellos presentaron solicitud para adoptarme, pero esos trámites eran largos…
- … - Kakashi no decía nada, solo se limitaba a escuchar lo que su moreno le contaba, se sentía un completo inútil y sentía que lo único que podía hacer era escuchar.
- cuando regrese a ese lugar mis heridas del cuerpo ya casi estaban curadas, paso una semana y los tramites aun no estaban concluidos, yo no veía la hora de salir de ese maldito lugar, esos chicos no se me acercaron en ese tiempo, como si tuvieran órdenes de no tocarme ni un pelo, una noche después de que cene fui a mi cuarto, mi compañero extrañamente no estaba, eran cuartos para dos… me cambie de ropa y cuando ya me iba a acostar alguien entro a mi cuarto, era una persona algo mayor, no mucho, tal vez diez o quince años mas grande, yo me asuste por la mirada…su asquerosa mirada… - entre sus manos agarro los brazos de Kakashi – iba a pedir ayuda pero el muy cabron de un solo movimiento me tenia boca abajo en la cama, me dijo… por Dios…lo recuerdo tan claramente… - trataba de controlar sus llanto – me tapo la boca y me dijo que no le gustaba las cosas violentas… puso cerca de mi nariz un estuche de plata de muy pequeño tamaño, lo abrió y había un polvo azul, con su mano en mi boca no tenia más opción que respirar por la nariz, cuando lo aspire… mi cuerpo reacciono extraño, de repente… no tenia control de mi cuerpo…yo…ese maldito hizo lo que quiso conmigo y yo… no pude hacer nada…en cambio se hundió en el maldito… en ese maldito placer…sentí que perdía la cordura… no…
- amor mío… - Kakashi con una de sus manos agarro el rostro de Iruka y lo volteo para besar dulcemente sus labios, después mientras besaba las lagrimas de los ojos de su moreno hablaba – no fue tu culpa… ese tipo es el culpable… tu cuerpo no reacciono porque quisiera…el te drogo… no fue tu culpa…
- no sabes… - hablaba más calmado – no sabes cómo desee esa palabras… nunca le dije a nadie sobre esto – se incorporo de donde estaba sentado y camino un poco por el lugar, calmándose mas – ni te imaginas quien fue el maldito que entro a mi cuarto esa noche.
Kakashi se estaba limpiando también sus lagrimas, al escuchar esas palabras volteo a ver a Iruka – supiste quien fue?
- nunca se me va a olvidar – volteo a verlo a los ojos – Orochimaru…el padre de Rin.
- Que?!! – pregunto incrédulo, tenía que ser una muy cruel broma.
- si… cuando tuve los medios le cerré oportunidades de abusar de mas niños en instituciones, en algunos cambie las personas que trabajaban, en otros mandaba redadas de policías, siempre se salvo y opte por tenerlo cerca para vigilarlo, acepte su dinero y sus condiciones, haciéndole creer que yo no tenía el dinero suficiente para sostener la escuela, poco a poco eh reunido la suficiente evidencia para meterlo a la cárcel de por vida… ese maldito no saldrá con vida ni bien librado en cuanto esté dentro de ese lugar – los ojos de Iruka mostraban dolor, odio, ansias, desesperación.
El peliplata fue con él y lo atrajo a su cuerpo con un fuerte abrazo – porque… porque… - la desesperación, la angustia de saber cuándo daño habían hecho tanto padre como hija a personas que amaba y que él no pudo hacer nada estaban convirtiéndose en un enorme arrepentimiento por no haber matado a Rin a golpes.
- no lo sé Kakashi… pero ese maldito va a pagar… así como su asquerosa hija… no voy a dejar que lo que le hizo a Sasuke se quede sin pagar…
- debí matarla Iruka!! Y ese tipo…ese tipo debería tener un peor destino del que tendrá su hijo.
- Kakashi… - dejo de abrazarlo para tomar entre sus manos el rostro del peliplata entre sus manos – se que te duele pero igual que yo tenemos que superarlo, seguir adelante mi amor, y sabes algo… el día que tú me hiciste tuyo esos dos días… esos dos momentos se olvidaron, solo quedan tus besos, tus caricias.
Kakashi lo abraso de la cadera y le sonrió entre lagrimas – siempre mi delfín, siempre voy a estar contigo y are que olvides esos días, mis toques serán los únicos que recuerdes, mis caricias, mis besos, todo, todo es tuyo… así como también eres mío – el peliplata se apodero de sus labios, se besaron de manera tranquila, inundándose de sentimientos que cerraran esas heridas que la realidad pasada había dejado en ellos dos.
Al mismo tiempo Itachi se miraba sorprendido por lo que Deidara le había contado, Iruka, el director de buen corazón y estricto, pareja de su tutor había sido abusado sexualmente al igual que Naruto, ese chico dulce y hermoso pareja de su hermano.
- no puede ser… - decía aun incrédulo.
- Naruto no hace muchos años que paso por eso, es joven así que es fácil suponerlo, en caso de Iruka según lo que me comento fue en tiempos de preparatoria, me lo conto cuando Naruto entro a nuestra pequeña familia – le dijo Deidara.
- y esa mujer con sus actos… - decía completamente furioso - … pudo haber hecho un daño irreparable.
- mmm si… solo espero que estén bien… lo bueno es que no llegaron más lejos… - comento Deidara encaminándose a la cocina – voy a preparar unos lonches para comer algo, has de tener hambre con eso de que ibas a cenar aquí.
Itachi no dijo nada, solo lo miro encaminarse a la cocina, se quedo pensando un momento, estaba sorprendido por lo tan poco que una persona puede conocer a las que lo rodean, pero lo que no podía creer es que personas como Naruto e Iruka pasaran por ese tipos de cosas, personas buenas siendo lastimadas de esa manera es indigno, entonces se paro inmediatamente de donde estaba sentado y fue rápidamente hacia donde estaba su rubio, cuando entro a la cocina lo encontró preparando la cena y con un nudo en la garganta le pregunto.
- Deidara…tú… tienes algo que contarme…
El rubio lo miro unos minutos, ninguno de los dos decía nada, solo se miraban, Deidara dejo de hacer la cena y apoyo sus manos en la mesa.
- si…